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Guía TAS
Guía TAS
La costumbre del Señor era levantarse muy de mañana, aun estando oscuro,
e ir a un lugar donde Él estuviera tranquilo, a pasar tiempo con el Padre.
I G L E S I A B A U T I S T A V E N I D A M Í
1 2 1. PREPARA TU ACTITUD
Daniel 10.12: “Entonces me dijo: Daniel, no temas; porque desde el primer día
que dispusiste tu corazón a entender y a humillarte en la presencia de tu Dios,
fueron oídas tus palabras; y a causa de tus palabras yo he venido”
2. PREPARA UN LUGAR
Daniel 6.10: “Cuando Daniel supo que el edicto había sido firmado, entró en su
casa, y abiertas las ventanas de su cámara que daban hacia Jerusalén, se
arrodillaba tres veces al día, y oraba y daba gracias delante de su Dios, como lo
solía hacer antes”
Mi lugar de oración:
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I G L E S I A B A U T I S T A V E N I D A M Í
1. PRESÉNTATE Y ADÓRALE
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Salmo 95.6: “Venid, adoremos y postrémonos; Arrodillémonos delante de
Jehová nuestro Hacedor”
Este es un buen momento para entregar la mejor adoración a Dios para abrir
este tiempo y que pidas a Dios que te guíe a Su presencia.
3. LEE SU PALABRA
2 Timoteo 3.16: “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar,
para redargüir, para corregir, para instruir en justicia”
Lee la Biblia, es un buen ejercicio para conocer más a Dios y su Voluntad.
Subraya los versículos más te llamen la atención y procura memorizar algunos.
Puedes también escribirlos en un cuaderno y anotar las ideas que el Espíritu
Santo ponga en tus pensamientos.
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4. INTERCEDE
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Ezequiel 22.30: “Y busqué entre ellos hombre que hiciese vallado y que se
pusiese en la brecha delante de mí, a favor de la tierra, para que yo no la
destruyese; y no lo hallé”
Dios busca personas que intercedan por otras, con amor y de manera
desinteresada, como también por la Iglesia, las naciones y las autoridades,
entre otras cosas.
Es aquí donde en primer lugar debes orar por tu primer ministerio, que es tu
matrimonio y familia.
Desarrolla el hábito de tener un tiempo a solas con Dios. Empieza por apartar
15 minutos diarios y después puedes ir aumentando el tiempo, ¡hasta llegar a
orar 1 hora todos los días! ¿Estás dispuesto a disciplinarte en tener una cita
diaria con la persona que te salvó, te adoptó como su hijo y además anhela
tener una relación cada vez más cercana contigo?
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