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Este estudio se propuso el análisis de las estrategias de regulación de la tristeza y el enojo

en situaciones con familiares, y su relación con las metas vitales y la perspectiva temporal

futura, dos variables psicológicas importantes en el proceso de desarrollo psicológico de la

adultez.

El primer objetivo fue comparar la aplicación de las estrategias de regulación emocional

informadas en situaciones interpersonales con vínculos familiares que provocan enojo y

tristeza según grupo de edad y género. A nivel descriptivo se encontró que los adultos

mayores informaron una mayor frecuencia de uso en seis de las siete estrategias de

regulación del enojo y la tristeza. Además, las estrategias más utilizadas fueron las mismas

para las dos emociones y por los dos grupos de edad: reevaluación cognitiva, distracción y

modificación de la situación. Estas estrategias se focalizan en los antecedentes, es decir, se

activan de manera temprana en el proceso de generación de la emoción, lo que favorece una

regulación más adaptativa y eficaz (Gross, 2015). Tanto la reevaluación cognitiva como la

modificación de la atención son, además, respuestas activas y constructivas a la hora de

afrontar conflictos interpersonales (Birditt, 2017).

La mayoría de las investigaciones sobre regulación emocional se han focalizado en buscar

diferencias por grupo de edad, buscando comprender la paradoja del bienestar. Esto ha

generado que las características que los grupos de edad tienen en común sean menos

visibles y hayan sido menos valoradas, tal como afirman Livingstone y Isaacowitz (2019).

Sin embargo, dado que el contexto específico de la familia es de tipo intergeneracional, que

ambos grupos de edad presenten un perfil adaptativo y constructivo de la regulación de la

tristeza y el enojo constituye un aporte de interés al campo de conocimiento.

Más allá de la frecuencia neta de uso de cada estrategia se analizó qué variables explican la

elección de cada estrategia. Se encontró que el grupo de edad condicionó el uso de la


selección de situaciones, la modificación de situaciones, la distracción, la reevaluación

cognitiva, la aceptación y la supresión. En todos los casos ser adulto mayor predice aplicar

con más frecuencia estas estrategias. Los antecedentes, en general, mostraban resultados

mixtos: en algunos estudios los adultos mayores informaban más uso de algunas estrategias

que los jóvenes, mientras que otros encontraban lo contrario. La tendencia general de los

adultos mayores a implementar más recursos de regulación que los jóvenes podría deberse

a que el contexto de vínculos familiares en que se sitúan las respuestas es central para el

mantenimiento del bienestar en la vejez. Mantener niveles regulados de enojo y de tristeza

podría contribuir a la conservación de las relaciones. No regular el enojo podría llevar al

enfrentamiento y escalada de un conflicto (Kennedy-Moore & Watson, 1999)., así como no

regular la tristeza es percibido por los adultos mayores como dañino para sus relaciones

familiares (ver estudio 2).

Respecto de los otros factores contextuales, se encontró que el género influyó en tres

estrategias. Las mujeres buscaron más a apoyo emocional que los varones, mientras que

estos se caracterizaron por aceptar y por suprimir más la tristeza y el enojo. Es interesante

destacar que, a excepción de la aceptación, se trató de estrategias que modulan la expresión

de las emociones. Tal como señalan Tamres (2002) y Nolen Hoeksman (2012) las mujeres

presentaron un comportamiento de mayor contacto y expresividad emocional que los

varones.

A primera vista los resultados encontrados respecto de la aceptación parecerían contradecir

estas tendencias. Sin embargo, podrían comprenderse si se consideran otros factores

contextuales, como el control percibido de la situación. Gould (2019) encontró que los

varones utilizaban más la aceptación que las mujeres en escenarios cotidianos de baja

controlabilidad. Dado que las viñetas utilizadas en esta tesis presentaban estímulos
generados en escenarios con familiares, que suelen ser definidos como duraderos sea cual

sea su calidad, es plausible que el nivel de control sobre la situación sea percibido como

bajo, y por ende, la aceptación sea una estrategia de regulación emocional adaptativa, tanto

para la tristeza como para el enojo. Además, la definición operacional utilizada para medir

la aceptación sólo refería explícitamente a la validación de la experiencia emocional. Según

(Wojnarowska, Kobylinska, & Lewczuk, 2020) este tipo de definiciones resaltan la falta de

control sobre la experiencia emocional y no necesariamente evalúan a la aceptación como

una estrategia que implique el contacto al estilo mindfulness o de alta implicación con la

experiencia emocional. Considerando las narrativas hegemónicas sobre el género, la

aceptación podría ser interpretada como una manera desapegada de tolerar las emociones,

que permite el mantenimiento de los rasgos de la masculinidad (Iacub, 2014).

El tipo de emoción influyó en la aceptación y en la modificación de la situación. Se predice

un mayor uso de la aceptación en el caso de la tristeza y un mayor uso de la modificación

de la situación en el caso del enojo. Esto coincide con lo propuesto por la teoría

evolucionista y funcionalista de las emociones discretas. La tristeza se genera a partir de

pérdidas, cuando se percibe que no es posible hacer algo para recuperar lo que ya no está.

Como se refirió en el párrafo previo, los bajos niveles de controlabilidad se han visto

asociados con el uso de esta estrategia. Al contrario, el enojo es una emoción que se gatilla

cuando se percibe un agravio a algo a lo que se tiene derecho, por lo que realizar a intentos

activos de modificar la situación es una estrategia de regulación emocional funcional. De

hecho, ambos comportamientos regulatorios se corresponden con las tendencias de acción

facilitadas por cada emoción (Fernández-Abascal, Rodríguez, Sánchez, Díaz, & Sánchez,

2010).
El segundo objetivo de este trabajo fue “Conocer la contribución de la edad, el género y la

perspectiva temporal futura a la determinación de los tipos de metas vitales priorizadas en

adultos jóvenes y adultos mayores”. Se encontró que la contribución de las variables

depende de la orientación y del contenido de las metas. En general, los resultados indican

que el grupo de edad es la única variable necesaria para explicar que las metas se orienten

al logro. En cambio, cuando las metas se orientan a la conservación, el género y la

perspectiva temporal contribuyen significativamente, y además, esta contribución se ve

modulada según el grupo de edad que se esté observando. Descriptivamente, los jóvenes

informaron mayor cuatro veces más metas de logro que los viejos y los viejos 3 veces más

metas de logro que los jóvenes, es plausible afirmar que la orientación de las metas vitales

es más compleja en la vejez que en la juventud.

Los antecedentes empíricos y teóricos señalaban a la perspectiva temporal futura como una

variable clave para la modulación de las metas vitales a lo largo del curso vital. Sin

embargo, los resultados de este estudio indican que la perspectiva temporal futura fue sólo

central para los jóvenes. Para este grupo, tener una visión acotada de su horizonte temporal

explicó seleccionar más metas de conservación. Los mayores, si bien informaron en

promedio una perspectiva temporal más acotada, esta variable no contribuyó a explicar la

orientación de sus metas. Podría pensarse que el hecho de ser mayor, en si mismo, tiene un

mayor peso que la perspectiva temporal que se pueda percibir, a la hora de generar

proyectos vitales.

Se encontró un resultado similar al comparar las metas según su contenido. Cuando las

metas implicaban contenidos sociales su selección se explicaba por varios factores. Cuando

las metas eran individuales, la explicación estadística implica menos variables, sobre todo

en el caso de las metas orientadas al logro.


Estos resultados son coherentes con las teorías del desarrollo humano, dado que implican

que la comprensión de las metas que orientan el desarrollo en la vejez son más

heterogéneas y multi-determinadas que las de la juventud (Iacub, 2011; (Baltes,

Lindenberger, & Staudinger, 2007)). Estos resultados se alinean con las investigaciones que

matizan las afirmaciones iniciales de la teoría de la selectividad socioemocional p.e {Fung,

2016 #824}. Por ejemplo, los resultados indican que el género y la edad modulan la

selección de metas. Los varones tendían a elegir metas de tipo individual, orientadas a la

conservación y las mujeres metas sociales, orientadas al logro en las jóvenes y a la

conservación en las mayores. Esta diferencia de género es coherente con los estereotipos de

género que están siendo cuestionados en la actualidad, donde la masculinidad hegemónica

se define prioritariamente por emblemas de competetividad individuales, como el poder

físico, la autonomía y el desapego emocional, mientras que las mujeres se orientan al

cultivo y cuidado de los vínculos. Dentro de las mujeres, las jóvenes se orientaron a crear

nuevas relaciones, y las mayores a mantener y cultivar las relaciones ya construidas{Iacub,

2014 #2704}.

Por último, el objetivo 3 propone una mirada integral de las variables estudiadas:

“Especificar las relaciones de la percepción temporal futura, las metas y las estrategias de

regulación del enojo y la tristeza en vínculos familiares en adultos jóvenes y adultos

mayores”. Los resultados indican que las relaciones entre las variables presentan algunas

diferencias, en función de la emoción a regular en la vejez, pero no en la juventud.

Los jóvenes se caracterizaron principalmente por orientar sus metas al logro de la novedad,

por percibir un horizonte temporal futuro amplio y por regular las dos emociones buscando

apoyo emocional. Para los mayores, en contraste, la orientación hacia la conservación fue

más importante a la hora de regular la tristeza. Las estrategias que más definieron a los
mayores fueron la selección de situaciones, la supresión de la expresión, la aceptación y la

distracción. Cuando se proponía regular el enojo los rasgos más característicos de los

mayores fueron las estrategias de regulación de supresión de la expresión, selección de

situaciones y distracción. Se caracterizaron más por no elegir metas de logro que por elegir

metas de conservación.

Al comparar la respuesta de los mayores frente a las dos emociones pueden encontrarse

indicadores de un mayor ajuste a los factores contextuales que en los jóvenes. Esto es más

notorio en el caso de la situación de tristeza, donde las metas de conservación y las

estrategias de selección de situaciones y aceptación tienen un rol más importante que frente

a la situación de enojo.

Estos resultados serán interpretados en las teorías del envejecimiento en las conclusiones

generales de esta tesis.

A partir de estos res

Al comparar los cluster creados para las situaciones de tristeza y de enojo se encontró que los

grupos conformados mayoritariamente por jóvenes fueron muy similares entre sí. Se

caracterizaron por buscar contención emocional tanto frente a la tristeza como al enojo.

También se diferenciaron de los mayores por un menor uso de todas las restantes estrategias

de regulación.

Las personas mayores presentaron algunas diferencias según la emoción. En el caso de la

tristeza, tener numerosas metas de conservación fue un rasgo central. En la situación de enojo

esto fue menos importante para definir al grupo. Para la regulación de la tristeza la estrategia

más característica de los mayores fue la selección de situaciones, seguida por supresión de la
expresión, por la aceptación y la distracción. En cambio, frente al enojo, el rasgo más

característico del grupo de los mayores fue utilizar la supresión de la expresión. En menor

medida se seleccionaba evitar las situaciones donde era previsible que se generara esta

emoción. Fue menos frecuente el uso de la distracción, la reevaluación cognitiva y la

modificación de situaciones. Frente al enojo la aceptación fue menos característica de los

mayores que frente a la tristeza.

En general, la literatura señala que las personas mayores

selección de situaciones

han encontrado que las personas mayores suelen utilizar esta estrategia más que los

jóvenes, (Charles, Piazza, Luong, & Almeida, 2009; Yeung, Fung, & Kam 2012;

Rovenpor,Skogsberg, & Isaacowitz, 2013; Luong & Charles, 2014, Sands & Issacowitz,

2017).

MS
Por ejemplo, Luong y Charles (2014) evaluaron el uso de estrategia de en contextos de

emociones negativas y encontraron que los adultos mayores la utilizaban más que los

jóvenes y Livingstone y Isaacowitz (2019) que los adultos de mediana edad. Lo mismo

encontraron Coats y Blanchard-Fields (2008) al evaluar específicamente la regulación de

ira y de la tristeza. En cambio, Eldesouky y English (2017) y Schirda, Valentine, Aldao, y

Prakash, (2016) no encontraron diferencias en contextos de emociones negativas en

general, ni al ver tristeza e ira específicamente. Por último Nolen-Hoeksema y Aldao,

(2011) y Yeung, Fung, y Kam, (2014) al estudiar la regulación de emociones negativas

encontraron que los jóvenes utilizaban más esta estrategia .

Distracción

En esta estrategia la mayor parte de los estudios coinciden en que no hay diferencia según

grupo de edad (Rovenpor, Skogsberg, & Isaacowitz, 2013; Luong & Charles, 2014;

Livingstone & Isaacowitz, 2015; Hofer, Burkhard, & Allemand, 2016; Eldesouky &

English, 2017; Livingstone & Isaacowitz, 2019). Sólo en tres casos se encontraron

diferencias a favor de los mayores: al regular emociones negativas en general (Scheibe,

Sheppes, & Staudinger, 2015), al regular la tristeza (Lohani & Isaacowitz, 2014) y al

regular el enojo (Orgeta, 2011)

reevaluación

Tanto al considerar emociones discretas como al evaluar afecto negativo o malestar

en general se encontraron estudios que no identificaron diferencias

(Rovenpor,Skogsberg, & Isaacowitz, 2013; Livingstone & Isaacowitz, 2015; Schirda,

Valentine, Aldao, & Prakash, 2016; Livingstone & Isaacowitz, 2019). Otras
investigaciones encontraron que las personas mayores la usaron en mayor medida la

reevaluación para regular la tristeza (Lohani & Isaacowitz, 2014; Hofer, Burkhard, &

Allemand, 2016) y el enojo (Hofer, Burkhard, & Allemand, 2016). Por último Nolen-

Hoeksema y Aldao (2011) no encontraron diferencias según grupo de edad.

Aceptación

Nolen-Hoeksema y Aldao, 2011 no encontraron diferencias según edad pero sí según

género. Schirda, Valentine, Aldao, y Prakash (2016) encontraron que los adultos mayores

utilizaban esta estrategia cuando la tristeza era intensa, pero no cuando era moderada.

Búsqueda de apoyo

Los antecedentes indican que los jóvenes utilizan más esta estrategia de los mayores,

tanto en el caso de la regulación de afecto negativo en general (Nolen-Hoeksema &

Aldao, 2011; Yeung, Fung, & Kam, 2013), como al evaluar la tristeza (Coats &

Blanchard-Fields, 2008). Cuando se evalúo su uso en situaciones que evocaban enojo

no se encontraron diferencias por edad (Coats & Blanchard-Fields, 2008).

Supresión

Nolen-Hoeksema y Aldao (2011), Rovenpor, Skogsberg y Isaacowitz, (2013),

Livingstone y Isaacowitz (2015) no encontraron diferencias por grupo de edad, tanto

indagando emociones negativas como positivas. Gross en 1997 encontró que los

jóvenes utilizan más este recurso que los viejos. Al contrario, Márquez-González, De

Trocóniz, Cerrato, & Baltar,


(2008), Brummer, Stopa, & Bucks, (2014), Hofer, Burkhard, & Allemand, (2016),

Eldesouky & English (2017) encontraron que las personas de mayor edad utilizaban

más esta estrategia.

Livingstone y Isaacowits (2019) afirman que los estudios que examinan un amplio rango de

estrategias de regulación tienden a encontrar menos diferencias por grupo de edad. En esta

tesis se han encontrado numerosas estrategias, tal vez hayan emergido tantas difrencias

porque se trata de un contexto especialmente relevante para los viejos?

Integración de todos los resultados con las teorías del envejecimiento emocional:

Estos resultados coinciden parcialmente con varias de las teorías del envejecimiento

emocional.

En primer lugar, se encontró que, tal como predice la teoría de la selectividad

socioemocional, los jóvenes y los viejos tuvieron diferentes perspectivas temporales

futuras. En el caso de las mujeres mayores, más aún, se encontró que sus metas vitales se
orientan a conservar los vínculos ya construidos. Lo mismo en el caso de los jóvenes y su

orientación a crear nuevas relaciones.

frente a la tristeza, se encontró que los viejos se diferencian por usar más la supresión, que

es lo contrario de la busq de apoyo emocional, que seria la “tendencia natural” de la

tristeza. Esto coincide con el estudio 2, que suprimen con la familia. Al contrario, se

encontró que los jóvenes sí buscan apoyo frente a la tristeza, y también frente al enojo. Los

resultados indican que esto es más una característica del grupo de edad que de regulación a

medida frente a la emoción.

Los viejos tuvieron un patrón de respuesta diferencial según el tipo de emoción, pero no fue

enteramente en la dirección prevista por la DEA. Se encontró que los viejos tienden a

suprimir la expresión de la tristeza, al reves de lo previsto. Sin embargo, si se encontró que

utilizan más la aceptación para esta emoción y la modificación de la situación frente al

enojo, que son estrategias adaptativas para estas emociones.

Sí se encontró que los viejos usan más la aceptación frente a la tristeze que frente a la

tristeza que frente al enojo, mientras uqe los jóvenes no. En este punto sí dan una respuesta

más adaptativa.

-lo encontrado no condice con la Teoría de la integración dinámica, porque no se utilizan

menos de los recursos más costosos. Sobretodo la supresión, q es muy costosa?

Podría ir en la línea de la SAVI, porque dado que las emociones evaluadas son muy

comunes en los vínculos, y se están analizando vínculos estables, es probable que no sean

interpretados como novedosos o demasiado intensos, y por eso informan implementar

muchos y variados recursos.

La DEA propone que la regulación de la tristeza y del enojo tendría ser diferente. En este

caso no se encontraron interacciones entre la emoción y el grupo de edad. Sí se encontró, a


nivel de agrupamiento descriptivo que frente a las emociones más relevantes para cada

grupo de edad hubo más diversidad de respuestas dentro del mismo grupo de edad.

Baltes, P. B., Lindenberger, U., & Staudinger, U. M. (2007). Life span theory in developmental
psychology. Handbook of child psychology, 1.
Wojnarowska, A., Kobylinska, D., & Lewczuk, K. (2020). Acceptance as an Emotion Regulation
Strategy in Experimental Psychological Research: What We Know and How We Can
Improve That Knowledge. Frontiers in Psychology, 11, 242.

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