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INSTITUCIÒN EDUCATIVA TÈCNICA COMERCIAL ALBERTO PUMAREJO DE MALAMBO.

TALLER EVALUATIVO TIPO ICFES DE FILOSOFÌA. GRADOS: 11.1 Y 11.4.

DOCENTE: MÒNICA GÒMEZ ARIAS.

RESPONDE LAS PREGUNTAS 1 A 5 DE ACUERDO CON EL SIGUIENTE TEXTO.

“Consideremos a este camarero. Su ademán es vivo y presuroso, un poco demasiado rápido. Se


acerca a los clientes con un punto de demasía en su premura, se inclina con una diligencia algo
excesiva, su voz y sus ojos expresan un interés un tanto demasiado solícito por la consumición que
ha de encargársele. Por fin, hele ahí que vuelve, tratando de imitar con su paso el rigor inflexible
de un no se sabe qué autómata, mientras sostiene su bandeja con una especie de temeridad
farandulesca, procurándole un equilibrio perfectamente inestable y perpetuamente roto, que
perpetuamente restablece con un ligero movimiento del brazo y de la mano. Todo este modo de
conducirse nos parece un juego…Pero ¿a qué está jugando? No se precisa observarlo mucho rato
para caer en la cuenta: juega a ser camarero. Nada hay en ello de sorprendente: el juego es una
suerte de indagación y de registro.

El niño juega con su cuerpo para explorarlo e inventarlo; el camarero lo hace con su propia
condición de orden a realizarla. Su obligación no es diferente de la que les viene impuesta a toda
clase de comerciantes; su condición entera es de índole ceremonial y el público exige de ellos que
la realicen como tal ceremonia. Hay sí, la danza del tendero, del sastre, del subastador, mediante
la que todos ellos tratan de persuadir a su cliente de no ser otra cosa que un tendero, un sastre o
un subastador. Un tendero que sueña es una ofensa al comprador, porque un tal tendero no sería
totalmente un tendero. La urbanidad exige de él que se limite a desempeñar su cometido de
tendero, de la misma manera que un soldado de guardia se convierte en una cosa – soldado que
mira al frente pero nada ve, que no está hecho para ver, puesto que el reglamento y no el interés
del momento es el que determina dónde debe posarse su mirada… Tomas abundantes
precauciones para aprisionar a un hombre en lo que es, como si constantemente viviésemos bajo
el temor de que pudiera escapar a su condición, de que pudiera desbordarla y eludirla de
improviso…

Pero, por dentro, el camarero no puede ser inmediatamente un camarero en la medida en que
este tintero o este vaso es un vaso. No se trata en modo alguno de que el camarero no pueda
formarse conceptos o juicios reflexivos sobre su condición. Él sabe bien o que ésta “significa”:
significa la obligación de levantarse a las cinco de la mañana, de barrer el piso del local antes de
que el café se abra, de preparar la cafetera, etc. Así mismo conoce los derechos que comporta
aquella condición: el derecho a las propinas, los derechos sindicales, etc. Mas todos esos
conceptos y todos esos juicios remiten a lo trascendente. Se trata de posibilidades abstractas, de
derechos y deberes conferidos a un “sujeto derecho”. Y es precisamente ese sujeto lo que yo
habría de ser (si fuese el camarero en cuestión) y no lo soy (…). Si yo me represento a mí mismo
como tal, yo no seré esa representación: estaré separado de esa última como el objeto del sujeto;
separado por nada, pero esa nada me aísla de ella. No puedo ser lo que represento ser, tan sólo
puedo jugar a serlo, esto es, figurarme que lo soy… Lo que trato de realizar es un ser-en-sí del
camarero, como si no dependiera de mí el conferir su urgencia y su valor a los derechos y deberes
de mi estado o profesión, como si el levantarme a las cinco de la mañana o quedarme en la cama
aun exponiéndome al despido, no fuese asunto de mi libre elección. Como si el propio hecho de
sustentar ese papel yo no lo trascendiese de parte a parte, como si no me constituyese a mí
mismo como un más allá de mi condición.

J.P. Sartre. El ser y la Nada.

1- En el texto anterior, al presentar las reflexiones sobre el tendero, el niño y el soldado, se puede
afirmar que se pretende:

A. Explicar en qué consiste el juego en cada uno de los roles.


B. Argumentar en qué sentido “el juego” de un rol es trascendente.
C. Mostrar que todos los seres humanos tenemos un rol que cumplir.
D. Discutir en qué modo el oficio de camarero es más importante.

2- En el segundo párrafo, la frase “su condición entera es de índole ceremonial y el público exige
de ellos que la realicen como tal ceremonia”, la palabra “ellos” se refiere:

A. A los niños que exploran su cuerpo y lo inventan con relativa frecuencia.


B. Al público que demanda de cada uno de los actores del comercio que asuman
responsabilidades.
C. A los tenderos, sastre y subastadores, quienes cumplen a cabalidad sus ritos ceremoniales
con los clientes.
D. Los comerciantes, quienes igual que los niños, asumen con propiedad los
comportamientos esperados.

3- La referencia, en el tercer párrafo, al “sujeto” y al “objeto”, se hace para:

A. Ejemplificar en qué consisten las obligaciones y los derechos de los camareros.


B. Hacer referencia a las posibilidades del ser y sus representaciones.
C. Describir la oposición existente entre los deberes y los derechos de las personas.
D. Explicar la diferencia abstracta entre la representación del ser y el ser mismo.

4- Una pregunta a la que responde el anterior de Sartre es:

A. ¿Cómo define el hombre el juego que debe jugar en su vida?


B. ¿Es el hombre lo que es?
C. ¿Cómo se constituye el sueño de los hombres?
D. ¿Es el hombre un sujeto de derechos?
5- De los siguientes fragmentos, el que mejor describe la idea central del texto es:

A. “No puedo ser lo que represento ser, tan sólo puedo jugar a serlo, esto es, figurarme que
lo soy…”
B. “Hay sí, la danza del tendero, del sastre, del subastador, mediante la que todos ellos
tratan de persuadir a su cliente de no ser otra cosa que un tendero, un sastre o un
subastador.
C. “Tomas abundantes precauciones para aprisionar a un hombre en lo que es, como si
constantemente viviésemos bajo el temor de que pudiera escapar a su condición, de que
pudiera desbordarla y eludirla de improviso…”
D. “Por fin, hele ahí que vuelve, tratando de imitar con su paso el rigor inflexible de no se
sabe qué autómata, mientras sostiene su bandeja con una especie de temeridad
farandulesca, procurándole un equilibrio perfectamente inestable y perpetuamente roto,
que perpetuamente restablece con un ligero movimiento del brazo y de la mano.”

INDICACIONES.
 Copia en tu Cuaderno el Taller Evaluativo Tipo ICFES.
 Lee Atentamente y varias veces el Texto. Analiza cada Pregunta y Señala la Respuesta
Correcta en Cada Una.
 Cuando termines tú Taller Evaluativo, me lo envías a mi WhatsApp interno.
 Fecha Límite: Sábado 26 de Septiembre-2.020.

BENDICIONES.

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