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Procesos de subjetivación feminista en las movilizaciones #NiUnaMenos en


Argentina

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Florencia Abbate
Universidad de Buenos Aires
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Procesos de subjetivación feminista
en las movilizaciones #NiUnaMenos
en Argentina

Florencia Abbate
Universidad de Buenos Aires, Conicet

Resumen

Este artículo aborda las manifestaciones #NiUnaMenos en


la Argentina, con el énfasis en dos ejes: principalmente, la
masiva participación de adolescentes y jóvenes y el carácter
novedoso de sus consignas en el espacio público; y en se-
gundo lugar, la diversidad de las organizaciones que prota-
gonizaron las marchas. La perspectiva teórica desde la cual
se analizan e interpretan dichos fenómenos está basada en
las conceptualizaciones de Jacques Rancière, en particular
en su distinción entre “política” y “policía” y en sus concep-
tos “momento de la política” y “procesos de subjetivación”,
entendiendo la “subjetivación” como la producción de una
serie de actos y una capacidad de enunciación que no eran
identificables en un campo de experiencia dado, y cuya
aparición conlleva, por lo tanto, una nueva representación
del campo de experiencia.

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Lf 43.2 Número especial / Special Issue - Capitalismo, globalización y violencia de género

Introducción las violencias machistas en general.1


Las novedades que se vieron en
Este artículo se propone abordar la manifestación del año siguiente pa-
las manifestaciones #NiUnaMenos en recen dar cuenta de que la protesta de
la Argentina, con el énfasis en dos ejes: 2015 produjo una suerte de aceleración
en primer lugar, la masiva participa- de la Historia en la toma de consciencia
ción de adolescentes y jóvenes y el ca- acerca de las desigualdades de género y
rácter novedoso de sus consignas en el la desnaturalización de la dominación
espacio público; y, en segundo lugar, la patriarcal. Mientras que en 2015 había
diversidad de las organizaciones que predominado la consigna central con la
protagonizaron la marcha de 2016. La cual se realizó la convocatoria, “Basta de
perspectiva teórica desde la cual se in- femicidios”, la protesta del 2016 se dis-
terpretan dichos fenómenos se apoya en tinguió por el despliegue de una multi-
conceptualizaciones de Jacques Ranciè- plicidad de consignas que cuestionaban
re, en particular en su distinción entre diferentes aspectos en que el machismo
“política” y “policía” y en sus conceptos se manifiesta en la sociedad. Una de las
“momento de la política” y “procesos de principales novedades de la manifesta-
subjetivación”, entendiendo la “subjeti- ción del 3 de junio de 2016 fue la masiva
vación” como la producción de una serie participación de adolescentes y jóvenes
de actos y una capacidad de enunciación y la originalidad de sus intervenciones.
que no eran identificables en un campo La otra novedad fue la visibilidad que
de experiencia dado, y cuya aparición tuvieron los colectivos y las organizacio-
conlleva, por lo tanto, una nueva repre- nes; no sólo las organizaciones feminis-
sentación del campo de experiencia. tas de larga data, sino —y sobre todo—
El 3 de junio de 2015 cientos de mi- las secretarías de género de numerosos
les de personas se congregaron en la Pla- sindicatos, los frentes de mujeres y de
za del Congreso de la Ciudad de Buenos géneros de diversos partidos políticos
Aires bajo la consigna #NiUnaMenos, y movimientos sociales, agrupaciones
para repudiar la creciente ola de femici- barriales, colectivos artísticos y de de-
dios que desde hace años viene asolando rechos humanos ligados a otras luchas
a la sociedad argentina y reclamar más como la de las migrantes, las de identi-
y mejores políticas por parte del Estado dad de género y opción sexual, y las vin-
para la prevención, asistencia y erradi- culadas a lo étnico-racial o a la lucha de
cación de la violencia machista. La masi- clases. Todas las fotografías que se ana-
vidad alcanzada por la protesta —que se lizarán en este artículo corresponden a
replicó en casi cien ciudades y pueblos la manifestación del 3 de junio de 2016.
de la Argentina y que incluso trascendió De acuerdo con la teoría de Ranciè-
las fronteras nacionales, tras haberse vi- re, las “apariencias” responden a una
ralizado la convocatoria a través de las ley, generalmente implícita, que define
redes sociales— se vivió como un hito en la configuración de lo sensible, las par-
la historia del movimiento de mujeres en tes que lo integran, el lugar que ocupan,
Argentina y en América Latina, y tuvo y las funciones y roles de esas “partes”
un impacto fundamental en cuanto a la de la comunidad. A esa ley, Rancière la
visibilización social de los femicidios y denomina “policía” u “orden policial”.

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Procesos de subjetivación feminista

La policía sería aquello que produce, a diante una serie de intervenciones que,
través de un conjunto de dispositivos bajo la idea de actualización y compro-
que operan estableciendo lo que debe bación de la igualdad de cualquier ser
ser visible y lo que no, así como también parlante con cualquier otro ser parlante,2
lo que debe ser audible y lo que no, de- deja en evidencia la arbitrariedad del or-
terminada forma de “aparición” de los den establecido, abriendo otros campos
sujetos, los roles y los discursos: de experiencia a partir de estas nuevas
La policía es primeramente un or- subjetivaciones.
den de los cuerpos que define las divi-
siones entre los modos del hacer, los Procesos de subjetivación
modos del ser y los modos del decir, que en adolescentes y jóvenes
hace que tales cuerpos sean asignados
por su nombre a tal lugar y a tal tarea; Ahora bien, propongo pensar la
es un orden de lo visible y lo decible que apertura de esos nuevos campos de ex-
hace que tal actividad sea visible y que periencia imaginados por Rancière, aten-
tal otra no lo sea, que tal palabra sea en- diendo a las consignas elaboradas por
tendida como perteneciente al discurso jóvenes y adolescentes, que circularon en
y tal otra al ruido (Rancière, Desacuerdo las manifestaciones y quedaron registra-
44-45). das en fotografías, algunas de las cuales
Rancière elige darle el nombre de analizaré a continuación. Decenas de mi-
“política” a una actividad antagónica al les de adolescentes y jóvenes ocuparon
orden policial: aquella que rompe la con- las plazas públicas del país de un modo
figuración de lo sensible donde se defi- que logró generar un “momento de la
nen las partes o su ausencia, haciendo política”: un acto de desacuerdo con el
aparecer aquello que “no tenía parte”. orden policial que rige la aparición de los
Habría una aparición de lo invisible que cuerpos sexuados y los discursos sobre
surge a la manera de un acto de litigio y “lo femenino” y “lo masculino”. Hubo
desacuerdo, desafiando la ley del apare- allí una modificación del paisaje común;
cer: “hace ver lo que no tenía razón para una masiva irrupción de sujetos que hi-
ser visto, hace escuchar como discurso cieron visible lo que “no tenía parte” y
lo que no era escuchado más que como pusieron en juego nuevos tipos de per-
ruido” (Desacuerdo 45). Este momento formatividades, enunciaciones y afectos.
de desacuerdo es, según la definición de Nora Domínguez se ha preguntado:
Rancière, el momento de “la política”. “¿Cuál es el tiempo de Ni una menos?
En el caso de la policía, se trata de ¿Cómo pensarlo? ¿Un acontecimien-
fijar a los sujetos y marcarles una forma to que irrumpió el 3 de junio de 2015?
de identificación; en el caso de la polí- ¿Un umbral temporal que abrió otros
tica se trata de tomar distancia de esas comienzos y resignifica el pasado? ¿Un
formas fijas y des-identificarse, ponien- punto de hartazgo y de llegada de una
do en acto un desacuerdo que permite historia de iniquidades sobre el cuerpo
la aparición de nuevas subjetivaciones. de las mujeres? ¿Un hito histórico? ¿Un
Así, la política podría concebirse como estallido?” Y sostiene que la moviliza-
una manifestación que deshace las divi- ción tuvo una “fuerza de corte” (Domín-
siones sensibles del orden policial me- guez 13).

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Lf 43.2 Número especial / Special Issue - Capitalismo, globalización y violencia de género

Esa fuerza de corte, se equipararía, La subjetivación política de las y los


en la teoría de Rancière, al “momento adolescentes tuvo que ver con asumirse
de la política”—es decir, aquel momen- como sujetos capaces de comprensión y
to en el que se ponen en tela de juicio redefinición de nociones que formaban
las afirmaciones enarboladas por el parte del “consenso”. Por ejemplo, rede-
consenso. En Momentos políticos, el filó- finir la noción de “piropo” en los térmi-
sofo explica que el momento de la polí- nos de “acoso callejero”, como se obser-
tica “ocurre cuando la temporalidad del va en la consigna escrita en el cartel de
consenso es interrumpida, cuando una esta manifestante: “No me silbes, no soy tu
fuerza es capaz de actualizar la imagi- perro / No me cuentes lo que querés hacerme
nación de la comunidad que está com- / No es piropo / Es acaso callejero”.
prometida allí y de oponerle otra con- Para Rancière, la igualdad de cual-
figuración de la relación de cada uno quier ser parlante con otro ser parlante
con el otro” (11). Se debe aclarar que el tiene un “efecto universal”. No porque
término “momento” es concebido como la igualdad sea un valor inscripto en la
un concepto que va más allá de la sim- esencia de la humanidad o la razón, sino
ple división temporal, ya que implica porque la subjetivación política implica
otro peso puesto en la balanza donde tomar la igualdad como un presupues-
to y ponerla en práctica, demostrando
se pesan las situaciones y se cuentan los
ser capaz de acción política. Su “efecto
sujetos aptos para comprenderlas; “es
universal” consistiría en demostrar que
el impulso que desencadena o desvía
cualquiera es capaz de acción política,
un movimiento: no una simple ventaja
que cualquiera puede poner en entre-
tomada por una fuerza opuesta a otra,
dicho el orden policial. Así, la igualdad
sino un desgarro del tejido común, una
no sería un fundamento ni un ideal,
posibilidad de mundo que se vuelve
sino más bien un topos: el lugar de una
perceptible y cuestiona la evidencia de
subjetivación en un procedimiento de
un mundo dado” (Momentos 12). Por
argumentación. Su lenguaje, propone
eso, el momento de la política supone
Rancière, “es siempre idiomático”; el
una modificación del orden comunita- modo de eficacia de ese presupuesto es
rio y del campo de experiencia. la construcción, discursiva y práctica, de
una “verificación polémica, un caso, una
demostración” (Rancière, “Política” 27),
como la presente en la enunciación del
cartel de la joven en la fotografía anterior.
A menudo, la demostración polé-
mica de la política sobre la desigualdad
que produce la policía se efectúa a tra-
vés de preguntas absurdas o irónica-
mente ingenuas, tales como, ejemplifi-
ca Rancière, “¿Una francesa es un
francés? O: “¿Pertenecen los obreros al
[Foto de Leonardo Majluf reproducida con el
conjunto de los franceses que la Consti-
permiso de su autor]3
tución declara iguales ante la ley?” En

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Procesos de subjetivación feminista

la siguiente fotografía, la pregunta del un daño. En la siguiente fotografía en-


cartel que sostiene la joven, “¿Cuál es el contramos una postulación de tipo ético
límite del largo de mi pollera entre incitadora que funciona, al mismo tiempo, como
y la señorita que esta sociedad me demanda una deslegitimación de la violencia y
ser?”, inicia un procedimiento de argu- como una legitimación de una carac-
mentación que ironiza sobre la frecuen- terística biológica de las mujeres con-
te culpabilización de las víctimas, re- siderada “desagradable” en la visión
victimizadas al ser consideradas como higienista del orden patriarcal, la mens-
“incitadoras”, lo cual ejemplifica un tipo truación: “La única sangre que debería co-
de violencia simbólica muy corriente en rrer es la menstrual”.
las coberturas mediáticas de los casos de
violencia sexual contra las mujeres.

[Foto de Leonardo Majluf reproducida con


permiso de su autor]

Al mismo tiempo, la política enten-


dida como proceso de subjetivación sig-
nifica que dicha pregunta rompe con el
lugar y la función que le han sido ofre-
cidos a la joven que sostiene el cartel: se Al ser el cuerpo del emisor y sus
presenta como algo diferente y desafía la producciones estéticas una parte cons-
pretensión del orden de mostrarse con- titutiva del mensaje de protesta en las
teniendo a todas las partes. En este caso, manifestaciones, “lo visible” se torna
quien porta el cartel toma distancia, con una parte fundamental del momento de
esa pregunta irónica, del rol de “señori- la política, creando zonas de visibilidad
ta” que la sociedad le demanda ser. para aquello que “no tenía parte”. La
Desde esta perspectiva, la política es reivindicación de la sangre de la mens-
una demostración y supone siempre un truación —representada con ese objeto
otro al cual se dirige, aunque ese otro re- estético que imita una toalla higiénica
chace la consecuencia. Es la constitución con una mancha roja— parece recordar
de un lugar común, pero no para un diá- la patologización que han sufrido los
logo o la búsqueda de un consenso. Se cuerpos menstruantes de las mujeres a
trata de la apertura de un lugar común lo largo de la historia, al mismo tiempo
polémico, destinado a la exposición de que hace visible aquello que la industria

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Lf 43.2 Número especial / Special Issue - Capitalismo, globalización y violencia de género

fotográfica, de tradición masculina, ha en condiciones seguras.4 En esa misma


tendido a invisibilizar. línea, otros carteles que circularon en
En la siguiente fotografía tomada la manifestación afirmaban: “Las ricas
durante la misma manifestación, una abortan. Las pobres mueren” y “Las muer-
adolescente con el símbolo icónico del tes por aborto clandestino son femicidios de
género femenino pintado alrededor de Estado”.
un ojo sostiene una cartulina que dice: En la siguiente fotografía, el enun-
“Para decir ni una menos hay que decir sí ciado del stencil, “Ningún nene nace ma-
al aborto legal, seguro y gratuito”. Las ado- chito”, se complementa con la imagen de
lescentes, nunca consultadas sobre este la persona que lo pinta, cuyo género re-
tema que las atañe directamente, toma- sulta a primera vista incierto:
ron la palabra, confirmando que el mo-
mento de la política es una instancia que
redefine quiénes son los sujetos capaces
de comprensión.

[Foto de Martín Márquez reproducida con el


permiso del autor]

La imagen parece atentar contra


el logos policial que establece el orden
de identidades “propias”/binarias (por
oposición a las “impropias”/no bina-
Como ha notado Rancière, el sujeto rias). Se trata de un fenómeno que ca-
implicado en un proceso de subjetiva- racterizó a estas manifestaciones en con-
ción política iría más allá de reclamar tra de los feminicidios: la irrupción de
su “parte” y cuestionaría también, en cuerpos (im)propios, cuya resistencia a
sí misma, la distribución jerárquica de la incorporación en el orden policial vi-
las partes y lugares, la lógica general de sibiliza la singularidad excesiva y múl-
la dominación. En este punto, el proce- tiple de todo un conjunto de sujetos que
dimiento de argumentación en el cartel se presentan como parte de quienes “no
de esa adolescente contiene la implíci- tienen parte”. Este tipo de apariciones
ta denuncia de la violencia estatal y de cuestionan el reparto de los modos de
la Iglesia involucrada en la alta cifra ser en el campo de experiencia basado
de mujeres que mueren anualmente en las apariencias asignadas por el or-
en Argentina por abortos clandestinos: den policial. Asimismo, conllevan un
mujeres pobres que no cuentan con cuestionamiento a los lugares comunes
los recursos económicos para acceder del “consenso”. Por ejemplo, desafiando
a un aborto también clandestino, pero al clisé que señala “son cosas de nenas”,

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Procesos de subjetivación feminista

el adolescente maquillado de la siguien- ralidad de la misma heterosexualidad, el


te foto expone otra verificación polémi- hecho de ser una construcción social, su
ca: “Para decir ni una menos hay que dejar dependencia de la construcción semióti-
de prohibirle cosas a tu hijo porque son de ca-ideológica del género más que de la
nena”. existencia física (natural) de dos sexos”
(De Laurentis, Sujetos 125).
Las fotografías aquí comentadas po-
nen en evidencia la emergencia de nue-
vas subjetivaciones políticas que se han
manifestado en los espacios públicos
tradicionales por excelencia –la plaza y
las calles-. Se trata, también, de imáge-
nes que además han circulado asidua-
mente en las redes sociales, las que en
los últimos tiempos se han instituido
[Foto de Leonardo Majluf reproducida con como espacio público virtual donde la
permiso de su autor] población civil no se limita a informar
lo que ocurre, sino que aporta nuevos
Esas últimas fotografías son una marcos para interpretar la realidad y
muestra de cómo estas manifestacio- movilizar la opinión pública, apuntando
nes que comenzaron como una protesta a establecer su propia agenda a partir de
contra los femicidios en la Argentina de la legitimación visual de sus demandas.5
comienzos del siglo XXI terminaron des- La irrupción de estos discursos hasta en-
plegando con masiva intensidad un con- tonces invisibles en los espacios públicos
junto de cuestionamientos que ya desde ha servido para desplazar los límites, re-
hace mucho tiempo formaban parte de definir los datos de los problemas y abrir
los idearios feministas y LGTBIQ. En espacios políticos, ofreciendo nuevas re-
dichas consignas aparece a contraluz presentaciones del campo de experien-
la noción feminista de “institución de cia y del “reparto de lo sensible”. Al mis-
la heterosexualidad obligatoria”, que mo tiempo, el ideario feminista emerge
cuestiona el lugar que la heterosexua- en estas fotografías como una fuente de
lidad ocupa en nuestras sociedades, su formas de aparición de nuevas subjeti-
dimensión normativa e ideológica, la vaciones políticas.
manera en que funda tanto el género, la
sexualidad y los modos de relación entre Subjetivaciones feministas en
sujetos, generando opresiones derivadas colectivos políticos
de esa norma. Al respecto, Teresa de
Lauretis ha planteado que la costum- Hasta aquí he relevado una serie
bre de utilizar el término para nombrar de subjetivaciones políticas en el plano
prácticas sexuales entre una mujer y un del activismo individual. Sin embargo,
hombre produce el efecto de naturalizar como señalé al principio de este ensayo,
la heterosexualidad y ver las sexuali- uno de los rasgos salientes de la mani-
dades alternativas como no-naturales y festación del 3 de junio de 2016 fue el
“desviadas”, oscureciendo “la no-natu- protagonismo de las organizaciones, por

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Lf 43.2 Número especial / Special Issue - Capitalismo, globalización y violencia de género

un lado, las organizaciones feministas Mujeres Afrodescendientes en la Ar-


de larga data, pero, por otro lado —con gentina), participaron visibilizando la
novedoso vigor— frentes de mujeres problemática específica del racismo. Por
de sindicatos, partidos políticos y mo- último, cabe mencionar que diversas
vimientos sociales, colectivos artísticos, agrupaciones villeras, como la Gargan-
barriales y de derechos humanos, agru- ta Poderosa,6 se hicieron presentes con
paciones LGTBIQ, y otras vinculadas a consignas feministas cruzadas en clave
las luchas étnico-raciales o de clase. de lucha de clases, y denunciando la
En 2016 se hizo más visible la activa violencia institucional que sufren en las
participación de organizaciones de mu- calles y en las villas las mujeres de los
jeres travestis y trans en las protestas, sectores más pobres de la sociedad.
llevando las consignas “Basta de tra-
vesticidios y transfobia” o “Ni una tra-
vesti menos”. El pronombre indefinido
“Una” de la consigna “Ni una menos”
pasó de referirse solamente a las vícti-
mas de femicidios a ser sustantivado
por diversos colectivos aludiendo a di-
ferentes tipos de violencias y exclusio-
nes. Por ejemplo, “Ni Una Trabajadora
Menos”, fue la consigna que llevaba la Estos procesos de subjetivación fe-
bandera de la CTA (Central de Traba- minista en colectivos con diferentes mar-
jadores Argentinos), una de las princi- cas identitarias fueron tomando cada
pales centrales de sindicatos y federa- vez más lugar en las manifestaciones,
ciones del país. Numerosos sindicatos y los “frentes de géneros” han surgido
salieron a reclamar por los derechos la- y proliferado en el seno de todo tipo de
borales en clave de género y contra los organizaciones en los últimos años. La
despidos y la precarización del trabajo presencia de dichos colectivos podría
de las mujeres, y denunciaron entre vincularse con la idea de una tercera ola
otras cosas la desigual remuneración signada por un “feminismo de la multi-
entre un género y otro, y la carga de plicidad de diferencias”, según las dis-
las tareas domésticas como trabajo no tintas etapas que sistematizan Bellucci y
remunerado que realizan las mujeres. Rapisardi en “Alrededor de la identidad,
También circuló la consigna “Ni una mi- las luchas políticas del presente” (2001).
granta menos”, presente en las banderas Se da cuenta así del modo en que, en las
y carteles de AMUMRA (Asociación de últimas décadas, los debates del feminis-
Mujeres Unidas Migrantes y Refugia- mo cambiaron fundamentalmente por el
das en Argentina), una organización ingreso de otras voces posicionadas por
civil de derechos humanos que trabaja fuera de la visión occidental, blanca, eu-
por la calidad de vida de las mujeres ropea y heterosexual que en su origen
migrantes y refugiadas. Y diversas or- tendió a caracterizar al movimiento, in-
ganizaciones de afrodescendientes en corporando una variedad de luchas y
Argentina, como la agrupación Afro concepciones diversas acerca de los sis-
Xangó y Todo en Sepia (Asociación de temas de dominación y opresión.

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Procesos de subjetivación feminista

Como señalaba De Lauretis en “Su- políticos feministas. En 2016, al Encuen-


jetos excéntricos”, la comprensión del tro Nacional de las Mujeres, que cada año
feminismo como una comunidad, cuyos se lleva a cabo en Argentina, acudieron
límites cambian y cuyas diferencias pue- más de 70 mil participantes —la cifra más
den expresarse y renegociarse a través de alta en la larga historia de esos encuen-
conexiones personales y políticas, va de tros—, y un centenar de organizaciones
la mano con la comprensión de la expe- participaron de 60 talleres sobre variadas
riencia individual como el resultado de temáticas. Evidentemente, esto muestra
una compleja red de determinaciones y que existía una fuerza organizada con
luchas. Esta diversidad lleva a pensar en arreglo a una temporalidad no solamente
una actual dinámica feminista que tien- irruptiva. Al mismo tiempo, ese año las
de espontáneamente a resistirse a cual- manifestaciones por el #NiUnaMenos se
quier tipo de homogeneización —propia realizaron no sólo en un centenar de ciu-
de la lógica policial—, asumiendo los dades de la Argentina sino también en
diferentes modos en que las personas vi- Uruguay, Chile, Paraguay, Bolivia, Brasil,
vencian la opresión patriarcal de acuer- Perú, Guatemala, Honduras, El Salvador
do a sus identidades y a su pertenencia o y México. Se trató, por su masividad, de
no a distintos tipos de colectivos. un fenómeno nuevo en la región. Son
En los últimos dos años hemos asis- muchas las preguntas que surgen a par-
tido, no sólo en Argentina sino en ge- tir de estos hechos y sería imposible des-
neral en Latinoamérica, a una eclosión plegarlas todas en este ensayo, pero cabe
callejera que visibiliza una pluralidad subrayar que nos encontramos en un mo-
de apuestas en nombre del feminismo, mento de alta intensidad en la historia
y esto que podría haber generado en un del feminismo latinoamericano. Y tam-
inicio en las organizaciones feministas bién mundial, como lo prueba el hecho
de larga data una sensación de disper- de que el Paro Internacional de Mujeres
sión o de desdibujamiento de aquellas del 8 de marzo de 2017 se organizó y se
líneas más identificables del movimien- llevó a cabo simultáneamente en 50 paí-
to, ha redundado por el contrario en la ses, algo inédito en la historia.7
adquisición de una fuerza inédita para Habíamos planteado al comienzo
el propio movimiento, que se ha expan- que la subjetivación supone una serie de
dido y robustecido en virtud de la coe- actos y una capacidad de enunciación
xistencia de múltiples reivindicaciones y que no eran previamente identificables
luchas. en un campo de experiencia dado. En
La enorme vitalidad del movimien- tal sentido, esta explosión impensada de
to de mujeres en toda Latinoamérica subjetivaciones políticas individuales y
permite apreciar la existencia de un colectivas que se vieron en las protestas
proceso de organización en curso, el he- de estos últimos años traería aparejada
cho de que estas manifestaciones no han una nueva representación del campo de
sido meramente una irrupción efímera, experiencia feminista. Un campo de ex-
sino que se han prolongado y apoyado periencia cada vez más amplio e inclu-
en una red de prácticas organizativas sivo, como se advierte en la leyenda de
que se siguen afianzado y creciendo en la bandera roja en la siguiente fotografía:
numerosos espacios de los quehaceres “Ni una menos somos todxs”.

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Lf 43.2 Número especial / Special Issue - Capitalismo, globalización y violencia de género

un daño compartido. La “x” señala el


nombre, entonces, de quienes manifies-
tan un desacuerdo con esa comunidad
consensual excluyente y, más allá, se re-
húsan a ser clasificadxs por ella o, lo que
es lo mismo, reclaman para sí la capaci-
dad de leer el mundo con otros ojos.

Notas

1. La respuesta a la convocatoria a movilizar-


se el 3 de junio de 2015 sorprendió a las
propias convocantes: un conjunto de veinte
La policía querría nombres exactos,
mujeres provenientes del periodismo, las
que marquen la asignación de las perso- letras y el mundo académico, que teníamos
nas a sus roles y funciones. La política, diversos grados de compromiso previo con
en cambio, es una cuestión de nombres el feminismo y que en su mayoría nos nu-
cleamos originalmente en reacción al asesi-
“impropios”, que expresan una falla y
nato de Daiana García en marzo de ese año
manifiestan un daño. Toda subjetiva- para participar de una “maratón de lectu-
ción es una desidentificación, el arranca- ras” contra los femicidios en la Plaza Boris
miento a la naturalidad de un lugar, la Spivacow de la Biblioteca Nacional. Poco
más de un mes después de dicho evento,
apertura de un espacio discursivo don-
el asesinato de la adolescente Chiara Páez
de las personas se cuentan como parte volvió a nuclearnos para difundir esta con-
de quienes no tenían parte. Y se trata de vocatoria realizada inicialmente a través de
un proceso, porque cuando esas perso- Twitter para una manifestación el 3 junio,
que se viralizó a partir de la adscripción de
nas a quienes no se les reconocía la ca-
un amplio abanico de figuras del ámbito de
pacidad necesaria para ocuparse de los la cultura, la política y los medios de comu-
asuntos comunes demuestran su igual nicación, y de la ciudadanía en su conjunto.
capacidad, al mismo tiempo muestran A diferencia de la manifestación del 2015, la
del 2016 no fue organizada por un pequeño
que cualquiera puede, y este efecto de
grupo de veinte mujeres sino que se convo-
demostración es también una invitación có a organizarla en asambleas abiertas de
para que otras personas se cuenten como las que participaron decenas de agrupacio-
parte de quienes toman la palabra. nes y organizaciones además activistas in-
dependientes. Además del colectivo Ni Una
¿Qué relación tiene la política con la
Menos, en aquellas asambleas estuvieron
“x” de “todxs”? En “Ni una menos somos presentes, entre otros: la Campaña Nacio-
todxs”, esa falla idiomática o ese “no-lu- nal por el Derecho al Aborto (la organiza-
gar lógico” en el que se anuncia el vértice ción feminista argentina más importante y
(im)propio de la desidentificación? Acaso de más larga data), la Campaña contra las
violencias hacia las mujeres, las Socorristas
pueda pensarse que la relación se estable- en Red, la Red de Monitoreo para prevenir,
ce en la perforación que la “x” realiza en sancionar y erradicar la violencia contra las
el régimen de sentido del reparto policial mujeres en la Provincia de Buenos Aires, la
de lo común; la “x” es una falla que pro- Red Par (Periodistas con visión de género),
AMMAR (Asociación de Meretrices Argen-
mueve escenarios imprevisibles de enun- tinas), la Red de Migrantes y Refugiados
ciación. ¿Quiénes son esxs todxs? Acaso en Argentina, el Comité de América Latina
aquéllxs cuya alteridad incontada señala para la defensa de los Derechos de la Mujer,

– 156 –
Procesos de subjetivación feminista

AMARC (Asociación de Radios Comunita- cómo, al decir de Susan Jacobson (2013), las
rias), Mumala (Mujeres de la Matria Lati- redes sociales pueden tomar “el control de
noamericana), 100% Diversidad y Derechos la agenda informativa de los medios ma-
y Colectiva Lohana Berkins; de partidos po- sivos y sus correspondencias”, ya que, al
líticos y movimientos sociales: Movimien- poco tiempo, por la viralización que cobró
to Evita, Nuevo Encuentro-FPV, Mujeres en las redes, los principales medios de co-
CABA Frente Renovador, Pan y Rosas, Mu- municación comenzaron a hacerse eco. O
jeres del FIT, Juntas y a la izquierda, las Ro- sea, el tema no fue impuesto verticalmente
jas del Nuevo Más, La Gorini, Movimiento por la agenda de los grandes medios, sino
Popular La dignidad, Autodeterminación y al revés, y llegó hasta ellos por obra de la
libertad, Seamos Libres, Libres del Sur, Pa- propagación virtual y horizontal.
tria Grande, Frente Darío Santillán, Huma- 6. La Garganta Poderosa es una revista men-
nistas; y de sindicatos: AGD, ATE, CECSO, sual argentina de cultura villera. Fue lanza-
SITRAJU, FOETRA, UTE, FUBA, APA, Fe- da en 2010 por una de las cooperativas -la de
rroviarias, ADEMYS, SIPREBA, etc. la localidad de Zavaleta- de la organización
2. Cabe distinguir la igualdad a la que se refie- social La Poderosa, nacida en 2004. Dicha
re Rancière de aquello que se llamó “femi- organización toma su nombre de la moto
nismo de la igualdad”. El autor se limita a con la que el Che Guevara y Alberto Gra-
considerar la igualdad como un presupues- nado realizaron su viaje por Latinoamérica.
to que subyace a cualquier ser parlante que Su contenido es producido íntegramente
toma la palabra, demostrando así la igual por personas nacidas en distintas villas de
capacidad de cualquier ser parlante con emergencia del área metropolitana de Bue-
cualquier otro ser parlante, esto es: demos- nos Aires. Hoy en día la organización se ex-
trando que cualquiera es capaz de acción tiende por toda la Argentina, donde cuenta
política. Con respecto al debate en torno a con unas ocho decenas de asambleas veci-
los feminismos de la igualdad o la diferen- nales en distintas provincias y localidades,
cia, puede consultarse: “En la variedad está e incluso se ha replicado en otros países de
el gusto. El feminismo, entre la pluralidad y Latinoamérica.
la reafirmación de los compromisos comu-
7. A lo largo de 2016 se sucedieron vertigino-
nes”, de Granados Barco, Adriana (2016).
samente importantes manifestaciones de
En nuestro abordaje, esta distinción no
mujeres en diferentes países. Entre ellas,
es relevante porque Rancière deja de lado
el 10 de marzo, en Perú, en medio de una
el debate sin salida entre universalidad e
convocatoria de apoyo a la candidatura de
identidad, sosteniendo que: “Mientras que
Keiko Fujimori, irrumpieron centenas de
la policía privatiza el universal y lo fija
jóvenes con las banderas: “¡Somos las hijas
como ley general subsumiendo a los parti-
de las campesinas que no lograste esterili-
culares, la política des-privatiza el universal
zar!” “Esterilización forzada ¡nunca más!”.
y lo vuelve a jugar bajo la forma de una sin-
En Brasil, tras la controvertida asunción de
gularización” (Método). Dicha singulariza-
Michel Temer, las mujeres salieron a las ca-
ción podría estar vinculada a cualquiera de
lles a protestar por el carácter enteramente
esas dos tendencias o inclinaciones.
masculino del nuevo gabinete y a denunciar
3. Las fotografías que no pertenecen ni a Leo- la ilegitimidad del nuevo presidente: "Sin
nardo Majluf ni a Martín Márquez fueron mujeres no hay democracia. Sin feminismo
tomadas por mí en la manifestación de no hay democracia", afirmaban sus carteles.
2016. A principios de octubre, las mujeres polacas
4. Ver: Campaña Nacional por el Derecho al realizaron un paro contra las restricciones
Aborto Legal Seguro y Gratuito < http:// al derecho al aborto. Y ya en enero de 2017,
www.abortolegal.com.ar/> tras la asunción de Donald Trump, en Esta-
5. Cabe mencionar que la primera manifesta- dos Unidos volvieron a ser las mujeres las
ción “Ni una menos” en 2015 tuvo como una protagonistas de las protestas. El 8 de marzo
de sus características novedosas que fue una de 2017, con motivo del Día Internacional de
movilización convocada a través de Twitter la Mujer Trabajadora, las fuerzas feministas
y Facebook, y que resultó un ejemplo de del mundo se nuclearon bajo la sigla PIM

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Lf 43.2 Número especial / Special Issue - Capitalismo, globalización y violencia de género

para llevar a cabo un Paro Internacional De mujer a género: Teoría, interpretación y


de Mujeres, que logró realizarse en 50 paí- práctica feminista en las ciencias sociales. Ed.
ses (Argentina, Australia, Bélgica, Bolivia, María C. Cangiamo y Lindsay Dubois.
Brasil, Chile, Corea del Sur, Costa Rica, la Buenos Aires, Centro Editor de América
República Checa, Ecuador, El Salvador, Es- Latina, 1993: 73-113. Impreso.
cocia, España, Estados Unidos, Inglaterra, ---. Diferencias: Etapas de un camino a través del
Francia, Guatemala, Honduras, Islandia, feminismo, Madrid: Horas y horas, 2000.
Irlanda del Norte, la República de Irlanda, Impreso.
Israel, Italia, México, Nicaragua, Paraguay, Domínguez, Nora, “Tiempo de mujeres”, Pro-
Perú, Polonia, Portugal, República Domini- yecto Num: Recuperemos la imaginación para
cana, Rusia, Suecia, Turquía, Uruguay, en- cambiar la historia. Buenos Aires: Editorial
tre otros). Así, la indignación antipatriarcal Madreselva, 2017: 13-18. Impreso.
recorrió el planeta y esta acción de una en- Granados Barco, Adriana, “En la variedad está
vergadura inédita, hoy posible por la facili- el gusto: El feminismo, entre la pluralidad
tación de las comunicaciones virtuales, re- y la reafirmación de los compromisos co-
vitalizó de un modo novedoso la tradición munes”, Revista CS, 18 (2016): 85-106. Im-
internacionalista del feminismo. preso.
Jacobson, Susan, “Does Audience Participation
on Facebook Influence the News Agen-
Obras citadas
da?: A Case Study of The Rachel Maddow
Abbate, Florencia, “Esta esperanza escandalo- Show.” Journal of Broadcasting & Electronic
sa”. Proyecto Num: Recuperemos la imagina- Media 57.3 (2013): 338-355. Impreso.
ción para cambiar la historia. Buenos Aires: Rancière, Jacques. El desacuerdo: Política y filo-
Editorial Madreselva, 2017: 333-346. Im- sofía. Buenos Aires: Nueva Visión, 1996.
preso. Impreso.
Bellucci, Mabel y Rapisardi, Flavio, “Identidad: ---. Momentos políticos. Buenos Aires: Capital In-
diversidad y desigualdad en las luchas telectual, 2010. Impreso.
políticas del presente”, Teoría y filosofía po- ---. “El método de la igualdad”. Asociación de
lítica: La tradición clásica y las nuevas fronte- amigos del arte y de la cultura de Valla-
ras. Ed. Atilio Borón. Buenos Aires, Con- dolid <http://www.ddooss.org/articulos/
sejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, textos/Jaques_Ranciere.htm> Web.
2001: 192-207. Impreso. ---. “Política, identificación y subjetivación”.
De Lauretis, Teresa. “Sujetos excéntricos: la Revista Metapolítica 8.36 (2004): 26-32. Im-
teoría feminista y la conciencia histórica”. preso.

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