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EN ARTE Y DISEÑO
I
D
A
TOMO 11
INVESTIGACIONES EN ARTE Y DISEÑO
Tomo 1
Editoras:
Mihaela Radulescu de Barrio de Mendoza
Melissa Tamani Becerra
Gabriela Purizaga Tordoya
Diseño y diagramación:
Judit Zanelli Drago
TOMO 1
FACULTAD DE
ARTE Y DISEÑO
ÍNDICE
PRÓLOGO ― pag. 9
6
Murales en movimiento: Analizando eventos
sociales como performance
Alexander Huerta-Mercado ― pag. 87
(re)ACCIONES PÚBLICAS
intervenciones, activismos y ocupaciones. Centro
Histórico de Lima 1992-2016
Carlos León-Xjiménez ― pag. 99
El diseño especulativo
Antonio Palacios ― pag. 135
7
8
PRÓLOGO
1 Brea, J. L. (2003). El tercer umbral. Estatuto de las prácticas artísticas en la era del
capitalismo cultural. Murcia: CENDEAC.
9
como meta orientadora del proceso creativo es parte de una
complejidad de interacciones que actualizan, particularizando
en cada proyecto creativo, las redes psicológicas, sociales,
culturales y estéticas de la producción del arte y del diseño. La
investigación aborda sus parámetros y referentes, para poner de
manifiesto la relación con la realidad, sus estructuras y recursos
de representación y significación, su funcionamiento y efectos. En
este punto, la reflexión se vuelve rizomática. Es necesario contar
con un cuerpo de pensamiento interesado por el conocimiento
del proceso creativo en la intersección entre arte, diseño, ciencia,
tecnología, sociedad, historia, entre otros campos. La investigación,
como parte constitutiva del proyecto creativo, opera en esta
intersección y organiza su enfoque y tratamiento en etapas, objetos
de estudio y operaciones. La generación de sentido a través del
discurso visual o audiovisual requiere una investigación creativa y
a su vez, la investigación creativa requiere un método de análisis e
interpretación de los datos.
Editora
12
1
El arte como objeto
de investigación
13
14
Investigación y arte: problemas estéticos y
epistemológicos
Dr. Umberto Roncoroni
Premisa
Introducción
Abordando el problema
Precisando el problema
18
Interpretación
Referencias a teorías metafórica de estas Oscuridad del
científicas (relatividad, teorías, uso “creativo” y lenguaje para
física cuántica, caos, epistemológicamente esconder la
etc.). inconsistente de la oscuridad
metáfora. conceptual.
(Figura 1) Kosuth, One and Three Chairs (1965). Silla plegable de madera,
fotografía montada de una silla, y ampliación fotográfica montada de la definición
del diccionario de “silla”, colección Museum of Modern Art. Recuperado de:
Gautier Poupeau https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/0/08/One_
and_Three_Chair.jpg Representa la crítica platónica al arte y a la imagen (copia
de copia) y a la escritura (sustituto de la memoria, tema que será recuperado por
el suplemento de Rousseau y la atrofia de McLuhan).
21
Se trata, evidentemente, de un proceso autorreferencial, pues el
contenido de la obra rebota entre el concepto lingüístico, que niega
el arte en cuanto forma y la libertad creativa y expresiva del arte,
que niega el rigor epistemológico, ya que no hay otro contenido
que no sea reciclado (o plagiado, pues no están citados los autores
originales de los conceptos lingüísticos y semióticos utilizados,
desde Platón a Chomsky).
Se asume, con todo esto, que el arte tiene un rol privilegiado que le
permitiría ofrecer un aporte original sobre cualquier tema. Pero el
aporte original de la investigación artística consiste solamente en lo
que el artista quiere decir, en cuanto artista, sobre un determinado
tema. En el fondo, existe un problema estético que debería ser
oportunamente abordado y resuelto (y que no es ni abordado ni
resuelto) antes que se pueda decir algo sobre la investigación en arte:
por qué el arte tiene este privilegio, y, en seguida, determinar lo que
se considera arte y lo que el arte debería ser. Pero hoy se cree que es
imposible definir el arte, y, de esta forma, resulta imposible plantear
una teoría coherente de la investigación artística. Sin darnos cuenta,
seguimos operando en el paradigma actual, es decir, el romántico;
ignorar el problema de la definición del arte no elimina la definición
del arte, la hace más fuerte precisamente porque queda implícita en
el lenguaje, en las instituciones y en la educación.
1 Por ejemplo, las obras de Leyton sobre los aspectos computacionales de la forma y
las aplicaciones estéticas y científicas de la vida artificial de Wolfram. Véase Leyton
(2001) y Wolfram (2002).
2 Para Lakatos la metodología de la investigación científica tiene un comienzo creativo,
que se define solo sucesivamente en modo riguroso. De lo contrario, la investigación
artística debe comenzar en modo riguroso para definirse sucesivamente en su creati-
vidad y libertad. Véase Roncoroni (2015).
25
y la expresión individual. En efecto, los medios digitales están
ofreciendo al arte nuevas posibilidades (hoy la tecnología justifica
muchísimos aspectos de la investigación artística, desde los FABLab
al arte digital, a la robótica); al respecto señalo la teoría del sublime
tecnológico y de la investigación estética de Costa (2005). Para
Costa, el arte pone a prueba el desarrollo tecnológico en cuanto
ordena sus mecanismos a los procesos formales, a la expresión y a la
comunicación, de manera que el resultado del proceso tecnológico
no sea solamente un producto, sino la creatividad, la expresión y la
libertad.
(Figura 2) Kac, Eduardo. (2000) GFP (Green Fluorescent Protein) Bunny . Recuperado
de:http://kabk.github.io/govt-theses-15-eline-van-der-ploeg-designed-microbes/
26
(Figura 3) Beesley, Philip. (2009). Hylozoic Soil. Fundacion Telefonica VIDA.
Matadero Madrid, España - 2009. Recuperado de: http://rootoftwo.com/tag/
siggraph/.
Referencias
28
Sokal, A. y Bricmont, J. (1997). Imposturas intelectuales. Barcelona:
Paidós.
Umberto Roncoroni
(Pavía, Italia, 1956)
29
2
Identidad y
patrimonio: roles
y acciones de la
investigación en la
historia del arte
31
La importancia del arte y el diseño del Perú
Antiguo en el imaginario de los artistas peruanos
del siglo XX: las propuestas artísticas de Elena
Izcue y José Sabogal
Dr. Fernando Villegas
Pontificia Universidad Católica del Perú
Figura 1. Laso, F. (1855). El habitante de las cordilleras. Óleo sobre lienzo, 139
x 89cm. Fuente: Pinacoteca Municipal Ignacio Merino, Lima. Autor: Fernando
Villegas.
33
Como refiere el historiador del arte Francisco Stastny, fue la
primera vez que aquellos objetos, vistos como curiosidades del
gabinete ilustrado, eran mostrados al mundo desde su calidad
plástica (Stastny, 1967, p. 53). Se trataba de la representación de
un ceramio moche que narra la escena de un prisionero de guerra,
colocado desnudo y con una soga en el cuello. No obstante, la
pertinencia de Laso con la alegoría nos pondría el objeto del Perú
Antiguo de la cultura moche relacionado con el presente del indio
al colocar un personaje ambiguo en traje contemporáneo indígena.
Laso manifestó un valor simbólico a través del tejido, buscó con
su personaje integrarse a la república de indios (Acevedo, 1997,
s/p.). Ramón Mujica enfatiza la relación que establece Laso con su
sociedad, al asociar la labor de los artesanos limeños con el pintor
(Mujica, 2016). Se trataba de mostrar los referentes del presente del
indio desde la comparación con el arte del Perú antiguo.
No sería esta la única vez donde el objeto del Perú antiguo sería
tomado por Laso, lo haría también en la representación de la
Independencia Americana (1867), quizá uno de los cuadros más
emblemáticos y representativos del autor, donde combina la
alegoría con hechos sociales al situar en el asiento de la alegoría de
América relieves de ídolos antropomorfos obtenidos de la cultura
inca, además de otros signos gráficos del mundo precolombino.
Fue en este período que las piezas del Perú antiguo estarían
relacionadas con los nuevos descubrimientos que se daban en el
terreno, además en los museos creados en este período se dio un
espacio ideal para la convergencia entre artistas e investigadores
del campo artístico. Los sería para Teófilo Castillo cuando visitó la
colección de Javier Prado Ugarteche, para la pintora Elena Izcue
en el museo creado por Víctor Larco Herrera y también para José
Sabogal y Camilo Blas en el Museo Nacional junto a Luis E. Valcárcel
y Jorge Muelle.
Por otro lado, el papel que jugaron las revistas ilustradas como
Ilustración Peruana y Variedades, fue significativa para la formación
de criterios en torno a la apreciación del objeto procedente del
35
mundo del Perú Antiguo, y en eso también Castillo cumplió un
papel destacado, fue el primero en darle al objeto del Perú antiguo
un valor artístico comparable a las culturas europeas, al reconocer
el carácter naturalista y mimético de un huaco retrato moche,
cuya perfección lo diferencia de otros ceramios burdos y de poca
calidad. Así escribió en 1912:
Feliz ese día en que hace su aparición el arte. Desde entonces la horda
antropófaga se pierde en la noche de los tiempos, la agitación por las
exigencias del hambre ya ha cesado; cuando se alza la choza en lugar de
la tienda y se contempla los frutos de las vegas en lugar de las bandas
de rebaños, arrastrados por la tribu nómade; cuando a la correría de la
conquista y al azar de la guerra, sucede la faena agrícola, animada por
las fiestas de la paz, puede la historia trazar una raya de luz para decir
solemnemente: la civilización tiene aquí su aurora. (Urteaga, 1919, p. 997)
37
Figura 2. González Gamarra, F. (1927). Escena incaica. Fuente, Variedades, 09
julio 1927, Nº1010. Autor: Fernando Villegas.
1 Fue portada del número 124 de la revista Ilustración Peruana (14 de febrero de
1912).
38
Pasada la exposición de González Gamarra, cuyo único mérito
incontestable es el de su trabajo incesante en contra de sabe Dios cuántas
dificultades; después de la exposición clorótica de Devescovi. Devescovi -
está en la decadencia del indio- que le vale para un pasaporte de regreso,
se presenta Pantigoso trayéndonos algo legítimo, vívido y palpitante. No
es el incaísmo muerto. La letra agónica i abstracta donde hacen presa cien
apóstoles tergiversantes i malos intérpretes; tampoco es el expresionismo,
cubismo e vanguardismo. Libros de caballería modernos que secan el seso
a más de un caballero. Pantigoso no entra en la Sinagoga; se va al bosque
i a (la) pampa. No se codea con el grupo de escribas sutiles que discuten
el arte en la puerta del templo; prefiere irse a la caverna a la cabaña donde
llaman el bombo y la huifa indígenas, cada vez me convenzo más que el
arte no puede florecer sino allá donde la raza tiene una aspiración, una
alma unísona, donde el hombre i la naturaleza se juntan como dos fuerzas
puestas por Dios, hechas para una misma existencia (esto era el pueblo
de los Yncas (sic)) percibir ese vínculo que une el alma a la tierra, el barro
al soplo; ver el camino del anhelo; tomar el dolor y la alegría como licor
de una misma viña; no hacer de su espíritu una moneda con cruz i sello, i
exaltar sólo lo que está de consigo mismo, esa es la faena, no diré faena
sino ruta increada i latente del artista. Manuscrito de Ernesto More, París,
1927, (More, 1927, s/p.).
39
como Gregorio López Naguil, Rodolfo Franco, Jorge Bermúdez
o Gonzalo Leguizamón Pondal. Ellos se inclinarán a incorporar
en su arte los lenguajes del arte prehispánico sudamericano,
especialmente de raigambre inca. En este grupo estaban Alberto
Lagos, Roberto Ramaugé, Aníbal Nocetti, Tito Cittadini o el
mexicano Roberto Montenegro quienes acompañarían a Anglada
Camarasa a Mallorca en 1913, en vísperas de la gran guerra se
encontraban con el pintor catalán los argentinos Ricardo Guiraldes
y Alfredo González Garaño, quienes tiempo después darían origen
al Ballet Caaporá (Gutiérrez Viñuales et al., 2009, pp. 208-209).2
40
Estos diseños merecieron un artículo de Teófilo Castillo quien
destacaba la importancia de inspirarse en diseños precolombinos:
“Ved sus figuras. Un simple huaco hasta incorrecto de dibujo pero
sugestivo de línea y color se vuelve en sus manos una figura humana
dotada de vida y movimiento. Se torna en símbolo del propio vivir
del pueblo argentino” (1918, p. 961). El pintor peruano no solo
recomendó el proceder del artista argentino como un camino
viable a seguir, él mismo acompañó su artículo con propuestas
gráficas tomadas de la cerámica nazca (Figuras 4 y 5):
41
Figura 5. Castillo, T. (1918). Dibujos de huaco nazca. Fuente: Variedades, 05 de
octubre 1918, Nº553. Autor: Fernando Villegas.
42
Figura 6. Castillo, T. (1912). Afiche del III congreso de estudiantes americanos.
Fuente: La Crónica, Portada 02 de julio 1912. Autor: Fernando Villegas.
4 María Eugenia Yllia estudia las discusiones de los intelectuales como Urteaga y Tello
sobre la realización del edificio del Museo Arqueológico Víctor Larco Herrera. En su
artículo entra en juego la definición de cuál de los estilos debía ser representado
como el origen de la cultura peruana: Tiahuanaco o Chavín (Yllia, 2011, pp. 101-120).
44
Una de las artistas que aportó al reconocimiento del arte del Perú
antiguo es la pintora Elena Izcue. Hacia 1940 no solo reconoció
su importancia, sino que además enfatizó la importancia de
incorporarlo en la vida moderna, al respecto dijo:
45
Cada triquiñuela del arte textil; las más ingeniosas combinaciones de
colores que actualmente se conocen. Y más aún, en algunas de sus
técnicas y combinaciones de colorido sobrepasan en mucho a los trabajos
modernos. (Fernández, 1922:3007).
Este estudio motivó al museo a utilizar las telas peruanas como fuente
de inspiración para la vida moderna. El museo convocó a un concurso
con premios para los mejores trabajos en diseño sugeridos por sus
colecciones, incluso se publicó en Women’s wear. Esto motivó que
los estudiantes de diseño se convencieran del valor comercial y el
uso moderno en la industria textil de las telas peruanas. El artículo
menciona que van al museo alrededor de 300 estudiantes y que antes
ellos iban a París, no obstante, debido a los problemas ocurridos en
Europa, probablemente, la Gran Guerra, han encontrado inspiración
en las telas del Museo (Fernández, 1922, p. 3018). La importancia de
este artículo es un antecedente a seguir en la propuesta de Izcue, se
puede decir que este articulo enfatizaba en la necesidad de adaptar
los diseños del Perú antiguo a la vida moderna, especialmente en los
textiles industriales, aspecto que seguiría la pintora y, por tanto, es
fundamental este texto para entender su propuesta.
47
Figura 7. Izcue, E. (1924-1925). Diseño precolombino. Fuente: El arte peruano en
la escuela. Autor: Fernando Villegas
[Now i]s the great time - particularly [for] Atlantic nations. People who
[share] the same sea are neigbors.
[and] by disorganization.
48
[...]al constructive forces, have al-[ways] [bee]n in the hands of Atlantic na-
[tions.] Unless these Atlantic nations
[... brin]g down and destroy the civil-[ization] [t]hat men and women
through
6 [...] gente [...] al de dispos[ición] pensativa/ [por consig]uiente, si se dan cuenta/ [o] si
lo quieren o no, deben tomar/responsabilidades de ser [...] del mundo/[Ahora e]s el
gran momento –especialmente/para las naciones del Atlántico. Pueblos que/ [com-
parten] el mismo mar son vecinos. /[Ello]s llevan una tremenda respons[abilidad]/
sobre sus hombros porque ellos/[son h]erederos de la cultura europea,/la cultura
[atlá]ntica. Esta cultura está/[ame]nazada por la subpoblación, /[y] por la desorgani-
zación./[...]ración y liderazgo, estas/fuerzas constructivas [...]ales, sie[mpre] han/[es-
tad]o en manos de las na[ciones] del Atlántico[.]/Si no estas naciones del Atlántico/
[... y] toman sus responsabili[dades]/[...] la unidad mundial, fuerzas destructivas/[...
derribe]n y destruyan las civil[ización]/[q]ue hombres y mujeres a través de/[las eda-
des] han dado su vida para elevar. (Traducción realizada por el autor).
7 Hemos revisado el base de datos ProQuest Historical Newspapers pero no hemos
encontrado el artículo periodístico. Los diarios consultados son: The Globe and Mail
(Canada, 1844-2012), Los Angeles Times (EEUU, 1881-1992), The New York Times
(EEUU, 1851-2013), New York Tribune / Herald Tribune (EEUU, 1841-1962), Toronto
Star (Canada, 1894-2013), The Wall Street Journal (EEUU, 1889-1999), The Washing-
ton Post (EEUU, 1877-1999). (Fecha de consulta: 03 de noviembre de 2016)
49
José Sabogal. La fuente de Arones y el arte popular
8 Es preciso matizar este enunciado, ya que Sabogal, tanto en sus xilografías como
en el uso del color de sus retratos, dialoga con el expresionismo alemán siendo un
lenguaje conocido e incorporado en sus obras. No obstante, su mirada vinculada a la
arqueología y la etnografía sería central para definir su propuesta artística.
9 Las referencias al mundo inca como un pasado indiferenciado de la cerámica moche
está presente en el proyecto del alumno de la escuela de Bellas Artes Daniel Vásquez
Paz, quién presentó en la Exposición anual de 1926 un proyecto de fuente inca cuyos
motivos escultóricos representados aludían más a los ceramios moche por la presen-
cia del gollete estribo. (El amigo Fritz, 1927, s/p.).
50
Ollanta (gouache)10, donde claramente se identifica la representación
del Inti. Esta iconografía incaica en la obra de Sabogal estuvo presente
en las ilustraciones que realizó para las portadas de libros y revistas.11
No obstante, una de las obras que marcó su mirada del mestizaje fue
realizada en su segundo viaje a la ciudad del Cuzco (1925). La antigua
capital inca de muros pétreos superpuestos con paredes hispanas
fue singularizada en la Fuente de Arones (ca.1670) (Figura 8).12 La
representación de una figura antropomorfa de cuyo pecho emana agua,
de claras referencias a las estatuillas incas, fue un referente insustituible
para el proyecto de mestizaje artístico de Sabogal. Además, la figura
terminaba con un remate en forma de una cruz cristiana. Así se puede
observar en una foto de época que fue publicada por la revista Life y
así la represento en el óleo La fuente (1925) (Figura 9), en una xilografía
y una acuarela.13 Cuando, en 1931, se produjo el cambio de la Fuente
a otro lugar en el Cuzco, esto motivo la protesta de Sabogal.
10 Reproducido en Hogar, núm. 64, 1 de abril de 1921, Biblioteca Manuel Solari Sway-
ne, Museo de Arte de Lima.
11 Fue el caso de la Portada de partitura realizada para José María Valle Riestra, Ollanta,
reminiscencias (Lima: Guillermo Brandes & Co., 1921), donde incluyó diseños Naz-
ca. También las portadas de Amauta, núm. 5 (enero de 1927) y núm. 10 (diciembre
de 1927). No menos importantes son la portada de La exposición de la industria
minera en el Centenario de Ayacucho. Lima: Imp. Torres Aguirre, 1925; la portada
de Luis E. Valcárcel, De la vida inkaica (Lima: Editorial Garcilaso, 1925); la portada de
la Revista de la Sociedad Médica “Unión Fernandina” (Lima, núm. 1, abril de 1924),
la portada de Augusto Aguirre Morales, El pueblo del sol (Lima: Imp. Torres Aguirre,
1927) y, por último, la portada que realizó para Luis Alayza y Paz Soldán, Sinchi Mu-
naican (cuentos peruanos) (Lima: Talleres Gráficos “Gadola”, 1956).
12 Actualmente se encuentra ubicada en la esquina de la calle Arones, el conjunto está
adosado al muro del inmueble de la escuela Francisco Sivirichi.
13 Me refiero a La fuente de Arones, 1925, acuarela, colección privada, Lima y La fuente
de Arones, 1925, Xilografía, 18 x 16 cm, Banco Central de Reserva del Perú.
51
Esta campana famosa y la humilde fuente de Arones son huacas que
tienen el mismo profundo valor popular.
¡Qué contraste más grande con la insulsa fuente de la plaza mayor! Esa
figura ridícula de piel roja enseñoreando en el corazón del Cusco, como
precursor de la barbarie que se ensañara con la mujer de piedra, con la
mujer cusqueña de la fuente de Arones.
Figura 8. La Fuente de Arones (1670), esquina de las calles Arones y Nueva Baja, La
Fuente se encuentra en la escuela Francisco Sivirichi. Cuzco. Autor: Fernando Villegas
Figura 9. Sabogal, J. (1925). La fuente, óleo sobre lienzo, 1,20 x 1,05 cm, Colección
Mario López Olaciregui, Buenos Aires.
52
La representación de la figura inca sería retomada por Sabogal
en sus proyectos murales, tales como el Proyecto para mural
de 193814 o ya un cuerpo femenino completo en Desnudo de
india (1938)15. Es claro que la iconografía del mundo inca sirvió
a Sabogal como un elemento indispensable para su propuesta
de mestizaje y que el diseño precolombino era una realidad
inmanente en su propuesta. Sabogal y sus discípulos se basarían
en el color de la cerámica Nazca para realizar las acuarelas de
mates burilados del Instituto de Arte Peruano (ca.1948-1953)
(Villegas, 2008, pp. 66-67). Podemos afirmar que la obra gráfica
de Sabogal de los años veinte estuvo directamente relacionada
con el mundo incaico. El arte del Perú Antiguo, especialmente
el arte inca, visto a través de sus keros, sería un referente para
el sustento del arte popular. Stastny señaló la similitud entre los
frisos realizados por Sabogal y los keros (Stastny, 1989, p. 734).
En los tiempos de Sabogal esta mirada estaba relacionada con
sus aproximaciones al arte popular visto desde la década del
veinte en los keros y mates hasta sus miradas alegóricas de la
década del cuarenta.
53
Esta relación entre la vanguardia y los elementos del Perú antiguo
como realidad presente se pueden ver en los frisos que presentó
Domingo Pantigoso para la sala textil del Pabellón peruano en la
Exposición Iberoamericana de Sevilla (1929). También se conoce
que los diseños decorativos realizados en el interior del pabellón
por el pintor arequipeño estaban basados en los mantos Paracas,
los cuales habían sido recientemente descubiertos y se mostraban
por primera vez al mundo en Sevilla.
54
precolombino a la vida moderna. No obstante, propuestas como
las apenas reseñadas en la obra de Domingo Pantigoso, Camilo
Blas, Víctor Morey y Carlos Quizpez Asín nos permiten destacar la
importancia del diseño del Perú Antiguo y su vinculación con los
lenguajes de vanguardia en la primera década del siglo XX.
Referencias
Acevedo, S. (1997). Una visión andina del arte textil republicano. En:
De Lavalle José Antonio y De Lavalle Rosario (edit.) Tejidos
Milenarios del Perú, 731- 801. Lima: Integra AFP.
Cossio del Pomar, F. (1927). Desde París. Los salones de pintura. Variedades,
núm. 1010, Lima, 9 de julio, s/p.
El amigo Fritz (Seudónimo). (1927). El templo del arte. Los futuros amados
por las musas. Variedades, núm. 988, Lima, 5 de febrero, s/p.
Garrido, J. E. (1926). Mujeres del Perú. Elena Izcue. Variedades, núm. 963,
Lima, 14 de agosto, s/p.
55
Majluf, N. Wuffarden, L. E. (1999). Elena Izcue. El arte precolombino
en la vida moderna. Lima: MALI, Fundación Telefónica.
R.L.H. (1928). Dos artistas peruanas en París. Variedades, núm. 1073, Lima,
22 de setiembre, s/p.
Stastny, F. (1967). Breve historia del arte en el Perú. Lima: Editorial Universo S. A.
56
Urteaga, H. (1912). Bocetos históricos. El arte y la etnología. Ilustración
Peruana, núm. XX, Lima, 166-168.
Fernando Villegas
59
60
El arte contemporáneo y “lo social”. Apuntes
sobre una investigación en curso1
Mijail Mitrovic
61
Lo que voy a exponer en adelante es lo que llamo el “relato
convencional” sobre la emergencia del arte contemporáneo en el
Perú, notando, desde ya, que se trata de un discurso principalmente
arraigado en la experiencia de Lima. Desde luego, esto constituye
un problema, pero uno que no debemos cancelar tan rápidamente:
que la historia del arte contemporáneo “en el Perú” se haya escrito
principalmente sobre y desde Lima indica que esta historia es
producida una vez que las experiencias regionales pasan por el
campo artístico de la capital (curadores, instituciones, coleccionismo,
etc.). Lima, como Santiago y Buenos Aires, opera como el corazón
del discurso nacional sobre las artes y como el emplazamiento de
las principales instituciones que soportan la práctica artística. Para
revertir o modificar esta dinámica habría que discutir, en primer
lugar, cómo se ha (y se está) construyendo la historia.
1. El relato convencional
62
Lo anterior presenta el proceso general que puede complementarse
con las siguientes ideas. En la segunda mitad de la década del 60
surgieron en el arte de Lima ciertos impulsos experimentales que
evidenciaron una tendencia cosmopolita, cuyo exponente icónico fue
el grupo Arte Nuevo (López y Tarazona, 2007). Con los ojos puestos en
el auge del pop y en la desmaterialización del arte en Estados Unidos y
Europa, la tentativa de ese nuevo universalismo artístico, que buscaba
reemplazar la pintura abstracta propugnada por Fernando De Szyszlo
desde los cincuenta, se habría visto interrumpida por el súbito golpe
militar de Juan Velasco Alvarado (López y Tarazona, 2009; Villacorta
y Hernández-Calvo, 2002, pp. 36-38). Tras doce años de gobiernos
militares, hacia fines de los 70 el experimentalismo artístico se habría
convertido en una auténtica aventura política, orientada a la superación
del arte a través de su encuentro con el mundo popular. Los operadores
evidentes de este “nuevo paradigma” —que no es otro sino el arte
contemporáneo— serían el grupo Paréntesis y, posteriormente, E.P.S.
Huayco, seguidos durante la década del 80 por distintos colectivos
artísticos (Los Bestias, Grupo Chaclacayo, Taller NN, etc.).
3 Comentando la pugna entre figuración y abstracción en Lima entre fines del los 40 y
los 50, Villacorta y Hernández-Calvo (2002, p. 23) afirman: “Si para los ojos de algunos
la abstracción representaba una injustificada proscripción de lo local, para los ojos
de otros era la expresión de una nueva instancia de lo nacional que se ubicaba en
el contexto internacional. Dos polos estéticos, pero también de interpretación de la
situación nacional, estaban visiblemente en juego”. Ver, además, Majluf (2001).
4 Estos dos momentos fueron discutidos por Hugo Salazar del Alcazar (1983), compa-
rándolos a través de la noción de no-objetualismo propuesta por Juan Acha (2001
[1981]).
63
culto” y el “arte popular” que el gobierno militar buscó disolver al
otorgar el Premio Nacional de Cultura (Bellas Artes) al retablista
ayacuchano Joaquín López Antay en 1975, a manos del Instituto
Nacional de Cultura.5 Sin embargo, voy tras otro sentido de lo
popular, tal como aparece en el relato mencionado al inicio.
(…) desde finales de los años sesenta hemos sido testigos de los
desplazamientos humanos que constituyeron una transformación radical
del país. Fenómeno acentuado en los ochenta cuando el terrorismo
obligó a migrar a Lima en busca de la seguridad y del trabajo que se
carecía en el interior. Y Lima, europeizada y gris, nunca más volvió a ser la
misma. Felizmente. En un país endogámico como el nuestro, el hecho de
concentrarse en Lima representantes de todas sus culturas diluyó el mito del
“Perú profundo”, originado en aquellos tiempos que debíamos encontrar
nuestros orígenes en las zonas más recónditas. Sin embargo, las familias
que llegaban de las distintas regiones y que comenzaron ubicándose en
los alrededores de Lima, paulatinamente avanzaron a sus centros más
neurálgicos cambiando radicalmente el maquillaje de una ciudad que por
primera vez miraba a su interior. (Varios Autores, 2001, p. 15)
Un Nuevo Perú y una Nueva Lima donde el arte, como dice Guillermo
Nugent en el mismo catálogo, nos invita a “reconocer esta festiva
opacidad de los colores.” (Varios Autores, 2001, p. 18). Rodrigo
Quijano y Tatiana Cuevas, en la curaduría de Arte al Paso. Colección
contemporánea del Museo de Arte de Lima —2011 en Sao Paulo y
2013 en Bogotá—, afirman que la mayor parte de las experiencias
artísticas locales de los 70:
5 Sobre el premio y sus repercusiones, ver Castrillón (2001), Del Valle y Villacorta
(2008, p. 22) y Villegas (2013)
64
Buena parte del perfil de creación contemporánea local se ha visto
definido (…) por el siempre cambiante proceso de la realidad
peruana. En esa perspectiva, los temas de lo político y lo social, al
igual que la cita histórica y cultural son presencias importantes en el
ejercicio de la búsqueda visual. (2011, p. 20)
65
Aparece aquí la condición contemporánea de la producción artística
local: la asimilación de la sensibilidad de lo popular-emergente,
para usar la terminología del autor, o de forma más sencilla, del
mundo popular. Natalia Majluf reconoce también en el surgimiento
de un “nuevo paradigma de lo popular, basado en la cultura urbana,
producto de migraciones sucesivas de las provincias, que, desde
la década de 1950, iban transformando el rostro de la capital”
(2001, p. 141) un impulso que conectaba al velasquismo con el
Festival Contacta del grupo Paréntesis en 1979, buscando realizar
un arte radicalmente público a tono con la nueva escena urbana.7
Pero, ¿cuál era ese nuevo paisaje social a fines de los 70? De su
respuesta dependerá que comprendamos el contenido concreto
e históricamente localizado de un arte que se plantearía de allí
en más como un espacio que “ofrece la posibilidad para elaborar
perspectivas para entender y comunicarse con el entorno[,] de
manera que las distintas subjetividades puedan participar de algún
tipo de intercambio en el que la producción artística sirva como
intermediario e interlocutor.” (Villacorta y Hernández-Calvo, 2002,
p. 168-169)
7 Puede que Majluf sea la única en arriesgar una hipótesis sobre el desarrollo de la
fotografía contemporánea en Lima, partiendo de los impasses encontrados por el
impulso modernista de la fotogalería Secuencia a fines de los 70. Afirma que dichas
tentativas de autonomización del medio fotográfico se encontraron con el efecto Ve-
lasco: “(…) las consecuencias de la revalorización de lo andino propuesta por el régi-
men militar.” (2016, p. 17). La fotografía peruana tuvo que enfrentarse —por adhesión
o rechazo— a la cuestión de lo popular, al igual que el arte local.
8 La definición del arte contemporáneo como una práctica socialmente orientada atra-
viesa las distintas corrientes que Terry Smith plantea como aquellas que caracterizan
de forma no-sintética al “arte contemporáneo global”: la tradición modernista eu-
ropea y estadounidense, su apropiación/traducción/réplica a partir de los impulsos
coloniales y, finalmente, la estética relacional (2010, p. 334).
66
de clase o de masa —como es el caso del llamado mundo popular—.
68
Luis Freire y Mirko Lauer ofrecieron en la época en que el colectivo
operó, y poco después.9 Es decir, hay textos que aún no se articulan
bajo una historia crítica del arte contemporáneo local en la literatura
consultada.
(…) texto que está siempre en desacuerdo consigo mismo, un texto que
no conoce ni su arquetipo ni su genealogía (…) el texto es un tejido de
tropos y de figuras, un “artefacto que se autoconsume” y que siempre
vela lo que parece revelar, anula en el nivel figurativo de la enunciación
lo que parece estar diciendo en el nivel literal y a la inversa, y termina
presentándose a sí mismo como una especie interminable de “libre
juego” que no acepta el dominio de la lógica ni del racionalismo. (2011
[1999], pp. 526-527)
69
es, en última instancia, el centro de la posmodernidad). La postura
posmoderna en relación a la historia opera a través de mecanismos
estéticos antes que racionales, de manera que el relato convencional
genera un efecto de historicidad, logrando una garantía que hace
del arte una práctica socialmente cargada, a la vez que difumina
sus determinaciones históricas concretas. Pero no sólo se trata
de eliminar la noción de causalidad en la narrativa histórica, sino
que además inhabilita la crítica de sus efectos a la luz de la historia
posterior de los mismos fenómenos que indica como centrales a
su relato. De forma más simple: el arte contemporáneo local se
reconoce en este momento donde se encuentra con el mundo
popular, pero no se debe a él. Así, lo que sea que haya sucedido con
ese mundo popular, tal como fue registrado por artistas y científicos
sociales en los 80, no afectará la comprensión que tengamos hoy
de dicho relato.
71
Ahora bien, el problema con el relato convencional es que no le ha
otorgado el lugar adecuado al proceso que antecede al desborde
popular y que pone en juego el problema de lo popular como una
condición indispensable para todo proyecto político de carácter
nacional: me refiero al gobierno de Juan Velasco Alvarado. Lo que
allí se puso en marcha, más allá de sus éxitos y fracasos, fue una
refundación simbólica de la sociedad nacional, cuyo elemento
central fue la participación popular y cuya retórica, orientación
y objetivos se dejan ver en más de un proceso artístico, tanto
ocurrido al interior de la primera fase (1968-1975) como después
de la segunda bajo el mando de Morales Bermúdez. No olvidemos
que el problema de lo popular persistirá como el centro del debate
político durante toda la década de los 80. Completar el relato a
través de asignarle un lugar al proceso velasquista es el objetivo
“hacia atrás” en lo que concierne a mi investigación actual.
En 1976 Lauer ofreció una distinción entre crítica del arte y crítica
de arte, donde la primera aludía a una perspectiva histórica y social
del fenómeno artístico, que desarrolla “(...) la exploración de una
serie de vinculaciones de la práctica del arte y de su usufructo y
circulación con el resto de actividades e ideas vigentes en la
sociedad peruana (…)”, constituyendo un terreno de análisis previo
al de la crítica de arte, capaz de dotar a esta última de sentido y, en
sus palabras, de trascendencia. (2007 [1976]: 31) ¿Qué significa, en
mi opinión, “trascendencia”? Simplemente fuerza histórica: habilitar
que la crítica no solo comente al paso la coyuntura artística, sino
generar las bases para un debate que discuta la historia del arte
contemporáneo local, y así, entremos en una disputa por su sentido.
72
Referencias
Acha, J. (2011 [1981]). Teoría y práctica no objetualistas en América
Latina. En: Fondo editorial Museo de Antioquia (ed.), Memorias
del primer coloquio latinoamericano sobre arte no-objetual y
arte urbano. Medellín (pp. 75-88). Museo de Antioquia, Museo
de Arte Moderno de Medellín,
Buntinx, G. (ed.) (2005). E.P.S. Huayco. Documentos. Lima: CCE, IFEA, MALI
[Disponible también en OpenEdition: http://books.openedition.
org/ifea/4716]
73
Mitrovic, M. (2016). Radiografías de la contradicción. La Carpeta Negra del
Taller NN (Lima, 1988). Bisagra001, 94-102
74
75
76
Una idea de arte pluralista para una sociedad
multicultural
Herbert Rodríguez
78
La definición de cultura brindad por la Unesco expresa que cultura
abarca, además de las artes y las letras, a los modos de vida, las
maneras de vivir juntos, los sistemas de valores, las tradiciones y
las creencias (Unesco, 2001), y la definición de diversidad cultural
habla de variedad de expresiones culturales y distintos modos de
creación artística, “cualesquiera que sean los medios y tecnologías
utilizados” (Unesco, 2005, p. 4). Yo agrego: sea una escultura en
mármol o mural pintado con látex y espray o un retablo de madera
y pasta policromada Estas definiciones respetan el principio de
igual dignidad y respeto de todas las culturas (Unesco, 2005, p. 3).
79
Periodista: En sus lineamientos se dice que el ministerio debe estar en las
grandes discusiones nacionales. ¿Se referían al debate sobre la inversión
y a su papel en las consultas previas?
Ministra Álvarez: [Ríe] Imagínate, en lugar de debatir sobre libros y artes,
estamos en eso.
Periodista: Tremendo dolor de cabeza el tema de la interculturalidad.
Ministra Álvarez: Sí, creo que está acá porque el ministro Juan Ossio era
antropólogo, por deformación profesional [ríe].
Referencias
82
(2015, 17 de marzo). Los murales son un horror de lo que pasa
en Lima. Entrevista con RPP Noticias. Recuperado de: http://rpp.
pe/lima/actualidad/fernando-de-szyszlo-los-murales-son-un-
horror-de-lo-que-pasa-en-lima-noticia-778765 Consulta: 20 de
agosto de 2016.
83
Herbert Rodríguez
(Lima, 1959)
84
85
86
Murales en movimiento: Analizando eventos
sociales como performance
Alexander Huerta-Mercado
Reglas de juego
Carnaval y tricksters
Turner ubica dos tipos de rituales importantes: los de pasaje que buscan
hacer cambiar de status a los participantes (por ejemplo, convertirse en
hombre adulto, miembro del grupo, convertirse en líder) y los ritos de
inversión que “ponen de cabeza” al mundo (Turner, 1988).
Tú sabes, a los peruanos les gusta hacer esos chistes subidos de tono
cuando te ven, o sea en una despedida de solteros, pero tú debes
pararlos con otro chiste. Le pregunto a uno por ejemplo delante de
93
todos “¿Te gusta el sexo anal?”, me dice “¡sí!” y yo le repregunto “¿y no
te duele?” y todos nos reímos. O le pregunto a otro, “¿Donde quieres
besarme?”, haciéndome la inocente. Lo hago cerrar los ojos y traigo a uno
de los bailarines hombres para que lo bese. Cuando las personas están
borrachas, muy borrachas, siempre hay una oportunidad de derrotarlos.
Tienes que estar siempre un paso adelante.
Hago a los más agresivos, los más mañosos, que salgan al frente de todos.
Les hago quitar la camisa, lucen su panza y nos burlamos con todos.
Los hago danzar conmigo y si se acercan mucho les cojo la nuca y los
samaqueo y comienzo a hablarles como a un niñito y les digo “pobrecito,
su mamá no le enseñó a comportarse”. Algunas veces el tipo es muy
agresivo, entonces le sacó la correa, no solo la camisa, lo pongo en mis
piernas como niñito y lo azoto en la espalda, le dejo marcas en la espalda,
para que su mujer lo vea cuando llegue a casa.
Referencias
Elias, N. y Dunning, E. (1986). The Quest for Excitement: Sport and Leisure
in the Civilizing Process- New York: Basil Blackwell.
Foucault, M. (1980). The History of Sexuality. (Vol. 1). New York: Vintage
96
Goffman, E. (1967). Interaction Ritual: Essays on Face to Face Behavior.
New York: Anchor Books
Taylor, D. (2003). The Archive and the Repertoire. Performing Cultural Memory
in the Americas. Durham: Duke University Press
Alexander Huerta-Mercado
97
98
(re)ACCIONES PÚBLICAS
intervenciones, activismos y ocupaciones. Centro Histórico de
Lima 1992-2016
Carlos León-Xjiménez
Contexto
Ejes temáticos
Objetivos
Plataforma activa
Experiencia realizada
Documentación y contacto
http://reaccionespublicaslima.wordpress.com
https://youtu.be/b5BGXj9tSGM
reaccionespublicaslima@gmail.com
103
Carlos León-Xjimenez
(Lima, 1970)
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105
106
4
En el mapa del
Diseño: investigar
para innovar
107
108
Designvestigación. Construcción y práctica
metodológica en los proyectos de diseño
Sandra Tineo
110
funcional, comunicativo, social y, ahora, ecológico, conforme los
metarrelatos (Canclini) del mundo han ido cambiando, pero con la
irresponsabilidad que ello representa. Sin embargo, esto conlleva
un problema grave para la disciplina, en relación a cómo nos ven
desde la academia, la sociedad, el mercado, el Estado; de hecho,
el diccionario lo define como algo funcional y bonito, en una
palabra: superficial.
111
algo que las otras disciplinas ya poseen. Por ejemplo, los diversos
diseños no responden a un único orden social, discursivo ni estético
de acuerdo a su contexto. El diseño como disciplina es un poco
esquizofrénico. En realidad, ha cambiado todo, menos el diseño, su
función expresiva.
Tres ejes:
Conclusiones
Referencias
Becker, H. (2008). Los mundos del Arte. Sociología del trabajo artístico.
Buenos Aires: Universidad Nacional de Quilmes.
119
Sandra Tineo Sanguinetti
120
121
122
Dimensiones de la investigación literaria y del
diseño gráfico
Carla Sagástegui
Relaciones interdisciplinarias
En el marco del diseño gráfico, cabe preguntarse por los campos que
han crecido afines, como la semiótica, estudios de comunicación,
estudios culturales, la psicología del consumidor y la historia del
arte en particular, pues el siglo XX se cierra con el debate de la
incorporación o no del diseño a la categoría de arte, y con la duda
de si existe o no una teoría propia del Diseño Gráfico. Como señala
Verónica Devalle (2007), existe mucha teoría, pero naturalizada hasta
tal punto que la discusión es muy débil en los debates académicos
pero que se puede ver reflejada en los planes de estudios de las
universidades del mundo entero, en los conceptos que en ellos se
trasmite y en la sólida historia del diseño.
125
El autor
Con el diseño gráfico ocurre que autores como Saúl Bass o Milton
Glaser son tomados como hitos en su historia, pero aún no se ha
difundido estudios que logren cruzar las fronteras biográficas y
abrirse a una comprensión de la sociedad.
126
Podemos afirmar que la crítica literaria del siglo XX buscó aportar
hacia la literatura en sí, las relaciones que estableció en sus fronteras
con otras disciplinas. Y utilizó en el marco de esta mirada social,
formas conceptuales, como la risa o el desarraigo, para realizar desde
ahí estudios comparativos de estrategias discursivas del autor. Nace
con ello una ética que ya no trata de una comparación simplemente
retórica de factores sociales inmediatos que influyeron, sino de la
conciencia de la sociedad presente en la obra literaria. Hace falta
desarrollar lecturas críticas en el diseño gráfico de manera que nos
confronten con la presencia real de la cultura en la comunidad.
128
sentido original cristiano que condujo su desarrollo como forma de
pensamiento. Este nació de la problemática relación entre los dos
Testamentos, pues el acontecimiento cristiano tenía que interpretar
la escritura judaica anterior. Era problemática en tanto los dos textos
mantenía una relación ambigua: “cambia su letra en espíritu, como
el agua en vino”. Con las obras literarias y artísticas ocurre algo
similar cuando deben ser investigadas, pues en el hecho se trata de
una interpretación entre el “texto” del autor y el “texto” del crítico.
Sentido histórico
Una trama literaria casi universal del mito es la de ser el héroe para
salvar y engrandecer a su sociedad. Es por supuesto este, un anhelo
de alcanzar la cima del reconocimiento social. Ulises es uno de los
ejemplos más antiguos de ese héroe que no acepta la inmortalidad
física ofrecida por Calipso, pues aunque muerto prefiere trascender
en la memoria de los griegos. Estas tramas funcionan en los estudios
literarios como elementos constantes que dan pie a la primera
área o dimensión de investigación, y que permiten un anclaje que
a lo largo del tiempo permite comparar y distinguir la diversidad
de formas de representación metafórica y gráfica que se han
acumulado a lo largo de la historia; en síntesis, una comprensión
histórica de nuestro pasado cultural. ¿Cómo representaba al héroe
la cultura clásica, la edad media, el renacimiento, el romanticisimo,
el existencialismo? ¿Cómo lo representa la posmodernidad? Esta
fue una manera de establecer una historia de modos ficcionales y
corrientes estéticas, incluso previa a los estudios literarios.
2 Tal como establece Henry de Lubac en Medieval Exegesis: The four senses of Scrip-
ture (1998 [1959]).
129
Existe en Diseño gráfico una larga tradición de manuales y registros
históricos, pero citando la postura de Devalle, resulta sorprendente
“la ausencia de un modo de historiar que permita reconstruir el
proceso de constitución del Diseño, ya no como una práctica gráfica
o industrial, sino antes bien como una disciplina” (2007). La autora
plantea algunas opciones, como el “saber proyectual” o los criterios
disciplinarios que existen hoy en día y que no se han estudiado
en los saberes artesanales de la creación de las primeras Biblias
impresas, por dar un ejemplo.
Sentido teórico
Sentido ético
Sentido mediático
131
Referencias
Adorno, T. (1962). Apuntes sobre Kafka. En: Prismas. La crítica de la cultura
y la sociedad, (pp. 260-292). Barcelona, Ariel.
132
española de investigaciones sociológicas. 84, 223-242.
Carla Sagástegui
(Lima, 1971)
133
134
El diseño especulativo
Antonio Palacios
1. Introducción
136
Figura 1. Dunne, A., & Raby, F. (2013). PPPP [Ilustración]. En Dunne, A., &
Raby, F., Speculative everything: Design, fiction, and social dreaming (p. 16).
Massachusetts: MIT Press.
138
La necesidad de obtener una respuesta del público se entiende
en tanto que los proyectos de especulación, como mencionamos
anteriormente, buscan generar un cambio más radical que el que
podría hacerse a través del diseño tradicional. Si tomar como
referencia al cine o la literatura nos puede ayudar a canalizar mejor
el mensaje del proyecto, ¿por qué no hacerlo? Anthony Dunne
concuerda con esta visión y nos invita a mirar más allá del diseño y
considerar la mayor cantidad de “herramientas” no sólo para idear
productos sino para concebir mundos alternos o futuros hipotéticos.
(Dunne, 2013, p.14)
3.1. Conceptualizar
139
negativas de ciertos productos. Finalmente, esto nos lleva a evaluar
implicancias morales y éticas de ciertos objetos ficcionales. Esto se
entenderá mejor con el siguiente ejemplo.
140
Figura 2. Palacios, A. (2014) Refugee’s Multi-purpose Data Gathering Device
[Fotografía]. Recuperado de http://antonio-palacios.com/politically/
3.2. Cuestionar
141
Algunas de las estrategias para la elaboración de un proyecto
especulativo de esta naturaleza incluyen el uso del “diseño oscuro”5
(es decir, revertir la idea de que el diseño debe relacionarse
siempre con lo agradable y placentero); recurrir a la controversia
para enfatizar el mensaje e iniciar un diálogo saludable; y el uso de
la ironía y el humor como armas para conectar con el público.
3.3. Imaginar
5 El término empleado por Dunne y Raby es dark design y se refiere a que, al igual que
la vida misma, el diseño no tiene porqué siempre relacionarse con aspectos positivos
y que tengan una estética visual agradable. Esto, según los autores, limita el radio de
acción de los diseñadores.
6 Traducción del autor.
142
un giro y proponer una nueva realidad, apelando a la imaginación
de la audiencia. Esto va más allá de un mero supuesto ya que la
especulación va dirigida, como se ha visto, a realizar una crítica
social o política. Auger menciona, como ejemplo, el proyecto The
Golden Institute, desarrollado por Sascha Phflepp. En resumen,
nos hace pensar qué hubiera sido del futuro de Estados Unidos
si Jimmy Carter hubiera ganado las elecciones en 1980. En dicha
contienda, Carter se enfrentó a Ronald Reagan. La apuesta del
primero estaba en las energías renovables mientras que el segundo
apoyaba a los combustibles fósiles. Si miramos en retrospectiva
veremos cómo hoy en día, en el marco de la crisis del petróleo y la
necesidad de conservar nuestros recursos naturales, la propuesta
de Carter hubiera modificado radicalmente nuestra situación. El
trabajo de Phflepp incluye un video instructivo a la usanza de los
años 90 donde se explicaban los logros alcanzados por el gobierno
de Carter en el uso de energías naturales.7
143
será una indicación para contactar al ser humano más próximo o nos
dará pautas para fijarnos en las señales físicas de nuestro entorno
(por ejemplo, signos en las calles).
144
4.3. Nice, Nice, Very Nice (Lucia Mendelova)
8 Concepto elaborado por Ian Bogost en el libro Alien Phenomenology or What It’s
Like to Be a Thing.
9 Se trata de un análisis sobre la aparición de fenómenos nativos del entorno digital
en nuestro mundo y la interconexión entre lo virtual y lo real elaborado por James
Bridle.
10 Steven Shaviro, Levi Bryant, Graham Harman y Quentin Mellissoux son los principa-
les representantes de esta corriente filósofica contemporánea.
11 Traducción del autor.
145
réditos económicos. Las ideas que propuso Platón se banalizan
aquí, convirtiendo a la filosofía en un commodity más.
5. Conclusiones
146
2011, p. 274). Podemos decir, por lo anterior, que parte del éxito
de un proyecto de especulación será relacionar el presente con
hechos ficcionales y presentarlos/argumentarlos de manera tal que
resulte convincente para el espectador. El autor debe, por tanto,
tener cierta pericia al momento de elaborar una narrativa que sirva
de base para el proyecto que quiera desarrollar. El proyecto de
Mendelova Mendelova ejemplifica este aspecto. En la descripción
de Nice, Nice, Very Nice se puede leer lo siguiente:
147
Referencias
Auger, J. (2013). Speculative Design: Crafting the Speculation. Digital
Creativity, 24(1), 11-35. doi:10.1080/14626268.2013.767276
Dunne, A., & Raby, F. (2013). Speculative Everything: Design, Fiction, and
Social Dreaming. Massachusetts: MIT Press.
Jowett, B., & P. (1986). The Republic. Buffalo, NY: Prometheus Books.
Antonio Palacios
(Lima, 1982)
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