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LA DESHUMANIZACION DE LA GUERRA.

Introducción.

Unos soldados son enviados a matar unas “cucarachas” terroríficas, con colmillos. Ellos
disfrutan eliminándolas, resultando que las víctimas son en realidad personas. Cada soldado
posee un implante neuronal cuya función es incrementar el procesamiento de los sentidos
potenciando la vista, el oído o el olfato. Para incrementar su eficacia el dispositivo utiliza
la realidad aumentada y, además, es capaz de provocar reconfortantes sueños eróticos y
sexuales durante la noche.

Las víctimas civiles desesperadas son representadas como monstruos que no merecen ningún
tipo de compasión. Como le dice un psiquiatra militar a un soldado preocupado al enterarse de
la verdad: “…Los seres humanos son empáticos por naturaleza. No queremos matarnos entre
nosotros, lo cual es bueno, hasta que tu futuro depende de eliminar a un enemigo…”.

Hipótesis “La deshumanización de la guerra.”

Desarrollo.

El hombre contra el fuego en lugar de hipnotizarnos y hacer que olvidemos el mundo que nos
rodea, nos motiva para que seamos más críticos con nuestra realidad cotidiana.

Analizando este capítulo de la serie Black Mirror desde el punto de vista literario, podemos
centrarnos en una de las cuatro definiciones dadas por Terry Eagleton en su libro “Introducción
a la teoría literaria”: la literatura como obra de ‘imaginación’, en el sentido de ficción, de
escribir sobre algo que no es literalmente real”, en este caso, no es literal lo que ven, esa seria
la perspectiva ficcional de cada uno de los soldados de “Men against fire”.

Este capítulo hace una crítica a la manera en que los militares buscan deshumanizar a sus
objetivos de guerra.

Stripe y el resto de los soldados utilizan "cascos" especiales para ver a sus objetivos, coordinar
maniobras en equipo y visualizar mapas. Estos artefactos se complementaban con chips
implantados en su cerebro, lo cual hacia que toda la información necesaria se proyecte ante
sus ojos.

Lo que ellos no sabían era que ese casco tenía una característica más: hacía que los rostros de
sus objetivos fueran cambiados por otros de aspecto monstruoso, “cucarachas”. Gracias a
esto, ningún soldado dudaba en disparar, sin saber que detrás de esa máscara se encontraban
a veces mujeres y niños.

Cuando el casco de Stripe falla y descubre la verdad que ocultaba el ejército, ellos le muestran
un video de su entrevista de ingreso, en la cual él accede a que se le implante el chip,
aceptando todos los términos propuestos sin averiguar nada previamente.

El joven soldado no podía creer el poco interés que mostró en su entrevista, y que ahora le
trae remordimiento después de enterarse de que ha asesinado a varios civiles.
De esta manera, la tecnología puede utilizarse para que las personas que normalmente no
serían capaces de matar, lo realicen sin el peso psicológico que esto implica. Esta es una
estrategia muy conveniente para el ejército, ya que así no tienen que tratar con veteranos de
guerra trastornados.

Actualmente lo podemos trasladar hoy en día el uso de drones hace que eliminar objetivos sea
algo más sencillo para los soldados, al no ser testigos de la destrucción que causan,
manteniéndose a distancia.

Es terrible pensar que ya se están desarrollando cascos para militares con visores que ocultan
la cara del enemigo, algo que no está tan lejos de la tecnología que en “el hombre contra el
fuego” transforma a seres humanos en monstruos agresivos y espeluznantes.

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