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Ingredientes:
4 dientes de ajo
1 cucharadita de comino
Preparación
¿Ejemplo? El pan de costra de La Casa del Viento –su comedor, localizado a apenas 15
minutos de la ciudad de Mérida– que prepara a partir de un puré de papa o batata al que
añade harina de apio, de arroz integral, de yuca y de chía, amaranto y trigo sarraceno,
cereales que cultiva en su huerto.
“Gusta más que los que se reparan con harinas tradicionales”, asegura Garrido, sorprendida
del rechazo que aún tienen productos libres de gluten, de azúcar o de lácteos, “que pueden
ser tan o más sabrosos que los tradicionales”, y segura de que pronto despertarán interés
entre otros cocineros locales.
El Dato
Diana Garrido dictará su próximo taller Panes sin gluten ni lácteos el 25 de junio, de 9:30
am a 2:30 pm. Incluye recetario, materiales, refrigerios y degustación final. Para los
interesados se ofrecerá además una picada –cinco antipastos, un chutney y una ración de
pan de la casa– cuyo precio es de Bs 12.000.
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En oportunidades, no es posible encontrar en nuestros países determinados tipos
de harina. Pero si lo es el encontrar el grano con el cual se elabora dicha harina.
En todo caso, quienes tengan el problema de conseguir las harinas mas básicas
para sustituír la harina de trigo por aquellas sin gluten, harían bien en interesarse
por la adquisición de un molinillo de café, de los que son cerrados, a fin de moler
en él los granos.
Ahora, veamos como se hacen esas harinas. Recuerden que no serán tan finas
como las industriales, quedarán como las que usaron nuestras tatarabuelas.
HARINA DE ARROZ
Moler, haciendo paradas para mezclar, hasta que se obtenga una harina mas o
menos fina. Pasar por un colador de grano fino dos o tres veces. Desechar los
pedacitos de arroz que no se hayan molido.
Extender en una bandeja y poner por una hora en horno muy suave, temperatura
no superior a los 100ºC, ya que no se trata de tostar sino de secar. Dejar que enfríe.
Igual procedimiento que la harina de arroz. En el caso del maíz, comprar aquel
que ha sido descascarillado. Si no se consigue, proceder, pero hay que tener mas
cuidado al colar para retirar los trocitos no pulverizados y volverlos a moler. Si se
trata de la quinoa, es necesario lavar bien los granos para eliminar la especie de
jabón que los envuelve y secar al horno antes de moler
Calentar al fuego un caldero o una sartén honda. A fuego alto, poner a tostar el
maíz, revolviendo de vez en cuando. Cuando empieza a dorar, bajar el fuego y
continuar revolviendo seguido, para evitar se queme, hasta que los granos estén
dorados. Dejar enfriar completamente.
o en un molinillo de café
deteniendo la molienda y revolviendo, hasta que la mayoria de los granos queden
molidos. Puede ser necesario repetir la operación varias veces.
HARINA DE ALMENDRAS
Realmente, no se trata de una harina. Son almendras molidas y tiene una textura
bastante gruesa, mayor que la de la harina de maíz.
Además, como se trata de una semilla oleaginosa, como el maní o cacahuete, si se
muele demasiado se convertirá en crema de almendras.
Es preferible comprar las almendras con piel y pelarlas sumergiéndolas por unos
instantes en agua hirviendo después de haber apagado el fuego. Luego se quita la
piel quitando con la uña el “piquito y apretando la parte superior, redondeada.
Secarlas con un paño y luego secar al horno a máximo 80º. Si no se tiene esa
temperatura, poner el horno al mínimo y dejar la puerta entreabierta.
Este procedimiento sirve tambien para hacer harina de merey (castañas de cajú,
marañón, anacardo), avellana u otros frutos secos del mismo tipo.
Esta información me fue suministrada por la señora María Brito cuyo blog
es http://lacasitademaribri.blogspot.com/ . Gracias, María.
HARINA DE PLÁTANO MACHO VERDE
Los plátanos verdes se pelan y se parten en tajaditas bien delgadas, se ponen al sol
y sereno por 8 dias, luego se muelen y ciernen para obtener un polvo muy fino. Esta
harina se usa para sopas y en especial para niños, poniendole en leche, caldo, etc.
Fuente: La Cocina Criolla de Tia Maria.Primera Edicion corregida e ilustrada.
Editor Alvaro Peñalver. Caracas-Venezuela. Julio de 1959.
Aún cuando, ciertamente, esta harina se usaba principalmente para elaborar atoles
o natillas, debería poder dársele otros usos. Es cuestión de experimentar un poco
ALMIDÓN DE YUCA
Debe tenerse en cuenta que existen dos variedades de yuca: la amarga o agria y la
dulce. Ambas contienen una pequeña cantidad de cianuro, un poco mayor en el
caso de la yuca amarga, razón por la cual, en caso de que al probar una yuca ya
cocida tenga aunque solo sea un ligero sabor amargoso, es necesario escupirla,
lavarse la boca enjuagando e ir de inmediato a la clínica más cercana, explicando lo
sucedido. Además de desechar cualquier alimento que se haya cocinado junto con
esa yuca.
Pero en algún momento también se descubrió que, en el jugo extraído de la yuca
rallada, se asentaba una capa de un producto que, luego de decantado el líquido,
podía secarse al sol quedando luego una capa de polvo. Este polvo es el almidón de
yuca.
Es de señalar que el almidón se forma tanto en el jugo de la yuca dulce como en el
de la amarga cuando son ralladas y luego exprimidas. Pero la yuca amarga da un
mayor rendimiento de almidón además de que, según se me ha informado, el
almidón de yuca amarga da mejores resultados tanto en panadería como en
repostería.
Procedimiento
Esta información me fue suministrada por la señora María Antonia de Mendoza,
una de mis vecinas muy amable y querida, quien pasó sus primeros años de vida
en una hacienda en la cual se cultivaba yuca y se elaboraba tanto el casabe como el
almidón.
Retirar de la yuca los puntos negros así como la nervadura gruesa que pueda
haber. Rallar por el lado fino del rallador.
Se puede intentar hacer casabe con la pulpa, formando con la misma torticas muy
finas (1/2 cm de grosor o menos) que se dejarán cocer al calor del sol o de un
budare o comal puesto a un fuego muy bajo.
Se deja decantar el jugo extraído por espacio de unas 12 horas. Luego, se desecha
el líquido y se esparce la masa restante en bandejas hasta que se seque, si posible al
calor del sol. Cuando esté totalmente seca, se eliminan los nódulos gruesos que se
puedan haber formado, se cierne y se guarda el polvo obtenido en frascos o tarros
que cierren herméticamente.
HARINA DE PAPAS
En este caso, debo advertir que las fuentes de las cuales tomé la información
pueden tener errores. Se trata de dos webs italianas y yo tan solo he efectuado la
traducción
Harina
“El proceso de producción de la harina de papas prevé que éstas sean ligeramente
escaldadas para facilitar el que sean peladas sin desperdicios inútiles, (creo sería
mejor hornearlas) cortadas y cocidas al vapor, aplastadas y secadas al calor. El
producto que resulta será molido, mas o menos grueso, para la obtención de
harina o sémola.”
Fécula
“Se hierven las papas, se muelen hasta obtener una crema y ésta se deja reposar.
El molió todo con el mini (piper) y dejó el producto en el mismo bocal del minipi.
Al final, simplemente lo retiró con una cucharilla. Pero yo creo que es mejor
decantar.”
Es de suponerse, aunque no se dice, que luego se debe dejar secar la fécula, tal y
como se hace en el caso del almidón de yuca.
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Pancitos de Papa
Partes: 18 pancitos
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Ingredientes:
¾ taza de papa cocida y aplastada con tenedor (100 gr.)
1 taza de leche
112 gr. de mantequilla sin sal derretida (½ taza)
1 ½ tazas de harina
4 ½ cucharaditas de levadura seca
3 cucharadas de azúcar
2 huevos
1 yema
2 ⅔ tazas de harina de fuerza
1 cucharada de sal gruesa y un poco más para espolvorear
Preparación:
1. En el tazón de la batidora, con el aditamento de pala, colocar el puré de papa con la
leche y batir.
2. Agregar la mantequilla derretida y seguir batiendo.
3. Agregar la harina, levadura y azúcar y batir bien por unos 5 minutos. Con una
espátula raspar bien los bordes y el fondo del tazón para lograr una masa pareja.
4. La masa les quedará húmeda y pegajosa y todavía no se desprenderá de los bordes
del tazón.
5. Dejar reposar la masa en el mismo tazón por unos 30 minutos sin cubrir.
6. Cambiar el aditamento al gancho y agregar los huevos, yemas, harina de fuerza y sal
y amasar a velocidad media hasta que la masa esté suave y elástica y comience a
desprenderse de los bordes del tazón. En caso sea necesario, agregar un poco más de
harina de fuerza.
7. Poner un poco de mantequilla derretida en la superficie de la masa, cubrir
con film y dejar reposar 30 minutos.
8. Colocar la masa sobre la mesa ligeramente aceitada y dividir la masa en 18 partes.
9. Bollar cada porción y colocarlas dentro de un recipiente apto para horno de unas 13
x 9 pulgadas. Pincelar los pancitos con mantequilla derretida y dejar reposar por 1
hora.
10. Precalentar el horno en 400°F/200°C.
11. Nuevamente pincelar los pancitos con mantequilla derretida y espolvorear con sal
gruesa.
12. Hornear los pancitos por unos 15-20 minutos, hasta que hayan tomado color
dorado.
13. Retirar del horno, dejar reposar 10 minutos dentro del molde y luego pasarlos a una
rejilla para que enfríen.
Notas:
1. Si no consiguen harina de fuerza, esta receta se puede hacer con harina común.
2. Para pincelar sobre la masa, pueden usar aceite de oliva en lugar de mantequilla
derretida.
3. Si quieren que los pancitos queden bien dorados, antes de meter al horno, en lugar
de pincelar con mantequilla derretida, pincelar con huevo baitdo con 1 cucharada de
agua, luego espolvorear con sal y hornear.
Receta inspirada en: Pull-Apart Potato Rolls de Bon Appétit
** Fin de la actualización. **
Vamos con la receta de hoy. En un tazón de la batidora, con el aditamento de pala,
colocar el puré de papa con la leche y batir hasta que no queden grumos (en lo
posible).
Agregar la mantequilla derretida y batir. Hagan esto a baja velocidad porque de
otro modo les va a salpicar todo.
Agregar la harina común, levadura y azúcar y batir bien por unos 5 minutos. Esto
ya lo pueden hacer a una velocidad media. Eso sí, con una espátula hay que raspar
bien los bordes y el fondo del tazón para lograr una masa pareja.
Ahora hay que dejar reposar la masa en el mismo tazón por unos 30 minutos, no es
necesario cubrirla. Ojo, no duplicará su volumen, todavía no, lo que queremos es
que repose un poco. Sí verán que hay un ligero crecimiento, pequeño.
Vamos a amasar a velocidad media hasta que la masa esté suave y elástica y
comience a desprenderse de los bordes del tazón. En caso sea necesario, agregar un
poco más de harina de fuerza.
Poner un poco de mantequilla derretida en la superficie de la masa. Cubrir
con film y dejar reposar 30 minutos. Pongan el tazón en un lugar cálido y verán que
la masa crecerá un poco más, aunque no el doble, no es necesario.
Ahora colocar la masa sobre la mesa ligeramente aceitada y dividir la masa en 18
partes. Pueden pesar la masa total y luego pesar cada porción, de ese modo los
pancitos quedarán más parejos, pero no es obligatorio.
Bollar cada porción y colocarlas dentro de un recipiente apto para horno de unas 13
x 9 pulgadas. El mío era un poco más chico, así que quedaron súper pegados.
Pincelar los pancitos con mantequilla derretida y dejar reposar por 1 hora.
Nuevamente pincelar los pancitos con mantequilla derretida y esta vez espolvorear
con sal gruesa. Una confesión: ustedes saben que no me gusta mucho la
mantequilla, así que en verdad yo todas las veces pincelé la masa con aceite de oliva
en lugar de mantequilla.