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(1)
Radiodiagnóstico. Unidad Central de Radiodiagnóstico. Comunidad de Madrid.
Servicio de Medicina Nuclear. Hospital Universitario Puerta de Hierro. Majadahonda, Madrid
(2)
(3)
Unidad de Nefrología Pediátrica. Hospital Universitario Fundación Alcorcón. Alcorcón, Madrid
RESUMEN
• La tecnología actual nos permite disponer de pruebas de imagen que proporcionan infor-
mación anatómica y funcional muy precisa en el estudio de la patología nefrourológica.
• La ecografía, por su disponibilidad, bajo coste, e inocuidad, es la prueba de elección en la ma-
yoría de patologías, la que se realiza en primer lugar y la única necesaria en muchas ocasiones.
• Las modalidades multiplanares (TC y RM) suponen una gran ayuda para la valoración de de-
terminadas patologías, siendo necesario justificar adecuadamente su uso por el coste y los
riesgos inherentes a la radiación ionizante (en el caso de la TC) y a los contrastes IV utilizados.
• Los estudios radiológicos tradicionales (CUMS, fundamentalmente) tienen su papel, aun-
que van siendo paulatinamente sustituidos por su equivalente ecográfico (la ecocistogra-
fía). Por último, diversas técnicas de imagen sirven de guía para procedimientos interven-
cionistas, tanto diagnósticos como terapéuticos.
• Las técnicas de Medicina Nuclear que nos ayudarán en el manejo de los pacientes que han
padecido infecciones urinarias serán:
– Episodio agudo y/o dudas diagnósticas: gammagrafía renal con DMSA.
– Valoración de cicatrices: gammagrafía renal con DMSA.
– Diagnóstico de RVU sin dilatación de uréteres en eco: cistogammagrafía directa.
– Seguimiento de RVU: cistogammagrafía directa, y si se quiere valorar función renal tam-
bién cistogammagrafía indirecta.
• En la hidronefrosis congénita, la prueba de elección para descartar la obstrucción es el re-
nograma diurético con MAG3. Esta misma técnica será la utilizada en el estudio de la hiper-
tensión arterial en niños utilizando el test de captopril y en el seguimiento renal de las
posibles complicaciones en los pacientes con trasplante renal.
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Protocolos • Las técnicas de imagen en el estudio de las enfermedades nefrólogicas
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• Ecografía Doppler renal, para valorar los va- 2.4. Urografía intravenosa
sos y ramas principales tanto arteriales como
venosas y las características de su flujo; de Tiene una utilidad muy limitada, ya que sus
gran utilidad en la sospecha de trombosis indicaciones, fundamentalmente en el estu-
arterial o venosa, estenosis arterial, etc. Me- dio de las litiasis y de la anatomía y patología
diante la técnica de power-Doppler también de la vía urinaria están solapadas con otros
se valora la vascularización intrarrenal pro- métodos, ya sea ecografía, uro-TC o uro-RM,
porcionando información adicional para el que además proporcionan mejor información
estudio de tumores sólidos o áreas inflama- sobre los órganos adyacentes.
torias (nefronia lobar/abscesos).
2.5. Tomografía computarizada
• Ecocistografía, para valoración del reflujo
vesicoureteral, como alternativa a la CUMS La TC proporciona una detallada información
radiológica. Se realiza tras el sondaje vesi- del sistema urinario, gracias a la utilización de
cal y la instilación de suero mezclado con diferentes protocolos de estudio. Tiene una
contraste ecográfico (burbujas de hexafluo- alta resolución espacial con los equipos actua-
ruro de azufre). Se estudian en tiempo real les, que permite la realización de reconstruc-
y durante al menos dos ciclos miccionales ciones multiplanares y volumétricas. Su des-
los riñones, valorando la llegada a los siste- ventaja radica en que emplea radiación
mas pielocaliciales del contraste, visualiza- ionizante, por lo que su uso debe ser justifica-
do como burbujas hiperecogéncias, y el do y hay que emplear protocolos de imagen de
grado de dilatación alcanzado cuando este baja dosis. En la mayor parte de los estudios,
existe. es necesario utilizar contrastes yodados por
vía IV. Nos permite obtener imágenes con dife-
• Ecouretrografía, que valora la uretra por vía rentes utilidades, que pueden adquirirse de
transperineal durante la micción, como al- forma aislada o combinada:
ternativa también a la uretrografía radioló-
gica. • TC convencional, para obtener información
anatómica muy detallada, incluyendo la
2.3. Cistouretrografía miccional seriada detección de calcificaciones (incluso las de
baja atenuación, no visualizadas en la ra-
Su utilidad es indiscutible para la valoración diografía simple) y la valoración, cuando se
de la anatomía de la vía urinaria y del reflujo utiliza contraste IV, de la captación del pa-
vesicoureteral. Aunque tiene como alternativa rénquima.
la ecocistografía, esta todavía no está univer-
salmente extendida y requiere mayor entre- • Uro-TC, que incluye también una fase ex-
namiento para su realización. La utilización de cretora tardía para valorar la vía urinaria.
técnicas de escopia pulsada de baja dosis y
una mejoría en los detectores digitales, hace • Angio-TC, que permite realizar estudios de
que haya disminuido significativamente la do- la vascularización renal con resolución que
sis necesaria para su realización. puede llegar a 0,5 mm.
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• RM convencional, para valoración anatómi- • Punciones con aguja fina o biopsias con
ca sin y con contraste. aguja gruesa de lesiones renales, retroperi-
toneales o de otras localizaciones.
• Uro-RM, con contraste para valoración de la
vía. Mediante las secuencias actuales pue- • Nefrostomías, catéteres doble-J, etc.
den realizarse adquisiciones sucesivas que
permiten una valoración de la captación • Drenaje de colecciones o abscesos.
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• Lesiones ocupantes de espacio: diferencia 0,20-0,38 mSv y para el DTPA 0,54-0,82 mSv.
tejido renal funcionante con morfología Para el estudio de la uropatía obstructiva, se
pseudotumoral de otro tipo de lesiones realiza el renograma con estímulo diurético
(quistes, abscesos…). (furosemida). El renograma diurético, permite
diferenciar de forma no invasiva una obstruc-
• Enfermedad vasculorrenal: la estenosis de ción de una dilatación sin obstrucción, me-
la arteria renal implica una disminución del diante la valoración de los cambios inducidos
tamaño y del depósito del radiotrazador por la administración endovenosa de un diu-
que se pone más de manifiesto realizando rético en la eliminación del radiotrazador. La
el estudio tras la administración de inhibi- furosemida produce en pocos minutos un
dores de la enzima conversora de angioten- gran incremento del flujo de orina, consi-
sina (IECA). guiendo en poco tiempo una gran sobrecarga
del sistema colector renal que ayudará a la di-
3.2. Renograma ferenciación entre dilatación con o sin obs-
trucción. El momento de administrar el estí-
Para realizar un renograma se utilizan radio- mulo diurético durante la exploración es
trazadores glomerulares, como el 99mTc-áci- motivo de controversia; 15 minutos antes de
do dietil-triamino-pentacético (DTPA), o tubu- la administración del radiotrazador (F-15), a la
lares, como el 99mTc-mercapto-acetil-triglicina vez (F0) o 20 minutos después (F +20). No exis-
(MAG3). El MAG3 es actualmente el radiotra- te evidencia que demuestre que uno de los
zador de elección para la realización del reno- tiempos es claramente mejor que los otros. El
grama. Se une a proteínas plasmáticas en un F0 resulta de utilidad principalmente en niños,
90% y es secretado activamente por el túbulo en los que la canalización venosa resulta difi-
renal, principalmente en la porción ascenden- cultosa y supone una menor duración del pro-
te gruesa del asa de Henle, aproximadamente cedimiento respecto al F+20.
en la misma zona donde la furosemida hace
su efecto, con una extracción plasmática renal Las circunstancias que influyen principalmen-
del 54% constante, que lo hace especialmente te en la respuesta a la furosemida del riñón
adecuado para el estudio de la función renal. son la función renal y el volumen del sistema
El DTPA se utiliza para el estudio del riñón tras- colector. Una función renal muy disminuida o
plantado, en el cual interesa más la valoración una vía excretora muy dilatada pueden produ-
de la perfusión y del filtrado glomerular. cir resultados falsamente positivos para obs-
trucción. El renograma diurético juega un pa-
Tras la administración del radiotrazador vía pel relevante en el estudio de la repercusión
endovenosa en bolo y bajo la gammacámara, funcional de cualquier causa de obstrucción o
se obtienen imágenes secuenciales y curvas dilatación de la vía excretora, permitiendo el
funcionales y se realiza un análisis de la perfu- estudio del parénquima renal y de su capaci-
sión renal, valoración de la extracción de la dad funcional. En el seguimiento de los pa-
circulación del radiotrazador por el parénqui- cientes con dilatación de la vía urinaria, permi-
ma renal y de su eliminación a la vía excretora. te determinar si su comportamiento es
La dosis efectiva recibida es para el MAG3 obstructivo, así como la funcionalidad de ese
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definición del grado de reflujo vesicoureteral dad de orinar, momento en el que se inician
(RVU), se emplea fundamentalmente en el se- las imágenes de la CI, cuyo registro termina al
guimiento de pacientes portadores de RVU finalizar la micción, que se realiza en un reci-
y/o evaluación de la eficacia del tratamiento, piente. Es necesaria la colaboración del pa-
evaluación de hermanos de niños con RVU y ciente (debe controlar esfínteres), lo cual ex-
en situaciones clínicas donde existe una alta cluye su realización en la mayoría de los niños
sospecha de RVU y la CUMS seriada ha sido menores de tres años, La CI es, por tanto, un
negativa. complemento del renograma. Como el llenado
vesical es incompleto, la sensibilidad es menor
Cistogammagrafía directa que con la técnica directa pero puede ser sufi-
ciente para el control del RVU.
Se basa en la observación continua de las fases
de llenado y vaciado vesical tras la instilación
del radiotrazador directamente en la vejiga a 4. TÉCNICAS DE IMAGEN EN EL ESTUDIO
través de un catéter. Se utiliza preferiblemen- DE LA INFECCIÓN URINARIA
te un coloide o DTPA marcados con 99mTc, en
una dosis de 18,8-37 MBq, que se introduce en No existe un acuerdo universal sobre el mejor
la vejiga vía catéter, y posteriormente se relle- protocolo de estudio del tracto urinario en los
na la vejiga con suero fisiológico a temperatu- pacientes que han tenido una infección urina-
ra corporal hasta su capacidad máxima (volu- ria. En los últimos años, se ha comprobado que
men de llenado = 10 cc/kg) y de forma lenta. el reflujo no tiene un papel tan importante
Posteriormente, se registra la fase miccional como se pensaba en la génesis de las cicatrices
espontánea y se obtiene también una imagen renales y la mayoría de las cicatrices extensas
postmiccional. Se realiza un análisis visual de corresponden a defectos displásicos congéni-
todas las imágenes secuenciales registradas, tos producidos por el efecto del RVU sobre el
revisándose en modo cine, y se obtienen cur- parénquima renal en el desarrollo. Igualmen-
vas de actividad/tiempo a partir de regiones te, se ha demostrado que el RVU de bajo grado
de interés en uréteres. Se debe valorar la pre- tiende a la corrección espontáneamente y que
sencia de actividad en el tracto urinario que el tratamiento profiláctico no siempre dismi-
indicaría la presencia de RVU, si el RVU se pro- nuye el número de infecciones ni de nuevas
duce en la fase de llenado o de vaciado, el vo- cicatrices. Si nos basamos en estas premisas,
lumen vesical al que aparece el RVU, el carác- el objetivo del estudio del tracto urinario en
ter uni- o bilateral, y la intensidad del RVU los pacientes que han padecido una infección
(leve, I de la CUMS; moderado, II-III de la CUMS urinaria sería detectar los pacientes que tie-
y grave, IV-V de la CUMS). nen un riesgo aumentado de padecer infeccio-
nes de repetición, no solo por la posibilidad de
Cistogammagrafía indirecta producir daño renal, sino por la repercusión
que tiene sobre la calidad de vida de estos ni-
Tras la realización del renograma hay que es- ños y sus familias. Por otro lado, buscaremos
perar al llenado vesical de forma fisiológica diagnosticar los niños con daño renal paren-
hasta que el paciente experimente la necesi- quimatoso producido por esta primera infec-
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• La presencia o ausencia de hallazgos pato- • Por último, con ecografía realizamos una
lógicos parenquimatosos, con especial valoración no solo de la vía urinaria, sino de
atención a: todo el abdomen, que permite la detección
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Además del estudio convencional, la ecografía • Al inicio de la exploración, debe estudiarse
Doppler puede ser de gran utilidad en deter- con la vejiga todavía con escasa repleción la
minadas situaciones: zona de las uniones ureterovesicales, para
descartar fundamentalmente la presencia
• Para valorar los vasos principales y descar- de ureterocele (estos pueden colapsarse
tar la presencia de trombosis arterial o ve- cuando aumenta la distensión vesical).
nosa (Doppler convencional).
• La vejiga debe rellenarse adecuadamente, va-
• Para valorar la vascularización parenqui- lorándose su pared, fundamentalmente la
matosa (power Doppler). En el caso de pie- existencia de hipertrofia muscular que indica-
lonefritis aguda, el riñón, aparte de tener ría la existencia de dificultad al vaciamiento.
habitualmente su tamaño aumentado res-
pecto al contralateral, también presenta un • Tras el relleno de la vejiga, las placas mic-
aumento del flujo intrarrenal, con señal de cionales valorarán la morfología del cuello
Doppler color más patente. vesical para descartar disfunciones del mis-
mo y la uretra, fundamentalmente en el
• Para valorar la presencia de lesiones focales varón. El residuo postmiccional debe ser
inflamatorias (power Doppler). En la nefro- escaso o nulo.
nia lobar el flujo está aumentado, visuali-
zándose más señal de color en la zona. Si • Tanto durante el relleno vesical como du-
aparece abscesificación, el flujo desaparece rante y después de la micción debe monito-
en las áreas de necrosis, mientras que per- rizarse la presencia de reflujo y el grado del
siste en su periferia. mismo (Figura 1):
La ecografía puede además servir de guía para – Grado I: reflujo a uréter distal.
el diagnóstico y/o tratamiento de abscesos
mediante punción percutánea con obtención – G
rado II: reflujo hasta pelvis y cálices, sin
de muestra para microbiología o con coloca- dilatación.
ción de un catéter de drenaje en su interior.
– G
rado III: reflujo hasta pelvis y cálices
4.2. Cistouretrografía miccional seriada con dilatación leve.
Mediante la CUMS valoramos la morfología de – Grado IV: reflujo con dilatación moderada.
la vejiga y la uretra y la presencia o ausencia de
RVU. Para evitar infecciones iatrogénicas as- – G
rado V: reflujo con dilatación grave y
cendentes, es necesario comprobar la ausencia deformidad calicial con ausencia de vi-
de infección mediante urocultivo y/o realizar sualización de papilas y tortuosidad del
profilaxis antibiótica previamente a la misma. uréter.
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A B
C D
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Adquisición de la cistogammagrafía indirecta: al finaliza el renograma diurético, cuando el paciente tiene ganas de orinar, se obtiene otra serie
de imágenes secuenciales durante la micción. El paciente debe orinar de forma espontánea en un recipiente mientras se realiza la adquisición
de las imágenes. En este caso se observa RVU bilateral más significativo derecho (proyección posterior).
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– G
rado I: dilatación leve sin visualizarse – D
ilatación piélica moderada de 10 a 15
cálices. mm asociadas a CAKUT.
– G
rado II: dilatación marcada, con la altera- – D
ilatación piélica severa más de 15 mm,
ción de la pelvis limitada dentro del borde gran riesgo de CAKUT.
renal; se visualizan mínimamente los cáli-
ces. 5.1. Diagnóstico postnatal de los pacientes
con diagnóstico de DVU prenatal:
– G
rado III: dilatación importante, pelvis pruebas de imagen y función renal
dilatada fuera del borde renal; cálices con
dilatación uniforme; parénquima nor- El objetivo del manejo postnatal de estos pa-
mal. cientes es detectar los pacientes que tienen
A B C D B
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una dilatación significativa que puede corres- mente cicatrices, alteraciones de la ecoge-
ponder a una malformación y evitar explora- nicidad del parénquima, calcificaciones y
ciones innecesarias en aquellos casos en los lesiones focales sólidas.
que son transitorias o fisiológicas. Al igual que
en la infección urinaria, no existe consenso en • La presencia de quistes, ya sean corticales o
el manejo postnatal, y la escasa implicación parapiélicos. En determinadas ocasiones es
terapéutica y pronóstica que tiene actualmen- necesario diferenciar entre quistes y dilata-
te el reflujo vesicoureteral tiende a limitar las ción, fundamentalmente en casos de dis-
exploraciones. La mayoría de los autores se plasias multiquísticas. La clave la dará el
basan en los factores predictivos prenatales hecho de que los quistes (ya sean de origen
mencionados anteriormente. malformativo o adquirido) no comunican
entre sí, mientras que en un sistema dilata-
Las pruebas que pueden ayudarnos al diag- do hay continuidad entre cálices y pelvis).
nóstico son:
• Los diámetros y la morfología del sistema ex-
Ecografía cretor dilatado y la valoración de la extensión
de la dilatación al uréter, su tortuosidad, etc.
La ecografía es la prueba de elección para el
diagnóstico y seguimiento de la DVU prenatal. • La morfología de los uréteres distales, la
Ya desde la fase prenatal, mediante ecografía pared de la vejiga y las uniones ureterovesi-
podemos valorar de forma fiable y reproducible cales (especialmente valorando la existen-
la morfología y los diámetros del sistema excre- cia de ureterocele y/o desembocadura ure-
tor y la ecoestructura y ecogenicidad del parén- teral ectópica).
quima renal. Hay que tener en cuenta que la
ecografía realizada inmediatamente tras el na- • Además, es necesario estudiar el resto del
cimiento puede infravalorar la dilatación debido abdomen, para descartar otras alteraciones
a la oliguria fisiológica del neonato. Por lo tanto, intra- o retroperitoneales.
en caso de dilataciones leves o moderadas de-
tectadas intraútero, deberá esperarse entre una Además, la ecografía Doppler puede ser útil en
y cuatro semanas para realizar una valoración el estudio de la DVU:
adecuada de la vía y poder clasificar la dilata-
ción de forma correcta. En el estudio de la hidro- • Para valorar los vasos principales y descar-
nefrosis es necesario valorar mediante ecogra- tar la presencia de patología arterial o ve-
fía convencional los siguientes parámetros: nosa (Doppler convencional).
• La localización y morfología renal, así como, • En el estudio del jet ureteral hacia la vejiga.
el tamaño. Con especial atención a la exis- El Doppler lo pone de manifiesto de forma
tencia de dobles sistemas. inequívoca y permite tener datos adiciona-
les para la diferenciación entre obstrucción
• La presencia o ausencia de hallazgos pato- ureteral y megauréter no obstructivo.
lógicos parenquimatosos, fundamental-
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A B
A: Proyección posterior: imágenes secuenciales y curvas funcionales. Riñón izquierdo sin alteraciones. Riñón derecho con visualización persistente de
uréter y curva de eliminación sin alteraciones; B: Imagen suma 1-2 minutos; C: Curva funcional.
trazador que abandona el riñón en el tiempo que se evitan mediante la realización de una
T en relación con la cantidad de radiotrazador técnica adecuada con una correcta hidratación
extraído de la sangre por el riñón. Mientras del paciente, obtención de imágenes postmic-
que NORA es la cantidad de radiotrazador que cionales, tipo y dosis de radiotrazador y de
permanece en el riñón en el tiempo T expresa- diurético empleados y correcto procesado de
da como índice entre actividad en tiempo T y los datos adquiridos. Otras causas se deben a
tiempo 1-2 min. factores no controlables que afectan a la con-
dición del paciente; estos incluyen la
La interpretación del drenaje del tracto urina- disminución del filtrado glomerular y la inma-
rio en estos pacientes puede originar falsos durez tubular fisiológicas del recién nacido,
diagnósticos de obstrucción cuando en ellos que pueden originar una curva prolongada o
se utilizan los mismos criterios que para los en meseta, y a una respuesta insuficiente a la
riñones adultos. Entre las causas de falsa furosemida en ausencia de obstrucción, por lo
interpretación de estenosis de la unión pie- que se recomienda realizar el renograma diu-
loureteral se encuentran factores controlables rético no antes del mes de vida. Las pelvis re-
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Ecografía al mes
Pelvis menor de 10-15 mm Infección
No profilaxis ni cultivo Estéril
DVU grados I y II Tto
No profilaxis Igual que prenatal
Urocultivo
Ecografía a los 8-9 meses Urocultivo o profilaxis
Si DVU similar, Posteriormente anual, si CUMS
control clínico situación estable Valorar CUMS
Según familia
Ecografía entre 9-12
meses No reflujo No reflujo Reflujo alto grado
Suspender profilaxis Valorar profilaxis Profilaxis
Ecografía 6-9 meses Ecografía en un mes Gammagrafía precoz
Si estable DVU Renograma diurético (sin infección en este
control ecográfico 9 meses entre 20-30 días de periodo)
Si aumento renograma Ecografía a los 3 meses
vida:
diurético
Valorar cirugía Indicación de corrección
si es obstructivo alta,
no antes del año
AP: anteroposterior; CUMS: cistouretrografía miccional seriada; DVU: dilatación vía urinaria; PSP: punción suprapúbica.
está disponible en todos los centros y con fre- vesicoureteral de alto grado será baja y la
cuencia nos encontramos pacientes con pato- CUMS no se realizará de forma rutinaria. Se
logía urológica donde la opción terapéutica no realizará seguimiento ecográfico entre los
es la quirúrgica, siendo posible un seguimien- seis y los nueve meses y, si la situación es es-
to por el nefrólogo infantil. table o ha disminuido, se repetirá anualmen-
te. Si ha aumentado el grado de DVU, se pro-
La ecografía prenatal es el punto de partida cederá de acuerdo a la gravedad que presente.
del estudio. Nos basaremos en la clasificación A los pacientes con DVU grados III y IV de la
de la SUF combinado con el diámetro antero- SUF o con dilataciones moderadas-graves,
posterior de la pelvis. A los pacientes con DVU pelvis mayores de 10-15 mm unilaterales, se
grado I o II de la SUF o dilataciones leves, pel- les realizará la ecografía pasadas las 48 horas
vis inferiores a 10-15 mm, con afectación uni- de vida. Si el diagnóstico es el mismo, se ins-
o bilateral se les realizará la ecografía entre la taurará profilaxis antibiótica por riesgo eleva-
primera y la cuarta semanas de vida. Si la pel- do de reflujo vesicoureteral de alto grado y se
vis es inferior a 7 mm no son necesarias más programará la CUMS que se puede posponer
exploraciones. Si se confirma el diagnóstico, más allá de los siete días de vida. Si el pacien-
se darán de alta sin profilaxis antibiótica, ya te no tiene reflujo vesicoureteral, realizare-
que en estos pacientes la sospecha de reflujo mos un renograma diurético en torno al mes
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de vida. No debe realizarse antes de los 20 ca y agenesia renal; si el riñón único funcio-
días de vida, ya que la inmadurez renal puede nante no se encuentra dilatado, se puede
hacer que el resultado no sea fiable. Si el reno- hacer un seguimiento clínico, reservando la
grama no es obstructivo, se suspenderá la CUMS para aquellos que presenten infeccio-
profilaxis y se realizará seguimiento ecográfi- nes urinarias.
co entre los tres y los seis meses, ya que el fil-
trado glomerular de los lactantes se incre- La RM tiene utilidad en aquellos casos en los
menta exponencialmente durante este que mediante ecografía no logra realizarse una
periodo. Si el renograma es obstructivo, el valoración adecuada de todas las estructuras
paciente ha de ser evaluado por un urólogo genitourinarias. El estudio anatómico no re-
pediátrico, ya que debe valorarse la indicación quiere habitualmente de la administración de
quirúrgica. Si el tipo de curva en el renograma gadolinio intravenoso (IV), por lo que puede
es dudoso, o tenemos duda del manejo del realizarse la exploración a cualquier edad, utili-
paciente, se derivará igualmente para valora- zando sedación en los niños pequeños o no co-
ción urológica. Si el paciente tiene RVU, habrá laboradores. Mediante RM podemos delimitar
que descartar la presencia de una displasia las estructuras abdominales y pélvicas valoran-
renal asociada. Si el paciente tiene una DVU do de forma adecuada las vísceras macizas in-
grado IV bilateral o grado III o IV unilateral traperitoneales, los órganos retroperitoneales y
(pelvis superior a 15 mm) con riñón único, las vísceras pélvicas, además de la columna y la
realizaremos la ecografía urgente (antes de médula, todo ello con capacidad multiplanar, y
las 48 horas de vida), procediendo de las mis- la posibilidad de realizar secuencias 3D. De esta
ma forma el resto de los pasos. En estos pa- forma, la delimitación de malformaciones com-
cientes se debe evaluar la normalidad de la plejas es más completa, permitiendo diagnósti-
función renal y tubular. cos más certeros en estos casos.
Los pacientes con diagnóstico compatible con La TC no se utiliza habitualmente, a no ser que
CAKUT en los que se detecta DVU se somete- no haya disponibilidad de RM o esté indicada
rán al mismo protocolo de estudio. la administración de contraste intravenoso
(CIV) para la valoración por imagen de la vía
La ecografía abdominal será completa, eva- excretora renal, (especialmente en pacientes
luando otras posibles malformaciones y los menores de dos años, en los que no puede uti-
genitales internos en lo posible. En este grupo lizarse gadolinio IV) en casos de uréteres ectó-
de pacientes, la literatura actual todavía pro- picos no claramente delimitados, fístulas uri-
pone la realización de la CUMS a todos ellos narias no aclaradas, etc.
por el gran porcentaje de reflujo asociado a
esta patología y por la poca posibilidad, en
muchos de estos casos, de una desaparición 7. TÉCNICAS DE IMAGEN EN LAS
espontánea por ir asociado a uréteres ectópi- ENFERMEDADES GLOMERULARES
cos. Sin embargo, en los pacientes con baja
sospecha de RVU de alto grado, se podría ob- La mayoría de los protocolos de estudio de las
viar. Este es el caso de la displasia multiquísti- enfermedades glomerulares incluyen la reali-
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zación de una ecografía. La ecografía es una difusa del parénquima hepático con au-
técnica sensible para la detección de patología mento de su ecogenicidad a causa de la
difusa parenquimatosa, pero su especificidad presencia de fibrosis).
es baja, siendo necesaria la realización de
biopsia para la caracterización anatomopato- En el estudio Doppler valoramos:
lógica de la afectación.
• La macrovascularización, para detectar alte-
Mediante esta técnica podemos valorar en la raciones arteriales o venosas (fundamental-
ecografía convencional: mente trombosis venosa) que puedan pro-
ducir afectación parenquimatosa difusa.
• La localización, morfología y el tamaño re-
nal. En las enfermedades difusas, el tama- • La vascularización parenquimatosa, que en
ño puede estar aumentado, normal o dis- general disminuye a medida que avanza la
minuido. En general, en las fases iniciales el enfermedad glomerular.
tamaño renal será o normal o ligeramente
aumentado. La afectación crónica conlleva La biopsia ecodirigida es la técnica de elección
habitualmente disminución del tamaño re- para la toma de muestras renales. Permiten
nal con atrofia de la corteza. elegir la zona de biopsia más adecuada, fun-
damentalmente el polo inferior, evitando las
• La ecoestructura y ecogenicidad cortical. En estructuras del hilio y el pedículo vascular. De-
general, las enfermedades glomerulares tecta asimismo la aparición de complicaciones
cursan con aumento de la ecogenicidad post-biopsia, siendo el sangrado la más fre-
cortical y disminución de la diferenciación cuente.
corticomedular. Puede haber o no atrofia
de la corteza, que será mayor cuanto más La RM y la TC no son habitualmente de utili-
avanzada sea la enfermedad. dad para la valoración de la enfermedad difu-
sa parenquimatosa renal.
• La presencia de quistes. Los quistes macros-
cópicos son típicos de la enfermedad poli-
quística autosómica dominante (AD), 8. TÉCNICAS DE IMAGEN EN LA HTA
mientras que en la poliquistosis autosómi-
ca recesiva (AR) puede haber quistes mili- El estudio de los pacientes con hipertensión
métricos o afectación parenquimatosa di- arterial en Pediatría, con exploración física
fusa con hiperecogenicidad. normal por lo demás, se inicia con una prueba
de imagen renal y una función renal, ya que en
• Otros hallazgos sobreañadidos del tracto la infancia, a diferencia del adulto, la hiperten-
urinario o del resto de vísceras abdomina- sión arterial es con más frecuencia secundaria.
les. En los casos de enfermedad renal poli-
quística, la afectación hepática podrá dife- El diagnóstico por imagen se inicia siempre
renciar entre la forma AD (donde suelen mediante ecografía. En función de la comple-
aparecer quistes) y la AR (con afectación jidad en el diagnóstico puede ser necesaria la
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• Mayor resolución espacial con adquisicio- estenosis de arterias renales en niños es dife-
nes isotrópicas que permiten reconstruc- rente, con una afectación frecuentemente bila-
ciones multiplanares y vasculares 3D con teral y afectando a vasos secundarios intrarre-
resolución de hasta 0,5 mm. nales. Esta característica hace a la técnica
menos sensible en la población infantil, estan-
• Solo es necesaria la sedación en niños de do en debate su utilidad. Con el incremento en
corta edad o no colaboradores. la población infantil del fenotipo de síndrome
metabólico, podría ser de utilidad el renograma
• Puede utilizarse el contraste yodado IV a con captopril, reservando las técnicas invasivas
cualquier edad. en pacientes con elevada sospecha clínica de
padecer hipertensión de origen renovascular.
8.4. Angiografía
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etiología del fallo renal. Sí pueden ser necesa- compromiso renal bilateral o compresión ex-
rios para la valoración de la anatomía vascular trínseca. En oligoanuria, la reducción del filtra-
pretrasplante. Es necesario valorar, en caso de do glomerular es importante y la concentra-
insuficiencia renal, la necesidad de utilización ción de DTPA por el riñón es escasa. Las curvas
de CIV. Los contrastes yodados están contrain- obtenidas son planas, levemente superiores al
dicados por su potencial nefrotóxico en casos nivel de fondo, con una pobre o nula definición
de insuficiencia renal moderada o grave, y de- en las imágenes. No obstante, el flujo durante
ben ser administrados con hidratación abun- el primer paso del trazador nos brinda infor-
dante y fármacos renoprotectores (N-acetilcis- mación sobre la aorta, las arterias renales y la
teína) en caso de insuficiencia renal leve. No vascularización renal. En la “fase poliúrica”, la
debe administrarse gadolinio con aclaramien- reducción del filtrado glomerular es modera-
tos de creatinina menores de 30 ml/min/m2 da, resultando un tránsito tubular lento, con
por su potencial complicación con fibrosis sis- prolongación del tiempo intraparenquimato-
témica nefrogénica. so y consecuente retardo en la eliminación.
Los radiofármacos que se eliminan por secre-
9.1. Renograma ción tubular (MAG3) tienen un mejor índice de
extracción con buenas imágenes, pero el des-
La disminución del filtrado glomerular es pa- censo del filtrado glomerular provoca una dis-
tognomónica de la insuficiencia renal. Los me- minución del ultrafiltrado que atraviesa la luz
canismos que surgen como responsables de la tubular y se evidencia en una retención intra-
hipofiltración involucran procesos interdepen- parenquimatosa y tardía excreción hacia el
dientes, que incluyen una marcada disminu- sistema pielocalicial. El análisis de las imáge-
ción de la permeabilidad glomerular, bloqueo nes secuenciales nos permite la evaluación del
tubular celular o edema intersticial y difusión drenaje renal y en los casos de insuficiencia
del ultrafiltrado a través del epitelio dañado. El renal aguda postrenal puede detectarse el lu-
tiempo que transcurre en la instalación del gar de la obstrucción. Las glomerulonefritis,
síndrome establece la diferenciación en aguda las nefropatías intersticiales, las enfermeda-
(días), subaguda (semanas) o crónica (meses a des sistémicas, las nefropatías tóxicas y las
años). La insuficiencia renal aguda es un sín- hereditarias se encuentran entre las causas
drome clínico que se divide clásicamente en más frecuentes de neuropatías crónicas, sien-
prerrenal, renal y postrenal. La insuficiencia do a menudo asintomáticas y llegando al
renal aguda prerrenal es debida a una dismi- diagnóstico cuando la función está gravemen-
nución de la perfusión renal en situaciones de te comprometida. La valoración clínica del fil-
hipovolemia que reducen la vascularización trado glomerular mediante la depuración de
renal y consecuentemente la filtración glo- creatinina endógena en pacientes con lesión
merular. La insuficiencia renal aguda de causa renal tiene errores de estimación y no es segu-
renal incluye a un conjunto de patologías que ra para evaluar la progresión de la enferme-
afectan difusamente el parénquima desarro- dad. La relación entre cambios de la creatinina
llando un rápido deterioro funcional. La insufi- y de la función glomerular (FG) renal no es li-
ciencia renal aguda postrenal es causada por neal, sino exponencial, y un aumento en la
una grave obstrucción de la vía excretora con creatinina no va a ser evidente clínicamente
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hasta que la FG disminuya por debajo del 50%. tecta la existencia o no de dilatación de la vía.
En la insuficiencia renal crónica compensada, En el caso de rechazo, los signos ecográficos
donde resulta relevante la determinación del van desde la fase aguda, en la que hay un au-
filtrado glomerular, el renograma puede man- mento de tamaño del riñón e hipoecogenici-
tener su morfología presentando las fases de dad parenquimatosa, a la atrofia progresiva y
llegada y parenquimatosa conservadas y una la desdiferenciación corticomedular a medida
tercera fase con disminución en el gradiente que se cronifica. También puede detectar com-
de eliminación, pudiendo interpretarse erró- plicaciones postrasplante (abscesos, linfoce-
neamente como obstructivo. El renograma les, fugas urinarias).
con estímulo farmacológico, con diuréticos y
con inhibidores de la enzima conversora de La ecografía Doppler valora el flujo arterial,
angiotensina, para establecer el diagnóstico detectando signos directos o indirectos de es-
etiológico de la insuficiencia renal, están indi- tenosis arteriales, que fundamentalmente
cadas en el estadio inicial. A pesar del daño suelen ocurrir en la anastomosis y que pueden
establecido, el tratamiento de la causa (uropa- conducir a hipertensión o fallo del injerto.
tía obstructiva o hipertensión renovascular)
puede estabilizar o enlentecer su desarrollo en También puede ser necesaria la realización de
una etapa temprana, llegando a recuperar la biopsia ecodirigida para valorar la existencia
función deteriorada. En la insuficiencia renal de rechazo. En casos de colecciones o fugas
crónica, los radiotrazadores que se eliminan urinarias, también pueden realizarse drenajes
por secreción tubular, MAG3, son los indicados u otras técnicas intervencionistas guiadas por
por su alta eficiencia de extracción, siendo la ecografía.
retención cortical el parámetro más importan-
te. El renograma podría tener su indicación La vascularización también puede valorarse
para valorar la función renal relativa de cada mediante angio-RM o angio-TC. Su utilidad
riñón y controles evolutivos ante situaciones fuera de este contexto es menor.
de descompensación. Su indicación en la po-
blación pediátrica no está claramente estable- Mediante angiografía podemos realizar an-
cida. gioplastia para tratar estenosis arteriales
anastomóticas o en otras localizaciones.
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renal y por rechazo hiperagudo situaciones de extracción del MAG3 posibilita ver el riñón
que normalmente pueden ser discriminadas aun en situaciones de compromiso funcional
por la presencia de un riñón pequeño en la muy grave y podría ser el único indicio de exis-
obstrucción arterial o voluminoso y sensible tencia de vitalidad en el injerto.
en las otras dos situaciones cuya diferencia-
ción puede hacerse en base otros elementos
clínicos y de laboratorio. El deterioro de la per- Mención especial a la Dra. Antonia Peña
fusión y de la función –que puede ser objetiva- Carrión, que ha realizado la revisión externa
do por parámetros como el índice de perfu- de este capítulo.
sión, filtración glomerular o FPRE– indica la
posibilidad de rechazo agudo. En contraste, la Los criterios y opiniones que aparecen en este
necrosis tubular aguda cursa con deterioro capítulo son una ayuda a la toma de decisiones
funcional pero sin compromiso preponderan- en la atención sanitaria, sin ser de obligado
te de la perfusión. Otra complicación es la cumplimiento, y no sustituyen al juicio clínico
fuga urinaria, alteración fácilmente detecta- del personal sanitario.
ble por el renograma. Por último, la alta taza
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