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Introducción.
Cada vez que los bongueros iniciaban un nuevo viaje, solían decir:
¿Con quién vamos? ¡Con Dios y con la Virgen! Era una expresión un
poco extraña, pero a la vez necesaria entre ellos, para sentirse
protegidos, ya que en unas tierras anchas y bravas, solicitar socorro
era algo completamente inútil.
De tener un mensaje subliminal contra el dictador de aquella época, que bueno que se mantuvo
así de subliminal, porque el propio dictador no lo distinguió tan fácilmente, a diferencia de
muchos que leímos está novela, al grado de comentar: Ese libro no puede ser contra mí porque
es muy bueno. Yo también comparto la opinión del dictador.
Presento a continuación un análisis que he realizado de esta novela junto a las dos versiones
que mencioné anteriormente. Se que debería analizar todas las adaptaciones del texto de
Gallegos, pero para ello tendría que revisar cada una de las mismas. Además, las dos versiones
que escogí, son las más conocidas entre nosotros.
Rómulo Gallegos.
Nació en 1884 en Caracas, en el seno de una familia de escasos recursos económicos. Realizó
estudios en el Seminario Metropolitano y posteriormente en el colegio Sucre.
Desempeñó el cargo de jefe de estación del ferrocarril central entre 1906 y 1908. Contrajo
matrimonio en 1912 con Teotiste Atocha. Posteriormente se unió a la revista El Cojo Ilustrado,
donde publica el cuento Las rosas.
En 1912 fue nombrado director del Colegio Federal de Barcelona, después subdirector del
Colegio de Varones de Caracas y a la postre, director del mismo. Luego ejerció como subdirector
de la Escuela Normal hacia 1918.
Sin embargo, su separación del poder se debió al Golpe de Estado de 1948, liderado por Carlos
Delgado Chalbaud. Gallegos se traslada a México. Entre 1953 y 1954 radica en los Estados
Unidos. Regresó a su país en 1958. Obtuvo el Premio Nacional de Literatura y fue electo
miembro de la Academia de la Lengua.
En 1960 fue elegido como comisionado y como el primer presidente de la recién creada
Comisión Interamericana de Derechos Humanos, cargo que ejerció hasta 1963. Desde entonces
vivió en Caracas hasta el día de su muerte, acaecida en 1969.
La novela.
Rómulo Gallegos escribió varias novelas de corte nacionalista y regionalista. Ninguna de ellas
destacó como Doña Bárbara, al ahondar en las relaciones del hombre con su medio ambiente
de una forma tan magistral y creativa.
Está novela, al igual que otras novelas de corte regionalista, apunta los principales problemas
políticos, económicos y sociales, no sólo de Venezuela, sino de toda Hispanoamérica: el
caudillismo, el latifundio, la corrupción del gobierno, la explotación del hombre y la naturaleza,
el grave desequilibrio económico, la presencia de intereses extranjeros, etc. El autor logra en
esta obra un balance del país, un texto donde se puedan leer los recursos, los límites y alcances
del hombre venezolano frente a la realidad de su país.
La trama transcurre a finales del siglo XIX y toda ella se desarrolla en el llano venezolano. Tal
pareciera que la novela estuviera condenada a convertirse en una visión localista de un hecho
propio de aquellas tierras, sin interés para el público foráneo, pero Gallegos obvió esta objeción
construyendo unos personajes vigorosos, una trama llena de momentos inesperados, un estilo
cargado de extraordinarios recursos literarios y unas dotes descriptivas de una belleza
prodigiosa.
Por su carácter, podemos afirmar que es una novela realista, en el sentido de que hay en ella
una observación profunda del mundo, hay una marcada descripción, procedimiento éste afín a
los escritores del realismo; tiene una intención más allá de lo literario, es decir, un fin social y
sus personajes no se mueven sólo por su propia voluntad, sino que están condicionados por el
medio. Su sustancia, es el paisaje de los llanos de Apure. Algunos críticos observan que el llano
enloquece al igual que la monotonía de la selva; otros en cambio dicen que su función no es
igual a la de la selva, sino que es sólo el marco en que se desarrollan las luchas de los hombres
entre sí.
En el llano venezolano, como en el medio rural en general de todos los tiempos, la única regla
que existía era la de la supervivencia, la de imponerse a los demás a través de la fuerza o de la
astucia. A ese llano, con la intención de tomar las riendas de una hacienda familiar, se dirige
Santos Luzardo, un hombre que nació en ese medio pero por azares del destino, cargadas de
brutalidad y muerte se crió en Caracas, donde se doctoró en Derecho y aprendió una nueva
manera de afrontar la realidad, mucho más racional. Durante esa época de aprendizaje, su
hacienda fue mermando y terminó siendo saqueada por administradores sin escrúpulos que
trataban de enriquecerse a costa de la propiedad de otro.
Detrás de ese saqueo continuo, siempre aparecerá la misma figura: una mujer bellísima, cruel,
ambiciosa y cerril, conocida por todos como Doña Bárbara. En realidad no es más que una
víctima más de la barbarie de su entorno, pero precisamente por ello, se erige como la
portadora de todas esas costumbres que ella tuvo que sufrir en su propia piel, en esa primitiva
idea de que es preciso pisar antes de que te pisen.
"NO OBSTANTE EL HABER TRASPUESTO YA LOS CUARENTA, ERA TODAVÍA UNA MUJER APETECIBLE, PUES SI CARECÍA
EN ABSOLUTO DE DELICADEZAS FEMENILES, EN CAMBIO, EL IMPONENTE ASPECTO DEL MARIMACHO LE IMPRIMÍA UN
SELLO ORIGINAL A SU HERMOSURA: ALGO DE SALVAJE, BELLO Y TERRIBLE A LA VEZ.
TAL ERA LA FAMOSA DOÑA BÁRBARA: LUJURIA Y SUPERSTICIÓN, CODICIA Y CRUELDAD, Y ALLÁ EN EL FONDO DEL
ALMA SOMBRÍA, UNA PEQUEÑA COSA PURA Y DOLOROSA: EL RECUERDO DE ASDRÚBAL, EL AMOR FRUSTRADO QUE
PUDO HACERLA BUENA. PERO AUN ESTO MISMO ADQUIRÍA LOS TERRIBLES CARACTERES DE UN CULTO BÁRBARO
QUE EXIGIERA SACRIFICIOS HUMANOS: EL RECUERDO DE ASDRÚBAL LA ASALTABA SIEMPRE QUE SE TROPEZABA EN
SU CAMINO CON UN HOMBRE EN QUIEN VALIERA LA PENA HACER PRESA".
Sin duda, doña Bárbara es un personaje de una bellísima fuerza, que está presente en todo el
libro aun cuando no aparece entre las páginas de la novela. Lo abarca todo. Cada
acontecimiento o cada escena tienen su origen y
su final en los designios de doña Bárbara. Sin
embargo, el principal protagonista de la obra es
Santos Luzardo, que lejos de mostrar la típica
ingenuidad del hombre llegado de la ciudad, se
impone con sus ideas civilizadoras a los atropellos
continuos que sufre por culpa de doña Bárbara.
"AQUÍ NO HAY SINO DOS CAMINOS, MATAR O SUCUMBIR. TÚ ERES FUERTE Y ANIMOSO Y PODRÍAS HACERTE
TEMIBLE. MÁTALA Y CONVIÉRTETE EN EL CACIQUE DEL ARAUCA. LOS LUZARDOS NO FUERON SINO CACIQUES, Y TÚ
NO PUEDES SER OTRA COSA, POR MÁS QUE QUIERAS. EN ESTA TIERRA NO SE RESPETA SINO A QUIEN HA MATADO.
NO LE TENGAS GRIMA A LA GLORIA ROJA DEL HOMICIDA".
Por supuesto, Doña Bárbara no sería una obra maestra si esa lucha se mostrara de una forma
maniquea, de buenos y malos, de personajes de una pieza. Hay muchas derrotas, muchas
concesiones y alguna victoria en ese encuentro entre dos personalidades vigorosas, aderezados
con el telón de fondo de la Naturaleza salvaje y caprichosa, que pronto se convierte en un
personaje más de la novela.
"EL LLANO ENLOQUECE, Y LA LOCURA DEL HOMBRE DE LA TIERRA ANCHA Y LIBRE ES SER LLANERO SIEMPRE. EN LA
GUERRA BUENA, ESA LOCURA FUE LA CARGA IRRESISTIBLE DEL PAJONAL INCENDIADO EN MUCURITAS Y EL RETOZO
HEROICO DE QUESERAS DEL MEDIO; EN EL TRABAJO: LA DOMA Y EL OJEO, QUE NO SON TRABAJOS, SINO
TEMERIDADES; EN EL DESCANSO: LA LLANURA EN LA MALICIA DEL «CACHO», EN LA BELLAQUERÍA DEL «PASAJE», EN
LA MELANCOLÍA SENSUAL DE LA COPLA; EN EL PEREZOSO ABANDONO: LA TIERRA INMENSA POR DELANTE Y NO
ANDAR, EL HORIZONTE TODO ABIERTO Y NO BUSCAR NADA; EN LA AMISTAD: LA DESCONFIANZA, AL PRINCIPIO, Y
LUEGO LA FRANQUEZA ABSOLUTA; EN EL ODIO: LA ARREMETIDA IMPETUOSA; EN EL AMOR: «PRIMERO MI
CABALLO».
En esta abierta batalla que se libra entre los dos enemigos, se entrecruza a su vez una curiosa
historia de amor. Si han venido a buscar manidas escenas románticas, no las encontrarán
fácilmente, sino que, adaptándose al medio en que se desarrolla, el amor en esas tierras tiene
un componente de pasión malsana y de astucias dolorosas, de silencios vanidosos y arteras
supersticiones. La relación entre doña Bárbara y Santos Luzardo se enturbia de motivos ocultos
y nada hace sospechar el final de la historia entre ambos, así como de otros personajes que van
ganando presencia e importancia conforme avanza la trama. Refutando el prestigio de las
tramas actuales, en las que nada es lo que parece, en Doña Bárbara todo es como parece, el
autor pone todas las cartas sobre la mesa y las baraja a su antojo delante del lector con un
sentido común envidiable.
"ES LA VIDA HERMOSA Y FUERTE DE LOS GRANDES RÍOS Y LAS SABANAS INMENSAS, POR DONDE EL HOMBRE VA
SIEMPRE CANTANDO ENTRE EL PELIGRO. ES LA EPOPEYA MISMA. EL LLANO BÁRBARO, BAJO SU ASPECTO MÁS
IMPORTANTE: EL INVIERNO, QUE EXIGE MÁS PACIENCIA Y MÁS AUDACIA, LA INUNDACIÓN, QUE CENTUPLICA LOS
RIESGOS Y HACE SENTIR EN EL PEDAZO DE TIERRA ENJUTA LA ENORMIDAD DEL DESIERTO; PERO TAMBIÉN LA
ENORMIDAD DEL HOMBRE Y LO BIEN ACOMPAÑADO QUE SE HALLA, CUANDO, NO PUDIENDO ESPERAR NADA DE
NADIE, ESTÁ RESUELTO A AFRONTARLO TODO".
"SE QUEDÓ CONTEMPLADO, LARGO RATO, A LA HIJA FELIZ, Y AQUELLA ANSIA DE FORMAS NUEVAS DE TANTO LE
HABÍA ATORMENTADO, TOMÓ CUERPO EN UNA EMOCIÓN MATERNAL, DESCONOCIDA PARA SU CORAZÓN.
Cuando Doña Bárbara se sacrifica, cede su poderío, ese sacrificio enjuga todas las cuentas
pendientes y entonces los personajes se colectivizan y ganan en conjunto lo que pierden por
separado. El sacrificio es el medio para poder restablecer los equilibrios turbados y a través de la
expiación se redimen. Después de todo, el chivo expiatorio es una necesidad social. Este acto
inicial y final que ejecuta Doña Bárbara verifica las jerarquías, pone a cada cual en su lugar y
restaura el orden social.
SE SUPONE QUE SE HAYA ARROJADO AL TREMEDAL PORQUE HACIA ALLÁ LA VIERON DIRIGIRSE, CON LA SOMBRA DE
UNA TRÁGICA RESOLUCIÓN EN EL ROSTRO; PERO TAMBIÉN SE HABLA DE UN BONGO QUE BAJABA POR EL ARAUCA Y
EN EL CUAL ALGUIEN CREYÓ VER A UNA MUJER.
LO CIERTO ES QUE HABÍA DESAPARECIDO, DEJANDO SUS ÚLTIMAS VOLUNTADES EN UNA CARTA PARA EL DOCTOR
LUZARDO, Y LA CARTA DECÍA:
"NO TENGO MÁS HEREDERA SINO A MI HIJA MARISELA, Y ASÍ LA RECONOZCO POR ÉSTA ANTE DIOS Y LOS
HOMBRES. ENCÁRGUENSE USTED DE ARREGRARLE TODOS LOS ASUNTOS DE LA HERENCIA"
En la novela de Rómulo Gallegos, las sombras nunca se diluyen porque nunca hubo campo de
victoria. La comprensión y la significación del mensaje de esta pieza narrativa y su destino final
se facilita por la redundancia de los temas. El carácter reiterado del enfrentamiento bilateral
(Civilización/Barbarie) le concede la estructuración definitiva a la obra.
Al final del día, gracias a la obra de Gallegos, Venezuela sale del criollismo literario para alcanzar
la cima del género de la novela, tanto con una estructura íntegra como con un lenguaje propio y
una temática nacional reveladora y cautivante. es por ello que su realismo llega más allá de la
observación profunda del mundo y permanece vivo hoy en día.
Adaptaciones.
Al ser Doña Bárbara una novela realista que va más allá de lo literario y que perseguía un fin
social le permitió que fuese adaptada en Cine, Radio, Televisión y hasta en Opera, de lo cual
hablaremos en este apartado.
Cine
Doña Bárbara fue llevada a la pantalla en 1943, producida por Clasa Films,
(originalmente Jesús Grovas), dirigida por Fernando de Fuentes y protagonizada por la
actriz mexicana María Félix, quien deslumbró desde el primer instante al mismo Rómulo
Gallegos que adaptó y escribió el guion con Fernando de Fuentes. Esta versión dura 138
minutos y tiene sonido monoaural. La fotografía es de Alex Phillips, la escenografía de
Jesús Bracho y la música de Francisco Domínguez y Prudencio Esaá.
La versión argentina de Doña Bárbara data de 1998, con guion y dirección de Betty
Kaplan.
La versión salvadoreña de Doña Bárbara fue realizada por Daniel Polanco y CECCO
Producciones en el 2012, estuvo protagonizada por Jocelyn Recinos, David Rodríguez
López y Ángeles Polanco.
Radio
Una versión radiofónica de Doña Bárbara fue trasmitida por la radio de Cuba en 1942
con las voces de la actriz española María Valero y Ernesto Galindo en el programa La
Novela del Aire y posteriormente por la gran actriz cubana Raquel Revuelta y Manolo
Coego, dirigidos por Roberto Garriga en la televisión de la empresa CMQ.
Televisión
Con respecto a esta última, cabe destacar que en realidad es una versión libre de la novela de
Gallegos, ya que toda la trama se realiza en un ambiente urbano y en un tiempo moderno,
aunque no se aleja del mensaje que planteó el autor y es similar a la versión de 2008. Además,
se realizó una segunda temporada de la misma, la cual fue estrenada a principios de 2020, en la
se presenta una trama totalmente distinta a la novela de Rómulo Gallegos y que a su vez, es la
continuación de la anterior.
Ópera
Aún a pesar de todo, la película ocupa el lugar 75 dentro de la lista de las 100 mejores películas
del cine mexicano, según la opinión de 25 críticos y especialistas del cine en México, publicada
por la revista Somos en julio de 1994.
Junto a María Félix, también participaron Julián Soler en el papel de Santos Luzardo y María
Elena Marqués como Marisela Barquero.
Doña Bárbara (telenovela de 2008)
Hacia el año 2007 Patricio Wills, Roberto Stopello y la plana ejecutiva de la cadena Telemundo
comisionaron a la guionista venezolana Valentina Párraga la elaboración de un estudio para
evaluar si resultaba factible producir una telenovela basada en la novela de Gallegos, para un
público hispanoamericano. Trasladar esta obra a un formato de melodrama romántico dividido
en capítulos de casi una hora requirió releer la obra original, analizar a los personajes principales
y buscar formas de que gusten al público en tiempos modernos. En este análisis, la producción
decidió mostrar la verdadera esencia de Doña Bárbara sin miramientos ni juicios de valor,
explicando que el motivo de sus acciones inescrupulosas y vengativas está justificado por su
pasado cruel y su forma de lucrarse en un mundo masculino y terrible. En su momento Gabriela
Spanic fue la elección primaria para encarnar al personaje, pero su embarazo se lo impidió, por
lo que el rol recayó en la actriz mexicana Edith González.
Inicialmente, la escritora ubicó la novela en los años 1930 para mantener continuidad con la
original, pero la producción decidió situarla en un tiempo indefinido, dando lugar a numerosas
inconsistencias ambientales y psicológicas. Párraga le dio en la adaptación mayor cavida a
muchos personajes secundarios a penas mencionados en el libro, creó otros como Cecilia Vergel
y Gonzalo Zuloaga, además de crear un nombre para un pueblo cercano a Altamira, al cual se
nombró «El Progreso».
Originalmente, la telenovela estaba pensada para 130 capítulos, pero debido a su éxito la
cadena la extendió hasta 191, por lo que las historias secundarias se prolongaron más. Aunque
muchos diálogos, tramas, elementos como la naturaleza como fuente del retraso y origen de la
barbarie y el mundo mágico-religioso latinoamericano se mantuvieron en la adaptación, el
personaje de Santos Luzardo fue humanizado, se le dieron numerosos conflictos interiores y
momentos coléricos y pasionales causados por la violencia que corre por la sangre de su familia,
y se enfatizó su constante lucha contradictoria con sus sentimientos y principios morales, que lo
obligaban a debatirse entre la «madre terrible y la hija tierna».
Según afirma la guionista, en su fase impulsiva y voluble Santos se enamoraría de Doña Bárbara
(lo cual obviamente no ocurre en la obra original) para después, gracias a la parte sana y
racional de su psiquis y su corazón, encontrar la salvación de su espíritu en los brazos de
Marisela. Este triángulo amoroso, desarrollado por Párraga y ya usado antes en producciones
como Lazos de familia o Señora, desató gran polémica entre el público de la telenovela. Aunque
el triángulo es a penas sondeado en el libro de Gallegos, la escritora lo usó para añadir el
romance que no existe en la obra original, impulsado por los caracteres femeninos principales
(Doña Bárbara y Marisela) a quienes Párraga describe como «unas verdaderas guerreras
generadoras de conflicto»
A mí parecer, el melodrama cumplió los objetivos que que se propusieron para la misma, aun a
pesar de las sensaciones que provocó en el público. Sé que, efectivamente no se podía
presentar en la televisión la trama del libro tal cual lo plantea Rómulo Gallegos, pero considero
que se hubiera hecho uno que otro juicio de valor sobre los personajes centrales, para que al
finalizar, el público no se hubiera quedado solo con uno de ellos, sino que también entendiera a
los otros dos a la luz del que más le hubiera agradado. Todo eso hizo que la telenovela tuviera
un enfoque más comercial que literario, cuando debió haber un determinado equilibrio entre
ambos polos y no haberle dado más peso a uno de ellos, tal y como muchos hubieran querido.
Y estoy de acuerdo con Párraga en que difícilmente el melodrama tuviera el típico "y vivieron
felices para siempre", ya que al final, la sombra de Doña Bárbara perseguirá para siempre a
Santos y a Marisela, en la figura de una niña. Pero yo creo que no sólo los persiguiria a ellos, sino
que también persiguiria a todo el pueblo, porque de una u otra forma, todos tuvieron algo que
ver con La Devoradora de Hombres, de una forma directa o indirecta.
Junto a Edith González también participaron Christian Meier en el papel de Santos Luzardo y
Génesis Rodríguez como Marisela Barquero.
Conclusión.
En la última escena del melodrama de 2008 se muestra una apología de lo que representa la
novela de Rómulo Gallegos para la cultura. Doña Bárbara pregunta si había muerto y su fiel
escudero Melquiades Gamarra responde que, a diferencia de las personas comunes y corrientes,
ella no puede morir porque una leyenda y las leyendas se quedan en el alma de la gente para
siempre.
Quieran ustedes o no, no este personaje tan irónico como es Doña Bárbara ha trascendido
fronteras más allá de lo que uno podía pensar. Ésta mujer marcó un antes y un después en la
carrera de María Félix. No sé si Rómulo Gallegos pensaba en lo que implicó darle ese papel en
aquella película. No sé si estaba en sus planes que la actriz fuera conocida a la postre como La
Doña, ya que, en la opinión de muchos críticos, ese personaje estaba estrechamente ligado con
la personalidad de María Félix.
Pero dejando a un lado las adaptaciones, volvamos a lo que nos concierne en este momento.
Quien iba a suponer que Rómulo Gallegos iba a plantear de una forma tan subliminal muchos
aspectos determinantes de la realidad económica y social, propios de Venezuela en aquellos
años y que a su vez, podrían aplicarse a otras regiones de Hispanoamérica, no sólo en ese
tiempo, sino también en tiempos contemporáneos a nosotros.
Que se hayan quitado los signos de atraso que se muestran en la novela no quiere decir que se
hayan arrancado de raíz; en tiempos más cercanos han vuelto parecer doña bárbaras y
vorágines qué aspiran a la ignominia a la injusticia y a la explotación de estos pueblos. Labor del
maestro Gallegos puede denunciar y mostrarnos su existencia, cosas que difícilmente
distinguimos a simple vista.
Con todo lo que he planteado en estas líneas no he pretendido hacer un juicio de valor sobre los
personajes que se plantean en esta obra. Yo sólo he querido compartirles que esta novela puede
aplicarse perfectamente a nuestros tiempos y lugares. tampoco es mi labor criticar cada
personaje que se plantea en la novela, eso será tarea de cada uno o de aquellos que se encargan
de estudiar su psicología. Quizás está y otras novelas de corte regionalista no sean las mejores
que hayan leído o sean incomprensibles a simple vista. Tarde o temprano tenian que salir
escritores que nos compartieran una realidad que nosotros no conocíamos, qué es la realidad de
los habitantes del medio rural de nuestra América.
Quienes hayan visto alguna de las adaptaciones de esta novela les recomiendo que no se
queden con lo que vieron o lo que escucharon. Sería recomendable que leyeran el libro para que
entendieran un poco mejor que fue lo que quiso plantear Gallegos, ya que las adaptaciones no
nos entregan el mensaje completo. Les aseguro que más de una adaptación sólo tenía como
objetivo divertir y/o entretener, dejando en un segundo plano o minimizando por completo el
mensaje que quiso plantear el autor de esta novela tan magistral cómo es Doña Bárbara.
¡LLANURA VENEZOLANA! PROPICIA PARA EL ESFUERZO, COMO LO FUE PARA LA HAZAÑA, TIERRA DE HORIZONTES
ABIERTOS, DONDE UNA RAZA BUENA, AMA, SUFRE Y ESPERA!...
Bibliografía.
¿Por qué debes leer Doña Bárbara de Rómulo Gallegos? (s. f.). Noticias|teleSUR.
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Vásquez Tortolero, M. M. (2010, 13 agosto). DOÑA BÁRBARA: LOS PROBLEMAS DE
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http://liduvinacarrera.blogspot.com/2010/08/dona-barbara-los-problemas-de.html?
m=1