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Javier Aros

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En ambos lados de la loma
Javier Aros
En ambos lados de la loma

Javier Aros 3
861. Ch Aros, Javier.
A En ambos lados de la loma.
Santiago de Chile: MAGO Editores, 2010
84 p.; 19 cm.
ISBN: 978-956-317-089-4
1. Poesía chilena

© Copyright 2010, by Javier Aros


Primera edición: marzo 2010

Colección Tránsfuga
4 Director: Máximo G. Sáez

Edita y Distribuye: MAGO Editores


Merced Nº 22 Of. 403, Santiago de Chile
Tel/ Fax: (56-2) 638 6605 - 664 5523
editorial@magoeditores.cl
www.magoeditores.cl

Registro de Propiedad Intelectual Nº 187.365

ISBN: 978-956-317-089-4

Diseño y revisión: MAGO Editores


En ambos lados de la loma

Composición de portada: J. Eduardo Aracena

Fotografía de solapa: Willy Roco

Impreso en Chile/ Printed in Chile

Derechos Reservados
Javier Aros
En ambos lados de la loma

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En ambos lados de la loma
Javier Aros
El primer deber en la vida es ser lo más artificial posible.
Cuál es el segundo deber, nadie lo ha descubierto todavía.

Oscar Wilde

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En ambos lados de la loma
PRESENTACION

Leer y releer estos poemas que nos presenta


Javier Aros se convierte en una invitación placentera
al acercamiento del paisaje humano, localizado con
mucha precisión y, que a través de un lenguaje agudo
nos invita a viajar hasta las profundidades del sentir para
develar la misteriosa identidad de un mundo que desfila
ante nuestros ojos en el diario vivir. Su observación y
lenguaje, simple y coloquial, nos hace partícipes de esta
verdadera aventura, disección y química de lo cotidiano
para encontrar las claves para un acercamiento al rico
patrimonio del carácter, de la herencia y del sentir social
que nos identifica.
La vulnerabilidad de los personajes y su ámbito,
más que deformantes o caricaturezcos, se presentan ple-
nos y circundados de un refinamiento descriptivo que
conmueve en su aspereza y sensibilidad, llegando a ser
reveladores por la cercanía a nuestra propia existencia.
El viaje que nos propone la poesía de Javier Aros
requiere de una disposición sensorial del lector que per-
mita establecer ese imprescindible nexo y acercamiento
tangencial a las almas de sus personajes. No hay página
en este libro que no se tiña de gris, maravilla de lo pre-
ciso y de lo indeciso, que sin embargo, hace brillar con
sonido de nostalgia un tiempo presente. Bendito el que
lee poesía, bendito el poder de la palabra y bendito quien
ve en los seres humanos y en su entorno un motivo de
permanente crecimiento emocional y espiritual.

Santiago Aránguiz S.

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En ambos lados de la loma
Extractos

Javier Aros
La Ligua
El río
Presura de la corriente
Don Ramón
La orilla pedregosa
Y la vieja roñosa
Familia radiante
Arbolitos
Y las hojitas envasadas
El año siguiente
Pasado el lado hondo
Un extracto de gente 13

La plaza
El grupo borracho
Principios de año
Mitad de semana
«Día de semana»
El gringo
«Ain’t that something»
La niña bonita
La loca del pueblo
Y el farmacéutico
El turno de noche
Una corrida de aspirinas
Extracto de polvo
De miedo
Una pila de chiquillos
La polvadera en la cancha
Y la mansión vacía
El rondín tejiendo
Y el ciruelo derrochado
Un membrillo salado
A la patá y el combo
La sangre
Mi frente
Justo al lado de mi padre
Lejos del presidente
Ahora
14 Y nunca
Un extracto de cielo

La radio y la tele
Tres vidas distintas
Alarma de robo
La quinta
Siete ciruelos
Abstinencia
En ambos lados de la loma

Colas y cigarros
Mañana
Etcétera
Manos y entrepiernas
La fila en el banco
Rubia despampanante

Javier Aros
¡Delito!
Arrancadera de pobretones
Extracto de plata

Batalla real
Bocinazos
«En confuso incidente muere menor baleado»
Paramilitares
Javier Aros al doblar la esquina
La tropa de perros
Ya entrada la noche
El pelo suelto
El viejo malestar de la guata
Extractos de comidas 15
Ideas menos
Novicias trabajando
Humo de cigarro
Mucha suerte
Al futuro
Indignación moral de una muñeca

Ese día se nombró un presidente de facto en la


provincia
Se despidió su antecesor con el pecho inflado y los
dedos morados
Hacia la frontera deshecha
Con el casco de inmolado
Con la esposa lloriqueando
Los hijos desolados
El gato pelado
El resto de las mascotas
Del presidente electo
16 Pidieron asilo
En otra parcela
Vamos a llegar al minuto 40 del primer tiempo

Se busca bedel para cargo vacante en la casa de gobierno


Y un relator de radio que rellene párrafos
Coristas, magos, traga vidrios y forenses
Muñecas y soldados de plomo
Todos han de audicionar para el presidente
En ambos lados de la loma

(De facto)
Último llamado para postular
A un contrato en la cocina del palacio
Más beneficios
Y una vista al matadero
Un empleo perfecto para madres solteras

Javier Aros
Cortar y procesar hierbas
Es parte de sus deberes

Un señor momio
El maitre del casino principal
Se encargó de un par de entrevistas
Primero a una colorina de lienzos comunistas
Que llegó en un furgón afuerino
De qué familia viene y con quién marcha
Le preguntó
El señor
Y antes de una respuesta sensata
Se paró el hombre de su silla
Una pata se quebró 17

«Ya,
Se quedó sin pega y sin plata»

Pordioseros y edecanes
Periodistas, chamanes, peones y trovadores
Cantantes de tangos
Muñecas
Bufones rivales de bufones
Doctores ilegítimos
Burreros y frentistas
Donde quieran que se encuentren
A ustedes y sus señoras
Sus familias

Sus colegas de la fábrica


Sus retoños soplando en los pañuelos
Su casero en la feria
Vecinos y monreros
Y todo aquél que sufra de indignación
El país les ruega por una revuelta de aquellas
El mundo ya dejó de cambiar
Se acabó la pasión por los vampiros
Y la autoridad del azar
18 Extiendan los tentáculos hacia el horizonte
Hacia el futuro que parece mazamorra
¿Me entiende?
El hombre bueno extiende la mano primero
En un país de prostitutas
Chile en la tarima de las noticias
Con la presidenta
Y todo su aparataje de seguridad
Gracias a Dios por la policía civil
En ambos lados de la loma

Que dejó de lado la vanidad y la avidez


Chile, país de adolescentes torpes
De muñecas pobres
De mujeres fuertes
De pololeos largos
De islas vacantes

Javier Aros
De rubias despampanantes
De gente que cae de bruces
En su propio plato

¿No es esto una certeza absoluta?

Tal vez un sucedáneo


Un endulzante natural para moralistas y mojigatas
Reglas para todos los gustos y edades
Lugares comunes en cada esquina de la plaza
Especiales en el menú
Para traficantes y coleccionistas
Miembros del club de adultos
O un chileno ordinario 19
Un cualquiera
No hay razón para insultar
Pues ya aprendí el cómo y el cuándo
Y el cómo saltarse un par de semanas en una vida
Yo le digo
No soy de sus ideas ahora
Pero usted es chilena y también lo soy
Es ese el discurso
Escuche:
La sociedad justa y libre
La supresión de los parias
La igualdad, inclusive en la primera dama
La empleada doméstica tasada
La bandera sin la estrella
La chaucha y el peso
Chile,
País de cuatreros

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En ambos lados de la loma
En ambos lados de la loma

Javier Aros
Hola señoritas
Parto por saludar
Vendo y compro dólares
Hoy
Le enseño a columpiarse si quiere
Pero espere
Arriendo un trozo de tierra para ustedes
Si quiere ver ojitos lindos
Heme aquí de usurero
Un cristiano nomás
Sin afán de tretas
Vengan mujeres de tino y buen gusto 21
(Reto a aquél que pueda igualar la oferta)
En el fondo de la yesca
En el fondo, soy distinto y es una certeza
Lo soy
En ambos lados de la loma

Bonanza para aquellos de buen corazón


De pecho robusto y agraciados de canas
Delirios de grandeza para todo aquel que prefiera
Un paseo corto al camino entero
Le digo una cosa primero:
Sea dulce con el prójimo y mezquino ante la mengua
Por Dios que cuesta doblar los brazos
Al amar la idea de amarte
No te lo diría ni de noche
Ni de día
¿Y si no era para tanto?
Le digo algo más:
Si se encuentra un día
En algún lado de la loma
Búsqueme y encuéntreme
Al medio de la pista
Donde yazgan 3 ratones

Si optara por otra vida al final del día


Con otro corte de pelo y otro cuello
Y en una tierra de rotos trajineros
22 Esto no lo haría
Nunca
Jamás
En ambos lados de la loma
La Borrasca

Javier Aros
La borrasca se queda con ella
O la calma endemoniada se azota la espalda, o
vagante pregunta cómo es que acabaron pintadas de
verde las solapas de su lengua; a leguas se entretienen
los soldados famélicos, a media mengua
Buscando un fósforo para mi cigarro, vi una
docena de gaviotas alborotando su cabello, vi a siete
adolescentes armando su fuego, vi cómo se enfriaba la
vida de ella
Pasé por un mercado saturado de habladores y sus
cejas se movían
Golpeé el hombro de un hombre cuya cabeza rodó a 23
las manos de una arpía
Rodando, espié a una embarazada que parecía ignorarme,
y su vientre crecía al compás de mis pasos

Dos niñas idénticas se abandonan a su propia suerte;


al galope, usan lentes que apenas cubren el brillo de
sus ojos, creo poder abordarlas con algún presente,
trataré de volverme iracundo antes de atraparlas en la
avenida
Las cosas dulces se encuentran soñolientas luego de
cenar frutas frente a las gemelas, ante la piel tersa de
mujer dormida, una breve entrevista torna incómoda
la sobremesa, una de ellas mastica sus uñas
inmaculadas con el ahínco de un mercenario, la otra
mira impaciente
La borrasca acrecienta y golpea su espalda, brota
desde el vulgo hacia la ventana; ahí, trajinando,
yo me encuentro al chaparrón llegando apenas a
tiempo, me colma de halagos y flirtea con ella, con
la hijastra de nuestra desdicha, cuya voz empalidece
en la tempestad, cuyo ramo de flores se oculta tras
una puerta mal tallada, al estruendo de las sirenas, al
cojeo de mi memoria

Espero, espero inmutable. Espero saber su canción


ya que no chilló la mía, tiempo de tormenta para
ambos dicta el Padre Nuestro, tiempos malos a
24 pasos agigantados, roban de mi cama un raudal de
desdicha

¡Y se pregunta cómo nos fue con el mal tiempo!


¡Y se lustra la cara al oír respuesta!
¡Como al quemar una carta se oculta!
Como al oír un cien pie llegando arranca hacia la
montaña, carga a cuestas un dejo de roja vergüenza,
para en una choza y pide agua, a una señora que
mientras barre echa humo por los ojos. «Va algo
En ambos lados de la loma

lento, señorita», dice la vieja botando la escoba,


«mejor se devuelve y parte de nuevo», le grita al oído
«Me voy a la tercera calle a la derecha», responde
«La casa abandonada»
Puedo ver que su espalda ennegrece entre frases

Javier Aros
grandilocuentes
Puedo ver mil serpientes devorando a un delincuente
Una muchedumbre que habla otro idioma
Un sargento que abandona a su teniente
La borrasca que peregrina tras la loma
Se detiene a husmear en la carpa roja
Domingo de pascua y un almuerzo tácito

Sólo la noto desde un punto de vista


Desde la borrasca
Le dije basta y la empujé por la ventana
Esperé a que amainara
Planté mis patas en el oscuro del murallón
Saqué su vestido de matrimonio del cajón 25
Tomé una planta del talluelo y la encajé en el clima
Planché sus frunces antes de la lluvia
Eso hice
Chilenos y chilenas

Disparé una salva al aire


Rozó al rato el farol del alba
Silbé una tonada de dictador
Tocando la campana de receso
En ambos lados de la loma
En pleno pastizal ardiendo
Sin aguacero a la vista
Fruncí el ceño y aullé la brisa
Como un dictador silbando

Sí supe en cierta forma y en cierto tiempo


26 De sus tiempos y espacios
De Juan, Pedro, Luis y Augusto
Tres respuestas tuve por cada uno
Cada vez que les hablo me apuno subiendo
Por cada uno bajo con un mortero
Lo uso para callar sus cantos
«¡Oro y plata!» cantan a medianoche
¡Oro!
En ambos lados de la loma

Me mira fijo la luz del leño


Nació para mí, para cegarme
Me imita subiendo y bajando
Me sigue el paso de cerca
Monitorea mi quehacer

Javier Aros
Mis quehaceres de orador sin habla
Desde todo ángulo
Hasta la mentira, la fraguada
De la costa a la marejada
Me mira

En un periplo de barrio
Traté de robar una pera
Corrí engreído y tropecé con el Cabro Carrera
Hablando con un oficial de turno
De fútbol y de mujeres
Me pidieron un cigarro
Les regalé un cenicero
Y un encendedor con grietas 27
«Niñito», dijo el paco
«Le pido disculpas, le invito un trago»

Tengo la cabeza en una jarra


(Nuevo episodio)
Sólo mi cabello flota afuera
Puedo ver mi propia cara reflejada
En uno de mis ojos
Y en mis manos sudadas
Entre todo lo brilloso
Y de lo nervioso de mi cuello
Reconozco una vía y a un peatón
Usa mi caminar, usa mi bastón
Lleva mis botas en una bolsa
Y mi abrigo colgando del brazo
Y un corcel con la cola en la espalda
Y el arpa afinada
Salta en cuatro patas
Dentro de la jarra
Guardan una parra y un bracero
Siempre en caso de aguacero
Guardan mi reflejo

No me agite que ando con la yesca


No me busque pareja corista
Era un cuarto pa’ las 8
Y en media hora una merienda lista
28 Un caballo que perdió la vista
Me dijo en un par de líneas
Silbando como un hereje
«La percepción de mi locura,
Se hunde más que mi locura»
«Mis enemigos me definen,
Mis terrores me protegen»
En ambos lados de la loma
Martes 19

Javier Aros
Al norte me fui cantando como canario y me perdí
un rato en la noche
Vi una nota de No Tocar, no toqué nada excepto
carne cortejada, la robé, la planché y se la vendí a tal
fulano callejero, un santo cegado en la lluvia gris
Ahora bien
De cuan cruel mujer saqué un terco juicio que da
jaqueca, porque de amor saludable no queda ni gota
de agua, porque se atoraba con mi lengua y terminó
por ahogarse, me despidió diciendo «gracias por
matarme»
Aún me paro donde me dejó ella, una vereda cerca 29
de una casa llena de flores y regocijo, sigo parado
porque ahí es donde pertenezco, no podría salir con
la vergüenza en la cara mostrándose coqueta, qué
delicia como se tapa la cara cuando la miro, juzga tal
como yo cuando llorando se va tras alguien de vieja
escuela
Dijo querer un pilar de grandeza, uno en el que
recostarse cada tarde de cansancio, un fiel caballero
de blanca ropa y antigua belleza; dijo que mientras
menos alma más bondad, mientras callaba y parecía
dormirse en mi desgracia; dijo que durante un
atardecer la cansé finalmente de la vista y del oído, no
quiso escucharme más cuando en silencio le pedía;
dijo un par de terribles frases que congelan la sangre y
la hacen filosa como acero virgen, palabras de malicia,
palabras que añoran exclusión, restos de naufragio
trabajan las horas contando monedas
Un paisaje abúlico como he visto pocos; pero no se
trata de quejarse de la abulia y el despecho; al contrario,
sería abrazar lo vergonzoso, respirarlo; querer a la
muerte es el mal por excelencia, merecido
lo tiene. Lo tiene
Soy un canalla contento como anciano arrinconado
Un hijo sin respeto por la madre

30
En ambos lados de la loma
Ratas

Javier Aros
Que nunca toque una rata compañera
Al botar migajas de orgullo
Me han permutado, claro, muchas veces como largo
castigo
Ser su amigo hace reyes de bufones
Muestran negros uniformes
Ausentes sus sombreros
Ávidos soldados
De qué lado vienen, me preguntan, como si fuese
mediador del diablo, El que hace los tratos por afuera
El estafador de vocación
Roba agua tras un altanero soliloquio 31
Anduve con él ya muerto Salvador
Fraguando al mejor postor
De acuerdo al sano juicio

Ahora esperan lluvias desde el norte


Que traen vientos de hierro
Entre tres ceniceros
Se coló un aguacero
De cuero verdadero y color blanco
En medianoche los agentes
Llegan a la fábrica
Antes de partir por agua y tierra
Fuman flores
Limpian las sierras
Cavan tumbas
Beben cloro
Viven
Mueren
Reviven

32
En ambos lados de la loma
Manifiesto Canino

Javier Aros
Del por qué un perro me ladra y a usted no
Pensé una mañana de cuajado color
Del genuino valor de un grito
Del esplendor ladrando a un cocido
Pensé una mañana

Escuché un rato a la lechuza


En lugar de ladrarme
O yo a ella
Susurré a su cabeza, al apartarme
«Capachas y tribunales
Conchas a raudales» 33
«Rápido alivio a criminales
Canes en los siete mares»

Levanté la frente al salir por la cocina


Distinguí una especie de aroma
Coqueteaba entre ungüento y bencina
Olfateo como perro sobre el pavimento
Sin distinguir mi derecha de mi izquierda
Dirección a la avenida
Mi reino por un jadeo y aspirina
Cocina de negros y balada de moros
«Mi azúcar grasiento»
Paseé entre olores
Y ruidosos perros rurales
Un brusco episodio
Vi en el borde costero
Como un par de perros comensales
Devoraban a paciente enfermo
Con su bolsa de suero y cama inflable
Contiguo a un afable gato mendigo
Aullando ambos al cielo

Llegaron a una plaza iluminada


Uno tras el otro
El enfermo tocía sin respiro
El mendigo daba giros cojeando
34 Encontraron un sucucho con puerta de vidrio
Tocaron el timbre sin melodía
Una vieja salió chillando
Con un bracero en la mano y un leño en la espalda
«Llamen a la ley y al orden antes que partan»
«Llamen al verdugo», insistió subiendo su falda
«Al cielo, al mar, al frío clima»

Tomó un libro antiguo


En ambos lados de la loma

Gritó de alegría el enfermo


Oyó una guitarra quemándose
Y un guitarrazo en su cuello
Tras un grito de espanto
Ladró el perro aterrado
De estar en la cuidad de ladrones

Javier Aros
¡No! ¡Sucias artimañas! ¡Sucios ladridos!

Hasta que tropecé con un perro


Entre Santiago y alrededores
Armé un fuego con un fierro
Y llegué hasta Petorca
Convertido en orca y barriendo un patio
De una casa que se pinta y se demuele
Al tiempo de otoño y primavera
Al color de señoras conservadoras
Hurgando en ropa añeja
Siempre sin pareja

35
Paraderos

Había un solo lugar donde pararse a descansar luego de


un largo caminar por la avenida principal
Si lloviera o te colgaran
El mismo lugar daría sombra de lo oscuro
Se pasa el agua, sin embargo, en los remotos paraderos
de la ciudad

36
En ambos lados de la loma
Colchoneta de Rey

Javier Aros
Gente que hace zumba del río y mamarrachos de oído
Cuando se hace bulla tranquilo y sin escucha
Mal oyente es aquel de mujer antigua
Las nuevas ven en uno a un romántico sincero
Se cuelgan de un romero engrandecido aún enano
Caen de pie como gato envenenado

Tras paredes, enardecido se desnuda un moreno


Se alimenta de heno y camina como araña
El rumor adjudica la culpa al gobierno
A ciertos agentes noctámbulos
Que hacen ruido y a ratos comercio 37
Y sus parabienes de poesía
Encantan a la gallada
«Hermanos todos: Vivan la vida inspiradora»
Salúdenme a la albacora de mentiras
A la tripulación de bastardas

Bonita mañana y roñosa mi ropa


Bonita casa de bajo techo
Un gran helecho junto a la ventana
Una puerta sin salida ni entrada
De súbito aparece Manuel Rodríguez
Arriba de una yegua y con el poncho caído
«Vengo a recoger los escombros
Y a castigar su ego y su indecencia
Para eso traigo al hombro
Un fusil y una escopeta»

Y al hacer presencia aquel moreno


Al saquear verdad siendo sonámbulo
Levanta miradas y sospechas
Y es arrestado sin preámbulo
Por vigilantes y sus delegados
El mismísimo Manuel Rodríguez rompe en llanto
«Perra suerte lléveselo en cana
Y duérmase una siesta conmigo al lado»
Acaso puede don Manuel con una bestia enferma
Y sus caprichos de púber salvador
38 Y su rol de puta cocinera
Al sonido estridente del amor
Y a sus gritos de ramera
En ambos lados de la loma
Small Talk To Me

Javier Aros
Bichos y arañas
Rezando en un hoyo
Al lado de un pollo
«¿En ese hoyo?»
«En un arrollo»
Fumando cogollo
La dueña de casa
En un atajo
«¿Carajo?»
«Atajo»
«¿De un fajo?»
«¡Un Tajo!» 39
Un flaco tedioso
Un gordo haraposo
Aullando en un pozo
«Sirviente haraposo»
«¿Garzón tramposo?»
Le dije a la novia
«Me casé con un oso»

Bichos en cama
Con la primera dama
«Transfórmese en hada
O en Barack Obama»
Arañas en pijama
Con Emiliano Zapata
Haciendo dedo
Sin una traba
Bebiendo cebada
Vestido de lana
«Terminé en la cana»
«Por un anagrama»
Saltó una rana
Con guitarra robada
Y un huevo sin clara
Para una princesa plana
«Huelo a bataclana»

Arañas puntiagudas
Y un bicho caradura
40
Saltan una tapia
Tomando leche pura
De una vaca ruda
Ella jura rectitud
Y delirios de locura
Corre a tiempo de sirviente
Con una sotana de cura
Y su ejército se apuna
Al entrar en la batalla
En ambos lados de la loma

Con el general que afina


Mil veces su balada
Cubierto con una ruana
Sufre de hambruna
Al salir a la alborada
Small Talk To Me

Javier Aros
Mientras hago cola con discreción
Y cuando pase por el socavón
Conversaré con el Ramón
Me escurriré como ladrón
Encogido de hombros
Fabricando un bastón
Para un ratón inmolado
Que se cree salmón
Small Talk To Me
Y un retroceso en mis ideas
Veo a un perro que jadea
Y a un anciano que se mea
Al cruzar la avenida
Se desmaya en la vereda 41
«¿Y esto es todo lo que queda?»
«Todo esto es arena»
«Una aguja a la vena»
«Antes de llorar de pena»
A parar el segundero
En el hocico de la hiena
Lunes desde Afuera

Cuando vuelva el mármol blanco sobre la cama;


si el pesimista amigo de la infancia asoma la cabeza
buscándome o si cualquiera de nosotros cae antes de
tiempo, sólo ahí sabremos la diferencia entre lo real y
lo onírico
Hasta ahora ni señal ni palabra han reído con
nosotros; tienden a alejarse de inmediato al apenas
roce de cabellos, vagan alegres por la periferia a la
que se nos niega la entrada
Supe recién hoy el veredicto irrefutable que
postergué durante años y al que apelé sin cansarme,
42 balbuceando frases antiguas que sólo yo conozco,
desvestido de pudor, con la cara limpia
Y cuando escuché al juez con su voz tibia y
temblorosa, paralizado de pies a cabeza juré nunca
más fallar, mediante compromiso de metal helado y
difícil de doblar
No quise entender bien el fallo que era
probablemente duro y despiadado, sólo cerré los
oídos y supuse terrible condena, la negra sábana con
En ambos lados de la loma

la que abrigaré desde ahora y para siempre, el


hermano frío y pulcro
Finalmente me levanté del colchón cansado de
albergar e hice caso omiso del color salmón del piso
que me llamaba a gritos
Me despedí cordial del club de almohadas, saqué la

Javier Aros
ropa sucia que se ensució hace un siglo y bajé por la
escalera hasta que no la hubo más, ni un peldaño más

43
Voltereta Nº 4

Una viuda mira un sauce


Un bandido toma un trago
Otro vago mea el piso
Cada vez que ve un adulto
Conversando con la viuda
Que se viste de satín
En la falda y el sombrero
En las medias de lana
En su espalda constipada
Y su nariz de porcelana
Que compró a un pez espada
44 Durante el año de la depresión
Amó al rey Gabriel
Y a un par de trapecistas
Y a Napoleón y Josefina
Visitó una Navidad
Llegó al festín
Con un vino y un trapero
Y con un regio compañero
Un barbudo santiaguino
En ambos lados de la loma

De la misma calaña
En lugar del provinciano
Que alabó con sutileza
Y en la sobremesa
Al cigarro y el postre

Javier Aros
Cuando la vieron gimoteando
Abrazada a su trapero

45
Estruendo

Sin ropa en la tenencia


Mirando un zorzal
Me dijo «Feliz día de la independencia»
Y cayó al piso de repente
Se paró y caminamos
A la casa de su hija
Le dimos los saludos al marido
Y nos fuimos a una plaza
Su cara roja
La mía como una pasa
«¿Qué edad tiene, señor?»
46 Me dijo rompiendo una flor
«Me llamo Heriberto, y mi edad no es su cuestión»
Le grité en arrebato
Saltó sobre mi plato en un soplo
Y me quitó el sombrero
Fue a parar al piso de cemento
Mientras yo rompía en llanto
Le quité el pañuelo
Y le importó una mierda
En ambos lados de la loma

¡Mierda! Dije mascando tabaco


¡Soy político! Grité espantado
¡Y usted no me provoca!
Pero no lo grite usted

Javier Aros
No se arrope con veneno
Aún siendo ingenuo
O pordiosero empedernido
Tenga la bondad y la decencia
Frótese las orejas contra el enemigo
Actúe acuerdo a su altura
Y no vaya a cargar pistones en la espalda
Mientras rueda plaza arriba
«Vivan la nostalgia y la bencina»
Lo digo con el pescuezo entumecido
Y usted fraguando su desquite
Montado sobre un costal de huesos
Estornudando sobre la carne
Vestido de cobarde 47
Y peinado de usurero
Comillas

Abro comillas primero que usted


Cercioro primero lo fresco
Y lo viejo de usted
Lo arcaico de usted, señor
Cierro comillas primero que usted
Pregunto y disparo
Y lo veo volátil a usted, señor
Tose al responder
Aún así creo en llegar a usted, señor
Creo poder transar
Mis frases con las de usted, señor
48 Creo ver a un malabarista
Aún cuando no creo
En un dios intervencionista
Parto por las comillas
Y luego enlazo mi caballo
Lo veo a usted, señor
Con su cresta de gallo
En el bolsillo izquierdo
Y el derecho vacante
En ambos lados de la loma

Abro comillas hoy


Cuando el sol me somete en vela
Abro comillas como un sonámbulo
Y cierro burlando el dilema
El suyo, señor

Javier Aros
Y nuestra conversa tullida
Al lado de una puta
De dientes amarillos
Y vestido marrón
Regalo de usted, señor
De una pascua truncada
Escúcheme señor
Pero no sea mi salvador
Cierro comillas
Y le agradezco, señor
Por la comida y el desparpajo
De mirar, señor
Por encima del hombro
A quien se somete al honor 49
Y su miseria, señor
Manifiesto Misógino

Hombres, mujeres, caballos y una noche


Y una mañana de cantar del gallo
Yo no cacareo ni pongo huevos
De hombres, mujeres ni caballos
Si apenas me da para levantarme
A buscar un trago de leche
Y ni soy hombre ni mujer
Y algo tengo de caballo
Y si encuentro un tallo con punta de fémina
Lo arranco de cuajo
50 Con todo desparpajo prosigo
Me pinto la cara y enrosco las cejas
«¿Y tú siempre has sido así?» le dije
«No, querido, se me corrió la teja», respondió
Me propuse averiguar qué hacía esa tarde
«Estoy esperando que se muevan con las onces»
«Y he aprendido nada»
O un par de cosas salen a la vista
Primero, nunca confíe en una vegetariana
En ambos lados de la loma

Porque rara vez lo son realmente


Segundo, corrobore siempre su tamaño y pelaje
Tercero, ante la duda, abstenerse
Javier Aros
2

Noble cosa es, aún para una mujer, el mostrarse


conforme
Comportarse a la altura del camino
No sucumbir a la fantasía recurrente
Y abrazar el horror del remolino
Al contrario, si, como yo, se cuelga de algún cuello
O trepando un muro cae al vacío
Busque amparo en la inquietante presencia femenina
Y métase de lleno en las patas del caballo
A propósito de aquello, compre una catapulta
En caso de ariscas incidencias del pasado 51
Para volar a aquellos que escriben chillando
Que la luna es sagrada
Cuando veo yo sólo un ojo redondo enorme
Robándome calma y la marejada
Y apurándose en dejarme como el paria del pueblo
Noble cosa sin duda, sin duda alguna
Darle la espalda a esa luna
Y a cualquier vagabundo que pide recompensa
Sin un peso en los bolsillos
Porque de egoísmo se traba la lengua
De todo aquél que busca mujeres
Y encuentra princesas de grasa
3

Ahora bien, reconozco cierta destreza con los


números
Y un atisbo de grata compañía
Una jodienda verbal que no parece tener fin
Que, de todos modos, tiene más de adjetivo que de
verbo
¡Ah! ¡La semántica! ¡La gramática!
No entiendo, ahora y nunca, de flores ni de poetas
Puras putadas me llegan a esta hora de la noche
Suerte la mía que mañana será otro día
52 Otra guapa colegiala y otro pueblerino inmerso en su
cabeza
En la providencia de la provincia, de allá afuera
Puras putadas, puras patrañas
Tal y como las patrañas del tal Neruda
O el fulano aquél de las jácaras y las carcajadas
Las de mujeres que transcriben ideas transpiradas
Y frases impredecibles de naturaleza predecible
Preguntándose cada cierto rato por su mamá y su
En ambos lados de la loma

papá y algún otro desdichado familiar


«Dios quiera que estén bien»
Javier Aros
4

Apenas rompió con la pubertad


La niña María se preguntó con frecuencia
Qué hacer ahora y hacia dónde apuntar
Qué rasgar y con qué frecuencia
Y así llegó a mí, roja de vergüenza y con las patas
sudadas
Como una primera dama que hiede a vino
Trasnochada
¡Desgarrada!
Niña María, por lo que más quiera
Vaya a comer y péinese urgente 53
Urgente
Así y todo podría encontrar algún hidalgo
De profesión actor
De apellido europeo
De camisa almidonada
De frente amplia y diáfana
De frases afables y besos subterráneos
De nombre Rubén
5

Es una alta ejecutiva


De una compañía de cuatreros
Al mero traspié de uno
Lo envían al exilio retrocediendo
Antes del intermedio
El habitual truco de magia
Al hacer desaparecer un pájaro
Y hacer aparecer la cola
En otra parte del mundo
Esos rufianes son sus jefes
54 Superiores de ella
La María
Y lo que le quedó de respeto
En el testamento
Una costilla barnizada
Y la última palabra
Siempre
En ambos lados de la loma
Volteretas y trifulcas

Javier Aros
Se arrancaron un par de balas
Desde un coche rojo
A un morocho de bigote
Que se queda sin voz
Y una feroz tos
Sufre Alejandrina Cox
Al trotar hacia el norte
En busca de un varón
Que la saque de su franja
Y la lleve al peluquero
Con su madrina a cuestas
Vomitando en un sombrero
55
A paso de oruga
«¡Puta!
¡Se me cayó la peluca!»

Un día y una noche


Me vestí de caballo ardiente
Usé el bigote de Allende en la frente
Pasé de largo con sus lentes
Ocupé mis propios dientes
Para rascarle la espalda
Me encontraba yo usando una falda
Me lo topé llegando a la antesala
Me miró y le dije: «¿En qué le ayudo, Presidente?»
Me dijo: «¿Ve ese edificio allá al frente?»
Le dije: «¿El que está en llamas?»
«El que tiene timbre»
«En lugar de campana»

¡Pero presidente!
De dónde le saco un poncho a esta hora
De los locales abiertos
Además de la habitual cola
Y la demora extra
Tendría que poner de mi bolsillo
Y plata no manejo
56
Hace algún tiempo
¿Le digo una cosa?
Si fuese otro día
Cualquier situación
En un día soleado
Me pondría el paletó
Y la corbata rosa
Para comprar en octubre
En ambos lados de la loma

Un silencio criollo
Al mediodía una voltereta
Y un último trago de sol
Gracias a la gente
Por lo del tanque y el amor
Voltereta Nº 1

Javier Aros
Fue así nomás
Tuve una contusión primero en un viaje en micro
Y como dijo el presidente «no hay mal que por bien no
venga»
Del hospital pasé derecho a la iglesia con la venda rojiza
Y no se le ocurrió cosa más terrible al cura
Que tomar el rosario y contra mi cepa azotarlo
¡Pero cómo, bestia!
Me hizo sangrar de nuevo el muy cretino
Poco tino de parte del clero hacia mi pobre persona
Y al salir del confesorio
Patiné en la vereda 57

Eso que no fue un mal día


Hasta que, en lugar de prender el pucho
Prendí mi abultado bigote
Y como tartamudo traté de tragar y huir
Un vejete, de rebote, soltó un soplo al oírme rugir
Hasta ahí no creí en conversa alguna con él
Pero hasta con él me comporté como un roto
Qué decir después que salté encima a los brazos del pobre
O sorpresa en su pecho como roble añejado
Hacia sus brazos terminé mirando, pero mirando fogoso
Será que oculta gentileza tras una capacha de noble
Cómo saber qué tiempo y qué espacio ocupar ahora
Si tanto, podría tenerlo todo y tener nada
Entre tocarle un pelo y tocarle grasa
¡Ah! Gracias, se me olvidó decirle ahora que me
oculto como Cristo

Cuesta arriba contra el agua hallé cierto alivio en un


sucucho
Ya dije –creo haberlo dicho– que un día deslucido
pasa lento siempre
Sentí mi frente ardiendo en fiebre, además de sangre
Y por causa de un vacío legal en el retén
Quedé precioso durante 3 horas enteras
Me mira el teniente
Una persona seria y responsable
58 Me pregunta si tuve paperas
Y ante mi cara estupefacta
Toma mi pelo y lo revuelve
Hasta arrancar un mechón de cabello
Y enroscarlo en mi espalda

Piedra ruda, piedra de mierda


Se coló en mi zapato como pasándose una reja
En primera marcha
En ambos lados de la loma

En un paso tartamudo
Acto seguido
En bajada por la garganta del gato
De un salto a la guata de un servidor
Sin mirar atrás a marcha de pato
Su servidor tropieza con su mujer

Javier Aros
Una vez más cae dentro la bolsa del pan
Y tambalea hacia la cita con el doctor

Creí oler mujeres o mujerzuelas


Mis supuestos crímenes son los que me adelantan
Y eres lo mejor del día
Aún y así con tu sombrero salpicado
Taba con el remedio en la mano y tú
En la rampa de lisiados
Sin oír el bullicio de la corriente
Me dijiste sobre el hombro
Comillas
Saludos y buenas noches
De parte de reina de la colmena 59
La bruja amena con el rebaño

Balada de caudillo

Festejamos al presidente
Amamos su rostro inmaculado por los años
Nos encantamos de su posadero bronceado
irremediablemente constipado
Y, según lo veo, me uniré a él en la discordia
¿Pero, qué realmente sabemos de él?
Sabemos que al prender el cigarro bota el primer
sorbo para que no sepa a fósforo
Sabemos que por la mañana pasta de cuquillas
Sabemos que sus chiquillas trabajan en La Ligua
Sabemos que rebota en las paredes contiguas a su cabaña
60 Sabemos que azota la mano de obra
Sabremos pronto que la locura lo acosa
¿Sabrá él de estas líneas? ¿O de las otras?
Sabe él de brotes y votos
Sabe ocultar el poto en el paso de cebra
Al caminar con el vulgo bajo el paraguas
Al coger con toda Rancagua en año nuevo
¿Un nuevo presidente?
Ni cagando
En ambos lados de la loma

Ni la sombra le vería a un gran hombre


Ni sus talones reconocería
La jauría lo devoraría entero
Y si se pregunta usted
Si me repondré de tanta alegoría
A un roto cualquiera

Javier Aros
Le digo que, en caso de reprenda
Pretendo preservar la calma
Antes de erradicar la culpa
Por decir nada sobre mi vida
O amar en demasía
A un maniático trotador

61
Princesa

Una carta jocosa llegó por correo, frunciendo el ceño


salvó su día del tedio y encierro
Agitó su pelo largo hasta la cintura, me miró tan fijo
que pude quedarme un buen rato inmóvil, como en
plena paraplejia
Dándome a entender sus intenciones, caminó
delante para poner todo en claro, mientras su rostro
multicolor mutaba a un solo color, ambiguo pero
membrudo, que se muestra aún más gravitante
Balbuceo un soliloquio a la mitad, pero
¡Ciegos los oídos!
Salir de caza con el achaque a flor de piel
62
Más cuesta ahora, si me preguntan, mirar al sol que
cuando cabro; ser viejo no era fácil, no lo es
Y tan lejana se distingue entrecruzada con la gente
Y por qué se ve su silueta roja, si aún va al norte
cantando y sin golpear mi mejilla
Avergonzada al atar mis zapatos
Feroces hidalgos la encuentran al pasar, no se atreven
a llamarla desertora, mientras le ofrecen un cigarro
sentados en la arena
En ambos lados de la loma

Se marcha en calma la suerte, será hasta mañana al


desayuno
Trepa el reloj hacia el siguiente piso
Famoso por virtud errónea, al público le gusta lo que
fielmente fracasa
Al final del día siento aquel viejo disgusto; consuelo

Javier Aros
son, sin embargo, el Perdón y la obsesión
La vi primero forrada en blanco
La veo ahora trepando un barranco

63
Tal y como una balada

En mis sueños maté a miles de entusiastas indiecillos


por buscarme en demasía
En sus sueños, yo aparezco casi nunca, y si aparezco
soy borroso y aprendiz, surgen otras ideas cuando se
trata de odio, así como otras sombras los cubren a
ellos
Se podría hablar de odio si me pregunta por ellos; no
se asuste, por si acaso, si es que mal le hablo del
resto, si es que los tildo de infelices
Cuando llegan los cólicos no tengo remedio
Podría pasar saludando y sonriendo, podría crear un
64 tipo de hombre apuesto o aterrador, aún así me
parecen rebaño
Nunca es bueno hablar de otros cuando no escuchan,
pero si de todos modos no prestan atención, tengo
derecho a odiar

¿Por qué insisten con el ansia de poder?


No sé desde cuando es menester del hombre ser
majadero
En ambos lados de la loma

Cuando calle todo el mundo, estoy seguro, quedará


otro silencio
No el de ellos; el de ellos es confuso como mal amigo,
como evento masivo con uno al medio
Peor es la condena de velos, no puedo evita pasar por

Javier Aros
el frente, y no quiero arrancar de miedo
No hay derecho
Desde el final de la civilizada línea, un grupo de
ciudadanos viene y tapados los rostros
Me tapo el rostro también pero de vergüenza ajena
ella no me pertenece, se las regalo como canción de
batalla
También me llegan las piedras del olvido, pero
bienvenidas sean
Que me olviden sería un alivio del alma, un
alimento jugoso
Si me olvidan se acaba el rojo cielo que me recuerda
que soy de ellos y ellos de mí
Por paradojal que parezca 65
Quiero ser más famoso que el presidente
Venerado como una virgen
Temido como un vaquero
Membrudo como milico
Salado como vieja
Paciencia/Dobleta

Entre página y página, el vacío llena el aire y quema


la sangre
Las risas y las miradas dirigen su rumbo hacia la
ventana gigante que alumbra el cuarto azul marino
Me levanto de mi incómoda silla para entrar en otro
cuartucho de color similar (a estas alturas los colores
parecen no hacer diferencia alguna)
Al frente, una silueta se mueve y perturba los
sentidos
La horripilante mezcla de texturas en su confuso
semblante me connota la sensación de una extraña
66 variación del odio, que no alcanza la relación amor-odio
pero que sí se siente como una intensa contradicción
Alguien –¿Quién? Ni idea– me instruyó en esta
preferencia, cuando el conciente aún se mantenía a
cargo y las comidas de invierno se saboreaban como
placer culpable
Por fin lo entiendo
Los ojos que me aterran repiten el grito de otra época
Otra vez la nostalgia me traiciona, mata los sueños de
En ambos lados de la loma

grandeza que me han mantenido en pie


mientras la inocencia se me arranca a pasos de gigante
Todo esto gracias a una mirada, una sola, dos ojos
brillantes y tres golpes en la mesa
Toco madera por superstición o por inercia, da lo mismo
El final me persigue pero demora su paso como si

Javier Aros
jugase burlesco con mi destino
Él es mi otro enemigo, uno más sutil y cariñoso
usando botas de charol y escondido tras una pared de
adobe trizado
El tirano no tiene rostro
Se mueve lento y anota otro mareo a mi cuenta
Mis mejillas tocan el suelo tibio y mi alma sonríe
Alejándose a sus vacaciones eternas y bien merecidas

67
Everybody’s got something to hide except me
and my shotgun

Acto primero
Crucé la montaña a pata
Usando chalas frescas
Lo pruebo con callos y esguinces
O fotos de mi hazaña
He visto arañas devorar personas
He visto toda clase de calamidades
Hice cosas terribles
He usado un rifle en tiempos de guerra
He sido beligerante sin necesitarlo
68 He discrepado inclusive con mis padres
Di mi vida por el terruño
Vi estallar un jarro de agua
He sido gordo y frágil
Todo este tiempo
Acto segundo
Hay otro asunto que me molesta
Está el día entero en la TV
Y en Santiago
En ambos lados de la loma

Parte como sinfonía y termina en bazofia


Incluso para un campechano
Es obvio
Se vende en tiendas y supermercados
Aparece en cada rojo semáforo
En la espalda de un niño

Javier Aros
En la ropa de un viejo
En lugar de expiarlo
Adorna cada puerta
Cada feria
Cada florero
Acto tercero
La santa verdad es que sí
He sido tosco
Y en la tierra del rey Juan y la bomba
Robé cuanto pude
Tomé un sillón en el senado

Transé con bellacos y violadores


Envenené el ganado en más de una ocasión 69
Eso y todo
Y siquiera mencionar mi pasado
Tuve camaradas en ambos lados
Saqueé el suelo del arado
Tuve un sueldo vitalicio
Todo por ser genuino y cristalino
Como una puerta de cuarzo
Acto cuarto
Invitaron a la realeza a mi investidura
A cuanto cara dura se les cruzó en el camino
Solteros y divorciados
En un específico lado del aula
Casados y mártires
En la fila del baño
Jueces y ladrones
En el salón de baile
«Damas y caballeros»
«Bienvenidos al espectáculo»
Al amparo de la ley nacional
Fui nombrado tutor
Asignado un guardaespaldas
Y un vaso de tinto
Acto quinto
Se acercó a mí el faraón
El barón de hierro del pueblo
A elogiar la gestión en mi mandato
En sus palabras pesqué un ceceo
70 Y un último acto
Acto seguido
Una conmoción
Y un balazo al aire
Un martillo suelto
Y el atentado
En ambos lados de la loma
Manifiesto del Martes

Javier Aros
Recordaba en el piso cuando era chico
¡Alegría!
Gritando enérgicos, damos gracias al pasado olvidado
por su generosa presencia
Sólo nos queda la voluntad de no sucumbir al
desespero y ser fieles al momento
Que no haya ofensas en la familia si podemos
evitarlo
En cuanto a la vida, no hay comentario que valga
De sólo pensarlo me retuerzo de nuevo
Nadie podría convencerme ahora de volverme viejo 71
Cuando, la primera vez, cayó la camanchaca en mis
sueños
Juré no soñar nunca, si soñara hoy sería desatino,
serían miles las resacas, qué fortuna sería esa
Con respecto al tiempo perdido me recomiendan que
lo quiera
Pero ¿quién se atreve a querer lo que no existe?
Ese viejo inútil trae puras riña
Dicen que se enoja y se vuelve fastidio
en la noche del miércoles apareció sin invitación
¿No tendrá alma digna?
Yo tampoco, amigo mío, sirvo de cárcel ni cuento
mentiras,
Verdades y secretos

72
En ambos lados de la loma
Adolescente irreverente

Javier Aros
Neurótico
La puta que te parió
El muy come mierda del magistrado
Cuando estás perdido en Talca
No mueve ni la raja
Y si es navidad también
Se convierte en Calígula
La puta que lo parió
En el refrigerador
Debe llamarse Julia
Lo crió en la sala de urgencia
De la posta municipal 73
Una práctica habitual
Para esa clase de chusma
Lo crió en pelotas
Lo vio convertido en un banquero idiota
En carne molida
Del emporio del barrio
El viejo de mierda de su padre
Fue virgen hasta los treinta
Usó siempre una chaleca
Para tomar sopa en polvo
«No me importa si caigo mal
De presencia o intelecto
Aún cuando es mi hijo
Un completo inepto»
Insisto en mi punto
Adjunto una foto para que me crean
Un ladino mentiroso
Odiaría servirle
A ese bruto asqueroso
Le contaré de su pasado
De vidente nocturno
De poeta complaciente
De traductor fraudulento
De trapecista negrero
De moroso profesional
De guitarrista del futuro
De insensato
74
En ambos lados de la loma
#115

Javier Aros
Tenía todo planeado para toparnos
La hora, la calle, el tráfico y el atuendo
El pelo alisado sincronizado con el aliento
La cicatriz fresca en mi nariz
Para un efecto de simetría con la tuya
Ay sudor de manos y cuello
Y sonidos ridículos en mi cabeza
Vestí mi más lustroso traje
Almidoné mi lengua trémula
Todo ante la idea de fascinarte
Pero mientras más se espera
Más polvo acumulan las cejas 75
Y más plata ofrecen los mercaderes del puerto
Por afeitarme con una espada de palo
Estoy lleno de trampas, tajos, lunares y males
Bebo de una concertación de bienes rebajados
Me vi forzado a trabajar un huerto antes de partir
Por sólo la presura de mantenerme atareado
Recorrí el centro primero
Me pareció cercano a un circo romano
Te confundí con un enano
A lo lejos
Y sacaste aplausos
Pasando por una vitrina
¡Ovación!

Referente a mi plan maestro


Tuve un revés
Afeitándome cercené un romero en el patio
Sin sonrojarme
Lo cubrí con una tela
¡Pamela!

Truco, desde luego


Hacerme pasar por huérfano
Y presentarte a mi perro
Y sí
Mis padres son pedagogos
76 De una decencia intachable
Sonrisa afable
Amable soy por cierto
A excepciones
En ambos lados de la loma
Balada de cortaúñas

Javier Aros
En un mismo día de Enero
Salieron de la cárcel
Dos profetas
Se fijaron cuatro metas
En orden
De mantener el protagonismo
Del líder del oficialismo
Las leyes de la física
Oremos

Aspirinas para la fiebre


Y poligamia de profetas 77
Uno, de mañana
Se mató con un cortaúñas
El otro, en un lapsus nocturno
Lejos del escrutinio
Del pueblo acongojado
Se atoró con un trozo
De cordero en un asado
Duermen la mona

Sus zapatos son adorables


Doña Rosa
Un encanto
Una delicia sus huevos revueltos
Y su prosa de 100 nombres
Poesía eléctrica
Simple
Simplista
Simplona
Machista
Sosa
78 Gay
Solitaria
Solterona
Media facha
Prefabricada
Cuajada
En un congelador industrial
Créame
Cuando le digo
En ambos lados de la loma

De corazón
Mientras tropiezo con una uva
Nada tengo
Contra Pablo Neruda
Ni contra Pepe Yeruba
Ultimátum

Javier Aros
Ameno el riachuelo al morir el cauce
Regia brisa nutrida de frondosas resalías
Gracias
Gracia divina
Palmaba el atajo donde se juntan las aguas
Con otras aguas
Gracia novicia
Zarpando al crepúsculo insolente
Lujosa despedida de la jornada
Mi jornada
Gracia rimbombante
79
ÍNDICE

Javier Aros
Página

Presentación ............................................................................9

Extractos...............................................................................13
Indignación moral de una muñeca...........................................16
En ambos lados de la loma...........................................21
La Borrasca .............................................................................23
Chilenos y chilenas .................................................................26
Martes 19 ...............................................................................29
Ratas ..............................................................................31
Manifiesto Canino ..................................................................33
Paraderos ...............................................................................36
Colchoneta de Rey ..................................................................37
Small Talk To Me .....................................................................39
Lunes desde Afuera .................................................................42
Voltereta Nº 4 .........................................................................44
Estruendo ..............................................................................46 81
Comillas ................................................................................48
Manifiesto Misógino ..............................................................50
Volteretas y trifulcas .................................................................55
Voltereta Nº 1 .........................................................................57
Balada de caudillo ....................................................................60
Princesa .................................................................................62
Tal y como una balada .........................................................64
Paciencia/Dobleta ..................................................................66
Everybody’s got something to hide except me and my shotgun ..68
Manifiesto del Martes ............................................................71
Adolescente irreverente .........................................................73
#115 .....................................................................................75
Balada de cortaúñas...........................................................77
Duermen la mona.............................................................78
Ultimátum ................................................................79

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