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Introducción:

En la sociedad en muchas ocasiones se suscita un grave problema que


tiene que ver con el abandono del hogar, producto de una mala relación
intrafamiliar y que se deriva de un mal manejo de las emociones y control de los
impulsos, una falta de empatía y asertividad a la hora de comunicarse, lo que
conlleva a que generalmente esa relación termine en violencia donde los más
débiles son los más afectados.

La Violencia Domestica y el Abandono del Hogar, son unos de los


factores más evidentes en esta sociedad, que están afectando duramente a la
familia, tanto a los niños, jóvenes y adultos.

Por esta razón se hace importante conocer a fondo la causa, efecto y


consecuencias de la violencia doméstica. Pero se podría resaltar que la
característica esencial en un caso de violencia doméstica es la existencia de una
estrecha relación de dependencia entre víctima y agresor que hace que la víctima
permanezca en ella a pesar de ser maltratada durante largos períodos de tiempo.
Se produce, pues, una vulnerabilidad e indefensión por parte de la víctima y un
control intencionado de dominación impune del agresor. Ruíz Cabeza, María
(1997)

Estudios realizados encontraron que en hogares donde existe maltrato o


violencia psicológica o cualquier otro tipo de violencia, los hijos son 15 veces más
propensos a manifestar algún tipo de maltrato en su etapa adulta, desarrollando
así algún tipo de necesidades neuróticas según Schultz, D. (2009)

En el presente informe se describirá las distintas formas en que se


manifiesta la violencia intrafamiliar y lo que lleva al abandono del hogar,
procurando así tener una mejor comprensión a esta problemática que afecta a
muchas familias de nuestra sociedad.
El abandono del Hogar y la Violencia Domestica:

Lo correcto sería que los hijos abandonen el hogar luego de haber pasado
por una infancia y una adolescencia sana, donde ya siendo adultos jóvenes se
abran paso a la independencia y a formar una nueva familia. Pero La Violencia
Domestica trae como consecuencia al Abandono del Hogar, los cuales son unos
de los factores más evidentes en esta sociedad, que están afectando duramente a
la familia, tanto a los niños, jóvenes y adultos

Pero antes de comenzar a tratar sobre el abandono del hogar, se explicara


un poco lo que es la violencia doméstica. Se puede decir entonces que La
violencia doméstica o intrafamiliar es aquella que se ejerce entre los miembros
de una familia y suele ser una de las variantes más comunes, aunque muchas
veces por temor o vergüenza no se realicen las denuncias competentes ante la
policía.

Comprende todos aquellos actos violentos, desde el empleo de la fuerza


física, hasta el hostigamiento, acoso o la intimidación, aislando, acusando,
negando, amenazando o bien, abusando emocionalmente a uno o varios
miembros de la familia que perpetra, por lo menos, un miembro de la familia contra
algún otro familiar.

La violencia intrafamiliar tiene muchas formas de acuerdo a quienes son


los que usan la violencia y hacia quienes se dirige esta violencia, y adquiere
distintas formas dependiendo de qué tipo de maltrato se trate.

Según quien sea el agredido y la forma de manifestación de la agresión se


puede tipificar la violencia en Maltrato Infantil, Violencia conyugal y Maltrato a
ancianos. Cada una de ellas tiene subdivisiones en cuanto a la forma en que se
produce el daño hacia el otro. Esta agresión puede ser pasiva o activa y ser de
distintos tipos (psicológico, sexual, físico o económico). Cabe destacar que se
considera maltrato infantil (violencia pasiva) cuando los niños son testigos de
violencia, ya que el daño que sufren los niños es a nivel psicológico y no se los
daña directamente sino en forma indirecta.

En el caso de la violencia en la pareja o violencia conyugal se la clasifica de


acuerdo a quien tiene el rol de abusador y abusado en la relación. Es cruzada
cuando ambos se agreden mutuamente, es violencia hacia la mujer cuando el que
maltrata y tiene el poder en la pareja es el hombre, y se trata de violencia hacia el
hombre cuando la mujer ejerce la violencia hacia el hombre. En todos los casos la
violencia puede ser psicológica, física, sexual o económica.

A continuación se explicara brevemente que es una agresión psicológica,


física, sexual y economica:

 Violencia física: el agresor utiliza el miedo y la agresión, para de esta


manera paralizar a su víctima, generándole algún daño corporal, ya sea con
golpes, objetos que se encuentren en el lugar del hecho o armas. En la
mayoría de los casos de violencia familiar, son los padres de familia los
principales responsables de infligir este tipo de abuso, aunque también se
pueden observar casos en donde las madres golpean a sus hijos y hasta a
sus maridos. Habitualmente, se reconoce que el maltrato físico se
encuentra íntegramente relacionado con el maltrato emocional.

 Violencia emocional: tiene como objetivo fundamental lastimar y herir las


emociones de la persona afectada, a través de humillaciones, amenazas,
prohibiciones, insultos. Además de perturbar a la familia, genera que la
autoestima decaiga al igual que la seguridad en sí mismo, tanto en quien la
sufre, como de esos pequeños que suelen presenciarla. Se caracteriza por
infligir en los miembros de la familia la pérdida de confianza para
eventualidades futuras y por la falta de amor.
Al relacionarse con las emociones de la persona afectada, el
agresor también puede obrar mediante la imposición y manipulación de los
mismos o queriéndose mostrar de forma protectora, a partir de técnicas,
que involucran frases como “vamos a estar bien juntos, sino te amara no
estaría acá con vos ahora” o “es por tu bien y el de nuestra familia”.

 Violencia Sexual: Es una acción que se manifiesta de forma agresiva y


forzada, donde se le obliga a una persona a tener contacto sexual, siendo
el único interés, el de denigrar, humillar, ultrajar y tener el control de dicha
persona. El acoso, el abuso sexual, la violación y el incesto son distintas
manifestaciones del mismo mal.

 Violencia Económica: Es el control y abuso absoluto del poder financiero


en el hogar, donde se establecen castigos monetarios por parte del agresor,
así mismo, hay impedimento hacia la pareja para que ésta trabaje, aun
siendo esto necesario para el sostén de la casa. Entre los indicios de
conductas violentas con la economía como arma se encuentran:
1. Indiferencia de los sentimientos.
2. Humillación en público y privado.
3. Gritos e insultos desmedidos.
4. Control absoluto de los bienes.
5. Aislamientos de los familiares, amigos u otros.
6. Ataques de celos y amenazas de abandono.
7. Intimidación.

Ya explicado los tipos de violencia que se pueden manifestar dentro del


contexto familiar, ahora se explicara la forma en que se tipifica la violencia, es
decir, quien es el victimario y quien es la víctima:

Maltrato Infantil: Se denomina maltrato infantil o abuso infantil a cualquier


acción (física, sexual o emocional) u omisión no accidental en el trato hacia un
menor, por parte de sus padres o cuidadores, que le ocasiona daño físico o
psicológico y que amenaza su desarrollo tanto físico como psicológico.
La definición de maltrato debe, además, tomar en cuenta, al menos, tres
criterios: en primer lugar, la consideración de una acción u omisión como maltrato
depende, en muchos casos, de la edad del niño; en segundo lugar, la situación
psico-fisiológica del menor puede condicionar las consecuencias de la acción u
omisión ejercidas sobre él, lo que puede conllevar una relativización de su
consideración como maltrato; y, en tercer lugar, hay que tener también en cuenta
que no necesariamente todos los actos de maltrato tienen por qué dejar secuelas
inmediatas y visibles en el menor; esto es especialmente relevante por cuanto las
consecuencias importantes de los casos de maltrato infantil no suelen ser las
físicas, sino las que afectan al desarrollo del menor a medio y largo plazo.
Aramburo, N. U. (2010, Dec. - Jan.)

Se distinguen cinco tipos básicos de maltrato infantil: el abuso físico, el


abuso sexual, el maltrato emocional, el abandono físico, el abandono emocional.

Violencia Conyugal: La violencia de pareja es un conjunto complejo de


distintos tipos de comportamientos violentos, actitudes, sentimientos, prácticas,
vivencias y estilos de relación entre los miembros de una pareja íntima, que
produce daño y malestar grave a la víctima (de Celis, 2011, p. 96).

La violencia de pareja o violencia marital, en conjunto con el maltrato infantil,


el maltrato a personas de la tercera edad y la violencia entre hermanos es una de
las formas más recurrentes de violencia intrafamiliar, y aunque diversos autores
indican que este tipo de violencia en general es un término aplicado a aquellas
acciones coercitivas de un hombre hacia su pareja debido a que es el tipo de
violencia más representativo dentro de la violencia de pareja; sea ésta una mujer
en el caso heterosexual u otro hombre en el caso homosexual, en realidad este es
un fenómeno psicosocial que afecta a ambos sexos. Villacampa Estiarte, Carolina
(2008)

Un patrón de comportamiento que suele repetirse en la violencia de pareja


es que cualquier conducta violenta tiende a persistir y agravarse con el tiempo.
Dicho fenómeno de la violencia, se caracteriza por desarrollarse en torno a un
ciclo, el cual con el pasar de los tiempos, aumenta en densidad. Este ciclo se
clasifica en tres fases, donde se intercalan períodos de violencia, con períodos de
afectos y arrepentimientos. Según los estudios e investigaciones realizadas, este
ciclo se compone de las siguientes fases:

Fase de acumulación de tensión: Se caracteriza por el incremento de


tensiones, hostilidad y ansiedad entre la pareja. Este varía de intensidad y
frecuencia. Aquí, la victima llega a tolerar dichos conflictos, produciéndose de esta
manera, una acumulación de tensiones. Esta fase el ciclo llega a durar desde unas
pocas horas, hasta meses.

Fase del episodio agudo: En esta fase, se producen las descargas


incontroladas de las tensiones acumuladas durante la primera fase (acumulación
de tensión), las cuales pueden llegar a ser muy peligrosa. Varían según la
gravedad; éstas pueden ser desde un empujón hasta causar homicidio. Esta fase
se caracteriza por ser incontrolable e impredecible.

Fase de luna de miel o de reconciliación: El agresor/a presenta una


actitud amorosa y arrepentida. Suele realizar promesas, como que nunca se
volverá a repetir tales hechos o actos violentos, mostrándose cariñoso y
considerado. En esta etapa se efectúa una renegociación de los términos en la
relación.

Maltrato a Ancianos: La Organización Mundial de la Salud lo define como “un


acto único o repetido que causa daño o sufrimiento a una persona de edad, o la
falta de medidas apropiadas para evitarlo, que se produce en una relación basada
en la confianza”, por lo que regularmente lo comete un familiar o cuidador. El
maltrato puede adoptar diversas formas, como el maltrato físico, psíquico,
emocional o sexual, y el abuso de confianza en cuestiones económicas. También
puede ser el resultado de la negligencia, sea esta intencional o no.
Como hemos visto la violencia denigra al ser humano, trasgrede sus derechos
más fundamentales y retrasa su logro de autorrealización y autosuperación
personal. Ante esto, surge la pregunta ¿Qué hacer para intervenir y desaparecer
de nuestro medio Los tipos de violencia familiar? La raíz de la violencia podemos
encontrarla en una deficiente educación familiar y costumbres y tradiciones
viciadas; muchos desconocen que esta conducta son aprendidas y que el agresor
no conoce otras formas de relacionarse, pues sus complejos, sus problemas y los
modelos aprendidos, no le han permitido interactuar con su familia de forma
pacífica, honesta y respetuosa, sino, que siempre está a la defensiva, es
desconfiado y su estado de ánimo suele ser inestable.

CONCLUSIÓN:

La mejor forma de combatir la violencia es, con una educación basada en


principios de amor al prójimo sin importar su género, dándole valía solo por ser
humano. Erradicando tradiciones y culturas que aúnan a la desigualdad de género
y a la superioridad del humano, no por sus capacidades, sino por el sexo que
nació. Una educación en la que prime la comunicación, el respeto y la tolerancia,
en vez del orgullo, la imposición de puntos de vista a la fuerza y el egoísmo. Todo
pasa a través de la educación, como hemos visto en Tipos de violencia familiar.
Si tú eres víctima de violencia intrafamiliar, no dudes en denunciarlo. Lo peor que
puedes hacer es callarlo y, así, perpetuarlo. Busca ayuda. En micompanero.com
estamos para escucharte y brindarte las herramientas para salir de este mal.

“Es necesario denunciar cualquier tipo de violencia, para evitar que esté se repita
y se produzcan daños irreversibles, que ponen en peligro la vida de las personas.
Y es importante romper esa cadena que genera la violencia. Acudir a grupos de
apoyo para recibir ayuda y terapias. También es necesario que los familiares
ayuden y brinden el respaldo incondicional a la víctima. La violencia es inadmisible
y no es justificable bajo ninguna forma o circunstancia”.

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