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La configuración del paisaje de Tlatelolco: Ciudad de México

Article · June 2018

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2 authors:

Alejandra Toscana-Aparicio Alma Villaseñor Franco


Metropolitan Autonomous University Universidad Autónoma de Guerrero
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ISSN 1853-4392 [en línea]

revistaest@fch.unicen edu.ar
(0249) 4385771 Int. 5107

Centro de Investigaciones Geográficas (CIG)


Instituto de Geografía, Historia y Ciencias Sociales (IGEHCS)
Facultad de Ciencias Humanas (FCH)
UNCPBA/CONICET

La configuración del paisaje de Tlatelolco, Ciudad de México

The landscape configuration of Tlatelolco, Mexico City

Alejandra TOSCANA APARICIO


Alma VILLASEÑOR FRANCO

Nº 23 enero-junio 2018, p. 137-153


Disponible en: http://revistaest.wix.com/revistaestcig

Estudios Socioterritoriales. Revista de Geografía disponible en http://revistaest.wix.com/revistaestcig


se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-No Comercial-Compartir Igual 4.0 Internacional
La configuración del paisaje de Tlatelolco, Ciudad de México
The landscape configuration of Tlatelolco, Mexico City

Alejandra Toscana Aparicio(a) y Alma Villaseñor Franco(b) Recibido: 25 de octubre 2017


Aprobado: 29 de abril 2018

Resumen

Este estudio se centra en la configuración del paisaje del Conjunto Urbano Nonoalco-
Tlatelolco en la ciudad de México, con especial atención en los elementos que
atestiguan relaciones de poder en las diferentes etapas históricas (etapa prehispánica,
etapa colonial, siglo XIX, México Moderno y México Contemporáneo), y que son parte Palabras clave:
del paisaje actual. Nonoalco-Tlatelolco es un barrio de origen prehispánico que ha
sido transformado y refuncionalizado a lo largo de los siglos en la dinámica urbana. El Geografía cultural
paisaje, como categoría espacial, da cuenta de la cultura de los grupos humanos que Paisaje
en él han incidido, de sus anhelos, emociones, recuerdos y de las relaciones de poder. Conjunto Urbano Nonoalco-Tlatelolco

Abstract

This study focuses on the landscape configuration of the Nonoalco-Tlatelolco Urban


Complex in Mexico City, with special attention to the elements that testify power
relations in the different historical periods (Prehispanic, Colonial, 19th Century,
Modern Mexico and Contemporary Mexico) and that are part of the current Key words:
landscape. Nonoalco-Tlatelolco is a neighborhood of pre-Hispanic origin that has
been transformed and refuncionalized over the centuries in urban dynamics. The Cultural Geography
landscape, as a spatial category, shows the culture of the human groups that have Landscape
affected it, of their yearnings, emotions, memories and power relations. Urban Set Nonoalco-Tlatelolco

(a) Doctora en Geografía. Profesora-investigadora del Departamento de Política y Cultura de la Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco.
Calzada del Hueso No. 1100, Coyoacán, C.P. 04960, Ciudad de México, México, atoscana@correo.xoc.uam.mx
(b) Doctora en Geografía. Profesora-Investigadora de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Autónoma de Guerrero. Avenida Lázaro Cárdenas
s/n, Ciudad Universitaria, C. P. 39070, Chilpancingo de los Bravo, Guerrero, México, alvif27@gmail.com

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Introducción balización: de mediados de la década de 1990 a


la actualidad). Esta síntesis histórica es la base
El objetivo de este texto es reflexionar sobre para la construcción del mapa del paisaje y su
la configuración del paisaje del conjunto ur- análisis, que se presentan en un cuarto aparta-
bano Nonoalco-Tlatelolco, tomando en cuen- do. Finalmente presentamos las conclusiones de
ta los elementos que atestiguan relaciones de la investigación, mismas que giran en torno al
poder en diferentes períodos históricos y que método empleado y los hallazgos obtenidos.
hoy forman parte del paisaje. Partimos de que
El paisaje en la Geografía Cultural
el paisaje es una acumulación de elementos de
diferentes procesos históricos con una cierta El paisaje es un concepto fundamental en la
configuración cargada de significados (Claval, tradición académica geográfica de los siglos XIX,
1999). El Conjunto Urbano se ubica en el cen- XX y lo que va del XXI, pero además, en algunos
tro de la Ciudad de México, es uno de los más países europeos, actualmente es un elemento
grandes en su tipo y se edificó sobre una anti- clave en las nuevas políticas de ordenación del
gua ciudad prehispánica. Lo más llamativo del territorio (Nogué y De San Eugenio, 2011).
Conjunto es probablemente la Plaza de las Tres Desde la década de los años veinte del siglo
Culturas, que conserva formas que datan de la pasado se desarrolló en Estados Unidos en la
época prehispánica y de la colonial, y que han Escuela de Berkley, California, una corriente de
sido integradas y refuncionalizadas en la diná- estudios de paisaje, con gran influencia de la an-
mica urbana actual. Este paisaje, con una esté- tropología cultural y bajo el liderazgo de Carl O.
tica destacable, ha sido protagónico en hechos Sauer. Este autor, en su obra más representa-
violentos, trágicos y sangrientos, y muy impor- tiva, La Morfología del Paisaje (2006, p.16) señala
tantes para la historia nacional y local, por lo que el paisaje es resultado de la acción de los
que también es parada fundamental en los re- elementos culturales de los diferentes grupos
corridos turísticos en la Ciudad de México. sobre los elementos naturales; producto de la
El texto está integrado por cinco secciones. interacción entre los alojamientos (“tipos de es-
En la primera se aborda el concepto de paisa- tructuras construidas por el hombre y su agru-
je como categoría espacial de diferentes tradi- pamiento, ya sea disperso como ocurre en mu-
ciones de la Geografía Cultural. Seguimos con chos distritos rurales, o aglomerado en aldeas
un apartado sobre el método que proponemos o ciudades”) y el espacio en el devenir histórico.
en este estudio. Posteriormente presentamos Bajo esta mirada se reconoce la existencia de
una breve síntesis histórica de Tlatelolco en la un medio original, pre-humano, virgen, que es
que destacamos los momentos que son de im- transformado por la acción del hombre en un
portancia para la configuración del paisaje a lo paisaje cultural. Dentro de esta tradición de la
largo del tiempo: período prehispánico (de la Geografía, los objetivos de los estudios son la
fundación de Tlatelolco a la llegada de los es- descripción, el análisis, la comprensión y la ex-
pañoles: 1338-1521), Colonial (de la llegada de plicación del paisaje cultural caracterizando la
los españoles a la promulgación de la Indepen- peculiar e irrepetible asociación geográfica de
dencia: 1521-1810), siglo XIX (guerra de inde- hechos. Y los temas de interés se centraron en
pendencia, consolidación nacional y porfiriato: los espacios ocupados por los distintos grupos
1810- 1910), México Moderno (abarca el perio- humanos que responden a las oportunidades
do en el que el país se institucionaliza, el mila- y desafíos del ambiente en que viven; en los
gro económico y la desaparición del milagro: del modos de vida de los distintos grupos en rela-
fin de la revolución a principios de la década de ción a su ambiente, sus patrones de comporta-
1980 y México Contemporáneo (se refiere a la miento que de ahí se derivan, en las prácticas
implementación del modelo neoliberal y a la glo- sociales y reglas que operan en el grupo como
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un todo; en las diversas formas en que los gru- quienes los habitan, y no solo la génesis de los
pos humanos van reaccionando y adaptándose rasgos más espectaculares de la organización
a sus ambientes locales, en términos de formas del espacio. Por lo anterior, Claval explica que, el
de utilización del ambiente y en los impactos paisaje no es un producto planificado de la acti-
que produce el ambiente en los grupos socia- vidad humana (Claval, 1999), sino una acumula-
les (Wagner, 1994); en las prácticas culturales, ción de elementos de diferentes procesos históri-
que van desde sitios de ritos y magia hasta el cos situados en un cierto espacio y con una cierta
uso de sistemas complejos de tecnología, que configuración, cargada de significado.
son desarrolladas por las diferentes sociedades Claval (1995 citado en Fernández, 2006) se-
en regiones particulares del mundo a través del ñala cinco acciones necesarias para la construc-
tiempo, para controlar y dominar el ambiente ción de un paisaje.
(Spencer y William, 1978). » Reconocerse en un lugar, significa reconocer
A partir de la década de los años ochenta las raíces que ligan al sujeto con el lugar.
surgieron nuevos intereses que modifican, ex- » Orientarse, implica saber cómo moverse al in-
panden y enriquecen los estudios de paisaje, terior de un espacio, y dónde están los objetos
con un referente analítico en el que la dimen- respecto a otros en el interior de dicho espa-
sión cultural simbólica se vuelve clave (López y cio y hacia el exterior del territorio inmediato.
Ramírez, 2012). El interés que se había puesto » Marcar el lugar mediante rasgos artificiales,
a la morfología del paisaje se sustituye por lo poner rasgos para orientarse, señalar y deli-
inmaterial y los aspectos simbólicos potencial- mitar el territorio en cuestión.
mente relevantes para explicar patrones mate- » Nombrar, poner una toponimia, que habla de
riales. Nuevos temas empiezan a vincularse al las características del lugar, de su historia o de
paisaje: identidades, feminismos, subculturas, las asociaciones con dicho lugar. Nombrar los
racismo, consumo, relaciones de poder, ciu- lugares es impregnarlos de cultura y de poder.
dad (Claval, 1999), importados de los estudios » Institucionalizar el lugar, conferirle al lugar un
culturales (Clua y Zusman, 2002). Del mundo significado colectivo, fundarlo mediante un
anglosajón, donde más se ha desarrollado esta ritual, festejarlo, racionalizarlo para su ad-
tendencia, llamada Nueva Geografía Cultural, ministración y aprovechamiento; clasificarlo,
algunos de los autores más representativos confeccionarle una historia o leyenda, dotar-
son Jackson (1992), Cosgrove (2002) y Duncan lo de una memoria.
(1990). En otras regiones del mundo como Para Nogué (2007),
Francia y España, a nuestro juicio, destacan
Claval (1999) y Nogué (2007). También el geó- el paisaje es el resultado de una transformación
colectiva de la naturaleza; es la proyección cultu-
grafo brasileño Santos (2000), quien dentro de ral de una sociedad en un espacio determinado.
su obra, hace algunos señalamientos impor- Y no solo en lo referente a su dimensión mate-
tantes para el estudio del paisaje. rial, sino también a su dimensión espiritual y sim-
Claval (1999) señala que los grupos humanos bólica. Las sociedades humanas, a través de su
transforman los medios naturales donde se insta- cultura, transforman los originarios paisajes na-
turales en paisajes culturales, caracterizados no
lan, de manera que el paisaje humanizado adop- sólo por una determinada materialidad (formas
ta así formas variadas que reflejan las elecciones de construcción, tipos de cultivo), sino también
y los recursos de las diferentes culturas. El paisaje por la traslación al propio paisaje de sus valores,
requiere una lectura arqueológica para comple- de sus sentimientos. El paisaje es, por tanto, un
tar la interpretación funcional que en principio concepto enormemente impregnado de connota-
ciones culturales y puede interpretarse como un
se impone, de modo que el estudio de un paisaje dinámico código de símbolos que nos hablan de
debe incluir la manera en que los paisajes here- la cultura de su pasado, de su presente y quizás
dados de épocas pasadas son recuperados por también de su futuro. (p. 137 y 138)

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Para el tema que nos ocupa, son valiosas al- sus contornos hacia 1550 de Miguel León Portilla,
gunas ideas de Santos (2000), quien al hablar de y el Mapa de Alonso de Santa Cruz de 1555, se
paisaje, recupera la importancia de las formas analizó la ubicación de Tlatelolco con respecto
en su contexto histórico: a Tenochtitlán, se ubicó al Tecpan y con ello al
El paisaje es el conjunto de formas, que en un antiguo tianguis de Tlatelolco, elemento que se
momento dado expresa las herencias que repre- observa en el mural de Diego Rivera denomina-
sentan las sucesivas relaciones localizadas entre do El mercado de Tlatelolco, en el Palacio Nacional
hombre y naturaleza (…) El paisaje es transtem-
poral, juntando objetos pasados y presentes (…)
de la Ciudad de México. Los mapas del período
El paisaje existe a través de sus formas creadas en colonial permiten ubicar los elementos de ese
momentos históricos diferentes, aunque coexis- período: iglesias, conventos y garitas, así como
tiendo en el momento actual. Las formas han la situación de los límites de la Ciudad con la
nacido bajo diferentes necesidades, han emana- República de Indios, y las poblaciones inmedia-
do de sociedades sucesivas, pero solo las formas
más recientes corresponden a determinaciones
tas como Nonoalco. Los mapas de los siglos
de la sociedad actual. (p. 86 y 87) XVIII y XIX muestran el crecimiento de la ciudad
y los cambios que se dieron, entre ellos el oculta-
Lobato (2011) añade que en el estudio de
miento de los elementos prehispánicos o su al-
estas formas, es importante la búsqueda de sus
teración. En las fotografías e imágenes compila-
significados. También resulta interesante cono-
das por Jiménez (2014) se puede observar cómo
cer las rugosidades del paisaje y sus significa-
era que el trazado de la línea del ferrocarril que
dos, entendiendo las rugosidades como “heren-
cruzaba por esa zona, y cómo fue que parte de
cias morfológicas de carácter sociogeográfico
esos terrenos se destinaron para la construcción
de tiempos pasados”, es decir que son formas
del conjunto habitacional Nonoalco-Tlatelolco.
del pasado que aún existen en el presente pero
En función de la ubicación de los elementos
que se han resignificado conforme la lógica del
mencionados y de la consulta de fuentes biblio-
presente, y por tanto pueden dar cuenta de di-
gráficas se reconstruyó la historia de Tlatelolco
ferentes momentos históricos (Santos, 2000).
(como sugiere Santos, 2000) y se determinaron
Finalmente Santos señala que el paisaje es un
las “capas arqueológicas” que componen el
palimpsesto, donde mediante acumulaciones y
mapa de paisaje para poder hacer una lectura
sustituciones, la acción de diferentes generacio-
arqueológica (Claval, 1999).
nes se superpone.
Siguiendo a Claval (1999, p. 268), “la lectura
Método de los diferentes niveles del paisaje (periodo his-
tórico) es posible en tanto ninguna de las lógi-
Proponemos el estudio de este paisaje a tra- cas que presiden la elaboración del espacio hu-
vés de sus formas visibles -actuales y antiguas- y manizado sea capaz de eliminar a las otras”; en
sus significados, y de la confección de un mapa el caso del paisaje en Tlatelolco esto es posible
(Mapa 1), que muestra la integración de dichas dado que se conservan vestigios de los distintos
formas provenientes de diversos periodos histó- períodos históricos que han sido refuncionaliza-
ricos en el paisaje actual. Para el caso del paisa- dos e integrados a la dinámica urbana actual.
je de Tlatelolco se identificaron las formas que Cada periodo histórico refleja una forma de
persisten hoy en día, y sus orígenes, a través de ordenar el espacio proveniente de las ideologías
recorridos en campo y de mapas urbanos anti- dominantes. Puestas en relieve, estas “capas his-
guos recuperados en la compilación del INEGI tóricas” posibilitan la comprensión unitaria del
(1988), material fotográfico y artístico. Con los paisaje que da cuenta de la evolución urbana de
mapas del siglo XIV a XVI, entre ellos el Plano Tlatelolco. Dado que en el paisaje se observan
evolutivo de la Gran Tenochtitlan de 1325 a 1519 de formas materiales del pasado, a veces fragmen-
Manuel Carrera, el Mapa de México Tenochtitlan y tadas, su simple ensamblaje no necesariamente

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es suficiente, por lo que, como menciona Santos Periodo prehispánico


(2000), es necesario retomar la historia que esos Aunque tuvo presencia de grupos teotihuaca-
fragmentos representan. Para ello, en el siguien- nos desde el siglo VII, fue hasta el siglo XIV en
te apartado se presenta un recorrido histórico que se habitó por grupos nahuas disidentes, que
que ayuda a comprender la idea de que el paisa- se separaron de Tenochtitlan y migraron hacia
je puede ser un palimpsesto. un islote en la parte occidental del Lago de Tex-
A través del mapa se pretende encontrar los coco llamado Xaltelolco -que significa “lugar del
elementos paisajísticos antiguos que han logra- montículo rodeado de arena”-, donde fue cre-
do persistir a lo largo del tiempo y que integran ciendo un poblado, que llegó a figurar entre los
el paisaje actual mediante una resignificación, más importantes de la región por su dominio
como también, incluir elementos significativos comercial, de hecho, en Tlatelolco estaba el tian-
más recientes que también forman parte del guis[1] más grande de la región.
paisaje actual. Para complementar la lectura Tlatelolco se ha considerado la ciudad gemela
del Mapa 1 se elaboró el Esquema 1, en donde de Tenochtitlan, en parte porque su diseño era
se visualizan los periodos históricos y los ele- similar, también tenía un Templo Mayor a partir
mentos o formas más significativos de cada del cual se organizaba el espacio tanto profano
uno de ellos, mismos que se muestran en el como sagrado, tanto material como simbólico.
apartado de resultados. Dicho templo marcaba un vórtice donde con-
fluían todas las esencias divinas de los trece cie-
El Conjunto Urbano Nonoalco-Tlatelolco en los y los nueve inframundos del plano vertical
el tiempo
y las cuatro esquinas y el vértice sagrado en el
El Conjunto Urbano Nonoalco-Tlatelolco plano horizontal; fundándose de acuerdo a su
(popularmente conocido como “Tlatelolco”) cosmovisión dividida en cuatro grandes barrios,
se ubica en el centro de la Ciudad de México, circundando su recinto ceremonial.
en la delegación Cuauhtémoc. Se distingue de Aunque la hegemonía política y religiosa le
la ciudad que lo circunda por ser un gran rec- correspondía a Tenochtitlan, la importancia del
tángulo con casi 100 edificios y áreas verdes, tianguis era significativa, de ahí que hubiera un
rodeado de construcciones horizontales. En Tecpan -“lugar de la casa de piedra” que se tra-
este apartado se presenta una síntesis histórica duce como “palacio”- en donde vivía un grupo
de periodos y acontecimientos que han dejado de jueces que se dedicaba a resolver conflictos
huellas en el espacio para ser parte de la confi- que surgían por el intercambio de mercancías y
guración del paisaje de Tlatelolco. No se trata que era sede del control comercial, ahí se recau-
de una revisión histórica exhaustiva, sino de daban los impuestos. De este modo, la activi-
rescatar información que permita comprender dad comercial regía la vida de la ciudad.
la configuración actual del paisaje. Hoy en día, En 1475 las ciudades de Tlatelolco y Tenoch-
cuando se habla de Tlatelolco se hace referen- titlan se enfrentaron en una guerra que ganó Te-
cia al Conjunto Urbano Nonoalco-Tlatelolco, nochtitlan y a partir de ahí se formó una unidad
pero, desde tiempos prehispánicos, Tlatelolco política, económica y militar conocida como la
ya era una ciudad. gran ciudad de México Tenochtitlan-Tlatelolco
La historia de Tlatelolco se puede esquema- (Flores, 1968). Después de esta guerra, en la que
tizar en cinco periodos, para los fines que nos Tenochtitlan reafirmó su hegemonía religiosa y
ocupan, cada uno de los cuales ha dejado hue- política, y Tlatelolco su hegemonía comercial, el
llas impresas en el espacio configurando el pai- Tecpan de Tlatelolco empezó a usarse también
saje actual, en el que permean vestigios de diver- [1] La palabra “tianguis” viene del náhuatl iānquiz(tli), significa mer-
sas relaciones de poder. cado y ha existido en Mesoamérica desde la etapa prehispánica.

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como asiento de los gobernadores militares Como parte del proceso de reorganización te-
hasta la Conquista. rritorial y evangelización se construyó el Colegio
de la Santa Cruz, por los franciscanos y en él se
Colonial educó a jóvenes indígenas hijos de nobles, para
Tlatelolco es célebre porque al inicio de la que aprendieran a la perfección latín y español.
Conquista, en 1521 tuvo lugar una batalla que A finales del siglo XVI este Colegio se convirtió
conllevó a la matanza de miles de indígenas y en una escuela de primeras letras para niños in-
a la derrota de Cuauhtémoc (último tlatoani[2] dígenas (Flores, 1968). También como parte del
mexica de México-Tenochtitlán), momento que proceso mencionado, en la zona de Tlatelolco
se considera como el origen de la nación mexi- se acomodaron a los indígenas sobrevivientes y
cana. De este periodo perduran algunas cons- se formó así un barrio de indígenas, conocido
trucciones en lo que actualmente es una pe- como Barrio de Santiago. Tlatelolco conser-
queña zona arqueológica que atestigua la raíz vó ciertos privilegios dentro del régimen virrei-
indígena de México, y que ha sido recuperada nal, por lo que a su nobleza se le reconocieron
como pieza fundamental para la reconstrucción derechos y prerrogativas. Cuauhtémoc siguió
de la historia nacional. Evidentemente, estos siendo “rey de México y señor de Tlatelolco” y
restos de construcciones prehispánicos no han reclamó derechos territoriales y jurisdicción de
cambiado de lugar, siguen ocupando las mis- pesca. El Tecpan se reconstruyó[3] y fue la casa
mas coordenadas geográficas, pero ahora tie- de Cuauhtémoc y sede del poder civil (Flores,
nen otra posición relativa, otra función y otro 1968) hasta que se suprimió a principios del
significado diferente al que tuvieron en su origen siglo XIX, cuando se estableció en él un “Asilo
(Santos, 2000): ya no son centros ceremoniales Independiente para los Corregidos” y se formó
ni tumbas, hoy se integran al paisaje como pa- el “Colegio Correccional de San Antonio” en
trimonio cultural, como zona arqueológica y 1853 para recluir ahí a jóvenes delincuentes[4].
museo, como objeto de estudio para arqueólo- El Tecpan tuvo ese uso hasta 1909 cuando empe-
gos que le han otorgado su significado actual. zó a ser utilizado como escuela: primero fue la
En el siglo XVI en Tlatelolco, sobre la ciudad escuela “Manuel Eduardo Gorostiza”, luego la
comercial y sus construcciones se edificó un tem- “Escuela Vocacional de la Beneficencia Pública”
plo dedicado a Santiago Apóstol, insertando así y luego la escuela “Pedro Díaz”, hasta 1962 que
la arquitectura católica en el paisaje, que no es se cierra por la construcción de la Unidad Ha-
cosa menor porque la fundación del templo es bitacional Nonoalco-Tlatelolco y para convertir
de suma importancia: un templo es un centro a la escuela en “recinto de homenaje a Cuauh-
ordenador del espacio tanto físico como sagra- témoc” (Flores, 1968). La construcción original
do. La construcción de un templo es análoga a se conservó hasta 1962 cuando se le despojó de
la formación del mundo y construir un templo la puerta que se trasladó al Colegio de la Santa
es la reorganización de un espacio antes caótico Cruz. El Tecpan ahora es un museo que expone
(Eliade, 1967). El templo de Santiago reordenó murales de David Alfaro Siqueiros, entre ellos
la ciudad prehispánica Tlatelolca introduciendo “Cuauhtémoc contra el mito”, también se expo-
la cultura occidental e imponiéndola sobre la in- ne el mural prehispánico “Los dioses creadores
dígena. La construcción del templo se hizo al es- del calendario”, pintura descubierta en 1989 en
tilo medieval: visto desde las alturas tiene forma la zona arqueológica. El Tecpan, por su nom-
de cruz. Se inauguró en 1609 por Fray Juan de
Torquemada y con ello se reafirmaba el dominio [3] En el Códice del Tecpan de Santiago Tlatelolco (1575-1581)
se detalla la reconstrucción del Tecpan.
español sobre el azteca.
[4] La idea era separarlos de los delincuentes consagrados y
[2] Término en náhuatl para designar a los gobernantes de las en vez de aplicarles el castigo corporal que implica la cárcel,
ciudades. aplicarles una “política social” de rehabilitación.

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bre indígena y el estilo de su construcción, es rrocarriles Nacionales, hasta 1948 que reabrió
probablemente la primera obra mestiza que se sus puertas como recinto católico. Aunque al-
construyó en la ciudad de México. gunas instituciones cerraron durante la Revo-
De la República de Indios, además del Tec- lución (1910-1920), la prisión perduró e incluso
pan, hoy perdura en el paisaje la Caja de Agua. albergó a personajes notables, entre ellos Pan-
Esta se construyó para que la población de la cho Villa[6] (Alfaro y García, 1987).
República de Indios tuviera agua potable, me- Algunos de los sitios mencionados en los pá-
diante ella se obtenía agua de canales llama- rrafos anteriores han caído en el olvido, pero
dos apantles en los que, generalmente, el agua dan cuenta de que en Tlatelolco la dominación
siempre está en movimiento, “el agua ingresaba y la opresión han estado presentes de diferen-
en ella y posteriormente continuaba su recorri- tes maneras, más allá de ser sede de la célebre
do hacia el oriente, hasta el Tecpan (palacio), batalla que se anuncia como la que dio pie al
donde abastecía a sus ocupantes y regaba las nacimiento del pueblo mexicano, y más allá
huertas reales” (Guilliem, 2008, p.68). La Caja del trágico acontecimiento del 2 de octubre de
de Agua permaneció oculta por muchos años, 1968, Tlatelolco también fue sede de institucio-
hasta que en 2002 fue descubierta cuando se nes encargadas de la represión.
realizaba una obra de mantenimiento y se rein-
corporó al paisaje. Hoy no funciona para abas- México Moderno
tecer de agua, sino que es un pequeño museo en La época moderna de México, ubicada entre
donde se muestra el funcionamiento cotidiano 1920 y mediados de la década de los años 80, se
de tiempos pasados. manifiesta en el Conjunto Urbano Adolfo López
Mateos Nonoalco-Tlatelolco (conocido como
Siglo XIX Tlatelolco), construido durante el sexenio del
Los jardines y huertos del Tecpan y del Colegio presidente Adolfo López Mateos (1958 y 1964),
de la Santa Cruz fueron convertidos en un jar- enmarcado en la política de vivienda social de-
dín urbano a fines de la época colonial: el jardín sarrollada desde la década de los años treinta,
Santiago Tlatelolco, que años más tarde fue in- que pretendía solucionar el problema de caren-
corporado al diseño del Conjunto Urbano No- cia de vivienda popular y crecimiento de asenta-
noalco-Tlatelolco. La imagen de este jardín ha mientos irregulares, ya registrado desde enton-
dado la vuelta al mundo, ya que en él se escon- ces. Se trata de uno de los conjuntos urbanos
dieron los policías durante el suceso de1968[5]. (unidades habitacionales) del arquitecto Mario
En el siglo XIX, la zona de Tlatelolco, ubica- Pani que buscaba, mediante su diseño, moder-
da al norte de la Ciudad, albergaba a las cla- nizar la ciudad, bajo la inspiración del arquitec-
ses bajas más miserables. Entre 1855 y media- to francés Le Corbusier y de los principios de la
dos del siglo XX, se estableció el presidio de Carta de Atenas (Sánchez, 2009). En América
Santiago Tlatelolco en el Colegio de la Santa Latina fue el proyecto habitacional más grande
Cruz, que llegó a tener 322 reclusos. También del momento, casi una ciudad autónoma den-
se instaló un cuartel militar. En este periodo, el tro de la Ciudad de México, de 76,86 ha, una
barrio quedó surcado por el ferrocarril y ahí se mega construcción funcionalista de 12.004 de-
construyó la estación Buenavista y la casa de partamentos contenidos en 102 edificios de 4, 7,
aduana. La Iglesia se usó como almacén de Fe- 8, 14, y 22, pisos, para albergar a un aproxima-
[5] Se trata del movimiento estudiantil mexicano, similar a los do de 78 mil personas; el proyecto incluía áreas
de Paría y Praga. El movimiento pedía libertad para los presos verdes y andadores, 600 comercios (actualmen-
políticos, eliminación del artículo 145 del Código Penal, abo- te tiendas de abarrotes, pollerías, cerrajerías,
lición de la policía antimotines, renuncia del jefe de la policía
de la Ciudad de México, indemnización para las víctimas de [6] Pancho Villa (1878-1923) fue uno de los jefes de la Revolu-
represión y juzgamiento de los responsables de la misma. ción Mexicana (1910-1920).

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estéticas, lavanderías, clínicas dentales, clínicas en la zona central de la capital. Lo nuevo de este
veterinarias, restaurantes, entre otros giros), 21 complejo era el “manejo distinto de los bloques
escuelas, seis unidades de salud y hospitales, modulares que recomponía la imagen arquitec-
tres centros deportivos, tres teatros, un cine y tónica” (Jácome, 2009, p. 89), que se construiría
seis estacionamientos; todo esto dispuesto en sobre terrenos inhóspitos poblados de vecinda-
tres secciones: La Independencia, La Reforma des y tugurios y otras construcciones que evi-
y La República, rodeadas por avenidas impor- denciaban la pobreza y la miseria de la pobla-
tantes que garantizan su conectividad: al norte ción de la ciudad, población que fue reubicada
por el Eje 2 Norte, al sur por la Av. Ricardo Flo- para dar paso a familias de la clase media traba-
res Magón; al este por Paseo de la Reforma; y jadora del país y con ello lograr la “regeneración
al oeste por Insurgentes. Además albergaba la urbana” (aunque algunos edificios pequeños se
torre de Relaciones Exteriores, ocupada ahora destinaron a familias de trabajadores con ingre-
por el Centro Cultural Universitario Tlatelolco, so de salario mínimo y otros para trabajadores
y la Torre de Banobras, insignia del conjunto, de con mayor nivel socioeconómico, estos se ubi-
casi 130 metros de altura, que albergó las ofici- caron del lado del Paseo de la Reforma, que es
nas del Banco Hipotecario Nacional y de Obras la avenida más elegante de la Ciudad). De las
Públicas, un edificio muy diferente a los demás 50 mil personas que habitaban estos terrenos,
debido a su peculiar forma triangular, distintivo la “herradura de tugurios”, que supuestamente
de Nonoalco-Tlatelolco (Jácome, 2009). serían de las que ocuparían los nuevos departa-
Pensada para contribuir al abatimiento del mentos, solo unas pocas lo hicieron, ya que no
problema de vivienda y hacinamiento que ya tenían ingresos económicos suficientes, motivo
se vivía desde entonces en la Ciudad, debido por el cual fueron desplazadas hacia Iztapalapa,
al crecimiento poblacional tanto natural como una de las periferias baratas, lejanas e inhóspi-
por migraciones del campo (aunque este pro- tas de aquel entonces.
blema nunca se solucionó), los departamentos La “herradura de tugurios”, según Pani, im-
se destinaron a profesionistas y trabajadores del pedía el crecimiento sano de la ciudad, las con-
Estado, a una clase media “ilustrada” integrada diciones de vida miserables y hacinadas, darían
por ingenieros, abogados, maestros, doctores, paso a un moderno macro conjunto urbano con
artistas, secretarias, periodistas y empleados áreas verdes y servicios para la población, y con
federales (Palacios, 2015). Pero además, se bus- una mayor densidad habitacional que permiti-
caba mejorar la calidad de vida de la población, ría alojar a muchas más familias que al mismo
por lo que el Conjunto tenía amplia diversidad tiempo gozarían de servicios urbanos, áreas ver-
de servicios, y representaba una cultura urbana des y de esparcimiento.
renovada que seguiría vigente en el país por va- En este Conjunto Urbano, Mario Pani logró
rios años más (Jácome, 2009) (Imagen 1). rescatar e integrar al paisaje elementos preexisten-
En la discusión arquitectónica del momento, tes y en combinación con la modernidad de los
en los países más desarrollados se hablaba de edificios habitacionales, dieron lugar a la singular
estos conjuntos urbanos o unidades habitacio- Plaza de las Tres Culturas, siendo ésta lo más dis-
nales a gran escala como la solución; México tintivo del paisaje de Tlatelolco y uno de los atrac-
entonces, copiaba el modelo y lo implementaba tivos turísticos de la Ciudad de México (Imagen 2).

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Imagen 1. Promocional de la Unidad Nonoalco-Tlatelolco

Fuente: obtenida del Centro Cultural Universitario de Tlatelolco

Imagen 2. Plaza de las Tres Culturas. Se observa parte de la zona arqueológica, el templo de Santiago y detrás, uno de los edificios del
Conjunto Habitacional (lado izquierdo) y el ex convento ahora biblioteca (lado derecho)

Fuente: archivo propio

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El conjunto urbano ha sido protagonista de PRI, el nacimiento heroico de una nueva izquier-
acontecimientos relevantes tanto para el país da, y el inicio de una prolongada transición a la
como para la Ciudad de México, que se consi- democracia electoral, también ha sido interpre-
deran fundamentales para el surgimiento de la tado como una instancia de anagnórisis, cuan-
sociedad civil en México y para el tránsito de un do aquellos que presenciaron los acontecimien-
sistema político de partido único a un sistema tos represivos ese 2 de octubre en la Plaza de las
multipartidista comprometido con la democra- Tres Culturas, “se dieron cuenta de la extensa
cia: el movimiento estudiantil del 68, al ser la magnitud del lado obscuro del milagro mexi-
Plaza de las Tres Culturas escenario de la matan- cano” (Walker, 2014, p. 71). Pero los frutos del
za de civiles a manos de la policía y el ejército, movimiento solo pueden apreciarse al paso de
que dio por concluido el movimiento; y los sis- los años, así como el reconocimiento oficial a
mos de 1985, pues Tlatelolco fue uno de los lu- las víctimas de la matanza y a la represión, mis-
gares más devastados, el edificio Nuevo León, se mos que se plasman en el paisaje en el memorial
colapsó, y con ello se resquebrajaba uno de los del 68 en la Plaza (1993) y el Centro Cultural
símbolos de modernidad, desarrollo y prosperi- (abierto al público desde 2007). El movimiento
dad de la Ciudad de México (Toscana, 2010). ha sido motivo de estudio y debate y de obras
Al hablar de Tlatelolco, invariablemente viene artísticas, y gracias a ello ha sido posible man-
a la mente el Movimiento Estudiantil del 68, tenerlo en la memoria y vincularlo fácilmente al
acontecimiento cuyo recuerdo impregna la Plaza paisaje mediante fotografías y filmaciones del
de las Tres Culturas. Este movimiento es uno de mitin del 2 de octubre en la Plaza de las Tres
los episodios más relatados de la historia recien- Culturas que han circulado en diversos ámbitos
te del país y en especial de la Ciudad de México. a lo largo de las últimas décadas.
El momento más visible dentro del movimiento Años más tarde, Tlatelolco volvería a cobrar
es el 2 de octubre de 1968, precisamente en la visibilidad debido a otra tragedia. El sismo de
Plaza de las Tres Culturas, en donde un fuego 1985, que es el mayor desastre asociado a un fe-
cruzado acabó con la vida de muchos manifes- nómeno natural en la Ciudad, imprimió su hue-
tantes y el movimiento fue reprimido. Ese día fue lla en el paisaje: varios edificios sufrieron daños y
la culminación de la creación de un ambiente posteriormente tuvieron que ser demolidos. Pero
construido en los meses previos de satanización el mayor daño fue el colapso del edificio Nuevo
contra el movimiento estudiantil y contra la pa- León, que se atribuyó a la falta de mantenimien-
ranoia comunista, así se justificó la represión to que debía proporcionar el Estado, en su lugar
del 2 de octubre y de los días que siguieron. Los existe hoy en día una pequeña plazoleta con un
Juegos Olímpicos del 68 estaban a días de ser reloj de sol que señala la hora en que sucedió el
inaugurados y el Partido Revolucionario Insti- sismo (7:19 AM). Cerca de 500 cadáveres fueron
tucional (PRI), partido hegemónico que llevaba recuperados de los escombros del edificio, de
en el poder desde la Revolución, no permitiría ellos, solo 189 fueron identificados, a los demás
que se pusiera en duda en el plano internacional nadie los reclamó, ya que perecieron familias
su imagen autoconstruida, así que el presidente completas[7]. A un lado del reloj se encuentra un
Díaz Ordaz (1964-1970) optó por reprimir con- memorial a dichas víctimas y agradecimiento a
tundentemente el movimiento estudiantil. quienes colaboraron en la búsqueda y rescate de
El movimiento del 68 ha sido descrito como personas, y un busto en honor a la participación
un punto de quiebre entre el milagro de media- del tenor Plácido Domingo en dichas labores.
dos del siglo XX y un periodo de crisis genera-
lizada en las últimas décadas del siglo XX y las [7] Por los daños, otros edificios tuvieron que ser demolidos.
En la segunda sección se demolieron cuatro edificios y en su
primeras del XXI; se ha interpretado también lugar se construyó el ágora y el Jardín de la Paz. De la tercera
como el principio del fin de la hegemonía del sección se demolieron siete.

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En los días, semanas y meses que siguieron a terminar con este modelo de vivienda social.
al sismo, los reflectores siguieron enfocando
a Tlatelolco, ya que el hecho de que fuera una México Contemporáneo
unidad habitacional construida y administra- Actualmente el paisaje de Tlatelolco muestra
da por el Estado y que hubiera sufrido grandes signos de deterioro, por ejemplo, el cine, que
daños, igual que otros edificios habitacionales y antaño transmitiera obras fílmicas de gran ca-
educativos también construidos por el gobierno, lidad, cerró sus puertas desde hace más de 15
sacaba a la luz la corrupción gubernamental[8]. años, cuando se fue a la quiebra, y ahora en él
Durante la reconstrucción, este conjunto urbano vive un grupo de indigentes. La crisis económi-
también fue importante, ya que desde antes de ca, la ruptura social y la delincuencia, han deja-
los sismos existían organizaciones vecinales que do su huella en los barrotes que se observan en
dieron lugar a la Coordinadora Única de Damni- todas las ventanas de los departamentos de los
ficados (CUD), organización que logró la recons- pisos bajos. La expresión de las bandas juveniles
trucción de más de 80 mil viviendas colapsadas se aprecia en los grafitis que hay en las paredes
o dañadas in situ, lo que evitó las reubicaciones de los edificios. El ambulantaje y los mendigos
masivas en las periferias de la ciudad como suele están colonizando la salida de la estación del
suceder en casos de desastre, y posteriormente metro Tlatelolco. Sin embargo, en un intento
a la Asamblea de Barrios (AB), organización que por revertir el deterioro, se ha instalado un cen-
heredó el capital político y social de la CUD y tro cultural en el antiguo edificio de Relaciones
que continuó varios años más la lucha por la vi- Exteriores que intenta, desde 2007, revitalizar la
vienda en la Ciudad de México, llegando a ser zona y dar opciones a los jóvenes para alejar-
hasta la actualidad una fuerza político-electoral los de los vicios: El Centro Cultural Universitario
de izquierda con un peso considerable. Tlatelolco es un complejo multidisciplinario de-
A pesar de la fuerza vecinal en este proceso dicado a la investigación, estudio, análisis y di-
de reconstrucción, muchas familias abandona- fusión de los temas relacionados con el arte, la
ron Tlatelolco después del sismo, el precio de historia y los procesos de resistencia. Promueve
los departamentos se depreció, aunque los edi- la formación cultural de la comunidad inmedia-
ficios fueron reparados, una ola de temor rodeó ta, de los universitarios y del público en general,
a Tlatelolco y familias de menores ingresos y con concebidos como agentes de interacción parti-
otros perfiles socioeconómicos se incorporaron cipativa con la Universidad Nacional Autónoma
a la unidad, atraídas por la oferta y la magnífica de México. Hay proyectos vecinales que también
ubicación del conjunto. promueven la vida comunitaria, por ejemplo el
Los complejos urbanos de este tipo dejaron huerto de herbolaria en la tercera sección y el
de construirse. Además la crisis económica y el taller de composta en la segunda sección.
cambio de modelo de desarrollo económico de No obstante el deterioro que pueda tener la
la década de los años 80 también contribuyeron unidad habitacional que está por cumplir 60
años, se revitaliza como parte del proceso de
[8] En la unidad Nonoalco-Tlatelolco, 23 edificios sufrieron
daños graves pero solo el Nuevo León se colapsó. La razón se renovación del centro de la ciudad, ya no es el
debe a la falta de mantenimiento de los cimientos, que reque- margen norte de la ciudad ni el límite que alber-
rían mantenimiento cíclico desde su construcción. Además, el gaba a los sectores más pobres y marginados,
edificio Nuevo León de 288 departamentos, contaba con 68
cuartos de azotea, en los cuales vivían de 6 a 8 personas por ahora su posición es céntrica y muy ventajosa:
cuarto, lo que le agregó aún más peso al edificio, que no esta- dos de las principales avenidas de la ciudad la
ba calculado en su diseño original. Tlatelolco fue construido rodean, Insurgentes y Reforma, tiene estación de
con capital del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de
los Trabajadores del Estado, de Fondo Nacional de Habitacio- metro y tres estaciones de Metrobús, que garan-
nes Populares y con subsidios del gobierno federal. tizan su conectividad y todo tipo de servicios.

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Resultados 1958-1964), y retoma en sus tres secciones


periodos de la historia de México (Indepen-
Para el caso en estudio, las cinco acciones se- dencia, Reforma y República).
ñaladas por Claval (1999) en el apartado meto- » Ha pasado además por un largo proceso de
dológico están dadas: institucionalización mediante el cual se reco-
» Tlatelolco se reconoce como el lugar en noce su pasado histórico a través de los siglos
donde nace México. y a la vez, su importancia en el México actual.
» Desde tiempos prehispánicos el paisaje se El paisaje en Tlatelolco ha sido humanizado
orientó conforme a la cosmovisión náhuatl desde el siglo VII y desde entonces se ha ido
y posteriormente conforme a la occidental. configurando a partir de la huella que han de-
» El lugar tiene marcas y huellas de las his- jado los diversos procesos históricos y relacio-
torias que han sucedido allí y que han sido nes de poder que ahí han incidido; siendo así el
rescatadas del olvido. paisaje una síntesis visual del tiempo en el es-
» La toponimia de la unidad recoge fragmen- pacio. Los elementos que componen el espacio
tos de la historia nacional: retoma la raíz pre- tienen diferentes usos, funciones y significados,
hispánica (Nonoalco-Tlatelolco) y la fusiona que informan sobre los grupos que construyen
con el nombre del presidente en cuyo man- y usan el espacio. El Esquema 1 y el Mapa 1
dato se construyó (Adolfo López Mateos, sirven para ilustrar estas ideas.
Esquema 1. Periodos históricos y elementos del paisaje que persisten en la actualidad

Fuente: elaboración personal

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Mapa 1. Reconstrucción del paisaje de Tlatelolco

Fuente: elaboración personal sobre la base del INEGI (2010),


documentos señalados en el apartado metodológico y trabajo de campo.

Hoy, el paisaje en Tlatelolco tiene elementos y de la Santa Cruz que también se edificó, ma-
huellas de diferentes periodos históricos y acon- nifiestan las relaciones de dominación de la
tecimientos que han sido resignificados: cultura occidental sobre la indígena y así se
» Zona arqueológica: es un vestigio de la ci- materializa la usurpación del territorio indí-
vilización Tlatelolca que sufrió el embate de gena. Hoy en día, el convento funge como la
los conquistadores españoles. Es el lugar de Biblioteca de la Secretaría de Relaciones Ex-
la batalla entre Cuauhtémoc y Hernán Cor- teriores, institución con presencia en la zona.
tés ocurrida el 8 de agosto de 1529, la cual es » El Conjunto Urbano: representa la moder-
descrita así en la placa conmemorativa que nidad urbana. El Estado se impone no solo
ahí se localiza: “ni derrota ni triunfo, fue el con la construcción de la unidad sobre los
doloroso nacimiento de la nación mexicana”. tugurios, sino otorgándole el nombre del pre-
Este es el lugar al que se atribuye el nacimien- sidente en turno y de los períodos de la histo-
to de la nación mexicana y sobre él se cons- ria a las tres secciones que la integran, reco-
truye la unidad habitacional más grande del nociendo la raíz indígena e imprimiéndola en
momento en toda América Latina para las el nombre Nonoalco-Tlatelolco. Al construir
clases medias, para los mestizos. conjuntos urbanos o unidades habitacionales
» Iglesia de Santiago: asentada sobre la ciu- moldea a la población con nuevas formas de
dad indígena, se alza como símbolo de la cul- habitar la ciudad: una alta densidad de po-
tura occidental que se introduce y se impone, blación rodeada de áreas verdes, comercios
creando así nueva sacralización del espacio, y servicios, en lugares céntricos, o sea, con lo
y una impresión en el espacio de la ideología necesario para la vida urbana moderna, ale-
dominante. Tanto el templo como el Colegio jada de las costumbres rurales de casas uni-
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familiares en espacios donde tener milpas y (1876-1911), y que fue incorporado y remodela-
animales domésticos. El Conjunto Urbano re- do por Pani al diseño del Conjunto Urbano para
presenta una forma de poder estatal de cons- proveerlo de más áreas verdes. El jardín es una
truir ciudad y ciudadanos. Es una muestra de réplica del jardín San Marcos de la ciudad de
la capacidad del Estado benefactor que busca Aguascalientes, donde nació el arquitecto.
el progreso de las clases medias. Manifiesta En la tercera sección de la unidad se encuen-
la visión urbana del Estado. La construcción tran los tres memoriales que refieren a la muer-
de Tlatelolco no solo fue material sino tam- te: el de la Conquista, el de1968 y el de 1985.
bién simbólica, al anunciar, con apoyo de los Destaca por encima de los otros dos el de 1968,
medios de comunicación masiva, que estos aun cuando fue el episodio con menor núme-
complejos funcionales resolverían gran parte ro de muertos, pero implica el reconocimiento
de los problemas urbanos. Las torres repre- oficial del genocidio negado durante años por
sentan la “institucionalidad” del Estado mexi- el Estado. El peso que recibe el 68 se ve tam-
cano surgido de la Revolución de 1910. No en bién en el museo dedicado a este momento his-
vano, el conjunto incorpora en su nombre el tórico. Y aquí retomamos lo que dice Claval al
del presidente Adolfo López Mateos (Conjun- respecto: “Se acaba de comprender la lógica de
to Urbano Presidente López Mateos Nonoal- los grupos interrogándose también por el lugar
co-Tlatelolco) y sus secciones hacen referen- otorgado a los muertos y sobre todo cuanto se
cia a la historia de México (Independencia, considere como marca del pasado sacralizado”
Reforma y República). (Claval, 1999, p. 263).
El Conjunto Urbano Nonoalco-Tlatelolco El memorial de 1985 se acompaña del reloj
simboliza la igualdad de oportunidades en las de sol y del busto de Plácido Domingo: recuer-
clases medias, pues en su origen aglutinó tra- dan los terremotos del 19 de septiembre de
bajadores de medios y altos sueldos, se puso la 1985, de la fragilidad de la vida y las construc-
técnica de la construcción y las ideas más mo- ciones ante las fuerzas de la naturaleza, de la
dernas al servicio de estas clases sociales. Pero corrupción del gobierno, pero también de la
al mismo tiempo, fue una forma de luchar con- grandeza humana. El terremoto recordó que
tra los tugurios, y la población de bajos recur- incluso en los paisajes tan humanizados como
sos. De este modo, la arquitectura del conjunto este, las fuerzas de la naturaleza tienen inje-
urbano funcionó como una política del Estado rencia en su modelado y se lee en la inscripción
para ordenar el territorio que proyectaba los del memorial in situ un fragmento del poema
nuevos valores urbanos. de Nezahualcóyotl, Cantos floridos y de amistad:
Las dos torres reflejan las aspiraciones y anhe- “... la tierra tembló y esos nuestros cantos y
los de la clase gobernante de aquellos tiempos: estas nuestras piedras ya son nuestra morta-
la torre de Banobras, torre insignia, con gran ja”, y se dedica: “A la humanidad nuestro re-
altura y forma triangular, denota una forma di- conocimiento de amor y gratitud, 1985-1995”.
ferente de pensar los edificios públicos; por su
Conclusiones
parte, la torre de Relaciones Exteriores dentro
de este gran conjunto urbano, es la imagen de El paisaje de Tlatelolco permite ver de mane-
México frente al mundo, una imagen moderna. ra empírica cómo éste puede entenderse como
Estos tres períodos caracterizan la Plaza de un palimpsesto, en donde convergen elemen-
las Tres Culturas, uno de los atractivos de la Ciu- tos de épocas pasadas que se han conservado
dad de México, ubicada en la tercera sección, la hasta ahora mediante su refuncionalización, y
destinada a las familias de ingresos más altos. elementos de origen reciente que ponen de ma-
A un lado de la plaza está el Jardín de Santiago nifiesto las necesidades, expectativas y funcio-
Tlatelolco, que data de la época de Porfirio Díaz nes de la sociedad actual.
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Las rugosidades estéticamente refuncionali- se le da a cada uno de estos acontecimientos:


zadas y resignificadas, en parte gracias al traba- mientras que en el de 68 se señalan los nom-
jo del arquitecto Mario Pani, son evidencia del bres de los caídos, el del 85 es muy impersonal.
origen antiguo de este paisaje que a la vez cuenta Además, el acontecimiento del 68 se recupera
con elementos contemporáneos: grandes aveni- también el Centro Cultural de Tlatelolco. Enton-
das, sistemas de transporte, huertos urbanos; ces, hay tres señalamientos a la muerte colectiva
por lo que se afirma su carácter transtemporal, en este paisaje: en batallas por dominio de una
producto de la obra de diferentes generaciones. civilización sobre otra; como víctimas de la pro-
La lectura del paisaje en “capas arqueológi- testa social; y como mártires del Estado por el
cas” a través de las formas visibles, como sugie- colapso del edificio Nuevo León.
re Claval (1999), permite observar órdenes fun- A partir del estudio del paisaje en Tlatelolco,
cionales fosilizados. Por ejemplo, a partir de los como un espacio con multiplicidad de funcio-
vestigios arqueológicos se han conocido rasgos nes, se puede confirmar que se trata de un pai-
de la organización urbana y social y de la confi- saje con variadas huellas culturales y de proce-
guración territorial prehispánica. sos históricos que lo configuran actualmente. El
Tlatelolco, especialmente la Plaza de las Tres estudio de los paisajes desde la Geografía cultu-
Culturas, se convirtió en un objeto de contem- ral aporta elementos sobre la mediación por la
plación valorado por motivos estéticos con sig- que los grupos humanos garantizan su conquis-
nificados histórico-culturales. Los elementos del ta del espacio y al mismo tiempo sufren su in-
pasado son conservados y valorizados por la fluencia. Pero también permite ver cómo el pai-
cultura del presente pero adquieren una nueva saje tiene connotaciones culturales, que como
funcionalidad: la ciudad prehispánica es ahora señala Nogué (2007), nos hablan del pasado,
una zona arqueológica con un museo, el con- del presente e incluso del futuro: por ejemplo,
vento es una biblioteca, la iglesia se sigue utili- en el ahora Centro Cultural, que antiguamente
zando para ceremonias religiosas actuales. fuera la Torre de Relaciones Exteriores, se pre-
En este paisaje destacan las referencias a la senta una exposición permanente sobre el Movi-
muerte, a la violencia bajo la que se ha ido cons- miento del 68 que entre sus fines está el que las
truyendo y transformando el país. Inicialmente nuevas generaciones conozcan y no olviden los
con la matanza de indígenas para dar pie al pe- trágicos acontecimientos.
riodo colonial; después con las víctimas de la re- El caso de Tlatelolco permite observar cómo
presión del Movimiento del 68 y por último con los paisajes se van construyendo a partir de las
los muertos del edificio Nuevo León tras el sismo formas culturales vigentes que se van sobrepo-
de 1985, desastre político y social, mucho más niendo unas a otras; cómo los paisajes funcionan
que natural. Estos dos últimos acontecimientos y se refuncionalizan para satisfacer necesidades
considerados relevantes para la formación de la y deseos actuales; cómo se crean, se destruyen y
sociedad civil de la ciudad de México. Los me- se transgreden, y cómo en ellos se observan tam-
moriales a la muerte reflejan la importancia que bién manifestaciones de las relaciones de poder.

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ESTUDIOS SOCIOTERRITORIALES. Revista de Geografía | Nº 23 enero-junio 2018 | p. 137-153 |


152 ISSN 1853-4392 [en linea]
La configuración del paisaje de Tlatelolco, Ciudad de México

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Alejandra Toscana Aparicio es Doctora en Geografía por la Universidad Nacional Autónoma de México. Profesora-in-
vestigadora de tiempo completo del Departamento de Política y Cultura de la Universidad Autónoma Metropolitana
unidad Xochimilco. Profesora de asignatura del Colegio de Geografía de la Facultad de Filosofía y Letras de la Univer-
sidad Nacional Autónoma de México. Autora de diversas ponencias, artículos y capítulos en libro de temas relativos a
problemas socioterritoriales.
Alma Villaseñor Franco es Doctora en Geografía por la Universidad Nacional Autónoma de México. Profesora-investiga-
dora de tiempo completo en la Facultad de Ingeniería de la Universidad Autónoma de Guerrero. Miembro del Núcleo
Académico Básico de la Maestría en Ingeniería para la Innovación y el Desarrollo Tecnológico y de la Maestría en Ges-
tión Sustentable de Turismo, ambas de la Universidad Autónoma de Guerrero. Autora de diversas ponencias, artículos
y capítulos en libro de temas relativos a dinámicas territoriales, transporte y paisaje.

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