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3.3. Regímenes de circulación.

Experimento de Reynolds
Antes de pasar a estudiar los mecanismos de los fenómenos de transporte, es
interesante comprobar experimentalmente la existencia de tales mecanismos.
En el caso del estudio de los regímenes de circulación resulta de sumo interés
el experimento llevado a cabo por Reynolds en 1833. Dicho experimento
consistía en hacer circular agua a través de una tubería transparente y de
sección constante, variando la velocidad de circulación del líquido mediante
una válvula colocada a la entrada de la tubería. En el centro de la tubería, y en
la sección de entrada, se introduce una solución coloreada. Se observa la
variación de la vena coloreada a lo largo de la tubería, para las distintas
velocidades de circulación del líquido.

Si la velocidad del líquido es baja, la vena coloreada no pierde su identidad,


circulando por la parte central de la tubería, y aunque se observa un lento y
progresivo aumento en el espesor de la vena, no se aprecia mezcla en el
sentido transversal, lo que indica que el flujo tiene lugar en forma de corrientes
paralelas que no interfieren entre ellas. El intercambio de materia es solo a
nivel molecular. A medida que se aumenta la velocidad del líquido van
apareciendo oscilaciones en el filamento coloreado, hasta que a partir de una
cierta velocidad se rompe en remolinos e inunda transversalmente la
conducción. En la figura 3.1 se observan distintas imágenes de lo expuesto
sobre el experimento de Reynolds.

De todo lo observado puede deducirse que existen dos tipos de regímenes de


circulación bien diferenciados, en que los mecanismos de transporte de
materia son distintos.

Para velocidades bajas se desprende que el líquido se desplaza en sentido


horizontal y por capas concéntricas paralelas, sin desplazamiento transversal.
Este régimen se llama laminar y se caracteriza por la ausencia de movimiento
global perpendicular a la dirección principal de la corriente.
Para velocidades elevadas, existe un desplazamiento de liquido en sentido
transversal, de proporciones macroscópicas. Este tipo de régimen de
circulación recibe el nombre de turbulento. Se caracteriza por el rapido
movimiento del líquido en forma de remolinos con direcciones al azar en la
sección transversal de la tubería.

En estos experimentos la única variable que cambia es la velocidad, pero


puede haber otras variables que se alteren, tales como el diámetro de la
tubería o la naturaleza del líquido. Por todo ello, para un mejor estudio de los
regímenes de circulación se define un módulo adimensional que reúne las
magnitudes que caracterizan el fenómeno de la circulación, delimitando los
distintos regímenes. Dicho modulo recibe el nombre de modulo o número de
Reynolds, que representa el cociente entre las fuerzas de inercia y viscosas
en el fluido en movimiento. Para el caso de una conducción cilíndrica y fluido
newtoniano, toma la forma:

El valor numérico del módulo de Reynolds es un criterio para definir el tipo de


régimen de circulación de una corriente fluida. Se ha observado que para
valores inferiores a un Re llamado crítico, las oscilaciones del flujo son
inestables, y cualquier perturbación desaparece rápidamente. Para valores
superiores a este Re crítico, las oscilaciones se hacen estables y de mayor
amplitud, dando lugar a un alto grado de mezcla radial. Para fluidos
newtonianos el valor del Re critico es 2.100.

Para valores inferiores el régimen es laminar, mientras que para valores


superiores existe un intervalo de valores del modulo Re, denominado de
transición, en que se pueden dar fenómenos metaestables. A partir de valores
superiores a 10.000, el régimen netamente turbulento.

Este estudio realizado para los regímenes de circulación también puede


aplicarse al transporte de cantidad de movimiento y transmisión de calor.
Si en el experimento de Reynolds se mide la caída de presión que
experimenta el fluido entre las secciones de entrada y salida de la tubería
(ΔP), se observa que aumenta con el caudal. La figura 3.2 muestra la
variación de la caída de presión con el módulo de Reynolds. La pérdida de
carga del fluido es la expresión de la energía que el fluido consume, por tener
lugar un transporte de cantidad de movimiento. En dicha figura se observa que
a partir de Re = 2.100 la perdida de carga aumenta más rápidamente,
lo que favorece el proceso de transporte de cantidad de movimiento, pues
aparecen componentes radiales en la velocidad de las partículas del fluido.

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