Está en la página 1de 1

EXAMEN DE CONCIENCIA PARA JÓVENES

Después de este tiempo de catequesis, llega el gran momento de recibir el sacramento de la


Confirmación, el gran don del Espíritu Santo que nos compromete a vivir según el modelo del Evangelio.
Ahora los invitamos a terminar de preparar lo más importante para poder ser felices: su corazón. Y los
invitamos a que lo preparen celebrando el sacramento de la confesión, el sacramento del perdón de Dios. El
perdón, el que se pide y el que se da, es una forma privilegiada de crecer en el amor. Nos ayuda a ser
humildes, comprensivos, sencillos; a superar todo sentimiento de superioridad; a comprender y amar al otro
tal como es, y a darle una nueva oportunidad cuantas veces haga falta.

El «yo te perdono siempre» de nuestro Padre Dios, es el equivalente a decirte: «ánimo, yo que soy tu
Creador, voy a estar contigo en esta nueva etapa de tu vida». El sacramento del perdón nos reconcilia con
Dios, con los demás y con nosotros mismos, y nos da fuerzas para aprender a perdonarnos unos a otros. Por
todo ello, en vísperas de celebrar el Sacramento de la Confirmación, como el último y más importante
preparativo para él, los invitamos a que vengan a la Iglesia para pedir y recibir el perdón de nuestro Padre-
Dios. No se preocupen si hace tiempo que no se confiesan, el sacerdote que los va a perdonar en nombre de
Dios los ayudará. Pero eso sí, es necesario que estén dispuestos a perdonar a todos los demás: así tendrán un
corazón nuevo.

El siguiente examen los ayudará a preparar la confesión. Es como “bucear” en el interior y ver mi
vida y mi historia con los ojos de Dios. Hacedlo personalmente antes de venir a la Iglesia y pedidle a Dios que
os ayude a abrir las puertas del corazón para que el Señor entre y haga maravillas.

1. PONTE EN LA PRESENCIA DE DIOS


Es Dios quien te va a perdonar a través del sacerdote. Reza pidiéndole que prepare tu corazón para
recibir su perdón. Recuerda el tiempo que hace que no te has confesado.

2. TU RELACIÓN CON DIOS


¿Tengo presente a Dios en mi vida? ¿Rezo con frecuencia? ¿Participo en la misa de los domingos?
¿Vivo el domingo como un día de alegría, de paz y de convivencia? ¿Blasfemo o digo palabras que
van contra Dios? ¿Comparto mis bienes con los más pobres que yo? ¿Tengo verdaderamente a Cristo
como modelo? ¿Estoy contento de ser cristiano? ¿Participo activamente en la Iglesia?

3. TU RELACIÓN CON LOS DEMÁS


¿Quiero y respeto a mis padres y a las personas mayores? ¿Les ayudo y les doy el cariño que
necesitan cuando son mayores? ¿Me gusta criticar o murmurar? ¿Guardo rencor o estoy peleado o
no me hablo con alguien? ¿Hago a los demás lo que no quiero para mí? ¿He robado, engañado o me
he aprovechado de alguien? ¿Miro con envidia a los que tienen más dinero que yo? ¿Procuro estar
disponible para los otros? ¿Los demás me encuentran siempre bien dispuesto para echar una mano,
o me excuso en mis problemas para no mover un dedo?

4. TU RELACIÓN CONTIGO MISMO


¿Respeto mi cuerpo y el de los demás como regalo de Dios? ¿Mi máxima aspiración es tener dinero y
gozar en la vida? ¿Qué lugar ocupa el estudio en mi vida? ¿Bebo en exceso, o tomo droga? ¿Soy
consciente de que el sexo no es un mero instrumento de placer y de que se expresa plenamente en
el matrimonio cristiano? ¿He pecado contra mi cuerpo viendo pornografía, banalizando el sexo,
cayendo en la masturbación? ¿Respeto a las personas del otro sexo? ¿Intento evitar todo lo que me
podría llevar a una vida desordenada? ¿Mantengo siempre la ilusión, la esperanza y el espíritu de
servicio?

5. EN RELACIÓN A MI NOVIAZGO (si hay novio/a)


¿Cómo es este tiempo de noviazgo? ¿Qué “balance” hago de él? ¿He tratado de aprender a vivir en
este tiempo el amor que me enseña Jesús: que no tiene envidia, que no busca el mal del otro, no
hace competencia, dignifica al amado, es paciente, es servicial, todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo
soporta? ¿Soy respetuoso con mi novio/a? ¿He tratado de propasarme? ¿He mantenido relaciones
sexuales con mi novio/a?

COMO CONCLUSIÓN…

¿Encuentro en mi interior alguna situación, acontecimiento, pensamiento que me producen tristeza y


remordimiento y desearía entregárselo al Señor antes de este paso decisivo?

También podría gustarte