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A L.·. G.·. D.·. G.·. A.·. D.·. U.·.

Gran Logia de la República Dominicana


Fundada el 24 de octubre de 1858 (e.·.v.·.)
Gran Comisión de Instrucción Masónica
Periodo 2017 – 2019 (e.·.v.·.)
S.·. F.·. U.·.

Planchas en Grado de Aprendiz


elaboradas por la
Gran Comisión de Instrucción Masónica
que circularon entre las
Respetables Logia de la República Dominicana
durante los año 2017 – 2019 (e.·.v.·.)
1
―… quién soporta valientemente los golpes de la adversa fortuna,
conduciéndose honradamente, es un hombre verdaderamente bueno y
de postura cuadrada e irreprochable; y quien quiera adoptar esa
postura cuadrada debe medirse a menudo con la Escuadra perfecta
de la justicia y de la honradez‖.

Aristóteles
384 – 322 a. C.

2
"Los enemigos más encarnizados de nuestras ideas, son aquellos que
no las entienden."

Albert Einstein
1879-1955

―…el que realmente quiere encontrar, y por ello busca, no puede


aceptar ninguna doctrina… el saber es comunicable, pero la sabiduría
no. Se la puede vivir, pero nunca explicar ni enseñar‖.
Hermann Karl Hesse
1877-1962
Siddharta

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Índice
Mensaje del Muy Respetable Gran Maestro Pág. 06

Nota aclaratoria Pág. 08

PIM 01- Julio/2017 El traje de recipiendario Pág. 10

PIM 02 Agosto/2017 La Iniciación Pág. 14

PIM 03 Sept/2017 Etiqueta masónica Pág. 18

PIM 04 Octubre/2017

El Q.·. H.·. Juan Pablo Duarte y la Masonería Pág. 22

PIM especial. Oct/ 2019. La espada flamígera Pág. 26

PIM 05 Nov/ 2017 Columnas Pág. 32

PIM 06 Dic/ 2017 Solsticio de Invierno Pág. 36

PIM 07 Dic/2017

Mistagogo, el que conduce al iniciado Pág. 39

PIM 08 Enero 2018 La Tenida Pág. 41

PIM 09 Feb 2018 ―Querido Hermano‖ Pág. 45

PIM 10 Feb 2018 La Educación Masónica Pág. 50

PIM 11 Marzo 2018 La Logia de San Juan Pág. 54

PIM 12 Abril 2018 Salmo 133 Pág. 59

PIM 13 Mayo 2018 El secreto masónico Pág. 63

PIM 14 Junio 2018

Siempre obrero de paz, siempre aprendiz Pág. 67

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PIM 15 Junio 2018

Los tres San Juan y la Masonería Pág. 72

PIM 16 Julio 2018 El pavimento de mosaico Pág. 78

PIM 17 Agosto 2018 Código Moral Masónico Pág. 83

PIM 18 Sept / 2018 El Ara Pág. 89

PIM 19 Oct / 2018 Escuadrar la Logia Pág. 94

PIM 20 Nov / 2018

Blancanieves y los siete enanos Pág. 99

PIM 21 Nov / 2018 El arquetipo de la sabiduría Pág. 104

PIM 22 Enero 2019

Entre la Simbología y la Ética Pág. 111

PIM 23 Feb / 2019 Gran Arquitecto del Universo Pág. 116

PIM 24 Feb / 2019 El Ser Pág. 121

PIM 25 Marzo 2019 Ateísmo Pág. 126

PIM 26 Marzo 2019

Libre pensamiento y libre albedrio Pág. 132

PIM 27 Abril 2019 Laicismo y Laicidad Pág. 138

PIM 28 Abril 2019

Libre pensamiento ¿es posible en nuestro tiempo? Pág. 144

PIM 29 Mayo 2019 El oficio de cantero en la Antigüedad Pág. 149

PIM 30 Mayo 2019 Los colegios romanos Pág. 155

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Mensaje del Gran Maestro

Todos los masones somos eternos aprendices. El ciclo simbólico de


tres años que pasamos en nuestros talleres con un mandil que nos
indica dicho grado, es un llamado para que los Queridos Hermanos
Compañeros y Maestros Masones, le dediquemos nuestro tiempo para
darle respuestas a las múltiples inquietudes que asaltan a la mente del
Aprendiz Mason.

El Aprendiz con el paso del tiempo va atemperando su deseo de


avanzar más rápido e intuirá la vigencia y sabiduría de ese adagio
antiguo que nos aconseja: ―Comprender que el pozo nunca es tan
profundo como nuestra ignorancia, ni el agua tan fría como la duda, el
aire tan impetuoso como nuestros deseos, ni el fuego tan ardiente
como las pasiones.” Observa allí la fuerza de los elementos y la
experiencia de los viajes iniciáticos, que le aquilataran durante todo el
camino, diáfano y recto, que transitará desde el momento en que fue
iniciado: ser libre, de prístina moral, creer en un Ser Supremo y
trabajar para crecer intelectual y espiritualmente.

Durante el periodo de la Gran Maestría 2017 – 2019, nos propusimos


trabajar en materia de instrucción para coadyuvar a la Logias
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pertenecientes a la jurisdicción, realizando talleres y circulando
trazados con el fin de reforzar lo enunciado.

Hoy presentamos esta pieza de arquitectura, que descifra las planchas


buriladas en Grado de Aprendiz durante el periodo señalado, con la
finalidad que sean de utilidad, tanto a las nuevas columnas como a
todos los miembros de nuestra hermandad.

Me despido con un T∴A∴F∴ y con los SS∴, PP∴ y TToc∴ que nos son
conocidos.

S∴F∴U∴

Ramón Osiris Blanco Domínguez


Muy Respetable Gran Maestro

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Nota aclaratoria

Durante la gestión 2017-2019 del Muy Respetable Gran Maestro,


Ramón Osiris Blanco Domínguez, la Gran Comisión de Instrucción
Masónica circuló 37 trazados clasificados de la siguiente manera: 31
en Grado de Aprendiz, 7 en Grado de Compañero y 3 en Grado de
Maestro.

En esta pieza de arquitectura que publicamos se reúne únicamente los


trazados en G∴ de Ap∴ burilados por la Gran Comisión, señalando que
dos de ellos son de autoría de sendos queridos hermanos de rresp∴
logias de la jurisdicción de la Gran Logia de Venezuela.

En cada uno de ellos la intención siempre fue aguijonear el ánimo del


eterno investigador que prevalece en todo Hermano Masón.

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Buenas son las palabras del filosofo Hermann Hesse, quien nos dice
―…el que realmente quiere encontrar, y por ello busca, no puede
aceptar ninguna doctrina… el saber es comunicable, pero la sabiduría
no. Se la puede vivir, pero nunca explicar ni enseñar‖.

La sabiduría la vamos aquilatando en la Logia de San Juan, donde


construimos templo a la virtud y se cavan calabozos a los vicios, por
ello asistimos a nuestras logias, a estudiar la ciencia y a practicar las
virtudes, para así vencer nuestras pasiones y hacer nuevos progresos
en la Masonería.

Estos trazados se continuarán burilando y circulando durante el


periodo 2019-20121, si la circunstancias lo permiten. Este material,
conjuntamente con la Guía del Aprendiz Masón Dominicano, aspira
cumplir con la misión confiada.

Me despido con un T∴A∴F∴ y con los SS∴, PP∴ y TToc∴ que nos son
conocidos.

S∴F∴U∴

Isidro Toro Pampols


Presidente de la Gran Comisión de Instrucción Masónica
2017-2019

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El traje de recipiendario

La liturgia es un conjunto de ritos y estos, a su vez, son símbolos en


acción, con el fin de impregnar un mensaje en el subconsciente del
individuo. La liturgia es uno de los varios métodos de instrucción
masónica que utiliza la Orden. El primer símbolo con que se topa el
profano aspirante a ser masón, es con el traje de recipiendario. Vamos
a realizar un acercamiento a los fines de indagar aspectos instructivos
del mismo.
En la Ten.·. de Iniciación el Ven.·. Maest.·. informa al Prof.·. que
―estáis medio desnudo, medio descalzo y con una soga al cuello, en
representación material del ignorante que, sin ideas de la elevada
misión del hombre sobre la tierra, vive esclavo de los errores, vicios y
pasiones‖.
Los textos masónicos coinciden en mostrar que el traje de
recipiendario indica que no juzgamos al hombre por su exterior; la
cuerda que lleva al cuello, es el emblema de la esclavitud en que nos
mantienen las preocupaciones que desde la niñez se nos inculcan y
que sólo por la obra del propio esfuerzo, vinculado a la razón,

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logramos en el devenir del tiempo destruir. Descubrimos el pecho del
lado del corazón porque el masón se presenta sinceramente a sus
hermanos. El pie descalzo representa la humildad que debemos
profesar; el brazo desnudo, es el deber de combatir la tiranía; la rodilla
desnuda significa que ante los dictados de la razón y la moral
debemos inclinarnos.
El despojo de todo metal nos revela que los masones no juzgamos al
hombre por su riqueza o posición social. Sin señalarlo explícitamente,
esta es la primera enseñanza del significado y utilidad del nivel como
herramienta masónica. La Masonería nivela desigualdades arbitrarias,
instruyendo que cada quien tiene una posición en el edificio social, la
cual es importante para toda la Gran Obra y a la que se debe respeto
en su dignidad.
Quedas sin metales, con el corazón franco, desnudo el brazo para
luchar contra la tiranía del fanatismo y la superstición, con la fuerza de
la razón. La Masonería es una institución que tiene por base la razón y
por ende, es su carácter eminentemente universal. La Masonería tiene
un origen propio que no debe confundirse con el de las religiones o
sectas. La Masonería deja a cada uno en libertad de creer, pero se
opone a la invasión fanática de cualquier credo o forma sectaria de
pensamiento. La Masonería es progreso y no pone límite al
conocimiento, siendo este el sendero luminoso para dirigirse hacia la
verdad.
El masón deja atrás la metodología de la ciencia profana, para tomar
la iniciática que te consiente observar los fenómenos naturales y
sociales de acuerdo a las leyes del universo y la naturaleza; fuera de

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todo dogma y alejado de cualquier superstición. Te permite analizar la
vida fuera de las ataduras y convencionalismos que imponen
conductas que te desgastan existencialmente y no permite que
avancemos por la senda de la Luz, del conocimiento. Conocimiento
que te libera e instruye y con tu libre albedrio, asumas el camino de la
virtud como el sano y lógico, teniendo presente que nuestra convicción
de la existencia de un Ser Supremo y de la inmortalidad del espíritu,
se sustenta en la razón y no en autos de fe.
De allí que la soga que llevamos al cuello como recipiendarios
simboliza esa atadura con los convencionalismos sociales, pero
también con la utilización de la ciencia bajo parámetros deterministas,
como algunos fundamentos que desechan el uso de la razón y se atan
solamente a la experiencia sensorial. De haber sido siempre así, la
ciencia hubiese avanzado poco, porque la filosofía siempre ha
iluminado el sendero y la ciencia, persiguiendo esa luz, ha alcanzado
logros importantes. Es igual con la fe. Según los credos Dios existe
porque nos los dicen y tenemos confianza en el vocero. En Masonería,
la enseñanza iniciática nos entrega herramientas y en la medida en
que vamos adquiriendo experticia en su utilización, vamos avanzamos
en el desarrollo de nuestros grados de consciencia y, en esa medida,
nosotros individualmente, por medio de nuestros estudios y nuestra
practica en la vida diaria, vamos adquiriendo el conocimiento que nos
permite construir nuestro propio juicio en función de nuestro
razonamiento. Esa es la libertad que tanto ponderamos. Es la libertad
de pensamiento la garante del crecimiento como ser humano,
edificando nuestro templo de virtudes y coadyuvando en la inmensa

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obra que significa la construcción del templo social donde se haga
realidad en este plano existencial la Gran Obra del G.·. A.·. D.·. U.·.
Esa interiorización del conocimiento y su exteriorización en la vida
familiar y social, es el que diferencia al masón del profano.
Nos despedimos con un T∴A∴F∴ y con los SS∴ PP∴ y TToc∴ que nos
son conocidos.

S∴F∴U∴

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La Iniciación
Si hay una ceremonia que marca por siempre a un masón es la
Iniciación. Si transformar su vestimenta en traje de recipiendario
convoca a la meditación, que decir de ser introducido al Cuarto de
Reflexión y encontrarse, entre otros, con una calavera, una mesa
triangular, cirios, sal, pan, ceniza, agua, lápiz, una silla. Al ser
conducido el Aspirante al Templo, el Ven.·. Maest.·. le pide que
externe sus reflexiones luego de haber pasado un tiempo entre el luto,
las lágrimas y lo lúgubre. Luego le enseña la necesidad de morir al
mundo profano, signado por la ignorancia, el fanatismo, la ambición y
otras tantas pasiones que lo degradan; para luego renacer como
Iniciado en un mundo en el cual debemos trabajar para que impere la
virtud y se practique la fraternidad.
En los Antiguos Misterios, el aspirante era conducido a una caverna en
la cual reflexionaba sobre el paso trascendente que iba a dar. En
nuestro actual rito, una vez despojado de los metales, que simboliza
esa costra que en torno a nuestra individualidad forma hábitos sociales
interiorizados desde la infancia y que moldean nuestra personalidad,
que impiden externar lo inmanente de nuestra espiritualidad, porque
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no es útil para el estatus social; así que cuando entramos en el Cuarto
de Reflexión se busca entender la parábola del Maestro Jesús cuando
le dice a Nicodemo: ―de cierto, de cierto te digo que a menos que uno
nazca de nuevo no puede ver el reino de Dios…‖ Es la muerte
simbólica del hombre profano para dar paso al iniciado, que transitará
por la senda de la Luz en la búsqueda del Conocimiento, que
mediante la razón y la utilización de las herramientas del constructor
de sí, le permitirá descomponer la personalidad egótica y sumarse
como piedra cubica escuadrada y aplomada, a la Gran Obra como un
ser reconstruido espiritualmente porque ha levantado en su alma y
espíritu un templo a la virtud. Ese descenso y ascenso se reconoce
por las siglas V.I.T.R.I.O.L. que aparece en las piedras grabadas de la
Cámara de Reflexión y es un acróstico que simboliza y sintetiza la
enseñanza masónica: Visita Interiora Terras Rectificatur Invenies
Ocultum Lapidum (Visita el Interior de la Tierra y Rectificando
Encontrarás la Piedra Oculta.)
Examinemos ahora cada una de las palabras: VISITA. Es el viaje que
realiza el iniciado en su propia alma a lo profundo de su ser, para
terminar volviendo al punto de partida. El iniciado no debe quedarse
adentro. El va y regresa. El visita. INTERIORA. El interior. Esto se
interpreta análogamente al principio hermético ―Como es arriba es
también abajo‖ que se puede transformar en ―lo que es adentro
también es afuera‖. TERRAS. La tierra, uno de los elementos
alquímicos. Representa la parte material del individuo, como contrario
a lo espiritual o etéreo. El cuerpo. RECTIFICATUR. Es el acto de
purificación y de enderezar. Lo que está doblado debe ser aplomado.

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El sendero recto que se debe seguir. Rectificando nuestros
pensamientos y escuadrando nuestras acciones nosotros
encontraremos la verdad escondida. INVENIES. Literalmente:
―encontrarás‖. De la misma raíz de ―invención‖. Topándose con algo,
previamente desconocido, hallaras la Luz que te guiará. OCCULTUM.
Se relaciona con ―occulum‖, el ojo. En el Cuarto de Reflexión ves a tú
gran enemigo: tú mismo. LAPIDEM. La piedra. La piedra eres tú,
objeto y sujeto de tu trabajo como ser humano que serás de Luz, como
masón. Al llegar a la piedra alcanzas a conocerte a ti mismo,
verdaderamente, sin la participación de ninguna otra persona. Es el
conócete a ti mismo de Sócrates.
Una vez fuera del Cuarto de Reflexión y ya en el Templo, el Aspirante
da los viajes, presta los juramentos y es instruido en los SS∴ PP∴ y
TToc∴. Cada parte de la liturgia tiene un porqué simbólico que te lleva
a interiorizar vivencias que te preparan para comenzar ese largo
camino hacia la sabiduría que te oferta la Filosofía Perenne que tú
construye como individualidad, sobre la base de tú libertad de
pensamiento y con las herramientas que te facilita la Orden masónica.
Los Mast.·. del Taller explicarán a los aprendices porqué están en la
Columna Norte, donde no reciben los rayos del sol simbólico, y porqué
el Seg.·. Vig.·., quien se encuentra al Mediodía, bajo la plenitud de la
Luz solar, lleva a los obreros aprendices del trabajo, fuente de
conocimiento, a la recreación, donde aplican en su vida, en la Logia de
San Juan, lo que interiorizan en su labor y se van preparando para el
día en que, apertrechados y con la piedra bruta cubicada, puedan ir a

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su columna a pedir su aumento de salario. He aquí la magia de la
Iniciación.
No en balde se afirma que en el Grado de Aprendiz se proyecta todo
el saber de la masonería. Eso lo vamos descubriendo en la medida en
que aumentamos nuestros niveles de consciencia, que se representan
en los grados masónicos que nuestros QQ.·.HH.·. nos reconocen.
Nos despedimos con un T∴A∴F∴ y con los SS∴ PP∴ y TToc∴ que nos
son conocidos.

S∴F∴U∴

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Etiqueta masónica

La Masonería es una institución que tiene bajo su vista al hombre y


sus pasiones, por ello el edificio masónico ha sido fundado sobre la
base de la moral. Moral que debe interiorizarse en el ser de cada
individuo y no solamente en su ―personalidad”, que es el lugar donde
se desarrolla el ego, gracias a los modos y costumbres que traemos
de la vida profana. De allí el porqué la instrucción masónica es
iniciática y esta se imparte por medio de símbolos y alegorías, ya que
existe una conexión entre los procesos mentales, la simbología -
lenguaje, gráficos y mantras incluido-, y los patrones de
comportamiento aprendidos a través de los sentidos y experiencia.
Esta conexión, cuando es en función de tallar la piedra tosca, logra
moderar el ego, aquilatar moralmente al individuo y alcanzar objetivos
específicos de vida para que la expresión social del masón, o sea en
su personalidad, sea reflejo del templo de virtud que emana de su
espíritu y se irradia en todo su ser, como individuo.
Cuando el V.·.M.·. llama a Silencio y en Logia, solicitando verificar si
estamos a cubierto, representa no solo que no hay temor a la
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indiscreción de profanos, sino que a lo interior del Templo se confirma
la actitud y aptitud de los MMas.·. presentes, ya que simboliza la
facultad que se encuentra en el umbral de nuestra consciencia, en
nuestro Templo interior, que no ingresen en la misma errores
profanos. Todo a lo interno debe recibir la aprobación de su Ser más
elevado, el V.·.M.·. en la Log.·. y el V.·.M.·. de mi Templo interior. El
llamado a Silencio y en Log.·. es instar a un silencio de la palabra
hablada, no de la pensada. El silencio reclama la atención y la
concentración energética de los HH.·.; y tras el encendido de los cirios,
desciende el Espíritu Superior que fortalece la razón de la Ten.·. así
como al terminar, redistribuye las energías acumuladas en beneficio
de los HH.·.
El ingreso del Ap.·., así como del visitador, se realiza por medio de la
marcha. El Q.·.H.·. se ubica al Orden entre Columnas, colocando los
pies en forma de escuadra, orientado el pie izquierdo hacia el Or.·.
Esta postura simboliza la atención y vigilancia del Mas.·. siempre
encaminado hacia el recto sendero. La marcha significa la integridad
que debe animarnos en la senda de deber, hacia Aquel que nos
ilumina. La marcha del Ap.·., simboliza que los masones se dirigen
siempre desde las tinieblas, representadas en el Templo por el
Occidente, hacia la Luz del Oriente, en busca de la razón y sabiduría.
Una vez concluida y ubicado en el lugar apropiado, el masón presenta
su saludo respetuoso y fraterno a las dignidades de la Logia, cuyo
significado, que repite en pensamiento, es el siguiente: Saludo al V.·.
M.·. significa ―Tengo Fe en mis ideales‖. Saludo al P.·. V.·.,

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―Esperanza en Alcanzarlos‖. Saludo al S.·. V.·., ―Amor a la
Humanidad”.
El signo es el medio utilizado universalmente por los miembros de la
Francmasonería para reconocerse unos con otros y para dar prueba
del grado que poseen. El Signo del Ap.·. se compone de tres
escuadras y consta de movimientos horizontales y perpendiculares.
Movimientos armónicos y geométricos. Nada más, como señala la
Liturgia. Los signos forman parte muy importante de la
Francmasonería y en unión a los toques o tocamientos, constituyen un
lenguaje mudo que permite el más autentico reconocimiento, de
quienes forman parte de la Orden. El toque del Ap.·. a la puerta del
Templo con la batería del Grado, se relaciona: el primero significa
Llamad y se os abrirá, la puerta del Templo; segundo: Pedid y se os
dará, la Luz; el tercero: Buscad y encontrareis, la Verdad.
Antes de concluir con esta primera plancha sobre etiqueta masónica,
debemos tratar brevemente el termino Q.·.H.·. Nos dice W. Cox
Learche en su libro Regularización Masónica en una Nueva Luz:
―Todos los seres humanos son uno en espíritu, a esta unidad, esencial
y a este origen único les damos el nombre de hermandad. Detrás de
los pares opuestos hay una sola energía. Detrás de todas las
aparentes diferencias, hay una sola vida y una sola humanidad, sin
distinciones o diferencias en su naturaleza esencial, su origen, su
objetivo y modo de evolucionar‖. Esta comprensión de Hermandad nos
facilita el significado de Cadena Fraternal como nos lo explica Aldo
Lavagnini, en el Manual del Aprendiz: ―la cadena es el lazo interior que
une a todos los masones por encima de sus diferencias personales,

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haciendo de ellos una sola familia Universal. Este lazo interior debe
ser buscado individualmente, esforzándose cada cual en manifestar lo
más elevado en pensamientos, sentimientos e ideales.‖ La Cadena
Fraternal se origina en el Primer Iniciado -según algunos autores fue
Moisés en el evento de la zarza ardiente-, y desde allí su energía se
trasmite cada vez que el V.·.M.·. declara y constituye Ap.·. Mas.·. a un
Candidato.
Comprender la simbología del término Q.·.H.·., es percibir la
profundidad del pensamiento masónico.
La simbología señalada es extensa en significados, por lo que es
importante estudiar varios autores.
Nos despedimos con un T∴A∴F∴ y con los SS∴ PP∴ y TToc∴ que nos
son conocidos.
S∴F∴U∴

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El Q.·. H.·. Juan Pablo Duarte y la Masonería

El siglo XVIII es el tiempo en que ven la luz del Sol Francisco de


Miranda, José de San Martín, Bernardo O'Higgins, el Libertador Simón
Bolívar, entre muchos otros, que forman parte del procerato de
Hispanoamérica. De la misma manera podríamos mencionar a los
primeros presidentes de la República de Haití, Alexandre Petión y
Jean Pierre Boyer. Igual al gobernador francés de Santo Domingo
entre 1805 y 1808, Jean Louis Ferrand. Todos tienen algo en común:
fueron masones.
El siglo XVIII es, también, el siglo de la Ilustración, así como el
momento histórico en que se hace presente la masonería en nuestras
tierras americana.

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La Ilustración, en términos generales, se distingue por conservar
intacta la confianza en la razón, algo fundamental en la masonería y
los personajes que se adhieren tienen la decisión de servirse de ella
libremente. El filosofo alemán Emmanuel Kant perfila magistralmente,
lo que es la Ilustración: ―es la salida de los hombres de una menoridad
debida a ellos mismos. Menoridad es la incapacidad de servirse del
propio entendimiento sin guía ajena. Esta menoridad es debida a ellos
mismos si la causa de ella no es un defecto del entendimiento, sino la
falta de decisión y de valor para servirse de él sin guía‖, o sea, ser un
ser libre como somos los masones.
El historiador Roberto Cassá en su obra Padres de la Patria, señala
que el Q.·.H.·. Juan Pablo Duarte crea la Sociedad Secreta La
Trinitaria el 16 de julio de 1838. Apunta Cassá que la dotó de los
recursos prácticos y organizativos necesarios para alcanzar sus
objetivos. Para ello la asoció con la tradición masónica, siendo su
principal rasgo distintivo el pensamiento libertario de la Ilustración y el
secreto. Le dio una organización celular, siendo cada cuerpo de
conspiradores independiente del resto, concibiéndose como una
cadena que confluía en los primeros iniciados. Los trinitarios se
identificaban por un seudónimo y un color: Duarte tenía el azul,
Sánchez el verde y así sucesivamente (Cassá, págs. 19 y 20). Nos
dice la periodista Julie Estévez Guílamo en un artículo publicado en el
Diario Hoy el 13 de febrero de 2013, intitulado Duarte, “El Esclarecido
e Ilustre Hermano Masón”; que “tanto la idea de conformarse
secretamente y hacerlo de tres en tres constituía una simbología. Sin
dejar de tomar en cuenta que uno de los requisitos primordiales

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requeridos para unirse a esta misión, era ser parte activa de la vida
masónica‖. Igual escribe el Q.·.H.·. Fidias Omar Díaz en un texto
publicado el 25 de enero de 2017 en Primicias.com, titulado ―la
independencia, Duarte y la Masonería‖. Nos dice el Q.·.H.·. Fidias:
funda ―la “Sociedad Secreta La Trinitaria”, en base a principios
masónicos, porque conoce lo que es una institución secreta, discreta,
el sagrado No. 3, el toque, saludo, los grados, organización y disciplina
y, siendo varios de los trinitarios masones, aplicaron dichos
conocimientos masónicos para formar su institución patriótica, con su
jerarquía y forma de comunicarse entre ellos, con la discreción
aprendida‖.
En la plancha burilada en el portal de la R.·.L.·. Caballeros de la Patria
N° 53: Semblanza Masónica de Juan Pablo Duarte, se señala que ―en
el plano de las comprobaciones concretas, sólo existe el dato extraído
de viejas minutas del historiador de la masonería, Haim López-Penha,
en las que el nombre de Juan Pablo Duarte aparece inscrito con el
cargo de “Arquitecto Decorador” de la Logia Constante Unión No. 8 y
registrado con el oficio de comerciante, como se atestigua en la minuta
del 24 de junio de 1843 en el cuadro de dignatarios de dicha logia,
bajo los auspicios del Gran Oriente de Haití. Esta Logia funcionaba en
la Casa de las Gárgolas, ubicada en la Calle Las Mercedes próxima a
la Calle Las Damas‖. La precitada plancha, así como la obra de
Cassá, ponen de bulto la relación sostenida por el Q.·.H.·. Duarte con
la masonería alemana, particularmente con la del Valle de Hamburgo.
Estudiar el proyecto de Constitución del Q.·.H.·. Duarte, es adentrarse
en su individualidad masónica. Es un manuscrito en el cual plasmó lo

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que él aspiró debería ser la República Dominicana. Hay que
investigarlo con las herramientas que nos dota la Mas.·.: la escuadra,
el compás, el nivel, la plomada, el mazo, cincel y regla de 24 pulgadas.
Meditarlo en el silencio de la palabra hablada, pero si pensada; ese
silencio que reclama la atención y la concentración energética a la que
nos convoca el V.·. M .·. cuando llama a Silencio y en Logia;
adentrarnos en su pensamiento, estando nosotros purificados de
pasiones, respirando en libertad, aquilatados en el fuego, lo que nos
señala el camino de la razón ilustrada que nos conduce al sendero de
la Luz, del G.·.A.·.D.·.U.·., tras jurar repudio eterno a los ttiran.·. y a las
ttiran.·. Cuando profundizamos este documento y toda la obra del
Q.·.H.·. Duarte bajo la Luz masónica, nos encontramos con un ser
superior, adalid de la justicia, en pleno ascenso a los planos
superiores de la existencia eterna.
Nos despedimos con un T∴A∴F∴ y con los SSig∴ PPal∴ y TToc∴ que
nos son conocidos.

S∴F∴U∴

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La espada flamígera, símbolo de Fuerza y cumplimiento de la ley.

Descripción, origen, simbolismo e interpretación de su uso en


Logia

Hemos recibido la plancha burilada y presentada en su Taller por el


Compañero Masón, Q.·.H.·. Víctor Julio Contreras , hijo y miembro de
la Benemérita Resp:. Log:. Gual y España 243, al Or.·. del estado
Vargas, Venezuela, la cual distribuimos como material para ser
utilizado en la Cámara de Instrucción Masónica.

Nos dice el Q.·. H.·. Contreras:

La espada flamígera es uno de los símbolos masónicos, importantes,


para la comprensión de los trabajos, como premisa fundamental, es el
símbolo de la fuerza, y cumplimiento de la ley, en las manos del VM:.,

Presentaré el concepto y origen simbólico, así como su descripción e


interpretación y su uso en el trabajo masónico.

DESARROLLO

La Espada Flamígera, la cual es una de las pocas espadas, por no


decir la única, que fue ideada únicamente para fines ceremoniales.
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Consta, al igual que todas las espadas, de empuñadura, cruceta y
hoja, sin embargo, lo que la caracteriza es la forma ondulada de su
hoja, lo que asemeja una flama o llama alargada. La ondulación se
refiere a un movimiento que transforma la espada rígida en un arma
viviente, símbolo de la irradiación del pensamiento y del Verbo.

Sus antecedentes se remontan al Génesis, el primer libro de la Biblia,


donde se hace mención de la espada flamígera, luego que Adán y Eva
desafiaran a Dios comiendo del fruto del árbol de la vida, ante esto
Dios los cubre con abrigo de pieles, y los expulsa del Jardín del Edén
resguardando la entrada con Ángeles y una espada flamígera ―Y echó
al hombre, y puso al oriente del huerto de Edén querubines, y una
espada flamante que andaba alrededor, para guardar el camino del
árbol de la vida‖. -Génesis 3:24-. (La interpretación del Génesis sería
muy interesante tratarlo en otra ocasión, ―Ciencia y Libertad de
pensamiento‖). (1)

En todas las culturas la espada es símbolo de poder y fuerza,


destacando el poder de destruir el mal y preservar la justicia.
Representa al caballero defensor de las fuerzas de la luz en contra de
las tinieblas, se la asocia un sentido espiritual y de valentía para luchar
por una causa justa y a la energía regeneradora que destruye la
injusticia y la ignorancia y establece la paz y la justicia.

En la Masonería la Flamígera es la espada más importante, simboliza


el honor, la ciencia, la protección y el castigo al mal cuando sobre él
triunfa el bien, en su hoja se reflejan en forma flameante todas las

27
materias científicas, así como los temas de enseñanza. La espada es
también la luz y el relámpago del iniciado y la vaina es representación
de la oscuridad; su destello sólo pueden soportarlo los hombres
calificados, por lo que el profano no debe desenvainarla. (2) La
Espada Flamígera: Es una espada de doble filo con la hoja en forma
de espiral u ondulada -a diferencia de las espadas comunes con hojas
rectas- es utilizada en las Logias Masónicas, con un simbolismo
análogo a la espada de fuego mencionada en el libro del Génesis:

Los druidas colocaban en sus altares una espada flamígera llamada


Belino o Belenus, en honor al Dios del sol y representando el fuego
solar.
Otra referencia a la espada flamígera se encuentra en la mitología
nórdica, y es la espada de Surt, es el líder de los gigantes de fuego en
el sur, el soberano de Muspelheim, el reino de fuego.

La espada según el diccionario Esotérico Zeniath, es el emblema de la


exterminación física y de decisión psíquica desde el punto de vista
esotérico del sentido cósmico del sacrificio. En la edad media se le
consideraba símbolo del espíritu o palabra de Dios, siendo la espada
de oro representación suprema de espiritualización. En espada
flamígera se unen varios elementos, la tierra de donde surge el acero,
el elemento fuego que le da forma al mismo y el elemento agua a
través de la cual se templa. Por ello, ―de la misma manera en que la
hoja de la espada se forja y se templa, el H:. M:. día a día debe
forjarse y templarse en la paciencia y tolerancia‖. (3) La espada, es
signo de ‖jerarquía masónica, de mando y de obligaciones―…desde el
28
momento en que se le confiere al M:. los cargos y comisiones‖, de
honor que constriñe a quien la ciñe a defender los ideales masónicos.
La espada simboliza además la justicia y la equidad. Por eso,
la diosa Temis es representada con una balanza en la diestra y una
espada en la siniestra. Los filos de la espada masónica disipan las
tinieblas y rasgan el oscurantismo, por ello sus bordes representan la
verdad y la razón, la ciencia y la virtud, y el reflejo de su hoja simboliza
la LUZ MASÓNICA. (ídem)

Según la enciclopedia masónica de la francmasonería, de A Gallantin


Mackey, citada también por el Q:. H:. Humberto Camejo Arias en su
libro Masonería practica ¨extraemos los siguientes párrafos: ¨Ceñidle
la espada, que es el signo de la seguridad contra el demonio; y los
filos de las hoja significan el derecho y la ley aludiendo a que el pobre
será defendido por el rico, y el débil por el fuerte‖ (4).

La espada flamígera, nos recuerda constantemente nuestra obligación


de difundir por todos los puntos cardinales de la luz de la verdad, para
lograr que ―nuestros semejantes se instruyan, bajo la acción benéfica
de la masonería por lo que es interesante resaltar que por esta causa,
debe permanecer siempre desnuda, es decir sin vaina o cubierta, para
mostrar que l instrucción masónica, tiene que estar al alcance de todos
los hombres en todo momento y circunstancia‖ , que importante esta
enseñanza, cuando nos recuerda que la instrucción masónica debe
estar en todas partes y un excelente ejemplo que recibimos siempre
de nuestros M:.M::, siempre dispuestos a llenarnos de L:. y
Conocimientos cuando acudimos ante ellos. Principalmente los Vig:.
29
Algunos autores de la masonería universal identifica la espada
flamígera en 3 sitios, sin embargo en el ritual del 1er grado del
R:.E:.E:.A:., solo pude identificarla en 2 (en el altar del VM:. Y en el
ARA en dirección occ:. A Or:. Y con la punta hacia el Or:.). Hay otros
masones que manifiestan que el Guarda templo Interior debe llevar
consigo una, como símbolo de defender con fuerza los trabajos
masónicos y a los H:. que forman parte de ellos. En la logia la espada
tiene dos sitios donde se coloca, ambas desnudas (sin envainar),
como nos indica nuestro ritual ―sobre el altar del VM:. Estará una Esp:.
Flamígera desnuda¨, más adelante continua diciendo ¨ sobre un
tablado se coloca el altar encima del cual se ponen el Vol:. De la L:. S:.
(biblia o el libro sagrado que corresponda a la creencia general que se
observe en el país o que decida la Log:.), la constitución Mas:. De la
Gran Log:., una Esc:. Un comp:. Y una espada flamígera, el todo sobre
un cojin tapizado en rojo y ricamente adornado con flecos de oro. La
Esc:. Y el compas se colocan en la posición de corresponda al Gr:. en
que se trabaja y la espada irá por debajo del vol:. De la L:. S:.,
orientada de Or:. A Occ:. Con la punta hacia el Or::‖

CONCLUSION

La espada flamígera no representa a una espada de defensa personal,


en manos del VM:. Simbólicamente es un símbolo de Fuerza y
cumplimiento de la ley. La espada flamígera ha sido usada por varias
culturas y a través de la historia tiene un alto valor simbólico.

30
El masón debe ser cumplidor de la ley, y el VM:. Nos indica con la
espada flamígera, la fuerza y voluntad en el cumplimiento de la ley. El
concepto de la moral y la ética debe estar inmerso en el cumplimiento
de las leyes. Este símbolo de fuego zic zagueante, nos muestra la
fuerza del verbo, esa luz que se esparce por todos los puntos
cardinales de la logia al abrirse los trabajos, y nos recuerda que la
instrucción debe estar en todas partes, que aunque dicha instrucción
esta dirigida hacia nuestros MM:., nosotros como modo de progreso
espiritual, debemos apuntar nuestras baterías y trabajo a este fin. En
el caso de aprendices busquemos la instrucción en todas partes, y que
nos llevemos el mejor de los salarios en cada tenida. Es todo y
cuanto VM:.

Víctor Julio Contreras R.


Comp:. Mason
BIBLIOGRAFIA:
(1) https://simbolosysignificados.blogspot.com
(2) Tertuliaracional.blogspot.com
(3) Diario masónico.com
(4) Masoneria practica- Humberto Camejo Arias
(5) Ritual de App:. Del R:.E:.A:.A:

31
Columnas

Tiene su origen en la palabra latina Columna y se refiere a los pilares


los cuales, de acuerdo a sus diferentes formas, estructuras y modelos,
reciben denominaciones diversas, según sea el uso a que se les
destine. No necesariamente los pilares o columnas son utilizados para
sostener techos o estructuras elevadas, ya que pueden servir de
adornos o como monumentos conmemorativos, religiosos o para
cualquier otro fin.
En la Francmasonería las columnas las encontramos bajo diversas
formas. Son columnas los bancos ubicados al Norte y al Sur del
Templo, donde se sitúan los miembros de las Logias, de acuerdo a
sus respectivos grados y reciben el nombre de columnas del templo.
Los asientos del lado izquierdo constituyen la Columna del Norte y
está destinada a los AApr.·., a la derecha, en la Columna del Sur se

32
sientan los CComp.·., separados de los MM.·. MM.·., por el Trono del
Seg.·. Vig.·.
También se reconocen como ―Columna‖ al masón, bien porque es
sostén de la Orden, de la Creación universal, así como del Taller
donde se instruye como obrero de paz. La conducta del masón debe
ser recta como la escuadra y vertical como la plomada, por ello se
asemeja a una columna. En Logia se sienta con la postura del faraón:
el cuerpo en forma de escuadra con las manos reposando cerca de las
rodillas en actitud circunspecta. Nunca de manera derramada. Jamás
reflejando flojera, descuido o impostura. Nada inarmónico puede
mostrar belleza ni tampoco puede ser útil a la Gran Obra.
Los QQ.·. HH.·. Adolfo Terrones Benítez y Alfonso León García en su
obra: Los 33 temas del Aprendiz Masón, nos instruyen en la existencia
de doce columnas que ―se encuentran colocadas simétricamente en el
interior de la Logia, en series de seis al Norte y seis al Sur, quedando
entre ellas, las Dos Grandes Columnas B y J, estas últimas como
sitiales destinados para recibir el salario los QQ.·. HH.·. AApr.·. y
CComp.·. En lo material, sobre las doce columnas se apoya el Cielo
del Taller y, simbólicamente, le sirven de sostén a la Bóveda del
Infinito. Existe también la Columna de Armonía, para referirse al
conjunto de instrumentos que acompañan las ceremonias.
En el Templo se encuentran Tres Columnas simbólicas que sostienen
la Logia representadas por las Tres Luces que constituyen la siguiente
trilogía: la Omnisciencia o sabiduría que corresponde al V:. M:. o sea
la inteligencia creadora, que concibe y manifiesta interiormente el plan
del Gran Arquitecto; la Omnipotencia o fuerza volitiva que trata de

33
realizar lo que la primera concibe y que corresponde al Prim.·. Vig.·.; y
la Omnipresencia o belleza, representada por el Seg.·. Vig.·., estas
tres facultades –y esto hay que tenerlo muy presente– se encuentran
también dentro de cada uno, en el YO del masón.
Las Columnas antes descritas, que simbolizan las tres virtudes
determinantes de toda obra masónica, reciben el nombre de Columnas
Morales o de Orden: la Sabiduría, representada por la Diosa Minerva,
en el V.·. M.·.; la Fuerza, representada por Hércules, en el Prim.·.
Vig.·., y la Belleza, representada por Venus, en el Seg.·. Vig.·.
El Diccionario Esotérico Zaniah, de la Editorial Kier, señala que
Salomón, rey de Israel, representa la Columna de la Sabiduría porque
concibió el soberbio modelo del Templo que inmortalizó su nombre;
Hiram, rey de Tiro, representa la Columna de la Fuerza, porque él
sostuvo al rey Salomón en su grande e importante empresa; y
finalmente, Hiram Abif, representa la Columna de la Belleza, porque
debido a su destreza en las artes, el Templo fue hermosamente
realizado.
Estas tres columnas se manifiestan materialmente en el interior del
Templo, formando alrededor del Ara o Altar una Escuadra,
sosteniendo en la parte superior un cirio o estrella en cada una de
estas columnatas y cuyo encendido, durante la Apertura de los
trabajos de la Logia, es producto de una ceremonia que está a cargo
de los Maestros de Ceremonias. Al cierre de los trabajos se procede a
apagarlas con el ceremonial establecido en el Ritual del Grado.
Todo masón en la Logia de San Juan, en su vida cotidiana, debe
mantener una conducta intachable, recta y aplomada de acuerdo al

34
parámetro ético del Templo de Virtud que construye dentro de sí, para
ser en su condición de obrero de paz, una sólida columna en la
sociedad y, por ende, en la Gran Obra que geométricamente eleva el
G.·. A.·. D.·. U.·.
Nos despedimos con un T∴A∴F∴ y con los SSig∴ PPal∴ y TToc∴ que
nos son conocidos.

S∴F∴U∴

35
Solsticio de Invierno

El solsticio de invierno es una oportunidad en la que el ser humano


festeja la relación cercana entre el hombre y la naturaleza. Los
solsticios (del latín solstitium (sol sistere), "Sol quieto") son los
momentos del año en que el Sol alcanza su mayor o menor altura
aparente en el cielo, y la duración del día o de la noche son las
máximas del año, respectivamente. El solsticio de invierno hace que el
día sea más corto y la noche mayor del año en el hemisferio norte o
boreal, y todo lo contrario en el hemisferio sur o austral.
En el solsticio de diciembre, en especial en la cultura romana, se
festeja el regreso del Sol. Los días se acortan producto del movimiento
astronómico y, a partir de ese momento, comienzan a alargarse,
generando en el pensamiento colectivo una tranquilidad ya que la luz
vence nuevamente a la oscuridad y pronto, en primavera, se volverá a
cosechar, garantizando la vida humana.
En la antigua Roma se celebra las fiestas saturnales, en honor al dios
de la semilla y del vino, Saturno. Se inician el 17 de diciembre y al
finalizar, el día 25, se vitorea el Natalis Solis Invictis o nacimiento del
36
Sol invencible. Saturno es el padre de Júpiter, dios principal de la
mitología romana, padre de dioses y de hombres, su nombre proviene
de la raíz iu-, que en indoeuropeo significa luz, y piter, que hace
referencia a pater, que significa padre, es decir: El padre de la luz.
El Diccionario Enciclopédico de la Masonería (DEM) nos ilustra que los
antiguos iniciados llamaron a Júpiter, Xenius, dios de la hospitalidad, y
―es considerado como emblema de la inteligencia y del poder divino, y
en tal concepto se le hace intervenir entre los símbolos, y en las
instrucciones en ciertos grados en la Masonería.‖
Los solsticios se identifican con San Juan Bautista y San Juan
Evangelista. Son los días más corto y más largo del año, según en qué
hemisferio se encuentre la persona. Como señala la GRAN LOGIA
UNIDA MEXICANA, Gr.: Or.: de Veracruz ―estas fechas resultan de
suma trascendencia para el ambiente masónico, tomando en
consideración que la naturaleza degenera durante el Invierno y renace
esplendorosa durante el Verano, que es cuando nuestro
resplandeciente Astro Rey, nos proporciona la vitalidad necesaria, en
toda su intensidad.‖
La celebración de los solsticios se pierde en el umbral de los tiempos.
Revisando la Internet encontramos muchas ceremonias que se
realizan en ambos hemisferios. La del Sol invencible -Sol Invictus-
romano se ha perpetuado en el cristianismo por la adopción del 25 de
diciembre como fecha natal de Jesucristo.
En nuestro mundo contemporáneo se vive un proceso de
desacralización y muchos mitos y símbolos aparecen hoy olvidados o
utilizados por la superstición. Pero no podemos perder de vista que los

37
mitos y ritos tienen una carga importante de real conocimiento que se
debe preservar. Por ello en el DEM se lee que ―bajo el doble nombre
de San Juan Bautista y de San Juan Evangelista, patronos de nuestra
augusta Orden, los Francmasones celebran dos grandes fiestas
anuales, llamadas indistintamente fiestas de San Juan o de la Orden
que corresponden a los dos Solsticios‖, personificando en ellos buena
parte del verdadero conocimiento, el del Arte Real.
San Juan Bautista y San Juan Evangelista son expresiones simbólicas
del origen y misión perenne de la Masonería: En nuestros textos
encontramos ―la pregunta ritual del Ven.: M.: a todo hermano visitante
¿De dónde venís?, y en la contestación de éste: De una Log.: de San
Juan… y recordemos que en la Log.: de San Juan se elevan TTemp.:
a la virtud y se cavan calabozos para los vicios, que es la misión de
todo masón en la sociedad para levantar la edificación de la Gran
Obra, la del G∴A∴D∴U∴, utilizando herramientas como el mazo, el
cincel, la regla de 24 pulgadas, la escuadra, la plomada y el compas,
entre otras; sabiamente utilizadas según nos instruyen simbólicamente
en la liturgia por medio de los ritos. Tallar nuestra piedra en bruto para
colocarla en el edificio social, piedra que se cincela mediante una
conducta aquilatada moralmente en nuestra familia, lugar de trabajo,
comunidad, en fin, en nuestra vida social, para interiorizar en nuestro
espíritu, ese Templo de Virtud aplomado por nuestra vidaa masónica.
Nos despedimos con un T∴A∴F∴ y con los SSig∴ PPal∴ y TToc∴ que
nos son conocidos.
S∴F∴U∴
-.-
38
Mistagogo, el que conduce al iniciado

Según el Diccionario de la Real Academia, mistagogo proviene del


latín mystagōgus, y este del gr. μσσταγωγός mystagōgós. Se define
como:
1. m. En la Antigüedad clásica, sacerdote que iniciaba en los misterios.
2. m. p. us. Catequista que explicaba los misterios sagrados,
especialmente los santos sacramentos.
El mistagogo es aquel que presidia y explicaba al candidato las cosas
sagradas en los Misterios Antiguos. También se le llamaba hierofante
o gerofante (del griego ἱερουάντης, ―el que hace aparecer lo sagrado‖),
lo que define un rango dentro de los sacerdotes de la antigua religión
griega, concretamente el sumo sacerdote del culto de Eleusis en el
Ática, así como los de otros cultos mistéricos.

En el Tarot, a diferencia de El Mago que es el maestro espiritual y El


Ermitaño que es el chamán o asceta, El Hierofante o Papa, como su
nombre indica, representa al Sacerdote, es decir, al guía espiritual de
la religión organizada, de la Iglesia, de las estructuras religiosas, como

39
lo sería un rabino, un cura, un ulema (erudito del Islam), un lama, entre
otros.
Es importante señalar que el término mistagogo significa aquel que
hace o conduce al iniciado, según los misterios griegos.
En los primeros siglos del cristianismo la catequesis o catequismo (del
griego κατητισμός, de κατητεῖν,'instruir'), se instituyó como proceso
formador por el gran número de bautismos de adultos que se daba en
aquella época, cuyo catecumenado comprendía varias etapas con
objetivo de inculcar la fe a los nuevos miembros que se inician en la
Iglesia y su posterior educación. La última etapa de la catequesis
como proceso formativo, no evangelizador, era la llamada catequesis
mistagógica, que recibían los iniciados bautizados por parte del
Obispo, durante la primera semana de la Pascua. Era una explicación
a la que solo tenían acceso los ya bautizados, que habían recibido tres
etapas previas de formación, acerca de los sacramentos y sus figuras
bíblicas y el sentido de los ritos. Es la profundización en el mensaje
evangélico para educar la Fe.
El mistagogo, por ende, trabaja con los iniciados. Es parte de la
tradición y en masonería la función la ejercen las luces de las logias en
compañía de MMaest:. y MMas:. designados para dicho trabajo. De su
lado, los HHerm:. Mas:. deben encontrar su mistagogo en su ser
interior, para que lo conduzca por el sendero de la Luz.

S.·. F.·. U.·.

.·.
40
La Tenida

La Ten.·. es una asamblea de masones que se efectúa siguiendo los


pasos establecidos en un Ritual, de acuerdo al grado en que se ha de
trabajar y con la asistencia mínima de siete (7) hermanos que la hacen
justa y perfecta en Grado de Ap.·., cinco MM.·., un Ap.·. y un Comp.·.
La palabra Ten.·. proviene de la expresión francesa ―tenue‖ cuyo
significado es ―sesión‖ y se utiliza en los países de habla española
para referirse a las reuniones o asambleas de los masones. Estas
TTen.·. pueden ser ordinarias, extraordinarias, de iniciación, de
instalación, de instrucción, de familia, de tesoro, fúnebres, blancas,
etc., según sea la razón u objeto de su realización.
Las TTen.·. o trabajos masónicos se diferencian de cualquier otra
asamblea o reunión profana, por el ceremonial utilizado, el cual desde
su apertura hasta el cierre de los trabajos, se rige por un Ritual
debidamente establecido. La apertura de los trabajos así como el
cierre de los mismos se realiza en horas convencionales o
establecidas, desde el punto de vista simbólico, desde mediodía hasta
41
medianoche, para los tres grados simbólicos. ―El mediodía significa la
madurez espiritual necesaria para ser masón y la medianoche el
momento en el que ya no es posible actuar eficazmente en los
mismos‖ (Manual del Aprendiz, Aldo Lavagnini).
Es una reunión libre donde pueden asistir todos los hombres iniciados
en la Orden, en la cual debe cumplirse estrictamente con lo
establecido en el Ritual, de manera que se logre la más autentica
armonía, disciplina y orden, para hacer de ella un acto sublime.
Federico Landaeta, sostiene que una ―Ten.·. es, no solamente la
reunión de los masones en su logia para realizar los ritos
correspondientes a los diferentes grados, sino la reunión más intima
que lleva a cabo el Iniciado en la Cámara más recóndita de su Ser...
es la reunión o comunión de la persona consigo mismo. Hay siete
logias principales dentro del Templo mayor que conocemos como
cuerpo humano. En cada una de esas logias, el masón se pone en
contacto (se reúne en Ten.·.) con los dos bandos opuestos que libran
la batalla de Kurushetra (La guerra de Kurukshetra es un componente
esencial del texto épico hindú Majabhárata y se refiere a la lucha entre
clanes hermanos). Este es uno de los mejores símiles que podemos
usar para entender que la vida es una cotidiana batalla contra los
vicios, las pasiones y los instintos animales, que tratan de imponerse a
nosotros a como dé lugar, pero como Iniciados, tenemos la obligación
de asistir a la logia con el fin de hacerle frente a todas las situaciones
adversas que allí se presentan, simplemente para que aprendamos la
lección de la vida encerrados dentro de cuatro paredes‖.

42
Para poder dar inicio a los trabajos o Ten.·. Masónica, es
imprescindible que la Logia se encuentre ―a cubierto...‖ tanto en el
interior del Templo por las cualidades de los miembros de la Orden allí
presentes, como en el exterior del mismo, para no permitir
indiscreciones del mundo profano. El Templo debe encontrarse
totalmente aislado del mundo externo, lo que constituye una
importante responsabilidad del Guarda Templo o el 2do Diacono,
quien sólo podrá abrir la puerta, cuando el Ven.·. M.·. así lo autorice, a
través del P.·. Vig.·. A este respecto Aldo Lavagnini, asevera que ―El
Guarda Templo simboliza la facultad que se encuentra al umbral de
nuestra conciencia, la que tiene que vigilar que no ingresen en la
misma los errores profanos y todos aquellos pensamientos que no
reciban la aprobación de su ser más elevado. (Ven∴M∴)‖.
Serge Raynaud de la Ferriere, indica que ―el ritual masónico demanda
estar a cubierto de cualquier comunicación con el exterior, así como
vigilar para estar únicamente entre Iniciados y tomar una multitud de
precauciones, casi mágicas; ello es justamente para dar a respetar los
Ritos, que datan de muchos milenios‖.
Durante la Ten.·. debe observarse el mayor respeto y orden, además
de aceptar de manera disciplinada el Silencio y en Logia, que el Ven.·.
M.·., solicita de todos al momento de dar comienzo a la reunión y cuyo
propósito no es otro que el de acostumbrar al Hombre a no ser
irreflexivo cuando va a expresar sus criterios y además a ser muy claro
y muy preciso, cuando trate de exteriorizar sus ideas o puntos de vista.
Con esto quien preside la Ten.·., busca que prive el Orden, la
Disciplina y la Armonía, en todo momento, siendo obligación de todos

43
el ayudarle en el logro de este propósito. ―Al silencio así, se le
considera una virtud, por lo cual se logra la corrección y rectificación
de algunos defectos y tendencias que, como humanos, todos
tenemos. Por esta misma disciplina aprendemos a ser prudentes e
indulgentes con las faltas que observamos”. (Germán Mejía García).
De igual manera se debe cumplir fielmente con la disposición de no
levantarse, pasar de una Col.·. a otra, ni salir del Templo, si antes no
ha sido autorizado por el respectivo Vig.·., y este a su vez por el Ven.·.
M.·.. Cuando un asistente a la Ten.·. deba ausentarse, por razones
debidamente justificadas, previamente debe jurar no revelar nada de lo
tratado o practicado en la reunión y dejar su óbolo en el Saco de
Beneficencia, para ello el Hosp.·. se colocará al Occ.·., en espera de
las instrucciones del Ven.·. M.·.
La retirada del interior del Templo, una vez concluida la Ten.·., debe
efectuarse de manera ordenada y si es posible en silencio, evitando
las tertulias y chistes, debiendo permanecer los HH.·. con sus
Mandiles y Condecoraciones, debidamente colocadas hasta
encontrarse fuera de este recinto sagrado.
La Ten.·. es la actividad ritual consuetudinaria principal como ejercicio
de formación masónica.
Nos despedimos con un T∴A∴F∴ y con los Signos (SSig∴) Palabras
(PPal∴) y Tocamientos (TToc∴) que nos son conocidos.

S∴F∴U∴

Bibliografía:
Basado en la pieza de arquitectura Masonería Práctica, del Q∴ H∴ Humberto Camejo
Arias.

44
“Querido Hermano”

La expresión ―Q.·. H.·.‖ tiene un significado especial en la Masonería:


―En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era
Dios.‖, expresa el Cáp. 1:1 del Evangelio según San Juan. Sin entrar
en profundidades sobre la fuerza esotérica de la afirmación,
explicación que debe corresponder a otros grados, observamos el
poder de la palabra, tanto en el orden celestial como en el humano.(1)
El Poema Regius, elaborado en 1390, en plena Edad Media y
considerado uno de los documentos fundamentales de la Masonería,
aconseja que ―todos los masones que serán. Todos unidos estarán‖ y
deben tratarse entre los trabajadores como ―Querido Hermano‖, lo que
significa un reconocimiento fraternal de personas que pertenecen a la
misma familia.(2)
La Masonería universal es una gran familia y se expresa
simbólicamente por el cordel de nudos que une por el techo las
columnas del Taller, así como la cadena dentada que bordea el piso
45
ajedrezado en blanco y negro; como manifestación de la Ley del
Universo, siendo todo proveniente de un mismo punto creador: el G.·.
A.·.D.·.U.·., de allí que somos hermanos y debemos honrar esa
condición.
Esa hermandad se aquilata desde el grado de Aprendiz. No se hace
parte de nuestra consciencia de la noche a la mañana. Es un proceso
en el cual el trabajo iniciático labora en piedra buena para ser
moldeada como parte del Templo de Virtud que debe ser todo masón.
El trato permanente, constante, de ―Q.·. H.·.‖, permea nuestra mente y
nuestra alma, haciendo suya esa condición. Paulatinamente, al paso.
―Q.·. H.·.‖ se profundiza tanto en cuanto avanzamos en el camino en la
búsqueda de la Luz, en nuestros estudios y en la práctica. Igualmente,
en las pruebas que la vida nos va colocando como obstáculos para
probar nuestra convicción sincera de ser autentico masón.
La hermandad comienza en el acto de Iniciación. Allí, tras superar
varias pruebas, el masón toma consciencia que todos hemos cumplido
con una ceremonia similar. Así, un acto tan individual en su esencia,
es al mismo tiempo amalgama que sella lazos de unión entre
hermanos obviando elementos que desunen en la vida profana, como
las razas, creencias, financieros, condición social, entre otros.
En el acto de Iniciación observamos a nuestros hermanos, acero en
mano, prestos a defendernos ya como miembro de la Orden.
Igualmente conocimos el alcance de las palabras superstición y
fanatismo, dos conductas que separan a la humanidad. Nosotros,
entre masones, debemos conducirnos bajo premisas de principios

46
estrictos de moral y sobre la base de la comprensión, sin peleas ni
diferencias personales: por eso somos ―QQ.·. HH.·.‖.
La Masonería avanza sobre principios de Libertad, Igualdad y
Fraternidad. Estos conceptos no lo entendemos como el vulgo, que le
da una interpretación superficial. Para el masón la libertad es la
condición personal de buscar la verdad, por medio de la virtud,
dominando las tendencias viciosas, hábitos negativos y pasiones
destructivas.
La igualdad se logra en la Masonería por la enseñanza de la Escuadra
y el Nivel que nos ilumina en cuanto a la identidad fundamental de
todos los seres, de todas las manifestaciones del Espíritu, por encima
de toda diferencia externa o grado de desarrollo. La Escuadra nos
proporciona una recta y justa norma de conducta con todos nuestros
semejantes; el Nivel nos hace ocupar el lugar que nos pertenece en la
sociedad o donde hayamos sido convocados a trabajar. La Escuadra y
el Nivel son herramientas que nos ilustran en la condición que
tenemos de sentirnos iguales en todas las circunstancias y
condiciones externas; es la igualdad que debemos cultivar en nuestros
sentimientos hacia los demás y con una serenidad en las condiciones
favorables como en las adversas, en la fortuna y en la desgracia, en el
éxito y en el fracaso, en la pérdida y en la ganancia. Allí encontramos
la esencia de la expresión ―Q.·. H.·.‖, que nunca será una formula
protocolar, porque de ser así, quien la expresa no es verdadero masón
en su interior.
La Fraternidad, conjuntamente con la Igualdad y la Libertad, forma un
Triángulo que nos convoca a la tolerancia de la libertad y comprensión

47
en cuanto a la igualdad con respecto al prójimo. Además de la relación
existente entre los QQ.: HH.: (3)
Para concluir este trazado, la expresión ―Q.·. H.·.‖ tiene una triple
manifestación: la fuerza de la palabra como símbolo de creación del
G.·. A.·. D.·. U.·. expresado en el primer párrafo del Evangelio de San
Juan, que en nuestro caso, estamos creando un hombre distinto,
templo de virtudes; segundo, como herramienta psicológica para
interiorizar un valor fundamental de la Orden Masónica desde el
mismo momento en que el profano es aceptado como Aprendiz; y,
finalmente, como instrumento que coadyuva con la Escuadra y el
Nivel, en la formación de un verdadero masón.
Así que QQ.·. HH.·., cuando abordemos algún tema escabroso con un
Q.·. H.·., nos colocamos al Orden, recordando que el signo gutural
significa además de nuestra decisión de mantener los secretos de la
Orden, también que nunca debe salir una palabra de nuestro ser que
ofenda a un Q.·. H.·., por ello tenemos nuestra mano en forma de
Escuadra, rectitud, se ubica en nuestra garganta. Por ello jamás una
palabra u acción contraria a la hermandad y por ende a la Masonería,
nunca, repetimos, será portadora de sabiduría, ni tendrá fortaleza ni
será estéticamente bella; y por ende, no puede ser parte de la Gran
Obra, del G.·. A.·. D.·. U.·.

Nos despedimos con un T∴A∴F∴ y con los Signos (SSig∴) Palabras


(PPal∴) y Tocamientos (TToc∴) que nos son conocidos.

S∴F∴U∴
48
Notas y bibliografía.
1) La Biblia.
2) https://groups.google.com/forum/#!topic/secreto-masonico/c8eWZ-AnubI
3) Lavagnini, Aldo. Manual del Aprendiz Mason. Editorial Kier. 8va edición 1992 Buenos
Aires, Argentina. Pag. 116 – 118

49
La Educación Masónica
El conocimiento se caracteriza por ser exotérico o público, esotérico y
trascendente. Desde el Norte (donde se ubican los aprendices)
tenemos acceso al primero y comenzamos a transitar hacia el
segundo. Nos encontramos en la infancia de nuestro desarrollo, por
eso nos corresponde ese intermedio entre ambos. Al avanzar
comprendemos con mayor profundidad, haciéndose la Luz cada vez
más presente. Trascendente lo adquirimos en los Grados superiores.
La plataforma de la Educación Masónica son los emblemas, alegorías,
símbolos y signos. El punto focal es que la relación significado-
significante es diferente en el Orden Masónico que en el mundo
profano. A medida que adelantamos en el estudio, el significado que
se nos descubre permite desarrollar aptitudes sobre la base de la
formación de un espíritu crítico, pensamiento libre, lejos de fanatismo y
superstición.
Nos aproximaremos a cada uno de estos instrumentos y trataremos de
señalar aplicaciones que nos permitan profundizar en el tema.

50
(1)
Emblema, según el DRAE es una ―cosa que es representación
simbólica de otra‖. Según los QQ∴ HH∴ Adolfo Terrones Benítez y
Alfonso León García González(2) nos indican que ―emblema es todas
las representaciones que conciben la imaginación y el ingenio, que
siempre señalan los propósitos del hombre, expresados por medio de
signos, de caracteres, de figuras, de dibujos o de cosas y de diversos
objetos‖.
Hay un punto que plantean los precitados QQ∴ HH∴ en su obra y es
que ―los emblemas, pueden ser símbolos, pero que ningún símbolo,
podrá ser un emblema‖, y esto es importante para no caer en
confusión. Los QQ∴ HH∴ Terrones y León no explican que el emblema
contiene dos o más símbolos los cuales en su conjunto expresan un
cuerpo de ideas o conceptos, públicos o esotéricos; pero un símbolo
per se, tiene un significado y no es representación de otra, como
señala el DRAE.
En el Simbolismo Masónico, la Escuadra, es el emblema de la
EQUIDAD, la Plomada, lo es de la RECTITUD y el Nivel es de la
IGUALDAD.
La Alegoría según el DRAE, es una ―ficción en virtud de la cual algo
representa o significa otra cosa diferente.‖ La Alegoría puede
interpretarse sin tomar un acuerdo previo o convenido, de allí su
diferencia con el Símbolo, por lo que no debemos confundirlos.
La alegoría nos proporciona dos ideas: la que representa y la que
trata de demostrar. Conocido es la alegoría del Mito de las Cavernas,
de Platón, en la cual las tiniebla del mundo de la caverna, era la
realidad; mientras que el reflejo en la pared que provenía del exterior,
51
era la idea. Posiblemente la alegoría de la muerte en la ceremonia de
Iniciación, sea la más impactante para un Apr∴ Mas∴.
El Símbolo es según el DRAE ―una representación sensorialmente
perceptible de una realidad, en virtud de rasgos que se asocian con
esta por una convención socialmente aceptada.‖
En la Masonería, todas las materias de enseñanza ritualista, iniciática
y científica, se imparten y se representan por medio de símbolos, cuya
finalidad consiste en inculcar al Mas:. ese espiritualismo que debe
adquirir, para poder encaminar sus actos, por la verdadera senda de la
virtud (3)
En ocasiones se utilizan como sinónimos los términos emblema,
alegoría y símbolos, por lo que hay que observar con cuidado sus
alcances.
El Signo, según el DRAE es el ―objeto, fenómeno o acción material
que, por naturaleza o convención, representa o sustituye a otro.‖
En el Orden Masónico, al Signo se le considera como uno de los
factores más poderosos y eficaces que se han adoptado para lograr el
reconocimiento entre los hermanos. Es tan importante, que en la
instrucción al Apr∴ Mas∴ se indica que recibe la paga en la columna
Norte dando el Sig∴ el Tocam∴ y la Pal∴.
A manera de conclusión recordaremos nuestra iniciación. El profano
que aspira a los beneficios de la Iniciación Masónica es presentado en
el Templo con una venda en los ojos, signo de la oscuridad en que se
encuentra todo profano. No está ni vestido ni desnudo para
representar la inocencia, y se le despoja de los metales, emblema de
los vicios. En esta ceremonia encontramos claros ejemplos de
52
emblema, alegoría y signo. Igualmente, al Ap∴ se le instruye en el
Taller el significado simbólico de los instrumentos de trabajo: la Regla
de 24 pulgadas, que representa las 24 horas del días y como debemos
utilizarlas: una tercera parte para el desarrollo espiritual y asistir a un
amigo o Hermano en sus necesidades; otra para nuestro trabajo usual
y, finalmente, para el descanso. El Mazo, es la fuerza de nuestra
consciencia que acciona evitando caer en tentaciones que nos hunda
en el vicio, el fanatismo o la superstición. El Cincel, es la energía que
utilizamos para modelar la piedra bruta que somos y hacernos
merecedor de la posición que tenemos reservada en el edificio del G∴
A∴ D∴ U∴
Conociendo y practicando el procedimiento educativo masónico
avanzaremos, metódicamente, inicialmente del Norte hacia el Sur,
encontrando cada día mayor claridad gracias a la Irradiación que
progresivamente nos va iluminando desde el Oriente.
Nos despedimos con un T∴A∴F∴ y con los Signos (SSig∴) Palabras
(PPal∴) y Tocamientos (TToc∴) que nos son conocidos.

S∴F∴U∴

Bibliografía
1) Diccionario de la Real Academia Española
2) Adolfo Terrones Benítez, 32º y Alfonso León García González, 33º,
Los 33 temas del aprendiz masón
3) Idem


53
La Logia de San Juan

A lo largo y ancho del planeta, independientemente del rito que se


practique, cuando un Q.·. H.·. visita un Taller, tras haber sido retejado,
es colocado entre columnas y le formulan las siguientes preguntas:

P del V.·.M.·.—¿De dónde venís, Querido Hermano?


R del Q.·. H.·. —De una Logia de San Juan, V.·.M.·.
P del V.·.M.·.— ¿Qué se hace en la Logia de San Juan?
R del Q.·. H.·. — Allí se elevan Templos a la virtud y se cavan
calabozos para los vicios.
P del V.·.M.·.— ¿Qué nos traéis, Q.·. H.·.?
R del Q.·. H.·. — Salud, Fuerza y Unión.

Asistimos a la Logia con el fin de interiorizar, mediante el ritual que


contiene la enseñanza iniciática, los mecanismos y herramientas que
nos ayudaran a vencer nuestras pasiones, someter la voluntad frente a
54
la amenaza del orgullo, la avaricia y la envidia; además de hacer
nuevos progresos en la masonería, trabajando con celo, constancia y
fervor, con el fin de lograr que la prudencia, la rectitud y el valor
aquilatado por una prístina moral, guie nuestros pasos en la sociedad
y ser obreros útiles a la Gran Obra.
Es importante manejar con propiedad los términos de Logia y Templo.
Por Logia entendemos desde el punto de vista público o exotérico,
como el conjunto de personas que integran la familia masónica. Pero
desde el ángulo estrictamente masónico o esotérico, la Logia es la
congregación del ejército de virtudes que se unen y se disponen a la
lucha en contra de las desviaciones instintivas, los vicios y las
pasiones que le esclavizan y le han robado su reino de armonía, paz y
felicidad.

El Templo Masónico también tiene su explicación diferencial. Desde el


cuadrante publico o exotérico, es el edificio, la estructura física, en el
cual se reúnen los masones para avanzar en el sendero hacia la
perfección. Ahora, desde el eje masónico o esotérico, podemos
señalar que el Templo Masónico es el Cuerpo Humano, donde mora el
Ser, la Esencia Infinita, el Espíritu o Dios. Se le llama Templo porque
no es otra cosa que el santuario que utiliza el G.·.A.·.D.·.U.·.
Recordemos que el hombre contiene la chispa divina con los mismos
atributos del Creador, la que nos permite manifestarnos racionalmente
en este universo físico.

Desde el sentido publico o exotérico es evidente la diferencia entre


Logia y Templo. Desde el ángulo masónico o esotérico, no existen

55
diferencias, pues así como es arriba es abajo, o sea, que tanto las
personas que se reúnen, como las paredes del Templo en el cual
trabajan, no son otra cosa que ENERGIA CONSCIENTE E
INTELIGENTE. Todo en este universo es una y exclusivamente esa
ENERGÍA que mantiene cada cosa exactamente en su lugar en que
debe estar. Cada Ser Humano crea su propio universo, y lo sigue
creando hasta el día en que parte, para luego volver a crear un
universo nuevo, a la medida de sus necesidades espirituales.

Por eso muy importante que al ingresar al Templo y atender la


ceremonia masónica con el celo y la comprensión del ritual, tener
pleno conocimiento que no tiene ninguna formalidad o virtud
sacramental y ninguna consagración tiene el poder de hacer a un
masón, porque en toda iniciación efectiva el iniciado se hace por sí
mismo. Aquí no hay varitas mágicas ni transferencia por osmosis
de grados de conciencia. Los ritos iniciáticos no tienen otro papel
que trazar un programa al Iniciado, porque es un símbolo en acción y
el Taller coadyuva a realizarlo…

Aproximándonos al título de la plancha, según Aldo Lavagnini, nos


explica que la expresión Logia de San Juan viene a ser un nombre
simbólico de toda unión o agrupación de iniciados, de hombres
iluminados y favorecidos espiritualmente, aplicándose en su acepción
más general a todos los que han sido admitidos en los Misterios
Masónicos.

La historia pretérita de la masonería se encuentra plagada de leyenda


y alegorías. Albert Gallantin Mackey en su Enciclopedia de la
56
Francmasonería, nos dice que la tradición señala que la Logia Madre o
Primitiva fue establecida en Jerusalén y dedicada a San Juan, primero
al Bautista y luego al Evangelista y finalmente a ambos. De allí se
desprende la idea o tesis que todas las demás Logias en el orbe
descienden figurativamente de esta Logia. En tiempos de las
Cruzadas los Caballeros Masones se unieron a los Caballeros de
Jerusalén y combatieron juntos bajo la protección de San Juan, de allí
convinieron que todas las Logias le serian dedicadas en adelante. Esta
tradición es quizás la más remota explicación que busca unir la
masonería con los templarios.

En el símbolo del círculo con un punto en el centro y dos tangentes


verticales, se representa a la Logia de San Juan como una imagen del
Cosmos, cuyos límites están representados por los dos solsticios
(literalmente, puntos de detención del Sol), figurados por los dos San
Juan.

57
Igualmente se argumenta que la Logia de San Juan es un indicio de la
finalidad de la masonería como conservadora del ―conocimiento
esotérico cristiano‖.
Más allá de todas estas tesis, lo trascendente es que en la Logia de
San Juan elevamos Templos a la virtud y cavamos calabozos a los
vicios. Que trabajamos con esa ENERGIA CONSCIENTE E
INTELIGENTE, que nos guía en el camino que nos conduce a la Luz,
al encuentro con el G.·.A.·.D.·.U.·.
Esperamos que esta plancha motive la inquietud investigadora de
cada masón, ya que somos hombres libres y siempre debemos tener
presente que con nuestros estudios, bajo la escuadra de la razón y el
compás de la comprensión, construimos la convicción que alimenta
nuestra conciencia sobre la base del pensamiento y la práctica de una
prístina moral.
Nos despedimos con un T∴A∴F∴ y con los Signos (SSig∴) Palabras
(PPal∴) y Tocamientos (TToc∴) que nos son conocidos.

S∴F∴U∴
Bibliografía:
Mackey, Albert Gallantin. Enciclopedia de la Francmasonería
Lavagnini, Aldo. Manual del Aprendiz

58
Salmo 133

Sobre el Altar se encuentra el volumen del Libro Sagrado: la Biblia(1) la


cual permanece abierta en un pasaje que tenga relación con el grado
en que se trabaja en Logia: en los AApp, es el Salmo 133, una
alabanza al amor fraternal. Veamos algunos aspectos de interés del
precitado salmo.
El Salmo 133 es un poema sapiencial, cantado por los peregrinos en
ruta a Jerusalén, con motivo de las grandes fiestas. Forma parte de un
grupo de cánticos identificados como los de ―las subidas‖, los cuales
van desde el salmo 120 hasta el 134. La interpretación profana reduce
a señalar que Jerusalén se encuentra a 750 msnm, por lo que
peregrinos tenían que ―subir‖ hasta la ciudad. Pero en las culturas
antiguas, la montaña simboliza algo más, es la unión entre los cielos y
la tierra(2), entre el ―macrocosmos‖ y el ―microcosmos‖.
Así, este Salmo es una canción de peregrinos que añoran encontrarse
y, unidos, subir hacia la montaña, imagen de la Jerusalén Celestial(3).

59
Dicho término, Jerusalén Celestial, desarrollado desde sus
perspectivas, tanto por el judaísmo como por el cristianismo; se refiere
a una ciudad figurada, que es una reconstrucción física y una
restauración espiritual, así está en el libro del Apocalipsis(4) y, según
los estudiosos, utilizaron el término griego kainos, que tiene un
significado de algo renovado o refrescado, distinto de neos, otra
palabra griega, que es traducida como nuevo, o sea, algo creado(5).
Entendemos, por ende, que los peregrinos buscan su regeneración en
el templo de virtud, que viene a ser la Jerusalén Celestial.
Hace mención el salmista a la importancia que los hermanos vivan
unidos y lo compara al ―buen perfume que corre por la cabeza de los
sacerdotes y baja por su barba hasta el cuello de su ropaje‖. Para
consagrar al sumo sacerdote se utilizaba aceite perfumado. Si
revisamos el libro del Éxodo, encontramos como el Señor le da
instrucciones precisas a Moisés de cómo elaborar el aceite de
consagrar, señalando que tome 18 kilos de diferentes plantas
aromáticas y tres litros y medio de aceite de oliva. Hay dos datos
importantes: el 18 que equivale a 9, múltiplo de 3; numero de especial
simbolismo en la Orden Masónica, cuyo estudio se inicia desde el
grado de Ap y 3 litros y medio de aceite de oliva, destinado a ser
base del aceite de consagrar, pero también proporciona el combustible
para las lámparas en el templo, significando energía espiritual y Luz
del conocimiento. Me pregunto ¿cuánto de energía espiritual y Luz del
conocimiento necesito para construir el templo a la virtud y cavar fosos
a los vicios?

60
Esos 18 kilos de plantas aromáticas deben ser molidos, triturados.
Representa que debemos desbastar nuestra materialidad,
escuadrando nuestra acción de vida con esfuerzo y dedicación, con la
conciencia en el significado del simbolismo de la límpida L.·., que
genera la combustión de este aceite utilizado en el encendido del
candelabro sagrado, en el Templo de Salomón, en mi templo personal.
Veamos el término ―buen‖, de ―buen perfume”, como análogo de
bueno: ―al ver Dios que la Luz era buena‖, nos dice el Génesis 1:4, así
que este ―buen perfume‖, elaborado según mandato del
G.·.A.·.D.·.U.·., hecho a base de aceite de oliva, impregna el cuerpo y
algo tan mundano como el ropaje. Recordemos nuestra Iniciación y el
traje de recipiendario; su simbología, su significado masónico.
Y desciende el ―buen perfume” en su término de Luz del
Conocimiento, desde la cabeza, lugar donde se encuentra el cerebro y
órgano de la mente, centro en el cual desarrollamos humanamente
nuestra consciencia y aquilatamos nuestro espíritu, hacia el corazón,
el Ara del cuerpo. El mensaje es claro: el aceite generador de Luz
impregna los órganos fundamentales para el conocimiento de si, y
escuadrar mi existencia sobre la base de la rectitud, en la acción
virtuosa.
La referencia al rocío del monte Hermòn debemos comprenderla
alegóricamente. Cierto que dicho punto geográfico se encuentra muy
lejos de Jerusalén, como para que la humedad de la zona llegue a la
ciudad. Es, perfectamente, un símil con la prueba del agua, a la que
somos sometidos en la Iniciación. En nuestro renacer como MMas.·.,
significa fecundidad, ya que germinamos como hombres nuevos y, aún

61
siendo infantes en el grado de Ap.·., y aún no nos hemos librado,
totalmente, de nuestras ataduras profanas; pero si hemos asumido la
decisión de desbastar la piedra bruta que somos, porque la Masonería
nos mostro la L.·., el camino y la forma de marchar hacia ella.
La referencia a la larga vida, con la que termina el Salmo, no puede
ser otra que el encuentro que nosotros procuramos con el
G.·.A.·.D.·.U.·., dirigiendo nuestra existencia con las herramientas y
principios que nos aporta la masonería.
El Salmo 133 es un cántico sapiencial cuyo contenido es rico en
armonía y hermandad. Interiorizarlo es imprescindible en la
construcción de nuestro templo interior. No es casualidad que lo
tengamos siempre presente en los trabajos en el grado de Ap.·.,
indicándonos un modelo de conducta, tanto en el Taller, como fuera de
él.
Al momento en que circunstancias de la vida te colocan en un trance
difícil, sintamos el rocío del monte Hermón y avancemos en nuestro
camino hacia la L.·., con el Mazo, el Cincel, la Regla de 24 pulgadas y
demás instrumentos que nos proporciona nuestra Orden Masónica.
Nos despedimos con un T∴A∴F∴ y con los Signos (SSig∴) Palabras
(PPal∴) y Tocamientos (TToc∴) que nos son conocidos.

S∴F∴U∴

Notas y bibliografía
1) Liturgia de la Gran Logia de la República Dominicana
2) Becker, Udo. Enciclopedia de los Símbolos. Robin Book. Barcelona, España 1996 pag 220
3) Idem
4) Se encuentra en los versículos 3:12 y 21:2 del libro del Apocalipsis.
Wikipedia. http://es.wikipedia.org/wiki/Nueva_Jerusalen

62
El secreto masónico

Pareciera una profunda contradicción hablar de secreto en la


masonería cuando en la Internet encontramos innumerable data de
libre acceso referida a nuestras actividades. Luego, explicamos que el
secreto son los Signos (SSig∴) Palabras (PPal∴) y Tocamientos
(TToc∴) que nos son conocidos, pero igual en los medios digitales los
podemos localizar. Algunos sectores antimasónicos aún persisten en
tomar el ―secreto masónico‖ como ejemplo fehaciente de supuestas
actividades contra natura o conspirativas en pos de un supra poder
que todo lo ve y controla. La respuesta pública que se ha ofrecido es
que la masonería no es una organización secreta, pero si discreta. En
fin, todo eso está muy bien para la opinión pública, que como bien
conocemos los masones, se encuentra alejada de la realidad.

63
Visto así, pareciera que los masones no tenemos secreto y cualquier
Q.·. H.·. puede pensar que ingresó en un lugar equivocado si creía
que es una organización supra secreta. No tenemos esos secretos.
Pero oh sorpresa. Si tenemos ―nuestro secreto‖ y ello nos diferencia
del común de las asociaciones que existen en nuestro tiempo.
Los masones tenemos un secreto que se expresa en aspectos que por
su diferencia pareciera que son tres diferentes, pero que al final es
uno, porque el uno, la unidad, el punto, es el inicio del todo.
Tenemos un secreto que lo podemos llamar convenido. Lo que ocurre
en las TTen:., se queda en las TTen:. Lo juramos al finalizar cada
sesión. Es parte del ritual. El Guarda Templo o el Segundo Diacono
verifican que no entren elementos profanos al Taller. Silencio y en
Logia también es un llamado a que cada masón coloque a su Guarda
Templo interior personal en guardia para alejar de su mente los
pensamientos que puedan perturbar la formación de ese egregor que
debe transformarse en una concentración de fuerzas espirituales, que
una vez interconectada, proceden a su expansión en beneficio de la
hermandad y de la humanidad. Recordemos que la Logia representa
al Cosmos y éste se origina en un punto, el cual simbolizamos con el
punto en el centro del círculo y numerológicamente con el UNO. Las
teorías físicas nos hablan del big bang, o sea ese punto donde se
originó el universo. En cábala, por citar un ejemplo del esoterismo, nos
hablan del tzimzum, que es la contracción del Absoluto que dejó un
vacio, espacio donde pudo se emanado el Universo.
No vamos a profundizar en teorías físicas o metafísicas de grados
superiores. Lo que debemos tener presente es que en la apertura de

64
la Logia, los QQ:. HH:., quienes estaban dispersos en la Logia de San
Juan, se reúnen en UN PUNTO, para generar una ENERGIA
CONSCIENTE E INTELIGENTE, creadora de una armonía cósmica y
que en cada Masón erige su propio universo y en él, su Templo de
Virtudes, a la medida de sus necesidades espirituales. Este aspecto
litúrgico es parte del secreto masónico, porque nadie puede ingresar a
vuestra conciencia para conocer y mucho menos comprender, la
acción de la energía creadora generada en el Taller.
Pero también existe un aspecto simbólico del secreto masónico. En la
época de los masones operativos, se guardaba con celo los
conocimientos por diversas razones, económicas entre otras. Luego
en el siglo XVI, mientras en las villas y pueblos se asesinaban entre
católicos y protestantes durante las guerras de religión, en las logias
convivían armónicamente con hermandad. Así que los SSig∴, PPal∴ y
TToc∴ eran un lenguaje que expresaba físicamente una condición,
pero con la convicción de reproducir simbólicamente el acto de crear
del constructor, que no depende de que algo se oculte, sino que por el
contrario algo se conozca, pero que el acto creador se ejecuta sobre la
base del secreto de cada masón. Los tiempos cambian, pero en su
naturaleza la relación entre masones siempre será un acto fraternal y
privado, esencialmente secreto porque se acrisola en su yo interno.
Pero hay un aspecto cardinal en el secreto masónico: el iniciático. Es
referido al cambio de consciencia que se opera en cada individuo y
que va regenerando su personalidad, proyectando una nueva
condición de ser humano. En la medida en que cada masón progresa
en grados, que no es otra cosa que el aquilatamiento del Templo de
65
Virtudes que se levanta en la conciencia de cada quien,
perfeccionamiento que se logra por medio de las experiencia profunda
que se transforma en secreto porque, sencillamente, es imposible
revelárselo a ninguna otra persona.
El secreto masónico no se trata de conspiraciones. El secreto
masónico esta dentro de ti, lo practicas dentro y fuera del Taller, en la
Logia de San Juan. La Masonería es una orden iniciática y por ende
cada símbolo tiene un significado exotérico o publico, esotérico o
privado, pero también tiene uno hermético, dentro de ti, que te ayuda
al proceso de conocimiento de sí mismo que debe transitar cada
masón, para encontrar su maestro interior que le orientará en su vida
en pos de la Luz.
Nos despedimos con un T∴A∴F∴ y con los SSig∴, PPal∴ y TToc∴ que
nos son conocidos.

S∴F∴U∴

66
Siempre obrero de paz, siempre aprendiz

El hilo conductor de todo masón desde el instante en que se inicia,


hasta el momento en que ingresa a la Gran Logia del Or:. Et:., es
trabajar por fortalecer en su espíritu, en su conciencia, el templo de
virtud y mantener a buen resguardo en los calabozos construidos para
tal fin, las pasiones desbocada, las acciones irascibles, los egos
exaltados, la vanidad embriagadora.
Esta conducta que se simboliza en el tallado de la piedra en bruto, la
comenzamos a moldear desde que tocamos puerta, porque seremos
aceptados en la Orden si y sólo si, somos libres y de buenas
costumbres, creemos en su Ser Supremo y en la inmortalidad del
Alma o Espíritu, que para los efectos de este trazado, los
identificamos. Lo importante para el tema que tratamos, es ser libre y
de buenas costumbres. El Maestro Exp:. da fe de ello cuando nos
conduce al Templo en la Ten:. de Iniciación. No puede ser de otra
manera, porque hay piedras deformes, desviadas, que no pueden ser
67
talladas, hay otras que no tienen consistencia y se desmoronan al
primer intento de trabajar en ellas.
De lo anterior deducimos que siempre nos dedicaremos a construir
nuestro templo interior y sobre la base de la proyección del mismo en
nuestro actuar, reflejo de nuestra personalidad que va cambiando en
la medida que el tallador, el artista, que es uno mismo, embellece la
obra y ayuda a armonizar el entorno social donde el individuo
interactúa: la familia, la escuela, el trabajo, el club de amigos, la
asociación de vecinos y por supuesto, la Logia.
Decimos que embellece porque la Gran Obra no puede ser grotesca.
Es todo lo contrario. Es una experiencia estética que agrada al
Espíritu, da tranquilidad a la mente y ayuda a transformar lo
discordante en armónico. Por ello la Masonería ha transitado por
tantos caminos tortuosos y ha sorteado con éxito tantos escollos.
Veamos unos ejemplos:

En Fenicia, al momento en que comienza a ser una potencia del


comercio mundial, recalan constructores griegos quienes desarrollan
su arte y ciencia, siendo utilizados sus descendientes, según se
desprende de tradiciones, en la construcción del Templo de Salomón
en Jerusalén: ―Y los albañiles de Salomón y los de Hiram, y los
hombres de Gebal, cortaron y prepararon la madera y la cantería para
labrar la casa.‖ (Biblia, en el Libro de Reyes I, cap. V; vers. 18). El
conocimiento y la tolerancia hermanaban a grupos diferenciados,
unidos en la construcción de la magna obra.

68
Todos estos gremios que se fueron formando combinaban el arte del
oficio con prácticas religiosas propias de la época. Recordemos que
imperaba el paganismo, que en general, por ser politeístas, aceptaban
con algo de sosiego la existencia de los dioses y diosas de otras
culturas. Así que en un gremio donde los individuos manejaban
conocimientos que le eran de interés al grupo, aceptarían a miembros
de diferentes orígenes nacionales y, por ende, con dioses distintos a
los del sitio. El mundo antiguo aunque los hay, son pocos los ejemplos
acentuados de intolerancia religiosa.

En los casos de Grecia y Roma se calificaban como ―barbaros‖ a los


otros pueblos más como un etnocentrismo, o sea una discriminación
cultural, que religiosa. Inferimos, por lo tanto, que en el mundo antiguo
se practicaba la tolerancia dentro de los gremios del oficio de
constructores.

Posiblemente con sus excepciones, esa práctica permeo en los


tiempos, incluso en paralelo al surgimiento de las religiones
monoteístas, en que se dieron, en general, los casos más sonados de
intolerancia religiosa.

Ya durante la modernidad, luego de la escisión protestante y tras las


guerras de religiones, en las logias de constructores, logias masónicas
operativas, encontraban paz y tolerancia todos los cristianos:
separados en el mundo profano por las peleas entre las jerarquías
eclesiásticas que obligaban a la lucha criminal lo que llevaba al
asesinato entre los bandos; unidos en la fraternidad propia de la

69
armonía de las logias donde el sentido de humanidad es tanto fraterno
como cosmopolita.

A las batallas religiosas que se han proyectado hasta nuestros días, se


unen disputas ideológicas al punto que la Masonería fue perseguida
en los países de la órbita comunista, con la excepción de Cuba, por el
peso del Q∴ H∴ José Martí en la historia de la nación caribeña, y en
los países musulmanes, quizás con la única excepción de Marruecos,
Líbano y Turquía.
La Masonería ha sobrevivido a lo largo de la historia, entre otras
razones, por la tolerancia entre QQ∴ HH∴ independientemente de
raza, ideologías o credos religiosos. Tolerancia fundamentada en la
interiorización del respeto al prójimo como algo normal, imperando a lo
interno de las logias masónicas operativas e igualmente en las
especulativas, que aparecen en el siglo XVIII de manera organizada
con la Gran Logia de Inglaterra en 1717. He allí una de las verdaderas
razones del porqué el papado, según el historiador Jesús Antonio
Ferrer Benimelli (La Masonería. Edición digital. Pàs 71-101),
emprendió la lucha contra la Masonería, ya que no concebía un
espacio de tolerancia y paz donde cristianos católicos y protestantes
pudiesen compartir como hermanos.
El Hermano Masón desde que se inicia en la Orden es un obrero de
paz, que contribuye en la construcción de la Gran Obra. Una Obra
signada por la belleza que se percibe en esa sensación de hermosura
que abarca todo el ser de quien la aprecia y que no tiene palabras
para describirla. La tolerancia es uno de los pilares que debe fortalecer

70
el masón. Pero también el sentido de justicia, ya que la tolerancia con
los intolerantes tiene un límite.
Nuestras logias son centros de discusión fraterna. La Masonería es
una Orden donde impera la libertad de pensamiento. La tolerancia es
esencial para el ejercicio de dicha libertad. Igualmente el respeto al Q∴
H∴, porque sin respeto no hay tolerancia. De allí que los masones, que
siempre seremos obreros de paz y eternos aprendices porque el
tránsito por este plano temporal es de constante asimilación de
conocimientos por medio del estudio y de la experiencia de vida,
trabajamos en función de la Gran Obra, que es de belleza sublime e
inefable.
Nos despedimos con un T∴A∴F∴ y con SSig∴, PPal∴ y TToc∴ que nos
son conocidos.

S∴F∴U∴

71
Los tres San Juan y la Masonería

San Juan es una figura que tenemos siempre presente en la


Masonería, la cual es de gran importancia por su simbolismo, tradición
y por el legado histórico.
Durante el Helenismo, se produce un sincretismo en que el
cristianismo utilizó fechas importantes celebradas por los cultos
paganos con el fin de introducir su doctrina. Allí, en la práctica de
adoración al sol como fuente de generación y regeneración de vida, se
utiliza para identificar a San Juan Bautista con el solsticio de verano y
a San Juan Evangelista con el solsticio de invierno.
San Juan Evangelista, coincide con el signo de Capricornio en el
solsticio de invierno y se le llamaba "puerta de los dioses", estando
signado por la tristeza y la desesperanza, por el alejamiento del dios
sol que parecía que la naturaleza era abandonada por la divinidad,
por lo que habría de morir.
La festividad de San Juan Bautista bajo el signo de Cáncer, que es
coincidente con el solsticio de verano, se celebraba bajo un carácter
72
distinto: se la llamaba "la puerta de los hombres" y significaba el
apogeo del Sol, el momento en que los días son más largos y la
naturaleza ha llegado a su límite de verdor y frondosidad.
Ambas fiestas, aunque parecen contrapuestas, se complementaban y
como tal, simbolizan que tras la tristeza que se manifiesta ante la
retirada del Sol, llega el momento en que se revierte la tendencia. La
conmemoración fue llamada en el mundo romano "Dies natalis solis
invictus", el día del nacimiento del sol invencible. De allí que el
cristianismo asume el día 25 de diciembre como el del nacimiento del
Maestro Jesús, como el regenerador de la humanidad tras derrotar a
la muerte representada por el alejamiento del Sol que se dibuja en la
elíptica del movimiento de traslación del planeta Tierra alrededor del
astro rey.
Bien lo anuncia San Juan Evangelista: "Es preciso que El crezca y yo
mengüe", lo cual, entre otros simbolismos, evoca perfectamente el
ciclo anual. Y es que, en el fondo las dos mitades del círculo no hacen
sino recordar las dos fases que concurren en un mismo ciclo: la
ascendente y la descendente.

73
Masónicamente graficamos este ciclo mediante un círculo rodeado de
dos rectas paralelas tangentes y verticales, que contiene un punto en
su centro. El círculo corresponde al ciclo anual, identificado con el
recorrido del Sol –punto situado en el centro del círculo-; el hecho de
que las dos columnas sean paralelas indican simetría y que sean
tangentes nos dice que estarán situadas en los puntos límite del ciclo,
los dos solsticios opuestos.
El círculo, en la medida que avanzamos en nuestros estudios
masónicos, le vamos encontrando nuevos y más profundo significado.
Filosóficamente, el punto simboliza el inicio, lo que numéricamente
identificamos con el numero UNO, es la emanación primaria desde la
cual parte la Creación y donde todo es sutil e indiferenciado. De allí se
va generando un proceso jerárquico, de descenso o degradación
ontológica, proveniente del Ser Supremo. Este devenir, visto
simbólicamente, nos es útil para explicar la producción de la realidad
inferior como una especie de irradiación a partir de la superabundancia
de la superior, que es el G∴A∴D∴U∴, lo UNO, la realidad subsistente y
originaria, sin que ésta pierda su unidad ni se contamine con lo inferior
a lo largo del mismo.
En este proceso de creación, que en el grado de Aprendiz estudiamos
los tres primeros números y en grados sucesivos, llegamos hasta el
DIEZ, se enmarcan en las dos columnas que se colocan tangentes y
verticales representando a los solsticios, que a su vez se identifican
con los dos San Juan. Este símbolo interpreta toda la Creación, desde
el punto inicial, representado su origen en el UNO, hasta la línea que
distingue el círculo que constituye el Universo y las líneas o columnas

74
tangenciales. Allí se visualiza el proceso cíclico necesario e
imprescindible para que la materialización de la emanación, sea
percibida por los seres humanos como realidad múltiple, diferenciada,
material perceptible por los sentidos.
En el ritual del Grado de Aprendiz lo recreamos en cada Tenida en el
parlamento del porqué los vigilantes y el Venerable Maestro se ubican
en el Occidente, el Sur y el Oriente. El Occidente es la realidad
diferenciada, múltiple, material, donde el bien y el mal coexisten, el
final de la creación donde reinan las tinieblas de la opinión sobre la
ciencia y la virtud. Allí se instala la Logia de San Juan como energía
regeneradora de la Masonería en su labor de edificar en este plano
material la Gran Obra, signada por la belleza de la virtud, porque la
idea de BIEN, de VIRTUD, es consustancial con la de BELLEZA, ya
que la Gran Obra jamás puede ser grotesca.
Nuestro transito existencial debe tener por objetivo ir hacia el punto
inicial, en búsqueda de la SABIDURIA simbolizada en el Trono del rey
Salomón y que en la Logia lo ocupa alegóricamente el Venerable
Maestro y allí, en el Oriente, se encuentra el Sol, símbolo del punto
inicial y de la fuerza motora de la Creación. Por ello el Aprendiz pasa
de la Columna Norte, donde los rayos del Sol son esquivos, hacia la
del sur, donde brilla el Sol del conocimiento y luego, en la medida de
su trabajo en su templo interior, que se proyecta en la sociedad, busca
la exaltación en el grado de Maestro que lo coloca definitivamente en
la senda de encontrar la verdadera Luz, aquella filosófica que le
muestra su maestro interior y lo conduce por la plomada, la vertical,

75
con la escuadra y el compas, en busca de los grados superiores de
crecimiento espiritual.
Para ello los masones tenemos muchos maestros como referencia.
Uno de ellos es San Juan el Limosnero, hijo del rey de Chipre, nacido
en esa isla en el siglo VI y quien abandono los goces del poder para
emigrar a Jerusalén, ayudar a los peregrinos, fundar un hospital y
organizar una fraternidad con el objeto de auxiliar a los cristianos, por
lo que en la tradición se le ha designado como protector de la Orden
Masónica de los Templarios.
En conclusión, las fechas solsticiales nos muestran los ciclos de la
existencia y así como San Juan Bautista descubre el inicio de la obra
terrenal del Maestro Jesús, en aquel momento simbólico del cruce del
rio Jordán, recordemos la prueba del agua en nuestra iniciación; San
Juan Evangelista cierra el ciclo de la obra del Maestro burilando su
grandioso planteamiento filosófico, el cual es referencia obligada en
los estudios de la Filosofía Perenne. San Juan el Limosnero nos
muestra un ser humano excepcional, dedicado a construir su templo
interior, proyectando su accionar en la sociedad como obrero de paz,
en función de la Gran Obra.
Esta simbología debemos tenerla presente en el proceso de
conocimiento de sí y de tallar la piedra en bruto, fundamental en la
construcción de nuestro templo interior de virtudes, camino por el que
debe transitar todo masón y coadyuvar con su accionar, a fortalecer la
inmensa cadena fraternal que encarna la Gran Orden Masónica
Universal.

76
Nos despedimos con un T∴A∴F∴ y con los SSig∴, PPal∴ y TToc∴ que
nos son conocidos.

S∴F∴U∴

77
El pavimento de mosaico

Nos dice Aldo Lavagnini, en su Manual del Aprendiz Mason, que al


ingresar al Taller ―a tres pasos de la puerta, que se encuentra al
Occidente, están situadas las dos columnas B.·. y J.·., emblema de los
dos principios y de los pares de opuestos que dominan el mundo
visible. La actividad combinada de estos dos principios aparece
manifiestamente en el pavimento de mosaico en cuadros blancos y
negros, que se extiende desde la base de las columnas hacia el
Oriente…‖(1)

Toda una hermosa simbología se nos presenta cuando ingresamos al


Taller: parado y al orden, luego tres pasos al frente iniciando con el pie
izquierdo, observando lo imponente del Templo, representación del
Universo, en el cual el pavimento de mosaico, ocupa el espacio
intermedio entre el Cielo o Cenit y el Nadir o inframundo. En su
entorno, una serie de disposiciones en las cuales en algunas de ellas
se ubican los QQ.: HH.:, mas todas, absolutamente todas, tienen un
significado importante en la representación del cosmos, su armonía,
leyes y su utilidad en la construcción del Templo Interior del masón.

78
En el Taller abordamos el complejo tema de la situación del ser
humano con respecto al conocimiento y para ello nos auxiliamos con
el Mito de la Caverna de Platón: el mundo sensible, que es percibido a
través de los sentidos y el mundo inteligible, el cual sólo podemos
lograr mediante el uso exclusivo de la razón. Esa dualidad, como el
pavimento de mosaico, ratifica el principio de los pares opuestos,
indicándonos, entre otras enseñanzas, que al estar nosotros en
sociedad tenemos la tentación de quedar atrapados en el
conocimiento profano, diverso, de la multiplicidad, propio del mundo
sensible, peligro al que estamos expuestos si no profundizamos en el
conocimiento que la Ciencia Masónica nos ofrece, al nivel de nuestro
grado.

Desde la Iniciación nos instruimos en el principio de la polaridad: todo


(2)
tiene su par opuesto como nos enseña el Kybalion , de la dualidad
inherente a las acciones y reacciones de las energías bipolares que
determinan toda manifestación, lo cual es ley regente del Universo;
que dicho aprendizaje se logra mediante el trabajo simbólico, siendo
muestra de ello la bebida dulce y amarga, el pavimento mosaico, entre
otras pruebas y ritos, teniendo siempre presente que como Ap:. soy al
mismo tiempo obrero y materia prima. Soy la piedra bruta emblemática
en estado imperfecto de desarrollo y en la medida que sepa interpretar
las baldosas blancas y negras del mundo profano, de acuerdo a los
dictados de la Luz del G.: A.: D.: U.: podré avanzar en mi mismo,
trabajando en el interior de mi conciencia, en función de conciliar esas
mismas energías, lo que procura el nacimiento de una nueva realidad
espiritual que se traduce en perfección interior. Esa Luz llega
79
tenuemente en la Columna Norte, donde en nuestra condición de Ap.:
nos situamos; he allí otra enseñanza, ya que salir de la obscuridad y
encontrarse de un pronto con el brillo de la sabiduría, sólo genera
ceguera y devolvería al Iniciado al mundo profano, lleno de dudas e
incomprensión. Por ello es que la educación masónica contempla el
grado de aprendiz como quien enseña a un joven, que en este caso
también incluye la infancia. De allí que se tiene tres años de edad,
porque, simbólicamente, requiere de ir avanzando con
acompañamiento y, en la medida en que el Ap:. progresa, siente la
tentación de cabalgar sobre la simpleza para satisfacer deseos
inmoderados, lo que puede devenir en pasiones que, lejos de construir
el templo interior, lo sumerge en una lúgubre existencia dedicada, aún
inconscientemente, al reino de la oscuridad. Por ello la importancia del
acompañamiento, la guía de los QQ.: HH.: VVig.:, V.: M.: y de los QQ.:
HH.: maestros masones en general.

La enseñanza masónica nos instruye que debemos caminar entre las


fuerzas polarizadas de lo sutil y lo mundano. Que estar al orden, ese
mandato a que nos llama el V.:M.: en el Taller, significa, entre otras
cosas, el estado de alerta permanente que interiorizamos para actuar
en la vida, de acuerdo a los valores que practicamos como parte de
nuestro ser, en la Log.: de San Juan. Que desechamos las
supersticiones, las que facilitan hacernos de ideas con falsas
interpretaciones, que al final nos atormentan como a cualquier
profano; repudiamos el fanatismo, que satisface un sentimiento, pero
que engendra odio y malicia contaminando el alma; sepultamos el
exhibicionismo y la ostentación, que distingue la conducta orgullosa,
80
cuyo único logro es ubicar al individuo en un fatídico camino hacia la
oscuridad; contrario al de la Luz, de la Sabiduría, que es la senda
correcta, la del G.: A.: D.: U.:

La vida, con sus vicisitudes, es un libro enigmático: puede admitir


varias interpretaciones de acuerdo a la formación de quien lo lea y, por
supuesto, del nivel de conciencia que haya alcanzado, conciencia que
entendemos según su significado del Diccionario de la Real Academia
Española, como ―propiedad del espíritu humano de reconocerse en
sus atributos esenciales y en todas las modificaciones que en sí
mismo experimenta‖(3). El pavimento de mosaico nos recuerda
permanentemente las páginas variopinta de la vida, pero que sobre él
se encuentra el Ara y las Tres Luces de la Masonería, que es el lugar
donde, cuando con nuestro juramento, cambió totalmente nuestra vida
ya que ahora leemos en un libro donde las paradojas no son tales,
porque la educación masónica, con sus emblemas, alegorías y
símbolos, te preparan para desbastar la piedra grosera que somos,
jamás permitir que las pasiones sepulten la energía del constructor,
edificar mi templo interior, y hacerme digno de ocupar el lugar que me
destine el G.: A.: D.: U.:

Para finalizar, debemos tener presente que la dualidad que hemos


venido señalando es aplicable a la realidad relativa del mundo profano,
fuera del Templo. Los mosaicos tienen un punto de encuentro en la
tenue línea que los separa o los une, que es la misma que separa o
une lo manifestado con lo in-manifestado, el juicio de la caverna con el
de la Luz y, de nosotros depende, transitar el camino hacia el inicio,
81
que allí se encuentra el punto, el Uno, el verdadero conocimiento, el
del G.: A.: D.: U.:

Nos despedimos con un T∴A∴F∴ y con los Signos (SSig∴) Palabras


(PPal∴) y Tocamientos (TToc∴) que nos son conocidos.

S∴F∴U∴

Bibliografía y notas:
1) Lavagnini, Aldo. Manual del Aprendiz Mason. Editorial Kier. 8va edición 1992 Buenos Aires,
Argentina. Pag 126
2) El Kybalion
3) DRAE. Vigesima segunda edición.Tomo I RAE 2001 pág. 613

82
CÓDIGO MORAL MASÓNICO

QQ.·.HH.·., aprovechamos esta Cámara de Instrucción para difundir


un documento histórico de la Masonería, así como unas
recomendaciones sobre datos que todos los Hermano Masones deben
tener presente.
Recordemos que la misión fundamental de la Orden es que en el
interior de cada Q.·. H.·., se construya su Templo de Virtudes y cavar
calabozos a los vicios y desviaciones propias del ego, tales como la
envidia, la vanidad, la intemperancia, entre otras. En la medida en que
levantamos nuestro Templo de Virtudes, nos relacionamos con HH.·. y
profanos de una manera distinta, constructiva, proactiva;
contribuyendo a sembrar armonía donde hay desosiego; actividad
83
constructiva, donde hay marasmo; amor donde impera el
resentimiento. Es el aporte de cada Masón a la Gran Obra de
regeneración universal en la cual trabajamos todos los QQ. ·.HH. ·., en
cadena fraternal mundial.
Iniciamos con el Código Moral Masónico, el cual es un conjunto de
normas de comportamiento ético, moral y social, que manifiestan
seguir las distintas corrientes y ritos de la Francmasonería. Su origen
se remonta al año 1717, cuando se produjo la primera reorganización
de logias masónicas de que se tiene noticia, creándose en aquel
momento la Gran Logia de Londres y Westminster, que con el paso de
los años conformaría la Gran Logia Unida de Inglaterra.
Este Código Moral, fue definitivamente aprobado por el Convento de
Lausana (Suiza), recordemos que se les da el nombre de ―Convento‖ a
los conclaves masónicos que tienen por objeto tratar temas propios de
la Orden, este Convento de Lausana se desarrolló entre el 6 y el 22 de
septiembre de 1875. Para la elaboración de los trabajos, además de la
propia Suiza, se comprometieron los cuerpos masónicos de Gales
(Inglaterra), Bélgica, Escocia, Francia, Italia, Perú, Portugal, Grecia, C
uba y Hungría.
Sin embargo Grecia y Escocia se retiraron antes de tiempo, y el
documento final fue firmado por los nueve Supremos Consejos que
habían permanecido representados.

CÓDIGO MORAL MASÓNICO


01. Venera al Gran Arquitecto del Universo.

84
02. El verdadero culto que se da al Gran Arquitecto consiste

principalmente en las buenas obras.

03. Ten siempre tu alma en un estado puro, para aparecer dignamente

delante de tu conciencia.

04. Ama a tu prójimo como a ti mismo.

05. Haz bien por amor al mismo bien.

06. Estima a los buenos, ama a los débiles, huye de los malos, pero

no odies a nadie.

07. No lisonjees exageradamente a tu hermano pero reconoce sus

aciertos. Acepta su reconocimiento con modestia, como un aliciente.

08. Escucha siempre la voz de tu conciencia.

09. Practica la caridad.

10. Respeta al viajero nacional o extranjero; ayúdale: su persona es

sagrada para ti.

11. Evita las querellas, prevé los insultos, deja que la razón sea tu

guía.

12. No seas ligero en airarte, porque la ira reposa en el seno del necio.

13. Detesta la avaricia, pero administra tus bienes materiales con

cuidado, para que a tu vejez sustenten tus necesidades, protejan a tu

familia y beneficien a tus Hermanos en desgracia.


85
14. Sigue la senda del honor y de la justicia.

15. Si tienes un hijo, regocíjate; pero sé consciente del depósito que

se te confía. Haz que hasta los diez años te obedezca, hasta los veinte

te ame y hasta la muerte te respete. Hasta los diez años se su

maestro, hasta los veinte su padre y hasta la muerte su amigo. Piensa

en darle buenos principios tanto como bellas maneras; incúlcale

rectitud esclarecida y honestidad sin tacha.

16. Si te avergüenzas de tu destino, tienes orgullo; piensa que aquel ni

te honra ni te degrada; el modo con que cumplas te hará uno u otro.

17. Lee y aprovecha, ve e imita, reflexiona y trabaja, ocúpate siempre

en el bien de tus hermanos y trabajarás para ti mismo.

18. Conténtate de todo, por todo y con todo lo que no puedas mejorar

con tu esfuerzo. Pero cuando te sientas capaz de hacerlo, pon todas

tus facultades en la tarea.

19. No juzgues ligeramente las acciones de los hombres; no reproches

y antes procura sondear bien los corazones para apreciar sus obras.

20. Se entre los profanos libre sin licencia, grande sin orgullo, humilde

sin bajezas; y entre los hermanos, firme sin ser tenaz, severo sin ser

inflexible y sumiso sin ser servil.

86
Tras exhortar a los QQ.·.HH.·. a interiorizar estos principios contenidos

en el Código Moral Masónico, los que deben guiar siempre nuestra

conducta tanto en nuestros talleres como en la Logia de San Juan,

procedemos a señalar una guía de datos que un masón no debe

olvidar nunca. Veamos:

01. La edad del Grado.


02. La Palabra o Palabras de cada Grado que se poseen.
03. Los significados de cada Palabra.
04. El Toque de cada Grado.
05. El Retejado de cada Grado.
06. El Signo de Orden de cada Grado.
07. La Marcha de cada Grado.
08. Las fechas de Iniciación, Aumento de Salario y Exaltación.
09. El nombre del Venerable Maestro de la Logia y el del Gran
Maestro de la correspondiente Obediencia.
10. El nombre y número de su Logia Madre y a la que se pertenece.
11. Los tratamientos precisos para el V.·.M.·., los VVig.·. y el resto
de los QQ:. HH:., en función del Grado en que se desarrollen las
Tenidas.
12. Igualmente se tendrán en cuenta estos tratamientos en la
elaboración de las planchas.
13. El estudio profundo de los Rituales de cada Grado.
14. La lectura y el conocimiento de las Constituciones y
Reglamentos de la Gran Logia.

87
15. La lectura y conocimiento del Reglamento Interno de la Logia.
16. El calendario de Tenidas de su Logia.

Recomendaciones

Sugerimos descifrar la plancha contentiva del Código Moral Masónico


de manera regular al menos en una tenida semestral. La misma puede
ser leída, incluida la introducción histórica, por un aprendiz,
compañero o un maestro nobel. Consideramos que es un buen aporte
a la buena marcha de la Masonería como fraternidad universal donde
trabajamos como obreros de paz a la G.·.A.·.D.·.U.·.

Sobre la guía de datos, reproducirla y verificarla regularmente en las


tenidas.

Nos despedimos con un triple Abrazo Fraterno (T∴A∴F∴) y con los


Signos (SSig∴) Palabras (PPal∴) y Tocamientos (TToc∴) que nos son
conocidos.

S∴F∴U∴

Nota: Texto del Código tomado de la página web de la R.·.L.·. Lautaro N° 197, al
Or.·. de la República de Venezuela. https://lautaro.org.ve/biblioteca/minuto-
masonico/2010-2014/2011-2/codigo-moral-masonico/


88
El Ara

Un momento especial en la vida iniciática del Masón es aquel cuando


préstamo juramento ante el Ara. Allí nos comprometemos ante nuestra
conciencia y ante el G.·.A.·.D.·.U.·., cumplir con los prístinos preceptos
éticos que guían el devenir de la Gran Orden Masónica.
Los textos masónicos usualmente ubican el Ara en el centro del
Templo, sin tomar en cuenta el Oriente, lo que nos permite inferir que
debe estar entre los peldaños de la grada del Oriente y las dos
columnas, ―B‖ y ―J‖, situada en el Occidente.
El Ara o Altar consiste en una mesa o columna de base triangular,
elevada sobre tres pequeños escalones, cuyas caras miran hacia el
Occidente, Sur y Norte respectivamente. Algunos autores señalan que
en el Ara debe colocarse un cojín de forma triangular, tapizado en
color rojo, ricamente adornado con flecos de color oro. Sobre este
cojín se coloca el Volumen de la Ley Sagrada, (Biblia), la Constitución
Masónica de la Gran Logia, una Escuadra, un Compás y una Espada

89
Flamígera desnuda, esta última irá debajo de la Biblia con la punta
hacia el Oriente.
El Ara representa la verdad velada por símbolos y alegorías, que todo
Masón debe descubrir por la perseverancia, el estudio y la constancia
en la práctica de todas las virtudes. Alrededor del altar se encuentran
ubicadas, en forma de escuadra, tres pequeñas columnas, que
representan la Sabiduría, Fuerza y Belleza, sobre los cuales se
colocan cirios o estrellas que deberán permanecer encendidos
durante el trabajo de la Logia.
Según Jorge Adoum (Las Llaves del Reino Interno), la forma
triangular responde a ―los tres altares en el tabernáculo, símbolo de la
evolución: Altar de bronce o de sacrificio, altar del incienso y el altar
de oro, cuyo simbolismo es el hombre antiguo, el hombre moderno y
el hombre del futuro o superhombre‖.
Para referirse al Ara, Aldo Lavagnini, en el Manual de Aprendiz
expresa: ―es el símbolo de la elevación de nuestros pensamientos por
medio del cual percibimos la realidad trascendente que se esconde
bajo la apariencia contradictoria y llegamos a conocer la palabra, o
sea la verdad, que es propósito íntimamente benéfico de toda
experiencia, siempre extendida para nuestro progreso y bien, más
verdaderos‖.
Adolfo Terrones Benites y Alfonso León García en su obra “Los 33
Temas del Aprendiz Masón” definen el Ara en los siguientes términos:
―se le considera como representativo de la Eternidad, del Secreto, del
Misterio, de lo Desconocido, de lo Abstracto, y en general de todas las
Fuerzas Ocultas que existen en el Universo, como Arcanos de la

90
Naturaleza; además, en lo material, el Ara es emblemática de la
Tumba, o sea del Sepulcro que recibe al hombre como el sitio propio
para su Descanso Eterno‖.
R. W. Mackey en su Lexicón de Masonería, hace la siguiente
exposición referida al Altar: ―Es el lugar en donde se ofrecían
sacrificios a Dios. Después de la erección del Tabernáculo, los altares
fueron de dos clases: de los sacrificios y del incienso. El altar
masónico puede considerarse como la representación de ambas
formas. De este altar se eleva constantemente el Gran Yo Soy, el
grato incienso del amor, consuelo y verdad fraternales, mientras que
sobre él quedan las indómitas pasiones y los mundanales apetitos de
los hermanos como un apropiado sacrificio al genio de nuestra
Orden‖.
Vista la ilustración que nos ofrecen los autores señalados, podemos
decir que el Ara es el lugar donde efectuamos nuestros juramentos,
como manifestación visible de una energía invisible y trascendente y
en el que hemos aceptado nuestros compromisos internos y hemos
prometido cumplirlos. Está iluminado por las estrellas de la Sabiduría,
la Fuerza y la Belleza.
El Ara se comprende como el centro de gravedad del triángulo
formado por el lugar del V:: M:. y los VVig:., siendo el punto central del
Templo, a partir del cual, se organiza toda la Logia y los trabajos que
en ella se realizan. De allí la ceremonia del encendido de las candelas,
cirios y estrellas.
Recordemos que el Templo Masónico representa una relación espacio
- tiempo. El Templo Masónico es un rectángulo extendido de Oriente a

91
Occidente, es decir en dirección de la Luz. Su anchura es del Norte a
Sur, desde la potencialidad hasta la plenitud, y su altura del Cenit al
Nadir, desde el firmamento hasta el centro de la tierra. Esto quiere
decir que prácticamente no tiene límites, es una representación del
Universo.
Las Columnas, doce de ella, seis en las caras norte y sur sostienen el
firmamento y rodea el Taller. Delimitan y establecen la pertenencia del
lugar. Forman un espacio admirable.
El Templo está rematado con una bóveda por cielo, la cual nos
recuerda que debemos aprender de las estrellas y la infinita distancia.
El Templo nos contiene, del mismo modo que nos contiene el cosmos.
En el Taller desarrollamos la pragmática de la Liturgia. El rito es un
símbolo en acción el cual es develado por cada hermano utilizando las
herramientas que nos suministra la Masonería: el mazo, el cincel, la
regla de 24 pulgadas, la escuadra, compás, plomada, nivel, entre
otras.
Toda la enseñanza iniciática a la que el Masón se entrega sobre la
base de la libertad de pensamiento, porque eres tú, como
microcosmos, quien debe comprender las leyes universales del
cosmos, de la existencia y del existir, se desarrolla teniendo como
centro el Ara, porque allí se representa el centro del Universo, con la
lámpara votiva como eje de la Creación, simbolizando su conexión
con la estrella Polar, y esta a su vez como divisa del G.·.A.·.D.·.U.·.
En el Ara entregamos en holocausto nuestras pasiones,
imperfecciones y errores humanos, para sobre sus cenizas construir

92
el Templo de Virtudes con el cual todo Masón debe contribuir a la
Gran Obra Universal del G.·.A.·.D.·.U.·.
Nos despedimos con un T∴A∴F∴ y con los Signos (SSig∴) Palabras
(PPal∴) y Tocamientos (TToc∴) que nos son conocidos.

S∴F∴U∴

93
Escuadrar la Logia

La Escuadra, conjuntamente con el compas, es uno de los símbolos


de mayor uso y quizás el más conocido en la Masonería. En estas
circunstancias la Escuadra, representa lo terrenal, lo mundano donde
debemos actuar rectamente según nos indica la Escuadra; mientras
que el Compás simboliza lo espiritual, lo celeste, de allí la expresión
muy común de que el Masón se encuentra entre el Compás y la
Escuadra, para significar que se está separado de las atracciones
terrenales y materiales y que su único anhelo es el de unirse a su
origen cósmico.

Visto lo anterior, tenemos que la Escuadra significa la rectitud, la


sinceridad y la lealtad, y por ello es la Joya que distingue al Venerable
Maestro, quien debe ser el Hermano más justo y más recto de la
Logia.

Para los aprendices, su orientación y su utilización en los trabajos en


el Taller, le indica, instruye, en que nunca deben desviarse en su
camino hacia la Verdad y hacia la Perfección; de igual manera, para
el Compañero y el Maestro Masón, este símbolo es uno de los
94
emblemas más elocuentes siendo su estudio y uso constante en sus
actividades masónicas.

La Escuadra, según R.W. Mackey en su obra ―El Simbolismo


Francmasónico‖, nos dice que ―simboliza moralidad y nos enseña a
emplear los principios infalibles de la ciencia moral a todas las
acciones de la vida, a procurar que todos los motivos y resultados de
nuestra conducta coincidan con los dictados de la justicia divina, y
que todos nuestros pensamientos, palabras y actos conspiren, a
semejanza de las bien ajustadas y escuadradas piezas de un edificio,
para producir una suave e ininterrumpida vida virtuosa‖.

Se le atribuye al filósofo griego Aristóteles una sentencia que define


con brillante exactitud lo que la Escuadra debe ser para un ciudadano.
Nos dice: ―quién soporta valientemente los golpes de la adversa
fortuna, conduciéndose honradamente, es un hombre verdaderamente
bueno y de postura cuadrada e irreprochable; y quien quiera adoptar
esa postura cuadrada debe medirse a menudo con la Escuadra
perfecta de la justicia y de la honradez‖.

Los brazos de la Escuadra nos conducen a pensar en la razón y en la


justicia respectivamente, unidos ambos en un punto de confluencia o
ángulo de contacto que caracteriza a la Conciencia Humana, que
debe convocarnos a la Equidad.

Para Aldo Lavagnini, en su Manual del Aprendiz, nos dice que ―el
ángulo recto, formado por la Escuadra, es el emblema de la fijeza,
estabilidad y aparente inexorabilidad de las Leyes Físicas que
95
gobiernan el Reino de Occidente o de la Materia. Los dos principios o
lados que concurren a definirlo, se encuentran siempre a la misma
distancia angular de 90 grados, que corresponde a la cuarta parte de
la circunferencia (que, de por sí, representa la Unidad dentro del ciclo
de la continuidad) y el ángulo del cuadrado. El ángulo recto, es
también el símbolo de la lucha, de los contrastes y de las oposiciones
que reinan en el mundo sensible, de todas las desarmonías exteriores,
que deben enfrentarse y resolverse dentro de la Armonía que viene
del reconocimiento de la unidad interior‖.

Resumiendo, es un emblema fundamental de la Masonería,


representando el cuerpo humano es decir lo material, y el Compás,
simboliza el alma o espíritu humano. Por esta razón, observamos que
en el primer grado, la Escuadra descansa sobre el Compás, para
expresar que en esta etapa existencial donde aun se es Aprendiz, lo
material tiene más predominio que lo espiritual, o que la materia, llena
de instintos y pasiones, domina al espíritu.

Escuadrar la Logia

Los masones en nuestros trabajos logiales nos trasladamos


atendiendo la orientación de la Escuadra, o sea Escuadrando la Logia
en sus esquinas o ángulos.

En una antigua Escuadra de Bronce, encontrada el año de 1517, está


grabada la siguiente inscripción: ―me esforzaré en vivir con amor y
solicitud sobre el Nivel por medio de la Escuadra‖. También
encontramos en algunas valiosas obras destinadas al estudio de la
96
Francmasonería, que existe una antigua inscripción que reza así: “¡Oh!
escuadra, te utilizaré de modo que no quede olvidada piedra alguna, a
propósito para colocarla en la pared.‖

En relación con el término Escuadrar, C. W Leadbeater en La


Masonería. La Vida Oculta, establece lo siguiente: ―La grandísima
importancia que se da al acto de Escuadrar la Logia, (porque) las
corrientes de energía fluyen a lo largo y a través del pavimento en las
líneas semejantes a la trama y urdimbre de una tela, y también rodean
los bordes del pavimento por lo que quien ha de atravesarlo o
bordearlo ha de moverse en el sentido de la corriente y no contra ella.
De ahí la imperiosa necesidad de caminar siempre en la misma
dirección y sentido‖.

Escuadrar la Logia es caminar en sentido recto hacia delante, desde


cualquier lugar del Templo y hacer una Escuadra tantas veces como
sea necesario cambiar la dirección, hacia la derecha o hacia la
izquierda, para continuar el desplazamiento.

El aprendizaje que obtenemos de esta práctica ritual se traduce en


que el Masón utiliza la Escuadra como su más importante e
indispensable Signo, para no desviarse jamás en su búsqueda
constante de la Perfección y de la Verdad, pues esta le va señalando
el camino y brindándole protección de manera que no tome sendas
desviadas, difíciles y llenas de obstáculos, que interrumpan o atrasen
su marcha hacia el mas autentico y definitivo triunfo, materializado
por el cumplimiento de sus deberes, como Masón y como miembro de

97
la sociedad en que se desenvuelve y que aspira las mas autenticas
transformaciones sociales y la exaltación de los ideales.

Nos despedimos con un T∴A∴F∴ y con los Signos (SSig∴) Palabras


(PPal∴) y Tocamientos (TToc∴) que nos son conocidos.

S∴F∴U∴

Basado en el texto de Humberto Camejo Arias: Masonería Práctica

98
Blancanieves y los siete enanos

Blancanieves es un antiquísimo cuento de hadas cuya versión más


difundida es la de los hermanos Grimm y quizás la más popular es la
adaptación cinematográfica titulada Blancanieves y los siete enanitos
(1937), de Walt Disney.
La historia se presenta simple: Blancanieves resulta huérfana de
madre al nacer quedando en manos de su madrastra, quien era una
hechicera muy poderosa, además de ser egoísta, malvada, mala y
excesivamente vanidosa.
Blancanieves crece luchando contra las distintas imperfecciones
humanas: la pereza, envidia, soberbia, ira, avaricia, lujuria, gula...
Toda una mezcla de pasiones dignas para el estudio de un
psicoanalista.
De nuestro lado, ponemos en relieve como la educación formal puede
llegar a falsear los instintos sociales que se llaman honor, virtud y
justicia, creando muchos problemas al individuo al manifestar
desviaciones producto de un ego desbocado.
99
Frente a esa realidad, Blancanieves siempre busca sobreponerse
logrando derrotar el símbolo del mal, encarnado en su madrastra, la
reina Malvada y su círculo de secuaces.
Entre los aliados con los que cuenta Blancanieves, están un grupo de
enanos quienes no se distinguían por ser modelos de ciudadanos. En
algunas versiones cinematográficas lo presentan como un grupo de
siete enanitos asaltantes de caminos.

Lo cierto es que Blancanieves ha logrado construir dentro de sí, en su


individualidad, en su conciencia, un templo de virtudes que orientan su
conducta; mientras que sus aliados representan lo que podríamos
llamar unos practicantes de los siete vicios mundanos. Veamos:
Doc encarna la soberbia. Vive en un constante deseo de recibir
honores y reconocimientos a cualquier costo. En fin, se cree superior a
los demás.
Estornudo es el típico avaro. Su misión en la vida es acaparar
riquezas, sin importarle las consecuencias con el prójimo.
Tontin es esclavo de su apetito sexual que lo mantiene atontado.
Gruñon, personifica la ira, la dificultad para aceptar contrariedades y
vive en permanente descontento, siempre resentido con respecto a los
demás.
Feliz sólo piensa en comer y beber. Simboliza la gula.
Tímido es carcomido por la envidia. Con su pobre autoestima, está
resentido por las cualidades o logros de los demás.

100
Dormilon, como bien su nombre lo indica, representa la pereza con
un permanente desgano por obrar en el trabajo o por responder a los
bienes espirituales y hacer el bien a los demás.
Con estos aliados Blancanieves debe recuperar el reino e imponer un
gobierno de paz, armonía y justicia para todos los súbditos. ¡Parece
una contradicción!
Blancanieves procede con su ejemplo, proyectando el templo de
virtudes entre sus colaboradores, logrando cambios sustanciales en
cada uno de ellos. Al soberbio Doc, le inculcó la humildad, haciéndole
reconocer que en nuestra existencia solamente tenemos nada. A la
avaricia de Estornudo, le enseñó la generosidad, haciéndole sentir en
su espíritu el bien que produce dar sin esperar nada a cambio. A Tonti,
el lujurioso, le mostró los beneficios de dominar los apetitos
sexuales. Gruñón, el iracundo, le señaló el camino de la paciencia y
el arte de recibir en paz y serenidad las adversidades. Feliz, la
templanza para controlar la gula, la moderación en el comer, en el
beber y en el accionar. Al envidioso Tímido, le muestra la caridad que
genera paz espiritual que conquista cuando le deseas y le haces el
bien al prójimo. Y finalmente al perezoso Dormilón, le modela la
diligencia con prontitud de ánimo para hacer el bien, sin mirar a
quien.
Con su ejemplo Blancanieves levanta y transforma un ejército de
extraviados por la incongruencia de algunas normas sociales, en un
conjunto donde laboran todos a una, en función del bien común. La
conclusión es que tiene éxito en su cometido.

101
La enseñanza de esta historia más que centenaria, es que en la lucha
por conseguir objetivos debemos contar con todas aquellas personas
de buenas costumbres, que aunque se encuentren perdidos por cierto
males sociales, son útiles para alcanzar metas en beneficio de la
comunidad. Es un ejemplo de buen pragmatismo.
El liderazgo en todos los órdenes de la vida debe dar el ejemplo de
moral, tener ideas claras, exponerlas, organizarse y saberse rodear de
personas que prometan y desechar aquellos irrecuperables, porque
esos son a los que hay que derrotar.
Blancanieves luchó ella misma a lo interno para construir en su ser, en
su conciencia, el faro de luz que luego sería guía para recuperar
recursos humanos y con ellos, derrotar a los irrecuperables.
Los irrecuperables se simbolizan en la Masonería con unas piedras
deformes, sin consistencia, que se colocan fuera del Templo como
ejemplo de que en la Orden no entra todo el mundo. Ahora bien, toda
piedra susceptible de ser labrada, auto esculpida, con el objetivo claro,
diáfano, de construir un templo individual de virtudes, como el de
Blanca Nieves, puede tocar las puertas del Templo que se le abrirán,
pedir sabiduría y se le mostrará el camino y buscar la Luz y encontrar
su Maestro Interno.
La Masonería enseña con símbolos y alegorías. El mundo profano
está plagado de enseñanzas que los ojos carnales no ven porque se
encuentran subsumido en lo múltiple y variable de las tinieblas de
Occidente, mientras que el Iniciado, quien ha emprendido su camino
hacia el Oriente, que es el simbolismo del origen de la Luz, lo sutil de
la Sabiduría, representado por el UNO, como figura excelsa que todo

102
lo contiene y del cual deriva lo múltiple de donde parte el DOS y así
sucesivamente. Blanca Nieves es solamente un ejemplo de la belleza
de la sabiduría que se enseñorea ante nuestros ojos y que sólo los
Iniciados la percibimos y la interiorizamos.
Nos despedimos con un T∴A∴F∴ y con los Signos (SSig∴) Palabras
(PPal∴) y Tocamientos (TToc∴) que nos son conocidos.

S∴F∴U∴

103
El arquetipo de la sabiduría

Los masones buscamos la sabiduría para construir nuestro templo


individual de virtudes, cavar calabozos a los vicios, trabajar en la Logia
de San Juan en beneficio de la Gran Obra del G:.A:.D:.U:., asistiendo
al Taller con el fin de interiorizar mediante el ritual que contiene la
enseñanza iniciática, los mecanismos y herramientas que nos
ayudaran a vencer nuestras pasiones, someter la voluntad frente a las
amenazas, entre otras, del orgullo, la avaricia y la envidia; además de
hacer nuevos progresos en la masonería, trabajando con celo,
constancia y fervor, con el fin de lograr que la prudencia, la rectitud y
el valor aquilatado por una prístina moral, guie nuestros pasos en la
sociedad y ser obreros útiles a la Gran Obra. Es el camino hacia la
Sabiduría.
Pero trabajemos un poco el término Sabiduría para que cada QQ:.
HH:. se motive a investigar e ir formándose su criterio en su escuela
interior de filosofar que cada masón es como ejemplo vivo del libre
pensamiento.
104
Sabiduría es una palabra utilizada con diferentes significados, según el
emisor y el contexto. Para abordar el tema, lo primero que debemos
revisar es su definición según el Diccionario de la Real Academia
Española (DRAE), el cual nos señala que es:
1. f. Grado más alto del conocimiento.
2. f. Conducta prudente en la vida o en los negocios.
3. f. Conocimiento profundo en ciencias, letras o artes.
4. f. Noticia (‖ conocimiento).
Además de lo anterior, el DRAE nos lleva a la frase sabiduría eterna, o
sabiduría increada, como una referencia religiosa al Verbo Divino.
El origen etimológico de la palabra se ha establecido que deriva del
latín, concretamente del verbo ―sapere‖, el cual además de su
significado inmediato "saber", tiene en italiano varios más: "poder",
"ser capaz de" e incluso ―tener inteligencia y buen gusto‖. Esta última
acepción se relaciona con sapidus, que en su inicio califica a lo que
tiene gusto y sabor, a lo sabroso. En el siglo II Apuleyo le agrega al
significado de ―sabor‖ el de ―contenido‖ y de allí fue decantándose
hacia la palabra ―sabio‖, como aquella persona que acumula no
solamente mucho conocimiento, sino mucha virtud y la explicación de
estas consecuencias se encuentra en las raíces que conforman las
palabras sabio y sabiduría.
Teniendo ya una idea sobre la base de su etimología, nos debemos
preguntar sobre el punto de partida de la noción de sabiduría, su
modelo original y primario, ¿cuál es su arquetipo?
En su raíz nos ofrecieron algunas pistas y desde allí, una muestra de
su evolución. La palabra sabiduría es algo más que una suma de

105
conocimientos, incluso va más allá de la aplicación práctica de los
mismos.
La sabiduría ha sido tratada desde la Antigüedad. El mejor ejemplo lo
tenemos en la figura de la diosa griega de la paz, la civilización,
estrategia, de las ciencias, de la justicia, de la habilidad y de la
sabiduría, Palas Atenea. En la mitología romana Minerva es la diosa
de la sabiduría, las artes, la estrategia militar, además de ser la
protectora de Roma y la patrona de los artesanos. Se corresponde con
Atenea en la mitología griega. Pero en el mundo real el rey Salomón,
el tercer y último monarca del reino unido de Israel, es considerado
como un arquetipo de sabiduría.
La palabra sapiencia se utiliza como sinónimo de sabiduría. Sapiencia
deriva del latín, de la suma de dos partes diferenciadas: ―sapiens‖, que
significa ―saber‖, y el sufijo ―-ia‖, que indica ―cualidad‖. Generalmente
se considera que se obtiene sapiencia mediante la experiencia,
aunque no es descartable adquirirla mediante el estudio y la
formación. Platón consideraba que la adquisición del conocimiento
consistía en recordar lo que el alma sabía cuando habitaba en el
mundo inteligible de las ―ideas‖, antes de descender al mundo sensible
y quedar encerrada en el cuerpo. Y la belleza era la ―idea‖ más
excelsa, que se identificaba con el ―Bien‖ y la ―Verdad‖, no la realidad,
porque realmente el Bien y la Verdad, no pueden ser grotescos. En las
tradiciones relacionadas con la Leyenda del Santo Grial, el objeto
precioso y difícil de alcanzar es la sabiduría.
El helenismo significó una yuxtaposición de culturas que ejercieron
una clara influencia tanto en la filosofía hebrea en general, como en la

106
cábala en particular. De allí que Aristóbulo, a mediados del siglo II d.
C., pretende demostrar que tanto Pitágoras como Platón, tenían
conocimientos de los libros del Antiguo Testamento. Lo cierto es que
autores como Abbagnano señalan que en el libro bíblico de la
Sabiduría, escrito probablemente en el siglo I a. C., hay clara
reminiscencia tanto del platonismo como del pitagorismo(1).
La cábala, una expresión de la corriente neoplatónica desarrollada en
el marco de la filosofía hebrea, coloca a la sabiduría como segunda
séfira o esfera del Árbol de la Vida, el cual se compone de diez
emanaciones espirituales por parte del Creador, a través de las cuales
dio origen a todo lo existente. Así la Sabiduría procede directamente
del número Uno, la Corona o la Providencia equilibrante y deriva hacia
el tres, la Inteligencia siempre Activa. No se puede acceder al Uno, sin
pasar y obtener la cualidad de la Sabiduría.
Continuando en este breve repaso por algunas de las antiguas
corrientes del pensamiento, los gnósticos la relacionaron con ―Sofía‖.
Para este conjunto de corrientes sincréticas filosófico-religiosas que
llegaron a mimetizarse con el cristianismo en los tres primeros siglos
de nuestra era, convirtiéndose finalmente en un pensamiento
declarado herético por la institucionalidad oficial católica, ―Sofía‖ es un
conocimiento liberador que no es la opinión, la doxa de la que nos
habla Platón. La opinión se compone de eikasía, o el desarrollo de la
imaginación en sentido de fantasía y la pistis, o sea, la fe. Hoy en el
mundo de las comunicaciones avasallantes y complejas, se juega
normalmente con la opinión o doxa y la mayoría, no todos por
supuesto, de los líderes sociales, sean políticos, periodistas,

107
gremiales, religiosos, no salen de los límites de la opinión, bien por
ignorancia, flojera o manipulación, utilizando herramientas retoricas
como las falacias, entre otras. Platón oponía la episteme a la doxa,
que para el griego era intentar alcanzar el conocimiento del mundo de
las ideas, mientras que para nosotros, en un plano más cotidiano, es
buscar saber por medio de la gnosis.
Conocimiento no es fe ni viceversa. La fe es una Virtud teologal y
como tal es de gran importancia en el campo de la religión. No es
conocimiento porque la comprensión del Creador está fuera del
alcance de nuestro ser y solamente se podría conseguir en un estado
de misticismo que propone la unión del alma con Dios por diversos
medios, como el ascetismo, devoción, amor, contemplación, entre
otros.
Racionalmente es difícil definir el arquetipo de la sabiduría, siendo su
naturaleza fluida, cambiante, como la inmensa mayoría de lo existente
en este mundo manifestado. Herman Hesse en su Siddharta escribió:
―el que realmente quiere encontrar, y por ello busca, no puede aceptar
ninguna doctrina… el saber es comunicable, pero la sabiduría no. Se
la puede vivir, pero nunca explicar ni enseñar‖.(2)
Entonces, después de lo dicho cabe preguntarnos: ¿cómo percibimos
la sabiduría siendo tan elusiva? Si. No es fácil por ser exclusivamente
individual. En el transcurrir de nuestra vida, cuando colocamos cada
día una nueva piedra al edificio existencial que levantamos, nos
encontramos con una construcción ordenada y armónica o
contrariamente. Si satisface nuestra alma y enriquece nuestro espíritu
sobre la base de la virtud, porque se basa no en la opinión vaga y

108
charlatana del acomodo social momentáneo, sino en la búsqueda
dentro de sí mismo, en el yo interior, allí donde no hay público ni
aplausos, esa sensación de encontrarse con el grado más alto de
conocimiento, que aquel que te lleva al Verbo Divino, más allá de un
acto de fe, sino con la consciencia plena de su existencia sobre la
base de comprender la realidad del Cosmos y del Microcosmos,
entonces podremos estar en el camino de la sabiduría que nos
ilumina.
Un buen ejemplo es la sucesión de arquetipos femeninos que Jung
llamó Eva, Helena, María y Sofía, donde Eva sería la mujer de vida
absolutamente corporal, dedicada puramente a la satisfacción de los
apetitos. Helena sería más espiritual que Eva y en María culminaría la
espiritualidad pura. Para Jung, el arquetipo femenino más elevado no
es María, sino Sofía, ya que ésta ha recuperado el cuerpo que María,
con su énfasis en lo espiritual, ha perdido, logrando reunir lo
disperso.(3)
Nosotros, seres humanos, difícilmente llegamos al grado de
espiritualidad de María. Pero si podemos llegar a la sabiduría que
representa Sofía, aplicándose el adagio ―menos es más‖, porque en
nuestro plano existencial Sofía conoce los mármoles negros y blancos,
las luces y las sombras, el Cosmos y el Microcosmos y como tal,
simboliza la Sabiduría que de alguna forma requiere comprender lo
variado de lo existentes en el Cosmos y en el interior de nuestro ser.
Nos despedimos con un T∴A∴F∴ y con los Signos (SSig∴) Palabras
(PPal∴) y Tocamientos (TToc∴) que nos son conocidos.

109
S∴F∴U∴

Notas y bibliografía.
(1) Abbagnano, Nicolás. Historia de la Filosofía. Tomo I. pág. 175
(2) Diccionario Akal de Francmasonería. Pag 61
(3) Carl Gustav Jung. Obra completa. Volumen 9/I. Los arquetipos y lo inconsciente colectivo.
Cornejo, José Norberto. Reflexiones sobre el esoterismo del Rito Escocés Antiguo y Aceptado

110
Entre la Simbología y la Ética

Hemos recibido la plancha burilada y presentada en su Taller por el


Maestro Masón, Q.·.H.·. Abel García, hijo y Venerable Maestro de la
Benemérita Resp:. Log:. Templo de Salomón 172, al Or.·. de Caracas,
Venezuela, la cual distribuimos como material para ser utilizado en la
Cámara de Instrucción Masónica.

Nos dice el Q.·. H.·. García: ―Sin lugar a dudas toda la enseñanza
masónica está basada en el valor del trabajo. El arquetipo principal
que nos lleva de la mano a entender la ética de todo masón, es la del
hombre que se talla a sí mismo. El trabajo entendido como un fin en sí,
para la obtención de la excelencia y no sólo del conocimiento.
Si entendemos el trabajo como un medio, enseguida estaremos
relacionando el esfuerzo con sacrificio, y no como el compromiso que
todo masón y especialmente el maestro masón debe tener cuando
trabaja masonería.
111
Trabajar masonería, no debe ser una actividad complementaria en la
vida del iniciado, entendiendo el trabajar masonería como el
comportamiento cotidiano de todo masón.
La ética que conduce a todo hermano masón, debe estar
fundamentada en los principios intrínsecos de la masonería. Como lo
son: El respeto a la moral y a las buenas costumbres, la honestidad, y
la práctica de todas estas virtudes con sus hermanos y toda su
comunidad.
James Anderson (1678-1739) quien fuera el autor del llamado: Libro
de las Constituciones, o mejor conocida como: La Constitución de
Anderson, que fue concluido en 1723 y que reunió las reglas de la
masonería que hasta entonces existían, y que fue reeditado en 1738,
1756, 1767 y 1784. En el Párrafo Primero de las Constitución de 1723,
realiza una clara descripción del comportamiento ético de todo masón:
“Un Masón está obligado, por su condición, (a) a obedecer la ley
moral, y si comprende el Arte, nunca se convertirá en un estúpido
ateo, ni en un libertino irreligioso. Aún cuando en los tiempos
antiguos los masones estaban obligados en cada país a practicar la
religión que se observaba en ese país, hoy se ha creído más
oportuno no imponerle otra religión que (b) aquella en que todos
los hombres están de acuerdo, y dejarles completa (c) libertad
respecto a sus opiniones personales; es decir, (d) ser hombres
buenos y leales, (e) es decir, hombres de honor y de probidad,
cualquiera que sea la diferencia de sus Denominaciones o de sus
Confesiones. De este modo la Masonería se convertirá en un
centro de unidad y es el medio de establecer relaciones amistosas

112
entre gentes que, fuera de ella, hubieran permanecido separados
entre sí.”
En este párrafo de destaca claramente la intención de Anderson por
exaltar valores como:
a) Respeto a las leyes de convivencia social.
b) Respeto a la libertad de pensamiento y opinión
c) Tolerancia
d) Honorabilidad
e) Responsabilidad
Todos estos valores éticos se encuentran en la simbología del hombre
que se talla a sí mismo. Imagen que contiene multiplicidad de
interpretaciones, siempre dependientes no solo del nivel de estudio
alcanzado en los augustos misterios masónicos, sino del trabajo que
cada uno ha hecho para alcanzar un grado de madurez masónica, así
como el de madurez personal, que definitivamente revelará ante sus
ojos, el misterio que encierra esta imagen, abstracta e incomprensible
para una mente no entrenada; que si bien no necesariamente
pertenece a la simbología oficial, es perfecta para crear una imagen
mental en aprendices y compañeros y por supuesto en maestro
masones, que ayude a reflexionar en lo que debe ser, no solo el
trabajo de esculpirse, sino cuantas dimensiones de nuestro ser son
posibles de ser deslastradas.
Al desarmar la imagen que hemos propuesto, encontramos en primer
lugar, al humano (El cuerpo), multidimensional, complejo, único. Si
intentamos identificar a este magnífico ser, debemos comenzar por su
corporeidad, es decir su lugar físico, de delicado equilibrio, el cual

113
debe atender conscientemente, so pena de dañar ese preciado
vehículo; repositorio para algunos de la mente, sitio no determinado
aún, pero al cual se le identifica como la genuina chispa de dios en el
hombre, capaz de crear universos y destruirlos con un solo trillar de
dedos.
El mazo (El alma): símbolo de la fuerza o del poder temporal, que mal
utilizado quiebra o daña sin mucho esfuerzo, hasta el más duro de los
materiales.
El cincel (El espíritu): símbolo de la voluntad, que sin dirección y sin
sapiencia deformará hasta la intención más valiosa, desfigurando una
preciosa obra de arte, convirtiéndola en vulgar parapeto.
Esta visión holística del masón y su entorno, debe ser la guía para el
estudio del comportamiento ético masónico.
Muchos son los arquetipos que podemos utilizar para crear un análisis
de la enseñanza masónica y su ética intrínseca, que nos lleve a la
conclusión que intentamos determinar desde el principio de esta
plancha: La simbología masónica, es el reflejo de la ética masónica, la
cual está basada en el trabajo.
Por sí mismos, los símbolos y los signos utilizados en los ritos y
rituales; son una amplísima cantera de conocimientos, que deben ser
aprovechados en las diferentes cámaras; no solamente para el análisis
del significado masónico, sino para concientizar que la vida masónica
no se realiza solamente dentro de las logias; que el conocimiento
adquirido debe ser practicado día a día, y que no se estudia para
saber solamente, se aprende para llevar a cabo. O dicho en otras

114
palabras: ―Las enseñanzas masónicas no solo se deben aprender,
deben ser aprehendidas.‖
Los masones, a lo largo de la historia hemos sido garantes de tradición
y conocimiento, ejemplos de ética; ciudadanos ejemplares que se han
convertido en modelo para generaciones. Esto ha sido posible por la
puesta en práctica por parte de estos hermanos, de los principios
éticos masónicos en su vida cotidiana.
El trabajo de los masones operativos, que aún vive en las hermosas
construcciones, es el ejemplo más fiel de cómo lo físico y lo espiritual,
se pueden unir en una armonía que cause asombro por su belleza, y
respeto por su significado. Por su parte, los masones especulativos,
debemos buscar esa armonía en nosotros mismos, y tratar de
construirla alrededor nuestro; enseñando con el ejemplo y estando
conscientes de que el secreto masónico no reside en los símbolos de
la masonería; reside en el valor profundamente ético-masónico que
cada hermano debe darles, para luego aplicarlos en sí mismo y en su
comunidad.‖
Nos despedimos con un T∴A∴F∴ y con los Signos (SSig∴) Palabras
(PPal∴) y Tocamientos (TToc∴) que nos son conocidos.

S∴F∴U∴

115
Gran Arquitecto del Universo

Albert Gallatin Mackey describe la expresión Gran Arquitecto del


Universo en su Enciclopedia de la Francmasonería como ―el titulo
aplicado en el lenguaje técnico de la Francmasonería a la Deidad. Es
conveniente que una sociedad fundada en los principios de la
arquitectura, que simboliza los términos de esa ciencia a los fines
morales, y cuyos miembros profesan ser arquitectos del templo
espiritual, deberán considerar el Ser Divino bajo cuyas leyes
sacrosantas se encuentran construyendo ese edificio, como su
Maestro Constructor o Gran Arquitecto‖.(1)
El masón es un libre pensador y esa libertad no lo ata a religión,
creencia o corriente filosófica, lo que no es impedimento para que
estudie las múltiples escuelas de pensamiento que abordan el tema.
Veamos sucintamente algunos de ellas.
El deísmo ―admite, mediante el raciocinio y la experiencia, la
existencia de Dios como creador del mundo natural. La doctrina, sin

116
embargo, no acepta otros elementos característicos de las religiones
en su relación con la divinidad, como la existencia de revelaciones o la
práctica de cultos… los deístas creen en Dios pero no en las prácticas
y los dogmas religiosos. El deísmo reconoce que Dios ha creado el
universo aunque no cree en su intervención posterior para orquestar
su destino.‖(2)
Los deístas creen que las manifestaciones de Dios se realizan a través
de leyes naturales y estas pueden estudiarse por medio de la ciencia.
No creen en supersticiones, y sí que el individuo se puede acercar al
Creador mediante la reflexión. En general no creen en milagros ni en
la Santísima Trinidad.
Un pensamiento racional y una ética vinculada a su propia conciencia
orientan la conducta de los deístas, de allí que no acepta a ninguna
jerarquía religiosa que actúa como mensajero de Dios y es portador de
sus mensajes.
El origen del deísmo se remonta a la Grecia Antigua, pero su
pensamiento se desarrolla con fuerza en los tiempos de la Ilustración.
Algunos investigadores consideran deístas a personajes como Platón,
Aristóteles, Immanuel Kant, Locke, Thomas Edison, Voltaire y el poeta
norteamericano Walt Whitman. Los deístas coinciden, además, en
oponer la religión natural (o racional) a las religiones históricas.
El teísmo es la doctrina que cree en Dios y este Ser Supremo crea el
universo y se involucra en su conservación. Del griego "Theós" (dios),
el término se aplicó a cualquier doctrina que defendiera simplemente
la existencia de dios, independientemente de que se le dotase o no de
determinados atributos; pero a finales del siglo XVII el término teísmo

117
fue adquiriendo un uso más restringido para referirse a cualquier
doctrina filosófica o religiosa que afirma la existencia de un dios
personal, trascendente, creador y providencial, en oposición al término
"deísmo", que se aplicó a las doctrinas que defendían la existencia de
dios como un principio de la realidad del que no es posible alcanzar
ningún otro conocimiento o determinación.
La idea de teísmo surgió en la Antigua Grecia con referencia a la
creencia en las divinidades que formaban parte del Olimpo. Con el
tiempo comenzaron a reconocerse diferentes teísmos de acuerdo a las
cualidades atribuidas a los dioses. El monoteísmo, por ejemplo,
sostiene la existencia de un único dios. El cristianismo, el judaísmo y
el islam son religiones monoteístas. El politeísmo, en cambio, se basa
en la creencia en varios dioses, como ocurre en el hinduismo. En
todos estos teísmos, se acepta que el dios o los dioses han creado el
universo y se siguen involucrando en él, aunque trascendiéndolo.(3)
De lo anterior vamos a hacer referencia al henoteísmo o monolatría
(del griego: heis, henos "un"; y theos "dios") es la creencia religiosa
según la cual se reconoce la existencia de varios dioses, pero sólo uno
de ellos es suficientemente digno de adoración por parte del fiel.(4)
Algunas personas practican una especie de henoteísmo al profesar
especial adoración a santos, ángeles, arcángeles y otras potestades,
siempre reconociendo la condición subalterna de los mismos frente a
Dios.
El Panteísmo es el sistema que identifica a Dios con el mundo: El
filósofo masón Baruch Spinoza (1632-1677) defendió el panteísmo.

118
El término está compuesto de las palabras griegas "pan", todo, y
"theós", dios. En general, entendemos por panteísmo la identificación
del mundo con dios, o de dios con el mundo, como se prefiera, de tal
modo que forman una única realidad, no aceptando, pues, ninguna
realidad trascendente ni personal, dando lugar a una interpretación
monista de la realidad.
La filosofía del Q:.H:. Spinoza es un ejemplo de tal interpretación. Si
se considera que dios es la verdadera realidad, y el mundo algo que
emana de dios, se habla de un panteísmo acosmista o sea, que niega
la existencia del mundo sensible. Si, por el contrario, se considera que
el mundo es la verdadera realidad, y que dios no es sino la
autoconciencia del mundo, por ejemplo, hablamos de un panteísmo
ateo. De cada una de las dos versiones hay, por lo demás, distintas
interpretaciones.
Baruch Spinoza fue un filósofo holandés, de origen lusitano judío,
cuyos ascendientes huyeron de la península ibérica por las
persecuciones religiosas. Un punto importante de su trabajo fue el
Orden Geométrico del Universo. Acreditada es su expresión: ―casi
todos quieren hacer pasar sus invenciones por “palabra de Dios” y que
no pretenden otra cosa que, so pretexto de religión, forzar a los demás
a que piensen como ellos‖.
Spinoza se inició en la Masonería en una Logia de Ámsterdam, donde
se enseñaba la filosofía de Francisco Bacón y de otros notables
filósofos francmasónicos.
En general, son muchos los filósofos que han abordado el tema del
Creador y de la Creación. Han desarrollado tesis metafísicas,

119
comprendida esta como la parte de la filosofía que trata del ser, de sus
principios, de sus propiedades y de sus causas primeras; teológicas,
como la ciencia que trata de Dios y del conocimiento que el ser
humano tiene sobre él; ontológicas, como parte de la metafísica que
estudia el ser en general y sus propiedades. Los masones, bajo
nuestra premisa de ser hombres libres, de libre pensamiento,
estudiamos las diferentes posiciones, asumimos lo que nuestro
albedrio considere pertinente para la construcción de nuestro Templo
Interior de Virtudes y contribuir con la regeneración del mundo sobre la
base de la Gran Obra de armonía, paz y progreso que provee la
libertad, la igualdad y la fraternidad.
Nos despedimos con un T∴A∴F∴ y con los Signos (SSig∴) Palabras
(PPal∴) y Tocamientos (TToc∴) que nos son conocidos.

S∴F∴U∴

1) Mackey, Albert Gallatin. Enciclopedia de la Francmasonería


2) https://definicion.de/deismo/
3) https://definicion.de/teismo/
4) https://es.wikipedia.org/wiki/Henoteismo
5) Martínez Echeverri, Leonor y Hugo. Diccionario de Filosofía. Editorial Panamericana.
Bogotá. Colombia. 1997.

120
El Ser

"Los enemigos más encarnizados de nuestras ideas, son aquellos que no las
entienden."

Albert Einstein

El interés de esta plancha es aguijonear la curiosidad de los


QQ.·.HH.·. con un tema complejo que convoca al estudio y a la
reflexión sobre variados aspectos de la vida. Este plano existencial
transita en Occidente, más allá de las Columna B y J, donde lo variado
se nos presenta ilusoriamente como verdadero; no obstante el masón
lo interpreta como parte de lo múltiple, comprendiendo que en la
oscuridad de Occidente no se puede visualizar con meridiana claridad
porque se carece del esplendor que oferta la Luz de Oriente, la cual
emana del UNO. Por ello en la Logia de San Juan se levantan
templos a la virtud y se cavan calabozos a los vicios, porque allí se
encuentra la dualidad en toda su manifestación, el blanco y el negro
121
con la extensa escala de grises intermedios, y es por ello que el
masón asiste a su Logia a trabajar en su crecimiento individual
practicando el rito con sus QQ.·.HH.·., para formarse y coadyuvar en
la construcción de la Gran Obra. De allí el tener conceptos como la
idea de ―Ser‖, formados en el marco de la libertad de pensamiento que
por su naturaleza en nada es dogmatico, lo que contribuyen a la
comprensión del G.·.A.·.D.·.U.·., el existir y la existencia, por sólo
mencionar algunas nociones.
Si en filosofía hay un término difícil de definir es el de ―Ser‖. Pero ello
no ha sido obstáculo para que el tema sea capital en la investigación.
El ―Ser es, el no ser no es‖, así lo definió en el siglo VI a C., de manera
simple y profunda, el griego Parménides y por su elaboración, se le
reconoce como el iniciador tanto de la metafísica como de la ontología,
puesto que su pensar se dirige a indagar sobre las cosas como entes,
en cuanto son. Esta formulación se profundizó y ya en la Edad Media,
se diferenció en el vocabulario entre los términos ente y ser. Los
árabes lo tradujeron del griego como existencia: ser es lo que existe.
Ahora bien, cuando las cosas evolucionan, ¿son lo qué son o lo que
eran? Ya Parménides se había adelantado reflexionando sobre las
cosas en cuanto son, es decir, como ente, que él llama on, o sea, el
ente es el on, y descubre que la mente, el nous, tiene la presencia del
ente. Para Parménides todas las cosas son ente, es decir, son y
quedan reunidas en el ser, luego el ente es uno, la propiedad común a
todas las cosas que son; la propiedad común a todas las cosas es que
son; esto significa que el ser es una propiedad esencial de las cosas

122
que se manifiesta en el nous, la mente, así que el ser y la mente no se
da el uno sin el otro.
Platón, Aristóteles, los árabes, la escolástica, Hegel, Kant, los
existencialistas y muchos más tratan el tema del ser y lo definen, lo
clasifican por categorías, lo ubican dentro o fuera del ser humano,
aplican criterios de espacio y temporalidad.(1) Pero toda enunciación
siempre emana de la mente y es por ello que nos detuvimos
brevemente en el párrafo anterior de la plancha, porque para
comprender postulados como ―conócete a ti mismo‖, es importante
tener una noción personal y racional de lo que el ser es. Recordemos
el primer principio de las leyes cósmicas: el Principio de Mentalismo:
"EL TODO es Mente; el Universo es mental".
Si prestamos atención en nuestras conversaciones diarias
observamos que hablamos del reino animal, mineral y vegetal. No
hablamos del ―ser animal‖, ―ser vegetal‖ o ―ser mineral‖. La condición
de ―Ser‖, solamente se la otorgamos al Ser Superior y al ser humano.
Lo anterior nos permite reflexionar sobre la chispa divina que
conservamos en nuestro espíritu y que agigantamos o disminuimos
como enano insignificante según construyamos templos a la virtud y
cavemos calabozos a los vicios o quedemos a merced de la maldad,
vileza o desenfreno en nuestro devenir en la Logia de San Juan.
Recordemos las consideraciones que sobre el deísmo burilamos en la
plancha sobre el G.·.A.·.D.·.U.·., y desciframos en anterior Tenida.
Veamos: ―Los deístas creen que las manifestaciones de Dios se
realizan a través de leyes naturales y estas pueden estudiarse por
medio de la ciencia. No creen en supersticiones, y si que el individuo

123
se puede acercar al Creador mediante la reflexión… Un pensamiento
racional y una ética vinculada a su propia conciencia orientan la
conducta de los deístas…‖(2) Un pensamiento racional en cuanto al ser
se encuentra relacionado con la mente, por medio del acto de pensar,
y el pensar, que también es objeto de discusiones científicas y
filosóficas, tiene unas características generalmente aceptadas: es una
actividad o proceso psíquico que ocurre en el tiempo, cuyos elementos
son un sujeto pensante, un pensamiento que aprehende, y la situación
objetiva a la cual se refiere(3).
Como conclusión de esta plancha que pretende motivar el estudio,
vamos a traer a colación como el ser humano ha planteado la
Creación. Las religiones politeístas nos dibujan a un grupo de dioses
que tienen la responsabilidad de crear los cielos, océanos, la tierra, el
inframundo, pero sobre ellos hay un dios superior, Zeus en el mundo
griego, Júpiter en el romano. Las religiones del libro: hebrea, cristiana
e islámica, plantean en el Génesis que ―en el principio Dios creó los
cielos y la tierra‖, mientras que pensadores materialistas plantean la
teoría del Big Bang, que es una hipótesis que dice que el Universo
nació hace aproximadamente 14 mil millones años de un único punto
que estaba contenido en el espacio, y que a partir de ahí se expande
continuamente.
Independientemente de la idea que se tenga, siempre nos
preguntamos que hay antes de la Creación y como se da ese primer
momento, ese primer impulso Creador y, finalmente, cuanto de ello es
inmanente al ser humano y cuanto es trascendente. Y el tema

124
adquiere una supra complejidad cuando abordamos el tema de la vida,
esencial para comprender la existencia y el existir.
Para ingresar a la Orden solamente se exige ser hombre de libre
pensamiento, de buenas costumbres, creer en un Ser Supremo y en la
inmortalidad del alma. Hoy en algunos países, existen orientes que
admiten el ateísmo, reduciendo a las dos primeras condiciones las
exigencias requeridas para ser masón. En una próxima plancha
abordaremos el tema del ateísmo. Pero en esta, por los momentos,
diremos bajo el contexto de afirmaciones que, aun del no ser, puede
afirmarse que es. Esta positividad nació de los griegos y la deducimos
del propio Parménides quien con su sentencia: ―Ser es, el no ser no
es‖, marcó el pensamiento universal y dejó para la posteridad uno de
los temas de investigación más rico de la filosofía y que nosotros, en
nuestras Tenidas, los tenemos siempre presente, simbólicamente,
tanto en el ritual de inicio de los trabajos, del encendido de las
estrellas y candelas, en toda la ceremonia en todos los grados de la
masonería. Recordemos que el rito es un símbolo en acción y como
tal, tiene un significado y un significante.
Nos despedimos con un T∴A∴F∴ y con los Signos (SSig∴) Palabras
(PPal∴) y Tocamientos (TToc∴) que nos son conocidos.

S∴F∴U∴

1) Martínez Echeverri, Leonor y Hugo. Diccionario de Filosofía. Pág 510. Editorial


Panamericana. Bogotá. Colombia. 1997.
2) https://definicion.de/deismo/
3) Martínez Echeverri, Leonor y Hugo. Diccionario de Filosofía. Pág 433. Editorial
Panamericana. Bogotá. Colombia. 1997.


125
Ateísmo

¿Se puede creer en Dios y ser ateo al mismo tiempo? Esta pregunta o
razonamiento en absoluto es una contradicción insoluble. En esta
plancha abordaremos algunos aspectos relacionados con el ateísmo,
colocaremos sobre la mesa posturas controversiales las que convocan
a la investigación y al debate creador. Como institución nos colocamos
al lado de los landmarks, lo que no es óbice que siendo la Masonería
una escuela de filosofar integrada por individuos de libre pensamiento,
no escudriñemos en el cosmos en búsqueda del conocimiento que nos
aquilata como seres humano y nos abre el sendero hacia la Luz.
Según el Diccionario de la Real Academia Española (DRAE), ateo es
quien niega la existencia de cualquier dios. Francis Bacón (1561-1626)
padre del empirismo filosófico y científico, en su obra La Nueva
Atlántida, afirma que la paz y el florecimiento económico hacen
aumentar el ateísmo. Este testimonio enfocado desde una perspectiva
sociológica, pone de bulto lo complejo del tema.
El ateísmo no es un concepto univoco. Tienes significados diferentes.
Los filósofos lo han trabajado y han construido teorías y clasificaciones

126
de gran densidad. En esta plancha, utilizaremos la del intelectual
español Gustavo Bueno (1924-2016), quien desarrolló un sistema que
llamó materialismo filosófico, que en resumen afirma que todo es
material y que no existe un mundo inteligible. Luego, este investigador
realizó una clasificación del ateísmo que para nuestra plancha resulta
útil por ser muy explícita.(1) Podemos hablar del ateísmo ontológico,
que tiene un alcance ontológico general y un ateísmo óntico, que no
se refiere a entidades generales, sino particulares. El ateísmo es la
negación de dios, por tanto según el dios que se niega, así también es
el ateísmo, nos dice Gustavo Bueno. Veremos entonces que el
ateísmo ontológico es la negación del dios único, omnipotente,
omnisciente, creador del Universo en las religiones monoteístas. Este
ateísmo es distinto al óntico, que niega dioses específicos, como los
dioses del panteón olímpico griego, como Atenea, Venus, Zeus, entre
otros o del romano, por ejemplo Júpiter. Se le atribuye a Sócrates que
era un ateo porque solamente creía en un solo dios, ya que no
compartía la creencia en la extensa gama de dioses propios de la
mitología griega. Era ateo para aquellos quienes creían en esos dioses
olímpicos y organizaban sus ideas religiosas en torno a esas
deidades. Se encuentra testimonios de la época cristiana primitiva de
que los griegos consideraban ateos a los propagadores del
cristianismo, porque estos no creían en Zeus y en los dioses
helénicos. De lo anterior deducimos que la diferencia entre el ateísmo
ontológico del óntico no es solamente un ejercicio intelectual,
académico, sino que tiene una presencia real en el pasado y el
presente. Este contraste es fundamental para hablar de ateísmo.

127
Otra diferencia es la del ateísmo total y parcial. El total no solamente
niega a dios, sino sus cualidades: la omnipotencia, omnipresencia y la
omnisciencia. Quizás puede creer en una entidad superior, pero no es
ni omnipotente, omnipresente ni omnisciente. Para Aristóteles dios no
era omnipotente ni omnisciente, porque no conocía el mundo ni
intervenía en él, simplemente movió al mundo como primer motor o
causa primera, sin haberlo creado ni conocerlo. El ateísmo parcial
admite a dios, incluso a un dios creador, pero le niega, por ejemplo, la
omnipotencia, estas tesis se han desarrollado frente a hechos sociales
o naturales que generan incomprensión. Un sector de la teología judía
puso en duda la omnipotencia de Dios frente al Holocausto judío en la
época nazi. Esta es una forma de ateísmo parcial.
Otra diferencia que se ha trabajado por investigadores es la del
ateísmo existencial y del esencial. El existencial niega la existencia de
Dios, pero no la idea de Dios. Este ateísmo es el considerado
generalmente por el común de las personas. El ateísmo esencial no
niega la existencia de Dios, sino su esencia, hasta la propia idea de
Dios. Esto trae aparejado por la vía de consecuencias que Dios no
puede ser considerado existente sin considerar su esencia, o sea,
Dios no podría ser concebido si no es pensado de un modo
consistente, por tanto, quien niega a Dios la esencia, también niega su
existencia y por ende, se niega también la idea de Dios como idea.
Cuando se demuestra que la idea de Dios es posible, entonces por
argumentos filosóficos, se prueba la existencia de Dios. El ateísmo
esencial niega a priori la existencia de Dios.

128
De lo anterior queda resuelta la pregunta burilada en el primer párrafo
¿Se puede creer en Dios y ser ateo al mismo tiempo? Ahora bien,
antes de abordar un punto álgido que confronta a la masonería
moderna, precisemos brevemente y sin entrar en profundidades, la
noción de agnosticismo, que el DRAE define como la ―actitud filosófica
que declara inaccesible al entendimiento humano todo conocimiento
de lo divino y de lo que trasciende la experiencia‖. O sea, es una
posición distante, no intermedia, entre el teísmo y el ateísmo.
Vivimos tiempos de desacralización de aquellos símbolos que marcan
la identidad de personas y grupos humanos. Hay tendencias de
convertir mucho de lo sagrado en obsceno y viceversa. A esa
dinámica se le suma la velocidad con lo que se comunican las
personas gracias a la Internet. Se da frecuentemente el caso de que la
opinión cargada de sesgos, supera el análisis detenido y profundo, por
lo que la banalidad impera sobre lo sustancial. Quizás sea esta la
causa por lo que a la ortodoxia masónica le aterra el sólo pensar que
un hermano masón pueda ser ateo y particularmente ateo ontológico.
Ya existen orientes, como en Francia, donde se ha desechado la
exigencia en la creencia en un Ser Supremo. Incluso han sustituido el
Volumen del Libro Sagrado por un cuaderno cuyas páginas se
encuentran en blanco, sin nada escrito y el significado es simple: el
hombre, mediante la razón, debe investigar en esta sociedad
postmoderna la creencia en la certidumbre y abordar los temas que
afectan al ser humano con una nueva óptica: ¿cuáles son los
problemas que atentan contra la transformación de la tierra como un
lugar paradisiaco? Pues el dogmatismo, la ignorancia, el egoísmo y

129
muchos otros generadores de las guerras y el hambre, los cuales
impiden el avance humano frente a las enfermedades. Las injusticias y
otras calamidades que oscurecen este planeta que día a día recibe la
iluminación solar, pero cuya energía simbólica es mal o
deficientemente utilizada.
Se estima que hace dos mil quinientos años a. C. nace el budismo
como idea. El budismo es una «doctrina filosófica y espiritual» no
teísta. Buda, al igual que muchos científicos modernos, creía que las
ideas religiosas y especialmente la idea de dios, tiene sus orígenes en
el miedo. La doctrina plantea que en la medida en que nuestro
conocimiento del mundo sea más completo, podremos entender las
causas de fenómenos inexplicables, los que en la antigüedad y aun
hoy, muchas personas descifran como maldiciones o fenómenos
sobrenaturales. A esta idea se acerca el filósofo y masón Baruch
Spinoza (1632-1677), para quien existe una coincidencia entre la
Naturaleza y Dios. Lo que se considera sobrenatural es por ignorancia
de ―las leyes universales de la Naturaleza (que) son únicamente
decretos de Dios, que nacen de la necesidad y perfección de la
Naturaleza en Dios‖. De lo anterior se deduce, claramente, que no
puede existir una suspensión de las leyes de la Naturaleza o una
corrección de las mismas, ya que significaría que Dios no hubiese
sabido créalas ordenadas y perfectas, para hacerlas servir a sus
designios.(2)
Otro enfoque es el que nos presentan los científicos Stephen Hawking
y Leonard Mlodinow, en su libro ―El Gran Diseño‖ (2010), quienes
aseguran que la física moderna descarta a Dios como creador del

130
Universo, tal como en el pasado lo hizo el darwinismo, que echó por
tierra las ideas de Dios como creador de las especies. El gran tema
que nos ataja es como surge la vida, reto a los que aun la ciencia no
ha podido darnos un respuesta convincente.
A lo interno de la Masonería el debate entre ortodoxos y heterodoxos
se centra, entre otros puntos, en que no es necesario creer en un Ser
Supremo para levantar templos a la virtud y cavar calabozos a los
vicios. Es una discusión que aún no llega con fuerza a
Hispanoamérica, pero es cuestión de tiempo que se plantee, por lo
universal de la discusión al punto que, hasta en iglesias de corte
protestante en países nórdicos, se debate sobre el alcance de la
divinidad.
En este siglo muchos no ven el ser ateo como un ser anti espiritual e
incluso en no creer en la vida tras la muerte. Nada de esto es nuevo.
Si nos remontamos a la Antigua Grecia encontramos las raíces de un
pensamiento materialista y espiritual. En Oriente el budismo no es el
único ejemplo. Así que el tema, a pesar de ser añejo, no está fuera de
época. Es inmanente al ser humano y la Masonería, como escuela
para filosofar, en los viajes del masón, no debe dejarlo fuera de
agenda y tratarlo con la seriedad y profundidad que merece.
Nos despedimos con un T∴A∴F∴ y con los Signos (SSig∴) Palabras
(PPal∴) y Tocamientos (TToc∴) que nos son conocidos.
S∴F∴U∴

4) Bueno, Gustavo. Youtube/ateísmo.


5) Toro Pampols, Isidro. El orden geométrico del Universo en Spinoza.
https://conlapizbarrenoycarbon.blogspot.com/2017/05/el-orden-geometrico-del-universo-en.html


131
Libre pensamiento y libre albedrio

El Diccionario de la Real Academia de la Lengua (DRAE) nos ilustra


sobre la definición de librepensador: ―Corriente filosófica que reclama
para el ejercicio de la razón individual independencia absoluta de todo
dogma religioso.‖ Durante los siglos XVII y XVIII, principalmente en
Francia e Inglaterra, fue tiempo de eclosión de grupos de pensadores
que defendían la tolerancia religiosa, el deísmo y la religión natural.
Fueron columnas que fortalecieron el racionalismo entendido a la
manera de la Ilustración. La historia registra como librepensadores a
hombres como Voltaire, Hobbes, Locke, entre muchos que en el
marco de la tendencia desarrollaron sus posturas filosóficas.
Recordemos que en el siglo XVIII se consolidó la Francmasonería
moderna por la vía de las Grandes Logias.(1)

El DRAE nos dice que albedrio es la ―libertad individual que requiere


reflexión y elección consciente‖. Ambos conceptos, el de librepensador
y albedrio, nos conduce a revisar el de libertad que para el DRAE
132
tiene doce significados, según el contexto donde se utilice. El primero,
―facultad natural que tiene el hombre de obrar de una manera o de
otra, y de no obrar, por lo que es responsable de sus actos”, tiene que
ver con un estado de consciencia, entendida esta palabra según la
primera acepción del DRAE: ―Capacidad del ser humano de reconocer
la realidad circundante y de relacionarse con ella‖, la que nos
trasladamos a la primera definición que nos ofrece el DRAE de la
palabra conciencia, sin ―s‖ intercalada, que es como sigue:
―Conocimiento del bien y del mal que permite a la persona enjuiciar
moralmente la realidad y los actos, especialmente los propios.‖ Desde
el ángulo del conocimiento de sí y la construcción del Templo
Individual de Virtudes, comprender la relación y la complementariedad
de ambas palabras, consciencia y conciencia, es importante y, a su
vez, tenerlas presente en nuestra apreciación individual, como libre
pensador, de su utilidad en la concepción que nos hacemos de que es
la libertad y el libre pensamiento.

Un vocablo que no podemos obviar para nuestro análisis es el de


voluntad. Recurrimos nuevamente al DRAE, el cual tiene un conjunto
de definiciones, pero tomaremos las tres primeras: ―la facultad de
decidir y ordenar la propia conducta; segunda, el acto con que la
potencia volitiva admite o rehúye una cosa, queriéndola, o
aborreciéndola y repugnándola, y tercero, el libre albedrío o libre
determinación‖. La sicología ha estudiado la voluntad y hay un gran
acuerdo en que en todos los actos volitivos puede concurrir una mayor
o menor conciencia, una mayor o menor intensidad o una mayor o
menor profundidad. Así que de acuerdo a su contenido, hay
133
estudiosos de la sicología que conciben a la voluntad como una
tendencia sin finalidad previamente establecida o comprendida. Pero
no solamente la sicología estudia la noción de voluntad. En la ética se
entiende como una actitud o disposición moral para querer algo. Para
la metafísica, es una entidad a la que se le atribuye absoluta
subsistencia y por ello se convierte en substrato de todos los
fenómenos.(2)

Veamos las opiniones del filósofo y masón Baruch Spinoza (1632-


1677) así como la de Emmanuel Kant (1724-1804). El primero
precursor de la Ilustración, el segundo, quizás el más grande filósofo
de su época; ambos tienen posturas de gran interés. Para el Q:.H:.
Spinoza el hombre ni es libre ni el mundo tiene una finalidad. El
hombre se cree libre, pero se ve arrastrado por la necesidad y todo
está determinado causalmente. Para el Q:.H:. Spinoza la única
forma posible de libertad es el conocimiento, por el cual se sabe
que no se es libre, sino determinado según su esencia. Para ser libre
se debe vivir en la naturaleza, en Dios. No olvidemos que el Q:.H:.
Spinoza era panteísta.

Kant coincide en buena parte con el Q:.H:. Spinoza cuando señala que
el yo empírico no es libre, pues está condicionado por la causalidad
natural, pero también está el yo puro, determinado solamente por las
leyes de la libertad: el hombre, como persona racional, nos dice Kant,
pertenece al mundo de la libertad, que es el mundo del conocimiento
moral, del deber ser, el hombre, como persona moral, es libre y su
libertad es un postulado de la razón práctica.(3) Para Kant al habla de
134
razón práctica es porque al actuar siempre debemos obedecer a la ley
de la razón, el deber, y no movidos por intereses personales o para
obtener algún beneficio subalterno.

Volviendo al término albedrio, nos encontramos que es la potestad de


actuar por reflexión o elección. Partiendo del Q:.H:. Spinoza y de Kant,
el albedrio es la voluntad guiada por la razón, la que puede determinar
si obrar o no obrar. Coinciden en cierta manera con san Agustín, quien
explica que en el libre albedrio la persona puede elegir entre obrar
bien u obrar mal.

Antes de llegar a alguna conclusión, es importante que se repase el


concepto de fe. Según el DRAE en su primera acepción es el
―conjunto de creencias de una religión‖. ―La fe mueve montañas‖, dice
el viejo adagio, lo que nos ilustra que la fe es fuerza que acicatea la
voluntad humana, aunque por su esencia no racional, no es ni libre
pensamiento ni una conducta identificada con el libre albedrio.

En conclusión podemos estar de acuerdo en que el libre pensamiento


está condicionado por el conocimiento, lo que en la Masonería
simbolizamos en la Luz; y el libre albedrio, por la libertad de
pensamiento. No se tiene libre albedrio si no se tiene libertad de
pensamiento y no se tiene libertad de pensamiento si no se tiene claro
el significado de la Columna de la Sabiduría situada en Oriente, lugar
donde la Luz que emana del UNO, del G:.A:.D:.U:., es racionalizada
por el Masón. Este simbolismo que reproducimos en nuestro ritual, es
comprendido cuando aplicamos racionalmente los principios cósmicos

135
ya que, siendo imposible por los condicionantes materiales y sociales
que estabulan nuestra vida en este plano existencial, encontramos
nuestra fuerza que rompe las barreras que nos conducen como seres
sin capacidad clara de discernimiento por un sendero determinado que
llega a transformarse en monótono, por estar predefinido.

Un antiguo proverbio egipcio, que luego se registra en los Evangelios,


nos enseña que “El reino de los cielos está dentro de ti; aquel que
logre conocerse a sí mismo lo encontrará”. Los griegos burilaron la
frase ―conócete a ti mismo‖ en el pronaos del Templo de Apolo. En la
dualidad de la Masonería el conocimiento se simboliza por la Luz, así
como la oscuridad alude a la ignorancia. Por ello, el Iniciado al recibir
la Luz, recibe el conocimiento y el anhelo del neófito por la Luz es la
aspiración natural del alma por el conocimiento.(4) Los antiguos griegos
diferenciaban el cuerpo o soma, de la psique o alma y el nous o
espíritu, la parte más elevada y divina del alma.

Por ello para lograr la condición de libre pensador, se debe aquilatar el


alma, el pensamiento, con una consciencia tallada como piedra
purificada por los prístinos principios morales que permitan construir
en la conciencia, espíritu, el Templo de Virtudes que contribuye a la
Gran Obra. Platón dividió el mundo en lo sensible y lo inteligible; al
mundo sensible corresponde el criterio de la opinión (doxa), el cual se
caracteriza por lo material, aparente, finito, mutable, y por tanto
engañoso. En el Taller lo ubicamos más allá de las Columnas ―B‖ y ―J‖.
A lo inteligible, el mundo de las Ideas, corresponde la episteme, cuyo
instrumento es la razón, en tanto que facultad de penetración
136
intelectiva que es la única que te apertrecha para lograr la libertad de
pensamiento, en Logia, en el Oriente, sitial del Trono de Salomón.

De allí la importancia simbólica de los viajes en la Masonería. De


encontrar nuestro Maestro interior. Del prístino significado de los
signos, palabras y tocamientos, que además de ser una forma de
reconocimiento universal, resume toda una concepción antropológica
que permite al iniciado comprender las leyes de la Naturaleza y del
Universo y en el transitar por los grados de la Orden Masónica, vamos
descubriendo nuevos significados a las herramientas con la que se
construyen edificios y que utilizamos en levantar nuestro Templo
Interior de Virtudes, empíreo donde se alberga el verdadero y único
conocimiento, que te libera y te hace digno de la Gran Obra.

Nos despedimos con un T∴A∴F∴ y con los Signos (SSig∴) Palabras


(PPal∴) y Tocamientos (TToc∴) que nos son conocidos.

S∴F∴U∴

1) Martínez Echeverri, Leonor y Hugo. Diccionario de Filosofía. Editorial Panamericana.


Bogotá. Colombia. 1997.Idem, pág. 576
2) Idem. Pág. 340
3) Mackey, Albert G. Enciclopedia de la Francmasonería. Tomo I. pág. 377

∴ ∴

∴∴∴
137
Laicismo y Laicidad

La masonería filosófica como hoy la conocemos asentó sus columnas


durante el siglo XVIII, el Siglo de las Luces, llamado así por prevalecer
una mentalidad que hace de la ciencia y la razón verdades
incuestionables que permiten el progreso de la humanidad. De su
lado, el Laicismo es una corriente de pensamiento originada en el
Renacimiento, en la época donde el humanismo adquirió gran fuerza
durante la Ilustración, fomentado por agrupaciones no pertenecientes
a la jerarquía de la Iglesia. Su doctrina defiende la independencia del
hombre y de las instituciones a las que pertenece o representa frente a
la influencia religiosa. Durante el siglo XIX, con el impulso de los
movimientos de inspiración liberal y burgués, se promovió el
alejamiento de la religión y de la Iglesia de la esfera de normas
públicas y de las instituciones políticas, económicas, educativas y
legislativas. En resumen, separación entre Iglesia y Estado.

138
Como bien apunta el Q:.H:. Guillermo Chávez en su plancha:
―Laicismo, Esencia Vital de la Masonería‖, ―la historia ha certificado a
la Institución Masónica como depositaria del Laicismo: el paso del
tiempo registra un sinnúmero de intervenciones definitivas y decisivas
en favor de la libertad, la autonomía y la independencia del hombre, de
la Sociedad y del Estado.

La masonería defiende, protege y amparara la libertad del hombre, de


la sociedad y del Estado en cualquier tiempo y en cualquier lugar:
sabe que la única forma en que el hombre puede alcanzar el
desarrollo y la perfección de sus facultades y potencialidades es
estando en plena libertad.
Los hombres integrantes de esa Respetable Orden tienen ese gran
cometido: conservar la vigencia del laicismo. La humanidad estaría
sumida en un peor desastre sin el sostén de la doctrina del laicismo.
La Masonería sin laicismo no es Masonería; el Laicismo sin Masonería
simplemente no se entiende‖.(1)
La dinámica sociopolítica actual acuña dos términos que tienen un
significante en la práctica política distinto, aunque muy parecido en las
definiciones que nos ofrece el Diccionario de la Real Academia.
Veamos: Laicidad: Principio que establece la separación entre la
sociedad civil y la sociedad religiosa. Laicismo: Independencia del
individuo o de la sociedad, y más particularmente del Estado, respecto
de cualquier organización o confesión religiosa.
No falta quien confunda laicidad y laicismo, aunque ambos términos
están bien distinguidos en el lenguaje académico. La laicidad es el
reconocimiento de la negación del Estado para adherirse a un credo
139
religioso, a los fines de garantizar la libertad religiosa de todos los
ciudadanos. La laicidad no es lo contrario de lo religioso, sino de lo
confesional. La laicidad no niega la religión, sino que la considera una
parte de la realidad social y valora su papel histórico. El laico reconoce
que existen las religiones y comprende su dialéctica.
El laicismo, de su lado, tiene grados de acción. Hay quienes quieren
reducir la religión al ámbito de la conciencia, por lo que propugna
excluir la religión de la vida pública, lo que significa prescindir del
debate público las opiniones compuestas o que tengan origen en ideas
religiosas de los creyentes, por ejemplo los socialcristianos, lo que es
negar a los ciudadanos practicantes su derecho a intervenir
libremente, con arreglo a sus convicciones, en la configuración
democrática de la vida pública. Los más radicales son los que
practican una modalidad agresiva, religioso fóbica, son una especie de
cocina Cristo, come curas, quema conventos, que no tiene que ver con
la laicidad, sino con la psiquiatría.(2) Hoy observamos cómo activistas
políticos en nuestra sociedad occidental asaltan iglesias, roban
reliquias, interrumpen ceremonias, al igual que grupos
fundamentalistas asesinan feligreses, destruyen monumentos tan solo
porque representan otras ideas políticas o religiosas.

Hoy la profanidad trata de imponerse más allá del tema estrictamente


religioso. Un ejemplo palpable son las personas quienes bajo la
realidad de la globalización y del desarrollo tecnológico, intentan
imponer el llamado pensamiento único, cuyo núcleo radical defiende
un liberalismo a ultranza donde el mercado dicta las normas al Estado
y a la sociedad. De otro lado, hay quienes se disfrazan de un supuesto
140
pensamiento crítico, que al desgranarlo, solamente encontramos
dogmas y recetas de viejo cuño. Ambos son formas agresivas de
autoritarismo donde se quiere imponer frente a la sociedad y al Estado
que la representa y dirige por medio de sus instituciones, una especie
de culto seglar sobre la base de suplantar el ya añejo y en buena parte
superado dominio eclesiástico.

La Masonería como expresión prístina del librepensamiento practica la


laicidad porque respeta el derecho individual de tener sus creencias
sin que estas se transformen en un dogma, fuente de fanatismo y
supersticiones.

El librepensador significa ser capaz de construir las propias opiniones


a través del análisis imparcial y objetivo de los hechos, de dirigir el
pensamiento y las decisiones de manera independiente a cualquier
imposición dogmática, ya sea religiosa, cultural, política o ideológica,
utilizando la razón, y no la superstición, a la hora de distinguir lo
verdadero y lo falso, lo justo y lo injusto, lo real y lo inventado, tal como
nos dice la doctora en filología, Coral Bravo(3). El concepto de
librepensamiento hunde sus raíces en tiempos antiguos y
especialmente en los filósofos de la Ilustración francesa del siglo XVIII,
y está en el trasfondo ideológico de las grandes revoluciones que
consiguieron el inicio de las democracias modernas y de los derechos
ciudadanos, como la Revolución de Independencia de los EE UU, la
Revolución francesa y la Emancipación Hispanoamericana.

141
Un masón, como librepensador y creyente en un ser superior, que
denominamos G:.A:.D:.U:., tiene la inmensa responsabilidad de no
caer en lugares comunes recurrentes en los debates que se tejen en
los distintos ámbitos de la sociedad. No ser coro complaciente de
opiniones en nada sustentadas y que reflejan resentimientos y odios
ancestrales, más que posturas analizadas a la luz de las evidencias
que aquilatan el verdadero conocimiento.

Un masón reconocido socialmente como tal, tiene una gran


responsabilidad porque es enjuiciado como un estudioso, un
practicante de la gnoseología, alguien que no se queda con la opinión
generalizada y difundida, sino que busca el porqué de las cosas,
conoce y practica la ley de causa y efecto, las siete leyes cósmicas,
ejerce el VITRIOL; por lo que la opinión del masón, como arquitecto
social, aporta armonía y equidad a la edificación de la sociedad.

Por ello en nuestro Taller, en la simbología que representa el rito que


practicamos y en los debates que propiciamos en torno a temas de
hondo calado científico y social, ejercemos con libertad y con profundo
respeto el derecho que tenemos todos los hermanos de ser
librepensador y de examinar los planteamientos bajo el tamiz de la
razón, única fuente humana de conocimiento constructivo, liberador
del ser humano tanto de la tiranía del fanatismo, la superstición y de la
vanidad.

Nos despedimos con un T∴A∴F∴ y con los Signos (SSig∴) Palabras


(PPal∴) y Tocamientos (TToc∴) que nos son conocidos.

142
S∴F∴U∴

Notas

1) Chávez, Guillermo: Laicismo, Esencia Vital de la Masonería.


http://www.juarezadiario.com/plumas/laicismo-esencia-vital-de-la-masoneria/
2) http://sevilla.abc.es/andalucia/cordoba/sevi-laicidad-y-laicismo-201601050832_noticia.html
3) http://www.masoneria-liberal.com/2014/03/librepensamiento-y-laicidad.html

143
Libre pensamiento ¿es posible en nuestro tiempo?

―La claridad no nace de imaginar lo claro,


si no de tomar consciencia de lo oscuro‖.
Carl Gustav Jung

¿Cómo la enseñanza pública y el modo de pensar masónico pueden


ayudar a luchar contra el fanatismo, la radicalización y el oscurantismo
en la sociedad contemporánea?, es una interrogante que todos nos
debemos hacer.
La pretensión de imponer un estado confesional, al igual que una
sociedad robotizada, bajo un mando autoritario, de pensamiento único,
utilizando el terrorismo en sus diversas variante; no pueden ser temas
ajenos a la agenda de investigación y discusión de la Orden masónica,
como escuela de filosofar integrada por hombres libres y de buenas
costumbres.

El atentado contra Charlie Hebdo, semanario satírico francés, el cual


fue un tiroteo llevado a cabo en la ciudad de París el 7 de enero de

144
2015, donde fueron asesinados 13 individuos e hiriendo a otros 11,
generó un estado de conmoción no solamente en Francia, sino en
toda Europa.

Este no fue el primer atentado, ni ha sido el último. La noche del 13 de


noviembre de 2015 en la capital francesa atacantes suicidas islamistas
perpetraron acciones en los que murieron 137 personas y otras 415
resultaron heridas.

Estos eventos, así como muchos otros en una Europa occidental


multirracial y multicultural, receptora de numerosos grupos, han
motivado a diversos sectores de la sociedad a enfocar un especial
interés en los colegios, los alumnos, los profesores. Son momentos en
que todo el mundo parece acordarse del rol capital que debe jugar la
educación en relación al aumento del radicalismo tanto político como
del integrismo religioso. Muchos profesores y maestros se han sentido
desarmados ante este respecto y sin saber cómo abordar esta
cuestión en la escuela. ¿Se debería abrir un debate en el que se
pudiera decir cualquier cosa? ¿Es eso la libertad de expresión?
Abordar el tema no ha sido fácil para los líderes que aspiran revitalizar
y reconstruir los valores democráticos, esenciales para que los
jóvenes puedan tomar el camino de la participación ciudadana.

Una experiencia masónica

En la ciudad de Bruselas, Bélgica, una maestra que trabaja desde


hace más de una década en un colegio del centro de la ciudad,
constato desde hace unos años una intrusión cada vez más invasiva
145
de la religión en su clase. En este colegio, los alumnos provienen de
más de cuarenta orígenes diferentes y, sean musulmanes,
evangelistas, pentecostalistas o católicos, todos se reivindican
creyentes. La profesora observa con angustia una marcada tendencia
hacia simplificar los análisis que derivan hacia una especie de
pensamiento hecho a la medida. El pensamiento único, simplista, a
menudo maniqueo, parece ser su credo. Las mujeres, la
homosexualidad, la pena de muerte, la blasfemia, entre otros, son
temas de los que no sabrían debatir y en los que apelan a una sola
verdad incontestable, a menudo la verdad religiosa, dogmática. Los
debates en torno a los acontecimientos de Paris le confirman su
apreciación de que la intrusión de la religión en las clases es
problemática.

Esta profesora, miembro de la Orden Francmasónica, encontró en la


logia ―los instrumentos que le servirán de hilo conductor en la tarea:
las tres grandes Luces de la Francmasonería: el libro, la escuadra y el
compás. El libro simboliza para mí –explica la docente– la doxografía,
la tradición escrita, la genealogía, lo que nos liga a los masones que
nos preceden. La escuadra simboliza el espíritu crítico, el rigor, la
epistemología. El compás es un símbolo de apertura del espíritu, el
poder cambiar el punto de vista, visitar diversos paradigmas‖. Agrega
la profesora que ―los tres símbolos de las grandes luces masónicas
que me han ayudado a pensar un método de reflexión en el seno de la
clase y a animar a mis alumnos a ―trabajar‖ sus representaciones y a
dar un paso atrás frente a sus convicciones. En primer lugar, les incito
a tomar conciencia de la diversidad de puntos de vista mediante la
146
doxografía, es decir, estudiando diferentes textos de autores y
analizando sus puntos de vista, trabajando sobre la complejidad y los
matices antes de dar su opinión. Sucesivamente los llevo a remplazar
los conceptos y los valores en su contexto histórico, haciendo la
genealogía, es decir ―re-historiando‖ el saber. Por último, les hago
reflexionar con rigor intelectual sobre los distintos tipos de discursos
ejercitando su espíritu crítico. En otras palabras, se trata de explorar
otros puntos de vista que el propio y de trabajar sobre un sujeto
utilizando varios paradigmas o marcos de referencia. Este método
permite trabajar con mis alumnos un saber en construcción, de
hacerles tomar consciencia de que el saber no es una verdad
inmutable, que el saber está en evolución constante mientras ellos
tienen la tendencia a ver el saber como algo dogmático.
Concretamente, yo pido a mis alumnos que elaboren un proyecto
personal abordando una problemática interdisciplinaria no resuelta, es
decir aquella que no tiene una respuesta única y sencilla. Esta forma
de proceder implica tener en cuenta diferentes paradigmas al mismo
tiempo (científico, metafísico y filosófico) al fin de ayudar a distinguir
los diferentes puntos de vista abordados‖.(1)

Conclusión

Esta experiencia pone de relieve el papel del masón en la sociedad,


fuera del Templo, en la Logia de San Juan. No solamente es actuar
apegado al templo de virtudes que construye dentro de sí, sino
emplear las herramientas que nos proporciona la Orden y su
aplicación en la sociedad donde interactuamos.
147
El método masónico en uno donde el maestro interior es tu guía y tú
eres el discípulo. Cada uno busca su ritmo, pero con claro sentido del
Oriente, de donde proviene la Luz. El masón debe procurar que el
entorno sea un espacio donde se ejerza los principios fundamentales
de la masonería: libertad, igualdad y fraternidad. Es nuestro gran reto
como obreros de paz trabajando sin descanso en la edificación de la
Gran Obra Universal, A L:. G:. D:. G:. A:.D:.U:.

Nos despedimos con un T∴A∴F∴ y con los Signos (SSig∴) Palabras


(PPal∴) y Tocamientos (TToc∴) que nos son conocidos.
S∴F∴U∴

Notas
1) http://www.masoneria-liberal.com/2016/01/quien-ha-apagado-las-luces-un-viaje-
al.html http://sevilla.abc.es/andalucia/cordoba/sevi-laicidad-y-laicismo-
201601050832_noticia.html

148
El oficio de cantero en la Antigüedad

Muchos autores masónicos se hacen una triple pregunta: ¿Cuándo,


por qué y dónde se originó la francmasonería? Y en la búsqueda de
esas respuestas han llegado muchos –no todos– a conclusiones tan
bien intencionadas como oscurecidas, al menos desde el ángulo de la
objetividad histórica. Daremos algunas pinceladas sobre el antiguo
oficio de cantero, poniendo de bulto algunos hechos culturales que nos
permitan hacernos una idea al tiempo que profundicemos en algunos
puntos de interés y de esta forma llegar, cada uno de nosotros, a
nuestras propias conclusiones. Igualmente recomendamos la lectura
del texto del autor masón Aldo Lavagnini, la Masonería operativa y
especulativa, quien nos ofrece una perspectiva sobre el origen de la
francmasonería.

149
(1)
Comenzaremos nuestro tema señalando que la cantería es tanto la
faena como el arte de desacoplar y labrar la piedra para su empleo en
construcciones. Los diferentes artesanos que participaban – y
participan – en el proceso se denominan: cabuqueros, entalladores,
canteros y tallistas o labrantes. Vamos observando que hay una
división del trabajo en función de la especialización.

La piedra es la materia prima de la cantería. Trabajar el canto exige


una variedad de técnicas y herramientas, las que se aplican en
función de su dureza, fragilidad, composición geológica; dependiendo
del tipo de grano, entre otras variables.

El primer paso es la extracción de la piedra en las canteras, el


despiece de los bloques, su labrado de acuerdo a una plantilla o
aplantillado, para finalmente proceder a labrar cada una de las
piedras, por lo común en forma de paralelepípedo rectángulo, que
forma parte de una construcción de sillería.

Este proceso consta de cuatro fases, interviniendo en cada una


diferentes artesanos:

1) Extracción del material, realizado por el cabuquero, siguiendo la


veta, o hebra, con diferentes herramientas.
2) Troceado del bloque de piedra, realizado por el entallador.
3) Regular las formas idóneas, realizado por el cantero,
encargándose también de diseñar el boceto a tamaño natural o a
escala.

150
4) Acabado final, realizado por el tallista o labrante, incluyendo a
veces detalles decorativos.

Como podemos observar esta actividad tiene sus niveles de


complejidad y situándonos en la Antigüedad, tanto en Egipto como en
la Creta minoica o la Grecia micénica, encontramos que poseer este
saber significa pertenecer a un grupo diferenciado del resto de la
sociedad.

En el proceso de elaboración de la piedra se necesita un amplio


número de utensilios y herramientas, entre las que se encuentran:

 Utensilios de medición, como reglas, compases y escuadras;


 Herramientas de percusión, como cuñas, mazos, picos, cinceles
entre otros;
 Herramientas de corte, como sierras;
 Herramientas de acabado, como mazos, cinceles, punzones,
cepillos, niveles, reglas, escuadras, plomadas, entre otros.

La historia registra a Imhotep como el primer arquitecto del que se


tiene conocimiento. Es el ejemplo típico de polimatía, o sea, sabio en
una variada gama de ciencias, entre otras: astronomía, matemáticas,
geometría, medicina y, por supuesto, arquitectura. Se cree vivió entre
los años 2690 al 2610 a. C. El significado de su nombre es ―el que
viene en paz‖, según el estudio realizado por Orlando Mejía Rivera(2)

Fue sumo sacerdote de Heliópolis y diseñó el complejo de la Pirámide


Escalonada de Saqqara, durante la dinastía III. Los datos obtenidos

151
indican que tenía los conocimientos operativos de aritmética y
geometría necesarios para manejar las disciplinas tanto de
arquitectura como de astronomía, entre otras.

El complejo funerario de la Pirámide Escalonada de Saqqara, está


ubicado cerca de Menfis. Nos situamos en tiempos del rey Dyeser
(2.650 a. C.). El monumento necesitó la extracción, transporte y
montaje de miles de toneladas de piedra caliza, desafío notable ya que
tal material nunca se había utilizado en grandes construcciones, para
las que se usaban ladrillos de adobe, fáciles de hacer y baratos.

Levantar dicho complejo funerario exigió no solamente tecnología


avanzada para su tiempo en el área de la construcción, sino aplicar
organización y método para emprender todo el proceso de edificación,
controlar el trabajo de cientos o miles de obreros y elevar la primera
ciudad funeraria, rodeada por una muralla de unos mil quinientos
metros de perímetro. Construyó diversas edificaciones como decorado
y, hacia el centro, erigió una pirámide de seis gradas con una altura de
sesenta metros. A su vez, se excavó en la roca del terreno, bajo la
pirámide, la que sería la tumba de Dyeser (Zoser) y un conjunto de
galerías para almacenar miles de vasijas funerarias, muchas grabadas
con los nombres de sus predecesores.(3)

Visto el ejemplo egipcio, vamos acercarnos a la Grecia entre el tercer


y el segundo milenio a. C., para tener una idea forjada por el ejemplo
de dos polos de la cultura de ese período: una el Oriente Medio y la
otra, el mundo griego.

152
Grecia(4) fue una cultura marginal en la época del esplendor de Egipto
y Mesopotamia. Su puente con ese mundo centro de la civilización fue
la isla de Creta: la cultura Minoica, pasarela entre Oriente y Occidente,
entre Egipto y lo que vendría a ser Grecia. Estamos situados entre el
tercer y el segundo milenio a. C.

Los llamados aqueos construyeron sus ciudades montando inmensas


moles de piedras sobre piedras, edificando murallas, fortalezas y
atalayas. Esa data nos permite inferir cierta organización de
especialistas en la técnica de construcción. Las urbes aqueas de
Micenas y Tarento, conjuntamente con Creta y Troya, componen el
centro político, cultural y comercial del Mediterráneo oriental, punto de
confluencia de dos mares: el Mar Egeo, que por el norte accede al mar
Negro y al mar de Mármara, conexión primero con los Hititas y luego
con los Persas; y el mar Interior, que separa tanto a Cirene (Libia)
como a Egipto de Creta. O sea, Micenas, Troya y Creta conforman un
triángulo que recibe el influjo cultural y comercial de Egipto y
Mesopotamia, las grandes civilizaciones de la época que le sirven de
preámbulo a lo que sería posteriormente la cultura griega.(5)

Ante esa realidad, cabe pensar cómo se organizaron los profesionales


del oficio en gremios donde enseñaban a sus aprendices y al mismo
tiempo conservaban en secreto sus experticias, ya que las mismas
eran garantía de no aumentar la oferta de mano de obra y
especialistas calificados sobre la demanda de constructores.
El sistema de reclutamiento de aprendices aptos para ser en el futuro
maestros, que comprendieran los complejos conocimientos de
153
matemáticas y geometría, así como de organización y métodos, lo que
nos relaciona con el ritual de trabajo.
Allí se encuentra el origen de la masonería operativa que luego
derivaría en especulativa o filosófica, tal como la conocemos hoy.
Nos despedimos con un T∴A∴F∴ y con los Signos (SSig∴) Palabras
(PPal∴) y Tocamientos (TToc∴) que nos son conocidos.

S∴F∴U∴

1) Wikipedia
2) Orlando Mejía Rivera Introducción crítica a la historia de la Medicina. Universidad de Caldas,
Colombia. 1999; pág. 447. Tomado de Wikipedia.
3) Wikipedia
4) Toro Pampols, Isidro. Faros de la Antigüedad: Los Siete Sabios de Grecia. Editado por Isidro
Toro Pampols, ww.bibliotecarafaelvillavicencio.Blogspot.com. Caracas, Venezuela. 2016. Pág.
14
5) Ídem. Págs. 14-15

154
Los colegios romanos

Toda institución que trasciende en el tiempo debe conocer sus


orígenes. Las leyendas tienen algo de cierto, pero son hechos
adornado con elementos fantásticos. Sin desdeñar el peso de esta
forma de trasmitir el conocimiento, debemos estudiar los hechos
históricos, de los cuales hay testimonios y forman parte del acervo
cultural que mineralizan las columnas de nuestra milenaria institución.
Parte de ello son los colegios romanos o collegia.

¿Qué eran los collegia? Entre las instituciones romanas se desarrolló


el Collegium o collegia, en plural, que viene de la palabra latina que
etimológicamente significa ―juntos por ley‖. Esta corporación tenía un
papel importante en el derecho romano ya que eran una especie de
asociaciones privadas, las que se regían por sus propios estatutos, la
lex collegii, que regulaba sus órganos y finalidad, los criterios de
admisión de los asociados y otros asuntos propios. O sea, quizás
estamos ante un antecedente histórico de una organización
institucionalizada de la sociedad civil.

155
Estos collegia cumplían una función en la sociedad que difícilmente el
Estado como tal podría satisfacer, así los collegia serían asociaciones
de tipo voluntario que cumplían las necesidades de agrupación tanto
de ciudadanos como de esclavos.

Los collegia no han quedado de lado de las largas discusiones entre


investigadores. Hay quienes asumen la completa negación de los
mismos; otros han concluido que los collegia tenían varias funciones
que se complementaban entre sí y no eran excluyentes.

La octava Ley de las Doce Tablas romana(1), leyes que tienen su


origen en los estudios que adelantaron los itálicos sobre las
legislaciones de Solón, las que contienen disposiciones generales que
luego fueron aplicadas a los colegios romanos. Se infiere que
inicialmente se instituyeron con fines religiosos, casos en los que se
denominan específicamente sodalitas. Pero luego se amplió el
espectro de actuación, asociándose con fines sociales, culturales o
profesionales. Los denominados collegia funeraticia se establecían
para la celebración de ritos fúnebres, cuyo alto costo y gran
importancia para la cultura romana, hacían que fuera muy atrayente
para asociarse los particulares. Estos son los antecedentes de las
posteriores cofradías cristianas. Igual surgieron los colegios de
artesanos, músicos, médicos, educadores, entre otros y se les conocía
con el genérico de collegia opificum. Su objetivo principal era la tutela
de los intereses de un grupo o clase profesional específica y, de
acuerdo con las costumbre, tenían sus "patronos protectores" para

156
cada oficio, tradición que se proyectó en el tiempo hasta los gremios
de nuestros días.

Lo que nació como una asociación para defender los intereses de sus
agremiados, se fue transformando en algo más con el tiempo. Así que
estos colegios adquirieron un relevante peso social en momentos
políticamente convulsos y en las elecciones a las magistraturas
romanas, muchos actuaron apuntalando a candidatos que buscaban
su apoyo.

La legislación romana (la Ley de las XII tablas de mediados del siglo V
a. C.) preservaba la absoluta libertad de asociación. Muchos de estos
colegios, en medio de los constantes debates electorales, se fueron
transformando en agrupaciones con fines políticos y colocaban como
activo la nómina de afiliados del collegia, infiriendo una venta de los
votos de los mismos.

En el año 7 d. C., se suprimieron mediante la lex Iulia de collegiis a los


collegia existentes, con la excepción de los de más antigua tradición y
restringía la creación de nuevos collegia al reconocimiento del Senado
romano. Podemos suponer que los collegia vinculados con el oficio de
constructores sobrevivieron ya por sus características y utilidad. Luego
Constantino reintrodujo el reconocimiento por vía general, sin
necesidad de un acto específico, pero sólo para los collegia funeraticia
y otras entidades de tipo eclesiástico. Es de suponer que los collegia
fabrorum, que de seguro estaban relacionados tanto por medio de su

157
―santo patrón‖, como por las prácticas religiosas propias de la época,
se mimetizaron con estas instituciones.

Importante destacar dos aspectos de estos collegia. Los órganos del


collegium se establecían en la lex collegii según el modelo de las
corporaciones públicas, parecidas al municipium, con una asamblea
de los asociados o populus collegii, un órgano colegial más restringido
o junta directiva llamada ordo decurionum, y órganos unipersonales de
diferentes llamados: magistri, curatores, quinquennali, entre otros
títulos.

Otro aspecto de gran importancia es que los collegia, por efecto de la


lex Iulia de collegiis, tenían una cierta capacidad jurídica, pudiendo ser
titulares del derecho de propiedad y de otros derechos y obligaciones
de naturaleza patrimonial, así como apersonarse en juicios y otros
procedimientos judiciales. Con el tiempo adquirieron la capacidad de
recibir herencias. Algo interesante desde el punto de vista de la
autonomía de dichas asociaciones.

Se señala que Numa Pompilio(2) puso en funcionamiento 181


asociaciones de artesanos, siendo lideradas por la de arquitectos o
constructores y las llamó fraternidades.

Más allá de las inferencias que algunos autores hacen sobre la base
de leyendas u otras fuentes tradicionales, lo cierto es que los collegia
existieron y por las construcciones que siguieron levantándose entre la
caída del Imperio romano y la institucionalización de Sacro Imperio
Germano Romano con Carlo Magno a la cabeza, en el siglo IX; las
158
asociaciones de constructores trascendieron; se adaptaron a los
tiempos y sirvieron a la sociedad en que actuaban. Poseían un valioso
conocimiento que no se iba a perder y difícilmente podría concentrarse
en los monasterios, ya que no solamente se edificaban catedrales y
otras obras religiosas, sino que se aplicaba en la ingeniería militar, la
que dudamos hubiese sido monopolizada por la Iglesia. Además, en
las zonas europeas ocupadas por los árabes se ejecutaron
importantes obras que como es de suponer, no fueron hechas con el
beneplácito de los monjes católicos.

El I.·.P.·.H.·. 33º Mario Rolleri, actual Gran Maestro del Gran Oriente
del Perú, señala ―lo que resultó fundamental para relacionar a la
francmasonería con los colegios romanos son ciertas particularidades:

1. Cada colegio debía estar presidido por un maestro (Magister) y dos


decuriones (¿vigilantes?) que ejercían la autoridad en los demás
miembros. A su vez estaba integrado por oficiales como un tesorero,
un secretario, un guarda sellos, etc. Sesionaban en secreto y en
secreto transmitían las reglas particulares de su arte, que
juramentaban no revelar y al que accedían a través de una iniciación.

2. Ejercían la caridad entre sus miembros y llevaban a cabo ritos


fúnebres, enterrando a cada cual bajo el emblema de su oficio (la
escuadra, el compás, y el nivel).‖(3)

Aldo Lavagnini apunta sobre el tránsito de los collegia a las


corporaciones medievales, plantea que ―en el siglo primero antes de
Cristo varias de estas corporaciones pasaron y se establecieron en la
159
Galia, Alemania e Inglaterra, donde construyeron especialmente
campos atrincherados que después se convirtieron en ciudades (la
terminación inglesa de chester de los nombres de muchas localidades
revela muy claramente su origen latino, de castrum, “campamento”)…
Con el triunfo del Cristianismo, que se convirtió en religión oficial
durante el último período del Imperio Romano, mientras los Misterios
tuvieron que desaparecer, los collegia fabrorum resolvieron adaptar
sus tradiciones paganas a la nueva fe y esto se hizo muy hábilmente,
sustituyéndose la leyenda de la construcción del Templo de Salomón a
otra transmitida anteriormente, y los nombres de santos y personajes
cristianos a los antiguos dioses paganos: nació así un San Dionisio, en
lugar del homónimo dios griego (el Baco de los latinos), y San Juan
fue honrado como protector de la Orden, en lugar del antiguo dios
bifronte Jano‖.(4)

De lo citado se duda de la teoría que defiende el monopolio del


conocimiento en materia de construcción en los monasterios y otras
instituciones eclesiásticas. Difícilmente en un amplio espacio
geográfico como lo es Europa, con un tejido social en nada uniforme y
con instituciones descentralizadas, con altos niveles de conflictividad
entre los propios señoríos feudales y con el enemigo externo que
representaban las fuerzas del Islam, tal como en términos generales
era la sociedad feudal, pudiese una institución ser la única en acopiar
el saber en materia de arquitectura e ingeniería, especialmente en la
militar.

160
Esperamos que esta plancha motive el estudio de las raíces de
nuestra Orden y que los QQ:. HH:. Aprendices y compañeros
desarrollen el tema y lo discutan con los QQ:.HH:. maestros del Taller.

Nos despedimos con un T∴A∴F∴ y con los Signos (SSig∴) Palabras


(PPal∴) y Tocamientos (TToc∴) que nos son conocidos.

S∴F∴U∴

Notas:
1) Frau Abrines, Lorenzo. Diccionario enciclopédico de la masonería. Tomo I. Pág. 206
2) Ídem-
3) Mario Rolleri. La cuestión de los Collegia Fabrorum y el enigma de los Maestros del lago de
cómo. Fenix News. 16/06/2016
4) Lavagnini, Aldo. La masonería revelada. Manual del Aprendiz. Edición digital. Págs. 25-26.
Ver apéndice.

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