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Día Quinto

DON DE CIENCIA

Presidente: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.


Todos: Amén

Oración Para Pedir Los Dones Del Espíritu Santo


Oh Dios eterno y santo, tú que anunciaste por medio del profeta Isaías, que el
Mesías vendría lleno de tu santo Espíritu y que él lo derramaría sobre la
humanidad como don: te pedimos con gran humildad, que nos regales tu santo
Espíritu, con sus dones de sabiduría, entendimiento, consejo, fortaleza, ciencia,
piedad y temor de Dios, para que con ellos nos santifiquemos y colaboremos
en la santificación de nuestro prójimo, por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Del libro de la Sabiduría 13, 1-5

Sí, vanos por naturaleza todos los hombres en quienes había ignorancia de Dios
y no fueron capaces de conocer por las cosas buenas que se ven a Aquél que es,
ni, atendiendo a las obras, reconocieron al Artífice; sino que al fuego, al viento,
al aire ligero, a la bóveda estrellada, al agua impetuosa o a las lumbreras del
cielo los consideraron como dioses, señores del mundo. Que si, cautivados por
su belleza, los tomaron por dioses, sepan cuánto les aventaja el Señor de éstos,
pues fue el Autor mismo de la belleza quien los creó. Y si fue su poder y
eficiencia lo que les dejó sobrecogidos, deduzcan de ahí cuánto más poderoso
es Aquel que los hizo; pues de la grandeza y hermosura de las criaturas se llega,
por analogía, a contemplar a su Autor.

Palabra de Dios
Meditación
DON DE CIENCIA
Gracias al cual se nos da a conocer el verdadero valor de las criaturas y
su relación con el creador. El Espíritu Santo nos introduce en el
conocimiento de los misterios del reino de Dios.

El hombre contemporáneo con su mentalidad científica, y a veces cientista está


tentado de dar una interpretación naturalista del mundo; ante tanta belleza
corre el riesgo de divinizar el cosmos y de negar el hecho de la creación y al
Autor de la creación.
El verdadero científico confiesa no inventar nada, ni crear nada, sino que
simplemente aplica la inteligencia que Dios le ha dado para descubrir lo
que ya Dios desde el comienzo había hecho. El científico es un descubridor y
por eso debe descubrir al autor de tanta belleza y armonía en la creación. El
Espíritu Santo socorre con el DON DE CIENCIA al hombre para que pueda
valorar rectamente las cosas en su dependencia esencial del creador. Gracias a
ella como escribe Santo Tomás, el hombre no estima las criaturas más de lo
que valen y no pone en ellas sino en Dios el fin de su propia vida.
Esto es lo que tantas veces y de múltiples modos nos sugiere el libro de los
salmos.
“EL CIELO PROCLAMA LA GLORIA DE DIOS, EL FIRMAMENTO
PREGONA LA OBRA DE SUS MANOS” (Sal 19(18) (Sal 8,2) (Sal 148,1-3).
El hombre iluminado por el don de la ciencia descubre al mismo tiempo la
infinita distancia que separa a la cosas del creador.

Toda ciencia que se salga de esta norma es ciencia orgullosa y perniciosa y


quienes la cultivan terminan por ponerse en el lugar de Dios. Está ocurriendo
en nuestro tiempo con muchos biólogos que osan, abusivamente manipular la
vida misma con la terrible perspectiva de crear monstruos mediante la
clonación o de jugar a ser Dios en la manipulación de embriones, sin el más
mínimo respeto de los principios morales o éticos.

Terminado la reflexión, el que dirige invita a decir en voz alta las intenciones o
peticiones por la que se realizará el Santo Rosario. (una de ellas el fin del
Coronavirus y por los médicos y personal de Salud)

Se inicia el Santo Rosario como de Costumbre repartiendo entre varios miembros


de la familia cada uno de los misterios que corresponden a cada día. (Lunes y
Sábado: Misterios Gozosos, Martes y Viernes: Misterios Dolorosos, Jueves:
Misterios Luminosos, Miércoles y Domingo: Misterios Gloriosos.) Al finalizar
se hace la siguiente Oración:

Oración del Papa Francisco a la Virgen María


Oh María, tú resplandeces siempre en nuestro camino como un signo de
salvación y esperanza. A ti nos encomendamos, Salud de los enfermos, que al
pie de la cruz fuiste asociada al dolor de Jesús, manteniendo firme tu fe. Tú,
Salvación del pueblo colombiano, sabes lo que necesitamos y estamos seguros
de que lo concederás para que, como en Caná de Galilea, vuelvan la alegría y
la fiesta después de esta prueba. Ayúdanos, Madre del Divino Amor, a
conformarnos a la voluntad del Padre y hacer lo que Jesús nos dirá, Él que
tomó nuestro sufrimiento sobre sí mismo se cargó de nuestros dolores
para guiarnos a través de la cruz, a la alegría de la resurrección. Amén. Bajo tu
amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios, no desprecies nuestras súplicas
en las necesidades, antes bien líbranos de todo peligro, oh Virgen gloriosa y
bendita. Amén

Juntos dicen: El Señor nos bendiga, nos libre de todo mal y nos lleve a la
Vida Eterna. Amén.

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