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LAS ENSEÑANZAS SECRETAS DE JESUS

En la sociedad actual, donde toda la información del mundo puede obtenerse fácilmente con
un solo clic, la mayoría de los cristianos se sigue sorprendiendo al conocer que Jesús enseñó
secretamente ciertos principios divinos que no haya fueron revelados a todo el mundo. Esos
principios están directamente relacionados con las enseñanzas metafísicas que crecen día a día
en popularidad.

La Verdad apenas se reveló a sí misma en pasajes del Nuevo Testamento y en ellos reside la
clave para apoyar estos hechos sin posibilidad de error, abriendo muchos de los misterios de la
vida y actividades de Jesús y Sus Discípulos, para convertirse en evidencia clara, comprensible
y positiva de la enseñanza secreta de Jesús.

Sobre los hechos

He aquí los hechos:

-Que Jesús tuvo muchas reuniones o sesiones privadas y secretas con sus Discípulos y
compañeros de confianza es algo que se da a entender en muchas partes del Nuevo
Testamento. Hay inequívoca evidencia de este hecho.

-Que Jesús poseía algún conocimiento maravilloso, secreto, divino o espiritual -a la vez que
semicientífico- que le permitía llevar a cabo milagros y pudo pasar este conocimiento y poder
secreto a otros también es inequívoco.

-Que los primeros trabajadores cristianos que constituyen los cimientos de la religión cristiana
eran capaces de llevar a cabo milagros o aplicar principios Divinos o Cósmicos de una manera
nueva y diferente a todo lo que se hubiese aplicado antes, es evidente al leer y analizar los
Evangelios sinópticos y otras partes del Nuevo Testamento.

–Que la primitiva iglesia cristiana estaba dedicada a dos fases de actividad


esencial: (1) predicar, enseñar, postular, y (2) efectuar, curar, demostrar- es incuestionable.

-Que la iglesia cristiana de hoy ya no practica o demuestra esos principios de curación o de


recurrir a la ley divina y natural para realizar manifestaciones extraordinarias, sino que se
concentra casi exclusivamente en predicar y postular, indica que la iglesia cristiana de hoy ha
abandonado completamente la mitad de su gran trabajo o bien ha olvidado algún
conocimiento secreto poseído por los primeros cristianos, que no ha pasado a través de las
edades de sacerdote a sacerdote, clérigo a clérigo ni de secta a secta.

Estas declaraciones constituyen llaves fundamentales para abrir los misterios de la misión de
Jesús el Cristo mientras estuvo sobre la Tierra. Como resultado de un cuidadoso estudio y
extensa investigación se pueden obtener varias conclusiones.

Sobre las conclusiones

1. – Que Jesús el Cristo tuvo un divino nacimiento y, por lo tanto, estaba especialmente
preparado -espiritual, mental y físicamente- para recibir, probar y ensayar cierto conocimiento
secreto que le permitiría llevar a cabo una misión especial sobre nuestra Tierra.

2. – Que habiendo sido adecuadamente preparado, divina, espiritual, intelectual y físicamente


para esta gran misión, también se decretó que Él debería expandir este conocimiento y pasar
los poderes especiales que la sabiduría divina desarrolló en Él, a otros que estuvieran bien
calificados y fueran dignos, de manera que pudieran llevar a cabo su misión a través de las
edades y hacer “cosas aún mayores“.

3. – Que durante los primeros años del ministerio de Jesús, Él buscó, encontró, entrenó y
preparó a aquellos hombres y mujeres de Palestina, Egipto y Siria, que serían espiritual y
moralmente dignos y éticamente calificados para perpetuar el conocimiento que Él trajo a la
Tierra y los poderes que le habían sido conferidos a través de Su nacimiento divino.

4. – Que estas personas así preparadas y entrenadas constituirían un grupo secreto de adeptos
y compañeros estudiosos, que se reunían en secreto para la instrucción, prueba, ensayo y
práctica crítica de los principios secretos.

5. – Que tal sociedad secreta fue formada por Jesús y se mantuvo en continuo funcionamiento
y acción a través de los últimos años de Su vida y más allá, pues no se extinguió en el momento
de la Crucifixión y Ascensión.

6. – Que los hombres y mujeres atados a esta sociedad secreta por juramentos secretos eran
ciento veinte, no estando limitada la sociedad solo a sus doce Apóstoles o Discípulos. Este
hecho sorprendente es claramente declarado en el Nuevo Testamento.

7. -Que como cualquier otra sociedad secreta que tenía que guardar cuidadosamente sus
enseñanzas, principios, lista de miembros, e ideales y propósitos contra la persecución política
o aristocrática, este misterioso cuerpo de estudiantes divinos tenía en Jerusalén varios sitios
de reunión de uso continuo, con sucursales para reuniones ocasionales en distritos exteriores.

8. – Que su lugar principal de reunión o “Templo”  estaba bien cuidado y bien protegido, que
era conocido por un nombre secreto revelado solamente a los miembros probados y
ensayados.

9. – Que la sociedad secreta también tenía palabras de pase, señas, símbolos y otras señales a
través de las cuales los miembros se reconocían el uno al otro, y evitaban que espías o
perseguidores políticos se les unieran o se hicieran conocedores de su trabajo secreto.

10. – Que cuando los miembros de esta sociedad secreta eran convocados por Jesús en
ocasiones regulares y especiales, tenían que acercarse a su lugar secreto de reunión uno por
uno con el mayor cuidado y ser guiados por señas secretas que cambiaban cada cierto tiempo.

11. – Que entre los ciento veinte miembros no solo estaban aquellos que más tarde fueron
conocidos como los Doce Discípulos y constituían el comité ejecutivo secreto de esta sociedad
secreta, sino también otros que estaban interesados en el trabajo secreto de la sociedad,
incluyendo la madre de Jesús y sus hermanos y hermanas.

12. – Que durante el curso de estudio y preparación para el trabajo secreto, Jesús no sólo
enseñó a sus estudiantes las enseñanzas secretas sino que les ayudó a desarrollar dentro de sí
mismos el poder extraordinario y espiritual que Él poseía, y que al haberles preparado de tal
manera, confirió sobre ellos la autoridad divina para usar el poder especial que habían
desarrollado, y para representarlo a Él y al Reino de los Cielos a través de las centurias futuras.

13. – Que entre los ciento veinte estudiantes secretos habían hombres ricos del país y unos
pocos que poseían influencia y poder político, y que más tarde vinieron en ayuda de Jesús en
sus horas de persecución y llevaron a cabo ciertos actos que se habían prometido los unos a
los otros en caso de tal emergencia.
14. – Que las parábolas e instrucciones alegóricas que Jesús le dio al público, y particularmente
a aquellos del público que lo siguieron más o menos cuidadosamente, eran verdades secretas
veladas y deliberadamente escondidas que no pueden entenderse y ser apropiadamente
interpretadas hoy, a no ser que uno posea una delineación de las enseñanzas secretas dadas.

15. – Que esta sociedad secreta especial puede o no puede haber estado afiliada con los
esenios, otra sociedad secreta de la cual era muy conocedor Jesús. En años recientes el
descubrimiento de los pergaminos del Mar Muerto ha confirmado la referencia a los esenios y
sus enseñanzas secretas que precedieron a la cristiandad y con quienes Jesús debe haber
estado en contacto. G. Lankester Harding, Director del Departamento de Antigüedades
jordano, afirma lo siguiente:

“La revelación más asombrosa de los documentos esenios que hasta ahora se han publicado es
que la secta poseía, años antes de Cristo, una terminología y práctica que siempre había sido
considerada singularmente cristiana. Los esenios practicaban el bautismo y compartían un
refrigerio litúrgico de pan y vino el cual era presidido por un sacerdote. Creían en la redención y
en la inmortalidad del alma. Su líder más importante era una figura misteriosa llamada el
Maestro de Rectitud, un sacerdote-profeta mesiánico bendecido, de revelación divina,
perseguido y quizás eventualmente martirizado”.

“Muchas frases, símbolos y preceptos de la literatura esenia, son usados en el Nuevo


Testamento, particularmente en el Evangelio de Juan y las Epístolas de Pablo. El uso del
bautismo por Juan Bautista ha llevado a creer a ciertos estudiosos que él era o un esenio o
estaba fuertemente influido por la secta. Los pergaminos del Mar Muerto le han dado también
ímpetu fresco a la teoría de que Jesús puede haber sido un estudiante del pensar esenio”.

16. – Que cada una de las enseñanzas secretas constituye una ley divina espiritualmente
aplicada y materialmente manifestada, y que cada una de ellas está delineada en detalle casi
perfecto -escondida en partes del Nuevo Testamento- y puede ser armada para una
comprensión completa y perfecta.

17. – Que estas enseñanzas y prácticas secretas no se encuentran en las instrucciones de la


iglesia cristiana de hoy, y debido a que algunas de estas verdades fueron descubiertas por
sociedades fuera de la iglesia cristiana, las sectas y cultos que utilizan este conocimiento
secreto son percibidas como rivales de la iglesia cristiana.

18. – Que si la iglesia cristiana de hoy se hiciera a sí misma docta en este conocimiento secreto,
y empleara su tiempo en enseñar, preparar y calificar a ciertos estudiantes devotos de cada
parte del mundo para practicar y demostrar este conocimiento divino, se convertiría en la
influencia más potente y poderosa para la paz, felicidad, salud y perfección en la Tierra. Podría
terminar con la mayoría de problemas de la vida y traer al reino de los cielos sobre nosotros
con la eliminación gradual de las guerras, odios y pecados personales.

Sin entrar a valorar la aceptación o rechazo que en cada lector provoquen estas afirmaciones,
en sucesivos artículos profundizaremos en la medida de lo posible, en esta enseñanza secreta
transmitida por Jesús. Y recordar que no queremos convencer a nadie, ni hacer que se
tambaleen sus creencias, sino tan solo transmitir una pizca de conocimiento que nos acerque
más a la Verdad.

AUTORA: Eva Villa, redactora en la gran familia hermandadblanca.org

FUENTE: “Las Doctrinas Secretas” de H.Spencer Lewis.

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