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La obra de arte tiene dentro de su praxis, es decir, el hecho de realizar un papel decisivo en

el proceso de conocimiento y en la toma de consciencia para modificar el modo de vida y


articularlo con nuestro devenir vital que no es otro que la perdurabilidad del mundo natural.
Esta toma de consciencia ha generado una transformación de la perspectiva: la tierra no
pertenece al hombre, sino el hombre a la tierra. Entender de manera reflexiva de esta
exposición, es ampliar la mirada crítica respecto a este tema, es como el arte anuncia y
denuncia los distintos devenires de la cultura, nos acerca a establecer y reforzar nuestra
comunión con el ambiente que nos rodea y refleja la necesidad de reintegrar la armonía con
la vitalidad.

Estamos ante la necesidad de emprender un giro histórico de detener el deterioro del


sustento vital del cual dependemos, pero antes, debemos reafirmar nuestro sentido por la
vida, construir nuevas concepciones de relación de mi propio yo y la naturaleza, algo así
como construir una identidad simbólica que se expresa en la catarsis en esa posibilidad de
encuentro estético que dirige la conciencia ante su propia confrontación y cambio de
actitud.

La obra Mixticius, expone la vida como la situación protagónica, y pretende transcender de


la mera apreciación artística de la naturaleza. Lo que busca es una redimensión de nuestra
experiencia con los elementos naturales. Y expandir el sentido de aquellos orígenes
ancestrales de conexión con ella.

La obra habla de esa realidad orgánico-vital de las plantas en vinculación con la realidad
consciente, es un tejido de significaciones entre el espíritu de las plantas con el propio
espíritu. Se narra en todas esas imágenes recreadas como ha sido la experiencia espiritual
del artista con el mundo natural y cómo las dicotomías y categorías lógicas se desvanecen
creando una nueva realidad un ser Mistixius, la unión de dos conciencias para manifestarse
un tercer ser. El grado de conciencia más próximo del hombre es su cuerpo, es por eso que
el proyecto tiende a manifestar como el cuerpo se relaciona con la vitalidad natural de las
plantas para explayar y crear un nuevo espíritu fusionado con la integridad de la tierra.
Simboliza el cuerpo como imagen de la naturaleza e identifica los valores de la armonía, el
equilibrio, la proporción valores que dan lugar a la experiencia estética.
Mistixius es un dialogo con la naturaleza, uno no definido, sino transcendente, un lugar de
encuentro y correspondencia de la conciencia con el mundo. Esta fusión de conciencia
significa nuevas aperturas de comprensión que desde los sentidos y símbolos crea un
lenguaje, con cierto ideal romántico, pero desde la sencillez de sus elementos, la obra libera
la imaginación del espectador para dar lugar a la reflexión estética.

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