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Energías Renovables.

La energía es usada por el hombre para satisfacer algunas de sus necesidades básicas en
forma de calor y electricidad. La disponibilidad de los recursos energéticos es uno de los
factores más importantes en el desarrollo del hombre ya que son energías renovables, lo
cual quiere decir que, administrada en forma adecuada, puede explotarse ilimitadamente,
es decir, su cantidad disponible (en la Tierra) no disminuye a medida que se aprovecha.
La principal fuente de energía renovable es el Sol. Este envía a la Tierra únicamente
energía radiante, es decir, luz visible, radiación infrarroja y algo de ultravioleta. El calor es
necesario para un sinnúmero de aplicaciones, como la climatización del espacio, la cocción
de alimentos, o la producción o transformación de algunos compuestos químicos. La
electricidad, por otro lado, se utiliza para una enorme variedad de procesos, entre los que
podemos citar la generación de luz artificial, el movimiento, etc. Las aplicaciones de las
energías renovables son enormes, ya que las tres cuartas partes de la humanidad carecen de
energía eléctrica con la que pueden obtener agua potable, iluminación, herramientas
eléctricas, conservación de los alimentos o acceso a la cultura (medios audiovisuales).
Algunos usos pueden de las energías pueden ser:
Ø Electrificación en viviendas
Ø Electrificación de pueblos aislados
Ø Alumbrado público
Ø Sistemas de captación y bombeo de agua
Ø Tratamiento de aguas
Ø Agua caliente sanitaria
Ø Potabilización
Ø Desalinización
Ø Depuradoras de aguas residuales
Calor y electricidad, son dos necesidades básicas en cualquier grupo humano, del nivel
social, económico o tecnológico que se quiera. Para producirlos, el hombre ha utilizado, a
lo largo de su historia, una gran variedad de recursos energéticos.
El consumo masivo de hidrocarburos está produciendo ya alteraciones de la atmósfera a
nivel mundial. Los niveles de dióxido de carbono que se detectan actualmente son
significativamente mayores que los que existían en 1950. Esto produce el conocido efecto
invernadero, que está produciendo ya un incremento en las temperaturas promedio
mundiales. Los combustibles fósiles también son causantes de la llamada lluvia ácida, que
en los bosques cercanos a las áreas altamente industrializadas está causando grandes daños
al suelo, y por tanto a la flora y la fauna. En las grandes ciudades, la combinación de las
emisiones de gases de combustión, con algunos otros fenómenos naturales, como las
inversiones térmicas, la humedad y la radiación solar produce algunos efectos indeseables
para la salud humana, como el smog, las altas concentraciones de ozono y, en general, la
concentración de componentes indeseables en la atmósfera.
Tanto por razones económicas (próxima escasez de hidrocarburos), de infraestructura (falta
de suministros de redes nacionales) como ecológicas (alteración de la atmósfera y el suelo),
es imperativo el desarrollo de nuevas alternativas energéticas, que sean menos agresivas
contra el ambiente y se encuentren más al alcance de la comunidad.
El actual esquema de consumo energético, tanto en Argentina como a nivel global, no es
sustentable, es decir, no puede mantenerse indefinidamente sin amenazar su propia
existencia. Algunos modelos que consideran los efectos que está teniendo actualmente el
uso y abuso de los combustibles fósiles, considerando las posibles tendencias futuras,
amenazan con producir una catástrofe en contra de la humanidad, antes de que termine el
siglo XXI.
Existen muchas alternativas energéticas. Algunas de ellas no han sido desarrolladas por
limitaciones técnicas y económicas, otras se han utilizado sólo parcialmente, pero la solar y
la eólica, hoy en día, son muy competitivas y a veces superiores a la energía convencional.

Energía solar

Introducción

El Sol, fuente de vida y origen de las demás formas de energía que el hombre ha
utilizado desde los albores de la Historia, puede satisfacer todas nuestras necesidades, si
aprendemos cómo aprovechar de forma racional la luz que continuamente derrama sobre el
planeta. Ha brillado en el cielo desde hace unos cinco mil millones de años, y se calcula
que todavía no ha llegado ni a la mitad de su existencia.
Durante el presente año, el Sol arrojará sobre la Tierra cuatro mil veces más energía
que la que vamos a consumir.
Esta energía puede aprovecharse directamente, o bien ser convertida en otras formas
útiles como, por ejemplo, en electricidad.
¿como sustituir las fuentes de energía convencionales (tales como el gasóleo, el carbón, el
gas y la energía nuclear) por la energía solar, la fuente de energía renovable por excelencia,
para solucionar así el problema de la crisis energética satisfaciendo todas las necesidades
del hogar?
Uno de los principales retos de nuestra sociedad es poder disfrutar de las ventajas del
progreso y extenderlo por todo el mundo sin comprometer nuestro futuro y haciendo
posible un desarrollo sostenido algún día. La tecnología tiene que ser una herramienta al
servicio del hombre, que haga posible disfrutar de las nuevas posibilidades que nos ofrece
el futuro y respetando nuestro entorno natural. Es nuestro deber, pues promover aquellas
tecnologías que nos pueden permitir vivir mejor ahora y el día de mañana, que nos permitan
dejar la herencia de un mundo limpio y lleno de posibilidades para nuestros hijos, hará que
la humanidad pueda evolucionar sin ser destruida por sí misma.

No sería racional no intentar aprovechar, por todos los medios técnicamente


posibles, esta fuente energética gratuita, limpia e inagotable, que puede liberarnos
definitivamente de la dependencia del petróleo o de otras alternativas poco seguras,
contaminantes o, simplemente, agotables.
Es preciso, no obstante, señalar que existen algunos problemas que debemos
afrontar y superar. Aparte de las dificultades que una política energética solar avanzada
conllevaría por sí misma, hay que tener en cuenta que esta energía está sometida a
continuas fluctuaciones y a variaciones más o menos bruscas. Así, por ejemplo, la radiación
solar es menor en invierno, precisamente cuando más la solemos necesitar.
Es de vital importancia proseguir con el desarrollo de la incipiente tecnología de
captación, acumulación y distribución de la energía solar, para conseguir las condiciones
que la hagan definitivamente competitiva, a escala planetaria.

UN POCO DE HISTORIA:
A lo largo del pasado siglo la percepción de la problemática de la energía ha sido muy
diferente de la que tenemos actualmente. Así, el hecho de disponer de grandes cantidades
de energía a bajo precio ha sido una condición necesaria para acceder a un cierto nivel de
calidad de vida. Desde los inicios de siglo hasta principio de los setenta, le crecimiento
económico de los países industrializados se fundamentó en la disponibilidad de una fuente
de energía barata y abundante: el petróleo.
A partir de la Segunda Guerra Mundial, tanto la producción mundial de petróleo como la
demanda industrial de energía se han duplicado cada diez años, las previsiones sobre la
evolución del consumo de energía en el mundo, muestran un crecimiento similar en los
próximos años. Aunque al final de los sesenta despuntaron voces críticas de que el
crecimiento energético no se podía mantener indefinidamente, no fue hasta la primera
Crisis del Petróleo que la sociedad empezó a concienciarse del problema de la limitación de
las reservas de combustibles fósiles, de las cuales sólo hay para 50 años de petróleo y 200
años de carbón (al ritmo de consumo actual).

Otra problemática que se extendió rápidamente fue lo nocivas que eran la energías
utilizadas hasta el momento, para el medio ambiente.
Las únicas posibilidades de mantener un crecimiento económico sostenible garantizando
un suministro energético a largo plazo, la conservación del medio ambiente, son el
incremento de la eficiencia y la búsqueda de energías alternativas al petróleo.
Entre las opciones para sustituir progresivamente la utilización masiva del petróleo se
encuentra el aprovechamiento de los recursos energéticos renovables: Energía solar, eólica,
hidráulica, biomasa y residuos, geotérmica y la de los océanos.

¿Qué es la energía solar?

La energía solar es la energía radiante producida en el Sol como resultado de


reacciones nucleares de fusión que llegan a la Tierra a través del espacio en cuantos
de energía llamados fotones que interactúan con la atmósfera y la superficie
terrestres. La intensidad de la radiación solar en el borde exterior de la atmósfera, si
se considera que la Tierra está a su distancia promedio del Sol, se llama constante
solar, y su valor medio es de unas 2 cal/min/cm2.
El Sol, en concreto la radiación solar interceptada por la tierra en su
desplazamiento a su alrededor, constituye la principal fuente de energía renovable a
nuestro alcance. Nuestro planeta recibe del Sol la asombrosa cantidad de energía
anual de 5,4 x 10^24 J, una cifra que representa 4.500 veces el consumo mundial de
energía. Aunque es muy abundante el aprovechamiento de la radiación solar está
condicionada por tres aspectos: la intensidad de radiación solar recibida por la
tierra, los ciclos diarios y anuales a los que está sometida y las condiciones
climatológicas de cada emplazamiento.
En general la radiación solar hace referencia a los valores de irradiación
global, es decir, la unidad de energía recibida por unidad de superficie en un tiempo
determinado. Estos valores normalmente hacen referencia a la energía que proviene
directamente del disco solar (radiación directa) y la energía que, difundida por la
atmósfera, puede llegar al 100% de la global.
La radiación solar es una forma de energía de baja concentración, fuera de la
atmósfera, la intensidad de radiación oscila entre 1.300 y 1.400 W/m^2. Las
pérdidas en la atmósfera por absorción, reflexión y dispersión la reducen un 30%. Si
las condiciones climatológicas son buenas podemos llegar a tener 1000 W/m^2,
aunque si las condiciones son pésimas podemos tener sólo 50 W/m^2, por eso
estamos obligados a utilizar superficies de captación grandes.

¿Qué se puede hacer con la energía solar?

Básicamente, recogiendo de forma adecuada la radiación solar, podemos obtener


calor y electricidad.
El calor se logra mediante los colectores térmicos, y la electricidad, a través de los
llamados módulos fotovoltaicos. Ambos procesos nada tienen que ver entre sí, ni en cuanto
a su tecnología ni en su aplicación.
Hablemos primero de los sistemas de aprovechamiento térmico. El calor recogido
en los colectores puede destinarse a satisfacer numerosas necesidades. Por ejemplo, se
puede obtener agua caliente para consumo doméstico o industrial, o bien para dar
calefacción a nuestros hogares, hoteles, colegios, fábricas, etc. Incluso podemos climatizar
las piscinas y permitir el baño durante gran parte del año.
También, y aunque pueda parecer extraño, otra de las más prometedoras
aplicaciones del calor solar será la refrigeración durante las épocas cálidas precisamente
cuando más soleamiento hay. En efecto, para obtener frío hace falta disponer de una fuente
cálida, la cual puede perfectamente tener su origen en unos colectores solares instalados en
el tejado o azotea. En los países árabes ya funcionan acondicionadores de aire que utilizan
eficazmente la energía solar.
Las aplicaciones agrícolas son muy amplias. Con invernaderos solares pueden
obtenerse mayores y más tempranas cosechas; los secaderos agrícolas consumen mucha
menos energía si se combinan con un sistema solar, y, por citar otro ejemplo, pueden
funcionar plantas de purificación o desalinización de aguas sin consumir ningún tipo de
combustible.
Las células solares *, dispuestas en paneles solares, ya producían electricidad en los
primeros satélites espaciales. Actualmente se perfilan como la solución definitiva al
problema de la electrificación rural, con clara ventaja sobre otras alternativas, pues, al
carecer los paneles de partes móviles, resultan totalmente inalterables al paso del tiempo,
no contaminan ni producen ningún ruido en absoluto, no consumen combustible y no
necesitan mantenimiento. Además, y aunque con menos rendimiento, funcionan también en
días nublados, puesto que captan la luz que se filtra a través de las nubes.
La electricidad que así se obtiene puede usarse de manera directa (por ejemplo para
sacar agua de un pozo o para regar, mediante un motor eléctrico), o bien ser almacenada en
acumuladores para usarse en las horas nocturnas. Incluso es posible inyectar la electricidad
sobrante a la red general, obteniendo un importante beneficio.
Si se consigue que el precio de las células solares siga disminuyendo, iniciándose su
fabricación a gran escala, es muy probable que, para mediados de siglo, una buena parte de
la electricidad consumida en los países ricos en sol tenga su origen en la conversión
fotovoltaica.
La energía solar puede ser perfectamente complementada con otras energías
convencionales, para evitar la necesidad de grandes y costosos sistemas de acumulación.
Así, una casa bien aislada puede disponer de agua caliente y calefacción solares, con el
apoyo de un sistema convencional a gas o eléctrico que únicamente funcionaría en los
periodos sin sol. El costo de la factura de la luz sería sólo una fracción del que alcanzaría
sin la existencia de la instalación solar.

Las casas del futuro:

A menudo se habla de las casas inteligentes, casas


construidas y diseñadas especialmente para reducir el gasto
energético del hogar centrándose especialmente en el ahorro
energético y las pérdidas de calor. Éstas casas inteligentes,
por ejemplo tienen amplios ventanales orientados hacia el sur
para calentar el interior en invierno y unas persianas
diseñadas para generar un espacio refrigerado en el interior
en verano, todo sin gasto de energía eléctrica o fósil para
calentar o enfriar. Además las paredes se construyen a partir
de materiales cerámicos que en invierno guardan el calor y en
verano lo expulsan además de utilizar tanques de hormigón o
depósitos de agua para guardar el calor para la noche de
invierno. Estos pequeños cambios en nuestra forma de vida
como las casas inteligentes o utilizar cristales dobles,
aislar bien la casa para evitar pérdidas etc. para no correr
el riesgo de que pase como en la fotografía; harán que en un
futuro el consumo mundial de energía se reduzca
considerablemente y así, como un efecto dominó, la naturaleza
se pueda salvar y nuestra calidad de vida sea mucho mejor.
Abajo vemos la foto térmica o de microondas de una casa
convencional, los colores blanco, rojo, naranja, amarillo,
azul y negro, muestran en forma decreciente las pérdidas de
calor de la casa en cuestión.

Celulas solares

Todas las células solares actuales tienen en común tres


características:
1. Un absorbente óptico que convierte los fotones en pares
electrón-hueco.
2. Un campo eléctrico interno que separe estas cargas.
3. Contactos en los extremos del semiconductor para la
conexión con una carga externa.

Células Monocristalinas:
Son células formadas por un sólo tipo de cristal, son
bastante caras y difíciles de conseguir. A pesar de eso,
consiguen unos rendimientos muy buenos, los más grandes,
superiores al 30%.

Células policristalinas: Se construyen básicamente con


silicio, mezclado con arsenio y galio, son un agregado de
materiales, casi que es como un bizcocho: reúnes los
ingredientes, los mezclas, los pones en un molde y luego en
el horno a una temperatura determinada. Son más sencillas de
conseguir y consiguen unos rendimientos nada despreciables
(15%). No duran tanto tiempo pero son perfectas para lugares
en los que por las condiciones ambientales, aunque las
células sean muy duraderas se rompan igualmente, como la alta
montaña, los desiertos etc.
Células amorfas: Las más baratas, menos duraderas y con
rendimientos muy bajos de alrededor de un 6% que tienden a
cero con el envejecimiento. Son las utilizadas en
calculadoras y aparatos por el estilo ya que la energía que
proporcionan es muy baja. Se construyen a base de evaporar
encima de un cristal en una cámara de efluvios el material
semiconductor o foto-reactivo y colocar un par de electrodos
en cada una de las unidades correspondientes.

Transformar la Energía del Sol:


La energía solar se puede utilizar de dos formas diferentes.
Como antaño hicieron griegos romanos y todos los pueblos
clásicos que lo veneraron se puede utilizar la energía
calorífica que nos proporciona, así pues, con colectores
solares de diferentes tipos, calentadores y concentradores
se puede calentar agua, aunque no a muy altas temperaturas,
es decir no pueden superarse los 4000 º k por lo que la
energía solar no será útil a la hora de fundir metales en
altos hornos etc. pero sí que algunas cosas podemos lograr,
dependiendo del ingenio del diseñador y de las posibilidades
tecnológicas.
Para recoger la energía calorífica del sol se utilizan varios
dispositivos:

Colectores de placa plana:


Los colectores de placa plana interceptan la radiación solar
en una placa de absorción por la que pasa el llamado fluido
portador. (Éste, en estado líquido o gaseoso, se calienta al
atravesar los canales por transferencia de calor desde la
placa de absorción). La energía transferida por el fluido
portador, dividida entre la energía solar que incide sobre el
colector y expresada en porcentaje, se llama eficiencia
instantánea del colector. Los colectores de placa plana
tienen, en general, una o más placas cobertoras transparentes
para intentar minimizar las pérdidas de calor de la placa de
absorción en un esfuerzo para maximizar la eficiencia. Son
capaces de calentar fluidos portadores hasta 82 °C y obtener
entre el 40 y el 80% de eficiencia.
Los colectores de placa plana se han usado de forma eficaz
para calentar agua y para calefacción. Los sistemas típicos
para casa-habitación utilizan colectores fijos, montados
sobre el tejado. En el hemisferio norte se orientan hacia el
Sur y en el hemisferio sur hacia el Norte. Además de los
colectores de placa plana, los sistemas típicos de agua
caliente y calefacción están constituidos por bombas de
circulación, sensores de temperatura, controladores
automáticos para activar el bombeo y un dispositivo de
almacenamiento. El fluido puede ser tanto el aire como un
líquido (agua o agua mezclada con anticongelante), mientras
que un lecho de roca o un tanque aislado sirven como medio de
almacenamiento de energía.

Colectores de concentración:
Para aplicaciones como el aire acondicionado y la generación
central de energía y de calor para cubrir las grandes
necesidades industriales, los colectores de placa plana no
suministran fluidos con temperaturas lo bastante elevadas
como para ser eficaces. Se pueden usar en una primera fase, y
después el fluido se trata con medios convencionales de
calentamiento. Como alternativa, se pueden utilizar
colectores de concentración más complejos y costosos. Son
dispositivos que reflejan y concentran la energía solar
incidente sobre una zona receptora pequeña. Como resultado de
esta concentración, la intensidad de la energía solar se
incrementa y las temperaturas del receptor (llamado "blanco")
pueden acercarse a varios cientos, o incluso miles, de grados
Celsius. Los concentradores deben moverse para seguir al Sol
si se quiere que actúen con eficacia; los dispositivos
utilizados para ello se llaman heliostatos, que son unos
espejos que se mueven mecánicamente o por control
informatizado para reflejar la máxima cantidad de radiación
solar hacia el blanco.
Hornos solares:
Los hornos solares son una aplicación importante de los
concentradores de alta temperatura. Estos hornos son ideales
para investigaciones que requieran temperaturas altas en
entornos libres de contaminantes —por ejemplo, en la
investigación de materiales—.
Receptores centrales:
La generación centralizada de electricidad a partir de
energía solar está en desarrollo. En el concepto de receptor
central, o de torre de potencia, una matriz de reflectores
montados sobre heliostatos controlados por computadora
reflejan y concentran los rayos del Sol sobre una caldera de
agua situada sobre la torre. El vapor generado puede usarse
en los ciclos convencionales de las plantas de energía y
generar electricidad.

Los cuerpos negros:


Los cuerpos negros son cuerpos capaces de absorber todas las
radiaciones que incidiesen sobre él, que si se encontrasen
algún día serían de un valor incalculable puesto que
dispositivos como los colectores de placa plana y células
solares tendrían rendimientos muy cercanos al 100% y los
científicos sólo tendrían que preocuparse de como evitar
pérdidas caloríficas y por resistencia eléctrica y cosas por
el estilo; la crisis energética tendría solución.

Para transformar la energía solar en energía Eléctrica

Dispositivos:
Hay diferentes dispositivos de conversión directa de
energías solar en energía eléctrica como por ejemplo
convertidores termoeléctricos, convertidores termoiónicos y
los fotovoltaicos. De estos tres sólo los fotovoltaicos
tienen futuro ya que los otros dos son ineficaces en
aplicaciones terrestres a gran escala.

Convertidores fotovoltaicos:
Son los más avanzados de todos los convertidores de energía
cuántica y constituyen el más prometedor camino hacia la
potencia electro-solar. Éste proceso es llamado también
proceso de fotoemisión interna. Se produce fundamentalmente
por fotoemisión que posee un umbral inferior a la absorción
de fotones y la luz pasa de ser luz a ser electricidad sin
pasar antes por un estadio de energía térmica. A parte de las
células fotovoltaicas existen otras, pero la fotovoltaica es
la única que posee una absorción óptica muy alta y una
resistencia eléctrica los suficientemente baja como para
poder convertir la energía solar en energía útil de modo
económico. Gracias a que hay una amplia elección de
semiconductores con el intervalo apropiado de absorción
espectral, podemos seleccionar un material apropiado que
abarque el espectro solar. Éstos semiconductores se hacen
uniendo partes positivas y negativas de silicio, que
actualmente es el que más rinde.

La parte de los convertidores que absorbe los fotones es el


semiconductor que se elige de forma que tenga una banda
prohibida similar a la del espectro solar. No podríamos coger
una célula solar con un valor bajo de energía de banda
prohibida aunque pareciera lo ideal para que absorbiese casi
todo el espectro, pero la fuerza electromotriz de la célula
está limitada por la energía de banda prohibida, y si ésta es
pequeña la energía electromotriz también lo será. Es poco
probable que un fotón tenga el doble de energía que el nivel
de fermi por eso siempre sólo habrá un sólo par electrón-
hueco por fotón absorbido y la energía en exceso del fotón se
disipa.

Es una de las partes fundamentales ya que es la encargada de captar y transformarla la


energía solar en energía eléctrica.

Para que una célula solar expuesta al sol produzca energía eléctrica debe reunir las
siguientes tres características fundamentales:
a) Ser capaz de absorber una fracción importante de la radiación solar para que la
generación de pares electrón-hueco sea eficiente.
b) Tener un campo eléctrico interno que separe las dos cargas impidiendo su posterior
recombinación.
c) Finalmente, las cargas separadas deben ser capaces de viajar a través de la oblea hasta
los electrodos superficiales desde donde pasan al circuito exterior.
Aunque en la práctica las células solares de mayor utilización son las de Si monocristalino,
desde 1954 a la fecha se han ensayado y desarrollado una gran variedad de nuevos tipos,
modelos y conceptos de células solares. Estas se pueden fabricar de diferentes geometrías
según las necesidades.

Aspectos a tener en cuenta son:

a). Un módulo fotovoltaico puede generar energía en días nublados, aunque su


rendimiento baja con respecto a un día soleado.

b). La elevación del lugar donde se instala no tiene ninguna relación con la eficiencia
del sistema, es decir que la altura a la que van a ser instalados la células fotovoltaicas no va
a influir en el rendimiento. Los paneles se instalan a cierta altura para salvar sombras y
tener así un contacto directo con el sol. La luz filtrada como por ejemplo a través del follaje
de los árboles va a disminuir mucho el rendimiento del módulo. La instalación de los
módulos se hace con preferencia en una zona fuera del camino principal, como en el techo
o una pared expuesta al sol.
"The sun shines not on us, but in us" - "El Sol no brilla sobre nosotros, sino dentro
de nosotros" (John Muir)

Energía eólica

Un poco de historia

Aunque el aprovechamiento de la energía eólica data de las épocas más remotas de la


humanidad (los egipcios ya navegaban a vela en el año 4.500 a. c.) la primera noticia que se
tiene se refiere a un molino que Heron de Alejandría construyó en el siglo II a. c. para
proporcionar aire a su órgano. Los molinos más antiguos que se conocen eran de eje
vertical.

Hacia el siglo VIII aparecieron en Europa, procedentes del este, grandes molinos de eje
horizontal con cuatro aspas. Su fabricación en gran número, en particular por los
holandeses, les hizo alcanzar una gran firmeza, pese a que, debido a las dimensiones de sus
aspas distaban mucho de recoger en máximo de potencia. Necesitaban una regulación de la
orientación de la tela. Siempre sucede esto en los molinos de viento de eje horizontal que
han de trabajar siempre frente al viento. Estos molinos eran muy adecuados para vientos del
orden de 5 m/s (20 Km/h).

Es a partir de los siglos XII-XIII cuando empieza a generalizarse el uso de los molinos de
viento para la elevación de agua y la molienda de grano, los más antiguos aparecieron en
Turquía, en Irán y en Afganistán A principios del siglo XII. Europa se llenó a su vez de
molinos, sobre todo en Bélgica y en los Países Bajos. Los molinos de Holanda tienen 4
aspas de lona, mientras que los de Baleares y Portugal tienen 6, y los de Grecia, 12. Los
molinos con gran número de palas determinan velocidades de rotación relativamente bajas
y un funcionamiento útil a partir de velocidades del viento del orden de 2 m/s.

Todos estos molinos se mantendrán hasta bien entrado el siglo XIX. El desarrollo de los
molinos de viento se interrumpe con la revolución industrial y la utilización masiva de
vapor, la electricidad y los combustibles fósiles como fuentes de energía motriz. Es sin
embargo en la segunda mitad del siglo XIX cuando tiene lugar uno de los más importantes
avances en la tecnología del aprovechamiento del viento, con la aparición del popular
"Molino multipala tipo americano", utilizado para bombeo de agua prácticamente en todo
el mundo, y cuyas características habrían de sentar las bases para el diseño de los modernos
generadores eólicos.

Fue entre las guerras mundiales cuando aparecieron, como consecuencia de los progresos
técnicos de las hélices de aviación, y con ellas los proyectos de grandes aerogeneradores de
dos o tres palas. Se tendió a construir casi únicamente los de dos, ya que resultan mas
baratos. Incluso se pensó en utilizar una única pala equilibrada con un contrapeso.
Actualmente predominan los molinos tripalas. Estos aerogeneradores giran más
rápidamente que los multipalas, lo que constituye una ventaja cuando se trata de alimentar
máquinas de gran velocidad de rotación como los alternadores eléctricos. Los grandes
aerogeneradores están situados en lo alto de una torre tronco-cónica de acero.
Los aerogeneradores de eje vertical tienen la ventaja de adaptarse a cualquier dirección del
viento. Por ello se los llama panémonos (todos los vientos). No precisan dispositivos de
orientación. En su forma mas moderna derivan todos ellos del inventado den 1925 por el
ingeniero Francés Darrieus, patentado en Estados Unidos y luego caído en un olvido casi
total. Su estudio volvió a iniciarse en Canadá en 1973 y en Estados Unidos a partir de
1975. Las máquinas pequeñas, de 1 a 60 kW, pueden construirse a un precio inferior al de
los molinos de viento clásicos de eje horizontal. En EEUU, los laboratorios Sandia en
Alburquerque, Nuevo México estudian y comercializan los molinos de viento Darrieus.
Puedes ver este tipo de molinos en la web

El primer aerogenerador fue construido en Francia, en 1929, pero se rompió a causa de una
violenta tormenta. La compañía electromecánica construyó e instaló en Bourget un
aerogenerador de dos palas de 20 metros de diámetro. El aparato fue destruido por las
ráfagas de viento.

En Rusia se puso en funcionamiento en 1931, en Crimea, frente al mar muerto, un


aerogenerador de 30 metros, que tenía que proporcionar 100 kW a la red de Sebastopol, la
media durante dos años fue de 32 kW.

En 1941 los estadounidenses y mas concretamente la NASA construyó un bipala de 53 m


de diámetro, previsto para una potencia máxima de 1.250 kW que se instaló en Vermont,
en el nordeste de EEUU. Las primeras pruebas, iniciadas en octubre de 1941 continuaron
durante unos 15 meses. Un pequeño incidente en 1943 bloqueó la máquina durante dos
años, ya que las dificultades ligadas a la guerra retrasaron la fabricación de piezas nuevas.
Vuelto a poner en marcha, el aerogenerador proporcionó corriente al sector durante
veintitrés días, luego se rompió una de las palas y se abandonó el proyecto.

En 1975 se pusieron en servicio los aerogeneradores Mod. 0 con unas palas de metal con un
diámetro de 38 metros, produciendo 100 kW. En 1977 se construyó el Mod. 0A que tenía
200 kW. La GENERAL ELECTRIC termina el bipala Mod. 1 en 1978 que con un diámetro
de 60 metros acciona un alternador de 2 MW. Mientras la BOEING estudia el Mod. 2, ideal
para los vientos medios de las grandes llanuras, que con 91 metros de diámetro produce 2,5
MW, con palas de acero.

En Francia, un vasto programa patrocinado por la Electricité de France, ha realizado un


estudio del viento en todas las regiones y ha construido varios grandes aerogeneradores
experimentales. El aerogenerador "Best, Romani" tripala de 30 m de diámetro con chapas
de aleación ligera fue instalado en Nogent-le-Roy en Beauce. Podía proporcionar 800 kW
a la red con un viento de 60 Km/h. Esta máquina experimental aportó entre 1958 y 1962 un
gran número de informaciones sobre su funcionamiento en condiciones reales de
explotación. La compañía Neyrpic instaló en Saint-Rémy-des-Landes (Manche) dos
aerogeneradores de tres palas. El primero de 21 metros de diámetro y que producía 130 kW
de potencia, funcionó hasta marzo de 1966. El otro, de 35 metros y previsto para producir
1.000 kW, proporcionó una potencia satisfactoria durante las pruebas, pero a la ruptura de
un palier en 1964 hizo que se abandonase el programa de estudios.
En Alemania se construyó entre 1955 y 1957 un aerogenerador de dos palas de 34 metros
de diámetro, de fibra de vidrio, a 80 Km. al este de Stuttgart. Esta máquina funcionó hasta
1968. Dinamarca construyó en 1957 el "Gedser Mill", hélice de tres palas de 24 metros de
diámetro que funcionó hasta 1968. Producía 200 kW con una velocidad del viento en el eje
de la máquina de 15 m/s.

El bajo precio del petróleo determinó entonces la suspensión total de los grandes proyectos
en todo el mundo. Pero en los años 70, coincidiendo con la primera crisis del petróleo, se
inicia una nueva etapa en el aprovechamiento de la energía del viento. Las aplicaciones de
las modernas tecnologías, y en especial de las desarrolladas para la aviación, ha dado como
resultado la aparición de una nueva generación de máquinas eólicas muy perfeccionadas, y
que permiten su explotación, bajo criterios de rentabilidad económica, en zonas de
potencial eólico elevado.

A principios de los años 70, los norteamericanos, enfrentados al aumento de los problemas
de abastecimiento de energía iniciaron un amplio programa para explotar la energía eólica.
En aquel momento se estimaba, en efecto, que esta energía renovable podría, aparte de sus
aplicaciones tradicionales, proporcionar kW/h a las redes eléctricas a un precio igual o
inferior al de las centrales térmicas. Ello sería pronto una realidad con la puesta en servicio,
de grandes aerogeneradores que producirán potencias eléctricas comprendidas entre 2 y 5
MW. EEUU cuenta con numerosos proyectos para la utilización de la energía del viento,
incluso en combinación con otras centrales como las hidroeléctricas. También ha mostrado
un gran interés en promocionar los aerogeneradores entre el público para que no los rechace
y entre los posibles interesados (fabricantes y usuarios).

Algunos de estos molinos alcanzaban dimensiones colosales para aquella época: sus
hélices, con un diámetro de varias decenas de metros, están sostenidas por grandes postes.
Casi todas las grandes eólicas fueron destruidas del mismo modo tras algunos años de
servicio. Es el caso, por ejemplo, de la gran hélice de 31 metros instalada en 1958 en
Nogent-le-Roi, un pueblo de Normandía, al oeste de Francia, destruido por una tormenta
en 1963. Montado sobre un trípode metálico, tenía tres palas, situada a 35 metros por
encima del suelo y capaz de girar a 47 r.p.m. Ponía en movimiento un generador eléctrico
conectado a la red urbana, o de otra mas modesta (18 m.) construida en una isla de Gran
Bretaña en 1979: sólo funcionó durante 9 meses.

Los primeros grandes aerogeneradores se encuentran en los Estados Unidos, donde en


1941 había ya una eólica cuya hélice pesaba 7 toneladas y tenía un diámetro de 53 metros.
También ésta se rompería durante una tormenta. Desde 1973, y bajo la responsabilidad de
la NASA los Estados Unidos han reanudado la construcción de eólicas gigantes. Las dos
mas grandes miden 61 y 91 metros de diámetro y funcionan desde 1978 en Boone (Ohio) y
en Barstow (California). Producen de 2.000 a 2.500 kW de electricidad.

El florecimiento californiano de la energía eólica se debió en gran parte a una política fiscal
favorable y a los altos precios que pagaban las eléctricas por la energía de origen eólico a
mediados de los años 1980. Ambos incentivos se han suprimido, pero la energía de origen
eólico continúa creciendo en California, si bien a un ritmo más lento. Los parques eólicos
de Altamont eran, se decía con malicia, refugio contra los impuestos. La verdad es que los
primeros años fueron difíciles. Los incentivos fiscales estimularon la rápida construcción de
aerogeneradores cuyo diseño no se había sometido a pruebas rigurosas, y las averías
menudeaban. Hoy, resueltos la mayoría de los problemas, la economía de la generación
eólica ha mejorado notablemente. Desde 1981, el coste de la energía eléctrica generada por
fuerza eólica ha caído en casi un orden de magnitud. De las reducciones en coste, pocas son
atribuibles a innovaciones técnicas. Salvo las paletas de material compuesto ligero y las
turbinas controladas por microprocesador, los aerogeneradores comerciales de Altamont no
incorporan novedades substanciales, aerodinámicas o de proyecto, respecto a los que se
construyeron hace 50 años. La reducción de costos de la energía eólica obedece, sobre todo,
a la experiencia de los años, que lleva consigo la introducción de métodos normalizados. En
las industrias, los fabricantes se aplicaron a las técnicas de producción en masa; en el
campo, los especialistas aprendieron a escoger los emplazamientos mejores y a acomodar el
calendario de mantenimiento a los períodos de viento flojo. Las nuevas turbinas eólicas, de
técnica más depurada, prometen ulteriores ahorros. PG&E está inmersa en un proyecto de
cinco anos de duración en cooperación con el Instituto de Investigación de Energía
Eléctrica (IIEE, O EPRI), de Palo Alto, y U. S. Windpower, de Livermore, ambos en
California, para desarrollar, construir y probar prototipos de una turbina eólica de 300 kW y
de velocidad variable.

Ventajas de la energía eólica

La energía eólica no contamina, es inagotable y frena el agotamiento de combustibles


fósiles contribuyendo a evitar el cambio climático. Es una tecnología de aprovechamiento
totalmente madura y puesta a punto.

Es una de las fuentes más baratas, puede competir e rentabilidad con otras fuentes
energéticas tradicionales como las centrales térmicas de carbón (considerado
tradicionalmente como el combustible más barato), las centrales de combustible e incluso
con la energía nuclear, si se consideran los costes de reparar los daños medioambientales.

El generar energía eléctrica sin que exista un proceso de combustión o una etapa de
transformación térmica supone, desde el punto de vista medioambiental, un procedimiento
muy favorable por ser limpio, exento de problemas de contaminación, etc. Se suprimen
radicalmente los impactos originados por los combustibles durante su extracción,
transformación, transporte y combustión, lo que beneficia la atmósfera, el suelo, el agua, la
fauna, la vegetación, etc.

Evita la contaminación que conlleva el transporte de los combustibles; gas, petróleo, gasoil,
carbón. Reduce el intenso tráfico marítimo y terrestre cerca de las centrales. Suprime los
riesgos de accidentes durante estos transportes: limpiezas y mareas negras de petroleros,
traslados de residuos nucleares, etc. No hace necesaria la instalación de líneas de
abastecimiento: Canalizaciones a las refinerías o las centrales de gas.

La utilización de la energía eólica para la generación de electricidad presenta nula


incidencia sobre las características fisicoquímicas del suelo o su erosionabilidad, ya que
no se produce ningún contaminante que incida sobre este medio, ni tampoco vertidos o
grandes movimientos de tierras.

Al contrario de lo que puede ocurrir con las energías convencionales, la energía eólica no
produce ningún tipo de alteración sobre los acuíferos ni por consumo, ni por
contaminación por residuos o vertidos. La generación de electricidad a partir del viento no
produce gases tóxicos, ni contribuye al efecto invernadero, ni destruye la capa de
ozono, tampoco crea lluvia ácida. No origina productos secundarios peligrosos ni
residuos contaminantes. Cada kW/h de electricidad generada por energía eólica en lugar de
carbón, evita:

0,60 Kg. de CO2, dióxido de carbono


1,33 gr. de SO2, dióxido de azufre
1,67 gr. de NOx, óxido de nitrógeno

La electricidad producida por un aerogenerador evita que se quemen diariamente miles


de litros de petróleo y miles de kilogramos de lignito negro en las centrales térmicas. Ese
mismo generador produce idéntica cantidad de energía que la obtenida por quemar
diariamente 1.000 Kg. de petróleo. Al no quemarse esos Kg. de carbón, se evita la emisión
de 4.109 Kg. de CO2 , lográndose un efecto similar al producido por 200 árboles. Se impide
la emisión de 66 Kg. de dióxido de azufre -SO2- y de 10 Kg. de óxido de nitrógeno -NOx-
principales causantes de la lluvia ácida.

La energía eólica es independiente de cualquier política o relación comercial, se obtiene


en forma mecánica y por tanto es directamente utilizable. En cuanto a su transformación en
electricidad, esta se realiza con un rendimiento excelente y no a través de aparatos
termodinámicos con un rendimiento de Carnot siempre pequeño.

En el año 2000 las compañías explotadoras pagan una media de alquiler de 400.000 pts
(2.400 €) por molino y año. Además de los impuestos municipales, licencias de obra, etc.

Al finalizar la vida útil de la instalación, el desmantelamiento no deja huellas.

Un Parque de 10 MW;

Evita 28.480 Tn. Al año de CO2


Sustituye 2.447 Tep. toneladas equivalentes de petróleo
Aporta Trabajo a 130 personas al año durante el diseño y la
construcción
Proporciona Industria y desarrollo de tecnología
Genera Energía eléctrica para 11.000 familias

Desventajas de la energía eólica


- El aire al ser un fluido de pequeño peso específico, implica fabricar máquinas grandes y
en consecuencia caras. Su altura puede igualar a la de un edificio de diez o más plantas, en
tanto que la envergadura total de sus aspas alcanza la veintena de metros, lo cual encarece
su producción.

- Desde el punto de vista estético, la energía eólica produce un impacto visual inevitable,
ya que por sus características precisa unos emplazamientos que normalmente resultan ser
los que más evidencian la presencia de las máquinas (cerros, colinas, litoral). En este
sentido, la implantación de la energía eólica a gran escala, puede producir una alteración
clara sobre el paisaje, que deberá ser evaluada en función de la situación previa existente en
cada localización.

- Un impacto negativo es el ruido producido por el giro del rotor, pero su efecto no es mas
acusado que el generado por una instalación de tipo industrial de similar entidad, y siempre
que estemos muy próximos a los molinos.

- También ha de tenerse especial cuidado a la hora de seleccionar un parque si en las


inmediaciones habitan aves, por el riesgo mortandad al impactar con las palas, aunque
existen soluciones al respecto como pintar en colores llamativos las palas, situar los
molinos adecuadamente dejando “pasillos” a las aves, e, incluso en casos extremos hacer
un seguimiento de las aves por radar llegando a parar las turbinas para evitar las colisiones.

Producción

Actualmente la energía eólica se aprovecha de dos formas bien diferenciadas:

Por una parte se utilizan para sacar agua de los pozos un tipo de eólicas llamados
aerobombas, actualmente hay un modelo de máquinas muy generalizado, los molinos
multipala del tipo americano. Directamente a través de la energía mecánica o por medio de
bombas estos molinos extraen el agua de los pozos sin mas ayuda que la del viento. Por
otra, están ese tipo de eólicas que levan unidas un generador eléctrico y producen corriente
cuando sopla el viento, reciben entonces el nombre de aerogeneradores. Clasificación

Los aerogeneradores pueden producir energía eléctrica de dos formas: en conexión directa a
la red de distribución convencional o de forma aislada:

Las aplicaciones aisladas por medio de pequeña o mediana potencia se utilizan para usos
domésticos o agrícolas (iluminación, pequeños electrodomésticos, bombeo, irrigación, etc.),
Incluso en instalaciones Industriales para desalación, repetidores aislados de telefonía, TV,
instalaciones turísticas y deportivas, etc. En caso de estar condicionados por un horario o
una continuidad se precisa introducir sistemas de baterías de acumulación o combinaciones
con otro tipo de generadores eléctricos (grupos diesel, placas solares fotovoltaicas,
centrales minihidráulicas, ...)

También se utilizan aerogeneradores de gran potencia en instalaciones aisladas;


Desalinización de agua marina, producción de hidrógeno, etc.
La conexión directa a la red viene representada por la utilización de aerogeneradores de
potencias grandes (mas de 10 ó 100 kW). Aunque en determinados casos y gracias al apoyo
de los estados a las energías renovables, es factible la conexión de modelos mas pequeños,
siempre teniendo en cuenta los costes de enganche a la red (equipos y permisos). La mayor
rentabilidad se obtiene a través de agrupaciones de máquinas potencia conectadas entre si y
que vierten su energía conjuntamente a la red eléctrica. Dichos sistemas se denominan
parques eólicos.

Por sus condiciones de producción caprichosa está limitada en porcentaje al total de energía
eléctrica (en la conexión directa a la red). Se considera que el grado de penetración de la
energía eólica en grandes redes de distribución eléctrica, puede alcanzar sin problemas del
15 al 20% del total sin especiales precauciones en la calidad del suministro, ni en la
estabilidad de la red. En la isla de Fuerteventura en las Islas Canarias, los 20 MW del PE
Cañada del Río cubren el 25% de las necesidades eléctricas de la isla. En el sur de
Argentina donde no cuentan con vientos muy regulares y no están muy desarrolladas las
líneas eléctricas se llega al 50% de penetración. En este lugar se esta probando la
producción de hidrógeno, este se puede utilizar como sustituto del gas en centrales
eléctricas convencionales cuando no hay viento.

Las nuevas máquinas eólicas

Los avances en la aerodinámica han incrementado el rendimiento de los aerogeneradores


del 10 hasta el 45%. En buenos emplazamientos, con vientos medios anuales superiores a
los 5 m/s a 10 metros de altura, se consiguen producciones eléctricas anuales por metro
cuadrado de área barrida superiores a los 1.000 kW/h. El tamaño medio de los grandes
aerogeneradores es de 600-1.300 kW con rotores de 40 metros de diámetro. Existe una
tendencia generalizada hacia las máquinas tripala, que representan más del 80% de los
aerogeneradores instalados.

Los futuros desarrollos tecnológicos buscan la reducción de costos mediante la elección de


conceptos simplificados como, por ejemplo, el uso de trenes de potencia modulares,
diseños sin caja de multiplicación, sistemas de comunicación pasivos y con orientación
libre. Los desarrollos inciden también en la reducción de cargas y desgastes mecánicos
mediante articulaciones y sistemas de velocidad variable, con control de par, reduciendo las
fluctuaciones y mejorando la sincronización a la red. Todo esto se traducirá en trenes de
potencia más ligeros y baratos.

Hace pocos años los prototipos instalados tenían una potencia de 1.500 kW, en el año 2001
son los mas vendidos, ahora se proyectan máquinas de 2.500 y 3.000 kW, incluso de 5.000
kW.

Los generadores sincronos parecen haber llegado a su fin, hoy se habla de generadores
doblemente inducidos y velocidad variable, también se estudian generadores de imanes
permanentes multipolares y con rotores conectados directamente al rotor.

Los nuevos diseños buscan, asimismo, la reducción del impacto visual y la disminución del
ruido aerodinámico.
Palas

Los materiales que tradicionalmente se han utilizado en la fabricación de las palas de los
aerogeneradores se han visto desplazados por la utilización de plásticos y resinas, La fibra
de vidrio se aplica al 99% de los grandes aerogeneradores. Existe una tendencia clara hacia
el uso de epoxy (generalmente resina de poliester) reforzado de fibra de vidrio o carbono.

En cuanto a las turbinas pequeñas, igualmente el 99 % usan materiales plásticos, solo algún
fabricante usa madera, la mayoría son de materiales plásticos inyectados. Antes de
aplicarse estos materiales las palas eran de madera, acero y aluminio.

La potencia generada por el aerogenerador se controla esencialmente por dos métodos:


control por pérdida aerodinámica y control por cambio de paso. La tendencia a fabricar
aerogeneradores de paso fijo controlados por pérdida aerodinámica generalizada en
tamaños de 20-25 metros de diámetro va desapareciendo a medida que aumenta el tamaño.
La tendencia se invierte y en aerogeneradores de gran potencia se adopta el cambio de paso.

El Impacto Ambiental.

El Estudio de Impacto Ambiental:

El estudio pretende analizar y minimizar la incidencia de


los parques eólicos durante las 4 fases de su vida:
- Antes de la instalación.
- Durante las obras.
- Durante la explotación.
- Después del abandono de la misma.

El impacto se valorará en función de:


- emplazamiento elegido.
- Tamaño de la instalación.
- distancia de áreas sensibles (poblaciones y áreas
protegidas)

Es necesario hacer un estudio de impacto ambiental antes


del proyecto del parque eólico, pudiera ocurrir que un
proyecto rentable para un parque se desestime (que se
deniegue permiso por el organismo competente) por los
efectos negativos que ocasionase al medio ambiente. Por
tanto el estudio determinará la viabilidad del parque.

El seguimiento del estudio puede llegar a detener las


obras y ajustarlas al los requisitos del estudio, o a las
modificaciones que se hagan sobre la marcha de las
obras. La resolución de estudio puede afectar a la
cantidad de molinos instalados. Al finalizar las obras de la
instalación y durante la explotación se realizarán informes
periódicos.

Cuando termine la vida útil de los aerogeneradores (25 –


30 años), y en caso de no continuar con la actividad se
retirarán los molinos y se revegetará el hueco,
quedándose únicamente las zapatas y los cables
enterrados.

Ruido:

El estudio ha de indicar los niveles de ruido de la


instalación. La cantidad de ruido generada por un molino
viene especificada por el fabricante. Para su estudio se
tendrá en cuenta el número de molinos y su distribución.
Si en algún lugar de la instalación se superan los límites
aprobados por la legislación, se han de establecer
medidas correctoras.

Se harán mediciones regulares para comprobar que la


contaminación acústica se ciñe a la especificada en el
Estudio de Impacto.

El ruido de la instalación viene dado por:

- El movimiento mecánico: El multiplicador y el


generador.

- El roce del viento con las palas.

El sonido del multiplicador vendrá influenciado por la


calidad de los materiales, su acabado y el tratamiento
superficial de los materiales. El generador hace el mismo
ruido que en cualquier otra instalación eléctrica. Estos
elementos son silenciados con materiales aislantes en las
capotas o carcasas.

Las palas están en constante evolución para mejorar su


rendimiento y atenuar su ruido. Hay que recordar que el
viento es un elemento trasmisor del ruido, y en función de
la posición que tengamos puede ser mas o menos intenso.
Las poblaciones mas cercanas a los parques se quejan
mas del propio ruido del viento que del que sale de los
molinos.

Algunos animales que se encuentran dentro de las


instalaciones se sorprenden al comenzar a girar los
molinos, pero se acostumbran en poco tiempo.

Medidas correctoras:

- - Si el ruido es superior al límite estipulado en la


legislación se habrán de ordenar los molinos de tal
manera que se minimice el ruido.
- - Se pueden llegar a suprimir aerogeneradores o
líneas de estos que estén próximos a posibles afectados.

Erosión:

Los mayores impactos ocurren durante el movimiento de


tierras:

- Construcción y ampliación de carreteras y pistas.

- El enterramiento del cableado.

- La cimentación de los aerogeneradores y los


soportes de las líneas de tensión.

- Construcción de edificaciones.

Se han de realizar estudios de edafología (estudio del


suelo) hidrología y pluviometría, trazado y perfiles
transversales del camino, del impacto a la vegetación de
las vaguadas y cursos de agua, de arqueología, etc.

Medidas Correctoras:

- - Las cimentaciones se cubrirán inmediatamente


con la tierra original ocultando la “zapata” de
hormigón.
- - Trazar los caminos a sotavento del parque, así
como establecer canales de descarga de aguas para
evitar la pérdida de la capa vegetal.
- - La carretera y las pistas interiores del parque han
de ser mínimas, ocupando lo justo para que pase un
camión de grandes dimensiones o una grúa para el
mantenimiento del parque.
- - Han de cubrirse las zonas no utilizadas con tierra
vegetal recogida antes repoblándolo en su estado
original, al igual que las zanjas del cableado.
- - Se intentará afectar el mínimo posible del suelo,
así como destrucciones innecesarias de vegetación.
- - Al finalizar la instalación de los molinos se ha de
iniciar el plan de revegetación y recuperación de
suelos, con la siembra de especies de crecimiento
rápido y autóctono.

Paisaje:

Los criterios de evaluación siempre serán subjetivos.

Para minimizar el impacto paisajístico se suelen emplear


correcciones en la instalación que eviten el impacto.

- Colores adecuados

- Torres de celosía

- Evitar la visión de los molinos desde lugares


habitados o de paso.

- Las edificaciones, los molinos y las líneas de


tensión de la instalación han de integrarse en el
paisaje y su entorno

- Los accesos a los molinos y al parque han de ser


los mínimos posibles, intentando aprovechar los ya
existentes.

En la actualidad los aerogeneradores se hacen lo mas


pequeños posible, y se pintan con colores que no
perturben el paisaje.

Medidas correctoras:
- - Las edificaciones auxiliares (centro de control,
taller, almacén, centro de transformación) se
posicionan en zonas no visibles ocultándose con la
vegetación existente. Sus elementos y colores seguirán
los patrones de las construcciones próximas.
- - Las líneas de tensión seguirán la trayectoria en
paralelo de los molinos a una altura menor que estos,
entre las líneas de aerogeneradores, y entre estos las
líneas irán enterradas.
- - Los accesos se harán con un mínimo movimiento
de tierras, recuperando el cubriente vegetal afectado y
restringiendo el paso de las instalaciones.
- - La visión de los aerogeneradores se evitará
escogiendo cuidadosamente su ubicación, y formando
barreras vegetales desde los puntos de visión por los
habitantes de las cercanías o por las carreteras.

EL viento:

El viento es ante todo aire en movimiento. La radiación solar absorbida irregularmente por
la atmósfera, da lugar a masas de aire con diferentes temperaturas y, por tanto, diferentes
densidades y presiones. El aire al desplazarse desde las altas hacia las bajas presiones, da
lugar al viento. la energía del viento que es posible captar con una máquina eólica, es
directamente proporcional a la densidad del aire, a la superficie de captación y al cubo de la
velocidad del viento. Existen perturbaciones como resultado de otras fuerzas y además, a
escala local, la orografía ejerce un efecto muy importante sobre las características del suelo.

El viento está siempre presente en la superficie de la tierra. Tan pronto sopla con la fuerza
de una tormenta como con la suavidad de una brisa. Es caprichoso porque nunca se sabe
con antelación cómo va a soplar. Se estima que la energía contenida en los vientos es
aproximadamente el 2% del total de la energía solar que alcanza la tierra, lo que supone
casi dos billones de Toneladas equivalentes de petróleo (Tep.) al año (200 veces mayor de
la que consumen todos los países del planeta), aunque en la práctica solamente podría ser
utilizada una parte muy pequeña de esa cifra, por su aleatoriedad y dispersión (orden del
5%) y su aprovechamiento limitado por razones técnicas (actualmente un rango entre 5 y 25
metros por segundo). La cantidad de energía que ello representa hace de la energía eólica
una de las fuentes de energía renovables con mayor potencial.

La mayor energía se encuentra en forma de corrientes a altitudes de unos 12 km. de altura


sobre el nivel del mar, estas corrientes se mueven a mas de 400 km/h. Su fuerza destructora
(que es proporcional al cuadrado de la velocidad) sería unas 8 veces mayor que los peores
tornados.

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