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#Tras la Fama

Introducción: Recapitulación acerca de los temas anteriores (Fama y Aprobación) de manera


breve: La Fama no es mala, no es pecado, pero no debe ser nuestra prioridad ya que Dios no
nos llamó a ser famosos nos llamó a ser fieles y La Aprobación es algo que es bueno buscar
pero la clave está en saber dónde buscarla y de quien buscarla, el complace a los demás
buscando ser aprobados es un sinónimo de idolatría.

Hoy hablaremos acerca de la Perfección y la búsqueda inalcanzable del perfeccionismo.

Texto base:

Pero tú debes ser perfecto, así como tu Padre en el cielo es perfecto.

Mateo 5:48 NTV

No es gran cosa, ¿cierto? Solamente tienes que ser perfecto—como el santo y justo Dios de
todo el universo es perfecto.

No es gran cosa, ¿cierto? Si, eso no es mucho.

Si tuvieras que convertirte en una persona perfecta, ¿por dónde empezarías? Dios es perfecto
porque no existe en Él pecado ni mal alguno. No estamos hablando de la idea de perfección
del mundo aquí—la ropa perfecta, casa perfecta, cónyuge perfecto. Estamos hablando acerca
de algo mucho más grande que eso. Necesitarías ser sin pecado. No mentir, no maldecir, no
perder el control.

Pareciera que en este texto nuestra meta en la vida cristiana debe ser buscar la perfección,
incluso pudiéramos decir que Jesús en esta parte demanda de nosotros la misma perfección
que hay en él y en el Padre pero sí realmente nos ponemos a estudiar el contexto de toda esta
porción nos damos cuenta que Jesús espera de nosotros perfección pero en relación al amor,
Jesús no habla de tener una vida de perfección en la que no se cometen errores y en la que
jamás pecamos por qué sabe que eso es imposible para nosotros. Pero Jesús sí se está
refiriendo a que nosotros debemos buscar la perfección de nuestro amor y sobretodo con
nuestro prójimo y con los enemigos de nuestro alrededor.
Mateo 19:16-21 nos muestra una conversación entre Jesús y un joven que parecía haber sido
perfecto según los estándares del mundo y la sociedad de este tiempo, pero en la respuesta de
Jesús vemos un desafío a ser perfeccionados por medio de su sacrificio.

Tipos de perfeccionismo:

- Perfección Interna: la que nos pedimos a nosotros mismos y el esfuerzo que hacemos
por mostrarle a los demás que somos “perfectos”, en perspectiva es lo que nos
exigimos nosotros

-Perfección Externa: lo que nos exijimos en cuestión de nuestro físico, nuestras relaciones, lo
que mostramos en redes sociales y lo que queremos que otros piensen de nosotros

-Perfección con otros: lo que pedimos o demandamos de otros, la manera en que queremos
que sean ellos con nosotros y el estándar tan alto que exigimos de los demás

La perfección que Dios espera de nosotros ya la tenemos gracias a Cristo en el somos


perfeccionados.

Aun la perfección tiene sus límites, pero tus mandatos no tienen límite. Salmos 119:96 NTV

El desafío y el reto que Dios nos hace es aceptar la perfección que Cristo nos da.

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