Está en la página 1de 23

HISTORIA

4º AÑO
Año: 2015

CUADERNILLO Nº 1
TEXTOS, FUENTES Y ACTIVIDADES

Cuadernillo elaborado por:

PROF. ANA LAURA SOFIA

Escuela de Educación Media Nº 1 D.E. 16

"Rodolfo Walsh"

-1-
LA CRISIS ECONÓMICA
DE LA DÉCADA DEL´30
La crisis se inicia en Estados Unidos

El sistema capitalista funciona a partir de las ansias de obtención de ganancias de los


empresarios. Con esta dinámica, la población mayoritaria tiende a empobrecerse a costa del
enriquecimiento de grupos empresariales cada vez más ricos y más chicos en número. De esta
manera, el inmenso volumen de mercancías que estos grupos lanzan al mercado tiende a no
encontrar consumidores suficientes. Esta contradicción es propia del sistema capitalista. Se
produce, entonces, cíclicamente, una crisis de sobreproducción.

Una crisis de sobreproducción

Esta situación es la que estuvo como trasfondo de la crisis económica mundial


desarrollada durante la década de 1930 en todo el mundo capitalista.
Entonces, la causa más importante de la crisis económica iniciada en los Estados
Unidos a fines de la década de 1920 fue la sobreproducción.
A lo largo de los años veinte, se produjo una profundización de la concentración del
poder económico en un puñado de grupos empresariales monopólicos. De la mano de un
período de prosperidad económica aprovechada por EEUU al finalizar la Primera Guerra
Mundial, se vivió un crecimiento muy fuerte de la capacidad productiva que hacia 1925
superó la capacidad de consumo de la población.
Esta demanda insuficiente fue provocada por:
 la relativa pobreza del campesinado,
 un elevado número de desocupados que acompañó al proceso de concentración
empresarial
 los salarios obreros que no subieron con el mismo ritmo que las mejoras de la
productividad y las ganancias de las grandes empresas industriales.
Los beneficios principales de la prosperidad fueron a parar a los bolsillos de grandes
monopolios.
Hubo un sector de clases medias que también pudo aprovechar la etapa de crecimiento.
La situación descripta se agravó ya que los bancos ofrecían créditos para el consumo y,
por esta vía, la demanda creció de forma ficticia, es decir que no estaba basada en una
mayor capacidad adquisitiva de la población.
La ilusión de una prosperidad norteamericana indefinida no duraría más allá de 1929.
La demanda también fue insuficiente fuera de las fronteras norteamericanas. A nivel
exterior, el comercio internacional, que había sido uno de los factores de crecimiento del siglo
XIX, se vio bruscamente frenado una vez que las potencias europeas se recuperaron de la
guerra y adoptaron políticas cada vez más proteccionistas.
En cuarto lugar, las elevadas ganancias de las empresas repercutieron en un aumento
desmesurado del valor de las acciones y en una gran fiebre compradora que no hacía
sino elevar aún más su cotización. A partir de 1925 el problema de la sobreproducción
comenzó a hacerse sentir en las empresas que veían cómo los stocks sin vender crecían y sus
ganancias se estancaban. Entonces, los grandes empresarios y banqueros comenzaron a
invertir las ganancias de los años anteriores no en los sectores productivos, sino en los
circuitos del crédito y de la especulación bursátil, buscando obtener allí mayores
ganancias.

La Bolsa comenzó a conocer, a partir de ese año, una gran fiebre especuladora.
Además, las bajas tasas de interés facilitaron el recurso al crédito, pero también propiciaron la

-2-
especulación bursátil e inmobiliaria. Es decir, que cada vez más los créditos se utilizaban
para comprar acciones y no para comprar los bienes industriales. Incitados por unos
beneficios muy rápidos, miles de pequeños inversores desviaron sus ahorros del consumo e
incluso recurrieron al crédito para invertir en Bolsa. Ésta se convirtió en una verdadera
obsesión colectiva.
Finalmente el denominado “crash de Wall Street” fue el momento en el que estalló esta
crisis de sobreproducción que se estaba incubando en la economía norteamericana. Fue la
forma en la que se manifestaron todas las contradicciones propias de la economía
norteamericana y del sistema capitalista.

El crash de Wall Street

La primera manifestación de la crisis tuvo lugar en la Bolsa de Nueva York cuando,


después del alza vertiginosa e injustificada de las acciones en los años precedentes, algunos
expertos en Bolsa comenzaron a darse cuenta de que los beneficios de las empresas no
sólo no aumentaban al mismo ritmo que la cotización de las acciones, sino que
incluso comenzaban a bajar.

Como consecuencia de esto, muchas acciones salieron a la venta con la esperanza de


obtener aún un buen beneficio. La tendencia a la venta se amplió el lunes 21 de octubre de
1929 y, ante la presión por deshacerse de los valores, las acciones comenzaron a bajar. Así se
llegó al famoso «Jueves Negro», en que el pánico se apoderó de los inversores y fueron
puestos a la venta 13 millones de títulos, pero como nadie quería comprarlos su precio fue dis-
minuyendo hora tras hora.

En los días siguientes, la banca y los brokers (corredores de bolsa) intentaron frenar la
caída de las cotizaciones. El mismo presidente de Estados Unidos, el republicano Hoover, que
había pronosticado una era de prosperidad casi indefinida, inició negociaciones con los
principales centros financieros del país para restablecer la confianza de los inversores. A
mediados de noviembre la bajada de las cotizaciones de Bolsa comenzó a frenarse.

Pero la realidad económica era muy descorazonadora y la recesión se extendía por


todas partes. Ante esta constatación, el valor de las acciones volvió a caer
ininterrumpidamente hasta junio de 1932. Esto supuso la ruina de miles de inversores,
muchos de los cuales habían comprado las acciones a crédito y se encontraban totalmente
imposibilitados de devolver los préstamos a los bancos

El clima que se vivía en esos días de 1929, los describe Groucho Marx de esta forma:
“Lo más sorprendente del mercado, en 1929, era que nadie vendía una sola acción. La gente
compraba sin cesar. Un día, con cierta timidez, hablé con mi agente de bolsa: No sé gran
cosa sobre Wall Street, pero qué es lo que hace que esas acciones sigan subiendo. ¿No
debería haber una relación entre las ganancias de las empresas, sus dividendos y el precio
de venta de las acciones?
Me contestó: Sr. Marx, tiene mucho que aprender acerca del mercado de valores. Lo que
usted no sabe serviría para llenar un libro. Éste ha cesado de ser un mercado nacional. Ahora
somos un mercado mundial. Recibimos órdenes de compra de todos los países de Europa, de
América del Sur e incluso de Oriente.
De vez en cuando, algún profeta financiero publicaba un artículo sombrío advirtiendo al
público que los precios no guardaban ninguna proporción con los verdaderos valores y
recordando que todo lo que sube debe bajar. Pero apenas si nadie prestaba atención a
estos conservadores tontos y a sus palabras idiotas de cautela.
Incluso recuerdo una frase de Barney Baruch, mago financiero americano, "cuando el mercado
de valores se convierte en noticia de primera página, ha sonado la hora de retirarse".
Un día concreto el mercado comenzó a vacilar. Así como el principio del auge, todo el
mundo quería comprar, al empezar el pánico todos querían vender. Luego el pánico alcanzó

-3-
a los agentes de bolsa y empezaron a vender acciones a cualquier precio. Yo fui uno de los
afectados. Luego de un martes espectacular, Wall Street lanzó la toalla y se desplomó.
Eso de la toalla es una frase adecuada, porque para entonces todo el país estaba llorando.
Algunos de mis conocidos perdieron millones. Yo tuve más suerte. Lo único que perdí fueron
240 mil dólares (o 120 semanas de trabajo).”
Groucho Marx, Groucho y yo, Barcelona, editorial Tusquets, 1980.

Del crash a la Gran Depresión

Comenzó así una crisis económica generalizada que afectó no tan sólo a Estados
Unidos, sino a todas las economías capitalistas.
La crisis del ´30 (porque iniciada en 1929 se extendió a lo largo de toda la década del
´30) ha sido considerada como el acontecimiento económico de mayor trascendencia de la pri-
mera mitad del siglo XX. Su espectacularidad conmovió a todo el mundo y sus repercusiones
económicas, políticas y sociales marcaron las dos décadas posteriores. Como consecuencia de
la crisis, muchas fortunas se arruinaron, muchas empresas quebraron, la desocupación
alcanzó unas cifras desconocidas y la economía en general se estremeció de tal manera que
algunos economistas pronosticaron el hundimiento del sistema capitalista.

El sistema de crédito sobre el que se había desarrollado el boom bursátil hizo que la
quiebra de la Bolsa tuviese consecuencias inmediatas para el sistema bancario y de crédito.
Por un lado, los deudores no podían devolver los préstamos, y por otro, la mayoría de los
prestamistas (brokers, banqueros y empresarios) frecuentemente habían aceptado acciones de
Bolsa como garantía de los préstamos otorgados, por lo que se encontraban también a punto
de quebrar. Las ventanillas de los bancos se multiplicaron para que la gente pudiera retirar los
fondos en depósito y las entidades financieras dejaron drásticamente de conceder préstamos
para el consumo y para la industria. Todo eso no hizo sino agravar el desfase entre
producción y consumo.

El descenso del consumo lógicamente aceleró la caída de los precios, que


disminuyeron un 32 % en promedio entre los años 1929 y 1932. Con la crisis bancaria se hizo
evidente la superproducción y las reservas o stocks acumulados crecieron enormemente. Las
inversiones se pararon drásticamente y muchas empresas tuvieron que cerrar las
puertas.

En tres años, en EEUU desaparecieron 100.000 empresas y quebraron 5.000 bancos (de
un total de 23.000). Como consecuencia, la producción mundial retrocedió en un 40 % entre
1929 y 1932, el comercio mundial colapsó totalmente y los circuitos financieros se paralizaron.
Jamás la crisis había sido tan profunda: globalmente, el producto bruto nacional de EEUU pasó
de 87.000 millones de dólares a 39.000 entre 1929 y 1932 y las inversiones pasaron de
representar el 15 % del PNB a tan sólo el 1,5%.

La caída de la actividad industrial supuso un aumento brutal de la desocupación que fue


el hecho más impresionante de la crisis social. Se calcula que en 1932 había en EEUU cerca de
13 millones de desocupados, cifra que significaba más del 25 % de la población activa.
Muchos obreros tuvieron que recurrir a la mendicidad y reaparecieron las colas ante el
reparto de las sopas populares y los motines ante las tiendas de comestibles y los centros de
beneficencia, que acogían a miles de personas sin techo.

En el campo, muchos agricultores se arruinaron como consecuencia del hundimiento


de los mercados agrícolas. Para pagar sus deudas, muchos malvendieron las tierras y
emigraron hacia el oeste. Se generalizó el empobrecimiento, que afectó en mayor medida a la
clase obrera, pero también a los empleados, a los profesionales liberales y a los capitalistas
arruinados. La nupcialidad y la natalidad disminuyeron espectacularmente como consecuencia

-4-
de la miseria. El retroceso de la capacidad adquisitiva incrementó aún más el subconsumo
y las dificultades aumentaban día a día: la crisis nutría a la crisis.

Arthur Robertson, publicista, ingeniero y empresario industrial, fue un hombre de negocios,


que se hizo millonario a los 24 años, durante la Gran Depresión. Su testimonio muestra cómo
si bien la crisis fue sufrida por la gran mayoría de la población hubo algunos que se vieron muy
beneficiados:
“La verdad es que en 1929 vivíamos una especie de casino donde se jugaba con los
dados cargados. Unos pocos especuladores se aprovechaban de la enorme cantidad de
inexpertos. Se pagaban precios altísimos por cosas que, en realidad, valían mucho
menos. En 1921, había habido una recesión, de la que salimos aproximadamente en
1924. Después vino el repunte, la explosión, con apuestas que no tenían límites: una
actividad financiera tan descontrolada que, en comparación, Ponzi [financista de Boston
durante la década del 30 que tras el derrumbe de su “imperio”, que dejó a mucha
gente en la ruina, fue condenado a prisión] parecía un aficionado. Yo vi cómo chicos
lustrabotas compraban acciones que valían 50.000 dólares, pagando adelantos de 500 pesos.
En fin, todo se compraba con esperanza en el futuro.
Hoy día, para invertir 100 dólares en acciones, uno tiene que poner 80, y el agente de bolsa
los 20 restantes. En aquella época, uno tenía que poner 8 o 10. Eso fue una de las causas
principales del colapso. Como la gente no tenía el respaldo necesario para cubrir los 90
–o lo que fuere- restantes, el más leve sacudón hacía estragos. (…)
Había una compañía tabacalera que cotizaba a 115 dólares por acción. Cuando el mercado se
derrumbó, me llamó el presidente de la empresa para preguntarme si le podía prestar 200
millones de dólares. Le dije que no, porque en ese momento tenía que salvaguardar mis
propios intereses, y los de mis mejores amigos. Cuando las acciones de esa compañía cayeron
de 115 a 2 dólares, el hombre se tiró por la ventana de su oficina de Wall Street.
Otro caso fue el presidente de una empresa que movía 17 millones de dólares en efectivo. Era
uno de los empresarios más importantes de su sector, y además había piloteado con éxito
tres o cuatro situaciones. Cuando las acciones de su empresa comenzaron a caer, intentó
protegerlas. Después de la segunda caída, quedó en la ruina. Debía a tres bancos distintos un
millón de dólares a cada uno.
Los bancos estaban en la misma situación que él; la diferencia es que, gracias a la ayuda del
gobierno, pudieron salvarse. De buenas a primeras, se volvieron más papistas que el Papa, y
se quedaron con el control de las empresas que les debían dinero. Despidieron al plantel
técnico, que en cada caso había contribuido al crecimiento de la compañía, y contrataron a
su propio personal. Una de estas empresas la compré yo. Me la vendieron para no seguir
teniendo pérdidas. (…) Estaban perdiendo tanto dinero que querían sacársela de encima.
Hace poco, vendí la mía por 2 millones de dólares. Cuando la compre en 1933, valía 33.000.
Al comienzo de los años treinta, me había ganado la fama de buitre, porque compraba
empresas quebradas que habían pasado a manos de los bancos. Ese fue uno de los momentos
de mayor prosperidad que tuve. Toda esa época se caracterizó por hombres que llegaron a
ser legendarios; hablar de un millón de dólares era como hablar de monedas. Se juntaban
tres o cuatro de esos empresarios, hacían subir el precio de las acciones hasta niveles
ridículos y las vendían a los desprevenidos.
Apenas trascendía si alguien como Durant o Jesse Livermore habían comprado
acciones, todo el mundo hacía lo mismo, porque sabía que iban a subir. El único
problema era salir a tiempo antes que las dejaran caer. (…)
En aquella época, todo el mundo creía que la fiesta iba a durar eternamente.
29 de octubre de 1929: un descontrol. Calculo que llegué a recibir unos 20 llamados de
amigos desesperados. En ningún caso tenía sentido prestarles plata para que se la dieran al
agente de bolsa en cuestión. Mañana iba a estar mejor que ayer. De más está decir que la ola
de suicidios que hubo me afectó profundamente. Gente que yo conocía... a uno se le partía el
alma. Un día los precios estaban en 100, al otro día 20 y después en 15.
En Wall Street, las personas caminaban como sonámbulos. Parecía La muerte se toma
vacaciones. Eran días muy negros. Gente que ayer había visto paseando en Cadillac, hoy
apenas si tenía dinero para un taxi…

-5-
Actividad 1
a) ¿De qué aspectos de la crisis están dando cuenta cada uno de estos gráficos? Respondan
para cada uno de ellos.

a.1) a.2)

b) ¿En la Bolsa, cuál es el mecanismo que hace subir o bajar el precio de las acciones?
¿Por qué subió tanto el precio de las acciones hasta octubre de 1929?
c) ¿Por qué se produjo el hundimiento de los valores bursátiles a partir del "Jueves
Negro»?
d) Elaboren una explicación sobre los motivos que generaron las situaciones que
muestran los gráficos que aparecen a continuación. Realicen una explicación para
cada gráfico.

Gráfico 1

-6-
Gráfico 2

Gráfico 3

f.1) Observen las siguientes imágenes y expliquen qué aspecto de la crisis están
mostrando y por qué se llegó a él.
f.2) Observen la última imagen. ¿Cuál es el mensaje que habrá intentado transmitir el
fotógrafo?

-7-
g) Realicen una red conceptual que muestre cómo se fueron desencadenando los
hechos que caracterizaron la crisis a partir del “Crash de Wall Street”.

-8-
LA DÉCADA INFAME EN ARGENTINA
La Segunda Presidencia de Yrigoyen (1928-1930)

La sanción de la Ley Saenz Peña en 1912 hizo posible que la UCR triunfara en las
elecciones presidenciales de 1916 y pusiera fin al régimen político oligárquico que
desde 1880 gobernaba el país a través del fraude, la corrupción y la represión al
pueblo.

Hipólito Yrigoyen ocupó la presidencia de la Nación desde 1916 hasta 1922


desarrollando medidas de democratización política, permitiendo el acceso de las
clases medias a cargos de gobierno, aprobando medidas sociales que mejoraban sus
condiciones de vida y generando gran cantidad de empleos públicos que hicieron
posible el ascenso social de una parte de la población. En cambio, su relación con la
clase obrera fue más contradictoria, alternando entre la aprobación de leyes laborales
que la beneficiaban con sucesos de represión militar y policial sangrienta a algunas de
sus luchas.

Las políticas de ruptura en el plano político con los privilegios de la oligarquía


terrateniente, no fueron acompañadas de un proyecto económico distinto al vigente
en las décadas anteriores. El Modelo Agroexportador se mantuvo sin cambios y
los grandes terratenientes continuaron siendo los principales beneficiarios de un país
que no se desarrolló tecnológica ni industrialmente y que mantuvo un enorme nivel de
dependencia de los sucesos de las grandes potencias.

Luego de doce años de su primera elección, Hipólito Yrigoyen llegó nuevamente a la


Presidencia de la Nación en 1928 con un apoyo muy importante de los sectores
medios. Se inició, entonces, su Segunda Presidencia.
Una de las primeras medidas que se planteó desarrollar fue la nacionalización del
petróleo que hasta ese momento era explotado por empresas de capital extranjero,
estadounidense en su mayoría. Este proyecto hubiera perjudicado también los
intereses de las oligarquías terratenientes de las provincias petroleras, ya que el
petróleo dejaría de estar en manos provinciales.

Su intención era mantener las reservas petrolíferas y la explotación de las mismas


bajo el control del Estado. Consideraba que los ingresos derivados de esa actividad
permitirían la cancelación de la deuda externa y el incremento de los ingresos
públicos, colocando en manos del gobierno nacional un recurso que, hasta ese
momento en manos de las provincias servía para apuntalar a la oposición
conservadora.

Yrigoyen, para llevar adelante estos objetivos, se encontró con el mismo problema
con que tropezó en su primera presidencia. Si bien contaba con un fuerte respaldo en
la Cámara de Diputados, el Senado seguía dominado por los representantes de las
provincias, ligados mayoritariamente a los intereses de la oligarquía
terrateniente.
En septiembre de 1929 el Senado se negó a considerar las leyes sobre petróleo. Esta
negativa estuvo impulsada por las oligarquías de las provincias petroleras que
perderían el control de un negocio suculento.

-9-
Los Estados Unidos, por su parte, defendieron al monopolio petrolero norteamericano
Standard Oil quien también se vería muy perjudicado por el proyecto radical.

El Golpe de Estado de 1930 – La Restauración oligárquica

En medio de ese conflicto político, a partir de 1929, se empezaron a sentir, cada vez
con más fuerza, los efectos de la crisis económica mundial que se estaba
expandiendo por el mundo entero.
Sus repercusiones en la Argentina se notaron de inmediato. Los ingresos de la Aduana
disminuyeron debido a la caída del comercio con el exterior. Se sucedieron numerosas
quiebras de empresas y las empresas extranjeras ligadas al comercio de exportación
comenzaron a reducir salarios y a despedir a numerosos empleados.

El Estado contaba con muy pocos recursos (por la reducción de los derechos de
aduana que caían sin parar) para poder hacer frente al gasto público que la UCR
realizaba con el fin de mantener el apoyo de los sectores medios al gobierno de
Hipólito Yrigoyen.
Incapaz de dar solución a los efectos de la crisis, Yrigoyen comenzó a perder el
apoyo de los sectores populares que lo habían apoyado en las elecciones recientes.
Los lazos entre el gobierno y los sectores medios se resquebrajaron. La debilidad
política en la que se encontraba el presidente fue hábil y rápidamente aprovechada
por quienes querían apartarlo del gobierno desde su primera presidencia.

El proyecto político del radicalismo intentó poner fin al régimen oligárquico con el
acceso de los sectores medios –“la chusma” como se les decía despectivamente- a
estamentos de decisión política. Este elemento había sido crucial para decidir a los
grupos de gran poder económico (oligarquía terrateniente y empresarios extranjeros)
de la necesidad de derrocar a Yrigoyen del poder.

La crisis económica que afectó muy gravemente a los sectores populares sirvió como
fértil abono a los conspiradores quienes comenzaron a pregonar que el deterioro
económico era el resultado de la inacción y la incapacidad del gobierno, y que la
senilidad del Presidente le impedía actuar con habilidad y eficacia.

La depresión económica aniquiló el apoyo popular con el que contaba Yrigoyen,


especialmente el de los sectores medios. El desempleo se expandía, el gobierno no
podía hacer frente a los pagos de sueldos de los empleados públicos y la
desesperación social aumentaba. Precisamente, la continuidad del Modelo
Agroexportador durante los gobiernos radicales hizo imposible a la Argentina hacer
frente a la crisis económica mundial. La dependencia económica que nuestro país
tenía con las grandes potencias, principalmente con Gran Bretaña, estalló con la crisis
al caer abruptamente las exportaciones argentinas y sus precios y al interrumpirse la
llegada de capitales extranjeros, y provocó una situación de enorme descontento
social que Yrigoyen pagó con su derrocamiento en 1930 por parte de la
oligarquía terrateniente y los militares ligados a ella.

El 6 de septiembre de 1930 la oligarquía recuperó el control del gobierno a través de


un Golpe de Estado liderado por el Ejército. Al poder económico, que nunca había
perdido la oligarquía, le sumó nuevamente el poder político y restauró las viejas

- 10 -
prácticas fraudulentas, corruptas y represivas propias del período 1880-
1916.
Los grupos económicos dominantes tuvieron como referentes político-militares a José
Félix Uriburu y Agustín P. Justo. Este último propició mantener una fachada
democrática por medio del fraude y la proscripción del radicalismo.

Actividad 2
Expliquen la relación entre la llegada de la crisis económica a la Argentina y el golpe
de Estado de 1930, prestando atención a:
- ¿de qué manera afectó la llegada de la crisis al gobierno de Yrigoyen?
- ¿cómo utilizaron los golpistas la situación creada por la crisis?
- ¿quiénes prepararon el golpe y con qué objetivos?

Actividad 3
a) Lean la siguiente fuente: ¿Qué se está justificando y con qué argumentos?

“Camaradas:
El Ejército y la Armada de la Patria, respondiendo al clamor unánime del pueblo de la Nación y
a los propósitos perentorios que nos impone el deber de argentinos en esta hora solemne para
los destinos del país, han resuelto levantar su bandera para intimar a los hombres que han
traicionado en el gobierno la confianza del pueblo y de la República el abandono inmediato de
los cargos, que ya no ejercen para el bien común, sino para el logro de sus apetitos
personales. Les notificamos categóricamente que ya no cuentan con el apoyo de las
instituciones armadas cuyo objeto primordial es defender el decoro nacional, que ellos han
comprometido…
Queremos desterrar inexorablemente la política de nuestras filas, pero este noble propósito no
puede ser confundido con la indiferencia cívica, ni nuestra disciplina con el servilismo. La
misma Constitución obliga hasta a los ciudadanos a armarse en su defensa. Ha llegado el
momento. ¡A las armas! Para salvar la realidad de las instituciones y la dignidad de la Nación”.
La Junta Militar. Septiembre de 1930.”

b) Según la fuente que figura a continuación: ¿quiénes impulsaron el golpe de Estado de


1930? ¿Cómo podrían justificarlo?
“Volaron unos aviones, desfilaron unos militares, y por la noche, en la Casa Rosada, los
terratenientes argentinos tomaron champagne de las mejores vendimias pagado con el oro de
los petroleros norteamericanos”.
Waldo Frank

La Década Infame

El período histórico que va desde el Golpe de Estado de 1930 hasta 1943, se lo conoce
con el nombre de Década Infame, aunque, estrictamente, se trata de 13 años. El
carácter de “infame” está ligado al altísimo nivel de corrupción, fraude, represión y
políticas económicas anti-populares que abundaron durante estos años en los que la
oligarquía pudo restaurar su poder político.

Durante los gobiernos que se sucedieron por medio del fraude hasta 1943, se
implantó el Estado de Sitio, la Ley Marcial –que reimplantó la pena de muerte-, se
clausuraron diarios, se castigó a los opositores con la cárcel, se intervinieron las
provincias y las Universidades.

- 11 -
El gobierno permitió y estimuló la formación de una fuerza armada privada, llamada
Legión Cívica, desde 1931. Les garantizaba instrucción militar y armamento, y les
otorgaba la facultad de intervenir “en defensa del orden público amenazado o
alterado”. Sus objetivos eran colaborar con la autoridad para mantener el orden
interno luchando contra todo factor que atente contra sus intereses y privilegios.
Reprimieron los conflictos obreros y aseguraban la implementación del fraude en las
elecciones. Esta fuerza armada alejaba a los opositores de las urnas y aseguraba que
los trabajadores no se rebelaran frente a sus pésimas condiciones de trabajo y de vida
en viñedos, minas, quebrachales, estancias, etc..

Las voces de protesta comenzaron a ser acalladas en los sótanos de la Penitenciaría


de Buenos Aires. Allí son torturados presos sociales y opositores al régimen. En 1931
se crea la sección “Orden político” para reprimir con más método. Uno de sus jefes
y organizadores fue el argentino Leopoldo Lugones hijo, tristemente célebre por haber
inventado mundialmente la “picana”, utilizada para torturar con electricidad. Trataban
de aniquilar la voluntad del sometido a suplicios averiguando el nombre de otros
opositores e imponiendo el terror.

Actividad 4
a) Enumeren las características políticas de la década del ´30 que se pueden deducir de las
fuentes que siguen.
b) Según las fuentes
b.1) ¿contra quiénes se dirigía principalmente la represión gubernamental en esta
década?
b.2) ¿qué instrumentos de represión son señalados?
c) Complementen la respuesta a) ampliando o agregando características según el texto
precedente “La Década Infame”.

“BANDO DEL GOBIERNO


Teniendo el movimiento militar que se ha constituido en GOBIERNO PROVISORIO de la
NACIÓN como misión primordial la conservación del orden en mira de asegurar las más
absolutas garantías de la vida, propiedad y seguridad de los habitantes de la Nación, previene
al pueblo de lo siguiente:
1º Todo individuo que sea sorprendido en infraganti delito contra la seguridad y bienes de los
habitantes, o que atente contra los servicios y seguridad pública, será pasado por las armas
sin forma alguna de proceso.
2º Las fuerzas que tengan a su cargo el cumplimiento de este bando, sólo podrán hacerlo
efectivo bajo la orden y responsabilidad de un oficial del Ejército de mar y tierra de la Nación.
Los suboficiales que sorprendan a cualquier individuo en las condiciones antedichas, deberán
detenerlo y someterlo de inmediato a la disposición del primer oficial a su alcance para su
ejecución.
URIBURU, Tte. Gral., Comandante en Jefe del Ejército y Presidente del Gobierno Provisorio.

“Afirmamos que la Nación, como entidad indestructible tiene el derecho inalienable a


conservar su individualidad de país civilizado, ordenado, culto, (…) no hay razón para que las
masas ciegas pongan todo esto en peligro a través del ejercicio inconsciente del sufragio
universal por masas ignorantes, perturbadas por una prédica insensata…”
“La democracia la definió Aristóteles diciendo que era el gobierno de los más, ejercitado por los
mejores. La dificultad está justamente en hacer que lo ejerciten los mejores. Eso es difícil que
suceda en todo país que, como el nuestro, hay un sesenta por ciento de analfabetos, de lo que
resulta claro y evidente, sin tergiversación posible, que ese sesenta por ciento de analfabetos
es el que gobierna el país porque en elecciones legales ellos son mayoría”.
José Felix Uriburu.

- 12 -
“…No bastaba la sustracción de millares y millares de libretas de enrolamiento a fin de impedir
el ejercicio del voto a los ciudadanos no adictos a la candidatura oficial.
La incertidumbre del triunfo empujó al oficialismo al vuelco de los padrones y para realizar la
innoble tarea arrojó por la fuerza a los fiscales de los comicios. Libres de todo control los
presidentes cumplieron lealmente las órdenes recibidas: suprimieron el cuarto oscuro;
obligaron a declarar por quién votaba el elector, y cuando éste se negaba a complacerlos le
devolvían la libreta con la palabra ´votó´, colocando ellos mismos en la urna la boleta oficial. “
Periódico La Vanguardia. 16 de noviembre de 1931.

“Sección primera de Avellaneda. Jardín de suplicios. Picana eléctrica. Azotes, tormento de la


sed. Tormento del sueño. Hábil interrogatorio. Desvanecimientos. El médico! El médico! ¿Quién
es? Lo mandaron de la Especial. Entonces, síncope cardíaco. ¿Era del sindicato? Síncope
cardíaco. ¿Era judío de Odesa? Síncope cardíaco. ¿Agitador del puerto? Síncope cardíaco. ¿Del
frigorífico? Síncope cardíaco. En el velorio: - Señora, es una desgracia. Esto para los gastos del
entierro… ¿Cuántos chicos deja? Tome cien pesos para cada uno. Don Alberto es amigo de los
pobres”.
Revista “Libertad Creadora. Abril-junio 1943.

“Lo que más alarmó a los dirigentes obreros era la ofensiva de los industriales desatada
después del golpe. Los empresarios, que se vieron obligados a conceder algunas reformas
durante el gobierno radical, se volvieron ahora en contra de ellos: en muchas compañías,
como Bunge y Born, Shell Mex, Mihanovich, cesantearon a delegados y dirigentes gremiales. El
golpe militar fue para la clase obrera la represión, la ofensiva capitalista y la desocupación. La
CGT, que nació poco después del golpe, tenía la misión de salvar a los obreros de estos
problemas.”
Hiroshi Matsushita. Movimiento obrero argentino, 1930-1945. Hyspamérica. 1986.

“La ley marcial, el estado de sitio y una política de represión generalizada fueron el signo
político de estos tiempos. Las actividades sindicales eran vistas como peligrosas para los
intereses del Estado. En muchos casos, los movimientos huelguísticos u otras demandas
sindicales eran interpretados como hechos delictivos y pasibles de ser resueltos por las
autoridades policiales.”
Alonso, M., Vazquez, E.. Historia. La Argentina contemporánea. Aique.

La crisis económica mundial llega a la Argentina

La crisis económica mundial afectó de manera especial a la Argentina por dos


vías simultáneas: la caída abrupta del comercio internacional y del precio de las
materias primas exportadas, así como la interrupción de la llegada de capitales
extranjeros (empresas y préstamos).
Las grandes potencias implementaron medidas proteccionistas para sus
producciones agropecuarias, lo que hizo descender no sólo la cantidad de cereales y
carnes argentinas exportadas, sino también sus precios.

- 13 -
Los empresarios ingleses, norteamericanos, alemanes u de otros orígenes que
habían realizado inversiones en la Argentina para aprovechar la mano de obra barata
y para asegurarse que el país continuara por la senda agroexportadora, sin desarrollo
industrial, comenzaron a retirar muchas de sus empresas, dejaron de realizar
préstamos al gobierno argentino y dejaron de invertir porque su propia crisis les
exigía retornar a sus países y no salir de allí por el momento.
Entonces, cayó enormemente la llegada de divisas al país y se hacía
imposible mantener el nivel de importaciones, el pago de deuda externa y el retiro de
las ganancias de las empresas extranjeras instaladas en el país.
La inversión decayó en todos los sectores económicos, particularmente los
ligados al sector agropecuario y en los rubros ligados a la exportación de materias
primas, como ferrocarriles y frigoríficos, en manos de capitales extranjeros. Esta
situación generó un nivel creciente de desocupación, sumado a una creciente
inflación porque los productos importados escaseaban y eran carísimos. Productos
básicos como telas, repuestos para maquinarias o para el ferrocarril, el carbón que
servía de combustible a los trenes, prácticamente no llegaban al país. En el caso de
los ferrocarriles, por ejemplo, se recurrió a quemar trigo y maíz (que no se podían
vender en el exterior) como combustible.
Así, la crisis impactó en la población trabajadora con su secuela de miseria,
falta de trabajo y la certeza de un futuro negro.
En estas condiciones, el gobierno oligárquico decidió seguir pagando la
deuda externa y para ello rebajó el sueldo de los empleados públicos. Es decir,
que priorizó su relación con las potencias (especialmente con Gran Bretaña) a las
condiciones de vida del pueblo argentino.
Al mismo tiempo, tomó una serie de medidas para auxiliar a los grandes
terratenientes que se veían afectados por las enormes dificultades para exportar y
por la caída de los precios de los productos agropecuarios en el mercado mundial. Una
de las medidas más importantes fue la de crear Juntas Reguladoras (de carnes, de
cereales, de azúcar, de vino, etc.) que compraban la producción a la oligarquía
pampeana y a la oligarquía del interior del país a precios mayores a los que ofrecían
las potencias. Luego, vendía esos productos a precios más bajos en el mercado
mundial, generando un enorme gasto estatal que se solventaba con despido de
empleados públicos, reducción salarial y mayores impuestos a la población.

La crisis puso en evidencia el nivel de dependencia económica al que había


llegado nuestro país con respecto a las grandes potencias mundiales de la época.
En conclusión, la crisis económica provocó el derrumbe del modelo económico
implementado hasta ese momento, denominado Modelo Agroexportador (MAE).

Actividad 5
a) Identifiquen los efectos que la crisis económica mundial tuvo sobre la Argentina, que
puedan deducir de los siguientes cuadros y cifras.
b) Luego, complementen la información elaborando un mapa conceptual con la lectura del
texto precedente, donde sinteticen las vías a través de las cuales la crisis de las
potencias capitalistas fue exportada a la Argentina y sus efectos económicos y sociales.

Caída del PBI entre 1929 y 1932


13%

- 14 -
El comercio exterior argentino en los primeros años de la crisis

Producción y exportación de trigo


Campaña Área sembrada en hectáreas Exportaciones de grano y harina
(toneladas

1928-1929 9.219.000 6.809.030

1931-1932 6.999.000 3.524.666

1935-1936 5.750.000 1.724.362

Industrialización por sustitución de importaciones - ISI


El proteccionismo “espontáneo”

La crisis mundial iniciada en 1929 golpeó duramente a las economías


latinoamericanas. Las potencias de Europa Occidental y los EEUU transfirieron los
efectos de la crisis a los países que se encontraban bajo su influencia, bajando los
precios de las materias primas, repatriando inversiones y colocando trabas a las
exportaciones latinoamericanas.

Las consecuencias de estas políticas fueron el derrumbe de las estructuras


primario-exportadoras consolidadas desde fines del siglo XIX. El desempleo, la miseria
y la inflación fueron los resultados de esta crisis.

El Estado argentino, en manos de la oligarquía terrateniente y grandes


comerciantes intermediarios de las potencias, se vio obligado a intervenir en la
economía y subvencionar las actividades de los sectores dominantes para garantizar
que sus ganancias no disminuyeran. Esta intervención no se dio en el terreno social,
donde las mayorías populares quedaron libradas a su suerte.

Cuando el comercio internacional se interrumpió, las exportaciones de materias


primas fueron las que más sufrieron. El precio de los productos industriales también
cayó, pero en menor medida que aquellas. Esto se debe a que los precios de las
producciones en el mercado mundial son manejados por las potencias.

El derrumbe del comercio internacional y la interrupción de la llegada de


inversiones extranjeras (préstamos y filiales de los monopolios) en Argentina
provocaron una crisis en la balanza de pagos, es decir, una escasez de divisas. La
continuidad de las importaciones de productos industriales vendidos en Argentina por

- 15 -
los monopolios extranjeros no pudo mantenerse. Se generó, entonces, una situación
de “proteccionismo espontáneo” que, ante la imposibilidad de importar, generó un
espacio propicio para el crecimiento de ciertas industrias que satisficieran la demanda
de productos de consumo básico de la población, y que podían ser vendidas ante la
falta de competencia de los productos extranjeros (situación que, hasta el momento,
había impedido el desarrollo industrial argentino).

La baja de los precios agropecuarios llevó a la ruina a millones de campesinos


que comenzaron a migrar hacia las ciudades en busca de trabajo en las nuevas
industrias.

La ISI

En la situación que acabamos de describir, las industrias que pudieron crecer


sólo fueron las de la rama liviana. ¿Por qué? El desarrollo de la industria pesada
requiere de grandes inversiones de capital. Sólo las clases dominantes argentinas
(oligarquía fundamentalmente) contaban con esos recursos. Sin embargo, esos
sectores sociales sólo vieron en la industria una inversión alternativa coyuntural
en tanto estuvieran en declive las exportaciones primarias. La disminución de sus
ganancias en el rubro agroexportador los llevó a intentar compensarlo con inversiones
en algunas industrias. Ellos esperaban la vuelta a la normalidad del mercado mundial
para mantener sus negocios con los monopolios extranjeros. Desarrollar una industria
pesada independiente hubiera puesto en peligro aquellos negocios. De este modo,
esos sectores sólo invirtieron en algunas industrias livianas que no les demandaran
demasiados recursos y que pudiera cerrar ni bien el mercado externo se normalizara.
Sin embargo, algunos sectores sociales provenientes de clases medias que
contaban con algunos ahorros, sí estuvieron interesados en el desarrollo industrial.
Sin embargo, no contaban con la ayuda estatal o crediticia necesaria para montar
emprendimientos industriales de gran magnitud y tecnología de avanzada. Como
dijimos, el desarrollo industrial no fue producto de un proyecto estatal de promoción y
protección a una diversificación de la estructura económica. Aquellos sectores medios
sólo pudieron desarrollar empresas de tamaño medio y pequeño con tecnología
precaria y escasa, siendo muy vulnerables a la posibilidad del retorno de la
competencia extranjera. Ellos conformaron una nueva clase social: la burguesía
nacional interesada en un desarrollo independiente basado en la industrialización.
Este proyecto chocaba con los intereses tanto de los grandes terratenientes como de
las potencias y sus monopolios en mantener dominados y subdesarrollados a estos
países.
A estos dos grupos ya mencionados, debemos añadir el aumento considerable,
desde 1935 (cuando la economía norteamericana ya había dejado atrás lo peor de la
crisis), de inversiones de filiales de grandes empresas estadounidenses en la
economía argentina. Una parte significativa de estas inversiones se orientó hacia la
industria de artefactos eléctricos como radios, heladeras, lavarropas y teléfonos.
También se instalaron filiales de grandes empresas automotrices (Ford y General
Motors) montando plantas de armado y ensamblaje de autopartes; la tecnología y la
maquinaria seguían produciéndose en las casas matrices.
En conclusión, en este contexto económico y político, solamente pudo crecer la
industria liviana, sustituyendo los productos que normalmente se importaban antes de
la crisis por producción local. Por este motivo, a este proceso se lo conoce con el
nombre de industrialización por sustitución de importaciones. No se trató de
una revolución industrial.

- 16 -
Para el desarrollo de esta industria era fundamental la importación de
insumos, sobre todo petróleo, y de maquinarias. Las divisas seguían siendo
necesarias. ¿De dónde podían provenir? Solamente de la exportación de materias
primas. El control de esta producción y de su comercialización seguía estando en
manos de los grandes terratenientes y de las grandes empresas exportadoras.
Entonces, aún cuando la estructura económica de la sociedad argentina empezó
a cambiar como efecto de la crisis, no sufrió alteraciones profundas. La oligarquía
siguió manteniendo el poder que le daba ser la dueña de la tierra y, por lo tanto,
ser la proveedora de las divisas que estas industrias en crecimiento necesitaban.

Actividad 6
a) Luego de la lectura del texto precedente, expliquen a qué proceso están haciendo
referencia cada uno de los cuadros que aparecen a continuación.

Cuadro 1
Cantidad de establecimientos industriales
1935 1937 1939

40.604 49.359 53.848

Cuadro 2

Rama de la industria Empresas


Textiles Clayton, Sudamtex y Ducilo
Caucho Good Year y Firestone
Artefactos eléctricos Philco, Philips, Osram y Unión Carbide Eveready
Prod. farmacéuticos y de tocador Johnson y Johnson y Pond´s
Alimentos y bebidas Nestlé, Suchard, Ginebra Bols,

b) Expliquen con sus palabras el concepto de “proteccionismo espontáneo”.


c) Identifiquen los tres sectores que participaron de la inversión industrial.
d) ¿Por qué se califica el crecimiento industrial del período como de Industrialización
por Sustitución de Importaciones? ¿Cuáles fueron sus limitaciones?

Actividad 7
Lean la siguiente fuente. ¿A qué clase social representará el autor? ¿Por qué? ¿Qué está
proponiendo?
"La vida económica del país gira alrededor de una gran rueda maestra que es el comercio
agroexportador. Nosotros no estamos en condiciones de reemplazar esa gran rueda, pero
estamos en condiciones de crear, al lado de ese mecanismo, algunas ruedas menores que
permitan el desarrollo del país".
Federico Pinedo. 1940

- 17 -
Efectos sociales de la crisis del ´30

Producto de la crisis, el nivel de desocupación aumentó enormemente. En


1932, el 44 por ciento de los desocupados eran trabajadores agrícolas.
Los terratenientes retiraron tierras de la agricultura, esperando mejores precios
y el reestablecimiento del comercio mundial. Arrendatarios y peones rurales quedaron
sin tierra donde trabajar y comenzaron a dirigirse a los centros urbanos,
especialmente a Buenos Aires. Con el paso de los años, muchos de ellos se
convertirán en obreros del proceso de industrialización que ya explicamos. Pero, en
los primeros años de la década del ´30 la situación de miseria, desocupación y
pobreza fue el destino que le esperaban a todos los migrantes internos.
Las condiciones de vida de los sectores populares, tanto en la ciudad como
en el campo, eran de mucha escasez. Los salarios no alcanzaban a cubrir el
presupuesto básico familiar, dejando casi como única opción el trabajo de mujeres y
niños. Los trabajadores no contaban con ninguna ley que los protegiera de los
patrones. Eran ellos quienes decidían, sin limitaciones, los horarios laborales, los
sueldos y todo lo referente a las condiciones de trabajo. La recientemente creada
Confederación General del Trabajo que unificó a todos los sindicatos reclamaba
derechos básicos como: jornada laboral de ocho horas, seguro para desocupación,
enfermedad, vejes y maternidad, la defensa de la infancia, la fijación de alquileres
urbanos y rurales, la construcción de viviendas.
La clase media se vio también muy perjudicada por la decisión del gobierno
oligárquico de reducir el gasto público para poder afrontar el pago de la deuda
externa. Así, muchos empleados estatales fueron despedidos. Los pequeños
comerciantes e industriales se vieron perjudicados por el aumento de los impuestos.
Esto recortó las posibilidades de ascenso social de la clase media.
Así lo relataban testigos de la época:
“El recuerdo principal que tengo de aquellos años fue la miseria. Yo vivía en Liniers. Durante
diez años no se pagó el alquiler, si no tendríamos que haber ido a vivir a ´los caños´. No había
trabajo. Me acuerdo que cuando teníamos el Teatro Proletario hacíamos colectas para
conseguir diez centavos con el fin de que viajara mucha gente que no podía hacerlo. De noche
íbamos al teatro y una pizzería nos llevaba gratuitamente porciones de pizza para que
comiéramos. Se veía gente descalza por la calle y los que llegaban de Villa Desocupación, que
estaba en Puerto Nuevo, parecía que venían del infierno, todos negros y desmelenados. Se
veían desalojos en los conventillos, que se realizaban violentamente con mucha represión
policial, igual que en la primera década del siglo, cuando el jefe de la policía Falcón efectuaba
procedimientos personalmente. Yo nunca vi en la Argentina un cuadro semejante, que duró
hasta después de 1940”.
Castelnuovo, Elías, La Opinión, 1975.

Las villas miseria, flagelo social de indiscutible actualidad, tienen su origen en la


década del ´30, cuando la masiva migración de población rural hacia las grandes
ciudades, por la crisis en el campo y las nacientes oportunidades laborales en las
nacientes industrias, hizo que cientos de miles de personas se instalaran en los
grandes centros urbanos. Una de las más conocidas es la Villa Ciudad Oculta, cuyo
verdadero nombre es el de Barrio General Belgrano. Esta villa surgió en 1937. La
última dictadura militar construyó un paredón para ocultar la miseria a los visitantes
extranjeros en épocas del Mundial de Fútbol de 1978, y, desde ese momento, se la
conoce con el nombre de “Ciudad Oculta”.
Así, relataba un testigo de la época la situación social que se vivió en esa
década:

- 18 -
“Vimos aparecer en Puerto Nuevo una inmensa aglomeración que no podríamos llamar, como
hoy, villas miserias. Eran unas chozas misérrimas que se extendían por cuadras.
Vimos aparecer debajo de los puentes de esos ramales que atravesaban Avellaneda, desde
Puente Alsina, o Dock Sud, masas de hombres sin trabajo y sin pan, que durante el día
deambulaban por la ciudad solicitando trabajo o ayuda. Llegaron a instalarse ollas populares
donde los desocupados hacían cola con sus tachitos de lata, esperando una sopa lavada…
El hambre se retrataba ya en los rostros, en la ropa y se traducía en las enfermedades como la
tuberculosis. Era la enfermedad de las obreras del vestido, de las trabajadoras a domicilio
(bordadoras, pantaloneras, chalequeras) de la industria textil, de los frigoríficos; era la
enfermedad de la juventud; era, en fin, la enfermedad de los desocupados, de los crotos, de
los linyeras.”
Juan José Real. 30 años de historia argentina.

En la década del ´30 había que convivir con la crisis y la depresión, la


interrupción del proceso democrático, el fraude electoral y los negociados. Para
muchos, como los sectores medios y obreros, fueron años de desesperanza y
escepticismo. Escritores, artistas plásticos e intelectuales en general, reflejaron en
su obra los sentimientos de una época sentida por muchos hombres y mujeres como
una de las más difíciles y sufridas de nuestra historia.
Sin duda, el tango fue una de las manifestaciones de la cultura popular que
mejor expresaron estos cambios. En un principio se trató de una música que sólo se
bailaba, característica de los barrios más populares de la ciudad de Buenos Aires. Los
prostíbulos de los barrios del sur y los patios de los conventillos fueron los ámbitos en
los que se fue formando el tango. En la década del ´30, el tango expresó los
sentimientos de desesperanza característicos de la época. Poco después, el tango
dejó de ser una expresión musical exclusiva de los barrios y sectores sociales
humildes y comenzó a ser aceptado en los círculos sociales más acomodados que, en
un principio, lo rechazaron por considerarlo una danza obscena, inadecuada para la
gente decente.

Las mujeres y el trabajo en la década del 30 (Dora Barrancos)

La presencia femenina en trabajos fuera del hogar no gozaba de alta estima social. La
mayoría de los protagonistas, incluidos los trabajadores varones, rechazaban el
trabajo de las mujeres ya que debían abandonar la atención de la familia. Incluso las
tareas productivas realizadas en el hogar (por ejemplo algunos trabajos de costura)
que parecían compatibles con la maternidad también fueron señaladas como
negativas, aun por grupos que mantenían posiciones progresistas como los
anarquistas y socialistas. Si el “maternalismo” (la mujer debía concentrar sus
esfuerzos en la crianza de los hijos) gozaba de fuerte aceptación, la grave crisis de
inicios de los treinta obligó a que muchas mujeres tuvieran que salir de sus casas para
socorrer económicamente a sus familias. La necesidad fue más fuerte que la
resistencia a aceptar el ingreso de las mujeres en el mundo del trabajo.
Salir a trabajar solía ir acompañado de una duda acerca de la integridad moral de las
mujeres. Resultó recurrente señalar a las mujeres trabajadoras como provocadoras, y
que fueran víctimas de todo tipo de habladurías en los barrios por el sólo hecho de
verlas salir temprano a trabajar. Fueron pocos los trabajos femeninos que lograron
cierta respetabilidad. Tal vez las maestras estuvieran a salvo de los prejuicios
sociales, y posiblemente porque ningún contemporáneo estaba dispuesto a admitir
que el magisterio reunía las condiciones para ser un trabajo. Digna consecuencia de la
labor maternal, la docencia encarnaba valores muy estimados al punto de que muchas
familias de los sectores medios y medios bajos desearan que sus hijas fueran
maestras. Sus sueldos eran realmente bajos pero el reconocimiento social funcionaba

- 19 -
como un elemento compensatorio. El mayor problema que planteaba la docencia era
cuando las maestras debían alejarse de sus familias siendo todavía solteras para
trabajar en otras localidades. El propio Consejo Nacional de Educación estimulaba el
casamiento de las maestras para evitar posibles problemas morales con maestras
solteras y alejadas de su familia. Por supuesto que las maestras debían cumplir
severos normas de vestimenta y que las pocas que se animaron a la maternidad
siendo solteras debieron mantener en el mayor secreto la circunstancia, y encontrar
luego marido para no tener que abandonar la vocación. Muchas maestras fueron
cesanteadas por razones de índole moral durante esta época.
Posiblemente el magisterio junto con el trabajo de enfermera fueran los dos trabajos
considerados en aquel tiempo propio para las mujeres. En el caso de las enfermeras
que provenían de los sectores populares era evidente que el cuidado de los pacientes
y el cuidado de por sí eran cuestiones femeninas ya que reclaman unas virtudes
atribuidas casi exclusivamente a las mujeres: abnegación, suavidad, paciencia.
Otras trabajadoras como las telefónicas no pudieron evitar sospechas sobre lo lícito de
sus costumbres. Ya sea porque por su trabajo debían vincularse con adultos varones o
por que la invisibilidad en el trato les otorgaba cierta impunidad, lo cierto es que las
operadoras telefónicas no tenían buena fama. Se trataba además de un grupo
particular, mayormente proveniente de sectores medios y medios bajos que había
podido evitar el ingreso al mundo del trabajo fabril. El gran crecimiento de la telefonía
en la década del 30 hacía relativamente fácil encontrar empleo en el sector. Las
mujeres que lograban superar los límites del hogar e ingresar en el mundo del trabajo
aprendieron a tener conductas más libres fuera del empleo, que incluso pudieran salir
con sus novios (siempre acompañadas de amigas o familiares, regla fundamental del
período).
Otros destinos para las trabajadoras provenientes de la clase media eran las casas de
comercio. En el mundo de las trabajadoras de fábrica provenientes de los sectores
populares, si bien las expectativas de conducta eran las mismas era más sencillo
quebrar esas reglas. Un grupo muy vulnerable en materia de sexualidad fueron las
empleadas domésticas, también provenientes de los sectores bajos. Víctimas del
poder de sus patrones o de sus hijos, las muchachas que se desempeñaban en las
residencias tanto de la ciudad como del campo sabían que era muy difícil resistir el
acoso pues se arriesgaban a ser despedidas.

Actividad 8
Expliquen las cifras que muestra el cuadro a partir de la lectura del texto precedente.

Crecimiento de población anual del Gran Buenos Aires


Años Total Saldo migrantes internos
1895-1914 65.000 8.000
1936-1943 85.000 72.000
1943-1947 142.000 117.000

Actividad 9
Lean y observen las fuentes e imágenes. Indiquen de qué se trata cada una y cuál es el
mensaje en cada caso.

- 20 -
Al Mundo le falta un tornillo Que el que mata, que el que cura,
Todo el mundo está en la estufa: O está fuera de l ley.
triste, amargao, sin garufa...
Hoy no hay guita ni de asalto, Enrique Santos Discépolo (1935)
Y el puchero está tan alto
Que hay que usar el trampolín... Dónde hay un mango, viejo Gomez?
Si habrá crisis, bronca y hambre Viejo Gomez, vos que estás
Que el que compra diez de fiambre de manguero doctorado
Hoy se morfa hasta el piolín...” y que un mango descubris
Aunque lo hayan enterrado.
Enrique Cadícamo, 1932. Definime si podes
Esta contra que se ha dado,
Cambalache Que por más que me arremango
Hoy resulta que es lo mismo Ni por equivocación,
Ser derecho que traidor, ignorante, sabio, Que por más que la pateo
chorro,
Un peso no veo
Generoso, estafador…
En circulación.
Es lo mismo el que labura
¿Dónde hay un mango,
Noche y día como un buey
viejo Gomez?
Que el que vive de los otros,

El Pacto Roca-Runciman

Para hacer frente a la crisis, las potencias buscaron abastecerse de las materias
primas esenciales y conseguir preferencias especiales para los propios productos en
los mercados de los principales socios comerciales.
Gran Bretaña siguió esta estrategia y en 1932 se reunieron con sus colonias y
ex colonias (como Canadá, Australia y Nueva Zelanda) en la ciudad de Ottawa,
Canadá, para asegurarse que ellas compraran de forma preferencial los productos
ingleses. Como contrapartida, Inglaterra les aseguraba comprarles a ellas las materias
primas que vendían. En los casos mencionados se trataban de productos similares a
los que Argentina le vendía a Gran Bretaña, por ejemplo carne.
Con esos acuerdos firmados en la Conferencia de Ottawa, Inglaterra concedía
privilegios a los competidores de los productos argentinos en rubros como las carnes
vacunas y ovinas, el trigo y diversas frutas. Esto podía significar un nuevo golpe a la
actividad interna en rubros que constituían el eje central de la economía
agroexportadora.
Las exportaciones totales ya se habían reducido entre 1929 y 1932 un 40%.
Estos acuerdos realizados en Ottawa alarmaron sobremanera a la oligarquía
ganadera argentina, la más poderosa, quien inmediatamente reclamó al Gobierno

- 21 -
argentino que llevara a cabo una negociación con Inglaterra para impedir ser afectada
por esos acuerdos comerciales.

Entonces, el gobierno argentino envió una delegación a Gran Bretaña,


encabezada por el propio vicepresidente de la nación, Julio Argentino Roca
(hijo).
Gran Bretaña estaba interesada en llegar a un acuerdo con el gobierno argentino ya
que aquí se encontraban gran parte de los capitales ingleses invertidos en el exterior:
ferrocarriles, frigoríficos, puertos, empresas comerciales. Temían que la misión Roca
amenazara con trabar las transferencias de ganancias de las empresas británicas.
Además, los funcionarios británicos estaban especialmente interesados en lograr una
posición favorable para la exportación de sus productos a la Argentina que, poco a
poco, iban siendo desplazados por la competencia norteamericana (hierro, acero,
carbón, material ferroviario).

Finalmente, el 1º de mayo de 1933 se firmó el acuerdo, conocido como Pacto


Roca-Runciman, por los funcionarios de ambos países.
La Argentina obtuvo una pequeña concesión: Gran Bretaña se comprometió a
comprar una cantidad trimestral de carne similar a la de 1932 –el nivel más bajo
durante la crisis-, e incluso se reservaría la posibilidad de reducir esa cuota si lo
necesitara. A cambio, Inglaterra obtuvo enormes ventajas:
- las empresas británicas en Argentina podrían retirar sus ganancias libremente
- condiciones arancelarias preferenciales a las importaciones argentinas
provenientes de Gran Bretaña, en particular carbón y acero.
- Las exportaciones de carne debían hacerse a través de frigoríficos ingleses o
norteamericanos en un 85%, los frigoríficos nacionales sólo podían vender un
15% de la carne exportada.

Por si todo esto fuera poco, se agregaron cláusulas secretas en el Pacto.


Una de ellas fue la Coordinación de Transportes. Los ingleses poseían en
nuestro país subterráneos y trenes, pero los argentinos habían inventado el colectivo
que les hacía competencia. Algunos taxistas, que tenían pocos clientes y mucho
ingenio, habían ido estableciendo recorridos fijos y aumentando el tamaño del
vehículo, haciéndose muy populares por el precio de su boleto, por tener mayor
frecuencia y amplitud de horario y por comprender numerosos trayectos. El Pacto
incluía la creación de una Coordinación de Transportes manejada por los ingleses que
controlaría todos los transportes urbanos de Buenos Aires, incluyendo por supuesto a
los colectivos. Así, sus antiguos dueños se transformaron en peones o empleados de
los ingleses.
La otra cláusula secreta establecía la creación de un Banco Central de la
Argentina controlado en gran medida por capitales ingleses, dándoles así el control
financiero de nuestro país.

El resultado del acuerdo fue ampliamente favorable a los intereses británicos. Los
pequeños productores de carne, los frigoríficos nacionales, los grupos industriales
argentinos fueron gravemente perjudicados. El Pacto se convirtió en el símbolo de la
claudicación de los gobiernos de la llamada Década Infame, signada por la
corrupción, el fraude y la entrega. A lo largo de la década del ´30 se oirían fuertes
voces de protesta que calificaban al Pacto como una relación colonial. Hasta las
colonias inglesas reunidas en Ottawa habían logrado un trato mucho más favorable
que la Argentina.

22
Actividad 10
A partir de la lectura del texto precedente, respondan:
a) ¿En qué consistió (cuándo se realizó, entre quiénes y por qué) la Conferencia de
Ottawa y qué importancia tuvo para la Argentina.
b) ¿Cómo reaccionó el gobierno argentino?
c) Mencionen las cláusulas públicas y secretas del Pacto Roca-Runciman.
d) En función de esta información, expliquen el sentido de cada una de las siguientes
afirmaciones e identifiquen la diferencia entre cada una de ellas:

Fuente 1)
“(…) la Argentina por su interdependencia recíproca es, desde el punto de vista económico,
una parte integrante del Imperio Británico. (…) Inglaterra, como la llamamos familiarmente, ha
sido nuestra primera amiga, que nos tendió la mano hasta asegurar nuestra independencia
cuando todo se conjuraba en nuestra contra y que nos prestó la ayuda de sus capitales
cuando, en los pasos iniciales de nuestra adolescencia, apenas éramos dignos de su confianza.
Por su importancia económica, la Argentina se parece a un gran dominio británico”
Julio A. Roca (h) 1933.

Fuente 2)
“El senador oficialista informante decía ayer: ´el gobierno inglés quiere´ o ´el gobierno inglés
no quiere´. Todos los señores senadores lo escucharon, y eso que el gobierno inglés quiere o
no quiere se refiere a cosas que pertenecen a la República Argentina, y deberían ejercitarse
por el gobierno argentino. En esas condiciones no podría decirse que la Argentina se haya
convertido en un dominio británico, porque Inglaterra no se toma la libertad de imponer a los
dominios británicos semejantes humillaciones. Los dominios británicos tiene cada uno su cuota
de importación de carnes y la administran ellos. La Argentina es la que no podrá administrar
su cuota. No se si después de esto podremos seguir diciendo: “al gran pueblo argentino salud”.
Lisandro de la Torre, Diario de Sesiones de la Honorable Cámara de Senadores, mayo de 1935.

Actividad 11
A modo de síntesis: elaboren un párrafo que explique los motivos que llevaron a
denominar a los años 30 como “La Década Infame”.

Actividad 12
Asesinato en el Senado de la Nación
Luego de ver la película respondan:
a) Expliquen el contexto histórico en el que se desarrolla la película, describiendo
particularmente el tema central de la misma.
b) ¿Quién era Lisandro de la Torre? ¿Cuáles eran las denuncias que realizaba? ¿A quiénes
acusaba?
c) ¿Qué aspectos de la película pueden identificar como característicos de la “Década Infame”?
c.1) a nivel político: ¿qué sectores tenían el poder político? ¿en qué escenas se pone en
evidencia? ¿cómo gobernaban? ¿qué prácticas políticas eran comunes en esa época? En
todos los casos deben dar ejemplos con escenas de la película.
c.2) a nivel social y cultural: ¿qué clases sociales aparecen? ¿cuáles eran sus condiciones
de vida (costumbres, música, deportes, estilos de vida)? ¿cómo se describe en la película el
rol de las mujeres (tengan en cuenta las diferentes clases sociales). En todos los casos
tienen que dar ejemplos con escenas de la película.

23

También podría gustarte