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1.

El estudio es pieza fundamental


Muchas veces se piensa que los pilotos no estudian, que esta es una carrera fácil y no requiere
de mucha ciencia. Pues bien, no hay nada más alejado de la verdad, los pilotos estudian todo
el tiempo a lo largo de su vida profesional para mantener sus conocimientos y habilidades al
día. Así sea tu primer libro con información básica para tu formación o los manuales de
adiestramiento de tu compañía, ten por seguro que desde la hora 0 y hasta el último vuelo que
hagas, estarás siempre estudiando.

2. Vas a estar lejos, pero no necesariamente distante


Los pilotos pasamos mucho tiempo fuera de casa y siempre existe la posibilidad de perdernos
fechas importantes en compañía de nuestros seres queridos. ¡No te desanimes! no es tan malo
como parece. Hoy en día, contamos con recursos tecnológicos que nos acercan a quienes se
encuentran a miles de kilómetros de distancia. Muchas compañías te dan la oportunidad de
“tomarte unos días” en ocasiones especiales, como el nacimiento de un hijo, por ejemplo.

3. Pasión sobre todas las cosas


A la aviación hay que amarla y respetarla. Pues al final del día es un gran privilegio poder
operar innovadores equipos, viajar por el mundo, así como conocer nuevos lugares y personas.
Un punto está claro: la pasión la necesitas para sobrellevar los dos puntos anteriores. Sin duda,
para hacer las cosas bien y de la mejor manera, hay que realmente amar a la profesión.

4. Los contactos se hacen en el camino


Si bien muchas veces has escuchado que para ser piloto necesitas contactos o algún familiar
que esté en el negocio para alcanzar tu sueño, esto no es del todo cierto pues durante tu
formación conocerás a mucha gente e irás incrementando tu red de contactos. Recuerda que
todo depende de tu profesionalismo y de tener una excelente actitud. Si haces las cosas bien,
la gente lo notará y estarán dispuestos a apoyarte con esa recomendación que necesitas para
entrar a la empresa que tanto soñaste. Tal como lo dijo Antonio Machado: “Caminante, no hay
camino. Se hace camino al andar”.

5. Cuida tus acciones


La aviación es una industria muy pequeña y todos se enteran de lo bueno y lo malo que sucede
en el medio. Ten cuidado de cómo te expresas de tu escuela, tu compañía y tus compañeros,
nunca sabes quién conoce a quién y puedes generar un problema. Recuerda que llevar el
uniforme de piloto es un gran privilegio, pero también una gran responsabilidad, procura
portarlo con dignidad y respeto, principalmente cuando vayas a ejercer tus funciones. Por
último, evita a parecer en redes sociales, donde podrías ver tu reputación dañada
rápidamente.

6. No todos los días serán buenos, pero valdrá la pena


Habrá días en los que no estés en tu mejor momento: las maniobras no salen, tienes un mal
aterrizaje o simplemente no puedes volar a causa del clima. Trata de ver el lado positivo de las
cosas. Si te caes 10 veces, levántate 11. El verdadero aprendizaje llega con errores o
equivocaciones, cuando te des cuenta de esto, tu día mejorará.
7. Siempre aprenderás algo nuevo
Saca provecho a tus instructores y toma en cuenta sus consejos y retroalimentación. Aprende
a aceptar tus errores, te ayudará a ser más humilde. Que no decaiga el ánimo si no sabes algo
o te equivocas; aprovéchalo como una oportunidad de aprender y mejorar. Eso sí; ¡jamás
mientas o inventes algo!

8. No temas al fracaso
Ya lo hemos mencionado, que tus derrotas y fracasos te hagan más fuerte como persona y
profesional en vez de derrumbarte. Se trata de formarse un carácter, al final te encontrarás
con tormentas y vientos cruzados que necesitarán de tu templanza y perseverancia.

9. Experiencias únicas
Las cosas buenas, vale la pena recordarlas. Verás el mundo de otra forma. Las distancias se
harán más pequeñas pero el mundo… más grande.

10. Atesora tu profesión


Recuerda que no todos tienen el privilegio de aprender a volar. Llévalo en tu corazón todos los
días.

Pero sobre todas las cosas…

¡Disfrútalo plenamente!

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