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Lección 17
Lección 17
Introducción.
DESARROLLO DE CONTENIDO
1.1 LA ENCARNACIÓN
https://youtu.be/zhWQFuArpxs
Herodes recibe a los tres reyes magos. A Herodes le inquieta que surja un
Rey (Mt 2, 7-8). La estrella guío a los magos y ellos se postraron ante Él y le
ofrecieron valiosos presentes (Is 60, 3-6).
Los tres reyes no regresaron a Herodes. Por un sueño supieron que no
debían volver a verle y regresaron por otra ruta. Cuando Herodes se imaginó lo
que había ocurrido, hacía tiempo que se habían ido. José también tuvo un
sueño ( Mt 2,13) José y María se llevaron a Jesús a Egipto.
Lienzo de la Epifanía o Adoración de los Reyes Magos. Retablo de La Candelaria. Tijarafe. Antonio de
Orbarán, s. XVII
1. El accionar de Jesús
https://youtu.be/o4SxJEqjJAw
La primera vez que Pedro, cabeza de los Apóstoles, predicó el Evangelio
en casa de un gentil, hizo un resumen rápido de lo que debemos saber sobre
Jesús (Hch 10 36-43). Y nosotros sabemos quién es Jesús: el hijo de David, el
Ungido que prometieron los profetas, la Palabra de Dios, Dios hecho carne,
nacido en un cuerpo humano pero engendrado por el Padre desde la eternidad.
Jesús tuvo una misión muy concreta. Su vida fue el cumplimiento perfecto
de todas las promesas del A.T. En los cuatro Evangelios, la historia del misterio
de Jesús empieza de la misma forma: con la historia del hombre que preparó el
camino. Juan el Bautista era Levita, miembro de la tribu sacerdotal. También
era pariente de Jesús, mayor que él por sólo unos meses. Los Evangelios nos
describen cómo era Juan (Mc 1,6).
2.1 El anuncio de Juan
El mensaje de Juan era claro «Convertíos, porque al llegar el Reino de los
Cielos». La gente de toda Judea acudía a él para confesar todos sus pecados
y para bautizarse en el Jordán, como signo de su arrepentimiento.
Juan reprendía a menudo a la gente con fuertes palabras: «Raza de
víboras, ¿quién os enseñó a huir de la ira que va a venir?»
Juan se hizo tan popular, que las autoridades empezaron a preocuparse,
ya que él anunciaba el «Reino de los cielos», y muchos judíos esperaban al
Cristo que derrocaría a los gobernantes corruptos y gobernaría como el
perfecto rey terrenal. Naturalmente, esa idea preocupaba a los políticos judíos
de la época.
Muchos iban al desierto a preguntarle: ¿eres tú el Cristo?, y él respondía:
“yo no soy el Cristo” y otros le preguntaban si era alguno de los profetas (Dt
18,15) y Juan respondía: No, “Yo soy la voz que clama en el desierto: haced
recto el camino del Señor, como dijo el profeta Isaías” (Mt 3, 1-12). El misterio
de Juan el Bautista cumplía la profecía de Malaquías: un profeta como Elías
vino y convirtió los corazones de la gente, por lo que grandes multitudes
vinieron a confesar sus pecados y arrepentirse.
Así el demonio le atacó primero por el estómago (Mt 4,3-4) Pero Jesús
respondió citando las escrituras (Dt 8,3).
Después Jesús los llevó a un sitio llamado Getsemaní, donde les pidió
que esperaran mientras él se apartaba a orar (Mt 14, 35-36).
Arrestan a Jesús en el Getsemaní: (Mt 26, 47-50)
2.9 Jesús da a su Madre a la Iglesia
Cristo en la cruz. Óleo sobre lienzo. 100 x 57 cm. Museo Nacional del Prado. Obra atribuida a Diego
Velázquez, talvés de su taller, con firma apócrifa y fecha 1631, conservada en el Museo del Prado,
desde 1946. Detalle.