Está en la página 1de 3

Mi experiencia como presidente de sesión ordinaria

En la vida de un profesional, existen problemas que se tienen que


solucionar llegando a un acuerdo democrático, es decir, habrá reuniones
de diversos individuos donde se tomaran y discutirán diversos problemas
y proyectos que se planteen. Para ellos existe una manera de organizar
adecuadamente estas reuniones o agrupaciones, para llegar
equitativamente a un acuerdo mutuo y justo.

Una técnica o actividad muy conveniente creo yo, sería la sesión ordinaria.
Esta se puede aplicar para la discusión de diversos temas acontecidos en
la vida de las personas.

En la Universidad, en la clase de Lenguaje 2, se realizó una actividad


académica, que consiste en dar a conocer a toda el aula como es que se
hace una sesión ordinaria. El profesor mientras hacia la clase pidió a
cualquier alumno que voluntariamente se ofreciera a participar, para que
sea el presidente de la sesión, yo estuve callado por un momento, hasta
que el profesor me lo pregunto si deseaba realizar ese papel en clase, no
dude y respondí que sí.

Era la primera vez que participo en este tipo de actividad, no tenía idea de
cómo dirigir una sesión. Pero investigando, recopilando información y con
ayuda del profesor pude entender de que trataba ser presidente de una
sesión, ya sea ordinario o extraordinaria.

Lo primero que se debe hacer para realizar una sesión ordinaria es


verificar el “Corum” si cumple con el reglamento que si hay 30+1 de
participantes, cumple con el requisito que se necesita para realizar una
sección ordinaria.
Cuando se realizaba la actividad pude notar que mis compañeros
comenzaban a participar de manera admirable, es decir de algunos
porque no todos participaron. Pero esta vez participaron más de la
cuentan y como todos poco a poco iban adaptándose al ritmo de la
sección, porque cada uno decía su opinión con más seriedad en los temas
que se plantearon ese día. Por ejemplo, uno de los temas fue: Un paseo
estudiantil a un lugar cerca a Trujillo, en un momento todos estaban
convencidos de que se iba a realizar el paseo, pero el profesor hizo una
intervención que en una sesión ordinaria se le conoce como “Cuestión
previa” donde añadió que no se había planeado de manera correcta ese
paseo; que los alumnos habían olvidado el aspecto económico que se
necita para realizar el viaje; otro punto era que ya estamos al finalizar el
segundo ciclo y los exámenes finales estaban cerca, lo mejor era que
aprovechemos el tiempo estudiando para los exámenes finales que son los
de mayor peso en el curso y los más importantes.

Con esta declamación, pudo lograr cambiar la ideología de los alumnos y


los convención de que no se realice el paseo; que lo más conveniente para
ellos era que aprovechen estos últimos días que quedan para que el ciclo
culmine.

Así es como una sesión funciona, todos pueden dar su opinión y ser
escuchados por los demás; y siempre va a ver un presidente quien estee a
cargo que las decisiones se tomen correctamente dando a conocer
también su opinión con respecto al caso.

Todos los temas que se tiene que discutir son pasados a “orden del día”

Es como una agenda donde son anotados todos los acontecimientos


importantes que se realiza en una sesión ordinaria.

Luego de eso se tiene que “Aprobar el acta de la sesión anterior”, pero


como era la primera vez que mis compañeros y yo realizamos esta
actividad, no había un acta ni tampoco pudimos hacer un “Despacho” que
consistía en dar lectura de los documentos porque aún no teníamos
documentos de la sesión anterior.

Después de eso se realizan los informes y los asistentes comienzan a


declamar sus pedidos.

Una vez que todos los pedidos se hayan dicho, son sometidos a votación
de todos, para verificar si son aprobados o no aprobados.

Y para culminar una sesión, se hace lectura de el “orden del día” con todas
las inquietudes de los temas tratados completamente resueltos. Es por
eso que una sesión ordinaria es una excelente manera de discutir un tema
en un gran grupo de personas.

También podría gustarte