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Discipulado: el problema humano y la solución

Tema # 4

a. EL PECADO.

1. Definición del pecado.

Bien sabemos que el pecado es desobedecer a Dios, pero vayamos un poco más allá de este
concepto, y es ir en contra de su Ley y de todo lo que tiene que ver con el Creador, y lleva al ser
humano a sentirse autosuficiente en todo lo que decide y hace.

[CITATION Eri08 \p 575 \l 9226 ] dice que:

• El pecado es cualquier mala acción o mal motivo que se opone a Dios.


Dicho de forma simple, el pecado es no dejar que Dios sea Dios y colocar otra cosa u otra persona
en el lugar correcto de supremacía que corresponde a Dios.

En los diez mandamientos vemos que Dios no sólo nos prohíbe acciones pecaminosas sino
también actitudes erróneas, y una de esas prohibiciones es no codiciar nada de tu prójimo (Éx
20:17). Pablo menciona actitudes tales como los celos, el enojo, el egoísmo (Gá 5:20) las cuales
son las obras de la carne opuestas a los deseos del Espíritu. Por tanto, una vida que agrada a Dios
tiene pureza moral no solo en las acciones, sino también en los deseos del corazón. Y tiene muy
claro la importancia del gran mandamiento que nos dejó Jesús. Ama al Señor tu Dios con todo tu
corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Y el segundo es semejante:
Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay Mandamiento mayor que éstos (Mr. 12:30,31). Y
Juan nos dice que todo el que comete pecado quebranta la ley; de hecho, el pecado es
transgresión de la ley» (1 Jn3:4). [CITATION Way07 \p 513 \l 9226 ]

2. Origen del pecado.

¿De dónde viene el pecado? ¿Cómo entró en el universo? Primero, debemos afirmar claramente
que Dios no pecó, y que no se le puede echar la culpa del pecado. Fue el hombre quien pecó, y
fueron los ángeles los que pecaron, y en ambos casos lo hicieron adrede y voluntariamente. Culpar
a Dios por el pecado sería blasfemar en contra del carácter de Dios. «Sus obras son perfectas, y
todos sus caminos son justos. Eliú dice correctamente: «¡Es inconcebible que Dios haga lo malo,
que el Todopoderoso cometa injusticia!» Job 34:10). De hecho, es incluso imposible que Dios
desee hacer el mal, «porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni tampoco tienta él a nadie»
(Stg. 1:13). [ CITATION Way07 \l 9226 ]

Muchos sabemos de dónde se originó el pecado, y cuando se habla de pecado pensamos en Adán
y Eva, (en la fruta prohibida, y se viene a la cabeza que fue una manzana), pero aquí no importa la
fruta sino la mala acción que desagradó el corazón de Dios. Y si es muy cierto que los primeros
humanos pecaron al ir en contra de un mandato que Dios les había ordenado que cumplieran. El
propósito de Dios era levantar una generación santa y que todo fuera perfecto en el jardín del
Edén. Pero siempre la maldad quiere vencer sobre el bien, y satanás usando una serpiente que
sedujo con sus palabras a Eva y luego ella a su marido, cayendo en el engaño del pecado y seguido
pagar duras consecuencias como castigo.
Gen 3: 1- 3 La serpiente, el más astuto de todos los animales del campo que Dios el Eterno había
hecho, dijo a la mujer: "¿Así que Dios os dijo que no comáis de ningún árbol del huerto?"
La mujer respondió a la serpiente: "Del fruto de los árboles del huerto podemos comer
"pero del fruto del árbol que está en medio del huerto Dios dijo: 'No comáis de él, ni lo toquéis,
para que no muráis' ".

Antes que Adán y Eva se revelaran contra Dios, lo había hecho (Lucifer) satanás, cuando quiso ser
como Dios, revelándose contra él y contaminando el corazón de muchos ángeles.

Mat 15:17-20 ¿No comprendéis que todo lo que entra en la boca, va al estómago, y después se
elimina fuera del cuerpo? Pero lo que sale de la boca, viene del corazón, y eso contamina al
hombre. Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las
fornicaciones, los robos, los falsos testimonios y las calumnias. Esto contamina al hombre.

Algo que debemos tener en cuenta de donde se originó el pecado, y fue Lucifer (Satanás) quien
antes fue un ángel santo de Dios, pero en su corazón había maldad y orgullo, quiso ser como Dios,
quería usurpar el trono de Dios, e hizo que muchos ángeles fueran contaminados de esa maldad
poniéndolos en contra de Dios. 1 Juan 3: 8 dice que el diablo peca desde el principio. Y Juan 8:44
Jesús habla del diablo declarándolo homicida desde el principio.

¡Cómo caíste del cielo, oh Lucifer, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas
las naciones. (Isaías 14:12). Isa 14:13 “Tú que decías en tu corazón: 'Subiré al cielo, en lo alto, por
encima de las estrellas de Dios levantaré mi trono, en el Monte de la Reunión, al lado norte me
sentaré. Isa 14:14 'Sobre las altas nubes subiré, y seré semejante al Altísimo. Y aquí vemos el final
de satanás Isa 14:15 Pero fuiste derribado hasta el sepulcro, al más profundo abismo. Versión
Reina Valera 1960.

3. La imposibilidad humana de redención por mérito propio.

Quiero empezar este punto con estas citas bíblicas, antes de entrar en materia.

¿Qué es el hombre, para que lo engrandezcas, Y para que pongas sobre él tu corazón, Y lo visites
todas las mañanas, ¿Y todos los momentos lo pruebes? Job: 17,18 (RVR1960)

Digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, ¿Y el hijo del hombre, para que lo
visites? Le has hecho poco menor que los ángeles, Y lo coronaste de gloria y de honra. Salmo 8:
4-5 (RVR1960)

Dios creó a los hombres con grandes habilidades, y les permitió llegar a ser personas muy buenas
en esta tierra, pueden llegar a ser muy generosos y dar muchas obras de caridad a los más pobres,
puede tener un lenguaje perfecto, y tener muchos estudios y llegar a ser un gran profesional,
puede llegar a ser muy reconocido y tener poder económico. ¡Todo esto es admirable! Pero es
Dios quien merece ser admirado, por permitir que el hombre llegue tan lejos. A pesar de ser sólo
un simple mortal. Muy bien lo reconoce Job y David. ¿Quién es el hombre para que pienses en él?
¿quién es el hombre para ser engrandecido?, lo hizo un poco menor que los ángeles. De esta
forma Dios engrandece a los hombres.

Pero también le dio un límite al hombre. Y es que por sí sólo no tiene la capacidad de salvarse y
alcanzar el reino de los cielos por sus propios méritos. Antes es un pecador y sin Dios hacer
ninguna excepción. Todos somos pecadores “por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la
gloria de Dios”. Romanos 6:23.

Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios
no por obras, para que nadie se gloríe.
Efesios 2:8-9

No son por nuestras obras, ni por se buenos, ni por los logros que lleguemos a alcanzar, y Dios
quien es justo y perfecto hizo que fuera así para no vanagloriarnos, sino que atraves de su hijo
Jesucristo quien dio su vida por nosotros, y aun sin merecerlo sea Él quien reciba toda la gloria.

Y reconozcamos que es por medio de Jesús que somos salvos, y que él es nuestro creador y que
jamás podremos salvarnos por nuestra cuenta o lograr algo por nosotros mismos. Y esta debe ser
nuestra alabanza para Dios siempre.

Reconoced que Jehová es Dios


Él nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos.
Pueblo suyo somos, y ovejas de su prado. Salmo: 100-3

La Biblia nos da a conocer la amenaza del castigo que es muerte en el sentido amplio de la
palabra, nos informa que la muerte entró al mundo por medio del pecado (Rom. 5: 12) y que la
paga del pecado es muerte (Rom. 6:23. El castigo del pecado verdaderamente incluye la muerte
física, pero incluye mucho más que eso. Conforme a la distinción a que nos hemos acostumbrado,
podemos decir que incluye lo siguiente: La muerte espiritual. Hay una profunda verdad en el dicho
de Agustín de que el pecado es también el castigo del pecado. Esto significa que el estado
pecaminoso y la condición en la que el hombre nace por naturaleza, forman parte del castigo del
pecado. Son, verdaderamente, las consecuencias inmediatas del pecado, pero también son una
parte del castigo anunciado. El pecado separa al hombre de Dios, y eso quiere decir muerte,
porque solamente en comunión con el Dios viviente puede el hombre vivir verdaderamente.
[CITATION Lui \p 324,325 \l 9226 ]

Al saber todo esto cabe concluir que somos simples mortales (somos como la hierba del campo
que en la mañana esta florecida y la tarde se marchita) 1 Pedro:1-24 nos da un ejemplo. Y sin
tener ninguna posibilidad de lograr algo por nuestros propios méritos, mucho menos el de
salvarnos tan sólo por ser buenos. Lo único que nos corresponde hacer es dejar la arrogancia y
caer postrados ante nuestro Dios reconociendo que Él es el único que nos puede salvar y que todo
lo que somos se lo debemos sólo a él.

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