¿QUÉ ES LA AUTOESTIMA?

La autoestima se trata de la opinión que tenemos de nosotros mismos, formada por todos los
pensamientos, sentimientos, sensaciones y experiencias que hemos ido recogiendo a lo largo de nuestra
vida, pero siempre desde una percepción subjetiva.
Según Walter Riso (psicólogo y escritor) los cuatro pilares y componentes que forman la autoestima son
el autoconcepto, la autoimagen, el autorefuerzo y la autoeficacia.

 El autoconcepto es lo que uno piensa de sí mismo, el concepto que tenemos de nuestra

persona, si nos aceptamos o no.
 La autoimagen hace referencia a si uno se gusta o no. Deberíamos entender por belleza una
actitud, no una cualidad física. Las personas son bellas cuando lo sienten así. Por lo tanto, no son
los otros los que nos validan como personas y nuestra autoimagen no debería depender de las
opiniones externas. Si nos sentimos bien, esto es lo que transmitiremos.
 El autorrefuerzo es el ser capaces de elogiarnos a nosotros mismos, reconocer lo que hacemos
bien, felicitarnos por nuestros logros y premiarnos por ello (hacerlo no tiene nada que ver con el
narcisismo).
 La autoeficacia es la confianza que uno tiene en sí mismo: si creemos que tenemos las
habilidades para hacer frente a las situaciones que se nos presentan y persistir en la consecución
de nuestras metas (la cultura del esfuerzo y la capacidad de levantarse cada vez que uno se cae).

El concepto que tenemos de nosotros mismos no es algo heredado ni innato, sino aprendido de nuestro
alrededor, mediante la valoración que hacemos de nuestro comportamiento y de la asimilación e
interiorización de la opinión de los demás respecto a nosotros y nunca va a depender de lo que tienes o
no, si no de tu valoración personal.

 Componente cognitivo: lo que pensamos acerca de nosotros mismos. Incluye la opinión, ideas y
creencias que se tiene de la propia personalidad de la conducta y de uno mismo.
 Componente afectivo: juicio elaborado sobre lo que sentimos, cualidades personales, la
respuesta afectiva ante la percepción de uno mismo.
 Componente conductual: lo que hacemos, nuestra decisión e intención de actuar.

¿COMO PODEMOS TRABAJAR PARA MEJORAR LA AUTOESTIMA?

POTENCIA TU AUTOCONOCIMIENTO

Uno de los factores mas importantes para llegar a tener una autoestima sana, es el autoconocimiento,
saber bien cómo soy, cómo me desenvuelvo en diferentes áreas o, por ejemplo, cuales son mis
fortalezas. Para trabajar este punto, puedes llevar a cabo una dinámica que consiste en describirte en
todos los aspectos de tu vida, como si quisieras que una persona desconocida tuviera una idea lo más
exacta posible de ti. Puedes empezar por el plano físico, tu personalidad, tus diferentes roles (madre,
hija, amiga…), tu educación, cultura, ámbito laboral, aspectos cívicos y tu rol en la sociedad, si estás
involucrada en algún tipo de comunidad o asociación, salud (higiene, deporte), y por último por ejemplo
a nivel espiritual (religión, creencias…). Puedes utilizar adjetivos o frases cortas. Este es un ejercicio
terapéutico utilizado en muchísimas terapias. Cuando escribes, pones en orden muchas cosas y es un
excelente ejercicio reflexivo.
Después de haber llevado esta descripción, lleva a cabo una reflexión, de todo lo que has puesto, ¿qué
consideras que es positivo para ti? ¿Y negativo?
Por último, trata de sustituir todo lo negativo que hayas escrito en termino peyorativo por términos más
objetivos y descriptivos. La manera en la que te hablas a ti mismo es un aspecto muy importante para
conseguir una autoestima saludable.
En este ejercicio te darás cuenta de como te ves a ti mismo, de que aspectos de ti misma tratas de
manera peyorativa o excesivamente negativa (nosotros somo nuestros peores críticos) y conseguirás
darles una valoración más objetiva.
Para terminar este ejercicio relee la descripción y pregúntate ¿si esta fuera la descripción de otra
persona que pensaría de ella? ¿Le exigiría lo mismo que a mí misma?

IDENTIFICA TUS FORTALEZAS

Piensa en 5 logros que hayas conseguido a lo largo de tu vida: terminar tu carrera, trabajar en el sector
que querías, aprender un tercer idioma, tocar un instrumento musical, aprender a cocinar solo, lograr
seducir a tu pareja…
Si te cuesta encontrarlos es porque no estás siendo generoso contigo mismo, así que imagínate que ese
éxito lo hubiera conseguido un amigo, ¿qué le dirías?, ¿cómo se lo reconocerías?
Luego piensa qué características personales positivas son necesarias para conseguir cada uno de esos
logros: la curiosidad, la iniciativa…ESTAS SERÁN TUS FORTALEZAS.

SUSTITUYE OBJETIVOS POR VALORES

A veces no conseguir objetivos muy marcados y deseados puede llevar a frustrarnos y a sentir que no
valemos para nada, esto no pasa cuando son los valores y no los objetivos lo que marcan nuestra
dirección.
Vamos a verlo con un ejemplo concreto: imagínate que te estás preparando una oposición, llevas meses
y meses estudiando y haciendo menos planes de ocio; en este caso tus valores son el esfuerzo, la
perseverancia, la superación personal, la capacidad de sacrificio, la fuerza de voluntad y la
responsabilidad entre otros. Si finalmente no apruebas el examen y no consigues la plaza, los valores
que sí has mantenido durante esta etapa de tu vida siempre van a estar ahí para que te sientas muy
orgullosa de ello.

DIARIO DE AUTOESTIMA

Tradicionalmente los diarios han servido para crear un espacio íntimo y personal donde encontrarte
contigo, algo así como un espejo en el que te ves y tomas conciencia de lo que piensas y sientes.
También son una extensión de tu memoria, donde quedan reflejados pensamientos, emociones, hechos,
situaciones y experiencias para volverlas a leer siempre que quieras. Por último, los diarios tienen un
valor de contraste, como las fotografías, y te sirven para entender tu vida y tu evolución con
perspectiva. Te das cuenta de los cambios que has hecho, de lo que permanece a pesar del tiempo o de
lo que ya no está. También te permiten darte cuenta de cómo lo que recoges hoy es lo que sembraste
ayer. Y como tus experiencias actuales son las semillas de tu mañana.
La escritura sirve como puente para conectarte con uno mismo. Descubrirás que es un excelente
instrumento de autoconocimiento personal y un catalizador emocional. Es recomendable que mientras
escribas, tus emociones se amplifiquen y tal vez te descubras sintiendo alegría, rabia, serenidad,
inquietud, tristeza, nostalgia, comprensión, amor… Simplemente toma conciencia de tus emociones, no
las juzgues, permite que fluyan, únicamente siéntelas y utiliza tus relatos para que tus sentimientos
saquen lo mejor que hay en ti y refuercen tu autoestima.