esto: la situación actual de los cazadores plantea, más que
un examen justo de su capacidad productiva, una especie
de prueba suprema. Los siguientes informes de su desempe- ño son, entonces, de características extraordinarias.
«UNA ESPECIE DE ABUNDANCIA MATERIAL»
Teniendo en cuenta la pobreza en la que viven, en teoría, los cazadores y recolectores, resulta sorprendente que los Bosquimanos que habitan en el Kalahari disfruten de «una especie de abundancia material», al menos en el dominio de las cosas de uso diario, aparte de la comida y del agua: A medida que los 'Kung vayan aumentando los contactos con los europeos —y esto ha ocurrido ya— echarán de menos vivamente nuestras cosas y necesitarán y desearán más. El hecho de no tener ropas puestas cuando están entre extranjeros ves- tidos los hace sentirse inferiores. Pero en su propia vida y con los artefactos que les son propios estaban relativamente libres de las urgencias materiales. Salvo en lo que se refiere a la comida y al agua (¡excepciones importantes!) de los cuales los 'Kung Nyae Nyae disponen en cantidad suficiente —pero no en exceso, a juzgar por el hecho de que todos ellos son delgados, aunque no escuálidos— todos ellos tenían lo que necesitaban o podían hacerlo, pues todos los hombres pueden hacer, y hacen, las cosas que son propias del hombre y todas las mujeres las cosas que son propias de la mujer... Vivían en una especie de abundancia material a causa de que adaptaban sus utensilios para la transformación de los materiales que, en gran abundancia, los rodeaban y que se encontraban a disposición del que libremente quisiera tomarlos (árboles, cañas, huesos para fabricar armas, fibras para tejer cuerdas, altos pastizales para refugiarse), o para la transformación de los materiales que alcanzaban para cubrir las necesidades de la población... Los 'Kung podían siempre utilizar más huevos de avestruz vacíos, ensartados en collares, o comerciar con ellos, pero, de hecho, cuando se habían encontrado suficientes como para que cada mujer tuviese una docena o más de ellos para almacenar agua —en realidad, todos los que pudiese trans- portar— y un buen número de colgantes para adornarse, se conformaban. En su vida nómada de caza y recolección, viajan- do de una fuente de alimentos a otra, en las diferentes esta- ciones, siempre adelantando o retrocediendo entre el agua y la comida, llevan consigo a sus pequeños hijos y también sus perte- nencias. Disponiendo en abundancia de la mayor parte de los materiales que tienen a su alcance para reemplazar sus enseres en el momento necesario, los 'Kung no han desarrollado medios para procurarse un almacenaje permanente y no han sentido la necesidad ni el deseo de cargarse con excedentes o útiles que pasear por duplicado. Ni siquiera les interesa llevar un objeto de cada clase. Piden prestado lo que no poseen. Contando con