República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Educación

U.E. “Vicente Campo Elías”

Anaco, Edo-Anzoátegui

Profesor: Alumna:

José Maestre Génesis Fuenmayor

4 to año “B”

Enero de 2021
 Antes que nada, la urbanidad es un conjunto de reglas que nos
enseñan a ser correctos al momento de cumplir nuestros deberes tanto
sociales como morales; de esta manera podemos demostrar la dignidad,
el decoro y la elegancia que tenemos mediante nuestras acciones y
palabras, de la misma forma en la que se muestra el respeto hacia las
personas que se lo merecen. La urbanidad se encarga de hacer reinar la
armonía y el orden entre los seres humanos por ello se dice que una
persona que cumple con todas estas reglas, es una persona con moral y
ética.

Las reglas de urbanidad nos enseña a moderar nuestra conducta para

así no causar ningún disgusto a otra persona, aprendemos a tolerar los
caprichos y debilidades de nuestro entorno y a ser un poco más
comprensivos, de manera que si una persona no comparte nuestros
mismos gustos debemos comprenderlo y respetarlo. La ética que posee
una persona no sólo se debe mostrar en las afueras de nuestro hogar
sino también dentro en él y, también mostrar la limpieza en nuestra
persona y en nuestra vestimenta para así obtener la admiración y el
respeto de las personas en la sociedad.

     Las personas que demuestran decencia, respeto y consideración por

su entorno son aquellas que poseen buenos modales, logrando mantener
en armonía cualquier situación sin perder el decoro. Por ende también
una persona debe de tener etiqueta, ya que este es el conjunto de
cumplidos que se debe emplear con todas las personas, en todas las
situaciones de la vida. Siempre debe de existir la etiqueta en las
relaciones sociales como lo es nuestra familia, nuestros amigos, las
personas que le tenemos confianza y aquellas a las no tenemos
confianza. Otra regla importante, es que a pesar de que una persona te
esté faltando el respeto o éste insinuando cosas, debemos de tener
paciencia, intentar tolerarlo y por nada del mundo perder nuestra etiqueta.
     También se debe aprender a sobrellevar a las personas manteniendo
nuestro tacto social, para así, poder moderar nuestras acciones y
palabras evitando alguna falta de dignidad y decoro pues lo que debemos
de hacer es complacer siempre a todos y no desagradar a nadie. Si bien a
todas las personas debemos de tratarlos por igual, existen ciertas
personas para con las cuales nuestra atención debe ser un poco más
exquisita que con el resto de la sociedad, bien sea por su edad o la
autoridad que ejerce.

Es importante que los jóvenes se eduquen de la mejor manera posible

para que así tengan conocimientos sobre la moralidad, la ética y la
comprensión que deben de tener; y que por ende sepan que la mujer se le
debe respeto y simpatía por su papel de madre y/o esposa, de ahí es
dónde viene la frase "detrás de un gran hombre siempre hay una gran
mujer", y como mujer que es siempre tiene que ser femenina en todo el
sentido de la palabra y además tiene que estar orgullosa de serlo.

     En síntesis, los principios generales de la urbanidad se refieren a la

dignidad, el decoro personal y las atenciones que se deben tributar hacia
los demás; teniendo en cuenta que estos deben prevalecer a lo largo de
los años, por lo cual debemos de inculcarlo de generación en generación.
También debemos de recordar que como seres humanos que somos
tenemos defectos y no por ello debemos dejar de apreciar las cualidades
que tienen las personas, ya que todos tenemos caprichos y debilidades
que necesitan la paciencia de los demás.