Una vez que se consolidaron en el ámbito anglosajón los cambios de paradigmas, el enfoque cognitivo sufrió una expansión considerable, tanto en lo que se refiere a temas tratados como a su influencia sobre otros campos de la psicología de tipo más aplicado, como la clínica, la psicología del trabajo y la educación. Podemos considerar lo algunos han considerado como meta postulados generales y fundamentales que comparten una buena parte de los investigadores y que otorgan sentido a los trabajos empíricos y teóricos. Dentro de estos meta postulados son las METAFORAS. El poder de las metáforas y el contenido de las mismas. Es decir, a las ideas básicas que dieron lugar a la comparación entre la mente humana y los ordenadores y a la ruptura posterior que ha impulsado la aparición del conexionismo, x un lado; y de la narratividad x otro.
¿Qué estudia la psicología cognitiva?
Puede hablarse de dos sentidos del termino cognitivo. Por un lado, la psicología cognitiva como estudio específico de los llamados procesos intelectuales de mayor o menor complejidad – percepción, atención, memoria, lenguaje y razonamiento- y, por otro lado, como orientación general para estudiar otros muchos aspectos del comportamiento de los seres humanos. En el primer caso nos estamos refiriendo a lo que suele entenderse como psicología cognitiva en la que ha cumplido sin duda un papel muy influyente la tendencia del procesamiento de la información y la metáfora computacional; x ejemplo, Anderson la define como aquella que “intenta entender la naturaleza de la inteligencia humana y cómo piensan las personas”. Con respecto a la segunda posibilidad, Mayer define a la psicología cognitiva como: “el análisis científico de los procesos mentales y estructuras de memoria humanos con el fin de comprender la conducta humana.” En este último caso, el término “Memoria” es sinónimo de “Conocimiento”. A la hora de definir a la psicología cognitiva, hay que tener en cuenta a la ciencia cognitiva, disciplina que consiste en el estudio de los sistemas inteligentes, ya sean naturales o artificiales. Es decir, cualquier dispositivo u organismo que lleva a cabo una actividad, que, en el caso de ser realizada por un humano, supusiera una acción inteligente. Presupone que en todos ellos se da un procesamiento de la información, la cual presenta en forma de símbolos, que cualquier organismo o maquina debe transformar y procesar mediante reglas y algoritmos. A su vez ese procesamiento se puede simular mediante un programa de ordenador. Dicha simulación es útil y necesaria porque es la manera que tiene el estudioso de la cognición para poder formular una teoría del procesamiento que ha utilizado el organismo o máquina para llevar a cabo una terminada transformación. La ciencia cognitiva se diferencia de la psicología cognitiva en que la segunda tiene por objeto central el estudio de los seres humanos, mientras que la primera pone énfasis en el análisis de todos los sistemas inteligentes, sean naturales o artificiales. La ciencia cognitiva ha defendido, en líneas generales, la versión fuerte de la metáfora computacional, mientras que la psicología cognitiva ha hecho suya la versión débil. Es decir, para la una los procesos cognitivos son idénticos a los procesos computacionales mientras que, para la otra, estos últimos son solamente una fuente de inspiración. En síntesis: La psicología cognitiva se encarga del estudio de la cognición, es decir los procesos mentales implicados en el conocimiento (percepción, atención, memoria, lenguaje y razonamiento).
Cap. 3: “El poder de las metáforas”
En este cap. se trata de las metáforas que han influido y están determinando su desarrollo. Se describe la manera en se ha establecido la comparación entre el funcionamiento de la mente humana y una computadora, sobre todo a través de la noción de Programar, así como la influencia que todo ello ha tenido en el estudio de la memoria, entendida esta como Conocimiento General. La metáfora computacional no solo ha sido decisiva para el avance de la Psicología y la Cs Cognitiva, sino que ha sido hasta los años `80, aprox, la característica distintiva de los trabajos de origen anglosajón de las aportaciones europeas sobre los procesos cognitivos. Ahora bien, en la actualidad la metáfora ha sufrido criticas importantes y tiene también serios competidores.
La metáfora computacional: ese chip que todos llevamos dentro.
La metáfora computacional se basa, por un lado, en las severas limitaciones que tenemos para procesar la nueva información o, lo que es lo mismo, para atender simultáneamente, pero de forma transitoria a toda ella. Solamente si se produce la atención podemos incorporar algo, de manera que pase a engrosar nuestro bagaje de conocimiento. Es decir, si no hay atención no puede haber conocimiento. Por otro lado, la citada metáfora incluye la existencia de representaciones perdurables que se mantienen toda la vida en una suerte de almacén de gran capacidad, pero que pueden llegar a ser un obstáculo para la modificación de la información que ya poseemos. Uno de los motivos que impulsaron a los psicólogos a estudiar con detalle todos estos temas fue precisamente el asombro ante lo q los primeros ordenadores podían llevar a cabo. A primera vista, puede sonar un tanto deshumanizador que se compare al ser humano con un ordenador, que, al fin y al cabo, no es + que un aparato y en última instancia, un mero conjunto de cables y dispositivos eléctricos diseñados por el hombre. Tal como decía Bruner, no deja de ser curioso que el ser humano haya terminado mirándose en el espejo de un mecanismo creado x el mismo, aunque no precisamente para ese fin. Por lo Gral. la comparación entre los seres humanos y las maquinas no goza de buena reputación, es frecuente el escepticismo: “¡Los humanos somos mucho más complejos q las maquinas! ¡Tenemos sentimientos, pasiones!, etc.”. Pero la comparación con las maquinas es exactamente eso, una comparación y no una equivalencia. Es decir, se trata de disponer de un modelo que permita diseñar hipótesis y supuestos precisos acerca de procesos que no son tan obvios para la experiencia directa. Cuando los científicos usan una metáfora, están tomando de un modelo al efecto, una seria de ideas básicas para comprender un conjunto de fenómenos que de otra manera carecerían de sentido. Por lo tanto, en la actividad científica no se usan las metáforas de la misma manera que en la vida diaria. No tiene el mismo sentido cuando en la vida diríamos: “fulano es como una computadora” que cuando usamos los conceptos computacionales para tratar de divisar con mejor perspectiva los fenómenos que analizamos experimentalmente. Es decir, la utilización de metáforas en la ciencia posee no solo un sólido valor heurístico, sino también un poder de justificación bastante considerable. Actúan como modelos generales, no solo proporcionan las situaciones básicas que tradicionalmente se llevan al laboratorio para un estudio detallado, sino que dan sentido también a los datos que surgen de dicho examen. En cualquier caso, independientemente de las insuficiencias que se le puedan atribuir a la metáfora computacional en concreto, resulta difícil dudar de que ha hecho avanzar el conocimiento actual sobre los procesos cognitivos básicos del ser humano y, x ende, las situaciones concretas en las que este se puede encontrar, ya sea como alumno, paciente, trabajador, etc. En primer lugar, hay que destacar que la idea de que la adquisición de conocimientos (uno de los objetivos centrales del uso de esta metáfora) se realiza siguiendo una serie de procesos básico que son similares en el ordenador y en el ser humano. En ambos casos, existe un hardware y un software. En nuestro caso, el hardware resulta ser el cerebro y el software la mente, aunque es bien cierto a que su vez podríamos distinguir entre el contenido y las estructuras de dicha mente. El software seria en realidad algo similar a las estructuras mentales, ya que los contenidos son comparables a la información que se va introduciendo en el ordenador. La comparación entre el cerebro, con sus circuitos neuronales y el llamado soporte de un ordenador, con sus circuitos electrónicos, es un símil que ya tiene algunos años. Es importante resaltar que a medida que el enfoque cognitivo se fue afianzando, durante las décadas de los 60 y 70, se va produciendo una versión de la metáfora en la que los paralelismos no se postulan entre cerebro y el ordenador sino entre este último y los contenidos y estructuras mentales. Para ello resulta necesario que se formule a su vez una posición de independencia funcional entre el hardware y el software. Es decir, que resulte posible estudiar los procesos cognitivos sin tener en cuenta el funcionamiento del cerebro. Dicha posición psicológica se basa precisamente en la idea de que el estudio de la mente y el de las cuestiones neurológicas se sitúan en niveles distintos de explicación. Es decir, al igual que los ingenieros electrónicos diseñan cambios e innovaciones en la estructura electrónica de los ordenadores sin tener que depender de los expertos en sistemas; se puede estudiar los procesos cognitivos sin entrar adentrarse a sus bases neurológicas. En definitiva, el nivel de explicación que interesa a la psicología cognitiva es el que tiene que ver con dos cuestiones esenciales, la estructura del sistema computacional y las operaciones básicas que realiza la mente humana. Con respecto a lo primero, nuestra disciplina va a tomar sus modelos básicos de los diferentes sistemas de almacenamiento de la información de los ordenadores (memoria transitoria RAM y memoria permanente ROM, ya que sea en forma de disco flexible o duro) y con respecto a lo segundo en la idea de programa y de procesamiento de la información en serie o sucesivo, y no en paralelo o simultaneo. Así las estructuras básicas de estas máquinas tienen dos partes esenciales: una memoria transitoria o RAM y un almacén donde se guarda permanentemente la información. La primera tiene una capacidad limitada, por regla general muy inferior a la segunda, y maneja la información durante un tiempo determinado sin que eso suponga su envío al almacén permanente. Es decir, la entrada de la información no supone su permanencia en el sistema. Esto es exactamente lo que ocurre cuando estamos utilizando un procesador de textos y después de trabajar un rato se nos corta la luz y no se almacena. En este caso, aunque haya habido procesamiento de la información, esta solo ha ocurrido en la memoria transitoria, x lo que desaparece. De la misma manera, los seres humanos perdemos una gran cantidad de información que por diferentes razones no se logran enviar a la MLP. Además de la transitoriedad, la otra característica de la memoria RAM es su limitación con respecto a su amplitud, lo cual determina el tipo de funciones que puede realizar puesto que no le es imposible llevar a cabo determinadas tareas para las que son necesarias cierta capacidad. De la misma manera, los seres humanos podemos advertir con facilidad que si estamos llevando a cabo una labor rutinaria no nos hace falta mucho espacio mental, pero si la tarea es muy difícil será preciso poner en funcionamiento todos nuestros recursos atencionales, lo cual hará q podamos atender a otras informaciones que hay a nuestro alrededor.