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Las Naranjas son frutas

Las naranjas son frutas sumamente La naranja hirvió por dentro, pero de su
especiales, las caracterizan sus valores y respuesta hizo omisión, ella ya conocía el
sus enormes ideales. sarcasmo del limón.

La naranja de este cuento no era la Entonces siguió caminando cabizbaja y


excepción, grandes eran sus sueños y su pensativa, pues tanto mal humor era algo
determinación. que no entendía.

Un día mientras descansaba, leyó algo Seguro que estas frutas, son imposibles
muy profundo, algo realmente hermoso de amar, seguiré probando con otras, esto
capaz de cambiar el mundo. no me lo va a ganar!

Amor incondicional: ama todos como a ti Ahora le toco a la uva poner a prueba a
mismo, pues todos somos uno, las nuestra amiga, quien tras este fugaz
diferencias son espejismos. encuentro, quedo aun más aturdida; pues
las uvas eran especiales, siempre
Cuanto le había gustado esa nueva inquietas y ruidosas, parecían una
información, el amor incondicional se
multitud verborreica y chismosa. ¿Cómo
volvería su misión. estas naranjita? Tengo mucho que
Caminando hacia la plaza se cruzo a una contarte, solo dame un minuto para poder
banana; Buen día! ¿Cómo estás? Que actualizarte. Ayer el tomate estaba muy
hermosa mañana. mal… ¿soy fruta o verdura? Era su duda
existencial.
Sin duda mejor que tú! - respondió de
forma altanera- espero que tengas un Entre el coco y el melón hubo una gran
buen día de todas maneras. Pues las querella, sobre cual de los dos tenían la
bananas solían ser siempre un tanto cascara más gruesa. Esta noche va a
engreídas, quizás por ser las únicas frutas llover!, mañana hay un concierto, uy que
que podían andar erguidas. estas deprimida!, ¿acaso es eso cierto?
Yaaa!!! Es suficiente! – grito la naranjita- y
Pero la naranja se hizo la tonta mirando sin decir más palabras de inmediato se
hacia otro lado, haciendo de cuentas que marcho y aunque no toleró aquel
nada había escuchado. atropello, al marcharse se sintió muy
culpable por ello.
El día siguió su curso, la historia se repitió
otra ves, pero ahora con el limón y su Cuando ya fue demasiado y más frutas no
famosa acidez. quiso ver, aparecía la piña ahora para
hacerla enfurecer. Siempre a la defensiva
Buenas tardes señor limón, que día
con sus pinchos amenazantes,
espectacular! que afortunados somos de
desconfiada de cualquiera que se le
poderlo disfrutar. Pero si es la naranjita,
pusiera por delante.
tierna y amorosa. ¿Cómo es que siendo
cítrica eres tan empalagosa? Caminando por la calle, tropezó con una
piedra, la naranja se acerco de inmediato
a socorrerla, aunque al intentar ayudarla estuviera entrando en otro mundo. No
una sorpresa se llevo, cuando con ira y eran sus ojos, tampoco sus sentidos, era
arrebato la piña contesto: ¿Qué crees que su mismo ser lo que se había encendido.
haces? ¡quita tus manos de encima! En el sintió una dicha que no pudo
¿quieres avergonzarme? Eres una contener y de sus ojos comenzaron
atrevida! Mejor vete de aquí antes que te lagrimas a caer.
de un pinchazo! – y la naranja se marcho
Pero entremedio de ellas afloro una
llena de odio y rechazo-.
carcajada y las risas brotaron dejándola
Sentía como si fuera la peor fruta del desconcertada.
mundo, intentando dar amor, solo sentía
La invadió un sentimiento de profunda
odio profundo. Y esta situación realmente
plenitud, era una extraña mezcla de amor
la confundía, por eso pidió consejo a la
y gratitud.
anciana sandia.

Juntas se sentaron bajo un árbol a charlar Era una alegría que no podía entender,
que no venía desde afuera si no de su
y entonces la naranja comenzó por
propio ser.
preguntar. ¿Existe el amor incondicional o
es tan solo un ideal? Es verdad que todos Y era esta tan dulce que la podía
somos uno? Suena un tanto irreal. ¿Quién saborear, la naranja su néctar acababa de
eres tú? – pregunto la sandia- soy una encontrar.
naranja! Respondió enseguida.
¿Quién eres ahora? - La sandia preguntó-
¿y como lo sabes? La sandia agrego.
Ahora solo soy. - la naranja respondió -
Porque veo mi cascara! ella respondió.
Lo que eres ahora, es lo que siempre has
Cierra tus ojos… ¿ver tu cascara ahora sido, solo que nunca antes lo habías
puedes? ¿Podrías decirme ahora quien reconocido. Pues tus sentidos sirven para
eres? conocer el mundo, pero no para advertir lo
No veo nada! Tan solo obscuridad y a que escondes en lo profundo. Con ellos
podrás conocer solamente tu exterior, esa
decir verdad me da un poco de ansiedad.
cascara un tanto dura y de amargo sabor.
Si no logras ver nada, es porque no hay
Y al mirar a las demás frutas, también sus
nada que ver, solo puedes ser sentido, lo
cascaras veras, pues los ojos ven la
que tu interior a de esconder.
superficie, pero no lo que hay detrás.
Es por eso que tus ojos no podrán Entonces caerás en la ilusión, de que
ayudarte, será con tu sentir que deberás todos son diferentes, porque en el lugar
guiarte. Mantente muy alerta, vuélvete del contenido solo ves el recipiente.
sensible, siente como el silencio de apoco
se torna audible. Olvida la naranja, siente Y en esa diferencia, surge la separación,
pues aún no has tomado conciencia de la
tu presencia, conecta con tu sutil pero
verdadera fuente de unión.
vibrante esencia.

La naranja quedo inmersa por unos Hablo del néctar, de la pulpa nutritiva, que
cuantos segundos, sentía como si en su interior cada fruta lleva escondida.
Que esta allí! Disponible. Listo para ser
disfrutado, por la fruta que su propio
néctar en si misma haya encontrado.

Sintiéndose conectada de interior a


interior, eso querida naranjita es el
verdadero amor!

Ese que es más profundo que cualquier


apariencia y permanece presente aún en
las diferencias. Ese que no elige, a que
interior ser leal, ese que fluye espontáneo
y de forma incondicional, ese que ahora
mismo estas sintiendo, al ver tu riqueza
reflejada en mi propio ser y que aún sin
quererlo, en las demás frutas sentirás.
Notando que en lo invisible unida a ellas
estás.

La sandia hizo silencio, sus miradas se


cruzaron, en el lenguaje del amor, sin
palabras se hablaron. Así permanecieron
con sus cáscaras diluidas, conectadas de
ser a ser, conectadas de vida a vida.

No juzgues a una fruta por la cáscara o su


amargor, si eres tu quien ignora donde
esconde el sabor. No juzgues a una
persona, de carente o incorrecta, si eres
tu incapáz de sentir su parte perfecta. No
te juzgues a ti mismo por lo que has
dejado atrás, mejor siente tu dulzor y
embriágate de paz. Pues eres mucho más
que tu forma limitada, detrás de su
amargor esta la vida inmaculada.

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