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Cd 6 pista 5 El amor entre hermanos

Noemi Talavera

El amor mas auténtico del ser humano es el de los hermanos porque viene de una familia y está
fundado en el tronco común del padre y de la madre. Desde los primeros años el niño asimila el
corazón de sus hermanos y la trascendencia del cariño de papá y mamá que protege a cada hijo
por igual, dando al de menor capacidad mayor impulso a sus talentos, despertando en el sus
cualidades y acrecentando sus habilidades para hacer de cada hijo la piedra preciosa que pueda
resplandecer durante toda la vida en su integridad de ser humano. Este entorno familiar hace que
el corazón entre los hermanos crezca y se fortalezca mientras son niños y jóvenes y que una vez
llegada a la edad adulta siga prevaleciendo en cada uno ese corazón mutuo a pesar de que tomen
rumbos diferentes en la vida al hacer cada quién su vida personal, familiar, y mundo laboral ajeno.
Sin embargo, el cariño y el amor que se vive entre ellos sigue llenando su vida y siempre habla del
deseo del bien, el apoyo mutuo y la solidaridad entre los hermanos. Por ello es válido considerar
que el amor filial y sincero que nos acompañara durante toda la vida será el que cultivemos entre
hermanos, y que el de los padres estará con nosotros solo una parte de nuestra vida pero que,
mas tarde o mas temprano, continuaremos apoyados por ese cariño leal entre hermanos y por
supuesto el de nuestra propia familia. De ahí la importancia de amarnos, interesarnos por su vida,
ayudar en lo que sea menester para su felicidad, considerando que son los hermanos con quienes
transcurrirá nuestra vida hasta el final y hagamos lo necesario para vivir, en la gran familia, los
acontecimientos cotidianos como nacimientos, bautizos, cumpleaños, e.t.c. y que hay que amar a
los hermanos sobre cualquier interés ajeno que nos aparte de ellos, procurando darles el tiempo y
el espacio para afianzar ese sentimiento verdadero y hacerlo duradero.

El cariño entre hermanos debemos cuidarlo de intereses mezquinos que lo destruyen como el caso
de las herencias que pueden corromper este amor. Y como padres, buscando la armonía entre
ellos, vale la pena establecer un testamento para que a partir de esta vida se repartan los bienes a
nuestra voluntad como mejor nos parezca y según queramos, pues de lo contrario se creará un
sentimiento hostil entre ellos, donde, al tomar la participación nueras y yernos, harán mas difícil
un reparto prudente y justo que solo los padres, con ése corazón desinteresado, para que cada
uno de sus hijos pueda darles en justa medida lo que su corazón determine conforme a sus
necesidades. Busquemos siempre el cariño de nuestros hermanos dando apoyo, corazón, tiempo y
espacio para que nuestras relaciones sean cordiales, sanas, desinteresadas, compartidas y llenas
de entrega de unos a otros, formando una gran familia que camine bajo el amparo y protección de
Dios.

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