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Hernández Luna Adrian

Grupo 2413

La reproducción y circulación del capital social en conjunto

Introducción

Esta última sección del tomo 2 es una “introducción” sobre el objeto de la investigación y
nuevamente sobre el papel del capital dinerario.
En la primera se recuerda que el proceso de reproducción del capital, o ciclo global de su
rotación, abarca tanto el proceso directo de producción (que es a la vez proceso de trabajo y
de valorización) como las dos fases de la circulación.
Se enfatiza que cada capital singular o individual –los únicos que se analizaron en las
secciones I y II– debe entenderse sólo como una fracción autonomizada del capital social
global. Y que, por tanto, en el tomo III se analiza su circulación en cuanto partes de este
último. En cuanto a lo segundo, se trata brevemente aquí, a pesar de ser su lugar el final de
esta sección, de nuevos recordatorios. Por ejemplo, que la escala de la producción no
depende sólo del volumen del capital dinerario en funciones, ya que hay factores como los
naturales, la velocidad de circulación, o los adelantos científicos, que también condicionan
dicha escala.
El aumento de la productividad, al aumentar la masa de productos en que se materializa una
determinada cantidad de valor nuevo, es muy importante aquí, ya que aumenta así, también,
la masa de medios de producción que sirven a la reproducción ampliada. Asimismo, la
duración del periodo de producción y su tendencia a largo plazo es esencial y trasciende su
influencia más allá de su repercusión específica en el modo de producción capitalista. El
proceso directo de producción del capital es su proceso de trabajo y de valorización, el
proceso cuyo resultado es el producto mercantil y cuyo motivo determinante es la
producción de plusvalor.
El proceso de reproducción del capital abarca tanto ese proceso directo de producción como
las dos fases de proceso de circulación propiamente dicho, esto es, el ciclo global que,
como proceso periódico como proceso que se repite, siempre de nuevo, en períodos
determinados constituye la rotación del capital.
1. El ciclo del capital, también incluye la circulación general de todas las mercancías.
2. También abarca la circulación de la plusvalía, en la medida que es parte del capital
mercantil.
3. El gasto de plusvalor y capital variable no constituye un eslabón de la circulación
del capital, aunque la inversión del salario, por lo menos, condicione esta
circulación.
Hernández Luna Adrian
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“Los ciclos de los capitales individuales se entrelazan unos con otros, se presuponen y se
condicionan mutuamente, y este entrelazamiento es precisamente el que forma la dinámica
del capital social en su conjunto”.
Finalmente, en la sección anterior hemos visto que, acortando el período de rotación, cabe
poner en movimiento el mismo capital productivo con menos capital–dinero o poner en
acción con el mismo capital–dinero un capital productivo mayor. Todo esto,
indudablemente, no guarda la menor relación con el verdadero problema del capital–dinero.
Indica únicamente que el capital productivo –una suma determinada de valor, compuesta en
su forma libre, en su forma de valor, por una cierta suma de dinero–, después de convertirse
en capital productivo, encierra potencias productivas cuyos límites no se contienen dentro
de los límites de su valor, sino que pueden, hasta cierto punto, actuar con efectos diversos,
ya sea intensiva o extensivamente. Partiendo de los precios de los elementos de producción
–medios de producción y fuerza de trabajo–, podemos establecer la magnitud de valor del
capital que ha de desembolsarse. Pero, el volumen en que este capital funciona como fuerza
creadora de valor y de productos es siempre elástico y variable.
Sobre el segundo punto. Es evidente que la parte del trabajo social y de los medios sociales
de producción que ha de invertirse anualmente en producir o comprar oro, para reponer las
monedas desgastadas, viene a mermar pro tanto en la misma medida el volumen de la
producción social. Pero, en lo que se refiere al valor–dinero que funciona en parte como
medio de circulación y en parte como tesoro, éste existe, como algo adquirido, al lado de la
fuerza de trabajo, de los medios de producción producidos y de las fuentes naturales de la
riqueza. No puede ser considerado como límite de éstos. Al convertirse en medios de
producción, mediante el cambio con otros pueblos, podría aumentar la escala de la
producción. Pero esto presupone que el dinero siga desempeñando igual que antes su papel
de dinero universal. Según la menor o mayor duración del período de rotación, será
necesario contar con una masa mayor o menor de capital–dinero para poner en movimiento
el capital productivo.
La división del periodo de rotación en periodo de trabajo y periodo de circulación
determina un aumento del capital latente o en suspenso en forma de dinero.
En la medida en que el período de rotación es determinado por la duración del período de
trabajo, se halla determinado también, siempre y cuando que las condiciones no varíen, por
el carácter material del proceso de producción y, por consiguiente, no por el carácter
específicamente social de este proceso.

1. El dinero es la forma bajo la cual todo capital individual (prescindiendo del crédito)
ha de hacer su aparición para transformarse en capital productivo, circunstancia que
resulta de la esencia de la producción capitalista, y en general de la esencia de la
producción mercantil.
Hernández Luna Adrian
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2. La magnitud del adelanto necesario en dinero dimana de la circunstancia de que


durante un lapso relativamente prolongado se sustraen constantemente fuerza de
trabajo y medios de producción a la sociedad sin que, durante ese período, se le
devuelva un producto reconvertible en dinero.

Sobre la base de una producción socializada habrá que determinar la escala en que podrán
ejecutarse las operaciones que durante un período relativamente extenso sustraen fuerza de
trabajo y medios de producción, pero no surten durante dicho lapso, como producto, un
efecto útil y ejecutarlas sin perjudicar los ramos de la producción que de manera continua, o
varias veces por año, no sólo sustraen fuerza de trabajo y medios de producción, sino que
proporcionan también medios de subsistencia y medios de producción.
En la producción socializada, al igual que lo que ocurre en la capitalista, los obreros que
trabajen en ramos de la actividad donde los períodos laborales son más cortos, sólo durante
períodos relativamente breves retirarán productos sin proporcionar, a su vez, otros
productos, mientras que los ramos de actividades con períodos de trabajo prolongados
sustraerán productos de manera continua, y durante lapsos más largos, antes de devolver
nada.
Esta circunstancia dimana de las condiciones materiales del proceso laboral respectivo, no
de su forma social. El capital dinerario deja de existir en la producción socializada.
La sociedad distribuye fuerza de trabajo y medios de producción entre los diversos ramos
de actividades.
Como vemos, en la medida en que la necesidad de capital–dinero nace de la duración del
período de trabajo, esta necesidad se halla determinada por dos circunstancias.
La primera circunstancia, la de que el capital que ha de desembolsarse tiene que
desembolsarse necesariamente en dinero, se mantiene en pie cualquiera que sea la forma de
éste, ya se trate de dinero metálico, de dinero certifico, de signos de valor, etc.
A la segunda circunstancia le es indiferente de todo punto el medio monetario o la forma
en que se sustraigan a la producción trabajo, medios de producción y medios de vida sin
restituir a la circulación un equivalente.

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