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Según Hebreos 8:9, en conformidad con el viejo pacto Dios tomó a los hijos de Israel de
Su mano y los guió a salir de Egipto, pero en el nuevo pacto Dios atrae nuestros
corazones para salir de Egipto osea del mundo.
En el viejo pacto Dios les dio la ley a los hijos de Israel solo exteriormente, pero en el
nuevo pacto Dios ha puesto Sus leyes dentro de nosotros y las ha escrito sobre nuestros
corazones.
1. LA REGENERACIÓN
Cuando hablemos de cómo es que Dios ha puesto Su ley dentro de nosotros y la ha
escrito sobre nuestros corazones, debemos comenzar por la regeneración, porque la
regeneración significa que el Espíritu Santo ha puesto la vida increada de Dios en el
espíritu del hombre.
La regeneración es algo nuevo que toma lugar en el espíritu del hombre; por tanto, la
regeneración no es un asunto de comportamiento sino de vida.
Dios desea liberar Su vida, así que para cumplir ese propósito, Él puso Su vida en Cristo
(Jn. 1:4; 1 Jn. 5:11).
La regeneración significa nacer de Dios (Jn. 1:13), nacer del cielo (1 Co. 15:47).
La regeneración también significa nacer del agua y del Espíritu (Jn. 3:5).
La vida increada de Dios es la vida de Dios y también es la “vida eterna” (Jn. 17:3).
Es la vida que Adán pudo haber obtenido, pero no la obtuvo. Es la vida que el hombre no
tiene antes de experimentar la REGENERACIÓN, pero que entra en él cuando es
regenerado. Ésta es la característica del nuevo pacto, la gloria del nuevo pacto.
Por tanto, después que el hombre es regenerado, necesita pasar por un largo proceso de
renovación el cual el Espíritu Santo efectúa hasta que esta vida se perfeccione en todas
las partes de su ser. En otras secciones veremos punto por punto cómo esta simiente de
vida manifiesta sus características y capacidades.
La razón es que la vida que hemos recibido mediante la regeneración tiene sólo una ley,
que es la ley de vida.
La vida de Dios ejerce cierta función en cada una de nuestras partes internas.
en la voluntad también,
significa que la ley de vida de Dios tiene una función en cada una de nuestras partes
internas.
Por tanto, la ley en sí misma es singular, pero en cuanto a la función que esta ley ejerce
en nuestro ser es plural.
Es igual al agua que fluye; la fuente es una, pero las tuberías son muchas.
La vida sólo tiene una ley en nosotros, pero esta ley se ha extendido a nuestras partes
internas.
Por ejemplo, si uno planta una semilla, pero si nunca la riega no podrá crecer.
Atención :
Por tanto, desear a Dios y amar a Dios no son asuntos relacionados con el espíritu, sino
asuntos vinculados al corazón;
pero adorar y servir a Dios no son asuntos vinculados al corazón, sino asuntos
relacionados con el espíritu.
Aclaro:
El corazón puede amar a Dios, pero no puede tener contacto con Dios.
El corazón puede inclinarse hacia Dios, pero no puede tener comunión con Dios.
Sólo el espíritu puede tener contacto con Dios y tener comunión con Dios.
Amar a Dios
Marcos 12:30 dice: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y
con toda tu mente y con todas tus fuerzas”.
Según el idioma original, la palabra traducida “mente” se debe traducir
“entendimiento”(dianoia).
Este versículo nos muestra que tenemos que usar todo nuestro corazón, toda nuestra
alma, todo nuestro entendimiento y todas nuestras fuerzas para amar a Dios.
Si permitimos que esta vida continúe moviéndose en nosotros, a fin de que se extienda a
nuestra conciencia, a nuestra mente, a nuestra parte emotiva y a nuestra voluntad, tal
mover continuo eliminará todo lo que no debe haber en nuestro ser
Espero que avancemos según el mover de la vida de Dios para que Su vida en nosotros
pueda extenderse a todas las partes de nuestro ser, moviéndose sin impedimento a
través de ellas, siempre eliminando algo y siempre añadiendo algo.
Hemos mencionado anteriormente que la razón por la que el primer pacto tenía defecto
no era porque el pacto en sí mismo tuviese defecto, sino porque era débil cuando se
aplicaba al hombre.
El primer pacto compuesto por los mandamientos de letras estaba escrito sobre tablas de
piedra.
En 2 Corintios 3:14-16 se nos dice que los corazones de los hijos de Israel se
endurecieron, y que cuando leían el Antiguo Testamento había un velo sobre sus
corazones.
También nos dice que siempre que sus corazones se volvían al Señor, el velo era quitado.
Permite al hombre obedecer a Dios
Filipenses 2:12-13 dice: “Como siempre habéis obedecido, no como en mi presencia
solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia, llevad a cabo vuestra salvación con
temor y temblor”.
Esta obra fue realizada por Dios mismo en Cristo Jesús; y podemos decir que es la obra
maestra de Dios.
Una obra maestra es sencillamente la obra más excelente y fina en su género, lo mejor
que se puede producir.
No hay nada superior a una obra maestra.
Él podía trabajar mucho más que otros no porque su cuerpo era más fuerte, ni porque era
más diligente que otros, sino porque la gracia de Dios estaba con él.
Dentro de un huevo está la vida de una gallina; sin embargo, si durante los primeros días
de incubación usted mira a través del huevo usando cierta luz, usted no podría discernir la
cabeza de las patas.
Cuando el pollo está casi listo para romper el cascarón y salirse, entonces usted podrá ver
la forma completa del pollo.
La transformación
Según Romanos 12:1-2 hay dos requisitos para experimentar la transformación:
uno es presentar nuestros cuerpos;
Presentar nuestro cuerpo es algo que se puede comparar con la regeneración, Esto
ocurre una vez y para siempre, mientras que la transformación es un proceso y es algo
gradual.
La transformación y la conformación
La conformación de la que se habla en Romanos 8: 29 y Filipenses 3: 10 en el texto
original significa ser hecho de una misma forma y naturaleza, o ser semejantes.
en Romanos 8:29,
en Filipenses 3:21 donde se usa como adjetivo, (describir cualquier cosa Ej: ella es linda... LINDA
la describe)
y
en Filipenses 3:10, donde se usa como verbo. (indica que son o que hacen las personas. Ej: yo soy
ordenado... SOY es el verbo...)
Ser como Él
Ya hemos dicho que la meta de la transformación es hacernos iguales a Él, pero para ser
completamente semejantes a Él debemos esperar hasta que el Señor se manifieste.
Luego mediante la obra de la cruz, el Espíritu Santo hace morir las prácticas malignas de
nuestro cuerpo (Ro. 8:13; Col. 3:5), al hacer que nos neguemos a nosotros mismos
diariamente (Lc. 9:23).
Ser purificados
Si bien la redención del cuerpo es expresamente un asunto de la gracia de Dios, después
de que el apóstol Juan dijo que seremos semejantes a Él y que le veremos tal como Él es,
él agregó de inmediato:
“Todo aquel que tiene esta esperanza en Él, se purifica a sí mismo, así como Él es puro”
(1 Jn. 3:3).
El contexto de
“esta esperanza” alude a las palabras “seremos semejantes a Él”.
En Génesis 2 vemos que después de que Dios creó al hombre, Él le indicó al hombre que
debía ejercitar su libre albedrío a fin de elegir la vida de Dios.
Sin embargo, no nos dice lo que Dios se había propuesto obtener en el universo.
Génesis 3 nos habla de la caída del hombre, pero no nos dice cuál era realmente la
intención del diablo.
Dios desea morar entre los hijos de Israel como el Dios de ellos
Levítico 26:12 es aun más claro:
“Andaré entre vosotros: seré vuestro Dios, y vosotros seréis Mi pueblo”.
“A Dios nadie le vio jamás”, pero ahora “el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre,
Él le ha dado a conocer” (Jn. 1:18).
Cuando el Verbo se hizo carne y fijó tabernáculo entre los hombres, Él estaba limitado por
el espacio y el tiempo, pero cuando Dios mora en la iglesia en espíritu, Él no está limitado
por el tiempo ni el espacio.
En el futuro Él pondrá Sus leyes en sus mentes y las escribirá sobre sus corazones, de
modo que Él pueda ser el Dios de ellos (He. 8:10).
En la eternidad futura
Dios morará entre los hombres como Dios
Un día el tabernáculo de Dios estará con los hombres:
“Él fijará Su tabernáculo con ellos; y ellos serán Sus pueblo, y Dios mismo estará con
ellos” (Ap. 21:3).
“Ve a Mis hermanos, y diles: Subo a Mi Padre y a vuestro Padre, a Mi Dios y a vuestro
Dios” (Jn. 20:17).
Este versículo nos dice que no sólo tenemos un Padre, sino también un Dios.
LAS CARACTERÍSTICAS
DEL CONTENIDO DEL NUEVO PACTO
Por medio del Espíritu, Dios está llevando a Sus redimidos al punto más alto, es
decir, a que lleguen a conocerle.
El hecho de que Dios imparta Sus leyes en nuestra mente y las escriba sobre
nuestros corazones es simplemente un procedimiento por el cual Dios alcanza Su
propósito más profundo, que es, conocer a Dios mismo.
LA ENSEÑANZA DE LA UNCIÓN
La razón por la que una persona que tiene la vida de Dios no necesita en absoluto
de la enseñanza de otros es porque tiene la unción del Señor que permanece en
ella, y ésta le enseña todas las cosas.
Tal como el cuerpo posee ciertos sentidos, el espíritu del hombre también tiene
sus sentidos.
Por esta razón necesitamos aprender a discernir lo que es del espíritu y lo que es
del alma.
Este versículo muestra claramente cómo la unción del Espíritu Santo nos enseña.
El Espíritu Santo mora en nuestro espíritu, y la unción se realiza en la intuición del
espíritu.
Si nuestro sentir interior no corresponde con las palabras de las Escrituras, ese
sentir es inexacto.
Sabemos que el sentir interior es viviente, y también sabemos que las Escrituras
por fuera son exactas.
Si únicamente contamos con las palabras de las Escrituras, en ellas
encontraremos exactitud y seguridad, pero no encontraremos vida.
¡Qué maravilloso!
¡Podemos gustar a Dios!
Esto muestra que la razón por la que Pablo tenía el denuedo para predicar el
evangelio a las naciones era debido a que el conocimiento que tenía del Hijo de
Dios lo había obtenido por revelación.
Cuando una persona conoce a Cristo en sí misma, también conocerá al Cristo que
está en otros.
Esto es lo que Pablo pensaba cuando dijo:
“De aquí en adelante a nadie conocemos según la carne” (2 Co. 5:16).
Una persona que realmente conoce a Dios, no sólo tiene el denuedo de dar
testimonio, sino que NO le teme al espíritu del anticristo, más bien teme a Dios.
La EXPRESIÓN en la ADORACIÓN
No hay nadie que realmente conozca a Dios, y que aún no adore a Dios.
“Adorar a Dios con veracidad es reconocer que Él es lo que es, y que nosotros
somos lo que de hecho somos.
Adorarle con veracidad es reconocer con sinceridad de corazón lo que Dios es en
verdad;
es decir, que Él es infinitamente perfecto, digno de infinita adoración e
infinitamente apartado del pecado, y así también reconocemos todos Sus atributos
divinos.
El hombre se guía muy poco por la razón, y no emplea toda su capacidad para
rendirle a este gran Dios y Padre la adoración que le corresponde”.
Esto indica que únicamente la persona que realmente conoce a Dios puede adorar
a Dios con veracidad.
La EXPRESIÓN en la PIEDAD
Los que realmente conocen a Dios expresarán a Dios.
En esto consiste una vida piadosa.
La piedad en sí misma es un gran misterio.
Desde el tiempo en que Dios se manifestó en la carne (1 Ti. 3:16), este gran
misterio ha sido revelado.
1. Pereza
2. Rigidez
3. Frialdad
4. Pasividad
El nuevo pacto es una excelsa gracia; es tan rico y tan glorioso. Por lo tanto,
necesitamos pedirle a Dios que nos dé fe. ¿Qué es la fe? Hebreos 11:1 dice:
“Ahora bien, la fe es lo que da sustantividad a lo que se espera, la convicción de lo
que no se ve”. Ésta es la definición de la fe que encontramos en las Escrituras.
¿Qué significa “sustancia”? En el griego significa un fundamento, un cimiento o
base de sustentación. Por ejemplo, si ponemos un libro sobre un estante, el
estante es el que sostiene al libro. Si nos sentamos en una silla, la silla es lo que
nos sirve de apoyo.