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LA IDENTIDAD

¿Quién trabaja con la identidad?


-el periodismo (“la selección no tubo identidad) (burda)
- En el comienzo de la filosofía de Heidegger en Ser y Tiempo, Heidegger dice, hay que
partir de las ideas cotidianas para después ir en busca de sus ambersos, partiendo de la
situación media, lo que anda circulandosobre las palabras. La palabra identidad está
muy utilizada. Cómo el sentido común toma la palabra identidad… y en ese sentido es
interesante k por ejemplo para el sentido común la identidad claramente es algo que uno
busca y que en términos eficientitas supone una especie de carrera que sólo tiene sentido
si uno encuentra esa identidad que parece esperarnos en algún lado exterior, o en
nuestro interior a esperar de ser encontrada.
Es muy cuestionable una persona que para lo que sea manifiesta permanentemente
conflictos de identidad, ejemplo, una persona que cambia 5 veces de carrera es visto
como un choco con problemas de identidad. Los cambios como algo negativo.
Objetivo de esta clase: partir de esa concepción del sentido común de la identidad como
problema, pero con objetivo contrario: problematizar la identidad. Que ésta sea un
problema nos permite hacer de ella un punto de partida para problematizar quienes
somos. No se trata de encontrar verdades aquí, con quien busca la panacea, sino que
esque la dientidad es conflictiva.
Así, diría que la identidad más que buscarla, entendemos que la identidad en sí misma
es la búsqueda, es una búsqueda permanente de nosotros mismos. Esto es una manera
primaria de entender la identidad. Lamentablemente o por suerte nunca nos
encontramos. Esa derrota habla de lo que somos. Pobre aquel que crea haberse
encontrado. Pobre aquel que crea haberse encontrado, porque entonces detendría esa
búsqueda. La identidad es el motor que nos impulsa a querer saber quienes somos,
entendiendo que nunca vamos a llegar a buen puerto. No hay puerto final, a cerca de lo
que somos… a veces nos contentamos pero es mero rato. Esa provisioriedad que nos
tranquiliza, en nada y menos se reconvierte. La identidad como un viaje que no tiene
dirección propia. Venimos de la cultura que ante el vértigo del saber que no hay destino
final, hace lo posible por estaquear, clavar la identidad como si fuese algo firme, o
seguro, que nos permita movernos con tranquilidad.
La búsqueda tiene que ver con la seguridad, sosiego que con otra cosa, porque en
definitiva tiene que ver quienes somos, para que estamos… aquí en el problema de la
identidad convergen las diferentes preguntas y más fundamentales de la filosofía.
Podríamos decir que la identidad es la respuesta ¿Quién soy yo?. El tema es si hay una
respuesta, cuantas respuestas hay, si puedo entenderme a mí mismo autónomamente, o
me tengo que entender como parte de un todo, de un colectivo, comunidad…
Una pregunta con un problema adicional, que al preguntarme quien soy yo, me estoy
escindiendo en dos: Primer problema de lo identitario: que cuando yo me pregunto por
mí mismo, uno es el que se pregunta, y otro es el sí mismo. Me escindo, me diferencio
en dos cuando me pregunto quién soy, el sujeto que pregunta no es igual a aquel que
quiero conocer que soy yo mismo pero puesto en otro lugar. Porque hasta el espejo
supone una distinción, porque hasta cuando me miro para verme, lo que veo en el espejo
como reflejo no soy yo, es el reflejo mío en el espejo.
Pensarse a sí mismo es dividirse en dos, y no hay certeza que esa escisión nos dé
respuesta segura, xk al dividirme, esto supone dos entidades distintas, que no
necesariamente convergen. Incluso si admitimos que el sujeto cuando conoce de alguna
manera interpreta o distorsiona las cosas, cuando me conozco a mí mismo, estoy en ese
acto distorsionando la lectyra que tengo de mí mismo. El que conoce distorsiona un
objeto, sí mismo, que ya no es sí mismo porke esta distorsionado por la mirada que uno
hace de sí mismo. Pero entonces se anula el ideal de que uno puede conocerse a sí
mismo de forma absoluta. El absoluto del yo. El tirar abajo el mítico slogan socrática,
que saca del oráculo de Delfos, que es “conócete a ti mismo”. Sócrates comienza su
filosofía imbuido por esas máximas del oráculo de Delfos. Cuando “me conozco a mí
mismo” hay dos posibilidades: logro mi objetivo, termino sabiendo quien soy yo? O
conocerme a mí mismo es conocer un pozo, un abismo, ¿Qué es ese sí mismo? ¿Llego a
algún lugar? Cuanto más me cnozco a mí mismo, más reconozco que yo soy yo y mis
circunstancias, o que soy contingencia, o que siempre puedo ser de otra manera, etc… O
también desde el paradigma de la otredad: cuanto más me conozco a mí mismo más me
doy cuenta que yo soy antes que un yo, otro. Y si soy otro soy muchos otros, entonces
ese reconocimiento de uno mí mismo nos lleva a una especie de multiplicidad de yoes o
otredades en conflicto entre sí. Una de las cuales se vuelve el sujeto que busca
concoerse a sí mismo… pero que puede ser otro. Que uno busque en el concoerse a sí
mismo, llegar a buen puerto, tampoco esta mal, no se , hay gente que cree en dios, en el
amor, por qué no haber gente que crea en sí misma? Pero son maneras de relacionarse
uno con uno. Yo creo que la clave de la identidad, la que mas me seduce, es la que me
permita perder, salirme de mí mismo, escaparme de mí mismo. Una famosa discusión
entre Heidegger y Levinass, y éste ultimo le contesta aHeidegger cuando dice que ser
libres es apropiarse de uno mismo”, la gran búsqueda de la identidad, apropiarme de
uno mismo en un mundo impersonal, y levinas le contesta que no, que ser libre es
escaparse de uno mismo, xk no hay peor cárcel que la que uno cree que no es cárcel y se
construye a sí mismo como tal, porke ese sí mismo es por un lado una construcción
propia, y por otro una construcción externa… que antes que nada nos construye como
sujetos. El gran tema de la identidad es que cuando creemos conocenos a sí mismo, cree
que uno está ejerciendo ese conocimiento autónomamente y libre, pero esa libertad es
una construcción previa de un lenguaje, una gramática, de una episteme… de un
conjunto de instituciones que termina constituyendo el sujeto individual que creemos
que somos libres y autónomos con esa forma de la libertad y autonomía, que es tbn un
constructo.
Uno puede ser muy libre de entrar a un supermercados a comprar el producto que
quiere, y la libertad se juega en elegir lo que uno quiere, ahora, uno no puede no entrar a
un super, esa sería la metáfora. Esta condicionada la libertad. De productos, ideas
dioses, parejas… Lo que uno no puede es no entrar, porque te entran. El sujeto está
sujetado, sujeto, “sujesionado”.
El tema de la identidad es interdisciplinar… Habla la psicología, el psicoanálisis (que
este está más cerca de la filosofía). Hoy día hablar de la identidad es como algo pasado
de moda. Vivimos en tiempos de deconstrucción de la identidad. Esa construcción de
identidad es enmacipatoria, para el sujeto o lo que queda del sujeto. En general los que
se sostienen en identidades fuertes, suelen sostenerse en lugares autoritarios,
discriminantes, racistas, xenófobos… En general lamentablemente la mayoría de las
corrientes que han hecho de la identidad algo firme, fuerte, se relacionan con
concepciones dogmáticas. Esta en la línea de la verdad, de un ser absoluto. Aquellos
que creen que s epuede conseguir una identidad cerrada, son los mismos que creen que
existe la verdad. Los que no creemos en la verdad, no podemos hablar del sujeto, de la
verdad del sujeto, soy muchos: no hay verdad hay interpretaciones.
La sociología también. En los últimos años más que hablarse de identidad se habla d
eidentificaciones, la identidad fuerte (unicidad identitaria, totalidad, la que nos define
por encima del resto, nuestra esencia, sustancia). Frente a esa idea de identidad única
está la idea de identificación como identidad múltiple. La idea de que somos identidades
múltiples, es que no hay una que se vuelva central, sino que somos como un plexo de
identificaciones que están en permanente movimiento. La pregunta es, hay una de esas
identidades que tenga más verdad que el resto o no? En mi casi no, creo que no…
aunque hay gente que piensa que en ese movimiento hay una que nos define entre todas
(un hipernacionalista, un cristiano).
Para que una identidad exista se necesita la diferencia.
Somos, como decía Locke: “somos una x vacía”, en la cual convergen características,
aunque en el fondo, de manera esencial, no hay nada… hay identidades multiples que
van convergiendo y modificando… Otro concepto de la sociología es el de identidades
fragmentadas, trivales… antes las identidades eran más universales, como mas
circunscriptas, la identidad pllítica, cultural, nacional… y parece que en la modernidad
eso se va fragmentando, hay identidades más “chiquitas”.
El extrañamiento nos muestra en esa escisión en la que yo mismo soy dividido, siempre
me siento a mí mismo extrañado, xk siento que lo que a mi me da sentido hoy, mañana
peude modificarse. Por eso cuando uno se siente seguro de sí mismo y su destino, hay
ceretza no extrañamiento. El extrañamiento siempre deja la puerta abierta a una nueva
modalidad. Yo tengo esa relación de extrañamiento con la verdad y con la identidad.
[minuto 28:43 Darío sztajn… ¿Quién soy yo?

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