Análisis: Calentamiento global, una verdad incomoda
La alarma mundial que actualmente se presencia en cuanto al
sobrecalentamiento del planeta no surge de la nada, es el resultado de inadecuadas políticas ambientalistas o simplemente la despreocupación de los seres humanos por el medio que habitamos, originada en décadas pasadas y acentuada aún más con el desarrollo industrial, donde la rentabilidad de las grandes corporaciones manifiesta ser más importante que nuestra vida misma, sin embargo ante el ascendente peligro en que nos encontramos es necesario entrar en acción individual, y que la unión de esas acciones favorables al ambiente signifiquen a nivel mundial una forma de mitigar a lo que nuestras generaciones se enfrentarán, de continuar el calentamiento aumentarás las inundaciones tras el derretimiento del hielo, trayendo como consecuencia cuantiosas perdidas económicas y humanas que devastarán la forma de vida del futuro.
Es necesario de verdaderos compromisos por parte de los organismos y
personas que lideran cada una de las naciones del planeta, deben dictar leyes con estricto cumplimiento donde toda persona sea obligada a ejercer acciones favorables al ambiente, evitando por completo la tala indiscriminada, sancionar con severidad quien arrogue desechos al ambiente y obligar a preservar en su totalidad las fuentes de agua, entre otros…, pero hasta esperar a que todo esto ocurra a nivel mundial, es esencial que todos los inquilinos de este planeta tierra tomemos conciencia de lo que hacemos a nuestro hogar, cada día cuenta y es por ello que debemos tomar decisiones que aunque modifiquen nuestras vidas, permitan acercarnos a un equilibrio ambiental, adquirir hábitos tan sencillos como evitar usar un vehiculo en distancias cortas, ya que contribuye al aumento de dióxido de carbono que ayuda al efecto invernadero, por el contrario tratar de caminar en estas circunstancias, apagar la computadora cuando no se este usando, ahorrando de esta manera electricidad, usar papel reciclable, tratar de no malgastar el agua, entre otros.
Debemos formarnos en cuanto a las tecnologías amigables al ambiente:
carros híbridos, celdas solares que proporcionen energía eléctrica y uso de objetos y equipos que provengan de materiales reciclables, entre otros.
Definitivamente no podremos cambiar nuestro mundo por completo, pero
podemos adoptar una conducta adecuada que sirva de modelo para que cada vez más personas se comprometan en no seguir destruyendo nuestro planeta.
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