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CAPITULO 4
MISIÓN Y PROPÓSITO
¿Qué estás haciendo aquí? ¿Por qué has venido? ¿Cuáles son tus intenciones? ¿Cuáles
son los motivos de tus acciones? Estas son preguntas que mucho han preguntado a los
discípulos de Cristo, cierto es que le habían preguntado a Cristo mismo de la misma manera. Y
todas estas preguntas tienen que ver con los propósitos de la vida, o con la misión que uno
lleva como cristiano.
El estudio de la naturaleza de la iglesia, y las palabras que son usadas para describirla nos
vislumbran los propósitos de su misión. Estas palabras demuestran que la misión de la iglesia
es tanto el “Ser” como también el “Hacer” por Dios determinadas acciones. Podría decirse que
las grandes palabras como EKKLESIA, SOMA, KOINONIA, LAOS (iglesia, cuerpo, comunidad,
pueblo), hablan fuerte de un propósito de “Ser” algo por Dios. Este algo abarca una calidad de
vida manifestada ante los hombres que los demuestra la vida del reino del Señor. Jesús dijo a
los suyos, “vosotros sois la sal de la tierra”. Y otra vez, “vosotros sois la luz del mundo”. Vemos
en estas hermosas frases la intención de Dios que SEAMOS tanto que CUMPLAMOS.
De esta manera dejó asentado el principio de amor, AGAPE, expresado a través de una
comunidad de sus seguidores ante un mundo que les estaría observando. Nuestra misión,
pues, se lleva a cabo en un marco del amor de Dios.
El capítulo 14 de Juan sigue mostrando la actitud de Cristo para con la misión de los
discípulos. La calidad de vida otra vez es el tema, una vida no de turbación o de miedo, sino de
confianza, fe y gran esperanza. Les dijo Jesús:
1
Y Jesús afirmó esa vida de fe necesaria para cumplir sus propósitos al decir a los discípulos:
“El que en mi cree, las obras que yo hago, él las hará también;
y aún mayores hará, porque yo voy al Padre” (Juan 14:12).
En una palabra, la vida de los seguidores iba a ser una vida en estrecha relación con el
Espíritu Del Señor.
Contemplamos otra actitud que les iba a ser necesaria a los discípulos: la de obediencia.
Cuántas veces Jesús les habló de este solemne hecho en la vida del discípulo. Aun sabiendo
que le abandonarían, les habló diciendo:
“El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama” (14:21)
Todo esto nos impacta. Nuestra vida depende de nuestro Señor. Como el pámpano
depende de la savia de la planta, así nuestra vida depende de Cristo. Es una vida de
propósitos de ser lleno del Espíritu Santo, de amor, fe, obediencia y dependencia. Esta vida
misma nos lleva a expresarlo en lo que Cristo llama el “llevar fruto”. Usando un ejemplo de la
vid, Jesús dice:
“Y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve mas fruto” (15:2)
2
“Este lleva mucho fruto” (15:2)
“En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos” (15:8)
“Y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca (15:16)
La ilustración que Cristo tomó de la naturaleza y lo aplicó a la vida de sus seguidores señala
una vida en dependencia de Dios con una misión/propósito de llevar fruto. Pensemos que esto
de dar fruto o de llevar fruto implica una reproducción en otras personas para que ellas se
asemejen a la vida plena de Cristo.
La misión de los discípulos en este contexto era de llevar fruto, llevar más fruto, llevar mucho
fruto, y que este fruto permanezca. La reproducción de “fruto” anhelado es tanto en calidad
como en cantidad de vida.
Esto concuerda también con sus palabras después de la resurrección al aparecer en medio
de ellos la noche de aquel mismo domingo. Después de mostrarles las manos y el costado
Jesús les dijo otra vez:
“Paz a vosotros. Como me envió el Padre, así también yo os envío” (20:21)
Cuántas veces Juan había escuchado de los labios de Jesús la afirmación de que él había
sido enviado por el padre Y ahora los discípulos estaban escuchando que Cristo les estaba
mandando la mundo “como” él mismo fue mandado al mundo. Este principio de la encarnación
está arraigado en nuestra misión.
Si solamente tomamos la oración de Jesús en Juan 117 como una muestra de este “como”
encontramos que el “como se expresó poderosamente en Cristo por las frases:
3
“La gloria que me diste, yo les he dado” (17:22)
“Y les he dado a conocer tu nombre, y lo daré a conocer aún, para que el amor con que me has
amado, esté en ellos, y yo en ellos” (17:26).
La Gran Comisión
También las palabras de Cristo enseguida después de su resurrección y de la
ascensión, han sido de significación especial para los discípulos, especialmente en torno de la
misión de la iglesia.
Hechos 1:8
En todos los Evangelios y en Hechos 1, Cristo nos plantea una alta responsabilidad. Las
últimas palabras con los discípulos antes de ser recibido arriba fueron:
“Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis
testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra”.
Lo cual
El Comunicó produjo Expansión
Espíritu Eficazmente reproducción geográfica
su mensaje numérica
Santo
DIAGRAMA No. 5
4
Lucas 24: 44-49
Lucas nos habla de una hermosa escena. Estaba Jesús con sus discípulos después de la
resurrección y él comió con ellos. Enseguida les hablo de la necesidad de su muerte y
resurrección diciéndoles:
“y que se predicase al palabra en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en
todas las naciones, comenzando desde Jerusalén“
Específicamente, otra vez, Jesús les afirmó, “Y vosotros sois testigos de estas cosas”, y les
dió la tremenda promesa de la investidura del Espíritu Santo.
El Dr. Gerber, usando esta porción señala como referencia a la evangelización, cuatro
aspectos importantes:
1. El mensaje de arrepentimiento y perdón por medio de Cristo (vs. 45-47).
2. El mandato de compartir este mensaje con todas las naciones (vs. 47).
3. El método por medio de testigos humanos (vs. 48).
4. La energía; la dinámica del Espíritu Santo.
Marcos 16:14-20
La comisión de Cristo escrita en San Marcos contiene esas muy conocidas palabras.
La fuerza de las palabras del Señor deja su marca. Cristo las habló, habiendo reprochado la
incredulidad y la dureza de corazón de los discípulos. Sus palabras vibran con intensidad
cuando enseña la razón de este “ir” y “predicar”. Él afirma que los que creen y son bautizados
serán salvos, pero aquel que no cree será condenado. ¡Son palabras durísimas! Reflejan la
intensidad de convicción por parte de Jesús en cuanto a la misión de sus discípulos.
Marcos sigue citando como palabras de Cristo mismo una tremenda afirmación en cuanto a
las señales que seguirán, señales que se comprobaron con el tiempo. Cristo dijo, “en mi
nombre”:
1. “Echarán fuera demonios”. Confrontación, liberación, y victoria sobre los poderes
demoniacos. (Hch. 16:18, 19:11,12).
2. “Hablarán nuevas lenguas” (Hch. 2.4, 10:46, 19.6).
3. “Tomarán en las manos serpientes y si bebieren cosa mortífera no les hará daño” (Hch.
28:6).
4. “Sobre los enfermos pondrán sus manos y sanarán” (Hch. 3:7, 5:15, 19:12).
5.
“Saliendo, predicaron en todas partes, ayudándoles el Señor y confirmando la palabra con las
señales que la seguían. Amén” (Mr. 16:20)
5
Mateo 28.16-20
En Galilea, algunos días después del día de resurrección, Cristo se apareció a sus discípulos
en el monte donde él les había indicado previamente. En medio de la adoración y también la
duda de algunos Jesús les dijo:
“Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas
las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo;
enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con
vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén”.
Toda potestad es de Cristo, tanto la de la tierra como la autoridad del cielo. La misión de los
discípulos se cumple en base de la autoridad que Cristo posee. Jesús reclama autoridad para
“hacer”, “reinar” y “juzgar”. Él es el que está detrás de los suyos al ir con su mensaje. Él
garantiza no solo su inicio, sino su cumplimiento.
Esto significa que los suyos están bajo esa autoridad en calidad de siervos, cumpliendo la
voluntad, el mandato, y la misión de su Señor. Nuestro atrevimiento de ir a las naciones brota y
a la vez, descansa en esa autoridad de Cristo.
El verbo central como imperativo no es él “id”, sino la palabra que se traduce por “hacer
discípulos”. Las otras palabras de acción, “id... bautizándolos... enseñándoles”, son participios,
son complementos circunstanciales. El propósito de esa misión, pues, no es sencillamente el “ir”
con la proclamación del evangelio, ni meramente el bautizar o enseñar, sino tiene como fin el
hacer discípulos. Discipular se relaciona con una nueva alianza, entrega, dedicación y
consagración debida a la persona de Cristo y su misión. La tarea de hacer discípulos es central
a la misión anunciada por Jesús en esas palabras.
Al decir que el ir, el bautizar y el enseñar son sujetos al verbo central “el hacer discípulos”, no
resta importancia de cada una de las actividades propias.
“Sino id antes a las ovejas perdidas de la casa de Israel. Y yendo, predicad, diciendo: El reino
de los cielos se ha acercado. Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera
demonios: de gracia recibisteis, dad de gracia” (Mateo10.6-8)
Sí, ese “ir” tenía en mente una fiel proclamación de Cristo como Señor, y a la vez, una
diaconía de servicio en medio de un mundo necesitado.
Recordamos la sana crítica de Juan Carlos Ortiz sobre nuestra práctica como evangélicos en
el “ir”. Él nos dice:
“¿Qué es ir? Es fácil saber que es ir. Todo el esfuerzo nuestro hasta hoy ha sido más bien,
¿Cómo traer la gente al templo? ¿De qué manera haremos para atraerles?... Siempre estamos
queriendo que la gente venga: Nuestro mensaje más bien es venga y escuche”.
Ortiz añade: “Al fin y al cabo, la Biblia no dice eso, “vengan los pecadores”. Dice, “Id
vosotros”, justamente al revés de nuestra práctica. No son los inconversos, sino los creyentes
que tienen que moverse.”
6
“El bautizar” simboliza la relación que el discípulo tiene con Dios. Esta relación es una unión
con la persona de Dios; Padre, Hijo, y el Espíritu Santo. El discípulo participa, a través de su
arrepentimiento en fe, en toda la obra lograda por Cristo por medio de su cruz y resurrección.
Identificación e incorporación son interesantes facetas de este bautismo. Como el bautismo se
hace públicamente, es una confesión pública de una decisión de seguir a Cristo.
La enseñanza abarca lo que Cristo nos ha enseñado, con énfasis en una vida de obediencia.
Cristo dijo: “que guarden todas las cosas que os he mandado”. Entendemos esto a significar lo
contenido en la Biblia. Esta enseñanza incluye la metodología del Señor y nos anima a
contemplar a Cristo mismo como nuestro modelo de servicio. Juan Stott comenta: “De modo
que se entregó a sí mismo en desprendido servicio a los demás, y su servicio se caracterizaba
por una gran variedad de forma en que se manifestaba, según las necesidades de los
hombres”.
La promesa de poder que cierra esta comisión es Jesús diciéndonos, “Yo estoy con vosotros
todos los días”. Su presencia en medio de las luchas y problemas es de gran consolación.
Pensamos del anuncio del ángel quien dijo a José: “Y llamarás su nombre Emmanuel que
traducido es, Dios con nosotros”. Jesús prometió estar en “medio” cuando se reunían dos o tres
en su nombre, y ahora en esta gran comisión nos promete estar en medio de su misión de
testimonio y vida. Jesús está con nosotros en días de gran bendición en el avance del reino,
como en días de gran tribulación, y como nos dice, “Hasta el fin del mundo”.
Esta envergadura de autoridad, extensión geográfica, enseñanza y tiempo nos sacude y nos
hace temblar.
La enseñanza de Jesús resulta el objeto del amor de Dios para con todos. Nos acordamos de
las famosas palabras, “Porque de tal manera amó Dios al mundo”, al ver que Cristo dijo en su
comisión, “Haced discípulos a todas las naciones”. Con ello Jesús modificó lo que era antes
para las ovejas perdidas de Israel. Ahora es también para los gentiles. Esto significa no una
exclusión de los hebreos, sino una inclusión con ellos de gentes no hebreas. La palabra ETHNE
(naciones) usada por Jesús se entiende por un llamado a discipular “todos los grupos étnicos,
todos los no judíos, todos los gentiles”.
Tomemos la enseñanza de la gran comisión a la luz del gran mandamiento. Cristo nos
enseña que es menester amar a Dios sobre todas las cosas y amar al prójimo como a sí mismo.
(Mateo 22:37-39). Compartimos el análisis de Stott cuando habla de la interrelación entre la
gran comisión y el gran mandamiento.
“La Gran Comisión ni explica, ni agota, ni reemplaza al Gran Mandamiento. Lo que hace es
agregarle al requisito de amor al prójimo y servir al prójimo una nueva y urgente dimensión
cristiana. Si realmente amamos a nuestro prójimo no cabe duda que compartiremos con él las
buenas nuevas del Señor Jesús”.
Nos parece importante tener en cuenta una interrelación entre estas dos grandes palabras de
nuestro Señor.
El ejemplo Apostólico
7
El libro de los Hechos pone de relieve un estilo de vida relacionado al cumplimiento de la
voluntad de Dios. No en todos casos sin titubeos, sin embargo, existía la marcha adelante.
Pero, el libro de los Hechos es un testimonio elocuente de las palabras pronunciadas por Jesús
en Hechos 1:8. De veras, se les ve como “testigos” con poder extendiéndose cada vez más.
Jerusalén, Judea, Samaria, Africa (por intermedio del eunuco), Siria, Asia Menor, Macedonia, y
más allá son los lugares tocados en Hechos.
Pablo, ante el rey Agripa interpreta su misión. Él comenta de lo que Cristo le dijo:
“Para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de
Satanás a Dios; para que reciban, por la fe que es en mí, perdón de pecados y herencia entre
los santificados”. Y Pablo añade su testimonio: “Por lo cual, oh rey Agripa, no fui rebelde a la
visión celestial” (Hechos 26:18,19).
Sí, por medio de Pablo, Dios hizo muchos milagros y prodigios, pero primordialmente Pablo
trabajó para hacer discípulos y plantar iglesias.
En varias de sus cartas a las iglesias, Pablo describe el propósito de su ministerio. (Ro. 1:14-
17, 10:9-17, 15:7-21; 1ª. Co. 1:17, 2:1-5; 2ª. Co. 3-4:6, 5:11-21; Ga. 1:11-2:10; Ef. 3:1-13; Fil.
3:1-14, Col. 1:24-2:7; 1ª. Tes. 2:1-16). Miraremos uno de estos pasajes solamente con el
enfoque de misión / propósito que Pablo desarrolla en 2ª. Co. 5:11-21.
Este propósito Pablo lo describe con la palabra reconciliación. En este pasaje reconciliación
“proviene de Dios”. La iniciativa es del Señor. Él nos reconcilió consigo mismo por Cristo”. Pablo
destaca la persona y obra de Cristo en esa reconciliación al decir que Dios “estaba en Cristo
reconciliando...” y “no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados”.
Vemos la sublime obra de Cristo por los hombres pecadores cuando Pablo dice:
“Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos
justicia de Dios en él.”
8
1. “Persuadir a los hombres”.
2. “Para que tengan con qué responder a los que glorían en las apariencias y no en el
corazón”.
3. “Os rogamos en el nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios”.
4. “Para que fuésemos hechos justicia de Dios en él”.
Si tomamos este pasaje como ejemplo, diríamos que la misión de la iglesia se integra a una
reconciliación que Dios provee en Cristo. Esta reconciliación se logra a través de un fiel
ministerio por parte nuestra, un ministerio que incluye una manera de vivir, una proclamación y
una persuasión a las gentes. Nos acordamos que al ser “embajador”, somos enviados en
misión, a representar el nombre de Cristo, nuestro Rey. Toda nuestra autoridad proviene de él,
y todo nuestro mensaje gira en torno de lo que él es, y lo que ha hecho en favor de las gentes a
las cuales somos enviados.
Teniendo una base bíblica firme en cuanto a una misión / propósito que se expresa en un
ambiente de amor, fe, obediencia, plenitud del Espíritu Santo, y con modelos no sólo del apóstol
Pablo, sino de Cristo mismo, podemos afirmar que la misión de la iglesia es hacer discípulos
fieles al gran mandamiento del Señor.
“La misión... es proclamar las nuevas de salvación a toda criatura en todo el mundo, y dar
testimonio de la realidad y poder del evangelio por medio de vidas santas y amor genuino por
sus miembros, de servicio abnegado al género humano en todas partes y de soportar con
paciencia el sufrimiento.”
Si Strachan pudiera darnos hoy una definición11 pensamos que lo haría enfatizando más
fuertemente el hecho concreto de la comisión de Cristo en actualmente “hacer discípulos”.
Estamos de acuerdo con la importancia de una presencia cristiana de testimonio” por nuestras
vidas transformadas, y también con una fiel “proclamación” de todo el consejo de Dios.
Pero, la Biblia nos indica que vivimos con una responsabilidad de persuadir a los hombres
para que sean verdaderos discípulos de Jesucristo. La definición más “estrecha” de Weld y
McGavran apunta a esa persuasión.
9
Conservemos la idea amplia de misión (como la de Strachan). Esto se combina con la idea
de misión estrecha en la cual hay persuasión, discipulado y miembros responsables en el
cuerpo de Cristo. Pensamos que el diagrama 7, el círculo completo del evangelismo en el
cuerpo, retiene los dos énfasis.
Esto apunta al hacer discípulos – 90°. En esa línea vertical notamos la palabra
“bautizando” que nos indica que la proclamación tuvo respuesta en una decisión de fe para
seguir a Cristo como Señor. “Bautizando” también expresa incorporación al cuerpo de Cristo
como una parte íntegra. Somos miembros de la iglesia de Cristo. Le pertenecemos a él.
Con 90° - 180° tenemos el segundo cuadrante en el cual vemos “enseñando” (Hechos
2:42). Es aquello que practicaban los discípulos y la iglesia primitiva. Hay buena instrucción
apostólica que nos conduce a una prioridad básica en la vida, es decir, consagración a la
persona de Cristo. Él es preeminente en nuestra vida de discípulo.
10
Estos aspectos forman un plano horizontal y se mueve únicamente en relación con lo vertical
que Snyder describe en el ministerio del Espíritu Santo, esa dinámica de poder que proviene de
Dios, y la adoración/oración por parte de la comunidad hacia Dios. Es su ministerio sacerdotal
ante él. Así cuando hubiese lo vertical acoplado a lo horizontal, la iglesia cumple su misión.
En este enfoque, las dimensiones verticales / horizontales son mantenidas, pero una
dinámica de interrelación es notada. Con este enfoque se evita definiciones simplistas que
únicamente enfocan hacia una parte. Nos damos cuenta en cuanto a la misión de la iglesia, aún
al mantener una prioridad en la tarea de “hacer discípulos”.
MARCAS Y FUNCIONES
Podemos contemplar lo que es la misión de la iglesia mirando su naturaleza y características
y luego preguntándose si la congregación local estuviese logrando / demostrando estas
características.
“Marcas de la Iglesia”
Juan Calvino, durante el tiempo de la Reforma, usó la palabra “marcas” referente a una
iglesia que cumple la voluntad de Cristo. Para él, hubo tres “marcas” referente a una iglesia
que cumple la misión de Dios en el mundo. Estas son:
1. Una predicación fiel a todo el consejo de Dios. Esta predicación, desde luego, depende
de la obra animadora del Espíritu Santo de Dios.
2. Un fiel cumplimiento de las ordenanzas del Señor; es decir, la celebración de la Cena
de Señor y el bautismo cristiano para todos los que siguen a Jesucristo.
3. Una orden y una disciplina en medio de la comunidad de fe, también fiel a los principios
bíblicos. Para Calvino, esto se extendió aun más allá del gobierno de la congregación
local, y afectaría el estado y su política. Pero sí, señaló que Dios, siendo el Dios de
orden y de disciplina, exige de su grey la misma cualidad de vida ordenada.
Otros, notando estas marcas de Calvino, han dicho sí, estamos de acuerdo, pero puede
haber otra marca importante a considerar parea ver si de veras la iglesia cumple su misión. En
base del trabajo del Dr. Glasser, presento estas marcas adicionales:
1. Una demostración real y vital de unidad u amor. En una palabra, una verdadera
KOINONIA.
2. Hechos concretos de servicio cristiano en medio de la(s) sociedades(s) en la cual vive la
congregación, especialmente ministrando a los pobres, oprimidos y angustiados.
3. Una vida de santidad que se expresa devocionalmente en alabanza, adoración y acción
de gracias. Dios nos dice: “Sed santos porque yo soy santo”.
4. Una visión apostólica y misionera que activamente participa en el cumplimiento de la
Gran Comisión.
Lo interesante es que estas marcas nos permiten una manera de consideración en cuanto a
la misión de una congregación. ¿Está marcada nuestra congregación con estas marcas de su
11
misión?, o por lo contrario, ¿Vemos alguna falta o una debilidad en el cumplimiento de su
misión?
Funciones
En una forma similar, pero usando la palabra “función”, se considera la misión de la iglesia.
Un grupo bautista en su estudio, El desarrollo de la Iglesia, elaboró esa declaración de misión.
Para que una iglesia lleve a cabo los mandatos de Cristo, así como estos están revelados en
la Biblia en interpretados por el Espíritu Santo, cumplirá con las siguientes funciones:
1. Adorar a Dios.
2. Evangelizar a los perdidos.
3. Edificar a los creyentes.
4. Servir en el mundo.
5. Proveer compañerismo en la familia de Dios.
En base, pues, de estas funciones la iglesia cumple su misión. J. Robertson McQuilkin usa
analogía de palabreas sencillas que hablan de la misión / propósito de la iglesia y sus
funciones18 Estas palabras son:
El templo – donde se reúne el pueblo de Dios para adorarle y guardar sus ordenanzas.
La familia – a la cual pertenecen los hijos de Dios y en la cual reciben el cuidado, la
disciplina y el amor.
La escuela – donde los discípulos de Cristo escuchan y estudian la palabra de Dios. Son
adiestrados tanto como ser instruidos.
El redil – donde las ovejas del Señor son guardadas, protegidas, consoladas y sanadas.
El centro de asistencia social – de donde salen los siervos de Cristo para ir a los
necesitados con su misión de misericordia y amor.
El cuartel mayor – de donde salen los soldados del Rey a conquistar el territorio del
enemigo, llevando las buenas nuevas de Jesucristo.
Como grupo, la iglesia cumple funciones al ser fiel a la misión que Dios le encomendó.
Celebra la vida de Dios, cultiva el crecimiento espiritual, personal y colectivo, tiene cuidado por
los demás y comunica a Cristo en el mundo.
IGLECRECIMIENTO I
CUESTIONARIO 4 ASIGNATURA I
Nombre.__________________________________ Fecha.____________________
12
1. Explique por qué abarca la misión de la iglesia el “ser” tanto como el “hacer”
____________________________________________________________________________
____________________________________________________________________________
4. ¿Cuáles son los cuatro aspectos que el Dr. Gerber usa al analizar Lucas 24?
a. __________________________________________________________________________
13
b. __________________________________________________________________________
c. __________________________________________________________________________
d. __________________________________________________________________________
10. ¿Qué es el propósito de enseñar las cosas que Cristo nos habló?
____________________________________________________________________________
____________________________________________________________________________
11. En la Gran Comisión de Mateo 28, ¿Cuáles son los enfoques de la palabra “todo”?
a. _________________________________________
b. _________________________________________
c. _________________________________________
d. _________________________________________
14
13. ¿Pablo entendió la misión / propósito de su llamamiento (según Hechos 26) en cuáles
términos?
a. __________________________________________
b. __________________________________________
c. __________________________________________
17. La definición de Weld y McGavran sobre la misión esencial de la iglesia se agrega ¿Cuál
aspecto en relación con la definición de Strachan?
_________________________________________________________________________
___
18. En el círculo completo de evangelización, ¿Cuáles son dos conceptos que se expresan
por la palabra “bautizando”?
a. _______________________________________________________
b. _______________________________________________________
20.Señale los componentes del diagrama de H. Snyder, “La iglesa como agente de
Evangelización”. Los componentes verticales:
a. ____________________________________________
b. ____________________________________________
Los componentes horizontales:
15
a. _____________________________________________
b. _____________________________________________
c. _____________________________________________
d. _____________________________________________
21. La definición global de la misión de la iglesia de Orlando Costas enfatiza una dinámica
Interrelación entre:
a. _________________________________________________________
b. _________________________________________________________
c. _________________________________________________________
d. _________________________________________________________
e. _________________________________________________________
22. El estudio de las marcas y las características de la iglesia, ¿Nos ayudarían a qué?
____________________________________________________________________________
____________________________________________________________________________
23. Nombre las siete marcas de una iglesia en su misión:
a. __________________________________ b. _____________________________________
c. ___________________________________ d. _____________________________________
e. ___________________________________ f. _____________________________________
g. ____________________________________
1.
16