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Deberes de Las Personasque Intervienen
Deberes de Las Personasque Intervienen
l. GENERALIDADES
Más adelante se prevé y faculta sancionar la actuación con dolo o fraude (CPC,
arto 50 inc. 5) y la actuación temeraria y de mala fe (CPC, arto 109 inc. 2)
estableciendo en el arto 112 del CPC, para estos últimos casos, los supuestos en
que se considera que hubo una actuación de este tipo.
De otro lado, el legislador ha pensado también en aquellos supuestos de conducta
inapropiada que podrían generar inconvenientes con respecto al desarrollo mismo
del proceso, y por ello permite al juez sancionar todo tipo de alteración o
entorpecimiento de los actos procesales (CPC, arto 52 inc. 2), así como la
desobediencia de las partes o terceros a los mandatos del juez (CPC, arto 53 ¡ncs.
1 y 2; 109 inc. 5).
En caso contrario, las partes, sus abogados, sus apoderados y los terceros
legitimados responden por los perjuicios que causen con sus actuaciones
procesales temerarias o de mala fe. Cuando en el proceso aparezca la prueba de
tal conducta, el juez, independientemente de las costas que correspondan,
impondrá una multa no menor de cinco ni mayor de veinte Unidades de Referencia
Procesal. Cuando no se pueda identificar al causante de los perjuicios, la
responsabilidad será solidaria (CPC, arto 110). Además de ello, cuando el juez
considere que el aboga-
do actúa o ha actuado con temeridad o mala fe, remitirá copia de las actuaciones
respectivas a la Presidencia de la Corte Superior, al Ministerio Público y al Colegio
de Abogados al cual pertenece el letrado, para las sanciones a que pudiera haber
lugar (CPC, arto III).
En el caso que cualquiera de los partícipes en un proceso civil falte a los deberes
de veracidad, probidad, lealtad y buena fe, o incurra en alguno de los supuestos
calificados como actos de inconducta procesal antes referidos, el juez está
facultado para imponer las sanciones que correspondan o estime pertinentes,
amparándose tanto en las normas anteriormente citadas del Código Adjetivo como
también en los arts. 8 párr. 2° y 9 de la Ley Orgánica del Poder Judicial.
Ahora bien, la aplicación de las sanciones tiene que ver, desde luego, con la
calidad que ostenta el infractor (parte, abogado, tercero, etc.) y con la magnitud de
la infracción. Las partes, por ejemplo, pueden ser pasibles de amonestaciones o
apercibimientos a título de advertencia (en caso de expresiones ofensivas y
similares por ejemplo), pero por hechos más graves (falta de probidad y veracidad,
deslealtad, conducta ilícita y dilatoria, dolo, fraude, temeridad, mala fe,
desobediencia) o tam-
bién por reiterar las faltas menores, procede la aplicación de multas (sanciones
pecuniarias). De ser el caso, las partes pueden ser sancionadas con medidas que
supongan la afectación de su situación procesal, como ocurriría por ejemplo por la
alteración o entorpecimiento de los actos procesales, en cuyo caso procede la
expulsión y la aplicación de los apercibimientos que correspondan como si no
hubieran asistido a la actuación procesal (CPC, arto 52 inc. 2).
Por último, para todos los intervinientes en el proceso procede, por mandamiento
judicial, la obligación de resarcir los daños y perjuicios causados a las partes o
terceros con motivo de inconducta procesal (CPC, arto 110), sanción que por lo
general se traduce en el pago de una suma de dinero a favor del perjudicado.