Son manifestaciones celulares de los trastornos metabólicos de cantidades anormales de
diversas sust. En situaciones especiales, el almacenamiento representa la forma principal de rta frente a sust que no pueden ser metabolizadas o eliminadas. Estas acumulaciones intracelulares pueden estar constituidas por: 1. Constituyentes celulares normales acumulados en exceso: como agua, lípidos, proteinas, glucógeno, Fe, melanina y bilirrubina. 2. Sust anómalas: ya sean exógenas, como un mineral o productos de los agentes infecciosos, o endógenas, como los productos de síntesis o el metabolismo anómalos. 3. Pigmentos: se pueden acumular en forma transitoria o permanente, y pueden ser inocuas para las cel, aunque en ocasiones son muy tóxicas. La sust se puede localizar en el citoplasma (con frecuencia dentro de los lisosomas) o en el núcleo. Procesos que originan las acumulaciones: Una sust endógena normal se produce a una velocidad normal o aumentada, pero la tasa de metabolismo es inadecuada para eliminarla. Ej: cambio graso en el hígado debido a la acumulación intracelular de TAG/ gotas de reabsorción de proteinas en los túbulos renales debido al aumento en la filtración de proteinas en el glomérulo. Una sust endógena normal o anómala se acumula debido a la existencia de defectos genéticos o adquiridos en el metabolismo, empaquetado, transporte o secreción de esa sust. Ej: procesos patológicos secundarios a defectos genéticos de enz específicas implicadas en el metabolismo de lípidos e HdC, con el consiguiente depósito de estas sust. Una sust exógena anómala se deposita y acumula debido a que las células no poseen la maquinaria enz para degradar esa sust ni la capacidad para transportarla a otros lugares. Ej: partículas de carbón y sust químicas no metabolizables. Si la sobrecarga se debe a un trastorno sistémico y puede ser sometida a control, la acumulación es reversible. Por otra parte, en las enfermedades genéticas por almacenamiento, la acumulación es progresiva, y las cel pueden sobrecargarse en tal medida que causen una lesión secundaria, que conduce, en algunos casos, a la muerte del tej y del paciente. Lípidos: Esteatosis (cambio graso): acumulaciones anormales de TAG dentro de las cel parenquimatosas. El cambio graso se observa a menudo en el hígado debido a que se trata del org principal implicado en el metabolismo de las grasas, pero también se produce en el corazón, musc y riñón. Las causas son: toxinas, malnutrición proteica, diabetes, obesidad y anoxia. En las naciones industrializadas la causa más común es el abuso de alcohol. Normalmente, los ac grasos libres procedentes del tej adiposo o de los alimentos son transportados hasta los hepatocitos. En el hígado, son esterificados a TAG, convertidos en colesterol o fosfolípidos, o bien oxidados a cuerpos cetónicos. Algunos ac grasos también son sintetizados a partir del acetato. La liberación de TAG de los hepatocitos requiere su asociación con apoproteinas para formar lipoproteínas, que pueden a su vez viajar por la circulación. La acumulación en exceso de TAG dentro del hígado puede ser debida a defectos en cualquiera de los acontecimientos de la secuencia desde la entrada del ac graso hasta la salida de la lipoproteína. Algunos de estos defectos están inducidos por el alcohol que altera las funciones mitocondrial y microsomal. La malnutrición proteica actúa disminuyendo la síntesis de apoproteinas. La anoxia inhibe la oxidación de los ac grasos. La inanición aumenta la movilización de ac grasos desde sus almacenamientos periféricos. El significado del cambio graso depende de la causa y gravedad de la acumulación. En todos los org, el cambio graso aparece en forma de vacuolas claras dentro de las cel parenquimatosas. Las acumulaciones intracelulares de agua o polisacáridos (ej: glucógeno) pueden producir también vacuolas claras. En el hígado el cambio graso leve puede no afectar al aspecto ext. Con la acumulación progresiva, el org aumenta de tamaño y adquiere una tonalidad cada vez más amarilla hasta que, alcanza entre 3 y 6 kg de peso, y se transforma en un org de color amarillo brillante, blando y grasiento. El cambio graso comienza con la aparición de inclusiones diminutas rodeadas por membrana (liposomas) íntimamente relacionadas con el RE. Se observa la aparición de peq vacuolas grasas en el citoplasma que rodea al núcleo. A medida que avanza el proceso, las vacuolas coalescen, creando espacios claros que desplazan al núcleo hacia la periferia de la célula. En ocasiones dan lugar a los denominados quistes grasos. En el corazón los lípidos se encuentran en forma de gotitas peq con dos patrones: en uno, la hipoxia moderadamente prolongada crea depósitos intracelulares de grasa que originan, a nivel macroscópico, bandas visibles de miocardio amarillento que alternan con bandas más oscuras, rojo-parduzcas, de miocardio no afectado (efecto atigrado). En el otro patrón de cambio graso, producido por una hipoxia más profunda y algunas formas de miocarditis, las cel se afectan de forma más uniforme. Colesterol y ésteres de colesterol: se observan acumulaciones en diversos procesos patológicos: *Aterosclerosis: en las placas ateroscleróticas, las cel musc lisas y los macrófagos de la capa íntima de la aorta y grandes arterias están llenos de vacuolas lipídicas constituidas por colesterol y ésteres de colesterol. Dichas cel tienen un aspecto espumoso (cel espumosas), y sus acumulaciones en la íntima producen los ateromas amarillos, cargados de colesterol. Algunas de estas cel llenas de grasa se rompen, liberando lípidos al espacio extracelular. Los ésteres de colesterol extracelulares se pueden cristalizar en forma de agujas largas, produciendo hendiduras características en los cortes tisulares. *Xantomas: la acumulación intracelular de colesterol dentro de los macrófagos. Se observan grupos de cel espumosas en el tej conjuntivo subepitelial de la piel y en los tendones, dando lugar a las masas conocidas como xantomas. *Inflamación y necrosis: se encuentran macrófagos espumosos en estas zonas, debido a la fagocitosis del colesterol de las membranas de las cel dañadas (cel parenquimatosas, leucocitos y eritrocitos). En el foco inflamatorio también se observan fosfolípidos y figuras de mielina. Cuando son abundantes, estos macrófagos confieren una pigmentación amarillenta. *Colesterolosis: acumulaciones focales de macrófagos cargados de colesterol en la LP de la vesícula biliar. Proteinas: suelen presentarse en forma de gotitas, vacuolas o masas redondeadas y eosinófilas. Pueden tener un aspecto amorfo, fibrilar o cristalino. Los excesos están representados por la superación de la capacidad de la cel para metabolizar rápidamente toda la proteina que se le presenta, como ocurre en el caso de la acumulación de: *Gotas de reabsorción en los túbulos renales proximales: se observan en las enfermedades renales asociadas con pérdida de proteinas por la orina. En el riñón, peq cant de proteinas filtradas por el glomérulo se reabsorben normalmente mediante pinocitosis en el túbulo proximal. En los trastornos estas vesículas de pinocitosis se fusionan con lisosomas, dando lugar a fagolisosomas, que aparecen como peq gotas hialinas en el int del citoplasma de las cel tubulares. El proceso es reversible, si disminuye la proteinuria, las gotas de proteina son metabolizadas y desaparecen. *Síntesis de cant excesivas de proteina secretora normal: el RE se distingue enormemente, dando lugar a las grandes inclusiones eosinófilas y homogéneas denominadas cuerpos de Russell. Defectos en el plegamiento de las proteinas: las cadenas de polipéptidos de las proteinas, que se elaboran en los ribosomas, se disponen finalmente en hélices alfa o en láminas beta, y la configuración apropiada de estas disposiciones (plegamiento de la proteina) desempeña un papel crítico en la función de la proteina y en su transporte a través de las organelas celulares. En el proceso de plegamiento se originan productos intermedios parcialmente plegados, que pueden ser particularmente susceptibles para formar acumulaciones intracelulares entre sí o al unirse a otras proteinas. En condiciones normales, estos productos intermedios quedan estabilizados por un grupo de chaperonas moleculares que facilitan el plegamiento apropiado y el transporte a través del RE, el AdG y más allá. Algunas chaperonas se sintetizan de manera constitutiva e intervienen en el metabolismo intracelular normal de las proteinas, mientras que otras son inducidas por estímulos como el calor o por proteinas de rescate originadas en el shock y con plegamiento anómalo. Si el proceso de plegamiento no tiene éxito, las chaperonas facilitan la degradación de la proteina anómala, lo que implica habitualmente a la ubicuitina. Mecanismos a través de los cuales los defectos en el plegamiento de las proteinas pueden producir acumulaciones intracelulares o enfermedad son: *Alteraciones en el transporte intracelular y la secreción de proteinas cruciales. En el déficit de alfa-antitripsina las mutaciones en la proteina retrasan de manera significativa el plegamiento, dando lugar a la aparición de productos intermedios parcialmente plegados, que se acumulan en el RE de los hepatocitos y no son secretados. *Toxicidad de las proteinas agregadas y con plegamiento anómalo. La agregación o acumulación de proteinas con plegamiento anómalo, secundaria a mutaciones genéticas, envejecimiento o factores ambientales desconocidos, se considera una característica importante de diversas enfermedades neurodegenerativas así como de ciertas amiloidosis. Los depósitos pueden ser intracelulares, extracelulares o ambos, y existen cada vez más pruebas de que estos agregados pueden causar, de manera directa o indirecta, alteraciones patológicas. Glucógeno: se localiza en el citoplasma de las células. Los depósitos intracelulares excesivos se observan en los pacientes con alguna anomalía en el metabolismo de la glucosa o del glucógeno. Aparecen en forma de vacuolas claras dentro del citoplasma. La diabetes es el ej principal. En esta enfermedad, el glucógeno se encuentra en las cel epiteliales de las porciones distales de los túbulos contorneados distales y, a veces, en el asa descendente de Henle, así como en el int de las cel hepáticas, células beta de los islotes de Langerhans y cel del musc cardíaco. El glucógeno también se acumula dentro de las cel en un grupo de trastornos íntimamente relacionados, todos ellos genéticos, y conocidos en conjunto como enfermedades por almacenamiento de glucógeno o glucogenosis. Pigmentos: son sust de color, pueden ser: Exógenos: el más común es el carbón o polvo de carbón, contaminante del aire prácticamente universal en la vida urbana. Cuando se inhala, es recogido por los macrófagos alveolares y transportado a continuación, a través de los vasos linfáticos, hacia los ganglios linfáticos de la región traqueobronquial. Las acumulaciones de este pigmento ennegrecen los tej de los pulmones (antracosis) y los ganglios linfáticos afectados. Los agregados del polvo de carbón pueden inducir una reacción fibroblástica, e incluso un enfisema, ocasionando una enfermedad pulmonar grave conocida como neumoconiosis del trabajador del carbón. El tatuaje es una forma de pigmentación exógena localizada de la piel. Los pigmentos inoculados son fagocitados por los macrófagos dérmicos, en donde residen durante el resto de la vida de la persona. Endógenos: la lipofucsina, también conocido como lipocromo o pigmento del desgaste natural o pigmento del envejecimiento. Está compuesta por polímeros de lípidos y fosfolípidos que forman complejos con proteinas, lo que sugiere que deriva de la peroxidación lipídica de los lípidos poliinsaturados de las membranas subcelulares. Su importancia reside en que es el signo revelador de la lesión por radicales libres y la peroxidación lipídica. Aparece como un pigmento amarillo-parduzco, finalmente granular, intracitoplasmático y, a menudo, perinuclear. Se observa en las cel que experimentan cambios regresivos lentos, y es especialmente notable en el hígado y el corazón de pacientes ancianos, o pacientes con malnutrición grave y caquexia por cáncer. Los gránulos son fuertemente electrodensos, a menudo tienen estructuras membranosas entre ellos, y presentan habitualmente una localización perinuclear. La melanina, de color pardo-negruzco, se forma cuando la enz tirosinasa cataliza la oxidación de la tirosina a dihidroxi-fenilalanina en los melanocitos. La hemosiderina es un pigmento cristalino o granular, de color amarillo-oro a pardo, derivado de la hemoglobina, en cuya forma se almacena el Fe en las cel. El Fe es transportado normalmente por proteinas transportadoras, las transferrinas. En las cel, se almacena en asociación con una proteina, la apoferritina, formando micelas de ferritina. Cuando existe un exceso local o sistémico de Fe, la ferritina forma gránulos de hemosiderina. En condiciones normales, pueden verse en los fagocitos mononucleares de la médula ósea, bazo e hígado, todos ellos implicados de forma activa en la destrucción de eritrocitos. El exceso de Fe hace que la hemosiderina se acumule dentro de las células. El mejor ej de hemosiderosis localizada es el cardenal común. Tras la hemorragia local, la zona está inicialmente de color rojo-azulado. Con la lisis de los eritrocitos, la hemoglobina sufre a la larga una transformación a hemosiderina. Los macrófagos intervienen en este proceso fagocitando los restos eritrocitarios y, a continuación, las enz lisosomales convierten finalmente la hemoglobina en hemosiderina a través de una secuencia de pigmentos. La gama de colores a través de las cuales pasa el cardenal es un reflejo de estas transformaciones. El color rojo azulado inicial de la hemoglobina se transforma en diversas tonalidades de verde-azulado, que corresponde a la formación local de biliverdina (bilis verde), a continuación, bilirrubina (bilis roja), y después la parte de Fe de la hemoglobina se deposita en forma de hemosiderina amarillo-oro. Siempre que existan causas para una sobrecarga sistémica de Fe, la hemosiderina se deposita en muchos org y tej, proceso que se conoce como hemosiderosis. Se puede observar en: el aumento de la absorción del Fe de la dieta; la utilización incorrecta del Fe; las anemias hemolíticas; y las transfusiones, debido a que los eritrocitos transfundidos constituyen una sobrecarga exógena de Fe. La bilirrubina es el principal pigmento que se encuentra normalmente en la bilis. Procede de la hemoglobina, pero no contiene Fe. El pigmento tiene un aspecto granular, dorado y grosero, está depositado dentro del citoplasma celular. Cuando la causa básica es la destrucción localizada de eritrocitos, la pigmentación aparece primero en las cel reticuloendoteliales de la zona. En la hemosiderosis sistémica, se localiza primero en los fagocitos mononucleares del hígado, médula ósea, bazo y ganglios linfáticos, y en macrófagos diseminados por otros org, como la piel, el páncreas y los riñones. Con la acumulación progresiva, las cel parenquimatosas de todo el organismo se pigmentan. En la mayor parte de los casos de hemosiderosis sistémica, el pigmento no lesiona las cel parenquimatosas ni deteriora la función del org. Sin embargo, la acumulación más intensa de Fe en la enfermedad conocida como hemocromatosis se acompaña de lesión hepática y pancreática, con fibrosis hepática, insuficiencia cardíaca y diabetes. -Calcificación patológica: implica un depósito anormal de sales de Ca, junto con cantidades más peq de Fe, Mg y otras sales minerales. Cuando el depósito se presenta localmente en tej no viables o muertos, se conoce como calcificación distrófica; se produce a pesar de unos niveles séricos de Ca normales y en ausencia de trastornos en el metabolismo del Ca. El depósito de sales de Ca en tej vivos se conoce como calcificación metastásica, y siempre refleja un trastorno en el metabolismo del Ca, con hipercalcemia. Calcificación distrófica: se observa en áreas de necrosis (coagulativa, caseosa o licuefactiva) y también en focos de necrosis grasa enzimática. Es casi inevitable en los ateromas de la aterosclerosis avanzada. Se desarrolla con frecuencia en las válvulas cardíacas lesionadas o envejecidas. Las sales de Ca aparecen como gránulos o grumos blancos y finos, a menudo percibidos como depósitos arenosos. Las sales de Ca tienen un aspecto basófilo, granular amorfo y, a veces, grumoso. Pueden ser intracelulares, extracelulares o ambas. Con el paso del tiempo, se puede formar hueso heterotópico en el foco de calcificación. En ocasiones, cel necróticas pueden constituir semillas cristalinas que se van a incrustar de depósitos minerales. La adquisición progresiva de capas ext puede dar lugar a configuraciones laminadas, denominadas cuerpos de psamoma debido a su parecido con los granos de arena. La vía final común es la formación de mineral de fosfato de Ca cristalino en forma de apatita. El proceso tiene dos fases principales: iniciación (o nucleación) y propagación; ambas pueden producirse a nivel intracelular y extracelular. La iniciación de la calcificación intracelular se produce en las mitocondrias de células muertas o agonizantes que acumulan Ca. Los iniciadores de la calcificación distrófica extracelular son los fosfolípidos localizados en vesículas unidas a la membrana en el cartílago y el hueso, se conocen como vesículas de matriz, derivan de la degeneración o de cel envejecidas. El Ca se concentra en estas vesículas a través de un proceso de calcificación facilitada por la membrana, que tiene varios pasos: 1. El ion Ca se une a los fosfolípidos presentes en la membrana de la vesícula; 2. Las fosfatasas de la membrana generan grupos fosfato, que se unen al Ca; 3. Se repite el ciclo de la unión entre el Ca y el fosfato, aumentando la concentración local; y 4. Se produce un cambio estructural en la disposición de los grupos de Ca y fosfato, generándose un microcristal que más tarde se puede propagar y perforar la membrana. En el proceso de calcificación ósea normal, diversas proteinas de matriz no colágena regulan el crecimiento de los cristales de apatita, facilitan la interacción con el mineral, con otras moléculas de la matriz y con las cel, y pueden regular la calcificación distrófica: 1. Osteopontina, fija el Ca y tiene una elevada afinidad por la hidroxiapatita; 2. Osteonectina, fija los minerales e inhibe la migración de las cel durante la neoformación de vasos sanguíneos o angiogénesis; 3. Osteocalcina; 4. Proteinas que contienen ácido y-carboxiglutámico (GLA), como la proteina de matriz GLA (Mgp). Aunque la calcificación distrófica puede ser simplemente un signo de lesión celular previa, es con frecuencia causa de disfunción orgánica. Calcificación metastásica: puede producirse en tej normales siempre que haya hipercalcemia. La hipercalcemia también acentúa la calcificación distrófica. Causas principales: 1. Aumento de la secreción de hormona paratiroidea con la consiguiente reabsorción ósea; 2. Destrucción de tej óseo; 3. Trastornos relacionados con la vitamina D; y 4. Insuficiencia renal, que causa la retención de fosfato, con hiperparatiroidismo secundario. Puede producirse en todo el org, pero afecta principalmente a los tej intersticiales de la mucosa gástrica, riñones, pulmones, arterias sistémicas y venas pulmonares. Pierden ácido y, por tanto, presentan un compartimiento alcalino int que les predispone a la calcificación metastásica. Las sales de Ca se parecen morfológicamente a las de la calcificación distrófica. Así, pueden aparecer como depósitos amorfos no cristalinos o bien, en otras ocasiones, como cristales de hidroxiapatita. -Cambio hialino: suele hacer referencia a una alteración dentro de las cel o en el espacio extracelular, que proporciona un aspecto homogéneo, vítreo y rosado a los cortes histológicos habituales teñidos con hematoxilina y eosina. Las acumulaciones intracelulares de proteinas son ej de depósitos hialinos intracelulares. El tej fibroso colágeno de las cicatrices antiguas puede parecer hialinizado. En la hipertensión de larga duración y en la diabetes, las paredes de las arteriolas, especialmente en el riñón, se hialinizan debido a la proteina plasmática extravasada y al depósito de material en la MB. El grupo de proteinas denominadas amiloide también tiene un aspecto hialino, se trata de proteinas fibrilares muy específicas con una composición bioquímica característica.