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1. En la figura 1 se observa un soporte del que por medio de un hilo cuelga una bola de
acero. A su lado se encuentra una balanza en cuyo platillo hemos dispuesto un recipiente
con agua. Si se introduce la bola con mucho cuidado dentro del agua (sin derramar nada)
de forma que quede tal y como muestra la figura 2, observaremos que:
Una resolución más rigurosa del problema, exige analizar las fuerzas que actúan en cada
caso y comparar la fuerza normal que se ejerce sobre el plato de la balanza antes y des-
pués de sumergir totalmente la bola en el agua. Para ello consideraremos como sistema A
el conjunto agua-vaso y como sistema B la bola. Supondremos siempre que el hilo del que
Estática 2
En la situación de la figura 1 del enunciado, las fuerzas que actúan sobre cada uno de los
sistemas considerados son:
En el esquema anterior, Pb representa el peso de la bola, Pv el peso del vaso, PH 2O el peso
del agua, T1 la tensión del hilo del que cuelga la bola y R1 es la fuerza que ejerce el plato
de la balanza sobre el vaso. A la derecha hemos incluido también el sistema de referencia
de coordenadas cartesianas con el que vamos a trabajar durante todo el ejercicio.
Resolver este ejercicio supone comprender previamente que lo que indica la balanza viene
determinado por el valor de la fuerza N que se ejerce sobre el plato de la misma hacia
abajo. Esta fuerza (que no hemos representado aquí), no hay que confundirla con el peso
de lo que hay sobre dicho plato (aunque su valor pueda coincidir en muchos casos) y, de
acuerdo con el principio de acción-reacción, su módulo será siempre igual al de la fuerza
hacia arriba R que ejerce el plato sobre el vaso. Por tanto, una forma de resolver el pro-
blema planteado será determinar el valor de R en las dos situaciones planteadas y compa-
rar. ¿Cómo podríamos hacer esto?
Al tratarse de sistemas en equilibrio se cumplirá que la fuerza resultante sobre cada uno
de ellos es nula. Podemos aplicar esa condición para tratar de hallar los valores de R que
buscamos. Así pues, en el equilibrio:
Sistema A: Fres A Pv PH 2O R1 0
Sistema B: Fres B Pb T1 0
Dado que todas las fuerzas se ejercen en la vertical, podemos trabajar únicamente con las
componentes escalares según el eje Y de los vectores correspondientes, con lo que las
ecuaciones anteriores quedan como:
Estática 3
Sistema A: Pv PH 2O R1 0 → R1 Pv PH 2O (1)
Sistema B: Pb T1 0 → T1 Pb (2)
Ahora seguiremos la misma estrategia para determinar el valor de R2 o fuerza vertical y
hacia arriba que ejerce el plato de la balanza sobre el vaso en la situación representada en
la figura 2 del enunciado. En dicha situación, las fuerzas que actúan son:
Donde aparece una nueva fuerza que no existía en la situación de la figura 1. Se trata de la
fuerza de empuje que de acuerdo con el Principio de Arquímedes actúa sobre la bola su-
mergida empujándola hacia arriba y que hemos designado como E . Dicha fuerza tiene su
correspondiente pareja (acción-reacción) en otra fuerza del mismo módulo pero de sentido
contrario a ella, que actúa sobre el agua y que hemos designado como E ' , con lo que,
aplicando la condición de equilibrio, tendremos:
Sistema A: Fres A Pv PH 2O R2 E ' 0
Sistema B: Fres B Pb T2 E 0
Y en componentes:
Si comparamos la ecuación (4) con la (2), vemos que el hilo está menos tenso y que la
diferencia es justamente el valor de la fuerza de empuje.
Fig. (1)
Fig. (2)
Una reflexión poco rigurosa de la situación que se presenta en este ejercicio, podría llevar
a suponer que dado que la bola se va hacia arriba haciendo que el hilo que la sujeta al
fondo del vaso se tense, no va a influir su peso (que si lo hace antes de meterla dentro del
vaso) y que, consecuentemente, la balanza se desequilibraría y la aguja se desviaría hacia
la derecha. No obstante, una reflexión más cuidadosa también nos permite cuestionar esta
primera hipótesis, ya que al introducir la bola en el agua, la fuerza peso no cambia. Es
cierto que se produce una nueva fuerza (el empuje del agua sobre la bola hacia arriba),
pero dicha fuerza, de acuerdo con el principio de acción y reacción, va acompañada de
otra igual y de sentido contrario (el empuje de la bola sobre el agua hacia abajo), de modo
que la suma de ambas será cero. Se trata de hipótesis de partida que, por supuesto, se pue-
den contrastar experimentalmente de forma sencilla en el laboratorio, pero también po-
Estática 5
En este caso, resulta más práctico considerar como único sistema el conjunto (bola-agua-
vaso). Supondremos un hilo inextensible y sin masa. Nuestro objetivo será determinar la
fuerza normal que el sistema ejerce sobre la superficie del platillo izquierdo de la balanza
antes y después de introducir la bola, para poder comparar ambas y decidir si la aguja se
desviaría o no.
Donde Pv representa el peso del vaso, Pb el peso de la bola, PH 2O el peso del agua, y R1
es la fuerza resultante hacia arriba que ejerce el platillo izquierdo de la balanza sobre todo
el sistema.
Pv Pb PH 2O R1 0 → R1 Pv Pb PH 2O (1)
Al tratarse de fuerzas de acción y reacción la suma Eb EH 2O Tb Tv será nula, con lo
que la ecuación anterior se reduce a:
Fres 2 Pv Pb PH 2O R2 0
Y en componentes escalares:
Pv Pb PH 2O R2 0 → R2 Pv Pb PH 2O (2)
Comparando (1) y (2) vemos que R1 = R2 lo cual nos permite afirmar que las fuerzas que
se ejercen sobre la superficie del platillo izquierdo de la balanza en las situaciones inicial
Estática 6
(bola fuera del agua) y final (bola dentro del agua), también serán iguales (N1 = N2) y que,
por tanto, la aguja de la balanza se quedará en el centro.
Podemos ir ahora un poco más allá y plantearnos qué es lo que ocurriría si en la situa-
ción mostrada en la figura 2 se rompiese o se soltase de repente el hilo que sujeta a la
bola impidiendo que esta suba. Esto es lo que haremos en el siguiente ejercicio.
(Fig. 1) (Fig. 2)
Una vez que la bola ha llegado a la superficie, se queda flotando en ella y en reposo,
tal y como se muestra en la figura 3 siguiente. En esta nueva situación, veremos que
la balanza señala un valor (subraya la opción que consideres correcta en cada caso):
En la primera parte de esta cuestión hay que decidir si por el hecho de estar la bola ascen-
diendo hacia la superficie se altera o no la fuerza N hacia abajo con la que el vaso pre-
siona al plato de la balanza. Como hicimos antes, para averiguarlo, nos limitaremos a de-
terminar el valor de la fuerza R o fuerza que el plato de la balanza ejerce sobre el vaso
empujándolo hacia arriba, ya que, como sabemos, según el tercer principio de la dinámi-
ca, ambas fuerzas (acción-reacción) deben tener siempre módulos iguales, de forma que si
Estática 7
Siguiendo las mismas pautas que en los ejercicios anteriores, consideraremos como siste-
ma A el conjunto de agua-vaso y como sistema B la bola. Como siempre, el hilo se supone
inextensible y de masa despreciable.
En la figura 1, las fuerzas que actúan sobre cada uno de los sistemas considerados son:
En el esquema anterior, Pv es el peso del vaso vacío, PH 2O el peso del agua, Tv la fuerza
con que el hilo tira del vaso hacia arriba, Tb la pareja (acción-reacción) de la fuerza ante-
rior o fuerza con que el hilo estira de la bola hacia abajo, E la fuerza de empuje que el
agua ejerce sobre la bola, E ' la pareja (acción-reacción) de la fuerza anterior y R1 es la
fuerza que el plato de la balanza ejerce sobre el vaso que es igual y de sentido contrario a
la que se ejerce sobre la superficie del plato de la balanza hacia abajo (no representada).
Y en componentes escalares:
Sistema A: Pv PH 2O E ' Tv R1 0
Sistema B: Pb Tb E 0
Sumando las ecuaciones anteriores (teniendo en cuenta que la suma de las parejas acción
y reacción será nula), obtenemos que:
Estática 8
Pv PH 2O Pb R1 0 → R1 Pv PH 2O Pb (1)
Sistema A (equilibrio): Fres A2 Pv PH 2O E ' R2 0
Sistema B (no equilibrio): Fres B 2 Pb E 0
Y en componentes escalares:
Pv PH 2O E ' R2 0
E Pb mb ab
Si tenemos en cuenta que al tratarse de una pareja acción-reacción, E = E’, y sumamos las
dos últimas ecuaciones, obtenemos que:
Pv PH 2O Pb R2 mb ab → R2 Pv PH 2O Pb mb ab (2)
Y si comparamos la ecuación (2) obtenida con la anterior (1), concluimos que, en las con-
diciones impuestas, se cumplirá que:
R2 = R1 + mb·ab
Por tanto, la balanza señalará un valor más alto en la figura 2 (bola ascendiendo con ace-
leración) que en la figura 1 (bola sujeta al fondo).
Las fuerzas que intervienen son las ya conocidas en los casos anteriores, pero debemos
tener en cuenta que ahora, el empuje E 3 sobre la bola (y, por tanto, su pareja E 3' ) serán
menores que cuando esta se hallaba totalmente sumergida (ya que, como sabemos, según
el Principio de Arquímedes, dicha fuerza de empuje ha de valer lo mismo que el peso del
fluido desalojado y cuando la bola flota, el agua desalojada por ella es, obviamente, menor
que estando totalmente hundida).
Y en componentes escalares:
Pv PH 2O E3' R3 0
E3 Pb 0
Estática 10
Pv PH 2O Pb R3 0 → R3 Pv PH 2O Pb (3)
Así pues, en la situación de la figura 3 la balanza señala el mismo valor que en la figura 1
(bola sujeta al fondo por un hilo), y un valor menor que en la figura 2 (bola ascendiendo al
haberse roto el hilo). La segunda afirmación, insistimos, solamente será válida si la pro-
fundidad de la que parte la bola cuando se suelta es lo bastante pequeña como para que la
fricción con el agua no se haga tan grande como para determinar un movimiento uniforme
de ascenso de la bola.
Llegados a este punto, una vez que tenemos la bola flotando en la superficie, nos podemos
plantear qué sucedería si la empujásemos un poco hacia abajo hasta hundirla totalmente
y la mantuviésemos en esa nueva situación. Lo veremos en la siguiente cuestión.
4. En la situación de la figura 1 hay una pelota que flota sobre la superficie del agua
contenida en un vaso, el cual se halla sobre el plato de una balanza. Si empujamos la
pelota con el dedo hasta hundirla totalmente de forma que quede tal y como se mues-
tra en la figura 2 y la mantenemos así, ocurrirá que la balanza señalará entonces:
(Fig. 1) (Fig. 2)
Y en componentes escalares:
Pv PH 2O E1' R1 0
E1 Pb 0
Pv PH 2O Pb R1 0 → R1 Pv PH 2O Pb (1)
En la figura 2, la bola se halla totalmente sumergida debido a la fuerza que se le hace con
el dedo hacia abajo. La bola también se halla sometida a la fuerza de empuje ejercida por
el agua. Dicha fuerza será mayor que el empuje correspondiente a la figura 1, ya que en
este caso la bola se halla totalmente hundida. Además, ahora, habrá que añadir la fuerza
F con que con el dedo se la empuja hacia abajo.
Sistema A: Fres A2 Pv PH 2O E2' R2 0
Sistema B: Fres B 2 Pb E2 F 0
En componentes escalares:
Pv PH2O E2' R2 0
E2 Pb F 0
Y si comparamos la ecuación (2) obtenida con la anterior (1), concluimos que, en las con-
diciones impuestas, se cumplirá que:
R2 = R1 + F
Por tanto, la balanza señalará un valor más alto en situación mostrada en la figura 2 que
en la de la figura 1.
Estática 13
Para poder decir en qué punto de la barra habrá que colocar el apoyo que se demanda,
conviene elegir un origen O. Podemos tomar como tal, el extremo izquierdo de la barra
(donde se encuentra la niña). Por otra parte, también podemos simplificar considerando a
los niños como masas puntuales y la barra de forma lineal, sin que ello altere para nada la
naturaleza del problema. Designaremos la longitud de la barra como L, la masa de la niña
como m1, la del niño como m2 y la de la barra como m3. Finalmente, utilizaremos el sis-
tema de coordenadas cartesianas que se incluye en el esquema siguiente:
En principio, dado que m2 > m1, parece claro que el apoyo deberá estar más cerca de m 2
que de m1 y que, por tanto, en las condiciones impuestas, d será mayor que L/2. Además, a
igualdad de los restantes factores, cabe esperar que la distancia d:
Una forma de calcular la distancia que se nos pide, será analizar en primer lugar las fuer-
zas que actúan sobre cada parte del sistema formado por las tres masas consideradas y
aplicar en cada caso la condición de equilibrio.
Sobre cada uno de los niños actúan las fuerzas representadas en la figura siguiente:
Estática 14
En la figura anterior se muestra la fuerza peso de cada uno ( P1 y P2 ), junto con las fuerzas
ejercidas sobre cada niño por la barra ( R1 y R2 ). Para que se encuentren en equilibrio,
deberá cumplirse que:
Fres1 P1 R1 0
Fres 2 P2 R2 0
Y en componentes escalares:
O
Estática 15
En la figura anterior N1 es la pareja (acción-reacción) de R1 y N 2 lo es de R2 (por lo que
N1 = R1 y N2 = R2). P3 es el peso de la barra y R la fuerza que el apoyo ejerce sobre la
barra.
La barra debemos considerarla un cuerpo extenso, puesto que no podemos afirmar que las
fuerzas actúan sobre un mismo punto sin alterar la naturaleza de la situación física en es-
tudio (como ocurría antes con cada niño). En este caso, no basta con que la suma de las
fuerzas sea nula, también deberá serlo la suma de los momentos de dichas fuerzas (sea
cual sea el centro de momentos que se tome). Así pues, para la barra en situación de equi-
librio, se cumplirá:
Fres 3 N1 P3 R N 2 0
M res 3 M N1 M P3 M R M N2 0
-N1 – P3 + R –N2 = 0 → R = N1 + N2 + P3 → R = R1 + R2 + P3
En cuanto a la ecuación del momento resultante, ésta solo tiene componente según el eje
OZ y si tomamos como centro de momentos el origen O (que coincide, como vemos, con
el punto de aplicación de N1 ), tendremos:
L
L N 2 P3
L 2
0 N1 P3 d R L N 2 0 → d
2 R
Teniendo ahora en cuenta las ecuaciones (2) y (3) anteriores, obtenemos fácilmente que:
2m2 m3 L
d y sustituyendo los valores numéricos: d = 1’09 m
m1 m2 m3 2
Analizando el resultado literal anterior, podemos ver en primer lugar que es dimensional-
mente homogéneo, pero también que contempla las hipótesis de partida y que, en efecto,
si se cumpliese que m1 = m2 = m, la distancia d valdría, precisamente, L/2. También se
observa que si m2 aumenta, también lo hará d, y que lo mismo sucede con la longitud de la
barra L (a igualdad de los restantes factores). En dicho resultado se muestra a su vez que
la masa de la barra es también un factor a tener en cuenta. Es lógico que así suceda, pues-
to que el peso de la barra equivale al de una tercera masa que se halle en el centro de una
barra ideal de masa nula con lo que, en las condiciones imperantes en el problema, deberá
ocurrir que d aumente cuanto menor sea la masa de la barra (siempre a igualdad de los
restantes factores), como podemos comprobar fácilmente dando distintos valores numéri-
cos a m3 en el resultado anterior.
Estática 16
Para resolver este problema deberemos calcular la fuerza normal que se ejerce sobre cada
uno de los pilares o, lo que es equivalente, la fuerza normal y hacia arriba que cada uno de
los pilares ejerce sobre la viga, puesto que éstas serán iguales y de sentido contrario. A
dichas fuerzas se les suele denominar reacción de cada apoyo. Una vez que los tengamos,
bastará comparar el mayor valor obtenido (que, lógicamente corresponderá al extremo
más cercano a la máquina) con el valor máximo que se nos da en el enunciado y ver si lo
supera o no. Problemas similares al aquí planteado son comunes en la construcción de
edificios.
En el caso de la máquina (1), podemos asimilar ésta a un objeto puntual, sobre el que
actúan dos fuerzas. Una es su peso P1 (debido a su interacción con la Tierra) y la otra es la
fuerza normal y hacia arriba R1 (debida a su interacción con la viga). Conviene no con-
fundir nunca estas dos fuerzas con una pareja acción–reacción, que siempre se ejercen
sobre cuerpos diferentes.
Estática 17
Fres1 P1 R1 0
Y en componentes escalares, dado que solo hay componentes sobre el eje OY, podemos
escribir directamente:
P1 R1 0 → R1 = P1 (1)
En el caso de la viga (2), debemos considerarla como un cuerpo extenso que se encuentra
sometido a las siguientes fuerzas: R A (reacción del apoyo A), N1 o fuerza normal que ejer-
ce la máquina sobre la viga, P2 (peso de la viga, aplicado en su centro de gravedad) y
RB (reacción del apoyo B).
RA –N1 – P2 + RB = 0 → RA + RB = N1 + P2 (2)
La segunda ecuación, solo tiene componentes según el eje OZ y tomando como centro de
momentos el extremo izquierdo de la viga, se podrá expresar como:
Estática 18
L
d N1 P2
0·RA –d·N1 – (L/2)·P2 + L·RB = 0 → RB 2 (3)
L
Si tenemos en cuenta que por ser pareja acción-reacción N1 = R1 y la ecuación (1) donde
R1 = P1, concluimos que N1 tiene el mismo módulo que P1 (aunque, por supuesto, son
fuerzas distintas), y con las ecuaciones (2) y (3) anteriores, se llega fácilmente a que:
L 12
d P1 P2 3 5 10 4 9600
RB 2 (4) y sustituyendo: RB 2 = 17.300 N
L 12
d P 3 9600
RA P1 1 2 (5) y sustituyendo: RA 5 10 4 1 = 42.300 N
L 2 12 2
a) 100 N
b) 200 N
c) 240 N
d) 300 N
Estática 19
Antes de actuar la fuerza F , el bloque interacciona únicamente con la Tierra y con la
superficie, tal y como se observa en la figura siguiente:
Interacción bloque-Tierra: P P' → P P'
Interacción bloque-superficie: N R → N R
Fuerza resultante sobre el bloque: Fres P R 0
Luego: P R N → P N → N mg
En el esquema de la izquierda, la fuerza P ' en
realidad estaría situada en el centro de la Tierra y
la fuerza N o fuerza que el bloque ejerce sobre la
superficie, debería haberse dibujado en la misma
línea que las otras, pero se ha desplazado hacia la
izquierda para facilitar la visión de todas las fuer-
zas que actúan. Conviene recordar que La fuerza
que el bloque ejerce sobre la superficie no es el
peso del bloque (aunque en la situación represen-
tada, sus módulos coincidan).
Sabemos que la fuerza de rozamiento entre el bloque y la superficie puede tomar infinitos
valores entre 0 y un valor máximo dado por Fr max N siendo N el valor de la fuerza
normal que el bloque ejerce sobre la superficie (o bien: Fr max R ya que N y R, por ser
pareja de acción y reacción, siempre serán iguales). Si al ejercer la fuerza F que se indica
en el enunciado, el bloque no se mueve, habrá que concluir que para que se conserve el
equilibrio, sobre el bloque actúa una fuerza de rozamiento igual y sentido contrario a F .
Por tanto, para resolver este ejercicio tendremos que calcular primero el valor máximo
que puede tomar la fuerza de rozamiento ya que solo cuando F tome un valor mayor, se
podrá romper el equilibrio y el bloque acelerará en el mismo sentido que F .
Estática 20
Sabemos que Fr max = µ·N y que en este caso, como ya hemos visto, N = mg
Así pues, el valor máximo de la fuerza de rozamiento, en una situación como la descrita
en este ejercicio, nos informa del valor mínimo que ha de tener la fuerza exterior F para
que, a partir de cualquier valor superior a este, se rompa el equilibrio y el bloque acelere.
El valor mínimo que deberá tener el coeficiente de rozamiento entre el bloque y la super-
ficie, para que se mantenga el equilibrio, será aquel que corresponda a cuando la fuerza de
rozamiento presente su valor máximo.
Estática 21
Y en componentes:
Teniendo en cuenta ahora que Fr max = µ·R nos queda que para la situación considerada:
F 250
F = µ·mg → y sustituyendo: 0'5
mg 50 10
¿Qué pasaría si, a igualdad de todos los restantes factores, el coeficiente de rozamiento
entre el bloque y la superficie fuese 0’4, es decir, menor que el valor mínimo hallado?
En ese caso, el valor de F (250 N) superaría al valor máximo que podría tomar la fuerza de
rozamiento (200 N) y el bloque aceleraría hacia la derecha rompiéndose el equilibrio.
En este caso, la fuerza F (de 250 N) sería inferior al valor máximo de la fuerza de roza-
miento (300 N) por lo que la fuerza de rozamiento entre el bloque y la superficie no toma-
ría su valor máximo sino 250 N, quedando el bloque en equilibrio estático.
α
Estática 22
Aunque habitualmente en la mayoría de los problemas se incluyen todos los datos necesa-
rios, conviene que, siempre que sea posible y antes de operar con ellos reflexionemos so-
bre cuál es realmente la pregunta que se nos plantea y qué interés puede tener. En este
caso, se trata de una situación muy común en la vida cotidiana (apoyar una escalera contra
una pared) de interés para muchas personas en general y particularmente útil en algunas
profesiones.
En el esquema siguiente se han representado todas las fuerzas que actúan sobre la escale-
ra, que supondremos como una barra homogénea de masa m y longitud L.
De donde: RB = Fr y RA = P
Estática 23
-P·(L/2)·cosα + RB·L·senα = 0.
P mg
tg → tag
2 Fr 2 Fr
De acuerdo con el resultado anterior, el valor mínimo posible del ángulo α corresponderá
a cuando la fuerza de rozamiento tome su valor máximo (dado por µ·R A). Como en este
caso, RA = P = mg, sustituyendo en la expresión anterior, obtenemos que:
mg 1
tg min → tg min
2 mg 2
Por tanto, el valor mínimo que puede tomar α para la situación expuesta viene dado por:
1
min arctg
2
Sustituyendo los valores numéricos, obtenemos αmin = 45º. Si colocamos la escalera for-
mando un ángulo menor, la fuerza de rozamiento requerida supera el valor máximo que
puede tomar y, en consecuencia, la escalera no podrá encontrarse en equilibrio y deslizará.
El resultado literal obtenido también nos muestra que cuanto menor sea el coeficiente de
rozamiento entre la base de la escalera y el suelo, mayor será el valor del ángulo mínimo
requerido para la situación de equilibrio. Conforme µ tiende a 0, el valor mínimo de α
tiende a 90º. Por el contrario, a mayor coeficiente de fricción, menor será el valor de dicho
ángulo mínimo, de forma que cuando µ tiende a ∞, el valor mínimo de α tiende a 0. Fi-
nalmente, permite darnos cuenta de que en la situación planteada, ni la masa de la escale-
ra ni su longitud influyen en el valor de dicho resultado. En este caso, el factor determi-
nante es el coeficiente de fricción.
10. Unos bomberos deben utilizar una escalera de 8 m de longitud y 17’3 kg de masa
apoyándola en una pared vertical y lisa, formando un ángulo de 60º con el suelo hori-
zontal.
Suponiendo que el coeficiente de fricción con el suelo valga 0’4 y considerando el ro-
zamiento con la pared despreciable, argumentad si podría colocarse la escalera sola
en la posición deseada y, en caso afirmativo, calculad hasta que altura máxima sobre
el suelo podría ascender por ella un bombero de 80 kg de masa.
Para que al colocar la escalera en la posición requerida se mantenga en ella, deberán cum-
plirse las condiciones de equilibrio.
Para simplificar, supondremos la escalera como una barra rígida uniforme de longitud L
que apoya en el suelo en el punto A y en la pared en el punto B. Las fuerzas que actúan
sobre ella son, su peso Pe (aplicada en el punto medio), la fuerza normal RB ejercida por
la pared y la fuerza debida a su interacción con el suelo en el punto A (compuesta por la
fuerza normal hacia arriba R A y la fuerza de rozamiento Fr ).
α
Estática 25
Pe
Fr
2tg
Dicho valor máximo viene dado, como sabemos, por la expresión: Fr max N A donde µ
es el coeficiente de rozamiento y NA es el módulo de la fuerza normal que la escalera
ejerce sobre el suelo que, de acuerdo con el principio de acción y reacción, es igual al de
la fuerza normal que el suelo ejerce sobre la escalera R A el cual, como hemos visto coin-
cide con el valor del peso de la escalera Pe.
Por tanto, la escalera sí podrá colocarse en la posición deseada ya que en dicha posición la
fuerza de rozamiento necesaria (49’4 N) no supera el valor máximo que puede tomar la
fuerza de rozamiento entre suelo y escalera (69’2 N).
Estática 26
En principio, cabe esperar que, a igualdad de los restantes factores, cuanto más alto as-
cienda mayor será la fuerza de rozamiento requerida (entre el suelo y la escalera) para
mantener el equilibrio. El problema se reduce ahora a determinar para qué altura h del
bombero, la fuerza de rozamiento alcanza su valor máximo. Esa será la mayor altura per-
mitida, puesto que si ascendiese más, la fuerza de rozamiento requerida para que pueda
darse el equilibrio superaría el valor máximo que puede tomar la fuerza de rozamiento por
deslizamiento entre el suelo y la base de la escalera sobre la que se encuentra.
α
Estática 27
De donde obtenemos:
RB = Fr (3)
RA = Pe + Ne (4)
Los vectores momento de la segunda ecuación solo tendrán componentes según el eje OZ
y tomando como centro de momentos el punto A, se llega a la expresión:
L
RB Lsen Pe cos N e d cos 0
2
L h
Fr Lsen Pe cos Pb cos 0 , de donde despejando Fr, obtenemos:
2 sen
Pe P cos
Fr b h
2 tg L sen 2
Si analizamos el resultado literal obtenido, es fácil darse cuenta de que, además de ser
dimensionalmente homogéneo, se convierte en el resultado anterior en el caso de que P b =
0 (equivalente a que no haya nadie sobre la escalera). También vemos que por el hecho de
subir una persona por la escalera, la fuerza de rozamiento requerida para que pueda darse
el equilibrio, aumenta y que (a igualdad de los restantes factores), a mayor h corresponde
una fuerza de rozamiento mayor. Sin embargo, como sabemos, la fuerza de rozamiento
puede tomar infinitos valores entre 0 y un valor máximo, de modo que si la altura h es
excesiva y el valor de la fuerza de rozamiento requerida para el equilibrio supera dicho
valor máximo, la escalera no aguantará y deslizará haciendo caer al bombero. Este hecho
explica, al menos en parte, que en los extremos de las escaleras se coloquen fundas de
goma con objeto de aumentar el valor de la fuerza de rozamiento máxima y poder subir
hasta arriba del todo con las máximas garantías.
h = 5’1 m.
Si el bombero asciende a una altura superior, se rompe el equilibrio y caerá junto con la
escalera.
Hasta aquí, hemos ignorado el rozamiento de la escalera con la pared en la que se apoya.
Sin embargo se trata de una simplificación y, ahora, podríamos plantearnos qué ocurriría
si lo tuviésemos en cuenta. Lo veremos en el siguiente ejercicio.
11. Una escalera rígida, cuya longitud L es de 5 m, descansa contra una pared de tal
forma que su extremo superior queda a una distancia vertical de 3 m del suelo (tal y
como se observa en la figura). Sabiendo que el coeficiente de fricción entre la escalera
y el suelo vale 0’55, calculad cuanto debería valer como mínimo el coeficiente de fric-
ción entre la escalera y la pared, para que dicha escalera permanezca en equilibrio.
En principio, cabe esperar que cuanto mayor sea el rozamiento de la base de la escalera
con el suelo y a mayor altura se sitúe el extremo que apoya en la pared, menor será el ro-
zamiento mínimo necesario entre la escalera y la pared para que se dé el equilibrio.
Para resolver el problema seguiremos la misma estrategia que en otros anteriores, aplican-
do las condiciones de equilibrio a la escalera, lo que da lugar a las ecuaciones:
Fres RA FrA P RB FrB 0
M res M RA M FrA M P M RB M FrB 0
FrA – RB = 0 → RB = FrA
RA – P + FrB = 0 → RA = P – FrB
Como ya sabemos, el valor mínimo del coeficiente de rozamiento para que se produzca el
equilibrio se da cuando la fuerza de rozamiento toma su valor máximo. Por eso:
RB = µA·RA (1)
RA = P – µB min·RB (2)
L a h a
P RB L Bmin RB L 0 → –P·a + 2RB·h + 2µB min·RB·a = 0 (3)
2 L L L
A P
A partir de las ecuaciones (1) y (2) se obtiene: RB
1 A B min
Pa
Y a partir de la ecuación (3): RB
2 (h Bmin a)
A P Pa
Con lo que, igualando las dos últimas expresiones: =
1 A B min
2 (h Bmin a)
1 2h 1 23
Y despejando, obtenemos finalmente: Bmin → Bmin = 0’32
A a 0'55 4
Analizando el resultado literal obtenido podemos darnos cuenta, por ejemplo, de que
cuanto mayor sea µA menor será el coeficiente de rozamiento mínimo necesario entre la
escalera y la pared (para unos valores de h y de a dados). También puede verse que, para
Estática 30
un valor de µA dado, cuanto mayor sea el cociente h/a (escalera más empinada) menor
será valor µB mínimo necesario para que se den las condiciones de equilibrio (y vicever-
sa). Por otra parte, cabe resaltar la no influencia del peso de la escalera en la situación
planteada.
Si nos fijamos en el resultado numérico, concluimos que cualquier valor inferior al míni-
mo obtenido (por ejemplo, 0’30), haría que el valor máximo posible de la fuerza de roza-
miento fuese inferior al valor real requerido de 0’32·RB y la escalera no podría estar en
equilibrio.
12. ¿Cuánto debe valer como mínimo el coeficiente de rozamiento entra la base de
una escalera y el suelo, para que al apoyarla contra una pared una persona pueda
ascender por ella sin que la escalera resbale?
En cualquier problema, siempre que sea posible, conviene reflexionar previamente, igno-
rar los datos numéricos (si los hay) y pensar sobre qué pasa ahí, qué es lo que se desea
conocer, qué interés puede tener la situación planteada, qué variables intervienen y cómo
pueden influir.
En este caso, nos encontramos ante un enunciado abierto en el que, a propósito, no se han
incluido datos cuantitativos (como suele ser habitual), donde se plantea una situación rela-
tivamente frecuente en la vida cotidiana y de especial interés en algunas profesiones como
pintores, electricistas o bomberos.
Sabemos (o intuimos) que si no hay ninguna fricción o tope entre la base de la escalera y
el suelo, esta caerá sin remedio. Podemos hacer una simulación previa utilizando algunos
objetos sencillos como una regla (escalera), la superficie de una mesa (suelo) y una pared
(o en su defecto una carpeta). Basta colocar la regla con uno de sus extremos en la super-
ficie de la mesa y el otro apoyado contra la pared en distintas posiciones, para comprobar
la influencia del ángulo formado entre la regla y la mesa y concretamente cómo cuanto
menor sea dicho ángulo, más fácilmente resbala nuestra “escalera” o, lo que es equivalen-
te, mayor tendría que ser el coeficiente de rozamiento entre el suelo y la escalera para que
esta permanezca en equilibrio (y viceversa). Podemos incluso pensar en alguna situación
límite como sería el caso de que el ángulo fuese aumentando hasta valer 90º (escalera to-
talmente vertical) donde no se precisaría ningún rozamiento con el suelo, puesto que no
habría ningún momento resultante que indujese a ningún giro de la escalera (aunque en-
tonces la situación sería distinta a la planteada, ya que no apoyaría nada contra la pared).
Para simplificar el problema, vamos a considerar la escalera como una barra homogénea
de masa m y longitud L (en realidad una escalera simple no es sino dos barras largas uni-
das por una serie de travesaños). También supondremos que la fricción con la pared es
nula o despreciable.
me g cos me g
-meg·0’5Lcosα + FrA· Lsenα = 0 → Fr
A
2sen 2tg
Esta será la fuerza de rozamiento entre la base de la escalera y el suelo necesaria para que
la escalera quede en equilibrio. El coeficiente de rozamiento mínimo necesario corres-
Estática 32
ponderá a la situación en la que dicha fuerza de rozamiento tome su valor máximo que,
como ya sabemos, viene dado por:
1
min
2 tg
El resultado anterior, es válido cuando se trata únicamente de una escalera. Sin embargo,
lo habitual es que si se coloca una escalera en esa posición sea para que alguien suba por
ella. Podemos, pues, plantearnos ahora el mismo problema pero incluyendo una persona
de masa m que asciende por dicha escalera (seguiremos suponiendo que la fricción con la
pared es nula).
¿Cuál sería el valor mínimo del coeficiente de rozamiento entre el suelo y la escalera en
esa nueva situación?
El esquema sería el mismo que anteriormente pero incluyendo ahora la fuerza P o peso de
la persona y la fuerza R o fuerza que la escalera ejerce sobre la persona, igual y de sentido
contrario que su pareja N o fuerza que la persona hace sobre la escalera (principio de ac-
ción-reacción: N = - R ). Para una mayor claridad hemos representado por un lado las
fuerzas sobre la persona y por otro las fuerzas sobre la escalera.
α
Estática 33
Cabe esperar que por el hecho de estar la persona sobre la escalera, el valor mínimo del
coeficiente de rozamiento necesario para el equilibrio sea mayor que cuando estaba solo
la escalera, y que aumente según la persona va subiendo por la misma, aunque, a priori, no
sepamos cómo va aumentando. Podemos pensar en algún caso límite que sea obvio. Por
ejemplo: cuando la masa m de la persona sea nula, el resultado deberá convertirse en el
obtenido anteriormente para la escalera sola.
Aplicando las condiciones de equilibrio a la persona (que consideramos como una masa
puntual):
Fres p R P 0 → P R y, como R N → P N → N = mg
RB = FrA (2’)
me g L cos 2 mg dsen me g d mg
FrA → FrA
2 L sen 2 tg L
El valor máximo de la fuerza de rozamiento viene dado por: Fr max A min R A y tenien-
do en cuenta (1’) será: Fr max A min (me g mg) . Sustituyendo en la ecuación anterior y
despejando el coeficiente de rozamiento, obtenemos finalmente:
me dm
2 tg L
min
me m
Estática 34
Si queremos obtener un resultado cuantitativo, basta asignar unos valores a las variables
como, por ejemplo, m = 80 kg, me = 5 kg, L = 3m, α = 45º y d = L y sustituir en la expre-
sión anterior, con lo que se obtiene: µ min = 0’97, como vemos casi el doble que cuando la
escalera estaba sola en la misma posición.
13. Una escalera, de longitud L y masa m, se apoya contra una pared vertical for-
mando un ángulo α = 45º con el suelo horizontal. Sabiendo que el coeficiente de roza-
miento entre el extremo superior de la escalera y la pared vale 0’25, determinad el
valor mínimo que ha de tener el coeficiente de rozamiento entre el extremo inferior y
el suelo para que la escalera permanezca en equilibrio y no resbale.
En el esquema adjunto se han representado las fuerzas que actúan sobre la escalera (supo-
niendo esta como una barra horizontal y homogénea), siendo R A la fuerza que el suelo
hace sobre la escalera, FrA la fuerza de rozamiento entre el suelo y la base de la escalera,
Pe el peso de la escalera, R B la fuerza que ejerce la pared sobre el extremo superior de la
escalera, FrB la fuerza de rozamiento entre pared y escalera, y α el ángulo de 45º entre la
escalera y el suelo horizontal.
α
Estática 35
FrA – RB = 0 → RB = FrA
RA = Pe - µB·RB
RB = µA min·RA
A Pe
Sustituyendo la expresión de RA en la segunda es fácil obtener: RB min
(1)
(1 A B )
L
Pe cos RB L sen B RB L cos 0 . Dividiendo por L·cosα queda:
2
Pe Pe
RB tg B RB 0 → RB (2)
2 2 (tg B )
Igualando las ecuaciones (1) y (2) podemos obtener finalmente el valor de µ A min
A Pe Pe 1
min
= → A
(1 A B ) 2 (tg B ) min
2tg B
min
1
Sustituyendo los valores correspondientes: A 0'44
2tg 45º 0'25
Estática 36
Si analizamos el resultado literal anterior, es fácil darse cuenta de que el valor mínimo
necesario del coeficiente de rozamiento entre la escalera y el suelo dependerá del ángulo
α, pero también del rozamiento entre la escalera y la pared, de forma que cuando estos
aumenten también aumentará el valor mínimo de µ A requerido para que se produzca el
equilibrio. También vemos que, en el caso particular de que µ B valiese 0, el resultado se
transforma en otro ya conocido (ved problema anterior) aumentando µA de 0’44 a 0’5.
El problema podría continuar preguntándonos ahora sobre cuanto debería valer µA si man-
teniendo los datos anteriores añadiésemos el caso de una persona (por ejemplo de 80 kg
de masa) que asciende por la escalera hasta arriba. En esta nueva situación, sin embargo,
conviene renunciar a obtener un resultado literal como hemos hecho antes, ya que con este
nuevo dato, las ecuaciones se alargan y resultaría excesivamente farragoso.
14. Una esfera de 2 kg se sujeta mediante un hilo (que, para simplificar, considerare-
mos inextensible y de masa despreciable) de modo que al aplicar una fuerza F sobre
ella, permanece en equilibrio en la situación representada en la figura.
La esfera (que podemos considerar puntual), se encuentra bajo la acción de las fuerzas
representadas en la figura (la fuerza F aplicada, su peso P y la tensión T del hilo engan-
chado al techo por el otro extremo).
X
Z
Estática 37
En las condiciones enunciadas, cabe esperar que el valor de la fuerza F necesaria para
mantener el equilibrio, sea mayor (siempre a igualdad de los restantes factores influyen-
tes) cuanto mayor sea la masa de la esfera que pende del hilo y cuanto más se aproxime a
90º el ángulo α entre el hilo tenso y la vertical, existiendo un caso límite obvio, corres-
pondiente a la situación en la que α = 0 (la esfera cuelga en la vertical) para el cual el va-
lor de F debería ser 0 cualquiera que fuese el peso de la esfera.
Para calcular el valor de F , aplicaremos a la esfera la condición de equilibrio:
Fres F P T 0
F P tg → F mg tg
Si analizamos el resultado literal anterior, es fácil darse cuenta de que cumple las hipóte-
sis de partida y que F aumenta cuanto mayor sea la masa de la esfera y más se aproxime α
a 90º. Dicho resultado contempla también el caso límite de F = 0 para α = 0.
Para calcular la tensión del hilo, basta con utilizar cualquiera de las dos ecuaciones ante-
riores (1) o (2) y despejar T.
P 20
De la ecuación (2) obtenemos que T y sustituyendo T = 23’09 N
cos cos 30º
Como podemos ver, a diferencia de lo que sucedía en el ejercicio anterior, la fuerza peso
P y la fuerza F no actúan ahora sobre el mismo punto y, por otra parte, debido a la exis-
tencia de la articulación, desconocemos “a priori” la dirección exacta de la fuerza R que
el techo ejerce sobre la barra (igual y de sentido contrario a la que ejerce la barra sobre el
Estática 39
techo). Sin embargo, cabe esperar que el valor de F necesario para mantener el equilibrio
en la situación mostrada en la figura, dependa de los valores de P y del ángulo α de igual
forma que en el ejercicio anterior y que cuanto mayor sea el peso (en este caso de la barra)
y más se acerque α a 90º, mayor deberá ser F.
F = -Rx (1)
P = Ry (2)
La segunda, planteada tomando como centro de momentos el punto de aplicación de R ,
queda como:
mg tg
F
2
20 tg 30º
Sustituyendo valores: F = = 5’77 N
2
El resultado muestra también que, tal y como habíamos supuesto, en este caso la fuerza
ejercida por el techo no tiene la misma dirección que la barra.
Estática 40
P cos 30º
T1 PA B
2 sen 67º
Finalmente, solo tenemos que utilizar las ecuaciones (2) y (3) para hallar R x y Ry y luego
ya podemos determinar el módulo y la dirección.
Calculad la fuerza ejercida por la tabla sobre cada uno de los pilares
Se trata este de un problema que conecta con una situación frecuente en piscinas en las
que hay un dispositivo similar al propuesto en el enunciado y en la que, obviamente, in-
teresa tener en cuenta las fuerzas que se ejercen tanto sobre la tabla como sobre los sopor-
tes a los cuales se sujeta. De acuerdo con el enunciado nos vamos a limitar a considerar la
situación de equilibrio expuesta en la que el saltador se halla en reposo en el extremo de
la tabla.
Sobre el saltador actúan la fuerza peso Ps y la fuerza R s que la tabla ejerce sobre él ver-
ticalmente hacia arriba, tal y como se observa en el esquema siguiente (en el que conside-
ramos el saltador como una masa puntual):
Sobre la tabla actúan la fuerza N s vertical y hacia abajo, ejercida por el saltador (pareja
acción-reacción de R s ), el peso Pt de la tabla (con origen en el centro de la misma) y las
fuerzas que sobre ella ejercen los apoyos A y B (que designaremos como FA y FB ).
Estática 43
En cuanto a las fuerzas FA y FB , sabemos que ambas son perpendiculares a la superficie
de contacto pero, a priori, desconocemos su sentido. ¿Cómo podríamos averiguarlo?
Para conocer en qué sentido actúa cada una de las fuerzas de los apoyos, basta con realizar
unos pequeños razonamientos:
¿Qué ocurre si tomamos como centro de momentos el punto de enganche con el pilar B?
De acuerdo con los párrafos anteriores, las fuerzas que actúan sobre la tabla, podemos
representarlas mediante un esquema como el siguiente:
Estática 44
Y en componentes: Rs – Ps = 0 → Rs = Ps (1)
FA FB Pt N s 0
M FA M FB M Pt M N s 0
Si ahora hacemos lo mismo con la segunda tomando como centro de momentos el engan-
che de la tabla con el pilar A (extremo izquierdo), obtenemos:
Pt
Ps L
FB
2
d
Pt Pt
Ps L Ps L
-FA +
2 –P –P =0 → F 2 P P
t s A t s
d d
Las fuerzas que hemos calculado son las que ejerce la parte superior de cada pilar sobre la
tabla que, de acuerdo con el principio de acción y reacción, serán de igual módulo y de
sentido contrario a las ejercidas por la tabla sobre dichos pilares.
Vemos, pues, que la fuerza sobre el pilar A es sensiblemente menor que sobre el B. Este
sería un dato a contemplar en la construcción de un trampolín como el aquí descrito.
Para que se produzca una situación de equilibrio estático del sistema (cascanueces + nuez)
en el momento de romperse la nuez, será necesario que las dos fuerzas exteriores actuan-
tes sobre el cascanueces tengan igual módulo (simbolizado por F1 en la figura del enun-
ciado), la misma dirección y sentidos opuestos (para que la resultante sea nula). Además,
los vectores representativos de dichas fuerzas deberán encontrarse sobre la misma recta de
aplicación (para que el momento resultante sea nulo).
Si queremos relacionar la fuerza F1 con la fuerza que se ejerce sobre la nuez, conviene
descomponer el sistema inicial en cuatro: las dos barras, la nuez y el eje, analizando las
fuerzas que actúan sobre cada uno de ellos. Con objeto de simplificar, nos limitaremos a
trabajar con los módulos de dichas fuerzas designado igual a los que tengan el mismo va-
lor y utilizando el mismo color para los pares acción-reacción, con independencia del
cuerpo sobre el que actuen. También supondremos pesos despreciables.
Sobre la nuez, la barra superior ejerce una fuerza vertical y hacia abajo, de módulo F2
igual y de sentido contrario a la que ejerce la nuez sobre dicha barra (par acción-reacción).
La situación correspondiente a la interacción entre la barra inferior y la nuez es simétrica a
la anterior; en este caso, la barra ejerce sobre la nuez una fuerza vertical y hacia arriba, de
módulo F2, igual y de sentido contrario a la que ejerce la nuez sobre dicha barra (par ac-
ción-reacción). En la figura siguiente se han representado las fuerzas sobre la nuez me-
diante vectores, simbolizando sus módulos como F2 (en distinto color). Para mayor clari-
Estática 46
dad los vectores se han dibujado ligeramente separados pero en la realidad, para que solo
produzcan el efecto de ruptura, han de estar ambos sobre la misma recta.
Sobre el eje, la situación es similar a la anterior y para que no se produzca efecto alguno,
se deberá cumplir que las dos fuerzas que actúan sobre el mismo (ejercidas por los extre-
mos de las barras en contacto con él) sean iguales y de sentidos contrarios.
Sobre la barra de la figura actúan tres fuerzas: la ejercida por la mano (de módulo F1), la
ejercida por la nuez (de módulo F2) y la que ejerce el eje (de módulo F3). En la barra infe-
rior (no representada) las fuerzas son las mismas pero de sentido contrario
Estática 47
Aplicando ahora las condiciones de equilibrio a la barra superior (ya en componentes es-
calares y tomando el eje como centro de momentos) y llamando “L” a la longitud total de
la barra (15 cm) y “d” a la distancia entre el punto de aplicación de F2 y el eje (3 cm), se
tiene que:
-F1 + F2 – F3 = 0 (1)
d
Despejando F1 de la ecuación (2): F1 F2
L
0'03
Y sustituyendo valores: F1 50 → F1 = 10 N
0'15
Con este cascanueces, cualquier fuerza mayor de 10 N será suficiente para romper la nuez,
puesto que nos proporcionaría valores de F2 superiores al mínimo de 50 N necesario. La
utilidad de este aparato se basa, pues, en la posibilidad que nos ofrece de mediante peque-
ñas fuerzas ejercidas sobre el mismo, conseguir la fuerza necesaria para romper la nuez
(en este caso, mediante una fuerza cinco veces menor que la mínima necesaria de 50 N).
Constituye un ejemplo de máquina simple denominada “palanca de segundo género”.
Datos: Se supone barra homogénea y que el centro de gravedad del objeto (que po-
demos considerar puntual), está prácticamente sobre el extremo libre de la barra.
Estática 48
La situación planteada en este caso es similar a lo que ocurre cuando se desea aguantar un
peso de forma que el brazo y antebrazo (unidos por la articulación del codo) formen entre
sí un ángulo recto, para lo cual el músculo del bíceps ha de ejercer una fuerza hacia arriba.
Para calcular la fuerza que demanda descompondremos el sistema en dos (por un parte el
objeto y por otra la barra horizontal).
Sobre el objeto actúa la fuerza peso (vertical y hacia abajo) ejercida por la Tierra y la
fuerza que le hace la barra (vertical y hacia arriba), tal y como se observa en la figura ad-
junta.
Aplicando la condición de equilibrio Fres 0 obtenemos que:
R P2 0
R – P2 = 0 → R = P2 = m2·g = 8·10 = 80 N
Sobre la barra actúan la fuerza FB vertical y hacia arriba (que hemos de hallar), la fuerza
peso P1 con origen en su centro (vertical y hacia abajo), la fuerza N ejercida por el objeto
sobre el extremo libre de la barra (vertical y hacia abajo) y la fuerza FA que ejerce la arti-
culación sobre su extremo izquierdo (también vertical y hacia abajo).
Estática 49
Conviene observar que FA tiene necesariamente el mismo sentido que P1 y que N puesto
que si, por ejemplo, tomásemos como centro de momentos el punto B, sería el único mo-
do de que el momento resultante sobre la barra pudiera ser nulo. En efecto: con ese punto
como centro de momentos, el momento de la fuerza FB sería 0 (puesto que está aplicada
en ese mismo punto) y los momentos de las fuerzas P1 y N harían girar a la barra en el
sentido de las agujas del reloj (alrededor de B), mientras que el momento de FA la haría
girar en sentido contrario.
Para determinar FB nos interesará aplicar las condiciones de equilibrio a la barra.
Aplicando la condición de equilibrio Fres 0 obtenemos que:
FA FB P1 N 0
-FA + FB – P1 – P2 = 0 (1)
Aplicando ahora la condición de equilibrio M res 0 (tomando como centro de momentos
el punto A), resulta:
M FB M P1 M N 0
Para obtener FB, basta con despejar en esta última ecuación, con lo que:
P1
P2 L
FB
2
Y sustituyendo los valores correspondientes:
d
20
80 0'4
FB
2
= 720 N
0'05
Vale la pena fijarse que en la posición indicada para aguantar una pesa de 80 N el bíceps
(suponiendo que solo actué este músculo) debería estar haciendo una fuerza de 720 N
(nueve veces mayor).
Otro dato de interés es la fuerza que se ejerce en la articulación del codo. Para conocerla,
basta con despejar en la ecuación (1) anterior:
En el sistema formado por la barra y el resorte, el que este último se alargue más o menos
respecto de su longitud inicial (que denominaremos como d 0) cabe esperar que dependa
del peso de la barra y también de la constante elástica del resorte, de modo que cuanto
mayor sea el peso y menor la constante elástica, mayor será el alargamiento Δd experi-
mentado. Podemos pensar también en algún caso límite obvio como, por ejemplo, que si
el peso de la barra fuese nulo no habría ningún alargamiento del resorte.
Estática 51
Además del peso P de la barra con origen en su punto medio (se supone una barra homo-
génea), actúan la fuerza elástica Fe del resorte que tira de su extremo derecho vertical-
mente hacia arriba y la fuerza de reacción R del techo que actúa en la articulación sobre el
extremo izquierdo de la barra y cuya dirección, a priori, ignoramos.
En el equilibrio, se cumple:
Fres 0 R P Fe 0
M res 0 M R M P M Fe 0
Ry – P + Fe = 0 → Ry = P – Fe
De acuerdo con la ley de Hooke, el módulo de la fuerza elástica viene dado por: Fe = K·Δd
en donde K es la constante elástica del muelle o resorte e Δd su deformación (en valor
absoluto) respecto a su longitud inicial (que, en este caso, denominamos como d 0). Susti-
tuyendo en la última ecuación:
Estática 52
P
– 0’5·P + K·Δd = 0 → Δd y operando: Δd = 0’25 m
2K
Si analizamos el resultado literal obtenido nos damos cuenta rápidamente de que, además
de ser dimensionalmente homogéneo, contempla las hipótesis de partida y, efectivamente,
la deformación del resorte aumenta con el valor del peso de la barra y disminuye cuanto
mayor sea la constante elástica. También recoge el caso límite de alargamiento nulo si el
peso de la barra también fuese nulo.
En cuanto al resto de magnitudes buscadas, para calcular R bastará con sustituir en la
expresión de Ry, con lo que se obtiene:
Ry = P – Fe = mg - K·Δd = 20·10 – 400·0’25 = 100 N y como Rx = 0 → R = (0 , 100 ) N.
d 0 Δd d Δd 1'25
sen → arcsen 0 y sustituyendo: arcsen → φ = 18’2º
L L 4
Naturalmente, estos resultados son válidos en tanto en cuanto podamos considerar la barra
como la hipotenusa de un triángulo rectángulo uno de cuyos catetos sea el resorte alargado
(tal y como hemos hecho aquí).
En el esquema siguiente F es la fuerza que la pared ejerce sobre la articulación (reacción
en la articulación) la cual hemos dibujado de forma aleatoria ya que, en principio, desco-
nocemos su dirección exacta; N es la fuerza normal que el disco ejerce sobre la barra (na-
Estática 53
turalmente, la barra ejercerá otra igual y de sentido contrario sobre el disco); Pb representa
el peso de la barra (cuyo punto de aplicación, coincide con el punto medio de la barra) y,
finalmente la tensión del cable T o fuerza que este ejerce sobre el extremo superior de la
barra.
Para expresar el momento resultante en componentes, tendremos en cuenta que solo existe
componente según el eje Z de coordenadas y tomaremos como centro de momentos el
extremo inferior (articulación) de la barra. Para calcular cada uno de esos momentos, de-
signaremos como dN la distancia del punto de aplicación de la fuerza N al centro de mo-
mentos (en principio, desconocida), como L a la longitud total de la barra y como α al
ángulo formado (por el camino más corto) entre la fuerza T y la dirección de la barra,
con lo que:
Basta un sencillo análisis de la figura para darse cuenta rápidamente que, tal y como se
muestra en la figura siguiente, α = 80º (puesto que 40º + 60º + α = 180º)
En cambio, el cálculo de la distancia d N es algo más laborioso. Para llevarlo a cabo, nos
ayudaremos del siguiente esquema ampliado:
r (1 cos30º ) P ·L
N sen 90º b sen 150º T L sen 80º 0 (3)
sen 30º 2
Solo mediante la ecuación anterior es imposible calcular el valor de T que se nos pide en
el enunciado del problema puesto que desconocemos N. ¿Cómo podríamos calcular N?
Obviamente, no podemos hacerlo con las ecuaciones (1) y (2), luego tendremos que bus-
car otra estrategia. Recordemos que N representa el valor de la fuerza que actúa sobre la
barra debido a su interacción con el disco y que dicho valor coincide con R B correspon-
diente a la fuerza que la barra ejerce sobre el disco. Por tanto, una posible estrategia será
tratar de obtener RB aplicando la condición de equilibrio al disco.
Sobre el disco actúa la fuerza peso Pd con origen en su centro (se supone homogéneo), la
fuerza de reacción de la pared (que hemos denominado R A ) y la fuerza de reacción de la
barra (que hemos designado como R B ) que, de acuerdo con el principio de acción-
reacción, es igual y de sentido contrario a la fuerza N anteriormente considerada,
Aplicando al disco la condición de equilibrio Fres 0 , tenemos: R A RB Pd 0
Expresando la ecuación anterior en componentes:
RA – RB·cos30º = 0 → RA = RB·cos30º
Pd
RB·sen30º -Pd = 0 → R B
sen30º
Estática 56
Pd
N (4) → N = 50/0’5 = 100 N
sen30º
Con esta última ecuación ya podemos resolver el problema. En efecto, para calcular el
valor de la tensión del cable basta sustituir la expresión de N que acabamos de obtener en
la ecuación (3) y despejar T:
Pd r (1 cos30º ) P ·L
sen 90º b sen 150º T L sen 80º 0 →
sen30º sen 30º 2
Pd r (1 cos30º ) P ·L
sen 90º b sen 150º
sen30º sen 30º 2
T
L sen 80º
Con los valores de N y T obtenidos, resulta sencillo calcular ahora la reacción F en la
articulación, sin más que sustituir en las ecuaciones (1) y (2) anteriores. En efecto:
Fx = -30’87 N
Por tanto: F (30'87 , 103'23) N
Estática 57
Sabiendo que la barra tiene una masa de 100 kg, calculad el valor de la tensión del
tirante y el de la fuerza que se realiza sobre la barra en la articulación.
M res M F M P M T1 M T2 0
Fy -P-T1·sen30º-T2·sen20º = 0 (2)
Ahora sustituyendo el valor de T1 obtenido en las ecuaciones (1) y (2) podemos hallar las
componentes Fx y Fy de la fuerza ejercida sobre la barra en la articulación:
Y su dirección:
Fx 4263'3
cos 0'476 → α = 61’6º
F 8963
Estática 59
PROBLEMAS COMPLEMENTARIOS
1. Calculad qué valor debe tener fuerza exterior aplicada F en la situación mostrada
en la figura adjunta para que la barra, de 20 kg de masa, permanezca horizontal.
Rdo. F = 350 N
Rdo. 2’9 m
Rdo. 0’378
Estática 60
Notas:
En todo el tema con objeto de simplificar hemos considerado como valor de la intensidad del cam-
po gravitatorio g = 10 N/kg
Hemos supuesto que quienes trabajen los contenidos ya dominan el cálculo vectorial pertinente. En
caso necesario se puede consultar el anexo sobre vectores al final del libro de problemas de Física