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Prueba de Lenguaje

1.- Un crítico de cine decide escribir en una plataforma en Internet su opinión


acerca de una película que se acaba de estrenar. Entre los argumentos que
defienden la calidad de la película, ¿cuál de los siguientes NO es pertinente?
A. El talento de los actores.
B. La enseñanza de su trama.
C. La vida personal del director.
D. El uso innovador de la tecnología.
2.- Un periodista debe escribir un reportaje acerca de las proyecciones de la
selección chilena de jockey en el próximo mundial. ¿Qué tipo de texto debe leer
para realizar esta tarea?
A. Las biografías de los principales exponentes del jockey.
B. Mapas turísticos de los lugares donde jugará la selección.
C. Instructivos que ayuden a mejorar la técnica en ese deporte.
D. Estadísticas de los partidos jugados de las selecciones del mundial.

Lee el siguiente texto y luego responda las preguntas 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12,
13, 14, 15 y 16
En una lejana ciudad nació en cierta ocasión un niño que era transparente. Se
podía ver a través de sus miembros como se ve a través del aire y del agua. Era
de carne y hueso y parecía de vidrio, y si se caía no se rompía en mil pedazos,
sino que, como máximo, se hacía un chichón en la frente.
Se veía latir su corazón y se veían sus pensamientos, inquietos como los peces de
colores en su pecera. Una vez el niño dijo una mentira, por equivocación, y la
gente vio inmediatamente algo como una bolita de fuego a través de su frente; dijo
la verdad, y la bolita de fuego desapareció. Durante el resto de su vida no volvió a
decir más mentiras.
En otra ocasión, un amigo le confió un secreto y todos vieron inmediatamente algo
como una bolita negra que giraba ininterrumpidamente dentro de su pecho, y el
secreto dejó de serlo.
El niño creció, se hizo un muchachote, luego hombre, y todos podían leer sus
pensamientos, y cuando se le hacía una pregunta adivinaban su respuesta antes
de que abriera la boca.
Se llamaba Jaime, pero la gente le llamaba Jaime de Cristal, y lo apreciaban por
su lealtad, y a su lado todos se volvían amables.
Desgraciadamente, un día subió al gobierno de aquel país un feroz dictador y
comenzó entonces un período de opresiones, de injusticias y de miseria para el
pueblo. El que osaba protestar desaparecía sin dejar huella. El que se rebelaba
era fusilado. Los pobres eran perseguidos, humillados y ofendidos de cien
maneras. La gente callaba y aguantaba, temerosa de las consecuencias.
Pero Jaime no podía callar. Aunque no abriese la boca, sus pensamientos
hablaban por él: era transparente y todos leían en su frente sus pensamientos de
desdén y de condena a las injusticias y violencias del tirano. Luego, a escondidas,
la gente comentaba los pensamientos de Jaime y así renacía en ellos la
esperanza.
El tirano hizo detener a Jaime de Cristal y ordenó que lo encerraran en la más
oscura de las prisiones.
Pero entonces sucedió algo extraordinario. Las paredes de la celda en que había
sido encerrado Jaime se volvieron transparentes, y luego también las paredes del
edificio, y finalmente también los muros exteriores de la prisión. La gente que
pasaba cerca de la cárcel veía a Jaime sentado en su taburete, como si la prisión
fuese también de cristal, y continuaban leyendo sus pensamientos. Por la noche la
prisión esparcía a su alrededor una gran luminosidad y el tirano hacía cerrar todas
las cortinas de su palacio para no verla, pero ni así conseguía dormir. Incluso
estando encarcelado, Jaime de Cristal era más poderoso que él, porque la verdad
es más poderosa que cualquier otra cosa, más luminosa que el día, más terrible
que un huracán.
Gianni Rodari. “Jaime de cristal”. Cuentos por teléfono.

3.- ¿Quién narra el relato?


A. Un narrador testigo. B. Un narrador omnisciente.
C. Un narrador protagonista. D. Un narrador de conocimiento relativo.

4.- ¿Por qué el dictador encerró a Juan?


A. Porque no era capaz de guardar secretos en su interior.
B. Porque todo el pueblo recurría a él para quejarse del tirano.
C. Porque no podía esconder sus pensamientos acerca del tirano.
D. Porque le molestaba la luz que se proyectaba en todo lo que rodeaba a Juan.

5.- ¿Quién es el antagonista del texto?


A. Juan. B. La luz. C. El tirano. D. La verdad.

6.- ¿Qué tipo de disposición presenta el texto?


A. Ab ovo. B. Prolepsis. C. Analepsis. D. In extrema res.

7.- Después de que el tirano tomó el poder, ¿cómo era el ambiente psicológico del
relato?
A. Luminoso, certero y veraz. B. Injusto, miserable y oprimido.
C. Extraño, restringido y oscuro. D. Transparente, calmado y claro.

8.- ¿A qué tipo de mundo narrativo corresponde el relato?


A. Realista. B. Fantástico. C. Fantasioso. D. Maravilloso.
9.- ¿Cuál es el sujeto de la oración “Una vez el niño dijo una mentira, por
equivocación”?
A. “el niño”. B. “Una vez”. C. “una mentira”. D. “por equivocación”

10.- En la oración: “Desgraciadamente, un día subió al gobierno de aquel país un


feroz dictador”, ¿por qué el verbo destacado se encuentra en pretérito perfecto?
A. Porque la acción indicada por el verbo sucedió en el pasado.
B. Porque la acción indicada por el verbo sucederá en el futuro.
C. Porque la acción indicada por el verbo ya había sucedido antes en el pasado.
D. Porque la acción indicada por el verbo comenzó en el pasado y sigue
sucediendo.

11.- ¿Por qué la palabra cristal no lleva tilde?


A. Porque es una palabra esdrújula que nunca lleva tilde.
B. Porque es una palabra aguda que no termina en n, s o vocal.
C. Porque es una palabra grave que no termina en n, s o vocal.
D. Porque es una excepción a las reglas generales de acentuación.

12.- En el enunciado: “comenzó entonces un período de opresiones, de injusticias


y de miseria para el pueblo”, ¿por qué debe ir la coma utilizada?
A. Porque se enumera distintos elementos.
B. Porque se divide la condición de su causa.
C. Porque se divide un inciso del resto de la oración.
D. Porque se separa un vocativo de la idea expresada.

13.- En el fragmento: “Pero Jaime no podía callar. Aunque no abriese la boca, sus
pensamientos hablaban por él”, ¿a qué se refiere la palabra destacada?
A. A “callar”. B. A “podía”. C. A “Jaime”. D. A “pensamientos”.

14.- ¿Qué registro usarían las personas del cuento para hablar con el tirano?
A. Real. B. Formal. C. Informal. D. Coloquial.

15.- En la oración: “Aunque no abriese la boca, sus pensamientos hablaban por


él”, ¿qué tipo de relación entre las ideas expresa la palabra Aunque?
A. De causa. B. De adición. C. De oposición. D. De consecuencia.

16.- En la oración: “si se caía no se rompía en mil pedazos”, ¿cuál es el participio


del verbo destacado?
A. Roto. B. Romper. C. Rompido. D. Rompiendo.
Lee el siguiente poema y luego responda las preguntas 17, 18, 19, 20, 21, 22, 23,
24, 25 y 26
Romance de la luna, luna
La luna vino a la fragua
con su polisón de nardos.
El niño la mira, mira.
El niño la está mirando.

En el aire conmovido
mueve la luna sus brazos
y enseña, lúbrica y pura,
sus senos de duro estaño.

Huye luna, luna, luna.


Si vinieran los gitanos,
harían con tu corazón
collares y anillos blancos.

Niño, déjame que baile.


Cuando vengan los gitanos,
te encontrarán sobre el yunque
con los ojillos cerrados.

Huye luna, luna, luna,


que ya siento sus caballos.

Niño, déjame, no pises


mi blancor almidonado.

El jinete se acercaba
tocando el tambor del llano.
Dentro de la fragua el niño,
tiene los ojos cerrados.

Por el olivar venían,


bronce y sueño, los gitanos.
Las cabezas levantadas
y los ojos entornados.
Cómo canta la zumaya,
¡ay, cómo canta en el árbol!
Por el cielo va la luna
con un niño de la mano.

Dentro de la fragua lloran,


dando gritos, los gitanos.
El aire la vela, vela.
El aire la está velando.
Federico García Lorca Romancero gitano. Santiago, Chile: Quimantú 1972.
17
¿Qué figura retórica se encuentra presente en los versos: “El niño la mira, mira. /El
niño la está mirando”?
A.
Anáfora.
B.
Metáfora.
C.
Hipérbole.
D.
Hipérbaton.
18
¿Qué figura retórica se encuentra presente en los versos: “Niño, déjame, no
pises/mi blancor almidonado”?
A.
Anáfora.
B.
Metáfora.
C.
Hipérbole.
D.
Hipérbaton.
19
¿Qué sentido tiene la repetición de palabras a lo largo del poema?
A.
Ayuda a la formación de metáforas.
B.
Hace que el lector quiera volver al leer el poema.
C.
Implica una preocupación por la forma del lenguaje
D.
Permite que el poema se asemeje al lenguaje cotidiano.
20
¿Qué sentimiento del hablante predomina en el poema?
A.
Tristeza.
B.
Soledad.
C.
Meditación.
D.
Preocupación.
21
¿Cuál es el motivo lírico del poema?
A.
La luna.
B.
El niño.
C.
El romance.
D.
Los gitanos.
22
¿Cuántas sinalefas presenta la primera estrofa?
A.
0.
B.
1.
C.
2.
D.
3.
23
¿Qué tipo de rima presentan los versos impares del poema?
A.
Libre.
B.
Asonante.
C.
Disonante.
D.
Consonante.
24
Este poema es un romance porque:
A.
tiene un tema romántico y verso libre.
B.
tiene diez versos por estrofa y rima consonante.
C.
tiene un tema romántico y versos de diez sílabas.
D.
tiene versos de ocho sílabas y rima asonante en los pares.
25
En el verso: “Niño, déjame que baile”, ¿qué función cumple la coma?
A.
Separar oraciones yuxtapuestas.
B.
Cambiar el sentido del enunciado.
C.
Separar el vocativo del enunciado.
D.
Separar una frase explicativa de la oración.
26
En los versos: “Cuando vengan los gitanos, /te encontrarán sobre el yunque/con
los ojillos cerrados”, ¿en qué tiempo verbal se encuentra el verbo destacado?
A.
En futuro.
B.
En pretérito.
C.
En presente.
D.
En condicional.
Lee el siguiente texto y luego responda las preguntas 27, 28, 29, 30 y 31
La banda de lunares
Me vestí a toda prisa, y a los pocos minutos estaba listo para acompañar a
mi amigo a la sala de estar. Una dama vestida de negro y con el rostro cubierto
por un espeso velo estaba sentada junto a la ventana y se levantó al entrar
nosotros.
—Buenos días, señora —dijo Holmes animadamente—. Me llamo Sherlock
Holmes. Este es mi íntimo amigo y colaborador, el doctor Watson, ante el cual
puede hablar con tanta libertad como ante mí mismo. Ajá, me alegro de comprobar
que la señora Hudson ha tenido el buen sentido de encender el fuego. Por favor,
acérquese a él y pediré que le traigan una taza de chocolate, pues veo que está
usted temblando.
—No es el frío lo que me hace temblar —dijo la mujer en voz baja,
cambiando de asiento como se le sugería.
—¿Qué es, entonces?
—El miedo, señor Holmes. El terror —al hablar, alzó su velo y pudimos ver
que efectivamente se encontraba en un lamentable estado de agitación, con la
cara gris y desencajada, los ojos inquietos y asustados, como los de un animal
acosado. Sus rasgos y su figura correspondían a una mujer de treinta años, pero
su cabello presentaba prematuras mechas grises, y su expresión denotaba fatiga y
agobio. Sherlock Holmes la examinó de arriba a abajo con una de sus miradas
rápidas que lo veían todo.
—No debe usted tener miedo —dijo en tono consolador, inclinándose hacia
delante y palmeándole el antebrazo—. Pronto lo arreglaremos todo, no le quepa
duda. Veo que ha venido usted en tren esta mañana.
—¿Es que me conoce usted?
—No, pero estoy viendo la mitad de un billete de vuelta en la palma de su
guante izquierdo. Ha salido usted muy temprano, y todavía ha tenido que hacer un
largo trayecto en coche descubierto, por caminos accidentados, antes de llegar a
la estación.
La dama se estremeció violentamente y se quedó mirando con asombro a
mi compañero.
—No hay misterio alguno, querida señora —explicó Holmes sonriendo—.
La manga izquierda de su chaqueta tiene salpicaduras de barro nada menos que
en siete sitios. Las manchas aún están frescas. Solo en un coche descubierto
podría haberse salpicado así, y eso solo si venía sentada a la izquierda del
cochero.
—Sean cuales sean sus razones, ha acertado usted en todo —dijo ella—.
Salí de casa antes de las seis, llegué a Leatherhead a las seis y veinte y cogí el
primer tren a Waterloo. Señor, ya no puedo aguantar más esta tensión, me volveré
loca de seguir así. No tengo a nadie a quien recurrir... solo hay una persona que
me aprecia, y el pobre no sería una gran ayuda. He oído hablar de usted, señor
Holmes; me habló de usted la señora Farintosh, a la que usted ayudó cuando se
encontraba en un grave apuro. Ella me dio su dirección. ¡Oh, señor! ¿No cree que
podría ayudarme a mí también, y al menos arrojar un poco de luz sobre las densas
tinieblas que me rodean? Por el momento, me resulta imposible retribuirle por sus
servicios, pero dentro de uno o dos meses me voy a casar, podré disponer de mi
renta y entonces verá usted que no soy desagradecida.
—Soy todo oídos, señora.
—Me llamo Helen Stoner, y vivo con mi padrastro, último superviviente de
una de las familias sajonas más antiguas de Inglaterra, los Roylott de Stoke
Moran, en el límite occidental de Surrey.
Holmes asintió con la cabeza.
—El nombre me resulta familiar —dijo.
—En otro tiempo, la familia era una de las más ricas de Inglaterra, y sus
propiedades se extendían más allá de los límites del condado, entrando por el
norte en Berkshire y por el oeste en Hampshire. Sin embargo, en el siglo pasado
hubo cuatro herederos seguidos de carácter disoluto y derrochador, y un jugador
completó, en tiempos de la Regencia, la ruina de la familia. No se salvó nada, con
excepción de unas pocas hectáreas de tierra y la casa, de doscientos años de
edad, sobre la que pesa una fuerte hipoteca. Allí arrastró su existencia el último
señor, viviendo la vida miserable de un mendigo aristócrata; pero su único hijo, mi
padrastro, comprendiendo que debía adaptarse a las nuevas condiciones,
consiguió un préstamo de un pariente, que le permitió estudiar medicina, y emigró
a Calcuta, donde, gracias a su talento profesional y a su fuerza de carácter,
consiguió una numerosa clientela. Sin embargo, en un arrebato de cólera,
provocado por una serie de robos cometidos en su casa, azotó hasta matarlo a un
mayordomo indígena, y se libró por muy poco de la pena de muerte. Tuvo que
cumplir una larga condena, al cabo de la cual regresó a Inglaterra, convertido en
un hombre huraño y desengañado.
Durante su estancia en la India, el doctor Roylott se casó con mi madre, la
señora Stoner, joven viuda del general de división Stoner, de la artillería de
Bengala. Mi hermana Julia y yo éramos gemelas, y solo teníamos dos años
cuando nuestra madre se volvió a casar. Mi madre disponía de un capital
considerable, con una renta que no bajaba de las mil libras al año, y se lo confió
por entero al doctor Roylott mientras viviésemos con él, estipulando que cada una
de nosotras debía recibir cierta suma anual en caso de contraer matrimonio. Mi
madre falleció poco después de nuestra llegada a Inglaterra... hace ocho años, en
un accidente ferroviario cerca de Crewe. A su muerte, el doctor Roylott abandonó
sus intentos de establecerse como médico en Londres, y nos llevó a vivir con él en
la mansión ancestral de Stoke Moran. El dinero que dejó mi madre bastaba para
cubrir todas nuestras necesidades, y no parecía existir obstáculo a nuestra
felicidad.
Tomado de
http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/ing/doyle/la_banda_de_lunares.htm
(fragmento).
27
¿Qué estilo narrativo se emplea en el fragmento: “—No hay misterio alguno,
querida señora —explicó Holmes sonriendo—”?
A.
Directo.
B.
Indirecto.
C.
Directolibre.
D.
Indirectolibre.
28
En el fragmento, ¿a qué anacronía corresponde el relato de la señora?
A.
Racconto.
B.
Flashback.
C.
Premonición.
D.
Flashforward.
29
¿A qué parte de la secuencia de acciones corresponde el fragmento?
A.
Inicio.
B.
Nudo.
C.
Desarrollo.
D.
Desenlace.
30
¿Es adecuado el registro que usa Holmes para hablar con la señora?
A.
Sí, porque es una mujer de mucha edad y debe tratarla con respeto.
B.
No, porque es muy formal para personas que frecuentan la misma gente.
C.
Sí, porque ellos no se conocen y la señora es un cliente de Sherlock Holmes.
D.
No, porque ambos personajes son de la misma clase; así que debería tutearla.
31
¿Cuál de los siguientes fragmentos entrega información acerca de la época y
lugares el que se ambienta el relato?
A.
“A su muerte, el doctor Roylott abandonó sus intentos de establecerse como
médico en Londres”.
B.
“Salí de casa antes de las seis, llegué a Leatherhead a las seis y veinte y cogí el
primer tren a Waterloo”.
C.
“Por favor, acérquese a él y pediré que le traigan una taza de chocolate, pues veo
que está usted temblando”.
D.
“He oído hablar de usted, señor Holmes; me habló de usted la señora Farintosha
la que usted ayudó cuando se encontraba en un grave apuro”.
Lee el siguiente texto y luego responda las preguntas 32, 33, 34, 35, 36 y 37
Veintisiete vagones de algodón
Escena primera
(Ha caído la tarde y el cielo está teñido de un leve tono rosado entre las sombras
del crepúsculo. Poco después de levantarse el telón, Jake Meighan, un hombre
grueso, de unos sesenta años, sale agachándose por la puerta con una lata de
petróleo y dobla a toda prisa la esquina de la casa. Un perro le ladra. Se oye
arrancar un automóvil que se aleja rápidamente. Un momento después Flora llama
desde el interior de la casa.)
FLORA: ¡Jake! ¡He perdido mi bolsillo blanco de cabritilla! (Más cerca de la
puerta.) ¿Jake? ¡Mira a ver si lo puse en el balancín! (Pausa.) ¿Crees que puedo
haberlo dejado en el coche? (Llega hasta la puerta de tela metálica.) Jake. Mira a
ver si me lo dejé en el coche. ¿Jake? (Sale al exterior, ya envuelto en sombras.
Enciende la luz del porche y mira a su alrededor, espantando a los mosquitos
atraídos por la luz. Solo le responden las cigarras. Flora llama con una voz nasal,
alargando las sílabas.) ¡Jaaaaaaake! (Una vaca muge a lo lejos con la misma
inflexión. A una distancia de media milla aproximadamente se produce una
explosión apagada. Aparece un extraño resplandor centelleante, el reflejo de una
llamarada. Se oyen voces distantes).
VOCES: (Chillando estridentes, cacareando como gallinas)¿Oíste ese ruido?
¡Sí, sonó como si hubiesen echado una bomba!
¡Oh, mira!
¡Fíjate, es un incendio!
¿Dónde? ¿Dónde dices?
¡La plantación del Sindicato!
¡Oh, Dios mío! ¡Vamos!
VOZ (Al otro lado de la carretera de tierra): ¿Señora Meighan?
FLORA: ¿Sí?
VOZ: ¿No va usted al incendio?
FLORA: Quisiera, pero Jake se ha llevado el coche.
VOZ: ¡Vamos, venga con nosotros, querida!
FLORA: ¡Oh, no puedo dejar la casa abierta de par en par! Jake se ha llevado las
llaves. ¿Qué es lo que se ha incendiado?
VOZ: ¡La plantación del Sindicato!
FLORA: ¿La plantación del Sindicato? (El coche arranca y se aleja.)¡Oh, Dios mío!
(Sube trabajosamente al porche y se sienta en el balancín situado de cara al
frente. Se dice trágicamente a sí misma.)¡Nadie! ¡Nadie! ¡Nunca! ¡Nunca!¡Nadie!
(En un tono de enfado pueril): ¡Muy bien!
JAKE: ¿Qué pasa, nena?
FLORA: ¡Nunca pensé que un ser humano pudiera ser tan grosero y
desconsiderado!
JAKE: ¡Ah, vamos, esa es una afirmación demasiado amplia para que usted la
haga, señora Meighan! ¿Cuál es la queja esta vez?
FLORA: ¡Salir de casa sin decir media palabra!
JAKE: ¿Qué hay de malo en ello?
FLORA: ¡Te dije que me amenazaba un dolor de cabeza y que tenía que tomar
una Coca-Cola! No quedaba una sola botella en casa, y tú dijiste: «Sí, ponte un
vestido e iremos a la ciudad ahora mismo.» Me vestí y no podía encontrar mi
bolsillo blanco de cabritilla. Entonces recordé que lo había dejado en el asiento de
delante del coche. Salgo aquí para cogerlo.¿Dónde estás tú? ¡Te has ido! ¡Sin una
palabra! ¡En ese momento se oye una gran explosión! ¡Tócame el corazón!
JAKE: ¿El corazón de mi nena?(Pone una mano en el enorme busto de ella)
FLORA: ¡Sí, mira cómo late, golpeando como un martillo! ¿Cómo iba yo a saber lo
que pasaba? ¡Tú no estabas aquí, habías desaparecido!
JAKE (Vivamente): ¡Cállate!
FLORA: ¡Jake! ¿Por qué haces eso?
JAKE: ¿No me gusta que grites! ¡Todo lo dices gritando!
FLORA: ¿Qué te pasa?
JAKE: ¡No me pasa nada!
FLORA: Bueno, ¿Por qué te fuiste?
JAKE: ¡No me fui a ninguna parte!
FLORA: ¡Claro que te fuiste! ¿Tendrás el valor de decirme que no saliste cuando
acabo de verte y oírte volver en el coche? ¿Por quién me tomas? ¿Crees que soy
una imbécil?
JAKE: ¡Si no eres una imbécil, ten la boca cerrada!
FLORA: ¡No me hables así!
JAKE: Vamos dentro.
FLORA: No quiero. ¡Un egoísta y desconsiderado, eso es lo que eres! ¡Te lo dije
en la cena: no hay una sola botella deCoca-Cola en la casa! Tú dijiste: «Muy bien,
en cuanto terminemos de cenar iremos en el coche al supermercado y traeremos
una buena provisión...» Cuando salgo de la casa...
JAKE: ¡Mírame! ¡Escucha lo que voy a decirte!
FLORA: ¡Jake!
JAKE: ¡Chss! Calla y escucha, nena. ¡Trata de concentrarte en lo que te digo!
FLORA: ¿Qué me dices?
JAKE: Yo no he salido del porche.
FLORA: ¿Qué?
JAKE: ¡No he salido del porche desde que cenamos! ¿Has comprendido?
FLORA: ¡Jake, cariño, has perdido el juicio!
JAKE: Es posible. No te importe. No tienes más que enterarte de esto y metértelo
en la cabeza. Yo no he salido del porche de esta casa después de la cena.
Tennessee Williams. Veintisiete vagones de algodón(adaptación).
32
¿Qué nombre reciben los fragmentos escritos entre paréntesis y en letra cursiva?
A.
Aparte.
B.
Diálogo.
C.
Acotaciones.
D.
Parlamentos.
33
¿Cuál de las siguientes frases dan cuenta de la virtualidad teatral del texto?
A.
Poco después de levantarse el telón, Jake Meighan sale por la puerta.
B.
¡Nunca pensé que un ser humano pudiera ser tan grosero y desconsiderado!
C.
¡Oh, no puedo dejar la casa abierta de par en par! Jake se ha llevado las llaves.
D.
Me vestí y no podía encontrar mi bolsillo blanco de cabritilla.
34
¿Cuál de los siguientes fragmentos corresponde a las indicaciones sobre el
cuadro en el texto?
A.
Escena primera.
B.
JAKE (Vivamente): ¡Cállate!
C.
Sube trabajosamente al porche y se sienta en el balancín situado de cara al frente.
D.
Ha caído la tarde y el cielo está teñido de un leve tono rosado entre las sombras
del crepúsculo.
35
¿En qué momento del conflicto dramático se encuentra el fragmento que acabas
de leer?
A.
En el desarrollo del conflicto.
B.
En la presentación del conflicto.
C.
En el desenlace del conflicto.
D.
En el clímax.
36
¿Cuál es el conflicto dramático de la obra?
A.
El misterio sobre la responsabilidad de Jake en la explosión.
B.
Los problemas matrimoniales de Jake y Flora.
C.
Las mentiras constantes de Jake a Flora.
D.
La incapacidad de Flora de estar sola.
37
En la oración: Jake se ha llevado las llaves, ¿a qué corresponde las palabras
destacadas?
A.
Al sujeto expreso de la oración.
B.
Al complemento directo de la oración.
C.
Al complemento indirecto de la oración.
D.
Al complemento circunstancial de instrumento.
Lee el siguiente fragmento y luego responda las preguntas 38 y 39
Gertrudis cerraba los ojos cada vez que daba un sorbo a la taza de
chocolate que tenía frente a ella. La vida sería mucho más agradable si uno
pudiera llevarse a donde quiera que fuera los sabores y olores de la casa materna.
Bueno, esta ya no era su casa materna. Su madre había muerto sin que ella se
enterara.
Sintió mucha pena cuando Tita se los informó. Ella había regresado con la
intención de mostrarle a Mamá Elena que había triunfado en la vida. Era generala
del ejército revolucionario. Este nombramiento se lo había ganado a pulso,
luchando como nadie en el campo de batalla. En la sangre traía el don de mando,
así que cuando ingresó al ejército, rápidamente empezó a escalar puestos en el
poder hasta alcanzar el mejor puesto, y no solo eso, regresaba felizmente casada
con Juan. Se había encontrado después de haberse dejado de ver por más de un
año y entre ellos había renacido la misma pasión que la del día en que se
conocieron. ¡Qué más podía pedir una persona! Cómo le gustaría que su madre la
hubiera visto y cómo le gustaría volverla a ver, aunque solo fuera para que le
indicara con la mirada que era necesario que utilizara la servilleta para limpiarse
los restos de chocolate en los labios.
Este chocolate estaba preparado como en los viejos tiempos.
Laura Esquivel. Como agua para chocolate (fragmento).
38
¿Qué tipo de anacronía presenta el relato?
A.
Flash back.
B.
Premonición.
C.
Flash forward.
D.
Racconto.
39
En el fragmento: “Este nombramiento se lo había ganado a pulso, luchando como
nadie en el campo de batalla.”, ¿a qué palabras hace referencia el pronombre
personal lo?
A.
A “Gertrudis”.
B.
A “generala”.
C.
A “campo de batalla”.
D.
A “este nombramiento”.

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