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¿Dónde está hoy el Poder y potencia del evangelio?

La mentalidad hoy en día es la de un tipo de


cristianismo que dice: Yo creo en Cristo y soy feliz, pero al
terminar los cultos en la comodidad del hogar, la
distracción y el entretenimiento ocupan un lugar
preminente.
El corazón del poder de la iglesia de Cristo, no es la
mentalidad ni la emoción barata, su centro es el corazón
cuando está lleno del Espíritu Santo.
“...recibiréis poder, cuando haya venido sobre
vosotros el Espíritu Santo…”
Hechos 1:8
Hoy en día el cristianismo se ha llenado de normas y
preceptos no bíblicos en una especie de liberalismo y vida
fácil sin estar incomodos por nada. El ceño fruncido de Dios
Todopoderoso los dejará en su camino, pero en algún lugar
Dios tiene un pueblo y que sigue buscando y clamando que
reconoce su incapacidad, y su incomodidad de estar
confortables en medio de un mundo en agonía.
“No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal. No son del
mundo, como tampoco yo soy del mundo. Santifícalos en tu verdad; tu palabra es
Ese es el deseo supremo de Dios,
verdad.” Juan 14:15-17.
guardarnos, no pertenecemos este mundo. Cada vez
estamos mas cerca de nuestro destino, la gloria eterna
No podemos llegar a Dios por nuestro pensamiento. La
barrera primaria de la iglesia evangélica hoy en día, es que,
hemos pensado a nuestra manera de allegarnos a Dios, esto
es vano y denigrante ante Dios. EL hombre que tiene ansias
de Dios en su corazón, se extenderá y buscará y buscará
hasta encontrar el objeto de su amor, que es Dios mismo.
En los tiempos del antiguo tabernáculo, el sacerdote se
apartaba de la luz natural y entraba en la presencia de
Jehová. Permanecía de pie solo, nadie podía acompañarlo en
aquel luminoso lugar. En la multitud de nuestro circulo
hacemos nuestros ganchos emocionales y nos colgamos de
las personas que nos rodean para que sean el apoyo, la
queremos fácil. Es difícil comprender que ante Dios estamos
solos nadie dará cuenta por mí.
Vivimos en una era de ayudas (ganchos) y existe mucha
en todos los ámbitos y nos acostumbramos a que todo nos
lo den. Lentamente nos estamos atrofiando hasta
convertirnos en méndigos estirando la mano para que nos
den y sin darnos cuenta somos parásitos alimentándonos de
otros esperando cada culto a ver si hay algo que nos den.
Cuanta ayuda bíblica tenemos hoy, fácil al alcance de la mano
tan solo digitando la pregunta en tu móvil. Hay un grito de
angustia del alma que no pasa mas allá de la información
recolectada, sin lloro, sin angustia, sin oración, sin clamor
cada vez con menos poder espiritual.
Nadie puede entrar en la vida profunda de Dios si somos
indolentes conformistas y perezosos en nuestro circulo de
comodidad.
Hay cosas del alma que son importantes y debemos
hacerlas por nosotros mismos y nadie puede ayudarnos y
nada (familia, amigos, hermandad, trabajos, hijos, padres,
madres….) puede asistirnos en ese camino. Para subir al
monte de la gloria es un camino de luchas y de pruebas y
con frecuencia hay que hacerlo solitario, nos hemos
acostumbrado a descansar en uno y en otro, queremos
siempre que nos ayuden.
No hemos aprendido ha estar en soledad ante Dios, no
somos nada a menos que tengamos una muchedumbre a
nuestro alrededor, no hemos comprendido que para entrar
en la presencia misma de Dios es un viaje muy solitario sin
publicidad. Pueden existir compañeros de viaje a lo largo del
camino, pero nadie puede experimentar nuestras vivencias y
nuestras experiencias, es algo nuestro. Es un tema entre Dios
y nosotros. Al entrar en su presencia lo hacemos solo. El
compañerismo cristiano es hermoso pero el camino a la cruz
es solitario.
El sacerdote se apartaba de la luz natural y entraba en la
presencia de Jehová, allí en ese lugar ajeno a este mundo
irradiaba la fuente de Poder iluminando con su magnificencia
ese lugar. Oh que gloria en majestad traspasando el rostro
del sacerdote el fulgor de su potencia en el propiciatorio, tan
arrobador era ese momento que solo puede describirlo el
que ha estado entrado en su presencia. Es un momento único
suyo y mío. “Y los sacerdotes no pudieron permanecer para
ministrar por causa de la nube, porque la gloria de Jehová
había llenado la casa…” 1 Reyes 8:11

“...recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros


el Espíritu Santo…”
Señor, ¿quién entrará en tu santuario para alabar?
El limpio de manos, de corazón puro,
Que no es vanidoso y que sabe amar
Señor, yo quiero entrar en tu santuario para alabar
Oh limpia mis manos y mi corazón,
Mi vanidad quita y dame amor
Señor, ya puedo entrar en tu santuario para alabar
Tu sangre me lava, tu fuego me quema,
Tu Espíritu Santo llena de amor

Samuel Arancibia Pérez


Noviembre 36, Lunes 2020

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