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APORTES DE LA COMUNIDAD INDIGENA

La relación entre pueblos indígenas, comunidades locales y conservación de la


naturaleza ha sido un tema escasamente abordado en Chile. Para muchos la
conservación continúa siendo sinónimo de áreas protegidas –conocidas como Parques,
Reservas y Monumentos Naturales– que se encuentran aisladas de la intervención
humana y son administradas por el Estado a través de la Corporación Nacional Forestal
(CONAF).

Para los más entendidos, si bien existen algunas experiencias que incorporan la
participación de pueblos y comunidades, estas no son la regla general en Chile, y menos
aún se encuentran consideradas en los marcos normativos actuales. En contraposición, a
nivel internacional, hace más de quince años que ha ido ganando espacio un enfoque
que reconoce no solo la vulneración de derechos que los pueblos y comunidades han
sufrido como resultado del establecimiento de áreas protegidas sobre sus territorios –
declaradas y administradas principalmente por los Estados–; sino también los
importantes aportes que los pueblos indígenas y comunidades locales realizan a la
conservación de la naturaleza. Así, el Convenio para la Diversidad Biológica (CDB),
ratificado por Chile desde 1994, y la Unión Internacional para la Conservación de la
Naturaleza (UICN) han venido recomendando la incorporación de un enfoque de
derechos en toda iniciativa de conservación y, en ese marco, un adecuado
reconocimiento de los “territorios indígenas de conservación y áreas conservadas por
comunidades locales”. Sin embargo, el Estado chileno no ha recogido aún estas
recomendaciones, lo que se expresa en su actual marco normativo y en?el Proyecto de
Ley que crea el nuevo Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas y el Sistema
Nacional de Áreas Protegidas. En este inicialmente se omite toda referencia a pueblos
indígenas y comunidades locales. Luego, en enero de 2016, en respuesta a las demandas
de organizaciones indígenas y de sociedad civil, y a lo establecido por el Convenio 169
de?la OIT, el Ministerio de Medio Ambiente convoca a consulta indígena de dicho
Proyecto de Ley abriendo la posibilidad de avanzar cumpliendo con los estándares
internacionales. ?Este documento busca aportar tanto a la discusión de este Proyecto de
Ley como a la importante relación que existe entre pueblos indígenas, comunidades
locales y conservación.

la higiene corporal es importante...

Por salud física:

- El cuerpo de los adolescentes está en plena transformación. Comienzan a tener lugar


cambios hormonales. Estos llevan a mayor sudoración y a la aparición de nuevos olores.
En el caso de las chicas, la mayoría de ellas tendrá ya la menstruación.

- Nuestra piel debe permanecer limpia e hidratada, ya que es una barrera que nos
protege de posibles infecciones.
El polvo, el sudor, así como el calor, son algunos de los factores que favorecen el
desarrollo y la multiplicación de microorganismos.

Por salud mental:

- Cuando uno está limpio y libre de olores desagradables se siente mucho más seguro de
sí mismo. Esto es muy importante para las relaciones sociales.

IMPORTANCIA DE LA HIGIRENE PARA EVITAR ENFERMEDADES

La higiene y la alimentación son dos pilares para prevenir enfermedades”. Teniendo


esta base como punto de partida, Juana Martín Portugués y José A. Malagón,
diplomados en enfermería de este centro sanitario, respectivamente, trataron la
importancia de cuidar nuestra higiene para prevenir enfermedades. Tras exponer qué es
la higiene y cuales son los principales agentes patógenos como las bacterias, virus,
hongos y parásitos, destacaron los aspectos que debemos tener en cuenta para reducir de
manera importante las infecciones que causan estos agentes.

La higiene debe de ser equilibrada y con especial cuidado en la piel, cabello, oídos,
ojos, boca nariz, manos y uñas, pies y genital. Otro aspecto resaltado por la
conferenciante fueron “los temidos piojos”. Señaló que la pediculosis es frecuente en
escolares y más difícil en los adultos, siendo el principal síntoma “el picor en el cuero
cabelludo”.

Por su parte, José Antonio Malagón se centró en dar pautas para que se adquieran
buenos hábitos higiénicos, sobre todo en la infancia. En cuanto a la higiene doméstica
realizó una clasificación de los tipos de peligro de contaminación y sus factores. Como
ejemplos citó que el 40% de las intoxicaciones alimenticias tienen como origen la casa y
no el restaurante. Finalizó ofreciendo una serie de recomendaciones para conservar y
cocinar los alimentos teniendo como base su manipulación.

Mantener hábitos de limpieza diaria como bañarse o lavarse las manos con agua y jabón
después de ir al baño, o antes de cocinar y comer, puede ayudar a evitar enfermedades
como la diarrea o el cólera. Esta práctica ha demostrado reducir el índice de otros
padecimientos como la neumonía, la influenza o infecciones de la piel y los ojos, entre
otras.

El agua juega un papel fundamental pues es bien sabido que sin ella no hay higiene.
Lamentablemente, la contaminación y las prácticas antihigiénicas para su uso causan
año con año millones de muertes, sobre todo en comunidades en vías de desarrollo.

CUENTOS DE NAVIDAD

En una pequeña ciudad había una sola tienda que vendía árboles de Navidad. Allí se
podían encontrar árboles de todos los tamaños, formas y colores. El dueño de la tienda
había organizado un concurso para premiar al arbolito más bonito y mejor
decorado del año y lo mejor de todo es que sería el mismo San Nicolás quien iba a
entregar el premio el día de Navidad. Todos los niños de la ciudad querían ser
premiados por Santa y acudieron a la tienda a comprar su arbolito para decorarlo y
poder concursar.
Por su parte, los arbolitos se emocionaban mucho al ver llegar a los niños. Cada uno de
los abetos quería ser el elegido y les gritaban: '¡A mí... a mí... mírame a mí¡' Cada vez
que entraba un niño a la tienda era igual, los arbolitos comenzaban a esforzarse por
llamar la atención y lograr ser escogidos.

'¡A mí que soy grande!', '¡no, no a mí que soy gordito!' o '¡a mí que soy de chocolate!' o
'¡a mí que puedo hablar!'. Se oía en toda la tienda. Pasando los días, la tienda se fue
quedando sin arbolitos y solo se escuchaba la voz de un arbolito que decía: 'A mí, a mí...
que soy el más chiquito'.

A la tienda llegó, casi en vísperas de Navidad, una pareja muy elegante que quería
comprar un arbolito.

El dueño de la tienda les informó que el único árbol de Navidad que le quedaba era uno
muy pequeñito. Sin importarles el tamaño, la pareja decidió llevárselo.

El arbolito pequeño se alegró mucho pues, al fin, alguien lo iba a poder decorar para
Navidad y podría participar en el concurso.

Al llegar a la casa donde vivía la pareja, el arbolito se sorprendió: '¿Cómo siendo tan
pequeño, podré lucir ante tanta belleza y majestuosidad?', se decía a sí mismo.

Una vez que la pareja entra a la casa, comenzaron a llamar a la hija: '¡Regina!... ven...
¡hija!... te tenemos una sorpresa'. El arbolito escuchó unas rápidas pisadas provenientes
del piso de arriba.

Su corazoncito empezó a latir con fuerza. Estaba dichoso de poder hacer feliz a una
linda niñita.

Al bajar la niña, el pequeño arbolito, se impresionó de la reacción de esta:

- ¿Esto es mi arbolito? Yo quería un árbol grande, frondoso, enorme hasta el cielo para
decorarlo con miles de luces y esferas. ¿Cómo voy a ganar el concurso con este arbolito
enano? - dijo la niña entre llantos.

- Regina, era el único arbolito que quedaba en la tienda - le explicó su padre.

- ¡No lo quiero! Es horrendo... ¡no lo quiero!, - gritaba furiosa la niña.

Los padres, desilusionados, tomaron al pequeño arbolito y lo llevaron de regreso a la


tienda. El arbolito estaba triste porque la niña no lo había querido pero tenía la
esperanza de que alguien vendría a por él y podrían decorarlo a tiempo para la Navidad.
Unas horas más tarde, se escuchó que abrían la puerta de la tienda.

'¡A mí... a mí... que soy el más chiquito', gritaba el arbolito lleno de felicidad. Era una
pareja robusta, de grandes cachetes colorados y manos enormes. El señor de la tienda
les informó que el único árbol que le quedaba era aquel pequeñito de la ventana. La
pareja tomó al arbolito y sin darle importancia a lo del tamaño, se marchó con él.
Cuando llegaron a casa, el arbolito vio como salían a su encuentro dos niños gordos que
gritaban: ¿Lo encontraste papi?... ¿Es cómo te lo pedimos mami? Al bajar los padres del
coche, los niños se le fueron encima al pequeño arbolito.

¿Y que pasó después? Acabad la historia vosotros mismos...

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