Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Elaborando Proyecto
Elaborando Proyecto
¿Cuál es el clima que posibilita tanto la adquisición de los lenguajes artísticos como
la generación y expresión desinhibida de imágenes, ideas y sentimientos?
VIKTOR LOWENFELD (3), un clásico del desarrollo artístico de los niños dice que
“lo más importante es poder crear una atmósfera atractiva y estimulante que sea
flexible y abierta a cualquier sugerencia del niño. La rigidez es la muerte de cualquier
método creador”.
El aprendizaje del lenguaje hablado por parte del niño es un proceso que nos puede
dar luz sobre otros aprendizajes como el del lenguaje escrito o los lenguajes artísticos.
Observamos que el niño aprende a hablar, primero, porque hay alguien que
continuamente habla a su lado y sobre todo le habla a él expresamente; segundo,
porque hay alguien que le escucha, intenta comprender y reacciona ante sus
balbuceos; tercero, porque ese lenguaje hablado, ese código complejo de signos,
abstracto, de sonidos articulados, se acompaña constantemente por un conjunto de
gestos, movimientos, acciones e incluso modulaciones de la voz que, en su conjunto,
forman un código mucho más simple que sirve de apoyo para el desciframiento del
código lingüístico; cuarto, porque las cosas de que se habla con el niño pequeño
tienen para él “interés” y “significado” e inmediatamente se asocian con todo tipo de
sensaciones; y quinto, porque generalmente el aprendizaje está reforzado por una
carga afectiva que genera una total confianza en el niño y le predispone a la
comunicación. Probablemente hay muchos otros aspectos a considerar, pero creo que
estos son determinantes.
En ningún otro lenguaje (lectoescritura, segundo idioma, lenguajes artísticos)
vamos a ver el avance tan espectacular que se consigue con el idioma hablado a no
ser que nos viésemos sometidos a una inmersión tal como la que tenemos frente a la
primera lengua. Pero se avanzará de forma notable si en el tiempo que dedicamos a
ellos se reproducen las condiciones inmejorables que hemos señalado para el
aprendizaje del habla.
En realidad estos elementos
-el referente o modelo, interlocutor que habla (pinta, toca, baila, interpreta) y
escucha a todos y cada uno,
-el código no verbal, tácito que el profesor emplea, a través del cual transmite su
interés por la materia, por la propia comunicación y por el niño,
-la necesaria significación que los conceptos y actividades deben tener para el
alumno,
-la motivación capaz de suscitar el interés y
-el clima de confianza dentro del aula
son condicionantes necesarios para cualquier aprendizaje.
Está claro que la actitud y la aptitud del educador pueden sacar partido de un
instrumento o método mediocre. También lo contrario es cierto, los mejores métodos
sólo son eficaces si las personas que los utilizan son sensibles y se creen lo que
hacen. Pero los procedimientos tienen también su virtualidad propia e influyen en el
niño al margen de la actitud del educador. Por eso es importante perder el miedo a
preguntarse continuamente por qué hacemos las cosas “así”.
DAVIDSON y SCRIPP (4) ejemplifican la diferencia de planteamientos
pedagógicos contraponiendo las metodologías de SUZUKI para el aprendizaje del
violín y la pedagogía musical de DALCROZE.
Quizás profundizando en el pensamiento de estos dos pedagogos, así como en todos
aquellos temas en los que surgen aparentes contradicciones, se pueden encontrar más
puntos comunes de los que se ven a primera vista.
No se puede negar por ejemplo la importancia de un buen modelo a imitar por el
alumno, señalada por Schimichi SUZUKI, o la conveniencia de crear un clima
familiar favorable o la necesidad de la repetición para adquirir seguridad en la
ejecución. Pero también es importante que ese maestro y buen modelo ayude a
expresarse al alumno, favorezca la improvisación, enseñe a perder el miedo a
equivocarse y enseñe a no “repetir mecánicamente” sino a “repetir sintiendo”, como
dice Dominique HOPPENOT (5), “dirigiendo la atención, no únicamente hacia el
resultado exterior del trabajo, sino hacia el interior, hacia la percepción de la
sensación física que permite obtener ese resultado”. HOPPENOT, como
DALCROZE, enfatiza la importancia del canto, de la implicación de todo el cuerpo y
la necesidad de la improvisación para que la ejercitación técnica tenga sentido y sea
eficaz.
Como SWANWICK pienso que la tensión entre instrucción y encuentro,
ejercitación dirigida y libre descubrimiento, es “inevitable y fecunda” y que una
teoría o práctica unilateral equivale a “intentar aplaudir con una sola mano”.
Los lenguajes son sistemas de símbolos. GARDNER (6) dice que “en la medida en
que ese sistema de símbolos se utiliza de un modo expresivo, o metafórico, para
transmitir una gama de significados sutiles, para evocar un determinado estado
emocional o para llamar la atención hacia uno mismo, parece apropiado afirma que se
está usando con finalidades estéticas”
La música es el lenguaje de los sonidos y los silencios, producidos por cualquier
medio con la intención de crear una forma artística y de captar la atención del
oyente sobre esta propia forma. Esa ”intención” es para SHAFER (7) lo que
diferencia la música de otros sonidos.
Esa intencionalidad es común también a todas las artes.
La música induce en el oyente estados anímicos, incita al movimiento o a la
quietud y relajación. De esta incitación surge la danza.
Cuando los sonidos y silencios que conforman las palabras, el lenguaje hablado, se
disponen con esa intencionalidad artística y con el ánimo de captar la atención del
oyente no sólo sobre su significado sino también sobre la propia forma, tenemos la
obra poética.
En cierto sentido se puede decir que la poesía es la música de las palabras y la
pintura, a su vez, la música de la luz.
Palabra y silencio en la poesía.
Sonidos y silencios en la música.
Luces y sombras en la pintura.
Masas y huecos en la escultura.
Movimiento y reposo en la danza.
Las técnicas audiovisuales unifican diversas expresiones artísticas y crean otras
nuevas.
Los lenguajes artísticos, como todo lenguaje siempre buscan comunicar algo y
participan de todos los componentes de la comunicación. Pero a diferencia de otros
lenguajes como, por ejemplo, el de símbolos de la circulación, cuya máxima
pretensión es ser preciso y unívoco, los lenguajes artísticos son abiertos,
polisémicos, sugerentes y reclaman del receptor una participación activa en su
interpretación y descodificación que también será abierta y múltiple.
Esa capacidad de interpretación, disfrute y “apropiación” de la obra de arte será
mayor cuantas más experiencias artísticas una persona haya vivido como receptor,
pero sobre todo como ejecutor.
HARGREAVES (8) cita, en referencia a la Integración de las Artes, el debate de la
Asociación Nacional del Reino Unido para la Educación Artística (NAEA, 1986) y
las opiniones contrarias de ABBS y TAYLOR. Mientras que ABBS “propone que
todas las formas artísticas individuales deben concebirse formando una única
comunidad en el curriculum y deberían entenderse como elementos que sirven a
proceso y fines estéticos semejantes”, TAYLOR “ve las diferencias entre las artes
como más fundamentales que las semejanzas aparentes, de manera que la tarea de
los profesores consistiría en profundizar la comprensión dentro de cada dominio en
vez de estimular comparaciones superficiales”.
Está claro que cada lenguaje artístico tiene su propio sistema de símbolos, su
gramática y su sintaxis, opera con materiales distintos y se percibe a través de
sentidos a veces distintos y a veces coincidentes. Pero no es menos cierto que todos
parten y se dirigen del interior del ser humano al interior del ser humano, de las
ideas, sensaciones y sentimientos de uno a las ideas, sensaciones y sentimientos de
otro. Quizás pudiéramos decir que lo superficial son las diferencias y lo profundo
son las semejanzas.
El objetivo de un proyecto integrado de enseñanzas artísticas como éste es
abordar un tema o una idea desde todos los ángulos, buscar la confluencia de los
lenguajes artísticos en torno a ese tema como medio de aproximación con todos los
sentidos a esa realidad para conocerla más a fondo y a la vez expresar los
sentimientos y las nuevas ideas que esa realidad y el contacto con ella nos produce a
través de esos diferentes lenguajes artísticos.
El hecho de habernos marcado como objetivo del grupo y del curso la formación
de una orquesta aviva nuestro interés por conocer a fondo y clarificar al máximo los
conceptos.
Surgen de esta manera gran cantidad de “cosas” que NECESITAMOS SABER.
- ¿Que tipos de orquestas hay?
- ¿Qué se necesita para formar una orquesta?
- ¿Qué instrumentos tocan?
- ¿Todas tocan el mismo tipo de música?
- ¿Con qué instrumentos va a contar nuestra orquesta?
- ¿Cómo vamos a aprender a tocarlos?
- ¿Cómo se forman las orquestas? (Cada una tiene su “historia”)
- ¿Cuál será nuestra “historia”?
…
Surge una lista de necesidades y “cosas” que tenemos que aprender y hacer.
Surgen las tareas. ¿Surge el curriculum? Pues en gran medida sí. Este listado o
ÍNDICE es un medio importante de compromiso de los alumnos con su propio
aprendizaje y nos lleva directamente a la búsqueda de FUENTES DE
INFORMACIÓN y a la elección de PROCEDIMIENTOS Y MATERIALES.
El proyecto general se irá fraguando con la realización de una variedad de
pequeños proyectos que tendrán sentido no sólo en sí mismos sino en relación con el
proyecto global y las metas que definamos entre todos.
Progresivamente el ÍNDICE inicial irá variando según vayan surgiendo nuevas
necesidades
Informaremos a las familias de la elección y la marcha de nuestro proyecto.
Les implicaremos a título de colaboradores y si procede como especialistas
profesionales en alguna actividad que precise su apoyo
6. LAS ACTIVIDADES
Una vez que hemos elegido un proyecto las actividades que realicemos tienen que
ir encaminadas a cubrir las necesidades y alcanzar los objetivos que nos hemos
marcado no arbitrariamente sino derivados del propio proyecto. Esto es lo que puede
dar coherencia y significado a la actividad del grupo y lo que puede llevar a cada
alumno y al conjunto del grupo a adquirir compromisos serios con el trabajo y con
su propio aprendizaje.
Muchas actividades surgirán por tanto del deseo de saber y sentirse capaces de
lograr el objetivo del proyecto, formar una orquesta.
. La necesidad de conocer los instrumentos que suenan en las orquestas nos llevará
a visionar diversos tipos de orquestas. Internet ofrece un material inapreciable del
que pueden surgir cantidad de aclaraciones… y multitud de preguntas.
Las actividades de percepción y expresión artística, al igual que en otras materias y
aprendizajes es conveniente repetirlas para facilitar al alumno abordarlas con diferente
grado de libertad u orientación. Es la diferencia entre abrir los ojos para ver qué
encontramos y abrir los ojos para encontrar lo que buscamos. Ambas estrategias son
útiles y necesarias.
Viendo las fotografías y conversando sobre ellas descubriremos gran cantidad de
aspectos nuevos: Los diferentes tipos de orquestas, los espacios de actuación, su
número variable, la diferencia de instrumentos, su distinta agrupación, su
acompañamiento o no de voces y coro, su vestimenta, la figura del director o
directora, la colocación de los instrumentos en la orquesta sinfónica, su forma,
tamaño y nombre, la manera de tocarlos…
Figura nº 1
Orquesta sinfónica
Siempre escribimos todo lo que observamos, todo lo que supone nuevos
descubrimientos y todas las dudas que nos surgen.
La presentación en power point de las imágenes, extraídas de Internet nos facilita
múltiples comentarios en grupo y es fuente de nuevas actividades. Por ejemplo
¿cómo suenan esas orquestas? Podemos imaginar la música que produce una
orquesta y a continuación escuchar una pieza de esa orquesta o una similar. O
podemos intentar adivinar a quién puede pertenecer una música dada.
El comentario de las imágenes nos aproxima a la lectura de las mismas, pero
también puede abrir la puerta a la imaginación. ¿En qué piensa este personaje?
¿Quién es? ¿Qué va a hacer cuando termine? Puede cada niño inventar una historia
sobre una misma imagen o podemos repartir diferentes fotos y cada uno nos leerá su
historia.
La educación artística requiere actividades de apreciación pero sobre todo de
producción. Apreciación-Producción- Reflexión son los tres pies sobre los que se
va a asentar un verdadero conocimiento. Pero nos esforzaremos en plantear
actividades en las que la apreciación sea un “ver” y “escuchar” activo y la
producción no sea mera reproducción.
. En las imágenes aparecen algunos instrumentos fabricados que podemos
confeccionar (maracas, cascabeles, campanas, parches, flautas, sonajas, xilófono,
platos…).El vertedero sonoro ofrece en su página gran cantidad de ideas para la
fabricación de instrumentos con explicaciones, planos, imágenes, archivos sonoros y
videos, que estimularán nuestra iniciativa.
Fig.nº2
Fig.nº3
Orquestas atípicas
Figura nº
Figura nº 8
Diversidad musical
Figura nº 9
Escenarios abiertos
Figura nº 10
Orquestas de mujeres
Figura nº 11
Entre las imágenes aparece un cuadro de Degas. Veremos muchas más obras de arte en
las que aparece representada la música, bien con escenas de danza, canto o
instrumentos.
Figura nº 12
Fig.nº13
Fig.nº15
Fig.nº16
Fignº17
Fig.nº18
Fig.n19
Como bien explica Marie-Laure BACHMANN(10), citando a DALCROZE, el
cuerpo puede cumplir una importante función como “instrumento de arte” ya que “el
niño que ha llegado a sentir en su cuerpo las líneas rectas, curvas o quebradas las
recuperará con toda naturalidad en la obras pictóricas, escultóricas o arquitectónicas
que se le presenten, porque el hombre está hecho de forma que goza en reconocer a
priori, en las obras de arte, lo que le parece eco de su propia sensación, reflejo de su
propio pensamiento”.
Divididos en grupos podemos hacer maquetas de una orquesta o de lo que puede
ser la nuestra, con diferentes materiales (papel, cartulina, cartón, objetos o pasta de
modelar, plastilina, arcilla.)
Nuestra exposición se enriquecerá con las ideas que cientos de artistas han
plasmado sobre la música en sus cuadros, de los más figurativos a los más
abstractos.
Fig.nº20
Fig.nº21
Fig.nº22
Fig.nº23
No vamos a hacer una descripción detallada de todas las actividades del curso,
entre otras cosas porque muchas nacerán de las sugerencias de los alumnos y de la
propia dinámica del proyecto. Aquí estamos apuntando solamente algunas ideas a
título de sugerencias.
Buscaremos siempre con los alumnos ver claro qué pretendemos conseguir con
cada actividad. Es la única forma de llegar a una verdadera implicación y tener un
criterio también claro de autoevaluación. Después reflexionaremos sobre lo que
hemos hecho y anotaremos las experiencias del proceso (las dificultades, los
hallazgos, las sensaciones)
Inventando historias para nuestra orquesta quizás nos demos cuenta que la
orquesta es una metáfora de la vida. La música junta sonidos, la pintura junta
colores, el teatro junta personajes, el juego, la danza junta cuerpos. La vida junta
personas.
¿Cuál va a ser la historia de nuestra orquesta?
Inventar historias -a partir de unos personajes dados, a partir de un lugar, a partir
de una noticia, a partir de una fotografía, de un objeto, de una palabra, de un verso,
de una melodía… y mil formas más- es una actividad excitante. El análisis de las
producciones de los alumnos y el descubrimiento de sus aciertos, muchas veces
fortuitos, paralelo al análisis de obras de artistas consagrados irá haciendo crecer,
junto a la valoración de las obras de arte, la autoestima de los propios niños/as, su
capacidad productiva y su capacidad crítica y autocrítica.
Y dicho esto, de nuevo la pregunta ¿Cuál va a ser la historia de nuestra orquesta?
Como este proyecto es virtual no tenemos aquí y ahora las propuestas de nuestros
alumnos, pero imaginemos que dos de ellos se apellidan Grimm y son hermanos y
que ambos han inventado o descubierto un cuento sobre unos animales que
maltratados por sus amos deciden huir a Bremen y hacerse músicos. Ya tenemos la
historia: “Los músicos de Bremen” Y si nos apuran un poco hasta la fotografía.
Fig.nº24
7 EVALUACIÓN
Acostumbrarse a pensar sobre las cosas que hacemos o hemos hecho, su “porqué”
y su “para qué”.
Aprender a relacionar unas cosas con otras, a hacer conexiones.
Aprender a razonar lo que decimos.
Aprender a pensar y expresar cómo me siento.
Aprender a pensar cómo se sienten los otros.
Aprender a trabajar para conseguir un objetivo aunque sea difícil.
Aprender a descifrar el significado de las metáforas.
Aprender a expresar dónde encuentro un problema.
Llegar a descubrir el gusto por solucionar problemas.
Aprender a colaborar con el grupo para conseguir el objetivo marcado.
Aprender a responsabilizarse de un trabajo y responder de él ante el grupo.
Estos objetivos no pueden ser evaluados con ningún examen. Deben ser objeto de
atención constante por los profesores. Y lo que es evidente es que, si conseguimos
seducir a nuestros alumnos con estos valores, los objetivos específicos están
garantizados