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AMPARO DIRECTO DISPUTA TERRENO AGRARIO

                                        Expediente
___________________ conexo al
__________________

TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA

Y DEL TRABAJO.

EN EL ESTADO DE ___________________.

POR CONDUCTO DEL 53 TRIBUNAL UNITARIO AGRARIO

CON SEDE EN ___________________,


___________________

PRESENTE

           ___________________, mexicano, mayor de


edad, indicando como domicilio para oír y recibir
notificaciones la finca marcada con el número 1230
interior 10, tercer piso, de la Avenida Américas, colonia
Altamira, en la ciudad de ___________________,
___________________, señalando como autorizados
en términos amplios del artículo 12 de la ley de amparo
a los Abogados Antonio Jiménez Díaz y/o Rosío Barajas
Sahagún y para recibir notificaciones a los Licenciados
___________________, ___________________,
___________________, ___________________,
___________________, y ___________________r,
ante Usted, respetuosamente, comparezco a

EXPONER

                         Por mi propio derecho y con


fundamento en lo dispuesto por los artículos 1º, 103,
107 y demás relativos y aplicables de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, 170 fracción
I, 171, 172 fracción III, 174, 175 y demás relativos y
aplicables de la Ley de Amparo en vigor, reglamentaria
de los artículos 103 y 107 de la Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos, ocurro a reclamar el
AMPARO Y PROTECCIÓN DE LA JUSTICIA
FEDERAL a favor del suscrito, en contra de la
sentencia definitiva dictada por el Tribunal
Unitario Agrario del Distrito 53  con sede en
Ciudad Guzmán, ___________________; dictada
el 09 nueve de noviembre  del año 2016, y
notificada personalmente el día 06 seis de
diciembre del mismo año, para lo cual realizo los
siguientes

SEÑALAMIENTOS

                    I.- El nombre y domicilio del quejoso


y de quien promueva en su nombre; ha quedado
debidamente indicado en el proemio de esta demanda.

                  II.- El nombre y domicilio del tercero


interesado; Son los señores María de los Ángeles
Castañeda Cuevas, con domicilio en la finca marcada
con el número 153 de la calle Joaquín Aguirre, colonia
Constituyentes, en Ciudad Guzmán,
___________________; ___________________,
Marcela, Guillermina, Eduardo, Sonia, Pedro, Juan
Gabriel todos de apellidos Juárez Castañeda, con
domicilio procesal en la finca marcada con el número
19 de la calle Zaragoza, colonia Centro en Ciudad
Guzmán, ___________________.
                  III.- La autoridad responsable; es el
Tribunal Unitario Agrario del Distrito 53, con sede en
Ciudad Guzmán, ___________________.

                    IV.- Acto reclamados; Es la sentencia


definitiva dictada en el expediente
___________________ conexo del expediente
___________________, tramitado ante el Tribunal
Unitario Agrario del Distrito 53 con sede en Ciudad
Guzmán, en el estado de ___________________, el
cual conoció del juicio de conflicto relacionado con la
tenencia de la tierra respecto de las parcela identificada
con el número ___________________ Z1
___________________ubicada en el ejido de Ciudad
Guzmán, ___________________; mediante el cual el
suscrito ejercité acción de usucapión respecto de la
parcela referida en contra de la C. María de los Ángeles
Castañeda Cuevas, sentencia que declaro improcedente
la acción ejercitada por el quejoso.

                    V.- La fecha en que se haya notificado


la sentencia definitiva, laudo o resolución que
hubiere puesto fin al juicio, o la fecha en que haya
tenido conocimiento del mismo; La sentencia
impugnada fue notificada personalmente el día 06 seis
de diciembre del año 2016.
                    VI.- Los preceptos que, conforme a la
fracción I del artículo 1o de esta Ley, contengan
los derechos humanos cuya violación se reclame;
y;

                        Se violan en mi perjuicio los artículos


1°, 14, 16 y 17 de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, así como el 8 y 25 de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos.

Artículo 1o. En los Estados Unidos Mexicanos


todas las personas gozarán de los derechos
humanos reconocidos en esta Constitución y en
los tratados internacionales de los que el Estado
Mexicano sea parte, así como de las garantías para
su protección, cuyo ejercicio no podrá restringirse ni
suspenderse, salvo en los casos y bajo las condiciones
que esta Constitución establece.

Las normas relativas a los derechos humanos se


interpretarán de conformidad con esta Constitución y
con los tratados internacionales de la materia
favoreciendo en todo tiempo a las personas la
protección más amplia.
Todas las autoridades, en el ámbito de sus
competencias, tienen la obligación de promover,
respetar, proteger y garantizar los derechos
humanos de conformidad con los principios de
universalidad, interdependencia, indivisibilidad y
progresividad. En consecuencia, el Estado deberá
prevenir, investigar, sancionar y reparar las
violaciones a los derechos humanos, en los
términos que establezca la ley.

Artículo 14. “A ninguna ley se dará efecto


retroactivo en perjuicio de persona alguna”

“Nadie podrá ser privado de la libertad o de sus


propiedades, posesiones o derechos, sino mediante
juicio seguido ante los tribunales previamente
establecidos, en el que se cumplan las formalidades
esenciales del procedimiento y conforme a las Leyes
expedidas con anterioridad al hecho”.

 
Artículo 16. “Nadie puede ser molestado en su
persona, familia, domicilio, papeles o posesiones, sino
en virtud de mandamiento escrito de la autoridad
competente, que funde y motive la causa legal del
procedimiento.”

Artículo 17. Ninguna persona podrá hacerse justicia


por sí misma, ni ejercer violencia para reclamar su
derecho.

Toda persona tiene derecho a que se le


administre justicia por tribunales que estarán
expeditos para impartirla en los plazos y términos
que fijen las leyes, emitiendo sus resoluciones de
manera pronta, completa e imparcial. Su servicio
será gratuito, quedando, en consecuencia, prohibidas
las costas judiciales.

El Congreso de la Unión expedirá las leyes que regulen


las acciones colectivas. Tales leyes determinarán las
materias de aplicación, los procedimientos judiciales y
los mecanismos de reparación del daño. Los jueces
federales conocerán de forma exclusiva sobre estos
procedimientos y mecanismos…

…Las leyes federales y locales establecerán los medios


necesarios para que se garantice la independencia de
los tribunales y la plena ejecución de sus resoluciones.

De la Convención Americana Sobre Derechos


Humanos

Artículo 8 CADH.  Garantías Judiciales

1. Toda persona tiene derecho a ser oída, con


las debidas garantías y dentro de un plazo
razonable, por un juez o tribunal
competente, independiente e imparcial,
establecido con anterioridad por la ley, en
la sustanciación de cualquier acusación penal
formulada contra ella, o para la determinación
de sus derechos y obligaciones de orden civil,
laboral, fiscal o de cualquier otro carácter.

Artículo 25. Protección Judicial

1. Toda persona tiene derecho a un recurso


sencillo y rápido o a cualquier otro recurso
efectivo ante los jueces o tribunales
competentes, que la ampare contra actos
que violen sus derechos fundamentales
reconocidos por la Constitución, la ley o la
presente Convención, aun cuando tal
violación sea cometida por personas que
actúen en ejercicio de sus funciones
oficiales.

2. Los Estados Partes se comprometen:


3. a) a garantizar que la autoridad competente
prevista por el sistema legal del Estado decidirá
sobre los derechos de toda persona que
interponga tal recurso;
4. b) a desarrollar las posibilidades de recurso
judicial, y
5. c) a garantizar el cumplimiento, por las
autoridades competentes, de toda decisión en
que se haya estimado procedente el recurso.

 CONCEPTOS DE VIOLACIÓN.

1. VIOLACIONES EN CUANTO AL FONDO

1. Cómputo incorrecto para entender por


consumada la posesión.

 
Una de las partes torales que utiliza la autoridad
responsable al momento de dictar la sentencia
definitiva es el cómputo de menos de diez años para
tener por acreditada la usucapión, dice entonces que al
faltar algunos meses por haberla interrumpido con la
presentación de la demanda, no se puede tener por
consumada.

Ahora bien, si analizamos la literalidad del artículo 48


de la Ley Agraria, encontramos que literalmente reza:

Artículo 48.- Quien hubiere poseído tierras ejidales, en


concepto de titular de derechos de ejidatario, que no
sean las destinadas al asentamiento humano ni se trate
de bosques o selvas, de manera pacífica, continua y
pública durante un período de cinco años si la posesión
es de buena fe, o de diez si fuera de mala fe, adquirirá
sobre dichas tierras los mismos derechos que cualquier
ejidatario sobre su parcela.

De la lectura literal del artículo en cuestión, se


desprenden los siguientes elementos:

1. La posesión de tierras ejidales


2. En concepto de titular de derechos de ejidatario
3. Que no sean destinadas al asentamiento
humano
4. Que no se trate de bosques o selvas
5. De manera paífica, continua y pública
6. Durante un periodo de cinco años si la posesión
es de buena fe
7. O diez años si fuera de mala fe
8. Produce los mismos derechos que cualquier
ejidatario sobre su parcela

Al hacer análisis de las variantes encontramos:

1. La posesión de tierras ejidales


2. En concepto de titular de derechos ejidales
3. De manera pacífica, pública y continua
4. Por un término de cinco años si la posesión es
de buena fe
5. O diez si es de mala fe
6. Otorga los mismos derechos que al ejidatario
sobre la parcela

Excluimos los supuestos:

1. Tierras para asentamientos humanos;


2. Tierras en áreas de bosques o selvas

En razón de que, en el caso que nos ocupa, así como de


la declaración de los testigos e inspección ocular se
pudo advertir que la parcela es para fines estrictamente
agrícola.

Por otra parte, con relación a los elementos de la acción


de usucapión, entendemos que:

1. Se acreditó la posesión:

Mediante la declaración de los testigos que dijeron que


el suscrito dedico la parcela al cultivo de maíz, en la
que incluso uno de los atestes declaró que, en algún
tiempo él me rentó la parcela para él cultivar ese
producto; así mismo, de la contestación de la demanda,
se advierte que la demandada reconoció que el suscrito
tengo la posesión, por otra parte, en el expediente
___________________, conexo al presente del mismo
Tribunal de Distrito Agrario número 53, con sede en
Ciudad Guzmán, ___________________, los ahí
actores, aquí terceros interesados, hijos de la cedente,
me reclaman la devolución de la posesión de la parcela,
con lo que reconocen que el suscrito soy quien la
mantengo en posesión desde la fecha de compra, la
cual reconocen en todos sus aspectos.

1. En concepto de titular de derechos ejidales


Se acreditó este elemento mediante la exhibición del
contrato de cesión de derechos parcelarios, celebrado
entre la señora María de los Angeles Castañeda Cuevas
y el aquí quejoso, con fecha 2 de septiembre del año
2004. La posesión es en concepto de titular, contrario a
lo que sostiene la responsable, en virtud de que
pactamos el precio de la enajenación que fue onerosa,
el suscrito acredité entonces haber cubierto el precio,
además de que socialmente he sido reconocido como el
titular de la parcela, lo que así fue aseverado en el
interrogatorio que contestaron los testigos así como con
las constancias del juicio conexo
___________________ en el que los ahí actores, acá
terceros interesados me reclaman la nulidad de la
cesión y devolución de la parcela.

1. De manera pacífica, pública y continua.

Se desprende del contrato de cesión de derechos


parcelarios, fechado el 2 de septiembre del año 2004,
que el aquí quejoso adquirí en esa fecha de manera
pacífica, ya que el ingresar a utilizar la parcela derivó
de un contrato, en el que libre y espontáneamente la
señora María de los Ángeles Castañeda Cuevas,
acompañada incluso de una de sus hijas, quien firmó
como testigo de la enajenación, al realizar el pago del
precio pactado, me entregaron la posesión de la
parcela. Ha sido pública porque los avecindados así lo
reconocieron, como lo pudieron aseverar los testigos y
continua, porque no ha sido motivo de interrupción, lo
que puede también se demostró con el interrogatorio
articulado a los testigos, además de la presunción que
se otorga a mi favor, atento a lo dispuesto por el
artículo 801 del código civil federal que dispone que si
se demuestra que actualmente una persona ejerce la
posesión y se demuestra que se tuvo en el pasado, se
presume que se tuvo en el tiempo intermedio.

1. Por un término de cinco años, si la posesión es


de buena fe.

En este punto particular es donde existe una indebida


interpretación de parte de la autoridad responsable, en
virtud de que, a pesar de que del contenido literal del
contrato, que no fue objetado con ningún medio
probatorio, se demostró que el inicio de la posesión fue
el contrato de cesión de derechos parcelarios a título
oneroso.

Aquí, las normas de aplicación supletoria a la legislación


agraria fueron inadvertidas por la responsable, en
virtud de que, en primer término, el artículo 807 del
código civil federal dispone:
Artículo 807.- La buena fe se presume siempre; al que
afirme la mala fe del poseedor le corresponde probarla.

En el caso que nos ocupa, el aquí quejoso tengo la


presunción a mi favor de la buena fe, recayendo
entonces en los terceros interesados la carga de
demostrar la mala fe. Así pues, se puede apreciar del
contenido de la sentencia que esto fue desatendido por
la responsable y que no existe prueba alguna de la
existencia de mala fe.

Por su parte, en lo tocante a las definiciones de buena y


mala fe, el artículo 806 del mismo cuerpo normativo
dispone:

Artículo 806.- Es poseedor de buena fe el que entra en


la posesión en virtud de un título suficiente para darle
derecho de poseer. También es el que ignora los vicios
de su título que le impiden poseer con derecho.

Es poseedor de mala fe el que entra a la posesión sin


título alguno para poseer; lo mismo que el que conoce
los vicios de su título que le impiden poseer con
derecho.
Entiéndese por título la causa generadora de la
posesión.

El primer párrafo del artículo en comento deja entonces


claro que, es poseedor de buena fe quien tiene un título
suficiente para darle derecho a poseer. En el caso que
nos ocupa, el título para poseer fue el contrato de
cesión de derechos parcelarios, de fecha 2 de
septiembre del año 2004. El título es suficiente porque
la titular de los derechos parcelarios, quien adquirió de
su esposo los mismos derechos, fue quien transmitió al
suscrito todas las prerrogativas que el causante tenía
sobre la parcela, luego entonces el quejoso tengo título
suficiente para poseer.

En consecuencia de lo anterior, la posesión que he


mantenido desde el 2 de septiembre del año 2004 dio
lugar a la usucapión que se consumó el día 1 de
septiembre del año 2009. Así pues, si en mayo del año
2014 reclamé la declaración de usucapión, ésta se
tendrá por cumplida por esa misma razón.

Ad cautelam señalo además de que, el hecho de que


hubiese presentado la demanda de declaración de
usucapión en el mes de mayo del año 2014, no existe
medio alguno para declarar por interrumpida la
posesión, ya que la única forma de interrumpirla es con
sentencia definitiva que así lo hubiese hecho o, por vía
de hechos alguien hubiese impedido al suscrito que
continuara con la misma, lo que en la especie no
acontece.

1. Diez años si es de mala fe.

No estamos en el supuesto de que la posesión sea de


mala fe, sin embargo, a pesar de que ello no se
actualice, es necesario determinar que, el hecho de que
el suscrito hubiese solicitado la declaración de
usucapión, ello no constituye un medio para interrumpir
la posesión. En el criterio que cito a continuación,
incluso los Tribunales Colegiados han llegado a
reconocer que no únicamente la posesión actual es
suficiente para tener por demostrada la usucapión, ello
es así porque incluso si una persona posee bienes y ya
había operado a su favor antes de la privación de la
misma, ello dará derecho a que se haga la declaratoria
judicial de consumada la prescripción adquisitiva. El
criterio a que me refiero es el que cito a continuación:

PRESCRIPCIÓN POSITIVA EN MATERIA AGRARIA. CASO


DE EXCEPCIÓN EN QUE NO ES NECESARIO DETENTAR
LA POSESIÓN ACTUAL DEL BIEN INMUEBLE AL
MOMENTO DE EJERCITAR LA ACCIÓN.[1]
En términos generales, la posesión requerida para el
ejercicio de la acción de prescripción debe ser actual, es
decir, debe tenerse en el momento de su ejercicio,
teniendo en cuenta que uno de sus elementos,
conforme al artículo 48 de la Ley Agraria, es la
continuidad en la posesión. Sin embargo, existe un
caso de excepción, en virtud de que en el artículo 1168,
fracción I, del Código Civil para el Distrito Federal en
Materia Común y para toda la República en Materia
Federal, de aplicación supletoria en materia agraria,
aparece como una de las causas de interrupción de la
prescripción, el que el poseedor sea privado de la
posesión de la cosa o el goce del derecho por más de
un año, de donde se desprende que cuando se da
este supuesto normativo, el poseedor tiene
todavía el derecho de promover la acción de
prescripción positiva, respecto del bien inmueble
que tenía en posesión, dentro del término
señalado; y considerando dicho caso de
excepción, del análisis del acervo probatorio se
deberá determinar si en la situación jurídica
planteada se dan los elementos de la prescripción
a que se refiere el artículo 48 de la Ley Agraria,
sin dejar de observar el origen de la posesión, por
parte del quejoso, y la fecha en que perdió la
posesión del bien materia de la prescripción,
relacionado con la fecha en que ejercitó dicha
acción, para efectos del cómputo del término a que se
refiere el aludido artículo 1168, fracción I, del Código
Civil supletorio.

2. Incorrecta interpretación del término


“causa generadora de la posesión” como
uno de los elementos a acreditar en el
ejercicio de la acción de prescripción
positiva.

                        Considero violatorio de mi Derecho


Humano al debido proceso la resolución del Tribunal
Agrario, en virtud que él mismo desacredita la acción
intentada por la ahora Quejosa, determinando que la
pretensión del suscrito ___________________, es
decir, en la acción de prescripción adquisitiva que
ejercité no demostré que operó en mi favor dicha
prescripción, al no haber acreditado la causa
generadora de la posesión que dije tener por diez años
sobre la parcela en cita, incumpliendo con el artículo 48
de la Ley Agraria.  El cual aun cuando no exige un
“justo título” para poseer, sí requiere que se acredite la
causa generadora de la posesión, pues ello es necesario
para conocer la calidad con la que se ejerce. Afirmando
que el actor ___________________ no demostré
poseer la parcela en concepto de titular de la misma, ya
que el acto jurídico mediante el cual obtuve la posesión
del bien inmueble que pretendí usucapir fue declarado
nulo, mediante sentencia dictada en el diverso juicio
agrario ___________________, que se tramitó ante el
mismo Tribunal.

                        Interpretación falaz que contraviene lo


dispuesto por el artículo en cita, toda vez que contrario
a las apreciaciones del Tribunal, el cual determina que
al dejar de surtir efectos el documento fundatorio de la
acción (convenio de cesión de derechos parcelarios  que
exhibió el suscrito) conlleva a dejar sin efecto las
demás acciones intentadas, e incluso las situaciones de
facto que han imperado durante más de 10 años; pues
hace referencia a la nulidad del título que origina la
posesión, en virtud de no haberse cumplido lo
dispuesto por el artículo 80 de la Ley Agraria, que
establece el derecho del tanto, es decir, por omitir
notificar dicha enajenación a los hijos de la enajenante,
ahora demandada, lo que trae como consecuencia la
nulidad del mismo y los efectos que produjo.
Interpretación alejada de la normatividad agraria y
jurisprudencia que  ha emitido la Corte respecto del
significado del término causa generadora de la
posesión y los alcances de ésta. Pues, aun cuando se
actualizara la omisión del requisito de notificación del
derecho al tanto, esto no implica que a pesar, de dicha
deficiencia en el acto que dio origen a la posesión, el
acto jurídico no haya existido, situación plenamente
acreditada con el contrato que se exhibió como
documento fundatorio y con el conjunto de los diversos
medios probatorios y por las presunciones que la
juzgadora ha advertido. Sin embargo, he de resaltar
que el aviso del derecho del tanto, a que se refiere el
artículo 80 de la Ley Agraria, fue asumido
contractualmente como carga de la cedente, no
obstante, este hecho no afecta la calidad de la posesión
originaria a título de dueño que detento el quejoso
respecto de la parcela en cuestión, dado que a pesar de
que al título que es causa generadora de la posesión
pueda ser imperfecto, por la notificación, existen
otros elementos que sirven para probar tanto la
existencia del consentimiento, como la ejecución
del acto jurídico, a saber, la entrega del
certificado parcelario original, la posesión del
inmueble y el respeto de dicha posesión, en tanto
que no hubo una acción jurídica por parte de los
hijos de la demandada, aquí tercera interesada
demostrando así, el consentimiento tácito.
No menos importante, es hacer notar que el  suscrito
desde el momento que en que celebre el contrato de
enajenación de derechos parcelarios de fecha 02 de
septiembre del año 2004 dos mil cuatro, con la señora
María de los Ángeles Castañeda Cuevas respecto de la
parcela número ___________________ ZI
___________________en el Ejido de esta Ciudad, con
una superficie de  05-85-06.79 cinco hectáreas ochenta
y cinco áreas y cero seis punto setenta y nueve
centiáreas, mantuve la creencia suficientemente
fundada de mantener el dominio y disposición del bien,
creencia que además que distintos criterios
jurisprudenciales refieren que debe ser seria y
descansar en un error insuperable de la persona;
siendo lo anterior suficiente para acreditar que el
quejoso he mantenido la posesión durante más de diez
años en concepto de titular de derechos de ejidatario,
lo que no implica que esa situación de facto deje de
existir al declarar la supuesta nulidad del contrato con
el que he venido ostentando la calidad de titular de la
parcela en mención.

Existe entonces, una serie de hechos que del suscrito


muestra los principios de ejecución del negocio, que
consisten en la  firma del contrato de cesión de 
derechos parcelarios, la ratificación del mismo ante
fedatario público, lo que le da fecha cierta al acto
jurídico y la entrega y respeto de la posesión en favor
del actor suscrito, así como el pago del precio pactado
en la operación, y éstos en conjunto son una clara
evidencia de la existencia y perfección del acto jurídico,
al haber acordado en precio y condiciones, haberse
pagado el precio, y haber entregado el objeto del
contrato.

Cabe mencionar que si bien es necesario un título del


que derive la posesión originaria y que dicho título sea
traslativo de dominio, el contrato de compraventa
ofrecido es de fecha cierta y su objeto es un bien cierto
y determinado, y resulta, por lo tanto, apto para
acreditar que el cesionario posee a título de dueño,
elemento esencial de la usucapión, toda vez que el
actor detenta la posesión a manera de propietario en
virtud de un título cuya finalidad fue la transmisión
permanente de la propiedad, realidad que no se altera
con la incapacidad de exhibir los comprobantes de
pago, porque que ello es materia del cumplimiento del
contrato, y no modifica la naturaleza del mismo; por
ende son evidentes la voluntad del enajenante de
transmitir la titularidad de la parcela materia del
presente juicio y, en consecuencia, el origen de la
posesión originaria.
PRESCRIPCIÓN ADQUISITIVA. EL CONTRATO DE
COMPRAVENTA ES UN MEDIO APTO PARA
ACREDITAR LA POSESIÓN EN CONCEPTO DE
DUEÑO, AUN CUANDO SE ENCUENTRE PENDIENTE
DE SATISFACER EL PAGO RESPECTIVO.[2]

Para demostrar la posesión en concepto de dueño es


necesario acreditar la existencia de un título del que se
derive la posesión originaria, es decir, de un título cuya
naturaleza sea traslativa de dominio; por consiguiente,
si el contrato de compraventa, cuando es de fecha
cierta y tratándose de un bien cierto y determinado,
tiene tal carácter, es inconcuso que es apto para
acreditar que el comprador posee a título de dueño,
resultando irrelevante la falta de pago del precio, pues
ese incumplimiento no afecta el carácter de la posesión
originaria del comprador, la cual se detenta en virtud
de un título cuya finalidad es la transmisión
permanente de la propiedad, misma que no se altera
por la omisión en el pago, toda vez que ello es materia
del cumplimiento del contrato, que no modifica su
naturaleza y, por ende, la de la posesión originaria.

                        En efecto, no pueden soslayarse las


consecuencias que en el mundo fáctico acarrea la
celebración de un contrato de un contrato de cesión de
derechos parcelarios, pues la e notificación del derecho
al tanto a los hijos de la enajenante fue deber de la
cedente, no del suscrito, lo que por otra parte no
impide  alcanzar los beneficios derivados del acto
celebrado, como son la posesión y disfrute de la parcela
en mención, quien reitero adquirí de buena fe, al
mantener la creencia que con la celebración del
contrato de enajenación de derechos parcelarios, la
ratificación del mismo, precio pactado y la forma de
pagos, eran condiciones suficientes para considerarme
titular de la parcela en mención.

                        Por los razonamientos expuestos, no


necesariamente es dable calificar a ese acto jurídico
como inexistente, sino como afectado de nulidad
relativa, esto es, susceptible de ser confirmado o
convalidado por el titular del derecho, toda vez que
considerar lo contrario sería como desconocer los
efectos que produjo en la vida real que son la posesión
y disfrute del inmueble motivo del contrato por parte
del quejoso, ignorando que ésta se colocó en esa
situación por su propia voluntad y riesgo.

                        Ahora, suponiendo sin conceder, que el


contrato de cesión de derechos no fuera un título justo
para demostrar la calidad de poseedor de buena fe, ello
no implica que el suscrito no haya acreditado la causa
generadora de dicha posesión, pues la celebración del
contrato aludido mediante fecha 02 de septiembre del
año 2004 dos mil cuatro con la señora María de los
Ángeles Castañeda Cuevas respecto de la parcela
número ___________________ ZI
___________________en el Ejido de esta Ciudad, con
una superficie de  05-85-06.79 cinco hectáreas ochenta
y cinco áreas y cero seis punto setenta y nueve
centiáreas, fue el acto que dio origen a que el quejoso
mantuviera la posesión sobre la parcela en mención. De
ahí que sea inconcuso pretender aseverar que con la
declaración de nulidad de dicho contrato en el juicio
diverso ___________________ se interrumpa el plazo
de 10 diez años para usucapir; pues no se puede
desconocer los efectos que se produjo con la
celebración del mismo, como son la posesión y disfrute
de la parcela por parte del suscrito, usucapión que
reitero ya estaba consumada al 1 de septiembre del
año 2009.

                        Así las cosas, en el caso que nos


ocupa, la acción de usucapión que ejercité en el
juicio natural tiene sustento en la causa
generadora de la posesión que he venido
detentando en concepto de titular de la parcela
citada, así mismo ha sido de forma pacífica,
pública y de buena, características que  quedaron
debidamente demostradas con la declaración de
los testigos ofertados por el suscrito en el juicio
natural, así como  en actuaciones. Resulta violatorio
del derecho a la tutela judicial efectiva y a la
Administración de Justicia Plena e Imparcial, el hecho
que el Tribunal unitario Agrario del Distrito 53 hubiere
sustentado parte de la resolución en la interpretación
que dista de lo establecido por la normatividad agraria
negando eficacia y valor probatorio al documento
fundatario de mi acción.

3. Indebida valoración de las pruebas.

       El Tribunal responsable hace una indebida


valoración de las pruebas aportadas, constituyendo
esta conducta violación a las formalidades esenciales
del procedimiento derivadas del Artículo 14
Constitucional, tomando en cuenta que en el capítulo
de valoración de pruebas le otorga valor probatorio al
contrato de enajenación de derechos parcelarios pero al
momento de considerar si la acción de prescripción
adquisitiva es procedente, determina que no se acredito
que la posesión que ostenta el suscrito sea a título de
dueño.  Es así, porque de la foja 88 y 89 de la
sentencia que se combate, se advierte que el Tribunal
arriba a la conclusión de que el actor
___________________ no demostró que posee la
parcela con ánimo de titular de esos derechos en razón
de que el acto jurídico mediante el cual obtuvo la
posesión de bien a usucapir fue declarado nulo en el
diverso juicio agrario ___________________; además
que no acreditó e actor el haber cumplido con el pago
total por la compraventa de la parcela, por lo que dice
no le generó ningún derecho. Análisis que resulta
contradictorio, pues reitero, en el capítulo de valoración
de pruebas le otorga valor al mismo, y sin embargo al
analizar la procedencia de la acción refiere que aun
cuando la actora exhibió dicho contrato de enajenación
de derechos parcelarios que genero la posesión en la
parcela, ésta no se acredita , esto a pesar, de que no
solo los testigos fueron coincidentes en afirmar que la
mantiene el quejoso, sino que también la demandada
María De los Ángeles Castañeda Cuevas y los testigos
ofertados por ésta reconocieron que el quejoso
mantengo la posesión de forma pacífica, continua y
pública, resultando contradictoria dicha sentencia.
Tanto en lo relativo al pago íntegro de la cantidad
pactada entre la cedente y el suscrito, que cubrí en su
totalidad, como en lo referente al deber que era carga
directa de la cedente, ello es así porque a pesar de que
las pruebas en materia agraria pueden ser valoradas
por el Tribunal bajo principio de verdad sabida y buena
fe, ella no existe en el caso que nos ocupa.

                        La razón de la afirmación vertida en el


párrafo anterior es que, por una parte, con relación al
pago de la suma acordada como precio de la operación,
el Tribunal responsable dijo que, únicamente se
tuvieron por hechos dos pagos:

1. El de $400,000.00 cuatrocientos mil pesos


00/100 moneda nacional que se desprende del
contrato de cesión de derechos parcelarios;

1. Los $700,000.00 setecientos mil pesos 00/100


moneda nacional que se desprenden del cheque
cuya póliza fue exhibida al sumario;

                        Sin embargo, el último pago,


consistente en los $100,000.00 cien mil pesos 00/100
moneda nacional, entregados en efectivo contra la
exhibición del certificado parcelario original, el cual fue
desconocido por el Tribunal responsable.
                        Así, este primer rubro quedó
demostrado incluso con la exhibición del certificado
parcelario original que tengo el poder el aquí quejoso.

                        Con relación al segundo aspecto, esto


es, la demostración de que la carga para cumplir con
las obligaciones derivadas del artículo 80 de la Ley
Agraria corría a cuenta de la cedente, deslindando así
esa responsabilidad al suscrito quejoso, lo que
desatendió completamente la autoridad responsable. Lo
anterior se desprende de la cláusula sexta que se hizo
valer en la contestación de demanda que, el Tribunal de
la causa desatendió.

4. Violación del principio de congruencia


externa del dictado de sentencias.

                        Con la resolución que se combate por


esta vía constitucional, queda claro que la afectación a
los derechos y principios de legalidad, lo que pretende
es obtener la regularidad constitucional, sobre todo en
observancia del principio de congruencia de las
sentencias. Ello es así porque atender de manera
puntual y clara a las exigencias, requisitos y principios
del orden constitucional y convencional en materia de
derechos humanos nos lleva a una sana administración
de justicia.

                        La interpretación integral de los


artículos invocados en el apartado de fundamentos,
lleva a concluir que los derechos y principios contenidos
en Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos y en la Convención Americana sobre
Derechos Humanos, tienen por objeto la tutela judicial
efectiva, la cual se consigue si y solo si los tribunales
cumplen con el papel impuesto por los tribunales
constitucionales e internacionales en materia de
derechos humanos.

           En el caso que nos ocupa, si el órgano


jurisdiccional hace caso omiso a los conceptos de
violación señalados de manera puntual y que se
desprenden del sumario, la administración de justicia
no será completa, lo que contravendría el artículo 17 de
la Carta Fundamental Mexicana, en correlación con los
arábigos 8 y 25 de la Convención Americana sobre
Derechos Humanos.
                       Lo anterior cobra aplicación al realizar
un análisis de la sentencia que se combate, en la que el
Tribunal Unitario Agrario realiza violaciones
sistemáticas a los derechos del suscrito como
recurrente, en virtud del dictado de la sentencia, por
una parte, se dejaron de analizar pruebas ofrecidas y
desahogadas legalmente, manifestando que con las
mismas no se acreditó por parte del hoy quejoso que
éste ha venido manteniendo la posesión de la parcela
materia del juicio y, por otra, se les otorga valor
probatorio para condenarlo a la entrega física y
material de la parcela a favor de la demandada María
de los ángeles Castañeda Cuevas. Ellos es así en razón
de que de la lectura de la sentencia se advierte en
reiterados apartados que el Tribunal desconoce la
posesión que ostenta el quejoso, pero resulta
contradictorio al afirmar que de los medios de
convicción aportados se desprende que el suscrito
___________________ invade con su siembra de maíz
la propiedad del Gobierno del Estado en donde se
encuentra el Centro Integral de Justicia Regional
CEINJURE de la zona sur decretando dejarle a éste
último sus derechos a salvo para hacerlos valer por
cuerda separada.
            Además declara en la foja 91, que al no
proceder la acción reconvencional de recisión de
nulidad de contrato de cesión de derechos agrarios
celebrada el dos de septiembre de 2004, sobre la
parcela identificada con el número
___________________ Z1 P101/14  perteneciente al
ejido de Ciudad Guzmán, ___________________,
quedando sin materia el presente contrato porque dicho
contrato dejo de surtir efectos, mediante sentencia
1___________________, en el cual se ordenó a
restituirse las prestaciones que se hubieren hecho, es
decir, el comprador a entregar a la vendedora la
parcela materia del contrato y en cambio la vendedora
entregar las cantidades recibidas, esto es la cantidad de
$400,000.00 cuatrocientos mil pesos y la segunda
$700,000.00 setecientos mil pesos 00/100 moneda
nacional como se desprende de la póliza de cheque de
fecha 24 de septiembre de 2004 a cargo de la
institución de Crédito denominada BBVA Bancomer a
favor de la demandada María de los

                        Luego entonces, el hecho de que de


igual manera resulta completamente incongruente el
Considerando octavo (foja 87, 88, 89 y 90 de la
sentencia) de la sentencia del expediente
___________________ pues en esta no se me
reconoce el carácter de poseedor de la parcela
materia del juicio, mientras que en la sentencia del
conexo ___________________ resultando segundo (la
cual se me condenó a cumplir) me condena a la
entrega de la posesión de la parcela a la C. María
de los Ángeles Castañeda Cuevas; así las cosas, queda
demostrado claramente que resulta ilógico el contenido
de dicha sentencia, pues en una me condena a la
entrega de la parcela sobre la que mantengo la
posesión y   en el diverso declaran que no acredite
mantener la posesión del inmueble.

5. Inconstitucionalidad e inconvencionalidad
del artículo 80 de la Ley Agraria.

                        La Convención Americana sobre


Derechos Humanos, en su artículo 21, Derecho a a la
Propiedad, establece:

1. Toda persona tiene derecho al uso y goce de


sus bienes. La ley puede subordinar tal uso y
goce al interés social.
2. Ninguna persona puede ser privada de sus
bienes, excepto mediante el pago de
indemnización justa, por razones de utilidad
pública o de interés social y en los casos y
según las formas establecidas por la ley.
3. Tanto la usura como cualquier otra forma de
explotación del hombre por el hombre, deben
ser prohibidas por la ley.

                        El Pacto Internacional de Derechos


Económicos, Sociales y Culturales, en su artículo 4º
establece:

Artículo 4

Los Estados Partes en el presente Pacto reconocen que,


en el ejercicio de los derechos garantizados conforme al
presente Pacto por el Estado, éste podrá someter tales
derechos únicamente a limitaciones determinadas por
ley, sólo en la medida compatible con la naturaleza de
esos derechos y con el exclusivo objeto de promover el
bienestar general en una sociedad democrática.

                        Por su parte, el artículo 27 de la


Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos,
en su fracción VIII, párrafo tercero, establece:

La ley, con respeto a la voluntad de los ejidatarios y


comuneros para adoptar las condiciones que más les
convengan en el aprovechamiento de sus recursos
productivos, regulará el ejercicio de los derechos de los
comuneros sobre la tierra y de cada ejidatario sobre su
parcela. Asimismo establecerá los procedimientos por
los cuales ejidatarios y comuneros podrán asociarse
entre sí, con el Estado o con terceros y otorgar el uso
de sus tierras; y, tratándose de ejidatarios, transmitir
sus derechos parcelarios entre los miembros del
núcleo de población; igualmente fijará los requisitos
y procedimientos conforme a los cuales la asamblea
ejidal otorgará al ejidatario el dominio sobre su
parcela. En caso de enajenación de parcelas se
respetará el derecho de preferencia que prevea la
ley.

                        Del análisis de las previsiones


internacionales, tenemos:

1. La Convención Americana sobre Derechos


Humanos protege la propiedad privada;
2. La Convención Americana permite subordinar el
uso y goce de la propiedad privada al interés
social;
3. La Convención Americana prevé que en caso de
privación de la propiedad, deba darse una justa
indemnización al afectado;
4. La explotación del hombre por el hombre debe
estar prohibida por la ley;
5. El Pacto de Derechos Económicos, Sociales y
Culturales diseña un esquema de afectación a
derechos en tanto constituyan medidas
compatibles con la naturaleza de los derechos y
con el objeto de promover el bienestar general
de la sociedad democrática.

                        Ahora bien, el dictado de nuestra


Constitución en materia de enajenaciones de derechos
parcelarios dispone:

1. Se permite a los ejidatarios transmitir sus


derechos entre miembros del núcleo de
población;
2. Se respetará el derecho de preferencia que
establezca la ley;
3. Permite a ejidatarios obtener el dominio pleno
sobre su parcela;

                        Por su parte, el artículo 80 de la Ley


Agraria, en vigor al momento de la celebración del
contrato, disponía
Artículo 80.- Los ejidatarios podrán enajenar sus
derechos parcelarios a otros ejidatarios o avecindados
del mismo núcleo de población.

Para la validez de la enajenación a que se refiere este


artículo bastará la conformidad por escrito de las partes
ante dos testigos y la notificación que se haga al
Registro Agrario Nacional, el que deberá expedir sin
demora los nuevos certificados parcelarios. Por su
parte, el Comisariado Ejidal deberá realizar la
inscripción correspondiente en el libro respectivo.

El cónyuge y los hijos del enajenante, en ese órden,


gozarán del derecho del tanto, el cual deberán ejercer
dentro de un término de treinta días naturales contados
a partir de la notificación, a cuyo vencimiento caducará
tal derecho. Si no se hiciera la notificación, la venta
podrá ser anulada.

                        El artículo en comento, en particular


con relación a los avisos del derecho del tanto, ha sido
el que ha tenido más reformas, de un total de ocho,
este ha sido modificado en dos ocasiones, el único que
así lo ha sufrido.
                        La primera reforma fue la del 17 de
abril del año 2008 para quedar en los términos
siguientes:

Artículo 80. Los ejidatarios podrán enajenar sus


derechos parcelarios a otros ejidatarios o avecindados
del mismo núcleo de población.

Para la validez de la enajenación se requiere:

1. a) La manifestación de conformidad por escrito


de las partes ante dos testigos, ratificada ante
fedatario público;
2. b) La notificación por escrito al cónyuge,
concubina o concubinario y los hijos del
enajenante, quienes, en ese orden, gozarán del
derecho del tanto, el cual deberán ejercer
dentro del término de treinta días naturales
contados a partir de la notificación a cuyo
vencimiento caducará tal derecho. Será
aceptable para este efecto la renuncia
expresada por escrito ante dos testigos e
inscrita en el Registro Agrario Nacional, y
3. c) Dar aviso por escrito al comisariado ejidal.

Realizada la enajenación, el Registro Agrario Nacional,


procederá a inscribirla y expedirá los nuevos
certificados parcelarios, cancelando los anteriores. Por
su parte, el comisariado ejidal deberá realizar la
inscripción correspondiente en el libro respectivo.

                        De esta forma se reconoció la


posibilidad de realizar la enajenación con el requisito de
notificar a los interesados, que estos comparecieran
ante fedatario o testigos a expresar su renuncia y
eliminó la posibilidad de anulación de la operación
cuando no se cumpliera con ese requisito.

                        Por último, el 19 de diciembre del año


2016 se realizó una modificación más al artículo en
cuestión, el cual quedó de la forma siguiente:

1. b) La notificación por escrito al cónyuge,


concubina o concubinario y los hijos del
enajenante, quienes, en ese orden, gozarán del
derecho del tanto, el cual deberán ejercer
dentro del término de treinta días naturales
contados a partir de la notificación a cuyo
vencimiento caducará tal derecho. Será
aceptable para este efecto la renuncia
expresada por escrito ante dos testigos e
inscrita en el Registro Agrario Nacional. En caso
de que se desconozca el domicilio o ubicación
de las personas que gozan del derecho del
tanto, se procederá en términos de lo dispuesto
por el párrafo tercero del artículo 84 de esta
Ley, y

                        De esta forma, se puede ver que, se


va flexibilizando la situación de los avisos con relación a
los sujetos que pueden representar un derecho
preferente en la enajenación de derechos parcelarios, lo
que de suyo implicaría que en la protección
constitucional que este Tribunal tenga a bien otorgarme
se consideren todas estas cuestiones, ello atendiendo a
que de no hacerse así, se tolera la aplicación de una
norma no vigente, restrictiva, sin justificación, que
vulnera dos instrumentos internacionales y la propia
Constitución Mexicana.

                        A manera de ilustración, en el Caso


Salvador Chiriboga Vs. Ecuador, la Corte
Interamericana de Derechos Humanos ha considerado
que no es necesario que toda causa de privación o
restricción al derecho a la propiedad esté señalada en
la ley, sino que es preciso que esa ley y su
aplicación respeten el contenido esencial del
derecho a la propiedad privada. Este derecho
supone que toda limitación a éste deba ser
excepcional.  De la excepcionalidad se deriva que toda
medida de restricción debe ser necesaria para la
consecución de un objetivo legítimo en una sociedad
democrática, de conformidad con el propósito y fin de
la Convención Americana. Por lo tanto, es necesario
analizar la legitimidad de la utilidad pública y el trámite
o proceso que se empleó para perseguir dicho
fin”. Cfr.  también: Caso Herrera Ulloa Vs. Costa Rica.
Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 2 de julio de 2004. Serie C No.
107, párr. 120; Caso Ricardo Canese Vs. Paraguay.
Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 31 de
agosto de 2004. Serie C No. 111, párr. 96; Caso
Comunidad Indígena Yakye Axa Vs. Paraguay. Fondo
Reparaciones y Costas. Sentencia 17 de junio de 2005.
Serie C No. 125, párr. 144; Caso López Álvarez Vs.
Honduras. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de
1 de febrero de 2006. Serie C No. 141, párrs. 67 a
69; Caso Comunidad Indígena Sawhoyamaxa Vs.
Paraguay. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de
29 de marzo de 2006. Serie C No. 146, párr. 212; Caso
Chaparro Álvarez y Lapo Íñiguez. Vs. Ecuador.
Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 21 de noviembre de 2007. Serie C
No. 170, párr. 93; Caso Kimel Vs. Argentina. Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 2 de mayo de
2008. Serie C No. 177, párr. 54; Caso Castañeda
Gutman Vs. México. Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 6 de agosto de
2008. Serie C No. 184, párr. 175, 176 y 180, y Caso
Escher y otros Vs. Brasil. Excepciones Preliminares,
Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 6 de julio
de 2009. Serie C No. 200, párr. 129.

                        Se trae el tema de la posible colisión


entre la utilidad pública y el derecho a la propiedad
privada, en tanto que se asume que el interés de
otorgar el derecho preferencial al tanto al cónyuge y/o
hijos del ejidatario, lo que se pretende es permitir que
los pertenecientes a la misma familia sigan
aprovechando los derechos parcelarios, lo que ya
representa una norma anacrónica y obsoleta, teniendo
en cuenta que cada vez más las generaciones en
nuestra sociedad han abandonado el campo, los hijos
buscan prepararse con formaciones técnica o
profesional, con el objeto de buscar un destino distinto
al de sus padres, hecho pues que es diametralmente
distinto al pensado con la disposición de la Ley Agraria
de 1992, con una tradición endogámica de los
ejidatarios y su protección al máximo de intromisiones
de extraños, situación pues que por sí sola es
discriminatoria y excluyente para terceros que
deseamos dedicarnos al campo y contamos con los
recursos para comprar una parcela y buscar una forma
honesta de vivir.

                        Ahora bien, atendiendo a que el objeto


de la norma es la protección a los ejidatarios y
avecinados, quedó demostrado con los testigos que los
diez años que he tenido la posesión de la parcela la he
dedicado al cultivo de maíz, objeto de las unidades
agrarias, la utilización para actividades productivas
relacionadas con el campo para evitar el abandono que,
dicho sea de paso es lo que hicieron los terceros
interesados pues es muy extraño que diez años
después de la enajenación les surgiera el interés por la
parcela que nunca quisieron trabajar.

                        Siendo entonces la medida legislativa


restrictiva de derechos, discriminatoria, violatoria de
derechos humanos de fuente internacional, incluso
considerados así por la Corte Interamericana de
Derechos Humanos, lo adecuado será declarar
inconstitucional la parte del artículo 80 que permite
anular la transmisión de derechos parcelarios ante la
falta de notificación a los hijos y/o cónyuge del
ejidatario, aunado a que dicha falta de notificación
surge por un incumplimiento de la parte cedente y no
del aquí quejoso.
6. Injusta indemnización ante la anulación de
la cesión onerosa de derechos parcelarios.

                        La determinación del Tribunal Agrario


de otorgarme únicamente una porción que dijo
demostré del precio pagado, esto es, $1´100,000.00
un millón cien mil pesos 00/100 moneda nacional,
desconociendo los $100,000.00 cien mil pesos 00/100
moneda nacional que fueron pagados en efectivo, la
pena convencional pactada equivalente al 20% veinte
por ciento del valor total de la operación, el interés
legal reclamado y una justa indemnización por el valor
adquisitivo de la moneda tan depreciada representa
una vulneración al artículo 21 de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos, dado que lo que
existe de trasfondo en el asunto que nos ocupa es que
un especulador pretende privarme de los derechos
sobre la parcela en conflicto, ofreciendo a los terceros
interesados un precio mayor por la plusvalía que tiene
ahora dicho inmueble, pretendiendo entonces con una
suma que no representa mi inversión dejarme a un lado
y obtener un mejor precio, lo que es una forma más de
usura, se repite prohibida por el numeral 21.3 del Pacto
de San José.

                        Así, en el caso Salvador Chiriboga vs.


Salvador, Reparaciones y Costas, la Corte
Interamericana de Derechos Humanos refirió que “a fin
de que el Estado pueda satisfacer legítimamente un
interés social y encontrar [dicho] justo equilibrio […,]
debe utilizar los medios proporcionales a fin de vulnerar
en la menor medida el derecho a la propiedad de la
persona objeto de la restricción”[126]. Para ello,
resulta indispensable observar las “justas exigencias”
de una “sociedad democrática”, valorar los distintos
intereses en juego y las necesidades de preservar el
objeto y fin de la Convención[127]. Todo ello será
ponderado al momento de fijar el valor del bien
como justa indemnización, en particular respecto de
bienes que tienen un carácter ambiental.

                        En el caso que nos ocupa, es injusta la


indemnización fijada por la responsable, consistente
únicamente en la devolución de una parte de lo
entregado, sin actualizaciones, intereses, ni penas
convencionales a las que la cedente se hizo acreedora
al incumplir con su obligación de notificar a los
interesados su derecho del tanto y mucho menos el
valor actualizado de los derechos parcelarios sobre el
inmueble motivo del trato, lo que fue reclamado como
contraprestación tanto en el particular como en el
conexo ___________________ en el que el suscrito
reclamé la usucapión de la finca. Así, de continuar este
tribunal con la declaratoria de nulidad del contrato, a
pesar de los argumentos vertidos en su contra, lo
correcto será que se haga el pago de la indemnización
conforme a valor actualizado de la parcela.

                        Por todos los argumentos esgrimidos


en este libelo  ha lugar a conceder el Amparo y la
Protección de la Justicia Federal, a efecto de que se
dicte otra en su lugar en la que declare que el suscrito
acredité cada uno de los elementos previstos por el
artículo 48 de la ley Agraria para usucapir la parcela
sobre que ostento la posesión en concepto de titular de
derechos ejidales. Solo para el caso extremo que eso
no fuera así, habrá de tener en cuenta que, se
demostró el pago del precio íntegro, por lo que la
privación de los derechos sobre la parcela habrá de ser
mediante una justa indemnización, acorde a lo
reclamado en el último concepto de violación.

             Con motivo de lo antes expuesto y fundado, a


Usted, con el debido respeto

S O L I C I TO:
                    PRIMERO: Se me tenga por debidamente
presentada en términos legales MI DEMANDA DE
AMPARO DIRECTO, en contra de los actos autoritarios
señalados  como reclamados, así como de las
Autoridades expresamente mencionadas.

                    SEGUNDO: Se me tenga señalando como


domicilio procesal para recibir notificaciones el antes
referido, así como autorizando en términos amplios a
los Licenciados Antonio Jiménez Díaz y/o Rosío Barajas
Sahagún y/o ___________________

                    Tercero. Se emplace a los Terceros


Interesados, y se remitan las correspondientes
actuaciones  con el Informe Justificado en términos
Legales.

          CUARTO: Se reconozca que opera a favor de la


suscrita quejosa la suplencia de la queja, al
encontrarme en el supuesto previsto por el inciso a) de
la fracción III del Artículo 107 Constitucional, así como
lo señalado en la fracción VI primer y último párrafos
del Artículo 79, visible en la Ley de Amparo.
                    QUINTO: Se conceda a la Quejosa el
Amparo y la Protección de la Justicia Federal a fin
de obtener mis pretensiones reclamadas por esta Vía
Legal, absolviéndome en consecuencia como actora
respecto de cualquier obligación de pago de Costas y
Gastos en segunda instancia.

Atentamente

____________, ___________________, a 9 de enero


de 2___

___________________

Aceptamos el cargo conferido de Autorizados en


términos amplios y protestamos su fiel y legal
desempeño

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