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Programa de Estudio:
Unidad Didáctica: Comunicación y Argumentación
Docente:
Se nombra cita de segunda mano a aquellos fragmentos de texto que han sido utilizados por un
autor como cita directa y, una vez más, lo incorporamos en nuestro escrito sin que se llegue a
consultar la obra original para un cotejo de la información. La manera de construirla es
transcribiéndola entre comillas castellanas («...») y seguido en la misma línea, siempre que esta
sea menor que cuarenta palabras. Además, al consignarla no puede faltar la referenciación
bibliográfica para destacar su derecho de autor, que aparece antes del entrecomillado:
Como se observa en el ejemplo, la cita de texto se ha colocado entre comillas y, antes que ella,
aparece la indicación de la autoría (Iván Schulman); que no debe confundirse con la investigadora
(Ocampo Andina) que le ha citado en su libro, publicado en el año 2003. Para respetar el derecho
de la propiedad intelectual, se precisará este detalle en la referenciación bibliográfica, al
emplearse la expresión latina apud o su traducción castellana: ‘citado por’. No obstante, de no
mencionarse al autor de la cita con anterioridad, en la referenciación entre paréntesis se deberá
consignar este detalle; por ejemplo: (Iván Schulman, apud Ocampo Andina, 2003, p. 21).
Además, de conocerse la procedencia bibliográfica de la cita de Schulman, se puede destacar
el año de publicación de su obra: Iván Schulman (1995), o incluir este dato en la referenciación:
(Iván Schulman, 1995; apud Ocampo Andina, 2003, p. 21).
En ocasiones, el investigador considera oportuno destacar tipográficamente —en la propia
cita— alguna palabra o expresión significativa, en relación con el tema que desarrolla. Véase, por
ejemplo, el destaque en letra cursiva de «puntuación subjetiva y original», que se ofrece a
continuación, para diferenciarlo del resto del escrito; aunque hay quien lo consigna a través del
estilo en negrita, pero no es lo más recomendable.
Una vez que se realice este destaque tipográfico, debemos aclararlo con la expresión «cursivas
añadidas» entre corchetes, para evitar malos entendidos referente a la veracidad de la cita que se
construye. Además, como en la cita directa, se recurrirá al uso de corchetes para señalar las partes
que se desestimen de un fragmento: [...]; para señalar una posible errata: [sic], o adiciones ajenas
al original: [que], y para precisar una información que no debe quedar sobrentendida.
La cita indirecta o parafraseada es la tercera forma de citación que, si bien no se construye como
las anteriores —por la ausencia del entrecomillado—, tampoco debe confundirse con el resumen.
La paráfrasis es una restitución textual de las ideas de un autor consultado, que no se cita
literalmente; es decir, constituye una «Frase que, imitando en su estructura otra conocida, se
formula con palabras diferentes».1 Mientras que un resumen es una síntesis coherente de un
escrito analizado, en el que se reproducen las ideas claves del autor de forma abreviada, pero sin
En el primer verso del poema «The Raven», Martí recurre a la omisión de palabras
o expresiones como Once upon para garantizar la simetría. También insiste en la
inclusión de nuevos vocablos: «fría», en aras de lograr la rima, y desarrolla sustituciones
lexicales en pos de mantener el metro: traduce pondered como «leía», en lugar de
«examinaba» o «estudiaba», entre otros ejemplos. (Flores Varona, 2009, pp. 27-30)
Como se ha demostrado, la cita de segunda mano e indirecta devienen otros dos modos de
citación, que poseen una estructuración específica y deben construirse con corrección; puesto que
el respeto a la norma APA fortalece la competencia ética del investigador.
BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA