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Instituto Nacional Augusto Salinas

Pinell

Álbum de Convivencia y Civismo

Docente:

Ana Luisa Poveda

Grado y Sección:
9no “H”

Elaborado Por:

Teylin Fernanda Morales Vilchez

27 de agosto de 2015.
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Dedicatoria

Primeramente a dios por haberme permitido llegar hasta este punto y haberme dado
salud, ser el manantial de vida y darme lo necesario para seguir adelante día a día
para lograr mis objetivos, ademá s de su infinita bondad y amor.
A mi maestra por su gran apoyo y motivació n por brindarnos los conocimientos
necesarios para que conozcamos aú n má s de nuestro país y haberme llevado pasó a
paso en el aprendizaje.
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Agradecimiento

Quiero agradecer a mi maestra ya que ella me enseñ a a valorar los estudios y a


superarme cada día, también agradezco a mis padres porque ellos está n siempre en
constante apoyo para sacar adelante mis estudios.
Agradezco a Dios por darme la salud que tengo, por darme la sabiduría necesaria para
seguir adelante forjá ndome como estudiante y como ser humano de provecho a la
sociedad y darme la confianza y seguridad que mis metas planteadas dará n fruto en el
futuro y por ende me debo esforzar cada día para ser mejor en el colegio y en todo
lugar sin olvidar el respeto que engrandece a la persona.
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Índice

Portada
Dedicatoria
Agradecimiento
Índice
Introducció n……………….…………………………………………………………………………. 1
Origen de Somoto……………………………………………………………………..……………. 2
Aborígenes de Somoto…………………………………………………………………………… 3
Leyendas de Nicaragua…………………………………………………………………………... 4 - 10
Cuentos de Nicaragua…………………………………………………………………………….. 11 - 16
Canciones Nicaragü enses……………………………………………………………………….. 17 -22
Tradiciones y Cultura Nicaragü enses……………………………………………………… 23 - 25
Lugares Turísticos de Nicaragua…………………………………………………………...... 26 - 28
Trabalenguas Nicaragü enses………………………………………………………………...... 29 - 30
Refranes 31 - 32

Nicaragü enses……………………………………………………………………….....

INTRODUCCION

El encuentro y mezcla de una diversidad de pueblos constituyó para Nicaragua una


herencia importante, e hizo nacer una cultura pintoresca, alegre y creativa. Aunque
estas manifestaciones culturales son poco conocidas a nivel mundial, su variedad y
colorido pueden garantizar un interesante descubrimiento para sus espectadores.
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Igualmente, la hospitalidad y amabilidad de los nicaragü enses son reconocidas por los
visitantes que tienen la oportunidad de conocerlos. He aquí un vistazo de la cultura de
los “nicas”.

La cultura nicaragü ense refleja la mezcla predominante de la herencia cultural


originada en la idiosincrasia Indígena (sobre todo Chorotega y Nahual), españ ola y
africana.

Las celebraciones de origen religioso siempre son populosas y bulliciosas en


Nicaragua, y es en éstas que salen a relucir danzas, mú sicas e interpretaciones
tradicionales.

Cada ciudad y pueblo tiene su propio “santo patrono”, el cual fue escogido o impuesto
desde tiempos coloniales. Cuando los habitantes de la zona celebran su devoció n a su
santo, se producen las populares “fiestas patronales” que se extienden por varios días,
o hasta meses.

La mú sica tradicional nicaragü ense nace de la herencia y, en muchos casos, fusió n de


la cultura de pueblos indígenas, colonos europeos y pueblos africanos, e igual ocurre
con la danza folcló rica. La representació n literaria nicaragü ense ante el mundo
descansa sobre la figura del escritor y poeta Rubén Darío (1867-1916), reconocido en
el mundo hispanohablante como uno de los creadores del modernismo.

ORIGEN DE SOMOTO

El origen del pueblo de Somoto procede de la tribu de los choroteganos y chorotegas,


su condició n esencial de los marineros que tuvieron los chorotegas del Golfo de
Fonseca y la falta de medios adecuados de la época para conducirse con toda
comodidad por las montañ as segovianas y serranías de la parte sur, hace posible que
hayan penetrado a la actual regió n del Departamento de Madriz por las rutas fluviales
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de los ríos Choluteca, Gü asaule o Torondano o bien remontado las cabeceras del Río
Negro, má s tarde siguieron el curso del Río Coco alcanzando la expansió n poblada de
la regió n de Telpaneca, de la conocida y desaparecida població n comalteca y el actual
municipio de San Juan del Río Coco.

Fueron lo sespañ oles quienes finalmente poblaron la denominada "Santiago de


TepeSomoto" segú n cédulas reales de 1591.No existe evidencia en la extensa regió n
de Las Segovias ,sobre la existencia de otr opueblo, distinto de la actual ciudad de
Somoto, que llevara en la antigü edad ese nombre. Sin embargo, la cró nica viajera de
Fray Alonso Ponce realizada en 1585, parece indicar la existencia de varios pueblo
sindígenas que llevaban el nombre de Somoto.

El gobierno local de los pueblos indígenas de TépecSomoto era ejercido por el


"Calpulli",institució n semejante a las municipalidades de hoy, electas por voto popular
directo, cuyas funciones se limitaban a mantener el orden entre los vecinos, vigilar y
hacer cumplir el respeto a la propiedad ajena, la administració n de tiangues o
mercados y atender a comerciantes forá neos. En muchas citas histó ricas
nicaragü enses del siglo pasado, se hace alusió n a Somoto con el nombre de "Somoto
Grande", indicació n que hace presumir la existencia de otros pueblos que con inferior
categoría urbana, llevaban el simple nombre de Somoto y que en el transcurso del
tiempo desaparecieron totalmente del mapa geográ fico-político de la Repú blica. El 22
de enero de 1867 durante el gobierno del general Fernando Guzmá n se le concede el
título de Villa y por ley el 24 de marzo de 1895, el gobierno de José Santos Zelaya le
otorga el título de ciudad. Desde el 11 de noviembre de 1936 es cabecera del
departamento de Madriz, fecha en que seseparó de Nueva Segovia. En este municipio
se da origen por medio de los ríos Comalí y Tapacalí al Río Coco, el má s extenso y
caudaloso de Nicaragua.

ABORIGENES DE SOMOTO

Al hablar de los antiguos aborígenes hay que conocer que no existieron en la regió n
grandes poblaciones ni señ ores indígenas de categoría igual a los caciques poderosos
y notables de la regió n de Chinandega, Rivas, Managua, Masaya, Granada, etc. que
tenían el nombre de agateyti o agateyte, nicaragua, etc.
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El gobierno local de los pueblos era ejercido por el “Calpulli” institució n semejante a
nuestras municipalidades de hoy eran, elegidos por voto popular directo, sus
funciones eran limitadas a: mantener el orden entre los vecinos, vigilar y hacer
cumplir el respecto a la propiedad ajena, administració n de tiangues o mercado,
atenció n a comerciantes forasteros, etc.

El matrimonio contraído por la libre disposició n de los propios có nyuges o por


convenios de sus familiares, en la agricultura y alimentació n aborigen lo esencial era
el cultivo del maíz, los frijoles, cacao, raíces comestibles y frutas, el maíz era fuente o
base principal de su alimentació n preparaban tortillas, tamales, pozole, pinol, atol, etc.

También comían carnes, cultivaban el algodó n, eran expertos en tejer algodó n y


palmas, usaban colorantes naturales y minerales para colorear sus telas y mantas.

Eran expertos ceramistas, expertos en trabajar el oro, vidriaban el barro, curtían


pieles de animales, de maderas finas fabricaban flechas y arcos.

Existían 3 clases sociales:

a) La Principal o Notables = formada por caciques, miembros del calpulli, guerreros y


sacerdotes, etc.

b) Clase Media = formada por artesanos.

c) Clase Trabajadora = la formaban los que prestaban sus servicios por pago o
jornada.

Sus instrumentos musicales eran: el “tapanabad” parecido al tambor, pitos de


carrizos o de barro cocido, caracoles e instrumentos de percusió n. En la danza habían
religiosas guerreras, populares de los pueblos choroteganos había una danza para
cada festividad de este tipo y una de estricto funeral.

Los juegos populares indígenas eran el “volador” y el “deporte de la mazorca”.


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Leyendas
de
Nicaragua
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El Padre sin cabeza

Cuenta la leyenda que en el añ o 1549 en la ciudad de hoy


Leó n Viejo, alentados por su madre doñ a María de Peñ alosa,
los hermanos Hernando y Pedro, hijos del segundo
gobernador de Nicaragua don Rodrigo de Contreras,
planearon la muerte del primer Obispo en tierra firme fray
Antonio de Valdivieso, defensor de los Indios y mediador de
las ambiciones de los funcionarios y el clero. Fue asesinado
a puñ aladas a mano del fiero capitá n Juan Bermejo. Con la
muerte de este religioso, el primero cometido en América,
los asesinos se repartieron la provincia, su població n, los
objetos de valor y las joyas episcopales del Obispo.

Después de este crimen, que llenó de indignació n y de malos


presagios a todos los creyentes, aparece una leyenda que refiere, que durante los
primeros añ os de la existencia de la ciudad de Leó n Viejo, el padre de su iglesia fue
decapitado de un solo machetazo en el atrio de su mismo templo, por dos poderosos
hermanos, y que su cabeza había rodado hasta la orilla del lago Xolotlá n, donde se
sumergió dando origen a una inmensa ola que se levantó sobre la superficie y avanzó
hacia la ciudad, cada vez má s grande y fuerte, llegando a reventar donde había sido
asesinado el religioso y sepultando a la ciudad.

Pasado este hecho devastador, los indígenas empezaron a ver en los atrios de las
iglesias y en las calles solitarias de los pueblos, un bulto negro que se protegía bajo el
peso de la lú gubre oscuridad. Con el paso del tiempo algunos moradores se dieron
cuenta que la aterradora y sombría aparició n era nada menos que un padre sin
cabeza.

Refiere la leyenda que el padre sin cabeza camina penando por el mundo, visitando los
templos de las diferentes ciudades, rezando las letanías o el rosario, buscando su
iglesia y su cabeza. Algunos refieren que el padre aparece solo el Jueves y el Viernes
Santo, para visitar las iglesias y que cuando se encuentra frente a cualquiera de ellas
hace reverencia en la puerta del perdó n.
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La Leyenda de Arrechavala.
Esta Burocracia españ ola de la época colonial acumuló
capitales improductivos conformados de tesoros
incalculables en oro, plata, y bienes raíces con el fin de
mejorar su posició n social. El 14 de febrero de 1791,
Joaquín Arrechavala fue ascendido a Coronel. En el
periodo de 1811 a 1812 Nicaragua fue marcada por
violentas insurrecciones contra la dominació n españ ola
en busca de la independencia. En este período de
agitació n, el coronel Arrechavala fue uno de los
principales promotores de la adhesió n de Leó n al
Imperio Mexicano de Iturbide, para asegurar y
garantizar la estabilidad de sus intereses.

Durante y después de la abdicació n del Imperio Mexicano, el Coronel mostró un


implacable odio y aversió n por los indígenas. Es por eso que él personalmente se
paseaba por las noches montado en su caballo lujosamente adornado y latigueaba a
todo indígena que encontraba en las calles. Solía vestir su uniforme militar adornado
de charreteras y hebillas doradas. Su caballo era negro con su freno de metal precioso,
y aterraba a los caminantes nocturnos con todo ese ruido y los indios se espantaban
apenas lo percibían a lo lejos o si escuchaban el galopar de su brioso caballo.

Arrechavala era identificado como un espíritu nocturno, porque siempre se le veía por
las noches en guardia para asegurar el orden en ese período de sublevaciones contra
el gobierno colonial. Joaquín Arrechavala, así como los muchos oligarcas de esta
época, enterraba sus riquezas. Sin embargo, para el indígena la acumulació n de éstas
era inconcebible, ya que debían servir para la celebració n de una fiesta en la que
participara toda la comunidad.

Una de las leyendas es la aparició n del fantasma de Arrechavala, vestido de militar,


cabalgando en su caballo sobre la Calle Real, ahora Rubén Darío, que comienza en la
Iglesia El Calvario y finaliza en la Iglesia Sutiava. Indiscutiblemente la gente, en esos
días, creía que los muertos aparecían. Segú n unos espiritistas cuentan que hablaron
con él y les dijo que dejaría de molestar si conversaba con un familiar para indicarle
donde estaba enterrado el tesoro que había acumulado hasta su muerte. Arrechavala,
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condenado por el pueblo, debe errar eternamente entre los vivos para vigilar sus
tesoros enterrados, muere en el añ o 1823 (a los 95 añ os de edad).

La Mocuana

La leyenda de La Mocuana se puede resumir así: Ha


muchos añ os, en los primeros días de la Colonia, la
noticia de los yacimientos de oro que segú n fama había
en los dominios del Cacique de la tercera Villa de
Sébaco, llevó allí a muchos españ oles, que fueron muy
bien recibidos por el indio, quien les entregó
tamarindos de oro para que los enviasen al rey de
Españ a.

Después del obsequio, el Cacique rogó a los extranjeros


que se alejasen y no volviesen. Estos aparentaron
hacerlo, pero al poco tiempo regresaron; y esta vez con
deliberadas intenciones de sojuzgar al jefe indio.
Habiéndolo sabido este, escondió sus tesoros. Ú nicamente su hija conocía el secreto
del escondite. Los españ oles fueron derrotados.

Pasó el tiempo y habiendo llegado uno de los hijos de los viejos españ oles vencidos, se
enamoró perdidamente de la hija del Cacique, que era muy bella. Esta correspondió el
amor; y como bien sabía ella que su padre se opondría rotundamente al matrimonio,
huyó con el españ ol.

Generosa, le dio a su amante europeo las riquezas que poseía y este, satisfecho, y no
esperando nada má s de la pobre india, la encerró en la cueva de un cerro y le tapó su
salida; pero ella, conocedora del lugar, logró escapar por otro lugar.

La actitud de su amante le causó la perdida del juicio y se convirtió en la bruja La


Mocuana... Desde entonces se aparece en los caminos e invita a los transeú ntes a
seguirla hasta la cueva. La gente dice que nunca le han podido ver el rostro; solamente
su larga y cimbreante figura y su preciosa cabellera.
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El Cadejo o Cadejos

La leyenda del cadejo o cadejos está presente en casi


todo centroamérica, se trata de un perro enorme de
color blanco y ojos rojos que protege a los hombres
cuando llegan a altas horas de la noche, sin embargo el
cadejo tiene un enemigo, el cadejo negro, un ser
diabó lico que ataca y mata a las personas de dudosa
moral, cuando ambos el espíritu protector y el
diabó lico se encuentran comienza entre ambos una
lucha a muerte que normalmente da tiempo a la
persona a huir.

El cadejo blanco como protector acompañ a al hombre que trasnocha hasta su casa lo
hace muchas veces desde las sombras y sin dejarse ver, normalmente se siente como
un presencia que no puedes localizar. Su finalidad es defender al borracho o
trasnochador del cadejo negro

El cadejo negro dependiendo de la cultura que enfoca la leyenda puede tener dos
fines, matar a las personas de dudosa moral a las que no puede defender el cadejo
blanco siempre a altas horas de la noche, o simplemente golpearle y aplastarle, en
ambas creencias el cadejo nunca muerde (salvo en su lucha con el cadejo blanco) y
causa el dañ o golpeando y aplastando, debido a su gran tamañ o deja al hombre al que
ataca como si hubiera recibido una paliza.
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La Llorona

"...En aquellos tiempos de antigua, había una


mujer que tenía una hijita de unos 13 añ os."

Ella ayudaba a lavar la rapa de sus nueve


hermanos menores y acarreaba el agua para la
casa. La mamá no se cansaba de repetir a la
hija cada vez que la veía silenciosa moler el
maíz o palmar la masa cuando el chisporroteo
de la leñ a tronaba debajo del comal de barro:

-Hija, nunca se mezcla la sangre de los esclavos


con la sangre de los verdugos. Ella le decía
verdugos a los blancos porque la mujer era
india. La hija, en la tarde salía a lavar al río y un
día de tantos arrimó un blanco que se detuvo a
beber en un pocito y le dijo adió s al pasar. Los blancos nunca le hablaban a los indios,
solo para mandarlos a trabajar. Pero la cosa es que ella se encantó del blanco y los
blancos se aprovechaban siempre de las mujeres.

Entonces bajo un gran palancó n de ceibo que sirve para lavar ropa, ahí por el río, se
veían todos los días y ella se metió con él. - Mañ ana, blanco, nos vemos a esta misma
hora, -le decía siempre. Claro, el blanco llegaba y la indita salió pipona, pero la familia
no sabía que se había entregado al blanco. Dicen que ella se iba a ver bajo el
Guanacaste, para que las lavanderas no la vieran y no fueran a acusar con la mamá .

Allá al tiempo, ya ella estaba por dar a luz, entonces entró un barco a la isla, aquí en
Moyogalpa. Ya se iba el blanco, se iba para su tierra y entonces como ella estaba por
criar, ella le lloraba para que se la llevara. Pero ¡dó nde se la iba a llevar! La indita
lloraba y lloraba, inconsolable, a moco tendido. É l se embarcó y a ella le dio un ataque,
cayó privada.
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Cuando ella se despertó al día siguiente, estaba un niñ o a su lado y en lugar de querer
aquel muchachito, lo agarró y con rabia y le dice: -Mi madre me dijo que la sangre de
los verdugos no debe mezclarse con la de los esclavos.

Entonces se fue al río y voló al muchachito y ¡pan! Se cayó cuando cayó al agua. Al
instante se oyó una voz que decía: ¡Ay! madre... ¡ay madre!... ¡ay madre!... La muchacha
al oír esa voz se arrepintió de lo que había hecho y se metió al agua queriendo agarrar
al muchachito pero entre má s se metía siguiéndolo, má s lo arrastraba la corriente y se
lo llevaba lejos oyéndose siempre el mismo llanto: ¡Ay madre!... ¡ay madre!... ¡ay
madre!

Cuando ya no pudo má s se salió del río. El río se había llevado al chavalito pero el
llanto del niñ o que a veces se oía lejos otras veces aparecía cerquita: ¡Ay madre!... ¡ay
madre!... ¡ay madre!... La muchacha afligida y trastornada con la voz, enloqueció . Así
anduvo dando gritos, por eso le encajaron La Llorona.
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Cuentos o
Fabulas
Nicaragüens

Margarita Debayle
Margarita, está linda la mar,
y el viento lleva esencia sutil de azahar;
yo siento en el alma una alondra cantar;
tu acento.
Margarita, te voy a contar un cuento.
Este era un rey que tenía un palacio de diamantes,
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una tienda hecha del día y un rebañ o de elefantes.
Un kiosko de malaquita, un gran manto de tisú ,
y una gentil princesita, tan bonita, Margarita,
tan bonita como tú .
Una tarde la princesa vio una estrella aparecer;
la princesa era traviesa y la quiso ir a coger.
La quería para hacerla decorar un prendedor,
con un verso y una perla, una pluma y una flor.

Las princesas primorosas se parecen mucho a ti.


Cortan lirios, cortan rosas, cortan astros. Son así.

Pues se fue la niñ a bella, bajo el cielo y sobre el mar,


a cortar la blanca estrella que la hacía suspirar.

Y siguió camino arriba, por la luna y má s allá ;


mas lo malo es que ella iba sin permiso del papá .

Cuando estuvo ya de vuelta de los parques del Señ or,


se miraba toda envuelta en un dulce resplandor.

Y el rey dijo: "¿Qué te has hecho? Te he buscado y no te hallé;


y ¿qué tienes en el pecho, que encendido se te ve?"

La princesa no mentía, y así, dijo la verdad:


"Fui a cortar la estrella mía a la azul inmensidad".

Y el rey clama: "¿No te he dicho que el azul no hay que tocar?


¡Qué locura! ¡Qué capricho! El Señ or se va a enojar".

Y dice ella: "No hubo intento: yo me fui no sé por qué;


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por las olas y en el viento fui a la estrella y la corté".

Y el papá dice enojado: "Un castigo has de tener:


vuelve al cielo, y lo robado vas ahora a devolver".

La princesa se entristece por su dulce flor de luz,


cuando entonces aparece sonriendo el buen Jesú s.

Y así dice: "En mis campiñ as esa rosa le ofrecí:


son mis flores de las niñ as que al soñ ar piensan en mí".

Viste el rey ropas brillantes, y luego hace desfilar


cuatrocientos elefantes a la orilla de la mar.

La princesa está bella, pues ya tiene el prendedor,


en que lucen, con la estrella, verso, perla, pluma y flor.

Margarita, está linda la mar, y el viento


lleva esencia sutil de azahar:
tu aliento

Ya que lejos de mí vas a estar guarda, niñ a, un gentil pensamiento


al que un día te quiso contar un cuento.

Tío Coyote y Tío Conejo

Estera una vez una viejita que tenía una sandilla. “Sandillas” grandes de tierra negra.
Un día por ahí, se vieron Tío Coyote y Tío Conejo, y como estaba madurando el
sandillal, se concertaron para merendá rselo. Tío Conejo cuidaba un rato y Tío Conejo
comía, y así, al revés. Pero la viejita que estaba encariñ ada con su campito de frutas
todos los días renegaba: “¡Bandidos, ladrones, me las van a pagar!”
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El domingo, la viejita al salir de misa se fue donde el señ or Obispo y le dijo:
— ¡Señ or Obispo, le voy a mandar de regalo una gran sandillota; la má s rica!
Y el señ or Obispo la bendijo.
Pero Tío Conejo estaba en el patio robá ndose unas lechugas y oyó a la viejita y ay
nomá s salió en carrera donde Tío Coyote:
— Tío Coyote, vamos a hacerle una buena pasada a esta vieja renegona.
Y se fueron hablando.
A poquito llegó la viejita y ellos se escondieron detrá s de unas matas. Y la viejita fue
tanteando todas las sandillas, una por una:
— ¡Esta es la má s hermosa! La voy a cuidar para el señ or Obispo y pa que estos
bandidos ladrones de fruta no la vean, la voy a poner bajo estas hojitas de plá tano.
Tío Coyote y Tío Conejo se estaban riendo y se volvían a ver. Y cuando se fue la viejita
se fijaron dó nde estaba la sandía y diario la iban a ver y la tanteaban.
Bueno, pues; pasaron sus días y ya estaba bien madura la sandía. ¡Grande y hermosa,
bien aseada!
Y entonces Tío Conejo le abrió un hoyito y con la pata le fueron sacando y se fueron
comiendo todo el corazó n hasta que la dejaron vacía como calabazo. Y después se
cargaron los dos dentro de la sandía y la volvieron a tapar dejá ndola a como estaba,
bien disimulada.
Al día siguiente llegó la viejita:
— ¡Qué buena sandilla! ¡Qué buen regalo para el señ or Obispo!
Y fue a traer su rebozo y corló la sandía y se fue ligerita donde el señ or Obispo.

— ¡Aquí le traigo este regalito, mi padrecito!


— ¡Muchas gracias, mijita, Dios te lo pague!
Y cuando llegó la hora del almuerzo el señ or Obispo le dijo al Sacristá n:
— Andá traeme un cuchillo grande bien filoso, pues yo mismo quiero partir esta
sandilla tan hermosa.
Y ya se puso a partirla. Y pega el brinco. ¡Qué susto! ¡Estaba repleta de ñ añ a!
— ¡Buff!, dijo el Obispo, y la aventó de un lado. ¡Esta vieja puerca ahora verá !
Y mandó al sacristá n que se la fuera a llamar.
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La viejita llegó muy alegre, corriendo. “Esto es que el señ or Obispo me quiere
agradecer con algú n regalo”, pensaba. Pero llegando, el señ or Obispo estaba furioso y
le dio una gran regañ ada y le enseñ o la ñ añ a de la sandilla y le dijo que se iba a ir al
infierno por irrespetuosa.
Y se volvió triste. Y le iba echando maldiciones al que le hubiese hecho la trastada.
— Me las paga el que sea, dijo. Y puso a la entrada de la huerta un muñ eco de breya
(brea).
El tío Conejo, que es fachento, llegó ese día al frutal y vio el muñ eco que le cortaba el
paso:
— ¿Ideay, hombré? ¡Quitate de ahí o te quito!
Como el muñ eco se quedó callado ay nomá s le dio un trompó n y se quedó pegada la
mano en la breya.
— ¡Soltame o te pego!, le dijo Tío Conejo.
Y como el muñ eco se quedó callado, le deja ir otro trompó n y se pega de las dos
manos.
— ¡Si no me soltá s te pateo!
Y le da una patada y se pega de las dos patas.
Ya arrecho Tío Conejo porque estaba forcejeando para soltarse, dice otra vez:
— Si no me soltá s, bandido, te pego un panzazo.
¡Y ó nde le iba a responder el muñ eco! Entonces— ¡Pas!— le da con la barriga y se pega
todito.
En eso llega la vieja.
— ¡Ajá ! ¡Conque vos sos, conejo bandido, el que me has hecho tantas carajadas! ¡Vas a
ver!

Y cogió una red y lo encerró . Y Tío Conejo veía que la vieja prendía las brasas de la
cocina y ponía a calentar el asador al fuego.

Cuando en eso pasó por allí Tío Coyote. Entonces Tío Conejo apenas lo vio, le dijo:
¡Adió s, Tío Coyote! ¡Venga para acá !
Tío Coyote se le arrimó .
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— ¿Qué está s haciendo encerrado ahí?
— Pues estoy esperando una gallina que me está n cocinando. ¿No quiere
acompañ arme?
— Bueno, Tío Conejo.
— Entre por aquí entonces, Tío Coyote, le dijo Tío Conejo.
Y Tío Coyote por de fuera abrió la red y en lo que se iba metiendo, el Conejo salió en
carrera. Ya estaba llegando la vieja cuando éso. Y traía un gran asador bien caliente,
rojo.
— ¡Ahora verá ese cagó n si no me las paga todas!
— Conque tenés tus mañ as. ¡Velo al bandido!, ¡ya se hizo coyote! ¡Pero a mí nadie me
engañ a!
Y le mete el asador entre el culo. ¡Nunca había brincado tanto Tío Coyote! Y sale
disparado pegando gritos y dá ndose contra los palos. Y ahí bajo de una mata estaba
viendo todo Tío Conejo, y cuando pasó chiflado Tío Coyote, Tío Conejo, muerto de risa,
le gritaba:
¡Adió s Tío Coyote, culo quemado! ¡Adió s tío Coyote, nalga quemada!
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Canciones
Nicaragüens
es

EL SOLAR DE MONIMBÓ
Camilo Zapata

Al sonar de la marimba
se desborda Monimbó
hay que ver bailar en cinta
la mujer del Mandador
Don Rodrigo está tanteando
como le hace por detrá s
zapateando, zapateando
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zapateya y nada má s

CORO: Hay que ver


a Doñ a Inés pa´ bailar
como zapateya a la vez
y hace la cadera temblar
oye el consejo que le dá
al compadre Juan para bailar
hacete para allá no te vengas
no tan arrecostado
parecés un gallo remojado, meneadito
Juancho nada má s pegadito
Juancho nada má s cuidadito
cuaito! me tocas

La mujer que se cree viva


y no baila en el solar
es como un plato de almibar
que no sale a veranear
pa´ bailar el zapateado
no es preciso alborotar
yo lo bailo bien pegado
y un meneado lateral

CORO:...

Si me tocan Dos Bolillos


o siquera el garañ ó n
vo´a enseñ arles al dedillo
lo que baila Monimbó
aquí no hay chochera floja
ni flojera sin corsé
pa´ bailar me basta una hoja
o la punta de un ciprés

ALFORJA CAMPESINA PINOLERA


Luis Enrique Mejía Godoy

Alforja campesina pinolera,


sos el mero escapulario de mi tierra,
cuando vienes del pueblo bien cargada
te pareces a una indita embarazada.

Alforja campesina proletaria,


olorosa a trigo nuevo y a quebrada,
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y te quiero por ser hija de mi brazo
y hermanita menor del calabazo.

Dicen que en el Chilamate


Juan Camenate murió ,
los pocoyos siempre cantan
donde el campisto cayó .
Ya viene la fiesta de agosto,
ya los chinamos ya está n en pie,
ennavaja el gallo giro
que a don Casimiro le merqué.

Alforja campesina pinolera,


sos el mero escapulario de mi tierra,
cuando vienes del pueblo bien cargada
te pareces a una indita embarazada.

Alforja campesina proletaria,


olorosa a trigo nuevo y a quebrada,
y te quiero por ser hija de mi brazo
y hermanita menor del calabazo.

Novia mía, en este broche


un regalo para vos,
una flor de Sacunjoche
que corté en la cuesta del Coyol.

Yo te ofrezco en esta ronda


mi inflamado corazó n,
que es una cosa redonda
cargadita de ilusió n.

Alforja campesina pinole……..era.

'NICARAGUA NICARAGUITA'
Carlos Mejía Godoy

Ay Nicaragua, Nicaraguita,
la flor mas linda de mi querer,
abonada con la bendita,
Nicaraguita, sangre de Diriangén.
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Ay Nicaragua sos mas dulcita,


que la mielita de Tamagas,
pero ahora que ya sos libre,
Nicaraguita, yo te quiero mucho mas.
pero ahora que ya sos libre,
Nicaraguita, yo te quiero mucho mas.

-Cuando la canció n sube un tono, simplemente hay que


subir un tono los acordes:

Ay Nicaragua, Nicaraguita,
la flor mas linda de mi querer,
abonada con la bendita,
Nicaraguita, sangre de Diriangén

ZANATILLO
Trío Monimbo

Zanatillo zanatillo, préstame tu relació n


Zanatillo zanatillo, préstame tu relació n
Para sacarme esa espina que tengo en el corazó n
Para sacarme esa espina que tengo en el corazó n.
Instituto Nacional Augusto Salinas Pinell/Álbum de Convivencia y Civismo
Esa espina no se saca, por que es espina es de amor
Esa espina no se saca, por que es espina es de amor
Solo tu negrita puede sacá rmela con primor
Solo tu negrita puede sacá rmela con primor
El zanate y la zanata, se fueron a confesar
El zanate y la zanata, se fueron a confesar
Como no encontraron cura se pusieron a bailar
Como no encontraron cura se pusieron a bailar.
Zanatillo zanatillo, préstame tu relació n
Zanatillo zanatillo, préstame tu relació n
Para sacarme esa espina que tengo en el corazó n
Para sacarme esa espina que tengo en el corazó n

LA TULA CUECHO
Carlos Mejía Godoy

Gertrudis Trañ a asi se llama pero en el barrio del Coyolar todos le nombran a tula
cuecho por el derecho de calumniar A flor de labio maneja el chisme nadie se puede de
ella capear si esta inspirada de una sentada destruye la honra del mas high life (bis)
Tan larga es la lengua de la Tula Cuecho que cuando la saca y la esempaca le llega
hasta el pecho y segun me cuenta Silverio el Quemon en cartera lleva de peremne su
alta tarjeta de portació n Desde las playas de Poneloya hasta los rieles de la estació n no
hay una lengua mas viperina
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que se le cuadre en comparació n todos los tiemblan a la tal Tula por Cristo no es
exageracion! hasta el caballo de Arrechavala dicen que un dia se le corrió
Tan larga es la lengua…
Cuando a la esquina del Capi Prio llega la Tula a tomar posol
todos le dicen Doñ a Gertrudis con especial consideracion
Ella se siente muy bien pagada de las sonrisas de todo Leon
pues con su lengua desenvainada no tiene miedo ni al batallon
(bis)
Tan larga es la lengua….
Cuando la feria llego a Subtiava la amonestaba su prima Chon
viene la feria y es cosa seria levanta un cerco de proteccion!
Pero la Tula que es retobada con el consejo ni se mosquio
“para que cerco? para que tapia? si con mis tapas me cuido yo!”
(bis)
Tan larga es la lengua….
No es porque me importe meterme en tu vida pero me di cuenta que ya la barriga te
viene creciendo desde que Rosendo te jugo marañ a, que tenes la mañ a de hacerle
caritas a cualquier bayuco, y que hasta el cusuco de la sastrería te hizo ya el mandado
hace varios dias, que sos la mas zá ngana de Saragoza, que ME PARTA UN RAYO SI ES
FALSA LA COSA! pues me han confirmado que sos pizpireta que tenes dos niñ os de
Chico Chancleta, que a don Seferino le robaste un radio, que fuiste mujer de Lorenzo
y Eladio, y mejor no sigo mencionando jañ os pues la agitacion solo produce dañ os y
con esto basta paratodo el añ o!
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Tradiciones y
Cultura
Nicaragüenses

Los nicaragü enses tenemos muchas tradiciones, alguna de ellas muy antiguas y otras
má s recientes aun así todas ellas son parte de cada nicaragü ense y no pertenecen a
nadie en específico por lo que tiende a decirse que la mayoría de las tradiciones son
folcló ricas. La mayoría de las tradiciones de nuestro país son de cará cter religioso
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dado la influencia de la colonizació n españ ola en donde predomino y se impuso el
poder de la Iglesia en la vida de las personas.

Para comenzar mencionaré una antigua tradició n nicaragü ense referente a la semana
santa que hoy en día ha desaparecido por completo. La tradició n má s fuerte de
nuestro país y una de las má s remotas (pues inició en tiempos de la colonia) es la
Purísima, la fiesta má s celebrada a nivel nacional en los días 7 y 8 de Diciembre.

La mú sica también está muy ligada a las tradiciones nicaragü enses y en particular un
instrumento, la marimba. La mayoría de canciones folcló ricas son interpretadas a base
de marimba, que a su a vez está presente en muchas celebraciones nicaragü enses,
entre ellas Santo Domingo.

Cultura
Música

La mú sica popular nicaragü ense abarca distintos ritmos musicales como el Son nica, el
Palo de Mayo, Garífonas la Polka y la Mazurca, y la mú sica de Marimba en muestran
gran la influencia de los tres orígenes de la nacionalidad.

Son compositores musicales reconocidos Camilo Zapata Erwin Krü ger, Tino Ló pez
Guerra, Víctor M. Leiva, Jorge Isaac Carvallo, Los Bisturices Armó nicos, los hermanos
Carlos Mejía Godoy y Luis Enrique Mejía Godoy, Otto de la Rocha, Salvador Cardenal,
Luis Enrique Mejia Lopez, Rosemary Campos Vega, Don Felipe Urrutia entre otros.

Literatura

Nicaragua es reconocida como un país de poetas destacá ndose Rubén Darío. Otros
poetas, escritores y autores modernos nicaragü enses son Alfonso Cortés, Azarías H.
Pallais, Salomó n de la Selva, Pablo Antonio Cuadra, José Coronel Urtecho, Ernesto
Cardenal, Sergio Ramírez Mercado, Lizandro Chá vez Alfaro, Claribel Alegría, Gioconda
Belli, Helena Ramos, Isolda Hurtado, Rosario Aguilar, Rosario Murillo, Salomon Ibarra
y Vidaluz Meneses, Annie Valladares, Dayanaross Melendez Campos, Karly Gaitá n
Morales, y muchos má s.

Pintura

En la pintura sobresale Armando Morales como el pintor nacional má s


internacionalmente reconocido. Otros pintores destacados son Rodrigo Peñ alba
Martínez, Fernando Saravia, Genaro Lugo, Leoncio Saénz, Roger Pérez de la Rocha,
Hilda Vogl, June Beer, Yelba Ubau, y muchos má s.

Una nueva camada de artistas ha impulsado el desarrollo contemporá neo de las artes
plá sticas nicaragü enses en los ú ltimos añ os. Muchos de ellos estuvieron reunidos en
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torno a la revista "Artefacto", como Raú l Quintanilla (editor de Artefacto y Estrago),
Patricia Belli (directora de ESPORA, Escuela Superior de Artes), Rolando Castelló n y
otros.

Teatro

El Teatro Nacional Rubén Darío fue fundado en 1969. Aunque el auge má s grande en
teatro que ha percibido Nicaragua fue en la década de los 80, actualmente personas de
todos los estratos sociales se integran a esta formació n, desde su institució n base: la
Escuela Nacional de Teatro, que forma jó venes actores preparados para darlo todo en
escena.

Un referente en el arte teatral es el Grupo de Teatro Justo Rufino Garay, una iniciativa
independiente que es reconocido por la calidad artística de sus obras puestas en
escena a nivel centroamericano, latinoamericano e iberoamericano.

Los grupos de teatro universitario sostienen una productividad teatral, revelando que
la juventud cada día está má s enfocada a las artes dramá ticas.
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Lugares Turísticos
Nicaragüenses

ISLETAS DE GRANADA
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Recibe el nombre de Isletas de Granada una serie de má s de 360 islotes que se


encuentran situados al sureste de de la població n nicaragü ense de Granada, sobre el
llamado lago Cocibolca. Las isletas se encuentran dispersas junto a la península de
Asese. Las isletas son producto de una avalancha de piedra y lodo que se desprendió
de las laderas del volcá n Mombacho. El frente aluvial de la avalancha es la península
de Asese. Segú n los estudios realizados por expertos Thomas Shea, Benjamin van Wyk
de Vries y Martín Pilato (ver estudio en el enlace externo) las isletas son producto de
una avalancha del Mombacho y no una erupció n, que puede observarse fá cilmente
utilizando Google Earth. La mayor parte de las isletas está cubierta hoy en día de
vegetació n inusual y es hogar de importantes especies de aves.

RESERVA DE BOSAWÁS

En la Reserva BOSAWAS se encuentra el á rea má s grande de bosque tropical hú medo


todavía no intervenido en América Central, el cual se localiza a lo largo de la Cordillera
Isabelia empezando al suroeste con el Parque Nacional Saslaya hasta el Río Umbra en
el extremo noreste. Esa columna vertebral ecoló gica en la Zona Nú cleo de la Reserva
constituye el á rea virgen má s extensa de Nicaragua, unos 5,000 Km2
aproximadamente.

ISLA DEL MAIZ O CORN ISLAND


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Corn Island es un municipio nicaragü ense de la Regió n Autó noma de la Costa Caribe
Sur (RACCS), conformado por dos islas ubicadas a unos 70 km al este o frente a la
costa caribeñ a de Nicaragua, que poseen una superficie total de 12,9 km²
aproximadamente y que constituyen uno de los 12 municipios de la RACCS.

Las Islas de Corn Island está n formadas por Great Corn Island, muchas veces también
llamada simplemente Corn Island de aproximadamente 10 km², y Little Corn Island,
de apenas 2,9 km².

CAÑON DE SOMOTO

El Cañ ó n de Somoto, una de las formaciones rocosas má s antiguas de Centroamérica,


se ha convertido en los ú ltimos tiempos en uno de los principales destinos de la zona
Norte de Nicaragua, tras haber sido recientemente “descubierto” su potencial
turístico. Este impresionante sitio ofrece un escenario ú nico en el país, y entre sus
paredes rocosas se pueden llevar a cabo diversas actividades turísticas.
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Trabalenguas
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1. El cielo está enladrillado ¿Quién lo desenladrillará ? El desenladrillador que lo
desenladrille, buen desenladrillador será !

2. Coco loco era un niñ o muy reloco al que se le caía el moco.

3. Con galleta o sin galleta, engalletado está s, vivir engatallado y tallado


engatellado te engatellará aú n má s.

4. Una caracatrepa tiene cuatro caracatrepitos, y cuando la caracatrepa trepa


trepan también sus cuatro caracatrepitos.

5. Por qué la pelota pelota y la bota bota, si la pelota rebota má s que la pelota.
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Refranes o
Dichos
Nicaragüense
s
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1. El que de amarillo se viste a su hermosura se atiene.

2. El que de ajeno se viste en la calle lo desnudan.

3. El que pone el baile que ponga la marimba.

4. El que quiere celeste que le cueste.

5. El que tiene má s galillo traga má s pinol.

6. El que madruga come pechuga y el que tarda come albarda.

7. El que nació para olote aunque el invierno sea copioso.

8. El que parpadea pierde. (Muy cierto, pasa en los juegos de cartas, ¿verdad?)

9. El que nació para tigre desde chiquito es overo.


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