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13 Desafíos para la integración de los teléfonos inteligentes en


el aprendizaje (I)

Como hemos visto, el uso de teléfonos inteligentes en los procesos de


aprendizaje parece algo que ocurrirá más temprano que tarde. No obstante,
existen obstáculos importantes que hay que considerar para que se puedan
integrar en los procesos formativos de manera permanente, sistemática
y masiva.

A continuación, presentamos algunos de los más significativos:

a. Percepciones negativas: bastantes educadores no se convencen aún


del potencial transformador del aprendizaje que tienen estos
dispositivos. Aún hay pocos ejemplos sostenibles y escalables, escasas
iniciativas localizadas culturalmente pertinentes y diversos temas
asociados con derechos de acceso, censura y privacidad que no han sido
resueltos.
b. Falta de planificación: otros educadores se han aventurado a incorporar
el uso de teléfonos inteligentes en sus contextos formativos, pero sin
lograr los resultados deseados. Muchas veces producto de la falta de una
óptima preparación. Un error común es poner el foco en entregar el
dispositivo en manos de los aprendices, mas sin preguntarse cómo se
espera que mejoren sus aprendizajes mediante este recurso.
c. Tipo de dispositivos e infraestructura: el acceso a teléfonos
inteligentes no es muy distinto entre países desarrollados y en vías de
desarrollo. Entre los grupos socioeconómicamente más acomodados y los
más desfavorecidos, sin embargo, la diferencia está dada por el tipo de
dispositivo con que cuentan (capacidades, funciones, etc.) y la
infraestructura que los rodea (por ejemplo, conectividad), las cuales
muchas veces son totalmente distintas, al igual que las realidades
educativas donde se busca incorporarlas. Considerar su implementación
de manera global es un error, ya que se requieren intervenciones
diferentes en función de las particularidades locales y culturales.
d. Riesgos para la salud: dado que la virtualidad es un lugar más donde
los niños y jóvenes pueden moverse, y los teléfonos inteligentes son un
vehículo para acceder a ella, existen riesgos biomédicos asociados al
uso excesivo de los mismos, como alteraciones del sueño, obesidad y
síndrome metabólico; o riesgos psicosociales, como la depresión,
síndrome de déficit atencional, disminución del rendimiento académico,
reducción de habilidades sociales, entre otros.
A estos desafíos, los que se deben tener en cuenta cuando se piensa incorporar
teléfonos inteligentes en los procesos de aprendizaje, se deben agregar otros
problemas propios del uso de redes sociales, como la ciberadicción,
cyberbullying, grooming y sexting.

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