El reto de la inmigración.

La inmigración: buscando soluciones

Un debate de la inmigración es el tema que ahora mismo está abierto y todo el mundo
tiene opinión sobre él. Son muchos los factores que atraen a personas de otros países a
Europa y a los Estados Unidos, en busca de una vida mejor y de otras oportunidades.
Pero todo conlleva sus pros y sus contras. Hay muchos los que opinan que está mal
que tengamos tanta inmigración, mientras que hay otros que lo ven como una oportunidad de
crecimiento. Entonces, vamos a analizar los pros y los contras de la inmigración.
En cuanto a los puntos a favor de la inmigración, podemos destacar que primero los
inmigrantes toman el trabajo que la población local no quiere porque se considera mejor que
eso. De esta forma, tenemos una comunidad de inmigrantes llevan a cabo trabajo complicado
y en entorno muy complejo. Además, algunos inmigrantes se integran en la cultura del país
al que llegan: aprenden un idioma y llevan a cabo las costumbres más típicas e inofensivas.
También con la llegada de la inmigración se generan diferentes puestos de trabajo, personas
con diferentes culturas que pueden ofrecer conocimiento de ambos lados y con resultados
muy positivos. Así la integración, la información y el respeto por parte de todos es básico
para que funcione a la perfección. Por fin, surgen segundas generaciones de inmigrantes que
son la clave para demostrar que la inmigración es muy positiva para un país.

Sin embargo, no podemos olvidar que la llegada de inmigrantes también puede tener
efectos negativos. En primer lugar, muchos inmigrantes no tienen papeles para poder trabajar
de forma legal, y entonces tienen que vender productos o servicios de forma ilegal. Eso
significa que no cotizan, no pagan impuestos mientras que otras personas lo hacen. Eso
resulta injusto y perjudicial para los contribuyentes. También los inmigrantes envían
muchísimo dinero al exterior, por lo que ese dinero que ganan en un país donde trabajan no
se invierte allí. Además, no podemos saber si un inmigrante sea un terrorista o un
delincuente. Muchas personas sienten que comprando a inmigrantes se puede estar
financiando a algún grupo terrorista. Desde el punto de vista del inmigrante también pueden
surgir ciertas dificultades. Así, los inmigrantes pueden ser explotados por sus empleadores
porque no pueden cambiar su situación. Además, muchos inmigrantes pasan al crimen en
lugar de encontrar los empleos legalmente. También los inmigrantes tienen que lidiar con la
soledad, al tener que dejar el hogar, la familia y amigos y cambiar la cultura, al experimentar
nueva comida, costumbres, bailes, etc. Por fín, los miles de migrantes que mueren o
desaparecen a lo largo de rutas migratorias peligrosas.

¿Qué soluciónes podemos encontrar para resolver el reto de la inmigración? En

respuesta al crecimiento de movimientos migratorios irregulares, muchos países están
considerando el control de fronteras como una solución: cerrar los puertos de entrada para
impedir la migración. Es cierto que eso ayuda a prevenir la migración irregular, desmantelar
las redes de crimen organizado y proteger los derechos de los migrantes. Pero no es la única
solución. La OIM (Organización Internacional para las Migraciones) da recomendaciones
siguientes:

Los países deberían promover la estabilidad, la educación y las oportunidades de

empleo y reducir los impulsores de la migración forzosa, permitiendo así a las personas
elegir entre quedarse o emigrar.
 La recopilación, análisis y uso de datos e información creíbles sobre, entre otras cosas,
datos demográficos, movimientos transfronterizos, desplazamientos internos, diásporas,
mercados laborales, tendencias estacionales, educación y salud es esencial para crear
políticas basadas en hechos que sopesen los beneficios y riesgos de la migración.

La cooperación regional puede ayudar a minimizar las consecuencias negativas de la

migración y preservar su integridad. También puede contribuir a los objetivos de desarrollo
regionales y globales al mejorar el capital humano a través del desarrollo sostenible y
asegurar el crecimiento económico a más largo plazo.

Así podemos concluir que la migración tiene el potencial de traer resultados

socioeconómicos positivos tanto para la sociedad como para los migrantes. Para que los
países obtengan estos beneficios, sus políticas y prácticas deben promover el bienestar
socioeconómico de los migrantes y la sociedad, al tiempo que se adhieren a las normas
internacionales que respetan, protegen y cumplen los derechos humanos de las personas
dentro del territorio de un estado sin discriminación basada en la nacionalidad, raza, género,
religión o estado migratorio.