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Análisis, en dos cuartillas sobre la evolución de la Tierra como un

planeta dinámico
Nuestro planeta tierra órbita alrededor del sol, con el cual mantiene una
distancia de 149.600.000 km. Se ubica entre Venus y Marte. En la revista Muy
Interesante (2021) se indica que es el más grande y denso, de los llamados
planetas y que es el único donde se ha probado que hay vida orgánica. En la
misma revista se plantea que desde el espacio exterior pareciera ser una bola
azul y blanca.
Eso se debe a que el 70.8% del planeta está cubierto de agua líquida.
Distribuido ese porcentaje, a su vez, en: 97.5%  océanos y mares de
agua salada y 2.5% únicamente agua dulce. Agua dulce, que los seres
humanos no sabemos preservar, pues arrojamos basura a ríos y quebradas,
además de talar y quemar en aéreas donde hay nacientes.
Se indica que del total de agua dulce en el mundo, 69% se encuentra en
los polos y en las cumbres de las montañas más altas y se encuentra en un
estado sólido.
En total la superficie de la Tierra es de 510.072.000 km2, que como se
indicó el 70,8% es agua y el 29,2% restante es tierra, es la parte sólida, la
superficie que habitamos los seres vivos, con montañas, llanuras, desiertos y
mesetas, con gran variedad de animales y plantas. También hay áreas
sumergidas que poseen cañones, mesetas y dorsales submarinos, así como
profundísimas llanuras abisales, Las mismas se localizan entre los 3.000 y
7.000 metros de profundidad. Las llanuras abisales suponen aproximadamente
el 50 % del fondo del océano y su profundidad oscila entre los 3 000 y los 6 000
metros. Esa diversidad de vida, tanto en la superficie terrestre como en las
profundidades de los océanos es uno de los elementos que hace a nuestra
madre tierra un espacio dinámico.
Los científicos afirman que la superficie se modifica a lo largo de los
años debido al movimiento subterráneo de las placas tectónicas cuyos pliegues
y colisiones generan diversos fenómenos de relieve. En Medio Ambiente (2021)
se indica que esas modificaciones se han sucedido desde hace más o menos
4.300 millones de años, es decir desde su nacimiento como bola incandescente
hasta el actual planeta azul, y que son muchos los acontecimientos que forman
parte de su historia geológica.
Esa historia geológica, comprende ciclos terrestres, como procesos
continuos de transformación, iniciados, como se dijo en líneas anteriores, hace
4.300 millones de años. Ello se debe, por la acción combinada de dos fuerzas
opuestas que actúan sobre la corteza terrestre (la energía geotérmica, de
origen interno o endógeno, y la fuerza de la dinámica externa o exógena,
debida principalmente a la acción del sol).
La energía geotérmica (que la produce la propia Tierra), se acumuló
durante su fase estelar, mucho antes de convertirse en un planeta, y
transforma la corteza terrestre mediante elevaciones o hundimientos; es la
responsable de la formación de las montañas, y tiene violentas
manifestaciones, como los terremotos o los volcanes.
Las fuerzas de la dinámica externa provienen del exterior de la corteza
terrestre. Su origen son procesos como los cambios de temperatura, la lluvia, el
viento, los ríos, los torrentes, el mar o los glaciares. El ciclo geológico interno
suele destruir el relieve de la corteza terrestre mediante diversos procesos: la
meteorización, la erosión, el transporte o la sedimentación.
Las fases del ciclo geológico, según astronomía.com (2021) terrestre
son la gliptogénesis o proceso erosivo, la litogénesis o proceso de formación de
rocas, y la orogénesis o proceso de generación de formaciones montañosas.
Aquí se debe explicar que según el principio de superposición (principio básico
de la estratigrafía sedimentaria) o Ley de Steno, las capas de roca inferiores
son más antiguas que las superiores.
Pero que además, esos sistemas de movimiento, aunados a los hechos
meteorológicos, que incluyen fenómenos como tormentas eléctricas, tornados,
huracanes tropicales, ondas de gravedad, ciclones intertropicales, corrientes de
chorro, circulaciones de escala global que tienen que ver con la convergencia
intertropical. Como puede pensarse, son causas naturales; pero hay otras, que
son provocadas (debido a los procesos de industrialización y desarrollo
indiscriminado que atenta contra el medio ambiente) y eso ha generado gran
contaminación mundial lo que ha inducido al calentamiento global, producto de
la reducción de la capa de ozono que aumenta el nivel de radiación solar; que a
su vez trae consigo desde enfermedades en la piel (cáncer por radiación) hasta
el deshielo (lento pero progresivo) de los polos terrestres.
En verdad nuestro planeta es un sistema dinámico, hay vida por todas
partes, evoluciona; es nuestra gran casa, nuestro hogar. Como se dijo al
principio: no se sabe de otro planeta que albergue vida. Por eso debemos
cuidarlo; no contaminarlo, no destruirlo. Si acabamos con él, no tendremos
donde vivir.

Bibliografía
https://www.astromia.com/fotostierra/ciclogeologico.htm (consultado, 22
de enero, 2021)
Revista Medio ambiente (2021) Nuestro planeta. México: UNAM
Revista Muy Interesante (2021) La tierra, planeta azul. México: Autor.

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