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La danza es una de las formas más antiguas, no solo expresión artística, sino de
medido de comunicación de los seres humanos. Su estrecha vinculación con rituales
y aspectos míticos se remonta a la antigüedad, y probablemente a la esencia del
hombre de una formulación básica de un proceso simbólico y de abstracción, cuyo
objetivo es manifestar algo con movimientos corporales.
La danza es la única de todas las artes que tiene como instrumento el propio cuerpo,
por lo que es capaz de demostrar a través de diferentes movimientos las emociones y
las representaciones sociales de lo que somos. A lo largo de la historia esta forma de
expresión irá evolucionando de lo espontáneo a una organización más o menos
elaborada, de la improvisación a las diferentes formas de estructuración u orden.
Como en el caso de que a finales de la antigüedad fue perdiendo su carácter ritual para
convertirse en un arte escénico, regido por ciertas reglas academistas y culturales. La
danza se convirtió, de este modo, en un arte ordenado y la expresión de lo abstracto,
en resumen como un elemento de culto.
Desarrollo
La danza es la forma original, la más antigua, expresión humana. A través del cuerpo
y de su lenguaje, la danza tiene una poderosa conexión con los mundos emocional y
espiritual. En la cultura tradicional aborigen, la danza es para el alma, como una
especie de medicina sagrada. La antropología señala que el hombre prehistórico
consideró la danza como una de las actividades distintivas que le separaban de los
animales que junto con el habla, es un elemento diferenciador entre el hombre tribal
y los animales de la selva.
La danza desde la antigüedad se refería, por ejemplo, a la fertilidad, la caza, los ritos
de iniciación, crecimiento y recolección de cosechas hasta la veneración de los dioses.
Como parte de los rituales religiosos, la danza puede considerarse como una forma
simbólica de comunicación, es decir un acercamiento del ser humano con sus dioses.
Otro aspecto importante de la danza, es aquel por el cual dicha representación se
refiere a mitos de creación, relatar historias morales, religiosas o simplemente
entretener o divertir. Algunas danzas se extendieron a otros continentes por medio de
la colonización o el comercio de esclavos entre otras formas.
A partir de los distintos pueblos antiguos como; Egipto, Grecia y Roma, que dejaron
como una gran fuente de información sobre su danza los legados escritos, los
bajorrelieves, mosaicos, entro otros, permitiendo conocer los aspectos a los cuales
ellos empleaban la danza. En el antiguo Egipto, las danzas ceremoniales fueron
instituidas por los faraones. Estas danzas, que culminaban en ceremonias
representando la muerte y la reencarnación del dios Osiris, se fueron haciendo cada
vez más complejas hasta el punto de que sólo podían ser ejecutadas por profesionales
altamente cualificados. La danza en el antiguo Egipto no era una expresión de la
emoción de la bailarina, sino uno de los medios para emocionar al espectador, cuya
función era hacer más placentero el tiempo de ocio de sus patrones con sus
interpretaciones.
Una danza de movimientos delicados era considerada más apropiada para las fiestas
privadas. La danza egipcia antigua se practicaba al amanecer, en banquetes, funerales
y en la vida después de la muerte, así como ceremonias reales y festivales religiosos.
En los templos predominan las fuentes que mencionan a la danza en rituales
religiosos. De acuerdo con las representaciones pictóricas, los bailarines se formaban
en dos filas contrapuestas o en pares, muy rara vez se representa a solistas.
La danza Egipcia fue muy influyente en la antigua Grecia, ya que filósofos viajan a
Egipto a expandir sus conocimientos, como es el caso de Platón. El filósofo Platón,
catalizador de estas influencias, fue un importante teórico y valedor de la danza griega
(los rituales de la danza de los Dioses y Diosas del Panteón Griego han sido
reconocidos como los orígenes del teatro contemporáneo occidental).
Aunque Egipto influyo en la danza, Grecia fue el primer lugar donde la danza fue
considerada un arte, teniendo una musa dedicada a ella: Terpsícore. Los primeros
vestigios provienen de los cultos a Dionisio (ditirambos), mientras que fue en las
tragedias donde se desarrolló como técnica en los movimientos rítmicos del coro. La
danza en la antigua Grecia se defino como: orchêsis y el verbo orchéomai, danzar,
bailar. Ambos términos están estrechamente emparentados con la palabra más
conocida orchêstra, que significa «pista de baile». Así es como se denominó a la parte
de los teatros griegos en la que se procedía a la representación de tragedias y
comedias, ya que era el espacio ocupado por el coro y los actores para llevar a cabo
la interpretación del drama griego. Y se pone énfasis en el elemento dinámico y no
estático que implica el término.
Se cree que la danza en la antigua Grecia nació cuando Teseo, quien se metió en el
laberinto Knossos para rescatar a su amada Adriana, regresó a su país, se dirigió al
dios Delos y como ofrenda bailó como una serpiente en representación de todo a lo
que se había enfrentado en su camino. El apogeo de la danza se efectuó durante la
edad clásica, en que más de 200 danzas religiosas, atléticas, dramáticas y populares
eran ejecutadas en el teatro, en el estadio y en el templo; siendo cuando Terpsícope,
la musa de la danza, era más apreciada y honrada.
Otro hecho histórico fue cuando Casiopea (o Andrómeda), reina de Etiopía, ofendió
a la diosa Hera, y tuvo que dar a su hija en sacrificio, los habitantes ejecutaron las
bellas danzas de Andrómeda a la orilla del mar, en donde se esperaba la llegada del
Kráken (titán marino) para devorar a la bella Andrómeda y salvar el reino. Tras la
victoria de Perseo sobre este monstruo marino, y por haber rescatado a su amada, el
pueblo se llenó de júbilo, ejecutando danzas de alegría.
En la época en la que los príncipes organizaban costosas puestas de escena (siglo XV),
siempre acompañadas de lujosos banquetes, con artistas de su corte (bailarines,
mimos) que representaban y cantaban sobre las tramas mitológicas. En ese momento
es donde comienza a surgir el ballet, la ópera y el drama poético. Al mismo tiempo la
danza fue tomada como una forma de expresión del ideal físico y moral de la época:
un perfeccionamiento de la naturaleza, tomando un carácter profesional para aquel
que lo practicaba o quería ser considerado bailarín. El “Ballet de Corte” fue, de este
modo, durante más de cien años una de las ocupaciones favoritas de los círculos
reales. Era un espectáculo de decorados, trajes, entro otros, donde muchos reyes de la
época destacaron en él, como es el caso de Luis XIV.
Este ballet de corte, gracias a Luis XIV fue profesionalizado, y con el tiempo se
denominó de ballet de corte a, danza clásica o ballet. El término ballet proviene del
francés, derivado del italiano balletto que es diminuto de ballo y a su vez de raíz griega
y significa bailar. Este riguroso arte, consiste en adquirir un control sobre el cuerpo,
y realizar diversos movimientos establecidos que son perfeccionados continuamente
por el bailarín. Siendo una base fundamental de preparación para un bailarín de índole
profesional.
Uno de los fundamentos técnicos del ballet es la rotación externa de las piernas,
llamado en dehors. Cada pierna debe ser rotada hacia fuera desde la articulación de la
cadera. Contempla cinco posiciones específicas para los pies, las cuales son utilizadas
en la ejecución de los pasos del ballet, así como también las posiciones
correspondientes para los brazos, aunque varían dependiendo de la escuela. La técnica
de este arte enfatiza la perpendicularidad del torso, exigiendo a la bailarina o bailarín
mantener su eje vertical. Es necesario que todas las partes del cuerpo estén
correctamente alineadas y centradas para permitir el máximo de estabilidad y facilidad
en el movimiento
Entre los años 1710 y 1756, el ballet era considerado una disciplina esencialmente
masculina debido a su estrecha conexión con el teatro, que tenía igual connotación.
Estaba prohibido que las mujeres bailaran, así que los hombres ejecutaban los roles
femeninos. Después, las mujeres bailaron, pero con ropas gruesas que impedían el
movimiento. Pocos nombres de mujeres resaltaron en aquella época, entre ellos, Marie
Camargo y Marie Sallé.
Fue con el ballet romántico donde las mujeres tomaron fuerza en este arte. Las
bailarinas se convirtieron en el símbolo que resumía el ideal de belleza femenino de
la época: ser una mujer delicada, formal y refinada. El ballet está envuelto en
elementos propios del romanticismo, como el uso de las gasas, tules y zapatillas de
puntas. Asimismo, el color rosa prevalece acompañado de movimientos que desafían
la gravedad e historias de princesas encantadas cubren las escenografías de sus danzas.
La vestimenta define la significación de los cuerpos en un espacio social determinado;
la organización de las sociedades participa en los valores y connotaciones que la
vestimenta, sea estructurada (uniformes, vestuarios, disfraces o trajes), revierte en los
hombres y mujeres.
Esta técnica rigurosa tuvo su antónimo, es decir, mientras está se basa en control y la
máxima perfección del movimiento, surgió en contraposición: la danza moderna, la
cual rompió con sus rigurosas reglas, como bailar descalzos y realizando movimientos
que no eran muy bien vistos. Aunque la danza moderna rompe paradigmas de la
clásica mantiene su base pero adaptándole estilos y movimientos diferentes.
La danza moderna es el avance natural de la danza clásica y la cual afecta todas las
expresiones artísticas. Es una clase de danza en la que se busca expresar, a través del
bailarín, una idea, un sentimiento, una emoción, al igual que el ballet clásico, pero
mezclando movimientos corporales de uno mismo, expresando lo que uno está
pasando por ese momento, o lo que estas sintiendo, tratando de expresar y que la gente
lo sienta al mismo tiempo que lo interpretas.
Esta corriente de expresión corporal se inició a finales del siglo XIX y principios del
XX, cuando el mundo empezó a experimentar cambios a nivel social, político y
económico. La industrialización de consolido en la economía y la monarquía perdió
su poder totalitario, todos estos cambios influyeron en la danza, sobretodo en la danza
moderna, dando la relevancia del individualismo y entrega, que fueron características
muy marcadas en este arte.
Por otro lado, Mary Wigman (Hannover, 1886 - Berlín, 1973), consideraba que en la
danza no existen movimientos feos ni grotescos, sino que nacen como consecuencia
de un proceso emocional. Esta maestra, fundamental en el concepto de composición
en la danza de Occidente, es una coreógrafa determinante en la gestación de la
moderna, puesto que le dio al bailarín una conciencia de principios y fundamentos
sobre los cuales el danzante se consagra como artista. Sus conocimientos y estudios
conocimiento la llevó a proponer aspectos que hoy en día siguen siendo manantial de
investigación para las artes: tiempo (observado desde una perspectiva musical en tanto
los conteos y fraseos del bailarín); energía (la fuerza dinámica, mover y ser movido,
ya que este es el motor de la danza); espacio (no se trata de un espacio tangible,
limitado y limitante de la realidad concreta, sino del espacio imaginario, irracional, de
la dimensión danzada, este espacio que parece borrar las fronteras de lo corporal y
puede transformar el gesto fluido en una imagen de apariencia infinita) y respiración
( que Wigman considera que la respiración es la fuente de todo movimiento).
Ante la danza moderna, surgió la danza postmoderna, como una rebelión ante sus
conceptos coreográficos basados en emociones, estados de ánimo y problemas
existenciales. La danza postmoderna se centra más en el principio ideológico de la
búsqueda de la libertad de movimiento, es decir está bajo la idea que todo movimiento
es danza, y que todas las personas son bailarines (tengan o no tengan preparación).
Siendo una reacción a los límites de composición y de presentación de la danza
moderna, la danza posmoderna rescata el uso de los movimientos cotidianos como un
vehículo artístico válido y propugna métodos novedosos de composición de la danza.
En la danza postmoderna todo vale (época de subjetividad), lo que significa que todo
lo que se propone es válido. Basándose en una búsqueda del grado cero del
movimiento: la exploración del movimiento de la vida diaria como experiencia
estética suficiente y negación de la importancia del virtuosismo técnico. Ocurre una
sustitución del juicio estético por la observación y el análisis (las nociones de bueno
y malo pierden importancia), con la intención de acercar la danza (las artes) a la vida
y a los públicos masivos (danza en las calles, intérpretes (‘performers’) que no son
bailarines).
También es relevante la forma en que Cunningham vincula la danza con los elementos
plásticos, propiciando una ruptura con la concepción tradicional de escenografía y
vestuario, que se convierten en sugerentes entornos escénicos. Por su ideal
revolucionario, Cunningham es considerado el pionero de la danza posmoderna y el
padre de una generación de artistas que desarrolló durante las últimas décadas del
siglo XX el movimiento de la Nueva Danza, de gran influencia en los senderos que
tanto en lo conceptual, lo formal y lo técnico, experimentó la danza mundialmente.
Grandes revolucionarios de la danza han tenido que defender sus ideales e ir más allá.
Usando cada aspecto del mundo que los rodea, teniendo una visión de lo perfecto y
de lo imperfecto, generando cada vez una idea aún más hermosa que la anterior, que
sea vanguardista con la toda la intención dejar una huella.
Conclusión
Así, el cuerpo se vuelve lienzo, pincel, y tablado para la expresión artística que revela
un caos desbordante, que se derrama por sus orificios, y traspasa los límites de la
apariencia y vive de la anomalía para un conocimiento estético de lo más humano y
real (el cuerpo), como resultado de una manifestación vital.
Bibliografía
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